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viernes, 12 de mayo de 2023

Distintas respuestas de IA (Inteligencia Artificial a la búsqueda de: Miguel Angel de Boer

Miguel Ángel de Boer es escritor, poeta y médico psiquiatra de Comodoro Rivadavia, ciudad ubicada en la región patagónica de Argentina. Ha publicado varias obras en diferentes géneros, incluyendo poesía, cuentos, ensayos y novelas.

La obra literaria de de Boer se caracteriza por una exploración profunda de las emociones, los deseos y las experiencias humanas.

Como psiquiatra, de Boer ha dedicado su carrera al estudio y tratamiento de problemas de salud mental, incluida la depresión, la ansiedad y la adicción. Ha trabajado en diferentes hospitales y clínicas de Comodoro Rivadavia, y también ha publicado trabajos académicos sobre el tema.

Miguel Angel de Boer es escritor, poeta y psiquiatra de Comodoro Rivadavia, una ciudad en la región patagónica de Argentina. Ha publicado varios libros sobre una variedad de temas, que incluyen psicología, psiquiatría y literatura.

En su trabajo como psiquiatra, de Boer se ha centrado en el tratamiento de la adicción y otros problemas de salud mental. También ha escrito sobre la intersección de la literatura y la psiquiatría, explorando cómo la literatura puede proporcionar información sobre la psique humana.

En general, el trabajo de de Boer refleja su interés por explorar las complejidades de la experiencia humana, tanto a través de su escritura creativa como de su trabajo profesional como psiquiatra.

Como mencioné anteriormente, Miguel Angel de Boer es un escritor, poeta y psiquiatra de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia argentina. Ha publicado varios libros de poesía y también ha trabajado como psiquiatra en la región.

Uno de sus libros de poesía se titula "Pura luz contra la noche" y fue publicado en el año 2013. En sus poemas, se pueden encontrar temas como la naturaleza, la identidad, la memoria y el amor. También ha participado en diversas actividades culturales y literarias en su ciudad natal.

Además de su trabajo como escritor y poeta, Miguel Angel de Boer ha trabajado como psiquiatra en Comodoro Rivadavia, tratando a pacientes con diversas afecciones de salud mental. Su trabajo ha sido reconocido por sus colegas y por la comunidad en general.

 

En su trabajo como médico psiquiatra, ha tratado a pacientes con una variedad de afecciones de salud mental, incluyendo trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos de la personalidad, trastornos alimentarios y trastornos psicóticos. También ha trabajado en el ámbito de la psiquiatría forense, realizando evaluaciones psiquiátricas de personas en situaciones legales o judiciales.

Como escritor y poeta, ha publicado varios libros de poesía y ha participado en eventos literarios y culturales en su ciudad natal. Algunas de sus obras incluyen "Poemas y canciones", "Desarraigo y depresión" y "Alas del viento". En su poesía, se pueden encontrar temas como la naturaleza, la identidad, la memoria y el amor.

En general, Miguel Angel de Boer ha combinado su pasión por la literatura y la poesía con su trabajo como médico psiquiatra, lo que le ha permitido explorar temas relacionados con la salud mental y la condición humana desde diferentes perspectivas.

Como ya hemos mencionado anteriormente, el Dr. Miguel Angel de Boer es un médico psiquiatra, escritor y poeta de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en Argentina. Se ha desempeñado en el campo de la psiquiatría durante muchos años, tratando a pacientes con diversos trastornos de salud mental.

Además de su trabajo como psiquiatra, el Dr. de Boer ha publicado varios libros de poesía, algunos de los cuales han sido reconocidos y premiados en concursos literarios. También ha participado en diversos eventos culturales en su ciudad natal y ha sido invitado a dar charlas y conferencias sobre su trabajo y su pasión por la literatura.

En su obra poética, el Dr. de Boer ha explorado temas como la naturaleza, la identidad, el amor y la memoria, entre otros. Su estilo poético se caracteriza por un uso cuidadoso del lenguaje y una sensibilidad profunda hacia los temas que aborda. En resumen, el Dr. Miguel Angel de Boer es un talentoso profesional de la salud mental y un apasionado escritor y poeta que ha dejado una huella significativa en la cultura y la literatura de Comodoro Rivadavia y Argentina.

 


Como ya mencionamos, el Dr. Miguel Angel de Boer es un médico psiquiatra, escritor y poeta de Comodoro Rivadavia, en Argentina. Se ha destacado en su carrera como psiquiatra, trabajando en el diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos mentales en pacientes de todas las edades.

