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Salsa blanca para kebab




Esta salsa resulta deliciosa para preparar unos rápidos sandwiches, wraps o fajitas. Pega genial con rellenos vegetales, con atún, con pollo... o como en este caso, con un kebab casero hecho con sobras del cordero asado del día anterior.
Podéis ajustar el tema de las calorías prescindiendo de la mahonesa. Y si no tenéis en ese momento en casa, también podemos usar el equivalente en aceite de oliva.

Si queréis una salsa más ligera y líquida, id añadiendo leche hasta conseguir la textura que más os guste.

Si el plato que va a acompañar no lleva cebolla, a mí me gusta picar finamente un poco y añadirla a la salsa. ¡Con patatas asadas está buenísima!



  • 1 yogur de tipo griego (125 gr.)
  • 2 cucharadas de mahonesa
  • 1 pizca de pimienta negra molida
  • 1 pizca de pimentón
  • 1 pizca de comino
  • 1 diente de ajo hermoso prensado o rallado (o 1 cucharadita de ajo en polvo)
  • sal
  • 1 cucharadita de hierbas (provenzales, perejil, orégano, hierbabuena...)
  • sal 


opcional:

  • leche
  • un poco de cebolla tierna picadita 
  • unas gotas de limón exprimido





Mezclamos bien todos los ingredientes, y listo.

Al probar la salsa ajustaremos la dosis de los ingredientes que más o menos nos gusten.




San Martiño con ajada de cebolla



En muchos sitios de Galicia la ajada se prepara así, con cebolla. Queda realmente buena con pescados blancos y de carne firme. Podéis ver otras versiones en el blog con merluza y raya.
No pongo cantidades, porque es una receta que se suele preparar "a ojo", y al gusto personal de cada uno.

Este pescado blanco también se conoce como San Pedro, Martiño o Gallopedro. El pez de San Pedro (saint-pierre) es muy apreciado en Francia, donde los ejemplares pequeños son apreciadísimos para preparar su archi-famosa "bouillabaisse" (bullabesa).
No es muy fácil encontrarlo en los mercados, será por lo feísimo que es el pobre, pero si podemos hacernos con uno de ellos, no perdáis la oportunidad de probarlo; si os gusta el rodaballo y el "coruxo", os encantará.
El pez de San Pedro se puede cocinar como cualquier especie plana (con la peculiaridad de que tiene un ojo en cada lado), aunque los pequeños quedan genial cocidos, dejándonos un caldo sabrosísimo. No es muy "rentable" para hacer en filetes, ya que la mayor parte de su peso corresponden a la cabeza (enorme y espinosa) y a las vísceras. Pero su carne es firme, delicada y deliciosa, así que para esta receta utilizaremos los pescados simplemente sin cabeza y eviscerados.
Más información, curiosidades y características.




  • martiños "de ración" limpios, sin cabeza
  • patatas para cocer
  • sal
  • 1 hoja de laurel
  • aceite de oliva
  • ajos
  • cebolla
  • vino blanco o vinagre (opcional)
  • pimentón dulce
  • sal



Limpiamos los martiños retirando la cabeza. (Podemos aprovecharlas para cocerlas en el agua resultante de esta preparación, y obtener así un caldo buenísimo).

Ponemos a cocer las patatas cortadas en rodajas gruesas en una olla con agua salada y con el laurel.
A los 10 minutos se incorporan los martiños y se deja cocer todo junto hasta que estén las patatas en su punto. El tiempo total dependerá del tamaño de los peces, de cómo hayamos troceado las patatas... pero aproximadamente serán unos 20 minutos escasos.

Mientras se cuece, ponemos aceite de oliva en una sartén a fuego medio en la que echaremos los dientes de ajo (con piel, simplemente un poco aplastado) y la cebolla en juliana.
Debe quedar transparente, un poco doradita, removeremos de vez en cuando para que no se nos queme.

