(*) Por esas cosas de la vida, aún conservo - entre tantas otras - esta copia de las firmas de los que pidieron por la nuestra libertad en aquel entonces: la del Dr. Giribaldi por un lado y la de la Flaqui y la mía por otro. Quienes tengan paciencia e interés podrán encontrar(se) nombres ahora ya históricos. La solidaridad era una conducta habitual en aquel entonces!