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martes, 28 de julio de 2015

Vasitos de mousse de haba tonka y crujiente de praliné


¡Este año ha sido de locos! 
O mejor dicho, este año está siendo de locos.

De Septiembre a Junio han sido unos meses muy intensos de trabajo y estudio, pero por fin puedo decir que ¡¡¡YA SOY CHEF!!!

Así es, parece increíble que este diciendo esto, pero después de muchos meses y de un gran sacrificio, ya tengo mis títulos de chef de cocina y pastelería, creí que nunca iba a llegar el momento en el que lo pudiera decir tan alto.

Han pasado muchas cosas en estos meses,  pero ahora que estoy más tranquila y me declaro oficialmente de vacaciones os traigo una receta que me encanta para disfrutar como postre y que al estar presentada en vasito resulta más ligera y apetecible.

Cada vasito se compone de tres capas; la de abajo del todo es un crujiente de barquillo y praliné, la del medio es un cremoso de caramelo  y la de arriba, la más blanquita, es una mousse de chocolate blanco con haba tonka.

Para los que no la conozcáis, el haba tonka es una semilla  originaria del árbol Dipteryx odorata, de la familia de las fabáceas proviniente de la América Tropical (Brasil,Venezuela, Perú entre otros...).
 El término tonka parece provenir de la lengua hablada por los nativos de la Guayana francesa, siendo Francia el primer país occidental que importó estas semillas. 
Originariamente comenzó a utilizarse como aromatizante para el tabaco, pero no tardó en convertirse en un ingrediente habitual para la cosmética y la repostería.


En el año 68 se descubrió que esta semilla contiene cumarina, un compuesto químico que en grandes dosis puede afectar a la coagulación de la sangre, por lo que un consumo elevado puede ser mortal. Por este motivo su uso alimentario está prohibido en algunos países como EEUU, aunque en Europa se puede conseguir sin problemas en tiendas especializadas en especias. 
Yo en España no conocía ningún sitio donde vendieran estas semillas, por lo que me las traía de Londres, concretamente de la famosa tienda de especias de Notting Hill "The Spice Shop", pero hace poco las encontré también en Madrid.

No os alarméis por lo que os comentaba del consumo, con la nuez moscada pasa absolutamente lo mismo, contiene miristisicina y safrol que ingeridos en grandes cantidades dañan el higado.
Pero utilizadas en pequeñas cantidades para cocina o pastelería no son perjudiciales para la salud, ya que solamente se utiliza una pequeña cantidad rallada o infusionada.

Pues ahora que ya conocéis el haba tonka, vamos manos a la obra con nuestra receta.



VASITOS DE MOUSSE DE HABA TONKA Y CRUJIENTE DE PRALINÉ

INGREDIENTES:

Para el crujiente de Praliné:

135 gr. de praliné
70 gr. de chocolate con leche de buena calidad,  por ejemplo VALHRONA
90 gr. de barquillo triturado

Para el cremoso de caramelo:

400 gr. de nata
80 gr. de leche
1 vaina de vainilla
50 gr. de azúcar
15 gr. de azúcar 
80 gr. de yemas
7 gr. de gelatina

Para la mousse de chocolate blanco con haba tonka:

215 gr. de leche
3 gr. de haba tonka
10 gr. de gelatina
430 gr. de nata montada
340 gr. de chocolate blanco



PREPARACIÓN:

Para el crujiente de praliné, simplemente fundimos el chocolate en el microondas con cuidado de no quemarlo, lo mezclamos con el praliné y lo mezclamos todo bien con el barquillo triturado. Colocamos la mezcla en el fondo de nuestros vasitos ejerciendo un poco de presión con una cuchara.

Para el cremoso de caramelo, en primer lugar, infusionamos la leche y la nata con la vaina de vainilla en un cazo al fuego.
Hidratamos la gelatina (3 hojas y media) en un bol con agua
 y mientras tanto batimos las yemas con los 15 gramos de azúcar.
Hacemos un caramelo a seco en un cazo al fuego con los 50 gramos de azúcar, para ello debemos ir poniendo el azúcar en un cazo caliente poco a poco, e ir añadiendo más cuando se derrita, pero debemos tener cuidado de que no se nos queme.Cortamos el caramelo con la leche y la nata mezcladas y calientes. Por último incorporamos la mezcla anterior  a las yemas  y lo cocemos como unas natillas, hasta que la mezcla este a 80º o hasta que veamos que ha espesado un poco, en este momento añadimos la gelatina escurrida. Depositamos nuestro cremoso sobre el crujiente de praliné de nuestros vasitos y lo dejamos enfriar hasta que cuaje.