Cuando veamos que la cebolla está tierna y haya cogido un poco de color (POCO), añadiríamos un chorrito de vino blanco, o vinagre (si no tenemos vino en ese momento, con el dulzor de la cebolla quedará buenísimo), si no tampoco es imprescindible.
Dejamos que se evapore un poco el alcohol y separamos del fuego.

Cuando haya perdido un poco la temperatura, añadimos un poco de pimentón (una cucharadita rasa es suficiente). Removemos para que se integre, y si queremos una ajada más ligera, le añadimos un chorrito del agua de la cocción del pescado.

Servimos las patatas y el martiño en los platos de servir y por encima echamos el sofrito de ajo, cebolla y pimentón.
Llevamos a la mesa rápidamente, para que no se enfríe.


Pan naan de queso y cebolla [Thermomix]




Esta receta de pan relleno con queso, ajo y cebolla es muy fácil de hacer, y tiene una textura exquisita: ligeramente crujiente por fuera, suave y esponjoso por dentro.

Éste es un pan tradicional de la India que se prepara en finas tortas que se suelen cocer en las paredes de los hornos “tandoor” de barro refractario.

A veces se incorporan a la masa ingredientes como pasas, coco, ajo, especias e hierbas frescas. Son un poco dulces e ideales para acompañar los curries y otros guisos picantes de la cocina hindú, o simplemente tomados con un poco de mantequilla o alguna salsa.
También se consume relleno de carne picada o de nueces y pasas entre otras posibilidades.

Se consume principalmente en el centro y el sur de Asia (India, Afganistán, Irán, Bangladesh…)






Ingredientes para 3 panes.

Para la masa: 

  • 30 gr. de ghee (o mantequilla)
  • 40 gr. yogur natural
  • 160 gr. agua
  • 300 gr. harina de fuerza (o media fuerza)
  • 5 gr. de levadura seca de panadero (o 15 gr. de fresca)
  • una cucharadita de sal
  • una cucharadita de azúcar


Para el relleno: 

  • 100 gr. cebolla pelada
  • 3 dientes de ajo 
  • 20 gr. cilantro fresco
  • 100 gr. queso (el que prefiramos, del que dependerá el sabor final)
  • mantequilla derretida (para untar la masa) 



Introducimos en el vaso la mantequilla, dejando que se derrita 4 minutos a 37º, velocidad cuchara.

Añadimos al vaso el yogur, el agua, la harina, la levadura, la sal y el azúcar, en este orden, pesándolos en cada paso.
Mezclamos 10 segundos a velocidad 4 y luego amasamos 5 minutos con velocidad espiga.
Tapamos el Thermomix con un par de trapos de cocina y dejamos fermentar la masa 45-50 minutos, igual que cualquier masa de pan.
Debe duplicar el volumen. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente, si fuese necesario dejamos fermentar más tiempo.




Una vez fermentada, pasa la masa a la mesa enharinada y amasa brevemente, para eliminar el exceso de gas del interior de la masa, normalmente 2-3 minutos será suficiente.

Dividimos la masa en 6 porciones, estirando con rodillo hasta formar discos de un grosor de medio centímetro como máximo.



Trituramos en el vaso (no hará falta limpiarlo) la cebolla pelada con los ajos pelados, el cilantro y el queso, con 2-3 golpes de turbo.

Rellenamos la mitad de los panes con 2-3 cucharadas del relleno, extendiendo bien.
Cubrimos el relleno con otro disco de masa, sellando bien los bordes apretando la masa con los dedos.
Aplanamos un poco con el rodillo y pasamos por una plancha bien caliente un minuto por cada lado, y luego horneamos a 230º unos 7-8 minutos, o hasta que queden cocidos.
*Otra opción es hacerlos a la plancha únicamente, o sólo en el horno.



Sacamos del horno y pintamos con un poco más de mantequilla derretida, y servimos al momento.