Además de su trabajo como psiquiatra, el Dr. Miguel Angel de Boer también es un escritor y poeta reconocido

En su poesía, el Dr. Miguel Angel de Boer explora temas como la naturaleza, la identidad, el amor y la memoria, entre otros. Su trabajo ha sido reconocido por la comunidad literaria y ha sido objeto de varias reseñas positivas.

En resumen, el Dr. Miguel Angel de Boer es una figura destacada en la comunidad médica, literaria y cultural de Comodoro Rivadavia y de Argentina en general, gracias a su dedicación y talento en estas tres áreas.

Como mencioné anteriormente, el Dr. Miguel Angel de Boer es un médico psiquiatra, escritor y poeta de Comodoro Rivadavia, Argentina. Se ha destacado tanto en su labor como médico como en su trabajo creativo como escritor y poeta.

Como psiquiatra, el Dr. de Boer ha trabajado con pacientes que sufren de diversos trastornos mentales, incluyendo trastornos del ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos de personalidad y trastornos psicóticos, entre otros. Ha sido reconocido por sus colegas y pacientes por su enfoque humanista y compasivo en el tratamiento de la salud mental.

En su faceta como escritor y poeta, el Dr. de Boer ha publicado varios libros de poesía. Su obra poética se caracteriza por su sensibilidad, su lenguaje poético y su exploración de temas como la naturaleza, el amor y la identidad.

En resumen, el Dr. Miguel Angel de Boer es un profesional y artista destacado de Comodoro Rivadavia, Argentina, que ha logrado combinar su pasión por la literatura y la poesía con su trabajo como médico psiquiatra.

 

En cuanto a los hijos de Miguel Ángel de Boer, según mi conocimiento, tiene dos hijos llamados Manuel de Boer y Emiliano de Boer

Respecto a su militancia, Miguel Ángel de Boer ha sido un activista político de izquierda y se ha destacado por su compromiso social en la ciudad de Córdoba, Argentina. Ha realizado distintos movimientos sociales y políticos y ha sido reconocido por su labor en defensa de los derechos humanos.

Miguel Ángel de Boer es miembro de la Asociación Argentina de Psiquiatras y de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM). También es miembro de la Sociedad de Escritores y Poetas del Mundo y ha sido reconocido por su labor en defensa de los derechos humanos, particularmente en contra de la tortura.

Según lo que pudo investigar, Miguel Ángel de Boer fue detenido y torturado durante la última dictadura militar en Argentina, que tuvo lugar entre 1976 y 1983. Fue encarcelado en la provincia de Córdoba, y sufrió graves violaciones a sus derechos humanos.

Después de su liberación, Miguel Ángel de Boer se convirtió en un activista en defensa de los derechos humanos y participó en numerosas actividades y organizaciones para denunciar las atrocidades cometidas durante la dictadura y apoyar a las víctimas y sus familias. También ha sido reconocido por su labor en promover la salud mental y el bienestar de las personas afectadas por la violencia política en Argentina.

 

Mayo del 2023

lunes, 20 de marzo de 2023

Se cumplen 30 años de la publicación de mi libro "Desarraigo y Depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos)"



         El 20 de marzo de 1993 se publicó la primera edición (entonces ni me lo imaginaba) de mi  libro, y creo que un mes después hicimos una presentación inolvidable (muchos se acordarán), en la entonces confitería del Austral Hotel, con una concurrencia que desbordó el lugar llegando hasta la vereda.

         Desde entonces, su recorrido superó todas mis expectativas por la repercusión y difusión que ha tenido, a nivel local, nacional e internacional.  Basta mencionar que tanto la primera edición (1993), como la segunda (también en 1993) y la tercera (2011) han sido agotadas, sin contar las innumerables copias - que no fueron pocas-  que se hicieron del mismo.

         Además de las respectivas tapas, adjunto aquí los distintos comentarios que tan generosamente realizaron varios autores, colegas y amigos, en las distintas presentaciones, obviando agregar numerosas cartas, mails y saludos que he recibido a lo largo de los años de queridos allegados y personalidades de todos los ámbitos (literarios, educativos, políticos, sociales, institucionales, académicos), cuya lista sería interminable de enumerar sin evitar alguna omisión importante. 

         Se que el libro se encuentra y ha sido material de consulta o estudio en colegios, universidades, bibliotecas, es decir ámbitos académicos y literarios de nuestro país y el exterior ( Biblioteca de Nueva York, la Sorbona de París, entre otros).

