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jueves, 29 de septiembre de 2022

Yellow Magic Orchestra - SOLID STATE SURVIVOR


1. Technopolis (4:14)
2. Absolute Ego Dance (4:37)
3. Rydeen (4:26)
4. Castalia (3:31)
5. Behind the Mask (3:36)
6. Day Tripper (2:40)
7. Insomnia (4:57)
8. Solid State Survivor (3:58)

El segundo álbum de la Yellow Magic Orchestra, publicado en 1979 y titulado Solid State Survivor ("Superviviente en estado sólido"), fue el de su explosión comercial y también su mayor éxito popular. Vendió dos millones de copias, uno de ellos en el mismo Japón. Su disco anterior Yellow Magic Orchestra (1978) avanzaba las claves de este boom, aunque el toque experimental de aquel, por ejemplo utilizando melodías y efectos sonoros de videojuegos tal cual, aquí se suavizó en una línea de pop electrónico y new wave más convencional. Entendámonos: era todo lo convencional que podía ser un trabajo publicado tan tempranamente y fuera del mundo angloparlante.

Contraportada

El disco rezuma optimismo festivo, tal vez buscando al mismo público discotequero de la época en occidente, y con bastante seguridad reflejando el buen momento que se vivía Japón, que durante un breve período en los años ochenta iba a ser el principal rival económico de los EEUU a nivel mundial. No tenían miedo Haruomi Hosono, Ryuichi Sakamoto y Yukihiro Takahashi de juguetear un poco con los tópicos de lo oriental tal como se entendían en el resto del mundo, y que eran una mezcla de lo chino, lo japonés y, si encartaba, algún toque del sureste asiático. Aun así, y tal como se percibía en su disco anterior, el concepto musical en el que se movían los tres artistas era parecido al de unos Kraftwerk más luminosos e intrascendentes, con unos arreglos más elaborados, más diversos (menos gélidamente robóticos) y con mayor inclinación juvenil. 

Solid State Survivor es recordado especialmente por el temazo Behind the Mask ("Tras la máscara"), que aun teniendo una temática ciberpunk, es demasiado optimista para recordar a las claras a la película Blade Runner o a las novelas de William Gibson. Parece que surgió algún tiempo antes como melodía para un anuncio de relojes Seiko, y aunque se han realizado varias versiones del mismo -e imagino que su ritmo se ha sampleado muchas veces-, destaca la que realizó Michael Jackson, que estuvo a un pelo de formar parte del mítico Thriller y hoy puede encontrarse en un álbum póstumo. 

Behind the Mask

También Rydeen alcanzó una gran popularidad, especialmente dentro de Japón, donde se ha utilizado repetidamente y con distintos propósitos con el paso de los años. Habría que estudiar seriamente la influencia que tuvo Rydeen en las bandas sonoras de numerosos videojuegos que recuerdan a horrores a este tema. Destaca su base rítmica rápida y su melodía con un toque romántico.

Rydeen

Por mencionar otro tema representativo, no podemos dejar fuera la versión surrealista que hacen del Day Tripper de The Beatles, con arreglos electrónicos chocantes, la guitarra eléctrica de Makoto Ayukawa y la voz de Takahashi. Parece que los tres miembros de la Yellow Magic eran fans de los fab four, y hay que decir que salen airosos del desafío, precisamente porque lo afrontan con imaginación e iconoclastia

Day Tripper

Destacar unos cuantos temas no implica despreciar el resto, ya que Solid State Survivor tiene esa cualidad indispensable de los clásicos, que es la de no incluir material de relleno. Todos los cortes del álbum son buenos, muy interesantes como mínimo, a menudo dejando espacio para la experimentación. La única pega que se le puede poner es su brevedad, poco más de treinta minutillos que se pasan demasiado rápido. 

Portadas de los singles Behind the Mask y Rydeen.

No creo que los miembros de la banda se tomasen a broma un trabajo tan excelente, pero es un hecho que incluso antes de empezar esta andadura como trío ya tenían sus propias carreras en solitario en marcha, por lo que no se puede descartar que gran parte de la discografía de la Yellow Magic Orchestra fuese una manera de darse a conocer y conseguir un amplio margen para la libertad de creación de cada talento individual, y no tanto un proyecto con continuidad a largo plazo. No obstante, siguieron publicando álbumes de estudio hasta 1983, y hubo una reunión ocasional para un último disco diez años después, sin que esto impidiese que cada uno de los tres músicos continuase con su andadura individual, siendo sin duda Ryuichi Sakamoto el que mayor éxito internacional ha alcanzado. Su discografía abarca desde el tecnopop hasta la música clásica, pasando por el ambient, las bandas sonoras de cine y la world music.