Es mejor taparlos con un trapo o servilleta para que se mantengan tiernos y calentitos.
*Si queremos sólo uno para acompañar, podemos congelar los otros dos una vez cocidos. Cuando queramos usarlos los sacaremos del congelador, los calentamos con un golpe de horno y listo.


Sandwich de salmón ahumado con queso y cebolla caramelizada

Este sandwich se puede preparar con otros ahumados. El toque especial (y dulce) lo da la cebolla caramelizada, deliciosa para acompañar casi cualquier cosa. También lo podemos versionar con otros tipos de pan, en tostas...








Preparamos la cebolla caramelizada y la salsa emulsinada si no las tuviésemos hechas de antemano.

Lavamos la lechuga, la escurrimos bien y la cortamos en juliana. Lo ideal es utilizar un centrifigador para que quede bien seca, y un cuchillo especial de plástico para que los cortes no se oxiden.

Sólo queda montar el sandwich con todos los ingredientes: Primero el queso, si utilizamos tipo crema (para untarlo en el pan), luego lechuga, la cebolla, el salmón y la mahonesa. Listo!

Tosta de bacalao ahumado con cebolla caramelizada


El sabor dulce de la cebolla caramelizada combina genial con todo tipo de ahumados, sobre todo el bacalao. También podemos utilizar bacalao desalado, en crudo, aliñando la tosta con un hilo de aceite (AOVE).




  • rebanadas de pan (tipo payés, de Cea... al gusto)
  • bacalao ahumado en lonchas
  • cebolla caramelizada (receta tradicional o con Thermomix)
  • rúcula (opcional)




Rebanamos el pan a nuestro gusto y lo tostamos en una tostadora, en el horno o en una plancha.

Disponemos las hojitas de rúcula sobre el pan tostado, si decidimos utilizarla.
Con la ayuda de una cucharilla vamos esparciendo la cebolla caramelizada sobre la rúcula y disponemos los filetitos de bacalao ahumado sobre las tostadas. Listo. Riquísimo!


*Recetas de otras tostas

Cebolla caramelizada [Thermomix]



Esta especie de mermelada de cebolla es ideal para acompañar platos salados (queso, foie, carnes...) Hacerla en la Thermomix es rápido, fácil y limpio, y podemos tenerla preparada con antelación.



  • 3 ó 4 cebollas grandes (800 gr. aprox.)
  • 60 gr. de brandy
  • 60 gr. de aceite de oliva
  • 60 gr. de azúcar moreno



Pelamos las cebollas y las cortamos en cuartos. Las ponemos en el vaso de la Thermomix y troceamos 2 segundos a velocidad 5.
Bajamos con la espátula los restos desperdigados por las paredes del vaso.

Agregamos el resto de ingredientes (brandy, aceite y azúcar moreno).

Programamos 35 minutos, 100º, velocidad cuchara.
Trascurrido este tiempo, la cebolla caramelizada estará lista, y sin ningún trabajo.



*Si lo preferimos podemos reducir la cantidad de azúcar ya que la cebolla es ya de por sí bastante dulce (algo que dependerá del tipo de cebolla que usemos), o utilizar azúcar blanquilla (en menos cantidad, ya que endulza más).
También podemos utilizar vino o vinagre en vez de brandy.

Se conserva perfectamente en un bote (preferiblemente de cristal) en la nevera, durante semanas. También admite congelación.


*Receta tracicional  (sin Thermomix) de cebolla caramelizada con cebolla ya frita, de lata.

Brochetas de pulpo encebollado


Otra receta ideal para aprovechar pulpo cocido. La presentaremos en función de si va a ser un aperitivo, un entrante o un plato principal. La salsa podemos triturarla o no, añadirle algo de tomate rallado, un poco de jamón serrano...







