6 men around 20 years old fall in love with each other in the middle of Morocco in the 20s[image]
The "fairy infantry" is here! (Author's words)
[image]
6 men around 20 years old fall in love with each other in the middle of Morocco in the 20s. Statistics works.
[image]
So, please, don’t dwell on maths and think about a love story in the army.
[image]
This book is funny and charming and if you are looking for just that, it’s fabulous. This is a fairy tale (in more than one sense of the word) and as such you just have to believe in it, because otherwise it doesn’t work. There are some absurd scenes and some ridiculous reactions but it’s not a big deal. So, if you are in the mood, don’t be afraid and go ahead.
[image]
The story beings with Chance just being shot and then it goes back to his boyhood and youth. He was a lousy lad, and he is not sorry. Till the day he enlists the Army and, as he does not behave as a proper soldier, is sent to an official that is going to bring him to heel. And that's when he meets his match, Jacky. The falling is so fast it's almost insta-lust and insta-love. It made me smile sometimes, but I couldn't get myself into it completely. It's me, I don't do sappy.
[image]
Another detail I want to comment. Chance is shot several times, and none of those times Jacky was benevolent enough to give him a dosis of morphine because he could get addicted due to his past vices. I find that more sadistic than helpful. It can be excused because at that time the thought was the less, the better. Nowadays they don't care if you get addicted, it's more important to avoid suffering. It's just a tiny issue I had and probably it has no reason to be said here, but it's something I needed to tell.
[image]
The ending is weak. The author wanted to write something original and it didn’t work. It was almost like the Doraemon’s ending, a dream from the past after waking up in the present time, only everything here is real. Also, the super perfect plan Jacky has for the rest of their lives is just not believable, in that period of time, less so. It’s a very idealistic world and if you are into sugar and "flufflyness", you won’t complain at all.
[image]
But I’m not. So for me it’s just an entertaining read. I had had a good time and there is no need to split hairs.
[image]
Merged review:
[image]
The "fairy infantry" is here! (Author's words)
[image]
6 men around 20 years old fall in love with each other in the middle of Morocco in the 20s. Statistics works.
[image]
So, please, don’t dwell on maths and think about a love story in the army.
[image]
This book is funny and charming and if you are looking for just that, it’s fabulous. This is a fairy tale (in more than one sense of the word) and as such you just have to believe in it, because otherwise it doesn’t work. There are some absurd scenes and some ridiculous reactions but it’s not a big deal. So, if you are in the mood, don’t be afraid and go ahead.
[image]
The story beings with Chance just being shot and then it goes back to his boyhood and youth. He was a lousy lad, and he is not sorry. Till the day he enlists the Army and, as he does not behave as a proper soldier, is sent to an official that is going to bring him to heel. And that's when he meets his match, Jacky. The falling is so fast it's almost insta-lust and insta-love. It made me smile sometimes, but I couldn't get myself into it completely. It's me, I don't do sappy.
[image]
Another detail I want to comment. Chance is shot several times, and none of those times Jacky was benevolent enough to give him a dosis of morphine because he could get addicted due to his past vices. I find that more sadistic than helpful. It can be excused because at that time the thought was the less, the better. Nowadays they don't care if you get addicted, it's more important to avoid suffering. It's just a tiny issue I had and probably it has no reason to be said here, but it's something I needed to tell.
[image]
The ending is weak. The author wanted to write something original and it didn’t work. It was almost like the Doraemon’s ending, a dream from the past after waking up in the present time, only everything here is real. Also, the super perfect plan Jacky has for the rest of their lives is just not believable, in that period of time, less so. It’s a very idealistic world and if you are into sugar and "flufflyness", you won’t complain at all.
[image]
But I’m not. So for me it’s just an entertaining read. I had had a good time and there is no need to split hairs.
Es un libro que ha envejecido mal, o quizá no y sea una fiel representación de su tiempo, no lo sé. Nada más comenzar me sorprendió la desnuda candideEs un libro que ha envejecido mal, o quizá no y sea una fiel representación de su tiempo, no lo sé. Nada más comenzar me sorprendió la desnuda candidez de la narración, parece una novela de Enid Blyton, nunca pensé que un relato al estilo de Sonrisas y Lágrimas pudiera ser un Pulitzer.