Para la mousse de haba tonka, hidratamos la gelatina en agua fría (5 hojas) y mientras tanto, infusionamos la leche con el haba tonka en un cazo el fuego (si no disponemos de haba tonka podemos hacerlo con vainilla), cuando esté caliente añadimos la gelatina escurrida.

Fundimos el chocolate blanco y vamos vertiendo sobre el la leche caliente infusionada a la vez que removemos enérgicamente con unas varillas, nos debe quedar la textura de una ganache de chocolate. Esperamos a que la mezcla esté a 30 grados e incorporamos la nata montada con movimientos envolventes. Por último esta es nuestra capa final del vasito que colocaremos arriba cuando la capa de cremoso esté ya cuajada.




OBSERVACIONES:

Con las cantidades que os doy os da para preparar una tarta, así que si no queréis tener vasitos para un ejército, más vale que hagáis la mitad de la receta.

El praliné lo podéis hacer vosotros mismos caramelizando avellanas y triturándolas después, pero si no os apetece, lo podéis encontrar por internet, es una delicia que merece la pena.

Si no tenéis un termómetro para medir no pasa nada, podéis hacerlo igual a ojo, se trata, en el caso de la mousse, de que la mezcla no esté tan caliente como para bajar la estructura de la nata.

La gelatina en hojas, siempre hay que hidratarla unos minutos antes de usarla en agua muy fría, podemos ponerle un cubito de hielo si es necesario, luego simplemente la escurrimos con las manos para quitar el exceso de agua y la incluimos en nuestra preparación. Para mezclarla siempre tiene que ser con un líquido caliente, pues de lo contrario se nos formarán grumos y aún así cuando esté bien integrada, yo recomiendo siempre colar la mezcla por si acaso.


Bueno pues espero que os hayan gustado estos ricos vasitos y que los hagáis en casa, nos vemos la próxima semana con una nueva receta.

jueves, 16 de octubre de 2014

Macarons de frambuesa, el bocado perfecto


Hacer macarons no es, ni mucho menos, una tarea sencilla.

No digo con esto tampoco que sea imposible hacerlos, si no, que hay que ser muy riguroso en todos los pasos.

Las primeras veces que yo hice macarons no me salieron. 

La primera vez el resultado fueron galletas aplastadas de almendras, y algunas veces después se me agrietaban por la superficie o bien me quedaban chiclosos por dentro.

Hoy os voy a contar todos los pasos para hacer macarons y os daré algunos consejos que a mi me han sido muy útiles para lograr unos macarons bonitos y sobre todo deliciosos. Os aseguro que si seguís al pie de la letra todos los pasos lograréis preparar unos macarons con éxito.



Antes de entrar en faena me gustaría contaros, como curiosidad, que, aunque pensemos que estos delicados dulces nacieron en Francia,  en realidad, fueron traídos de italia en el siglo XVI, por Catalina de Medici. El macaron era en la época, una pasta salada, pero la evolución del producto incorporaría los macarons a la pastelería.

La receta del macaron, bizcocho a base de almendras, clara de huevo y azúcar, se extendió rapidamente a partir del siglo XVII por numerosas ciudades de Francia como Nancy, Amiens, Saint Émilion y Montmorillon.

Hoy en día es un símbolo mundial, una golosina ligera y un bocado crocante y esponjoso que seduce a todos los paladares.

MACARONS DE FRAMBUESA

INGREDIENTES:

3 claras de huevo (unos 60 gr.)
200 gr. de azúcar
75 ml. de agua

200 gr. de almendras en polvo
200 gr. de azúcar glass
3 claras de huevo (unos 60 gr.)



PREPARACIÓN:

Lo primero que tenemos que hacer para comenzar a preparar nuestros macarons, es preparar un merengue.

 Existen varios tipos de merengue, entre ellos el francés y el italiano, como ya os comenté aquí y aquí. Para hacer macarons vamos a utilizar merengue italiano, ya que, es más resistente, porque el azúcar se incorpora en forma de almibar a las claras, lo que hace que se crée una película alrededor de las burbujas de aire que evita que se rompan con facilidad.

Para preparar el merengue montamos las claras a punto de nieve con nuestro batidor.

A la vez que montamos las claras vamos a preparar el almibar o jarabe. Para ello, ponemos el agua en un cazo con los 200 gr. de azúcar y lo ponemos al fuego, sin remover. El azúcar debe disolverse por completo, y cuando la temperatura llegue a 114-115ºC (debemos valernos de un termómetro para comprobarlo), lo retiramos del fuego, esperamos a que se le quiten las burbujas y la espumilla y lo vertemos en nuestras claras montadas, muy despacio, en forma de hilo fino y a muy baja velocidad, siempre pegando el cazo del almibar a la pared del bol donde lo estamos haciendo.