Preparamos el sofrito.
Pelamos las cebollas y las picamos finamente.
En un cazo con el aceite suficiente ponemos a sofreir a fuego medio la cebolla. Damos unas vueltas para que el aceite pringue bien cada trocito de cebolla y bajamos el fuego al mínimo. Colocamos la tapa y dejamos que ablande y se confite.
El tiempo variará dependiendo de muchas cosas (el tamaño del corte de la cebolla, la temperatura del fuego, la cantidad de aceite...), por eso es mejor estar pendiente y dar unas vueltas de vez en cuando.

Cuando veamos que la cebolla está pochadita, añadimos una pizquita de pimentón y un chorrito de vino blanco. Salpimentamos al gusto.
Dejamos que todo se integre bien, siempre a fuego bajo, pendientes de que no se pase la cebolla.
La salsa podemos dejarla tal cual, aunque también podemos triturarla para que quede más fina y emulsionada.

Montamos la brocheta:
En unos palillos vamos colocando el pulpo en rodajas o tajadas, intentando que los trozos sean del mismo grosor.
En una plancha caliente, pasamos (vuelta y vuelta) las brochetas.

Presentamos las brochetas sobre el sofrito de cebolla, o con la salsa en un cuenco aparte y espolvoreamos unos cristalitos de sal maldon por encima, o todo mezclado en cazuelitas o cucharillas de aperitivo (para lo que no haría falta pasar el pulpo por la plancha). Listo!



Brocheta de pulpo con salsa aparte.
Cazuelita de pulpo encebollado.




Aliño andaluz para pescados



Este aliño casa estupendamente con pescados preparados a la parrilla, a la espalda, a la plancha... Lo ideal es presentar el pescado limpio y libre de espinas, lo que nos facilitará el trabajo a la hora de comer.




  • 1 cebolla grande
  • el zumo de 1 limón
  • 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 ramillete de perejil
  • sal



Ponemos en un bol o plato hondo el aceite, el limón y la sal. Batimos enérgicamente para que emulsione un poco.

Pelamos la cebolla y la picamos muy menudita. Lavamos el perejil y también lo picamos finamente.

Mezclamos todo, damos unas vueltas y vertemos sobre el pescado cocinado.


Jureles con aliño andaluz.

Mini cocas de pimientos y cebolla

Éstas son la versión mini de un plato tan mediterráneo como la coca. Podemos hacerlas con otras masas saladas, incluso las que se comencializan preparadas . Se suele cubrir con hortalizas aliñados.


- masa para cocas, con thermomix (aceite de oliva, leche, agua, sal, levadura, harina y azúcar)
- pimientos (frescos, morrones, del piquillo...)
- cebolla tierna
- sal
- pimentón (D.O. Murcia)
- azúcar
- aceitunas negras (opcional)


Preparamos la masa para cocas y la estiramos con un rodillo o con las manos. Damos la forma deseada (yo en este caso, pequeños rectángulos cortados a cuchillo) y los ponemos sobre una bandeja de horno bien engrasada o un papel vegetal.


En un bol colocamos los pimientos y la cebolla cortada en juliana. Aliñamos con aceite de oliva, sal, un poco de pimentón y una pizquita de azúcar. Damos unas vueltas para que se impregnen bien las hortalizas y vamos colocando esta mezcla sobre las masitas. Decoramos con unas aceitunas negras cortadas en aros.

Introducimos en el horno precalentado y horneamos las mini cocas a 180º durante 20 ó 30 minutos, aproximadamente, o hasta que veamos que la masa se haya cocido bien.



Chutney de manzana y cebolla



Esta receta de conserva agridulce está cosiderada hindú, aunque la palabra es inglesa y es en realidad una especialidad británica que data de la época colonial. Se trata de una variedad de especias dulces y picantes, frutas y verduras cocinadas en vinagre con azúcar. Es un acompañamiento muy popular en la India para potenciar el sabor del plato principal. En Europa y Estados Unidos el chutney es más familiar como producto envasado, para lo que se le añade aceite, vinagre o zumo de limón para potenciar las propiedades conservantes.