martes, 4 de mayo de 2021

Yellow Magic Orchestra - YELLOW MAGIC ORCHESTRA


1. Computer Game (Theme from "The Circus") (1:47)
2. Firecracker (4:52)
3. Simoon (6:29)
4. Cosmic Surfin' (4:28)
5. Computer Game (Theme from "The Invader") (1:02)
6. Yellow Magic (Tong Poo) (6:19)
7. La Femme Chinoise (5:58)
8. Bridge Over Troubled Music (1:19)
9. Mad Pierrot (4:06)

Es imperdonable que no hayan pasado ya por aquí, pero más vale tarde que nunca. La Yellow Magic Orchestra ("Orquesta Magia Amarilla", con una pincelada racista pero simpática) es uno de los grupos clave para lo que fue la expansión de la música electrónica a nivel popular y comercial. Seguramente sea el hecho de ser una formación no occidental lo que hace que todavía siga siendo hasta cierto punto desconocida para gran parte del público de aquí, porque a todos los efectos estaríamos ante una banda no menos interesante y visionaria que Kraftwerk. En el mercado local japonés, la YMO vivió incluso una época de esplendor desmesurado a finales de los setenta en la que su éxito fue equiparable al de los Beatles en Europa y EEUU.

La portada original (la del comienzo es la internacional).

YMO constaba oficialmente de tres miembros: Haruomi Hosono, Yukihiro Takahashi y el mucho más conocido Ryuichi Sakamoto, a quien sí hemos tenido por aquí varias veces como artista en solitario. Se suele señalar que hubo un cuarto miembro "en la sombra": Hideki Matsusake, que por lo visto era más programador informático que músico. Todos provenían del panorama musical experimental, de bandas de rock psicodélico y progresivo en la mayoría de los casos (Matsusake era ayudante del gran Isao Tomita), conociéndose sobre todo por colaborar alguno de ellos en trabajos de otros, esporádicamente, en labores de producción e ingeniería de sonido. Parece ser que el álbum que nos ocupa, su inicial Yellow Magic Orchestra (1978), iba a ser un experimento más con Hosono como líder.

Trasera de una edición internacional.

Yellow Magic Orchestra, el disco, supone una divertida parodia de lo que en occidente consideramos "oriental", con un sonido totalmente electrónico que combina melodías con sabor japonés castizo de postal, todo con una producción fabulosa y una textura de synthpop mucho más accesible que lo que se hacía entonces. No solo se inspiraron también en la música y los efectos sonoros de los primitivos videojuegos de la época, sino que seguramente influyeron a su vez en el sonido que tendrían muchas maquinitas de los ochenta. Este primer álbum obtuvo un éxito inesperado que condujo a un contrato internacional, y lo que iba a ser un lanzamiento puntual cristalizó en la formación de una banda estable que llegaría a su cumbre creativa con su segundo disco Solid State Survivor (1979).

Firecracker

El álbum comienza con Theme From "The Circus", que es claramente propio de un videojuego arcade (incluye hasta la melodía de la marcha fúnebre, que sonará, supongo, cuando pierdes una vida) y funciona como introducción. Continúa el disco con Firecracker ("Petardo"), pieza definitoria del sonido del álbum y de lo que iba a ser la YMO en adelante, muy divertida, muy japonesa y llena de detalles. Simoon es como una pieza de baile de salón bufa, con una voz en vocoder difícilmente comprensible. Cosmic Surfin', más animada, parece en algún momento una nueva encarnación del clásico Popcorn, aunque también suena como una pieza de baile latino generada en un Amstrad. Theme from "The Invader", el título lo dice, es otro corte videojueguil (del Space Invaders, supongo) que funciona como puente hacia Yellow Magic (Tong Poo), otro tema esencial de la banda, toda una fantasía cósmica ochentera pop-disco amenizada con un bonito piano electrónico.

Tong Poo (en vivo, en 1979).

Con un ritmo más marcado, voces más naturales -en inglés- y algo menos énfasis en la riqueza melódica, sigue el álbum con La Femme Chinoise. Bridge Over Troubled Music (el título parodia el tema de Simon and Garfunkel) es un nuevo experimento más complejo de lo que parece, que seguramente gustaría mucho a los futuros fans de Art of Noise. En Mad Pierrot (¿esto no era una película de Belmondo?), otro tema nacido para ser un single, el sonido de videojuegos y hasta tragaperras y máquinas de bolas es toda una algarabía, otra vez con voces computerizadas. Parece que este tema y el previo Tong Poo inspiraron a los creadores de la serie anime de culto Cowboy Bebop. Y el conclusivo Acrobat, muy sutil referencia circense al desarrollo melódico de la pieza, termina con los mismos sonidos con los que comenzaba el álbum.