Una vez que hayamos incorporado el almibar, podemos añadir el extracto o sabor que nos apetezca y, este es el momento también de añadir el colorante. Yo en este caso, utilicé color rosita, que parece que sugiere, frutos del bosque, pero no le puse ningún aroma porque la crema ya se lo va a dar..

Una vez listo nuestro merengue tenemos que seguir batiendo hasta que se enfríe por completo.



En otro bol mezclamos el azúcar con la almendra molida.
Lo tamizamos bien porque si no después nos quedarán grumos. En este paso es importante tener la almendra molida bien fina, porque sino no pasa por el colador.

Cuando tengamos nuestro merengue frío, añadimos una cucharada colmada de merengue a la mezcla anterior, y las otras 3 claras que teníamos sin utilizar, mezclamos con movimientos envolventes. Vamos añadiendo poco a poco todo el merengue y mezclamos bien con una lengua de silicona. 

Cuando tengamos una mezcla homogenea, la agitamos bien con la lengua, como si diésemos brochazos de un lado a otro.

Cuando levantemos la espátula y la masa caiga en forma de lazo borrandose el dibujo de la superficie, está lista.

Ponemos la mezcla en una manga pastelera con una boquilla del nº10, de Wilton.

Sobre un silpat de silicona o sobre papel de horno con una bandeja debajo, hacemos círculos con la manga.

Hacemos esferas, del tamaño de una nuez, regulares y bien espaciadas, golpeamos la bandeja por debajo varias veces y dejamos reposar durante 15 minutos para formar el croutage, o una capa dura que hará que después nuestros macarons no se agrieten en el horno.

Hornear durante 13-15 minutos con el horno precalentado a 145ºC.

Es importante hornear los macarons con el horno un pelín abierto, no digo con la puerta abierta de par en par, pero si metemos un palillito para que se quede unos milimetros abierta, esto hará que no se agrieten nuestros macarons, pues habrá menos concentración de vapor.

Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo, momento en que los podemos empezar a rellenar.

Se pueden usar diversos rellenos, crema de mantequilla, ganache, mermelada, praliné, nutella.... un abanico muy grande de posibilidades.

Yo en este caso, los he rellenado con una crema de mantequilla a la frambuesa.


CREMA DE MANTEQUILLA CON FRAMBUESA
INGREDIENTES:

750 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
2 cc. de extracto de frambuesa
750 gr. de azúcar glass
3 cucharadas de leche desnatada



PREPARACIÓN:

Ponemos la mantequilla en el bol de la batidora y tamizamos el azúcar glass sobre ella.

Es muy importante tamizar el azúcar, ya que, si no nos quedarán grumos.

A continuación tapamos con un trapo (para evitar que el azúcar salga por todos lados) y comenzamos a batir.
Cuando se haya mezclado todo más o menos, añadimos, la frambuesa y la leche, y continuamos batiendo hasta que obtener una crema uniforme.

Una vez tenemos listo nuestra crema, rellenamos los macarons y los refrigeramos durante al menos una hora en la nevera antes de comerlos.

OBSERVACIONES:

- Debemos seguir al pie de la letra todos los pasos, os aseguro que si no no salen, lo digo por experiencia.

- La almendra molida es muy dificil de tamizar, no pasa bien por el colador, por lo que si tenemos opción de triturarla con la termomix u otro procesador de alimentos para dejarla fina, no hace falta tamizar.

- El merengue es un proceso algo delicado, pero si ponemos el almibar a la temperatura adecuada y lo vertemos con cuidado sobre las claras nos saldrá bien. Es importante no verterlo directamente sobre las varillas de nuestra batidora, si no sobre el bol.

- Debemos refrigerar nuestros macarons terminados, al menos una hora antes de comerlos, ya que, la humedad de la crema en contacto con el frío de la nevera, es lo que les proporciona esa textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro.

- Podemos hacer las tapas de nuestros macarons con antelación y guardarlas durante un mes sin rellenar en un recipiente hermético, así ya las tendremos listas para cuando queramos rellenarlas.

- A mi me sirvió mucho el libro de José Marechal para comprender todo el proceso de los macarons, os lo aconsejo, porque te explica como actua cada ingrediente en estos deliciosos bocados. Además los franceses son rigurosos y metículosos en su trabajo, lo que es estupendo.


¡¡Feliz fin de semana!! ¡¡Y feliz día mundial del pan!!

(*)Bibliografía: "Macarons", José Marechal

jueves, 9 de octubre de 2014

Milhojas con frutos rojos


Sólo ha pasado una semana desde que empecé a estudiar en Le Cordon Bleu, y aunque apenas tengo tiempo para nada y mis dedos, o más bien mis manos, están llenas de cortes por todos lados, he de reconocer que estoy ¡¡Súper feliz!!