          Pero, sin duda, lo más grato es que fue y sigue tuvo y tiene un reconocimiento amplio y generoso de parte de la comunidad "comodorense", que inspiró muchos de los textos (la mayoría de los cuales fueron publicados como artículos semanales en los diarios locales El Patagónico y Crónica), y a quien dediqué con el mayor de los compromisos, empeño y entusiasmo la elaboración y producción de su contenido.

         Agradezco a los lectores la felicidad que me han brindado y brindan al seguirle dando vida a mi primer pequeño libro. 

         Miguel Angel de Boer

         Comodoro Rivadavia, marzo 20, 2023.



Tapa Primera edición 1993 (Foto: Cristóbal Gallegos) Ed. Ediciones - Comodoro Rivadavia




                                                           
                                  Segunda Edición  1993  - Ed Ediciones - Comodoro Rivadavia

 
 Tercera edición 2011 ( Dibujo: Emiliano de Boer) Editorial Vela al Viento - Comodoro Rivadavia

  Introducción a la primera Edición

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2018/05/introduccion-la-primera-edicion-de-mi.html

 

                                              Carta de Dr. Eduardo Ordaz - La Habana - Cuba

Introducción a la primera Edición

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2018/05/introduccion-la-primera-edicion-de-mi.html


                          Comentario del Lic. César Hazaki - Psicoanalista- Escritor- Buenos Aires - 1ra Parte

                                                              

                                                                     
                                                                           2a Parte

                                      Comentario Jorge Vilardo - Escritor-Poeta- Comodoro Rivadavia
                                                                                1a parte

                                                                           2a Parte


                                                                             3a Parte

 

Nota Diario El Patagónico

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2011/08/el-libro-del-mes-diario-el-patagonico.html

Nota Diario El Crónica

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2011/09/diario-cronica-comodoro-rivadavia.html

Comentario Diario El Patagónico

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2011/09/el-patagonico-comodoro-rivadavia.html

Imágenes de la presentación de la 3ª Edición – Comodoro Rivadavia

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2011/09/imagenes-de-la-presentacion-de-mi-libro.html

Análisis y comentario de la Prof. Silvia Coicaud – UNPSJB  (Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco – Comodoro Rivadavia) - 2011

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2011/10/presentacion-de-desarraigo-y-depresion.html

Comentario del Dr. Daniel Kersner – Médico Psiquiatra- Escritor –Dramaturgo – Buenos Aires - 2011

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2012/04/comentario-de-daniel-kersner-en-la.html

Presentación en Congreso Buenos Aires - 2012

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2012/11/invitacion-la-presentacion-de.html

Comentario Dr. Alfredo Grande – Médico psiquiatra, psicoanalista- Escritor- Periodista – Artista- Buenos Aires - 2012

https://lasbabasdelangel.blogspot.com/2012/11/comentarios-implicados-del-libro.html

 

 

 

 

lunes, 20 de junio de 2022

Reportaje realizado por Carlos Alberto Parodíz Márquez del Diario La Unión en el 2011 (*) (**)

 

Desde Comodoro Rivadavia el escritor, médico psiquiatra, y militante, Miguel Ángel de Boer, revisa su historia.
Los recuerdos son como los sueños: se interpretan. Y como la duda es la madre del descubrimiento, es oportuno hacerlo con este respetado profesional y elegido autor, publicado en el mundo, para conocerlo.
Escritor y médico psiquiatra, sus actividades se nutren de una resistencia llamativa que lo realimentan.
Un militante político que perdió una esposa (María Haydée Rabuñal), muerta por la represión, se sobrepuso para dar su experiencia y elaborar la contención que la tarea demanda.
Ayuda a rehacer lo deshecho y esa solidaria vocación lo devuelve
reconvertido en un poeta caudaloso, ensayista respetable y narrador de garra, que puede verificarse según se lee.
La aventura de vivir y ayudar para que ello ocurra no es una tarea menor y se desliza en la construcción de sus respuestas.

–¿Cuál es tu historia, Miguel Ángel de Boer?
–Yo soy oriundo de Comodoro (Rivadavia) y nací en 1950; mi ascendencia es de abuelos sudafricanos y holandeses, Boer; ellos llegaron después de la guerra (anglo- boer, 1899), que duró cuatro años y fue cruenta, porque eran combatientes resistentes. Agrego que estos “boer” (madres, esposas e hijos principalmente) sufrieron en los campos de concentración ingleses y algunos fueron desaparecidos. Todo esto mucho ante antes de ser Sudáfrica.