Supongo que es la fantasía que todos soñamos: los buenos tienen una pureza y firmeza de espíritu inquebrantables, los malos exponen toda su vileza en todo momento, y no hay dificultad alguna para distinguirlos entre sí. Nos dan una satisfacción sin precedentes, por lo que nos ponen las cosas fáciles, no nos desafían, no nos confunden, no dan lugar a equivocación para clasificar a cada personaje en su lugar, cada nicho bien dibujado y de límites definidos, no nos ponen grandes obstáculos para interpretar los hechos, no nos puede preocupar la posibilidad de errar en el juicio ante una situación determinada o la acción de unos personajes específicos. Los personajes carecen de la intrincada complejidad de un ser humano completo, no desfallecen ante las flaquezas ni hacen ostentación de grandes defectos, ni tampoco experimentamos un proceso mental excesivamente enmarañado tratando de interpretar los hechos ambiguos y confusos que son inherentes a toda existencia. Sí, nos ponen que los buenos no siempre ganan, que los malos a veces fuerzan las cosas a su favor, pero eso no me parece argumento suficiente para demostrarme que el libro no es otra cosa que una utopía.
Está muy bien escrito y he seguido los eventos con interés, pero me he sentido levemente estafada, aunque no traicionada precisamente, pues en ningún momento el libro te promete algo que no es. Mi "problema" aquí (algo muy personal, pues en cuanto a la calidad de la novela no tengo mayores quejas) radica en que los personajes son de una sola dimensión: los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. Sin escalas de grises ni medias tintas ni terrenos pantanosos, por lo que los conflictos son claros y directos, sin mayores contradicciones ante las diversas perspectivas, facetas y tintes de todo clase y condición, o posibles discusiones que pudiera haber al respecto.
Es una lectura muy naïve. Demasiado. La alegoría de "matar a un ruiseñor" es matar la inocencia, pero yo no he percibido en ningún momento un crecimiento personal o espitirual o filosófico en los inocentes, en los niños, o en cualquier otro personaje. Todos siguen un camino que no se tuerce, que no les saca de su rumbo, ni amenaza su integridad como personas, como seres humanos. Más bien lo siento como una embalsamación forzada, artificial e insana, como en el caso de Boo. Los inocentes aquí no son solo los niños, pues los adultos muestran una entereza y honestidad e integridad admirables, de esas que solo se pueden encontrar en las historias épicas contadas a la luz del fuego. No hay tentaciones, ni debilidades, ni deseos oscuros. Los personajes aquí empiezan como niños, siguen como niños, y terminan como niños. Las grandes decepciones que se llevan a lo largo de la historia no se traducen en ningún cambio aparente en su carácter, forma de ser, o su visión del mundo. No hay lugar para la rabia ni para la amargura ni para la tristeza que trastocan vidas. Todo es "poner la otra mejilla", todo es "comprender al prójimo hasta las últimas consecuencias", todo es "somos buenos, los demás son todos buenos, no reaccionemos". Es todo un espejismo ideal, pero un espejismo al fin y al cabo.
Siento que en la historia nadie evoluciona, lo cual ante la gravedad de los hechos, es algo insólito. No pasan a la "siguiente fase", se quedan estancados, como si estuvieran habitando una línea temporal en una bola de cristal que se retroalimentase constantemente. Amanece en el mismo día una y otra vez. Quizá de ahí el atractivo para el público: te retorna a la infancia, y te da la ilusión de que puedes quedarte ahí para siempre. La máxima de esta novela es: "Dale la vuelta a la bola de cristal, mira caer los copos, y complácete en lo hermoso que es. No mires por la ventana, vuelve a darle la vuelta a la bola de cristal, mira caer los copos. Y complácete".
Es como si Forrest Gump y Edward Bloom (Big Fish) se hubieran conocido y hubieran decidido contar una historia juntos. Al menos esa es la impresión quEs como si Forrest Gump y Edward Bloom (Big Fish) se hubieran conocido y hubieran decidido contar una historia juntos. Al menos esa es la impresión que me dio en un principio. Aunque no se entienda gran cosa de lo que expone, la novela tiene un ritmo envidiable que engancha sin sentir realmente que te estén aclarando las cosas.