El barbas dice que quiero engordarle para después comérmelo jaja, porque siempre le traigo lo que cocino para que lo pruebe y me de su visto bueno, mi madre me ha prohibido que le lleve más galletas, pero creo que mi padre está muy feliz, porque es tan goloso como yo, y los postres que estamos haciendo hasta ahora son clásicos de entre los clásicos, como le gustan a el.

Menos mal que como contrapartida, en cocina, llevamos una semana preparando recetas con verduras, porque si no, me iba a poner gordísima....

La semana pasada estuvimos haciendo cremas básicas en la clase de pastelería y una de las protagonistas fue la crema pastelera.

Como todo lo que preparamos nos lo podemos llevar a casa, yo quise aprovechar la crema, y se me ocurrió preparar unas deliciosas milhojas con frutos rojos, y el Sábado las llevé como postre a casa de mi hermana y de mi cuñado que cumplía añitos, y al el no le va mucho el tema tartas, así que me pareció una elección perfecta.



Las Milhojas es un postre que se prepara rapidísimo (si tenemos hecha con antelación la crema pastelera claro), y además son muy fáciles de hacer.

Los frutos rojos combinan a la perfección con la crema, ya que, sobre todo las frambuesas son ácidas y contrarrestan el dulzor, además de darle ese toque perfecto de sabor inigualable.

Podemos poner la fruta que queramos dentro o por encima de las milhojas, pero a mi me gustan mucho con estos frutos del bosque, porque están ricas y porque quedan muy bonitas.

Vamos allá con la receta:

MILHOJAS CON FRUTOS ROJOS
INGREDIENTES :
(Para unas 3 milhojas)

1 plancha de hojaldre
200 gr. de crema pastelera
Fresas, frambuesas y arándanos
Azúcar glas para espolvorear



PREPARACIÓN:

Precalentar el horno a 220º


Colocamos la masa de hojaldre sobre un papel vegetal en la bandeja del horno y espolvoreamos por encima con azúcar glas. 


Le damos la vuelta a la masa y la espolvoreamos con azúcar también por el otro lado. 


Reducimos la temperatura del horno a 190º y horneamos el hojaldre durante 10 minutos, podemos ponerlo un poquito más de tiempo si vemos que no se ha dorado lo suficiente, pero siempre controlando el horno. 


Pasado ese tiempo, colocamos otro papel vegetal sobre el hojaldre con una rejilla encima como peso  y lo horneamos así durante otros 10 minutos


Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla por completo.


Cuando esté frío totalmente podemos empezar a cortar nuestras capas.

INGREDIENTES PARA LA CREMA PASTELERA:

500 gr. de leche
100 gr. de azúcar
90gr. de yemas
45 gr. de maizena
1 vaina de vainilla



PREPARACIÓN:

Raspar la vaina de vainilla y ponerla en un cazo a calentar junto con la leche y la mitad del azúcar.

Reservamos cuando la vainilla haya infusionado y esté caliente.

Mezclar el azúcar e azúcar restante con la maizena, revolver un poco y agregar las yemas de huevo, en este momento comenzamos a batir con las varillas a toda velocidad, hasta que veamos que las yemas empiezan a blanquear ligeramente y no tengamos ningún grumo.

Añadimos la leche bien caliente a nuestra mezcla con yemas, primero un poquito y mezclamos y después el resto, cuando tengamos una textura homogenea, ponemos todo en un cazo y lo llevamos al fuego.

Revolvemos constantemente con las varillas pasándolas bien por todos los bordes del cazo para que no se nos queme, cuando veamos que hay partes más espesas, partes más clara, y un poco de espuma, lo retiramos, y fuera del fuego batimos más rápido para unificarlo.
Volvemos a ponerlo al fuego para que de un pequeño hervor, contamos 10 segundos y retiramos.

Colocamos nuestra crema en una bandeja metálica y la tapamos bien con film transparente para que no se le forme una costra, para que no se quede seca, y la metemos en la nevera.

Una vez fría la crema, la rompemos de nuevo con las varillas o la Kitchen Aid, la ponemos en la manga pastelera, y ¡¡Ya podemos empezar a montar nuestras Milhojas!!

MONTAJE DE LA MILHOJA:

Este paso es muy sencillo, ya que únicamente lo que hacemos es ir alternando, una capa de hojaldre con crema pastelera y frutos rojos, ponemos de nuevo otra capa y repetimos la operación, con cuantas capas queramos hacer, terminando la última con frutos rojos espolvoreados con azúcar glas.

Espero que os haya gustado la receta, ¡¡Que tengáis un feliz jueves!!

lunes, 15 de septiembre de 2014

Panna Cotta de yogur con grosellas rojas



Aunque cada día va desapareciendo el verano y poco a poco se va acercando el Otoño, todavía nos quedan pequeños tesoros culinarios de esta tan preciada estación.