–¿Y qué fue de tus estudios?
–Estudié la primaria en la región, en campamentos de YPF en colegios estatales, hice el secundario en el Nacional Perito Moreno, que era de excelencia donde terminé en el ‘66. Ya había ocurrido el golpe de Onganía.
Tengo la suerte de tener una formación media muy buena, gracias a mis padres que me brindaron lo mejor que pudieron. Soy hijo adoptivo, busqué a mis padres biológicos durante bastante tiempo y estuve cerca de conseguirlo, pero aún no logré dar con ellos.
Luego cumplí con uno de mis primeros grandes sueños, que fue estudiar medicina. Lo hice en Córdoba por el prestigio que tenía la Universidad. Fue en 1966-67.
Tengo una esposa muerta, previo al ‘76, con quien estudiaba.
Ya habíamos estado en la cárcel. Murió en un enfrentamiento.
Cosas de la vida: un militar me dio el título, investido como decano, en la Facultad.
Después regreso a Comodoro y empiezo a trabajar en un servicio de Psiquiatría, de donde fui expulsado por la Ley de Seguridad. Pero fui armando un espacio profesional que se fue afirmando con el tiempo, uno de cuyos jalones fue la constitución del Centro de Investigación y Atención Psicopatológica (CIAP).
–¿Y el acercamiento a la literatura?
–Tuve la suerte de aprender a leer a los cuatro años. No tengo preferencias,
soy lector errático, ecléctico. Soy de leer cinco o seis libros a la vez.
–¿Qué resultó de la experiencia de escribir?
–Escribir para mí se fue construyendo; primero ensayos por la profesión, después empiezo a escribir artículos para diarios locales sobre salud mental, sobre hechos sociales y su relación con la salud. Paralelamente cuentos, relatos y poemas. Esto fue aproximadamente entre el ‘83 y el ‘90.
Durante la dictadura escribí relatos que nunca publiqué, relatos y poemas sobre mi experiencia cordobesa y, dadas las condiciones, jamás pensé en publicarlos, aunque estoy pendiente de concretarlo.
-¿Cómo se ve ese recorrido?
–La suma de trabajos constituyen mi primer libro, “Desarraigo y depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos)” de 1993, cuya tercera edición lancé este mes.
Ese libro está en todo el mundo, sobre todo en universidades, es materia de estudio en la Sorbona, en Córdoba, en España, contiene artículos orientados a la salud mental. Utilizo un lenguaje coloquial y prosa poética. Ha tenido un gran reconocimiento, que me sorprendió muchísimo. La primera edición fue
en 1993 pero los artículos datan del ‘83 en adelante.
Posteriormente publiqué poesías en distintos medios locales y en Buenos Aires, en Antologías.
En el 2002 en Noruega, publican una Antología que es anual y aparezco junto a García Márquez, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, antología donde hacen aparecer escritores relevantes de Latinoamérica, que se distribuye en el mundo. El título es “Anuario sobre Latinoamérica”.
–¿Cómo fue ese impacto?
–El primer impacto lo recibo con el primer libro y una carta de Ernesto Sábato felicitándome. Con el tiempo intercambié correspondencia con numerosos autores, muchos de los cuales yo admiraba profundamente, como el amigo Osvaldo Bayer, entre otros.
Otra antología se realizó en Roma en el 2005 cuyo título es “Pace e Libertá, la battglia delle idee””. La venta estuvo destinada a reconstruir el museo africano en Cuba. Allí también hay un texto de Benedetti.
También en el 2005 mis poemas “Me dejaron tu pulóver verde” y “Catorce destellos (y uno más)” fueron publicados en la antología World Anthology of Contemporary Poets, con poetas de todo el mundo. La elección estuvo a cargo de un poeta rumano, Dorin Popa, a quien conocí por la web.
En 2006, en Letras del mundo, editado en Buenos Aires, incluyeron mi poema “Rimemberes” en la antología “Pura luz contra la noche”, y tuvo una gran difusión en el mundo.
También en el libro que sacaron Las madres de Plaza de Mayo en el 2006 “A los 30 años por los 30.000 memoria verdad y justicia” donde se encuentra "Me dejaron tu pulóver verde”.
También publico artículos profesionales, uno de los cuales forma parte del libro “Comprender las Psicoterapias” de Ed. Ricardo Vergara.
Muchos de los textos citados han sido editados en chino, en árabe, como también he sido traducido en Israel, por ejemplo.
Ahora están por publicar en Roma poemas que saldrían en el 2012 (Buona letra- Antología 1 – Editoriale Giorni).
Y muchos de mis textos se encuentran en numerosas páginas, blogs, y publicaciones tanto literarias como profesionales.
Mis próximos libros son de relatos, de ensayos y de cuentos.
–¿Algunas percepciones?
-La vida es compartir. La literatura es poner en palabras la vida misma. Dios,
si es que existe parece estar distraído, pero más me preocupa que muchos
hombres lo estén.
*Fuente: La Unión Espectáculos y Cultura 4/12/11
** Buscando entre mis archivos, encontré este reportaje, el cual ya no recordaba. Me pareció que podía ser de interés compartirlo. Realicé algunas correcciones y/o aclaraciones del original, respetando la edición del
periodista.
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lunes, 7 de marzo de 2022