El libro está escrito de manera inusual. Los episodios no están contados de forma cronológica, la novela ni siquiera tiene una cohesión definida aunque estos se ordenasen de forma estricta. Son como entradas cortas escritas por una mente que casualmente recuerda algo, pierde el hilo de la conversación porque tiene un recuerdo intrusivo de un tema distinto aunque vagamente relacionado, y retoma el relato en un punto que no tiene por qué coincidir con aquel donde lo había dejado.
El estilo infantil con que narra los acontecimientos se puede calificar de impaciente en su brevedad y concisión, pero es más bien un recurso adicional para mostrar el completo entumecimiento del protagonista ante los eventos que se suceden. Un adormecimiento emocional que le hace enfrentarse a la vida sin ninguna confrontación. Ocurre, pues, lo contrario: Billy Pilgrim se deja llevar, como un peregrino sin un camino fijo, sin un destino definido, que se encoge de hombros ante cada pena y tampoco se ve muy conmovido ante cada alegría. Su mecanismo de supervivencia es la pasividad. Su método para lidiar con la vida es no lidiar con ella. Por eso mismo es muy ocurrente la trama de los viajes en el tiempo y de un planeta lejano que nos observa y nos descubre que todo fue y será al mismo tiempo que es, y no tiene sentido intervenir y luchar contra ello. Es, a la vez, un método de evasión ante una realidad insoportable, y una justificación para un comportamiento que nadie parece entender ni nadie parece juzgar como extraño sino como locura.
La desrealización del personaje no es, por lo tanto, un capricho. Él siente que su mente sale de su cuerpo y pone en un mismo plano todos los momentos de su existencia. También sus seres queridos quedan en un plano con el mismo significado que le otorga a sus compañeros de prisión en Alemania o las víctimas de un bombardeo lejos de su hogar o con los extraterrestres que le abducen y le observan tras la noche artificial de un zoo. Todo suena con la misma nota musical, nada destaca realmente.
Pío-pío-pí. Así fue. Pío-pío-pí. Así es la vida.
Sin embargo, a pesar de lo dramático de las situaciones por las que nos vemos abocados a presenciar, los acontecimientos tienen un tinte cómico impactante y surrealista. El humor que se desprende camina entre la perplejidad y la morbosidad, como si no fuera con él en absoluto.
Me encanta el estilo, es sencillo pero muy difícil de lograr, organizado en forma de entregas dirigidas a Dios o de cartas que cruzan océanos. Es un rMe encanta el estilo, es sencillo pero muy difícil de lograr, organizado en forma de entregas dirigidas a Dios o de cartas que cruzan océanos. Es un relato demoledor en toda la miseria humana que desentierra, pero el mensaje que transmite es esperanzador y luminoso. Te da varias lecciones de vida (y filosóficas) casi sin sentir que te las están dando. Una delicia de lectura....more
Es lo que yo quisiera esPessoa no es alguien normal.
Primero, se da cuenta.
Segundo, puede decirlo con palabras.
Es capaz de escribir el pensamiento.
Es lo que yo quisiera escribir si tuviera el talento y la exhaustiva capacidad de penetrancia y la visión de la vida suficientes. Es lo que a mí me hubiera gustado plasmar en un papel.
Todo aquello que alguna vez he logrado acariciar con los dedos ya se me expone con una lucidez tenebrosa en la pluma de este autor. Todos los ecos de todas las Verdades que se me presentan en la Vida, están aquí explicados con una claridad tan meridiana que se torna en una ironía constante que te acaba sacando una sonrisa de complicidad: "Sí, esto era lo que yo estaba pensando, aunque aún estaba a años luz de pensarlo realmente".