Mad Pierrot

Yellow Magic Orchestra no es un trabajo que resulte especialmente actual al depender casi exclusivamente de tecnologías informáticas y musicales totalmente obsoletas, pero está claro que el despliegue de imaginación puede disfrutarse todavía. Imprescindible, sobre todo si no conocías a la YMO. 

sábado, 15 de febrero de 2020

The Buggles - THE AGE OF PLASTIC


1. Living in the Plastic Age (5:13)
2. Video Killed the Radio Star (4:13)
3. Kid Dynamo (3:29)
4. I Love You (Miss Robot) (4:58)
5. Clean, Clean (3:53)
6. Elstree (4:29)
7. Astroboy (and the Proles on Parade) (4:41)
8. Johnny on the Monorail (5:28)

No podemos decir que fuese profético, porque en 1980 el uso del plástico estaba más que extendido, pero en estos nuestros tiempos de alerta por su impacto medioambiental, el hecho de que se diese el título The Age of Plastic a un álbum que acaba de cumplir 40 años tiene su aquel. Sus autores, el dúo The Buggles, suelen estar en lo más alto de las listas de "one hit wonders", esto es, grupos y solistas que tuvieron un único éxito convertido en clásico atemporal. ¡Y menudo fue su único éxito, Video Killed the Radio Star! No estamos solamente ante una de esas canciones que cualquiera puede tararear casi de memoria, sino que el poso que dejó con su publicación influyó en buena parte de la música comercial de la década que iba a comenzar.

Parte trasera del libreto de la edición en CD.

The Buggles eran Trevor Horn (bajo, guitarra y voz) y Geoffrey Downes (teclados y percusión), aunque antes de que se publicase The Age of Plastic ("La era del plástico") estaba con ellos también Bruce Woolley, que grabó una versión temprana y más convencional de Video Killed the Radio Star como artista en solitario. The Buggles, simplificando mucho, venían a ser una versión angloparlante de Kraftwerk, pero con aroma a chicle y gominolas, en lugar de a siderurgia y taller mecánico. Su universo musical era una fantasía futurista -hoy deliciosamente retro- que no dejaba de ser una parodia de la sociedad contemporánea de los medios de masas, la televisión y los electrodomésticos del hogar de clase media, la publicidad machacona y los productos enlatados fabricados en cadena.


 
Los singles de The Age of Plastic.

La idea surgió del ansia de Trevor Horn por desarrollar plenamente sus habilidades como productor musical, faceta que hasta entonces no le había dado éxitos al no encontrar temas de otros con los que trabajar. En este sentido, y pese a que The Buggles sólo grabaron dos álbumes, Horn consiguió lo que quería: convertirse en uno de los productores británicos de mayor prestigio, un referente que iría mucho más allá de los géneros electropop y new wave a los que se asocia el sonido del dúo. Tampoco le fue mal a Geoff Downes, aunque de eso hablaremos después, porque la historia tiene mucha miga.

Living in the Plastic Age

Elstree

Centrándonos en The Age of Plastic, lo primero que hay que aclarar es que no es solo el LP donde está Video Killed the Radio Star; todo el álbum es magnífico, divertidísimo, una golosina ochentera colorista que nos hace viajar en el tiempo a quienes recordamos aquellos años de la EGB, nuestra infancia de Airgam Boys y Peta-zetas. Escuchadas hoy, canciones como Johnny on the Monorail, Clean, Clean o Elstree suenan bastante ingenuas, pero en su sólida simplicidad está su belleza. Elementos comunes a todas ellas son el uso del vocoder, el cacharrito que "robotiza" la voz al pegárselo a la garganta (ver portada del disco), los abundantes sintetizadores y los coros femeninos. Ediciones más recientes del álbum incluyen tanto versiones editadas de sus temas originales como otras canciones incluidas en las caras B de los singles, entre ellas la vibrante Technopop, a mi entender (y pese a no estar en el álbum primitivo) el segundo tema más conocido del álbum.

Technopop

Vídeo killed the Radio Star

Varios de los cuatro singles extraídos del álbum contaron con vistosos videoclips. El más conocido, el de Video Killed the Radio Star, fue dirigido por Russell Mulcahy (que después dirigiría la mítica Los inmortales) e inauguró la más famosa cadena de televisión de temática musical, la norteamericana MTV. También es conocido porque cuenta con la presencia a la batería y los teclados del mismísimo Hans Zimmer.

La curiosa historia de The Buggles continúa en la próxima entrada.
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