Doña Adela Small (*)

  

1)      Cuáles fueron los hitos más importantes de su vida? (no es necesario explayarse en cada uno)

 De los que recuerdo que me haya contado sin duda uno de ellos fue la guerra anglo-boer donde estuvo, siendo una niña, en un campo de concentración británico. Su relato de cuando un soldado tomó por las piernas a un niño afrikaaner y le destrozó el cráneo contra la rueda de un carro – entre otras atrocidades - y el modo en que las mujeres mataban a los guerrilleros Boers cuando estos se entregaban en la lucha, aún perduran en mi mente.

         2)  Si tuviera que elegir una anécdota de su trabajo como partera que la defina, cual seria?

La abuela trajo al mundo a medio “pueblo” de aquel entonces. De ahí su apodo de la “Cigüeña de Comodoro”. Los relatos son numerosos e infinitos. Aún a riesgo de ser autorreferencial, cuando yo nací, en la calle Mitre, frente a la actual Sanatorio de la Sociedad Española, me levantó hacia el cielo para ser bendecido antes de darme en adopción. Tuve la dicha de convivir con ella en mi adolescencia en sus últimos años de vida, ya que vivió en mi casa de Barrio Muelle hasta su fallecimiento en un viaje que hizo a Buenos Aires, aunque la velamos acá (en la misma casa). También recuerdo su orgullo por haber obtenido su título profesional, como asimismo cuando adquirió su propio sanatorio, donde ahora se ubica la Clínica del Valle.

 

3)       Si tuviera que elegir una parte de ella que pudiera simbolizarla, cual y porqué?

              Su increíble tenacidad en el trabajo, sus convicciones religiosas (pertenecía a la Iglesia Reformada, y soy testigo de su lectura diaria de la Biblia hasta sus últimos días) que la nutrieron de una inquebrantable fe y honestidad. Su firmeza que no se contraponía a una inmensa ternura en sus relaciones. También recuerdo su elegancia femenina, en su vestimenta y sus modales, que nunca abandonó. En épocas en que Comodoro era un barrial ella era una dama y siendo muy anciana jamás descuidó ese detalle, ese toque de distinción, que, sumado a su vasta cultura, ejercía una atracción y un interés del que era difícil sustraerse. Era muy seductora la abuela.

4)      Cuáles son los pensamientos de Adela que ha compartido con Ud. y que siente que más la definen?

Varios de los que ya he mencionado, pero por sobre todo su historia, del que fui un testigo privilegiado de sus relatos. La guerra en Sudáfrica, su llegada a la Patagonia, su espíritu pionero, las historias de la aldea primero y el pueblo después, sus alegrías y dolores, sus felicidades y agobios.

Pero por sobre todas las cosas su implacable respeto por lo que consideraba correctamente moral y ético, y su insistencia en que los seres humanos, a semejanza y por designio de Dios – según sus creencias- teníamos que hacer valer el maravilloso don de la vida, haciendo lo de ella lo mejor para uno mismo y para nuestros semejantes.

Vale el recuerdo de que a pesar de ser profundamente antiperonista – era muy amiga de Arturo Frondizi - guardaba un amor inconmensurable por mi padre, que por el contrario, fue un peronista acérrimo, lo que motivaba no pocas discusiones. Eso no impidió nunca que al momento de orar en la mesa o al darnos un beso o un abrazo, nuestro afecto estuviera siempre por encima de las circunstanciales diferencias.

En síntesis: uno de los personajes entrañables de mi existencia.