Este libro no es una novela, ni un ensayo, ni siquiera un diario. Es el testamento legado a una humanidad, melancólica y demasiado despierta en su insondable intranquilidad existencial y su irremediable soledad individual, dividido en una serie de entradas atemporales y desorganizadas, como las capturas momentáneas de las elucubraciones milenarias de una mente genial....more
So it was hard and stomach-revolting at times, so I had to stop in the middle and have it in stand-by, but I guess expectation is worse than reality, So it was hard and stomach-revolting at times, so I had to stop in the middle and have it in stand-by, but I guess expectation is worse than reality, because in a single day I read the whole volume #2.
The humor balances the drama so it doesn't get too heavy, too dark. If I had to use a word to describe it I would say BOLD. It's bold in the font, it's bold in the lines, it's bold in the storyline, it's bold in the absence of color, it's bold in the descriptions, it's bold in the actions and decisions of the animals that appear, it's bold in the caricaturization of the characters in mouses and cats, pigs and dogs, fish and reindeers. It's bold in its ground-breaking style, in more sense than one.
But it just called to me. So I thought, let’s give it a try (I’m saying that very often lately but I’m new in this genre, so Prison love story?
[image]
But it just called to me. So I thought, let’s give it a try (I’m saying that very often lately but I’m new in this genre, so it’s justified).
This will be short.
Gabriel is a tougthened man due to his circunstances in life.
[image]
He’s been in prison for decades for a crime he doesn’t look regretful for. He’s at the top of the animal chain, so nobody messes with him. He takes what he wants and nobody stands against his desires.
[image]
Joey is new to the game.
[image]
He’s a doctor and guilty of malpractice, something he’s utterly sorry for. He just wants to live and let live but he doesn’t achieve to stand his ground, so soon he’s abused.
[image]
I was a little shocked when the hard scene happened. Dubious consent is always something uncomfortable for me. But I kept reading and I found a gem. The love story is sad and “angsty” but I don’t regret anything!
Because it was sooooo sweet. It's totally unexpected, when the mutual hate turns into camaraderie, and from there, to friendship and love.
[image]
It’s a historical book, set in the 30s, but the plot is around a sole place, so it’s not as important. I could be a contemporary action, with the exception of the closeness of the WWII and the posibility to be “free” fighting in it.
I have the paperback version, so I read the coda. It was sad all the same, and didn't make my heart ache less, but I loved it.
[image]
Thanks to it I could imagine another life, another story, a happy one, in which both would be together till the end of days. One in which they both are free. One in which love is lived freely.
Australia a principios del s. XX. Una gran extensión, Drogueda, es el principal escenario de la historia. La dueña de esta tierra, Mary Carson, será eAustralia a principios del s. XX. Una gran extensión, Drogueda, es el principal escenario de la historia. La dueña de esta tierra, Mary Carson, será el enlace entre los dos protagonistas que da sentido a la trama. El padre Ralph de Bricassart es un joven sacerdote de 28 años que desea, ante todo, alcanzar un alto puesto en la jerarquía vaticana, cargo que, además, cree merecer por derecho propio. Meggie es la hija pequeña del matrimonio Cleary, perteneciente a una familia donde el amor le fue negado excepto por su querido hermano Frank, es una niña endurecida y seria, con una gran capacidad para soportar toda clase de dolor. La diferencia de edad entre Ralph y Meggie es abrumadora, 18 años. Aún así, nada más verla, Ralph siente una afinidad hacia la muchacha, como un vínculo de cariño y ternura. Un vínculo que, con el paso del tiempo, irá profundizándose cada vez más hasta límites dolorosos.
Meggie vivía hasta los 10 años en Nueva Zelanda, su madre, Fee, es una mujer fría perteneciente a la alta burguesía hasta que una desgracia la llevó a la más pobre de las situaciones: se casó con un esquilador, Paddy. Sin embargo, hasta más tarde no se saben los detalles de su juventud. Su amor es concentrado en el hijo mayor, Frank. Frank es un joven de 15 años que se dedica a la herrería y desea, ante todo, huir de su familia para escapar de la situación en la que se encuentra, sueña con un futuro mejor.
