Parece que la vida nunca acabará

Ciertas imágenes de la infancia se quedan grabadas en el álbum de la mente como fotografías, como escenarios a los que, no importa el tiempo que pase, uno siempre vuelve y recuerda 

(Carlos Ruiz Zafón)

Feliz fin de semana y cuidaros.

Sobre el viento la vela

Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar
y nombardla capitana
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!

Rafael Alberti (Si mi voz muriera en tierra)

LA PLAYA QUE LEE Y ESCUCHA

Las huellas que dejan nuestro caminar sobre la arena de la playa, son como nuestras historias. De todos y cada uno que llega a ese lugar tan lleno de silencio fuera del estío. Aquí llega el marinero recién jubilado y melancólico, recordando un tiempo pasado que era duro, pero era joven, llega también el desenamorado de un amor que creyó para siempre, el parado que no tiene trabajo y ese día es su cumpleaños, ha llegado a los 45, ni viejo ni joven para una sociedad que todo lo devora, pero desubicado. Ese silencio que todo lo inunda, que todo lo llena hasta parecer infinito. Si te dejas llevar por él, sientes la paz,pero si piensas en él, es inquietante tanto silencio y sientes miedo. De repente unos chiquillos, que corretean por la arena, la playa parece feliz. No es bueno quedarse varado en la excesiva melancólica, pues es prisión de firmes rejas. Vendrá la marea y se llevará las huellas.Pero la playa ha leído en ellas y como el lector de buena memoria, guarda cada historia para sí, haciéndolas suyas, un cachito le pertenece y en poco tiempo sabe de nosotros cuanto necesita.

Texto: Pedro Maximiano Cascos

Foto:  Ana Manotas Cascos

¿El principio de lo desconocido?