El término coleto aparece a inicios del XVI. Hay quien dice que es de origen francés. Por aquel entonces era una prenda de tela muy
ajustada al cuerpo, sin mangas, sin cuello y que pasaba un poco de la cintura.
Iba encima del jubón.
Coleto que deja ver el jubón, el cual va acuchillado, y en el caso del personaje de la izquierda dicho jubón lleva brahones. 1514, grabado de La Celestina, Edición de Valencia (detalle)
En cambio la cuera (de la que se dice que es española) aparece
por los años 20 de dicho siglo. Fue una prenda militar de cuero, por tanto, con función
protectora. Llevaba cuello, faldilla y no tenía mangas, o de llevarlas eran cortas.
Cuera.
1536. Dibujos de Vermeyen para los tapices de la expedición a Túnez, © Kunsthistorisches Museum, Viena (detalle)
Cuera. 1532. Carlos V, Jacob Seisenegger, Kunsthistorisches
Museum, Viena (detalle)
Verdugo con jubón con mangas folladas y encima una cuera. 1540-45. Martirio de Santa Inés, Juan Vicente Masip, Museo del Prado, Madrid (detalle)
Al poco tiempo los términos cuera y coleto indicaron la misma prenda.
Pasó al vestuario civil.
Cuera con mangas cortas y doble faldilla. 1550. Maximiliano
II, Antonio Moro, Museo del Prado, Madrid (detalle) Imagen obtenida aquí
Se confeccionó con todo tipo de telas: seda, lana..., aunque se siguió confeccionado en ante, cordobán, gamuza, badana... en
estos casos se llegaban incluso a forrar con seda. Se colocaba todo tipo de
guarniciones, ribeteándose los bordes, e incluso el ruedo de los faldones se
remataba con un pequeño vuelo.
La gente de calidad
perfumaba el coleto con ámbar gris, o
con otro tipo de fragancias. Los hombres comunes utilizaban la algalia.
Se acuchillaba. Estas cuchilladas eran grandes y
verticales, originando tiras más o menos anchas.
Podía
llevar brahones.
Un coleto fue también el llamado Jubón estofado que se forraba o acolchaba por dentro con lienzo y cañamazo, o con algodón (o borra) y cañamazo; protegía el cuerpo de las armas blancas. Esta prenda iba con mangas, las cuales eran muy estrechas, confeccionadas al modo de un jubón cortesano.
Se guarnecía con pespunte o con trencillas (atrencillado).
Se guarnecía con pespunte o con trencillas (atrencillado).
1555-59, Príncipe don Carlos, Sánchez Coello, Museo del Prado, Madrid (detalle)
En 1600 se añaden mangas
colgantes (similar a las de la ropilla).
Se usó como prenda de viaje, y fue llevado por los portadores del correo, los cazadores y los caballeros en fiestas con toros.
1611. Retrato de Felipe III, Bartolomé
González, embajada de España en Londres, Madrid (detalle) imagen obtenida aquí
Entre la gente común el coleto
carecía de faldilla y de cuello.
H. 1610-15, Martirio de S. Andrés, Juan
de Roelas, Museo de Bellas Artes de Sevilla (detalle)
En inicios del siglo XVII se abrochaba solo la zona del esternón.
Cuera sobre
jubón. Es posible que el cuello que asoma bajo la camisa sea de la cuera. Hacia
1617. Tres músicos, Velázquez, Staatliche Museen, Berlín (detalle)
Desde 1620 apenas se menciona ya esta prenda en
los inventarios; seguramente fuera sustituida definitivamente por la ropilla.
Enlace relacionado en este blog:
La ROPILLA
Bibliografía:
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), 1962.
- Bernis Madrazo, Carmen: La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte. En el catálogo de la exposición Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid: Museo del Prado.
- Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid: Visor, 2001.
- Herrero García, Miguel: Oficios populares en la sociedad de Lope de Vega. Madrid, Castalia, 1977.
- Soláns Soteras, María Concepción: La moda en la sociedad aragonesa del siglo XVI. Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.). Colección Estudios. Zaragoza. 2009.
- Sousa Congosto, Francisco de: Introducción a la historia de la indumentaria en España. Ed. Istmo, 2007.