El libro comienza desde que Meggie tiene 4 años, para poder percibir su infancia infeliz y desdichada. Una familia fría e indiferente y la dura educación recibida por las monjas, junto a su propio carácter introvertido y estoico, contribuyen a endurecer su forma de ser. Un día, por sorpresa, Paddy recibe una carta de su hermana mayor, Mary Carson, a la que no había visto desde hacía 50 años. Su hermana necesita un heredero para su gran finca ovejera en Australia, le ofrece trabajo y protección. Paddy no se lo piensa dos veces y se prepara para marchar a Drogueda.
En la estación del pueblo cercano, Gilly, la familia es recibida por el padre Ralph, el primer momento en que las miradas de Meggie y el sacerdote se cruzan y el comienzo de la trágica historia que envolverá a tres generaciones.
Hay varios momentos en los el padre Ralph, debido a la gran diferencia de edad y su condición de sacerdote, trata de borrar las esperanzas románticas de Meggie. Se puede decir que estas son las escenas "románticas" de la historia, pues son bien escasas. A pesar de insistir en lo imposible de su relación, él mismo cae en sus propias redes, se rinde a Meggie en una maravillosa escena, y la única. La separación es durísima y definitiva, no hay marcha atrás y no hay esperanza posible para ellos.
Pero esto ocurre más adelante, Meggie está cada vez más enamorada de Ralph, con él descubre su femineidad que era tema tabú en esa época, con él descubre sus sentimientos, pero con él también conoce el rechazo y la negación.
Mary Carson intuye este enlace desde el principio, es una vieja sola y amargada que se siente atraída por el atractivo sacerdote, siente celos de la pequeña y su acción será el principal detonante de la desgracia: antes de morir, deja en manos de Ralph el destino de Drogueda y sus habitantes. Gracias a ello, consigue despegar en su ascenso en la Iglesia. Sin embargo, el precio que pagará por ello será muy alto, aunque él no sabe hasta qué punto…
Desde la marcha de Ralph, Meggie está cada vez más sola, Frank, la única luz en su gris existencia, se había marchado para lograr un futuro mejor, y su otro punto de apoyo, Ralph, también la abandona. A la madre le afecta profundamente la huida de Frank, su hijo pródigo, aunque no lo deja traslucir. Empieza a encerrarse cada vez más en sí misma, y Stuart, uno de sus hijos, comienza a cuidar de ella.
Pasan los años, pues el libro abarca desde finales de la Primera Guerra Mundial hasta más allá de la segunda. Acudimos a la depresión económica de los años 30 y la sequía que arrasa los prados de Australia. Presenciamos la Segunda Guerra Mundial a través de los gemelos, hijos de Paddy, en el norte de África y la selva asiática. Vemos madurar y sufrir a los protagonistas, a miles de kilómetros de distancia, aunque ni el tiempo ni el espacio logran que el uno olvide al otro.
Meggie conoce a Luke, un ganadero errante que se gana la vida con trabajos temporales. Por despecho y celos, se casa con él. Ya que no puede estar con su amor, al menos desea tener hijos. Pero Luke lo único que quiere es su dinero, y no duda en ponerla a trabajar y alejarse de ella para darse “la buena vida”.
Meggie tiene dos hijos: la mayor Justine, un ser frío e indiferente, sería actriz de teatro y el pequeño, Dane, compasivo y amable, tendría vocación de sacerdote. En torno a este último se inicia otra desgracia, cuyas consecuencias se extienden a todos los personajes. Ambos son muy importantes en la trama y, en definitiva, en el final. Sentí el dolor de Meggie por la condena de amar a un hombre casado con la Iglesia, y su dolor es aún mayor cuando descubre la vocación de su hijo. Sin embargo, Meggie tiene unas espaldas para aguantar de todo y deja el camino libre a su hijo para cumplir su sueño.
El libro se divide en varias partes con señas de los años que abarca cada una y con el nombre de uno de los personajes: Meggie, Ralph, Luke, Fee, Justine... mostrando de alguna manera el protagonista de esa etapa de la novela.
No es que haya muchas escenas románticas en este libro pero, sin embargo, el amor está presente en cada página, como intuyéndose entre líneas, detrás de cada frase de los protagonistas imaginas el verdadero significado de sus palabras. La autora explota el monólogo interior, vemos los pensamientos de cada personaje con una gran claridad, conocemos sus dudas, sus conflictos internos, sus angustias, su dolor… es la mejor forma de saber de ellos, pues hablan muy poco sobre sus sentimientos, sin embargo, son abrumadores cuando les oyes hablar sobre ellos.