Las grosellas rojas, tienen sus cosechas más fuertes en los meses tardíos de verano, a finales de Agosto primeros de Septiembre, por lo que podemos decir que todavía estamos en temporada.

La grosella roja, es dulcecita y un poco ácida a la vez y tiene un intenso color, por lo que es ideal para preparar mermeladas y jaleas, mezclada con otros frutos rojos obtendremos mezclas deliciosas.

A mi me gustan mucho para usar en postres, pues le dan un toque decorativo precioso, y, combinadas por ejemplo con yogur o con una mousse dulce, hacen la pareja perfecta.

No se si es sólo cosa mía, o si también os pasa a vosotros, el caso es que cuando le va quedando poca vida a la temporada de un alimento, es cuando más me apetece cocinarlo, ¿será por eso que dicen de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes?




PANNA COTTA DE YOGUR CON GROSELLAS ROJAS

INGREDIENTES:
(Para unas 6 personas, dependiendo del tamaño del recipiente donde lo vayamos a servir)

2 sobres de gelatina neutra en polvo
375 ml de leche entera
 500 g de yogur natural
200 g de azúcar
1 vaina de vainilla
100 g de grosellas rojas frescas




PREPARACIÓN:

En primer lugar, ponemos la gelatina en polvo en un bol con 125 mililitros de leche; revolvemos con varillas y dejamos reposar durante diez minutos para que la gelatina se disuelva totalmente.
Raspamos la vaina de vainilla en en los 250 mililitros de leche restantes, añadimos el azúcar y lo calentamos todo en un cazo a fuego medio hasta que esta se disuelva. 
Apartamos nuestra mezcla del fuego un momento y echamos la mezcla de leche y gelatina que teníamos reservada, removiendo hasta que se mezcle. Lo volvemos a colocar de nuevo y cocemos durante cinco minutos más. Transcurridos los cinco minutos retiramos el cazo y permitimos que se enfríe la mezcla durante diez minutos.
Por otro lado colocamos el yogur en otro bol y le añadimos nuestra mezcla de leche con gelatina, pasándola por un colador y removiendo suavemente. 
¡Ya tenemos nuestra Panna corta lista!


Ahora la ponemos en los vasitos que hayamos elegido y la dejamos enfriar un mínimo de ocho horas en la nevera.
A la hora de servir, le ponemos las grosellas rojas por encima, ¡¡Delicioso!!

lunes, 19 de mayo de 2014

Pastel de queso y calabaza (sin azúcar)



Siempre he pensado que el postre es el final de una buena comida.

Creo que podría sacrificar cualquier otro plato, pero el postre no, lo que significa que soy capaz de pasar directamente al dulce.

Lo malo, es que no siempre se pueden tomar postres azucarados, porque ya sabéis lo que pasa, y aunque yo suelo salir a correr bastante a menudo, hay que tener cuidado, porque si no quemamos el azúcar que ingerimos, se va directamente al culete, pero la verdad es que después de la comida es cuando más apetece.

De un tiempo a esta parte, he estado experimentando en varias ocasiones en recetas con edulcorante, y este rico pastel ha sido el resultado de una de ellas.

Estoy súper contenta de poder mostraros la receta de un pastel como este, ligero, con una textura cremosa y un sabor dulce y especiado a la vez, prescindiendo totalmente de la utilización de azúcar.

Ya sabéis que la calabaza es una hortaliza un poco dulzona, ideal para utilizar en repostería,  que queda estupenda en este tipo de preparaciones y junto con el queso crema, hacen la pareja perfecta.



PASTEL DE QUESO Y CALABAZA 

INGREDIENTES:

175 gr. de queso de untar 0% MG
2 huevos de gallinas criadas en libertad
1 cucharada sopera de edulcorante líquido
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de canela molida
1/8 cucharadita de jengibre en polvo
Una pizca de nuez moscada recién rallada
50 ml. de leche desnatada
2 cucharadas soperas de maicena
300 gr. de puré de calabaza



PREPARACIÓN:

Precalentar el horno a 210ºC.

Batimos los huevos junto con el queso de untar y el edulcorante, hasta obtener una textura cremosa y sin grumos.

Añadimos la vainilla, la canela, el jengibre y la nuez moscada y continuamos batiendo unos segundos para que quede bien mezclado.

Incorporamos la leche, la maicena y por último el puré de calabaza.

Vertemos nuestra masa en un molde redondo desmoldable y horneamos durante 15 minutos, transcurrido el tiempo, bajamos la temperatura del horno a  170ºC y lo dejamos dentro del horno otros 40 minutos más.

Cuando termine el tiempo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar completamente.

Pasamos un cuchillo por el borde del molde, para evitar que se nos pegue cuando lo vayamos a desmoldar y lo refrigeramos durante 8 horas o toda la noche.