En su preparación no debe faltar el jengibre y el azúcar utilizado debe ser moreno.
La cocción debe durar hasta obtener la consistencia de confitura, pero con trozos, aunque tampoco quedan mal todos los ingredientes reducidos a puré.
Se sirve a temperatura ambiente y es ideal para acompañar cerdo, cordero, aves, foie y queso (tanto en caliente como en frío).



- 6 manzanas verdes (pequeñas)
- 2 cebollas
- 400 gr. de azúcar moreno
- 500 ml. de vinagre de manzana (u otro blanco)
- 2 guindillas (yo utilicé de las vascas)
- unos granos de pimienta machacados
- media cucharadita de jengibre (en polvo o fresco)
- media cucharadita de cúrcuma
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 clavo de olor
- 1 palito de canela en rama (que luego retiraremos)


Lavamos, y cortamos las manzanas, deshechando el corazón.
Picamos también en trozos grandes las cebollas.
Colocamos todo en una cacerola junto con las especias y el azúcar. Picamos en aritos las guindillas y las incorporamos (intentando evitar las semillas).

Rociamos con el vinagre y ponemos al fuego a temperatura mínima (hasta que las manzanas suelten su jugo y el azúcar se disuelva).
Subimos la temperatura y continuamos la cocción hasta que las manzanas estén tiernas y caramelizadas y con cosistencia de confitura (aproximadamente 30 - 40 minutos).

Dejamos enfriar o procedemos a conservar en tarros de cristal.
Podemos guardarlo en la nevera en frascos con tapa hermética para otras ocasiones.
Algunos recomiendan no consumirlo recién hecho, para que todos los sabores asienten bien.




*Para conservarla en tarros de cristal:

Se estelilizan tarros y tapas por separado, en agua hirviendo durante 30 minutos. Al cabo de este tiempo se sacan y, todavía calientes, se rellenan hasta el borde, sin que rebose, del chutney aún caliente. Se cierran bien y se vuelven a meter así en una olla, con agua hirviendo y que cubra los tarros unos cuantos centímetros. Se mantienen durante otros 30 minutos en el agua hirviendo y luego se dejan enfriar dentro de la olla. Comprobar que se ha hecho el vacío.
Con el chutney no suele haber problemas de conservación, ya que además del azúcar también el vinagre hace de conservante, y en la nevera en un tarro bien cerrado se mantiene estupendamente.




*Otras conservas

Salsa mexicana




La salsa mexicana o "pico de gallo" es el acompañamiento más común de cualquier plato mexicano. Hay muchas variantes, pero la más común es ésta.




  • 500 gr. de tomates
  • 2 cebollas
  • 1 pimiento jalapeño o guindilla (fresco)
  • el zumo de 1 limón
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de hojas de cilantro picadas (o perejil)
  • sal y pimienta negra de molinillo



Escaldamos los tomates y los pelamos. Cortamos en cuatro y quitamos las pepitas (si no os molestan podéis obviar este paso).
Los troceamos en trozos muy pequeños y lo ponemos en un bol.

Pelamos las cebollas y las troceamos. Calentamos el aceite en un cazo y rehogamos en él la cebolla hastas que se ponga transparente (también podemos añadir la cebolla y el aceite en crudo).
Añadimos al bol con el tomate.

Lavamos el pimiento, lo cortamos y le quitamos las semillas. Lo picamos también muy fino.
Llevamos a ebullición un poco de agua en un cazo y cocemos el pimiento durante unos 2 ó 3 minutos. Sacamos, dejamos enfriar y lo mezclamos con el tomate y la cebolla.

Añadimos el zumo de limón, el cilantro o perejil y salpimentamos.

Esta salsa se sive fría. No se conserva más de dos días en el frigorífico.