En el caso de Ralph, vemos la agonía de descubrir el amor hacia Meggie que, en un principio lo confundió con ternura y compasión. Cuando su "niña" va madurando, él se aleja cada vez más, hasta llegar a un momento en el que él se quita la venda de los ojos y descubre la verdad. En ese momento te sorprendes de la importancia de la diferencia de edad entre los protagonistas, de alguna forma, él ha estado moldeándola a su manera y el descubrimiento le deja aturdido y culpable, sumiéndole en un profundo dolor.
Por parte de Meggie, vemos la negación y el verse rechazada por Ralph, lo que da paso a la amargura y el despecho, cada vez le odia un poco más hasta que finalmente explota y le dice unas cuantas verdades a la cara. Ese momento me encantó, por fin la hierética Meggie se libera y suelta todo lo que la carcomía. Vemos su condena como propia, sus sentimientos nos hieren y nos sorprendemos de su gran capacidad de sacrificio.
Su amor es la historia principal, pero de esta columnna se extienden otras ramas que son las subtramas de la familia. Se puede decir que es una saga familiar, ya que abarca desde la juventud de Fee en escenas retrospectivas hasta la madurez de los hijos de Meggie. Todos cobran importancia a su manera y cada uno aporta un poco a la historia. Poco a poco, Fee y Meggie se complementan y te das cuenta de que se parecen mucho más de lo que pensabas. Esto me sorprendió muchísimo. Cuando, finalmente Fee se abre y descubres todos sus secretos y sus parecidos con Meggie.
Mientras, Ralph consigue ascender cada vez un poco más, sin embargo, se convierte en un ser cada vez más atormentado, lo que no escapa a los ojos del cardenal amigo suyo. De alguna manera, te regocija saber que está sufriendo, pero por otra también le compadeces.
En muchos momentos he esperado que el padre Ralph rompiese con todas las barreras y volviese junto a Meggie para vivir su amor, pero en ningún momento eso ocurre. Este libro no es una historia feliz de un amor idílico, es una tragedia de amor que, a pesar de los deseos y las luchas, los sueños no se cumplen, es una batalla perdida de antemano, pero aún así, no pueden evitar enfrentarse a su destino, como la leyenda del pájaro espino. Por una parte Ralph es ambicioso, quiere subir y llegar a lo más alto en el Vaticano, por otra tiene verdadera devoción a Dios que, es lo único que no le perdono, supera el enorme amor hacia Meggie. Meggie lo único que desea es que Ralph le corresponda, aunque, al igual que él, sabe que es imposible.
El título me parece muy acertado, es una historia muy hermosa sobre los conflictos internos como el amor, la amargura, el odio, la culpa, el despecho, el tormento y, finalmente, la conformidad. Los protagonistas saben que con su situación, las cosas sólo pueden empeorar, pero no pueden resistirse a su destino, no son capaces de evitar la tragedia. Conocen el fin de toda la historia pero aún así, cometen los más garrafales errores, que pagan muy alto, cada uno a su manera.
De esta autora he leído ya El desafío, libro que me gustó tanto o más que éste. El pájaro espino es uno de los libros más intensos, profundos y completos que he tenido la suerte de leer. No he visto la serie de televisión que se hizo a raíz del gran éxito que tuvo el libro en su época, por lo que no puedo comparar. Es una historia que llega al corazón, sufres con los protagonistas, te enfadas con ellos, los odias en algunos momentos y en otros te dan ganas de aplaudirles y, la mayoría de las veces, les compadeces. Me encantan las historias intensas, que te influyan de manera determinante, donde, además de las palabras, los sentimientos inunden las páginas. Muchos no son sentimientos hermosos, pero al fin y al cabo es una historia de amor. Es un libro que no olvidaré nunca, aunque sólo sea por el aire trágico de la historia. No todos los sueños, las fantasías se cumplen, y este es un claro ejemplo de ello. Aquí hay sobre todo sufrimiento, negación y dolor, y también mucho amor, pero lo que no se puede, no se puede, y además es imposible....more
“La suerte no es amiga de los tibios. A la suerte hay que provocarla, conquistarla. En una palabra, hay que merecerla, lo mismo que la cruz de San Jor“La suerte no es amiga de los tibios. A la suerte hay que provocarla, conquistarla. En una palabra, hay que merecerla, lo mismo que la cruz de San Jorge en el campo de batalla. Xenia Fiódorovna Osolin no podía verse de otro modo: ella era una conquistadora.”