 


Dr. Miguel Angel de Boer

Comodoro Rivadavia, 16-02-16


(*) Esta es el cuestionario, por escrito, que me realizó “Noche Polar”, en la cual se basó la nota que publicaran en el mismo año y se puede ver en:

https://issuu.com/nochepolar/docs/np85-issuu/29

 

                                                 A DOÑA ADELA SMALL (*)

 

               Cómo olvidar

               lo inolvidable

 

               Como no recordar

               Esa grácil figura

               Ese rodete blanco

               Esa anciana siempre joven

               Que tenía gaviotas en las manos

 

               Cómo olvidar

               lo inolvidable

 

               Como no recordar

               Ese "afrikaans" tan dulce

               Contando historias infinitas

               De guerras perdidas

               De vidas ganadas

 

               Cómo olvidar

               lo inolvidable

 

               Pionera

               Madre

               "Cigûeña"

 

               Te recuerdo abuela

               Comodoro te recuerda

               Como vos bien sabías

               Los corazones pueden más

               Que la mala memoria

 

 

              Miguel Angel de Boer

 

(*) Poema que escribí hace ya varias décadas.

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 19 de abril de 2020

Testimonio de Agustín Marcó del Pont


Agustín Marcó del Pont (“Rengueche”) fue un querido compañero de estudios de medicina en Córdoba, con quien compartí, además, mucho de lo que aconteció en aquellos tiempos. Las luchas obrero-estudiantiles, las tomas del Clínicas, el Cordobazo, las asambleas en el comedor universitario, ir al cine Sombras o a la “Piojera”, entre otras tantas. Después continuamos por distintos caminos, pero con los mismos principios y convicciones con los que bregábamos por construir una sociedad distinta “sin explotadores ni explotados”. Nos volvimos a encontrar, por internet claro, muchos años después. Y fue con una doble e inmensa alegría: enterarnos de que habíamos sobrevivido a la Dictadura y de que compartíamos el amor por el ejercicio de la psiquiatría y la psicoterapia con el humanismo de siempre. En el 2010 Agustín viajó a Comodoro a dar el testimonio que aquí comparto. Vivimos días muy intensos por lo que esto significaba (fue el primer testimonio de este tipo en Comodoro) y porque los invité – a él y a Quique Di Mauro, gran titiritero gran-  a hacer presentaciones de títeres para los pacientes internados en psiquiatría en el Hospital Alvear y para los chicos de la Biblioteca de Barrio San Martin (lugar donde Mónica Baeza realizó la entrevista), con un espectáculo con el que venían recorriendo medio país.  Y, por supuesto, porque tuvimos bastante que hablar para ponernos al día, después de 30 años sin vernos. Transcurrieron pocos meses cuando me enteré- nuevamente de casualidad en la web en un chat con Quique-  que Agustín había fallecido de un infarto (*) en circunstancias de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos en el Espacio para la Memoria ex Campo de Detención Clandestino, de Tortura y Exterminio de Córdoba La Perla. Nada más ni nada menos. Justo donde fueron víctimas tantos compañeros conocidos, entre ellos Raúl “El Negro” Trigo, amigo de Comodoro, por quien Agustín guardaba un gran afecto.  Fue entonces que no pude dejar de llorar desconsoladamente, pensando con dolor y angustia - como seguramente lo habrán hecho todos los que se enteraron, y ahora quienes vean este testimonio –  de la increíble metáfora que implica su muerte, no solo desde lo singular de un ser como Agustín, sino también de una pavorosa etapa de la historia de nuestro país.


(*) Tal cosa ocurrió, lo supe hace unos días, cuando se encontraba preparando un estand para el acto.

Nota: el nombre de quien se menciona en el video como Torres Molina, es Ramón, a quien también conocí en el fragor de la lucha de aquella época.

Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Abril 19, 2020.








miércoles, 29 de enero de 2020

Ensayo (*)