*Si no tenemos jalapeños o guidilla fresca podemos utilizar pimiento normal (rojo, verde...) y añadir unas gotas de tabasco® para darle el toque picante.


*Salsa mexicana (en crudo)


Tosta de solomillo con cebolla caramelizada




- solomillo de cerdo
- rebanadas de pan
- cebolla caramelizada (receta tradicional o con Thermomix)
- sal maldon




Tostamos las rebanadas de pan en una tostadora, en el horno o en una plancha. Reservamos.

Cortamos el solomillito en lonchas finas y las pasamos vuelta y vuelta en una plancha caliente.

Colocamos la cebolla caramelizada sobre la tostada, encima un par de filetitos de solomillo y espolvoreamos con sal maldon por encima de la carne. Listo.



*Podemos poner entre la cebolla y la carne cualquier tipo de queso. Con tetilla gallega o un Arzúa-Ulloa un poco fundido (poniéndolo encima de la carne cuando ésta está sobre la plancha) está riquísimo.

*Otras recetas de tostas


Cebolla caramelizada (con cebolla frita de lata)



Esta receta es ideal para acompañar carnes, quesos... incluso como ingrediente en pizzas. Es fácil y rápida, ya que no tenemos que gastar ni tiempo ni lágrimas en pelar las cebollas.


Fuente: El blog de Reme




  • 1 lata de cebolla ya frita
  • 2 ó 3 cucharadas de azúcar moreno
  • 2 cucharadas de vinagre balsámico de Módena



Ponemos en un cazo la cebolla (como ya está frita no hace falta poner nada de aceite), cuando toma calor, añadimos el azúcar y el vinagre, y lo dejamos cocer a fuego bajo durante 15 minutos, y 2 minutos más a temperatura media.

*Si queremos un sabor más intenso,  podemos duplicar la cantidad de azúcar y de vinagre.



Quiche hojaldrada de cebollas, bacon y gouda (Quiche Alsacienne) [Thermomix]







- 1 lámina de hojaldre
- 200 gr. de nata
- 2 huevos
- 150 gr. de queso gouda
- 1 loncha gruesa de bacon
- 250 gr. de cebolla
- 30 gr. de aceite
- sal
- pimienta negra (molinillo)
- 1 pizca de nuez moscada rallada

Fuente: Escuela de cocina Cristina Galiano




Colocamos el hojaldre en el molde y lo adaptamos a él. Cortamos el sobrante con una puntilla afilada y metemos en el horno a 200º. (Los recortes los reservamos para hacer unas palmeritas o unos lacitos dulces). Mantenemos en el horno hasta que la masa se cocine un poco, unos 10 minutos. Veremos que el hojaldre se infla, así que lo bajamos con la ayuda de una cuchara, y apretamos contra el molde. Reservamos.

Ponemos en el vaso de la thermomix el aceite y calentamos 2 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Incorporamos el bacon en taquitos y programamos 4 minutos, temperatura varoma y velocidad 1. Añadimos las cebollas en aros y sofreímos 10 ó 12 minutos en velocidad 1, o hasta que estén blandas. Vertemos esto sobre la quiche, templada o fría.

Sin fregar el vaso volcamos en él los huevos, el queso en trozos, la nata y las especias. Mezclamos unos segundos en velocidad 4 hasta que el queso se triture.
Vertemos este batido sobre las cebollas y el bacon. Introducimos en el horno a 190º, hasta que la quiche esté totalmente cuajada.







*Se pueden utilizar otros quesos y otros ingredientes, a vuestro gusto. Y en vez de la lámina de hojaldre utilizar como base masa quebrada.


Algunas ideas para rellenos de quiches:
- de espinacas y bacalao
- de frutos de mar (gambas, mejillones, cangrejo...)
- de jamón cocido y queso emmental (Lorraine)
- de pollo y champiñones
- de queso azul (roquefortstilton, cabrales...)
- de salmon ahumado y queso emmental