OBSERVACIONES:

- Para preparar el puré de calabaza, simplemente pelamos la calabaza, la cortamos en cubos y la cocemos en agua durante unos 30 minutos, o hasta que al pincharla veamos que está blanda.
Después retiramos el agua, trituramos la calabaza con la batidora, dejamos que se enfríe y listo para usar en la masa del pastel.

- El edulcorante que he utilizado es líquido, si usas el de polvo tendrías que adaptar las cantidades probando la masa en crudo.


Espero que os haya gustado la receta de hoy tan fácil, rica y ligera.

¡¡Feliz Lunes!!


viernes, 9 de mayo de 2014

Helado de yogur de mango


Con los días tan calurosos que estamos teniendo últimamente apetece bastante tomar batidos, helados y cosas fresquitas.

A mi me encanta prepararlos con frutas porque así, además de ser refrescantes, también son nutritivos.

Supongo que a estas alturas todo el mundo ya conoce a Jamie Oliver, si ese cocinero rubito y británico que está enseñando a comer a los ingleses (risas).

No, en serio, la verdad es que no se porque los ingleses tienen fama de ser tan mal comedores, si a parte de tener mercados maravillosos llenos de frutas y verduras fresquísimas, tienen unos platos tradicionales fabulosos, véase por ejemplo el sheperd's pie, el solomillo Wellingtong o el pudding de Yorkshire, además de la influencia india que tan presente está en sus calles y en su cultura culinaria y que me vuelve loca.

El caso es que hablar de Jamie Oliver viene al cuento de que la receta de hoy es suya, concretamente de su libro de recetas en 30 minutos.

A mi es que este chico me encanta, a pesar de que haya oído por ahí gente que le critica porque dicen que todo es marketing y que toca la comida con las manos, lo cual a mi me parece imprescindible a la hora de cocinar, hay que tocar los alimentos para notar su textura, la cocina no es sólo olor y sabor.

En cualquier caso, yo creo que el señor Oliver se lo ha montado muy bien y me declaro fan absoluta de sus libros y de sus programas, gastronómicamente hablando resulta bastante educativo, tanto para quien no ha cocinado nunca, pues se le abrirá un universo nuevo ante sus ojos, como para los más aficionados y expertos en este campo, siempre te enseña algo nuevo.

Y hechas estas reflexiones vamos a pasar a hablar de la receta de hoy, que es un helado de yogur de mango, aunque yo lo llamaría más bien, yogur helado de mango, porque queda con apariencia más de yogur que de helado.

Lo podéis dejar preparado con antelación o prepararlo en el momento, porque se tarda muy poco, nosotros lo pusimos de postre para el fin de una barbacoa que hicimos en casa con mis hermanos y gustó mucho a todo el mundo, además es ligero y bastante saludable.


HELADO DE YOGUR DE MANGO

INGREDIENTES:

500 gr. de mango congelado
2 cucharaditas de miel líquida
El zumo de 1 lima
unas hojas de menta fresca
250 gr de yogur griego natural
chocolate blanco para rallar (opcional)




PREPARACIÓN:

Como unas 2 horas antes de preparar nuestro postre, cortamos el mango en cubitos y lo congelamos en una bolsita.

Transcurridas las dos horas ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y lo trituramos bien hasta que nos quede una crema fina.

Repartimos en copas, decoramos con un barquillo y alguna cosita más y listo para tomar.

OBSERVACIONES:

- Al partir el mango no debemos apurar demasiado y pegarnos mucho al hueso, pues cuanto más nos acerquemos más "pelitos" nos encontraremos, ya sabéis que la carne del mago cuanto más se acerca al hueso más brencitas tiene.

- La menta es a gusto de cada uno, yo le pongo unas 3 hojitas, porque me gusta que tenga un toque suave sin quitar protagonismo al mango.

- Si no os apetece ponerle miel, también podéis usar edulcorante, aunque con miel es más sano.

Espero que os animéis a prepararlo.

¡¡Feliz fin de semana!!




jueves, 27 de febrero de 2014

Tartaletas de fresas con módena y crumble de almendra y romero


Me encanta probar recetas nuevas, me encanta cuando leyendo cualquier libro de cocina en casa, como en este caso a Rachel Khoo, de repente me inspiro y me entran ganas locas de cocinar, casi siempre cosas dulces, claro. 

 Y también me chifla ponerle harina integral a la receta y autoconvencerme de que lo  que estoy preparando no engorda jaja... es más sana si, pero engordar engorda igual, que la mantequilla sigue estando ahí, pero es tan buena... 

El caso es que estas tartaletas son la pera, o más bien la fresa, porque están bueeenísimas.