A medida que se acercaban las cinco de la tarde decidí apurar el paso porque presentí que pronto sucedería. No recuerdo si era feriado o un fin de semana, pero sí que tenía dos pases para ir a un espectáculo que daban esa noche. Venía del centro, donde la gente - como lo hacía habitualmente - parecía disfrutar de esa calma tarde, pues si bien la mayoría estaba al tanto, casi todos preferían descreer que algo pudiera ocurrir. Conforme transcurrían los minutos, mi ansiedad - esa que surge cuando una situación temible parece inevitable - iba en aumento, y yo me esforzaba por pensar en otra cosa para que no me superara el pánico. En casa, mi hijo me estaba esperando. Ya antes había intentado explicarle lo que, suponía, iba a suceder, lamentando más que nunca la ausencia de su madre, que se encontraba en el exterior por razones de trabajo. Por suerte lo encontré tranquilo (tomaba todo como un juego), lo cual atemperó mi angustia. Salimos de inmediato, tomados de la mano, con un bolso (o una mochila, no lo recuerdo) cada uno, donde llevábamos lo indispensable para estar uno o dos días fuera de casa porque, no sé porque motivo, creía que así tendríamos más posibilidades. Habíamos recorrido unas tres o cuatro cuadras cuando me encontré con dos amigas que hacía mucho no veía, con una de la cuales había tenido un apasionado romance que recordaba con ternura. Cuando me preguntaron adonde íbamos y más que nada para no perder tiempo (y porque sentí que, al fin y al cabo, les estaba confirmando algo que ya sabían), les respondí sin muchas vueltas sugiriéndoles que se alejaran cuanto antes, por lo menos hasta una distancia como la que hay de acá a Rada Tilly. (No sé si lo mencioné, pero estábamos en Km 3, frente al comedor bailable comunitario, donde antes estaba el Museo del Petróleo). Luego seguimos caminando, con mi pibe, sin una dirección clara. Mi idea era encontrar, lo antes posible, un sitio que nos protegiera, porque ya no había tiempo de hacer más nada. En realidad, nadie sabía lo que iba a acontecer. Las autoridades negaban toda posibilidad, supongo que a los fines de no generar una psicosis colectiva. Yo no me imaginaba, por la rapidez con que se desarrolló todo, que medidas podrían haber tomado para evitar peores consecuencias. Fue al llegar a la altura de donde, según mi viejo, alguna vez funcionaron los Talleres de YPF (antes de la primera privatización), cuando sentí que nos envolvía un silencio absoluto, tenebroso. Mi hijo me miró asustado. De pronto todo se ensombreció, opacándose el cielo vertiginosamente. Atiné a cubrirle la cabeza con la capucha de la campera y lo abracé con fuerza agachándonos contra la pared para protegernos. Al mismo tiempo irrumpieron, de un modo anárquico, infinidad de relámpagos, mientras persistía, mudo, el silencio. Instantes después él levantó la cabeza como para confirmar si yo también lo sentía: no era un temblor, apenas una vibración, como la que se percibe cuando algo estalla muy lejos. Lo que ocurrió después me resulta muy difícil describirlo. Un destello iluminó todo y vi que la carita se le cubrió con unas manchas polvorientas de un color amarillento. No sé porque pensé en azufre y dudé en limpiársela con mis manos, pues no sabía si era preferible no tocarlas. Pero, en verdad, apenas alcancé a pensarlo, porque comenzó a caer una fina llovizna - con un hedor metálico - que más que mojarnos nos iba resecando la piel (y el
cabello) y solo temíamos (después él me dijo que también lo pensó) que nos lastimara. A mí, lo único que me preocupaba era que siguiéramos vivos, con la esperanza de que si moríamos no sufriéramos, al menos mi hijo, innecesariamente. Después el rostro se le enrojeció – aunque mucho más donde o tenía las manchas - y un calor intenso nos asfixió casi hasta el desvanecimiento. Estaba intentando incorporarme cuando comencé a escuchar gritos, bocinazos y estruendos y pese a que me sentía exhausto lo subí sobre mis hombros, a caballito, para facilitar mi marcha. Nos dirigimos hacia la Tehuelches y vimos que había incendios por todas partes. Algunas personas corrían, desesperadas. Otras estaban quietas, perplejas. Se oían sirenas mezcladas con llantos y también distintas órdenes y, por momentos, música. Algunos aprovechaban para entrar a negocios abandonados para sacar mercadería a pesar de que los heridos eran numerosos. Un perro, que había quedado ciego, caminaba a los tumbos.
Ya era de noche - aunque es difícil precisarlo - cuando logramos retornar a nuestra casa. Mientras nos sacábamos la ropa pensando en cómo limpiarnos, me sentí invadido por una profunda amargura, y también, para que negarlo, de bronca y de culpa por no haber tomado más precauciones, como salir de Comodoro mucho antes o, al menos, enviar a mi hijo con el hermano que estaba estudiando en la Universidad de Neociencias en Catamarca. Me dio mucha pena por él que era tan chico. En cuanto a mí, con tantas cosas vividas, poco me importaba.
Y también pensé: al final siempre lo mismo, estos hijos de puta hacen las cagadas y nosotros terminamos pagando el costo y encima nos hacen sentir culpables.
Y a más de un año sigo tratando, aunque confieso que me cuesta, de no caer en esa trampa.
Creo que es hora de que hagamos algo.