La masa es muy sencilla de preparar, es una masa quebrada dulce o masa para tartas, y en cuanto al relleno, basta con unas fresas, vinagre de módena (que hoy en día es casi como la sal, ¿quien no lo guarda en su cocina?), y un poco de almendra y romero para darle un toque crujiente.

¿Os animáis a prepararlas?

TARTALETAS DE FRESAS CON MÓDENA Y CRUMBLE DE ALMENDRA Y ROMERO

INGREDIENTES PARA LA MASA:

175 gr. de harina
1/2 cc. de sal
1 cucharada de azúcar
113 gr. de mantequilla
30-50 ml. de agua

PREPARACIÓN DE LA MASA:

Mezclamos todos los ingredientes menos el agua hasta que consigamos una consistencia arenosa, como piedrecitas, momento en el cual comenzamos a añadir el agua poco a poco hasta que consigamos una masa no pegajosa.

Una vez tengamos lista nuestra masa la envolvemos en papel film y la refrigeramos durante 30 minutos.

INGREDIENTES PARA EL RELLENO:

350 gr. de fresas
3 cucharadas de vinagre de módena
4 cucharadas de azúcar glass
3 cucharadas de almendra molida
1 y 1/2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharadita de romero picado
Azúcar glass para espolvorear

PREPARACIÓN:

Mientras se enfría nuestra masa ponemos a macerar las fresas con el vinagre de módena y el azúcar glass.

Transcurrido el tiempo sacamos nuestra masa de la nevera, la estiramos con el rodillo y con un cortador redondo hacemos 8 porciones.
Ponemos la masa en moldes de tartaletas individuales y repartimos por encima las fresas que teníamos macerando, con cuidado de que no caiga mucho caldito, añadimos por encima la almendra molida, el romero y espolvoreamos con el azúcar glass.

Por último horneamos durante 15- 20 minutos con el horno precalentado a 200ºC hasta que nuestras tartaletas estén doraditas.


Aprovecho para contaros que esta semana he estado trabajando muy duro para por fin publicar la nueva página de web de Boca de Fresa, donde podéis encontrar toda nuestra oferta de servicios a domicilio, espero que os guste mucho, podéis visitarla pinchando aquí.

¡¡Que tengáis un feliz jueves!!

viernes, 18 de octubre de 2013

Bizcocho de limón y semillas de amapola (Lemon poppy seed bundt cake)


Sigo buscando excusas para hornear...

El otro día estaba dando una vuelta por un chino enorme que hay cerca de mi casa donde venden todo tipo de cosas, es un almacén enorme y tienen cualquier cosa que podáis imaginar, pero además para mi sorpresa descubrí que tienen cosas bonitas.

No soy muy partidaria de comprar en establecimientos regentados por chinos, no es que tenga nada en contra de estos, si no que cuando he comprado, las cosas no me han resultado de gran calidad; pero este sitio es distinto, he llegado a encontrar cosas que venden en prestigiosas marcas de decoración y cosas del hogar por la mitad de precio.

El caso es que yo iba a comprar un alargador, pero no pude resistirme a echar un ojo a la sección de cocina y...¡¡oh!! ¡¡Pero si tienen moldes de bundt!!

Un molde de bundt, de hierro, con revestimiento de cerámica que me miraba desde la estantería y además por un precio irrisorio.

Al principio no lo iba a comprar, pero de repente me encontré por casualidad a mi cuñado, que también estaba comprando allí, y me recordó que el día anterior había sido su cumpleaños, ¡¡Pero que cabeza la mía!! Lo había olvidado por completo.... Así que no tuve más remedio que comprar el molde para prepararle este rico bizcocho a modo de disculpa por no haberme acordado de felicitarle.

La receta es del libro de Dan Lepard "Short and sweet", un libro magnífico lleno de preparaciones deliciosas.

LEMON POPPY SEED BUNDT CAKE

INGREDIENTES:

Para la masa: 

225 gr. de azúcar
125 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
100 ml de aceite de girasol
la rayadura de 3 limones (yo le puse de dos limones y una lima)
4 huevos medianos
50 ml de agua caliente
250 gr. de harina
2 cucharaditas de levadura
75 gr de avena fina o copos molidos
30 gr. de semillas de amapola

Para el sirope:

150 gr. de azúcar
100 ml de zumo de limón

PREPARACIÓN:

Precalentar el horno a 180ºC.

Batir el azúcar con la mantequilla, el aceite y la ralladura de limón hasta que esté suave. Añadir los huevos uno por uno. Añadir el agua caliente a la mezcla y seguir batiendo hasta que todo esté bien mezclado.

Tamizar la harina junto con la levadura y añadir a esta mezcla las semillas de amapola y la avena.

Incorporar los ingredientes secos a la mezcla húmeda anterior y batir todo bien hasta conseguir una masa homogénea.

Engrasar nuestro molde de bundt con mantequilla y harina y depositar la mezcla en el.

Hornear durante 40-50 minutos, o hasta que al insertar un palillo en su interior este salga limpio.

Sacar del horno, dejar reposar 10 minutos en el molde, desmoldar y dejar enfriar por completo sobre una rejilla.

Mientras el pastel está caliente preparamos el sirope.

Para ello, simplemente tenemos que batir el azúcar con el zumo de limón hasta que se haya disuelto por completo.

Cuando el bizcocho esté templado, cojemos un cuchillo fino y bien afilado y le hacemos pequeños cortes por toda la superficie. Para que no se vean los huecos debemos insertar el cuchillo con rapidez. Esto es para que penetre bien el sirope.

Vertemos el sirope por todo el bizcocho y ¡¡listo!!


martes, 15 de octubre de 2013

Pastel de nueces pacanas para dar la bienvenida al Otoño (Pecan pie)



Definitivamente ya es Otoño...

Ayer estaba pelándome de frío en casa por la tarde, y aunque me resistía a hacerlo, tuve que sacar mi jersey de ovejita, el más calentito de todos, porque ya, al fin, el frío ha venido a saludarnos, y creo que viene para quedarse.

Mi hervidor también está que echa humo, todas los días cae al menos un te bien caliente, aunque esta última semana hemos hecho una media de 2 o 3 al día, sobre todo el de por la noche viendo una peli con la mantita en el sofá, ese es inamobible.

Y lo que ya apetece irremediablemente cada día, y eso es la confirmación del otoño, es encender el horno y hornear cualquier cosa con aspecto otoñal y por supuesto que sea dulce...

¡Ah! bendito Otoño,  como me gusta...

Pues el Sábado andaba yo por casa, con mi jersey de Ovejita y decidí que ya era hora de darle la bienvenida a esta estación que tanto me gusta, así que me puse manos a la obra a hornear el pastel que he decidido bautizar como el más Otoñal de este año...

Y es que es cierto, cuando lo probéis váis a descubrir que tiene el sabor más a Otoño que jamáis hayáis probado, nueces tostadas, caramelo, uuhhmmmm... delicioso....

En América lo hornean cada Otoño para tomarlo en una de sus celebraciones más importantes, la cena de thanksgiving o Acción de gracias, aunque la verdad es que se disputa el puesto con el Pastel de calabaza o Pumpkin pie, ambos, como os digo, ¡¡exquisitos!!

PASTEL DE NUECES PACANAS (PECAN PIE)

INGREDIENTES:

Para la masa quebrada dulce:
(Yo preparé la receta de masa quebrada dulce de Michael Roux)
250 gr de harina
1 huevo mediano
125 de mantequilla fría cortada en cubitos
30 ml de agua helada
30 gr de azúcar (2 cucharadas soperas)
1 pizca de sal

Para el relleno:
200gr de azúcar
250 gr. de jarabe de maíz
1/2 cucharadita de sal
3 huevos
60 gr de mantequilla, en dados
1/4 cucharada de extracto de vainilla
100 gr de pacanas picadas y algunas más para decorar



PREPARACIÓN:

En primer lugar preparamos la masa quebrada.

En una superficie de trabajo limpia hacemos un volcán con la harina y ponemos en el centro el huevo, la mantequilla, el azúcar y la sal y conlas manos vamos mezclando todo de fuera hacia dentro.
Cuando esté más o menos incorporado, añadimos el agua helada y amasamos unos minutos hasta que quede una mezcla homogenea.

Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film y la refrigeramos durante una hora en la nevera.

Mientras, vamos a preparar nuestro relleno.

Precalentar el horno a 170ºC.

En un cazo a fuego medio, calentamos el azúcar y el sirope de maíz hasta que de un hervor. Retiramos del fuego y dejamos que se temple.
En un bol batimos los huevos, y cuando el sirope se haya templado, se lo echamos por encima sin dejar de remover, para evitar que los huevos se cuajen, añadimos la mantequilla y seguimos removiendo hasta que esté disuelta, incorporamos también la vainilla y la sal.

Transcurrida una hora de que la masa haya estado en la nevera, la estiramos con el rodillo y forramos nuestro molde con ella; el molde debe ser un molde redondo de "pie", es decir el típico redondo con los bordes rizaditos que usan las mamás para hacer tarta de manzana; en mi caso, mi molde era de 18 cm.

Una vez tengamos nuestro molde forrado, ponemos las pacanas picadas bien repartidas en el fondo y vertemos el relleno por encima.

Horneamos durante 50-60 minutos, o hasta que la superficie presente un color caramelo oscuro y esté ligeramente crujiente.

Este pastel no necesita frío, se conserva perfectamente en un portatartas (o recipiente de cristal) a temperatura ambiente durante una semana.

¡¡Que lo disfrutéis!!