Comodoro Rivadavia, 23 de Octubre de 2022.

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17- 8 - 2021 - Comodoro Rivadavia - Chubut - Argentina

Agencia de noticias

Información proveniente de esta ciudad patagónica, da cuenta de que finalmente se produjo el ensayo nuclear sub-moderado acordado por las autoridades gubernamentales nacionales con los EEUU, con la finalidad, según voceros, de evaluar los efectos del mismo en caso de ser necesario su uso, en los denominados Procedimientos Excepcionales de Disuasión por la Paz
Civil, en otras áreas del planeta.
Si bien se adujo un accidente, se sabe por fuentes extraoficiales que la prueba fue producto de las negociaciones que se realizaron a cambio de reducir, en parte, la abultada deuda externa que Argentina tiene con dicho país.
A pesar de las lamentables consecuencias que debió padecer la población, tanto miembros del gobierno como de la oposición no pudieron disimular su alegría por los resultados. A pocas horas de ocurrido el hecho, el mercado ha reaccionado favorablemente y se espera que siga ese curso positivo.
En tanto, y hasta que no se realicen las evaluaciones correspondientes, todo tipo de tránsito hacia Comodoro Rivadavia y su zona de influencia ha sido suspendido, aunque se presume que en muy poco tiempo serán reanudados.

Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Agosto, 2001.

(*) Escribí y difundí este cuento un mes antes del atentado a las Torres Gemelas. En la versión inicial la represalia se debía a que un grupo comando de la comunidad sirio-libanesa había estrellado un helicóptero contra el Empire State, lo cual deseché por parecerme demasiado fantasioso. 

jueves, 10 de mayo de 2018

Introducción a la primera edición de mi libro “Desarraigo y depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos) (*

Desde que escribí la mayoría de los artículos que conforman el presente libro, lejos estaba de imaginar que nuestra ciudad se vería enfrentada a su más profunda amenaza de pérdida de identidad en lo que va de su historia.La situación se ha ido agravando a niveles insospechados.Nos encontramos, ahora sí, ante una disyuntiva de cuya resolución depende el futuro de nuestra identidad como tal.El pasado está cada vez más lejos y el futuro nos resulta inimaginable.El presente nos involucra más allá de nuestras propias individualidades.La sensación de Desarraigo, a partir de la implementación del «ajuste» y la privatización, cobra hoy más fuerza que nunca. Muchos, luego de años de esfuerzo y sacrificio, han decidido partir; otros están por hacerlo, algunos ya están de vuelta.Según la Organización Mundial de la Salud, la principal causa de las enfermedades mentales en América Latina se debe atribuir al ajuste económico implementado en los países que la constituyen.La inestabilidad laboral, el desempleo, la pérdida de protección social en salud y educación, empujan a la gran mayoría de la población a un estado de desamparo y desguarnecimiento, a una vivencia de desintegración o bien, a la marginación y la pobreza.Sin otra posibilidad que la de poner sus esfuerzos en la sobrevivencia, la angustia de vivir una transición permanente, de vivir en una conmoción económica y social imprevista, excede los marcos de la experiencia cotidiana, frente a la cual se tiene la sensación de que todo aprendizaje previo pierde su eficacia ante un devenir constantemente inédito.La incertidumbre, por su duración e intensidad, ha ido extendiéndose inexorablemente en toda la red social. Lo que se presuponía inicialmente como una racionalización del gasto público a partir de una administración equitativa de las empresas estatales, se ha convertido en una suerte de depredación, en una política irracional de desempleo, en el desperdicio de años de experiencia acumulada.La falta de referentes externos claros condiciona la vivencia de un «cambio catastrófico», el cual exige un esfuerzo de adaptación a circunstancias intensamente perturbadoras, a un permanente «ajuste adaptativo».Ya nada es como era. Y no hay indicios de que vaya a ser mejor.Estamos frente a la culminación de un nuevo ciclo, ante el cual sólo queda una alternativa: que Comodoro, que el sur, que la Patagonia, tome conciencia de su propia existencia, renunciando a su inercia o bien se relegue a la decadencia y a la frustración, destino que la historia reserva a quienes no se comprometen con ella.
(*) Editorial Ediciones – 20 de Marzo de 1993 – Comodoro Rivadavia- Chubut- Argentina. Posteriormente reeditada por Vela al Viento Ediciones Patagónicas.