El libro comienza así pero las frases épicas y memorables no acaban ahí, si esa frase ya es para enmarcarla ni qué decir de lo que vendrá después, no tiene desperdicio alguno.
Esta novela no es una historia de amor propiamente dicha, pasan muchos años hasta que ambos protagonistas se encuentran, más bien parece que llevan vidas separadas, y vamos vislumbrando episodios de forma alternativa de cada uno de ellos. Sin embargo, esas páginas son importantes para comprender el desarrollo de los personajes y, sobre todo, del carácter que impregna la relación de ambos protagonistas, de todo lo que han vivido y les toca sufrir. Tenemos a Xenia por un lado, a Max por otro.
Xenia Osolin no sospecha que su vida dará un giro de 180 grados aquel día de febrero cuando cumplió quince años. La guerra se fraguaba en Europa y centenares de rusos morían al día. Pero nada de eso preocupaba a Xenia Fiodoróvna Osolin. Hasta que la Revolución Rusa entra por sus puertas y asesinan a su padre, el día que cambiaría el rumbo de un país y del mundo entero. Ella es la joven condesa, conoce a las grandes duquesas y se codea con la crème de la crème de la sociedad. Su fuerte carácter y gran belleza atraen a más de un desafortunado que no se atreve a afrontarla. La despreocupación y la opulencia inundan su vida, tiene de todo y más de lo que necesita y todo lo que tiene lo perderá: su país y gran parte de su familia, y su juventud y felicidad, robadas. Gracias a su fuerza y tenacidad consigue salir de una cruenta guerra civil embarcándose rumbo hacia lo desconocido, con sus dos hermanos menores, su madre enferma y su fiel Nianiushka como una pesada carga para cuidar. Tío Sasha queda atrás luchando con el ejército blanco, aunque consigue llegar a Francia, derrotado y desesperanzado. Pero las promesas de un futuro cómodo y seguro en París se desvanecen, rozando la miseria y la desesperación, malviven en un ático, con exceso de trabajo y más de un problema económico. Son los exiliados, los inmigrantes, aceptados con conformidad por los franceses gracias a la gran fama de la moda y alta costura rusa.
Max von Passau es un alemán con inclinaciones artísticas, fotógrafo, y vive al máximo los felices años 20, a pesar de la brutal inflación y la derrota en la guerra, él y sus amigos y disfrutan de los amores y la amistad. Es entonces cuando conoce a Sara Lindner, que trabaja para la empresa de moda de su padre, y se enamoran. Es un amor apasionado pero efímero, porque cuando Max viaja a París para una exposición, se cruza por casualidad con la loba blanca, Xenia, una mujer consumida por el peso de la existencia y desesperada por encontrar a su hermana Masha, con la que ha mantenido una de tantas discusiones y que esta vez sí que cumplió su amenaza: irse de casa y desaparecer. Se separan apenas sabiendo sus nombres en aquel café de París, el café de la Rotonde, y hasta un tiempo después no se vuelven a encontrar.
La vida empieza a sonreír a Xenia cuando un conocido modista le echa el ojo en el taller donde trabaja como costurera para Coco Channel, y entonces, empieza a desfilar en las pasarelas, llegando a ser una conocida modelo. En su visita a Berlín, sus ojos se vuelven a cruzar con los de Max, y su historia, con continuos encuentros y desencuentros, vuelve a despegar.
Es así como estas dos ciudades aparecen entrelazadas, presenciamos indistintamente la vida en París y en Berlín, dos marcos diferentes para el desarrollo de un proceso que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial. Pero no sólo les separa las diferentes nacionalidades. Xenia es una mujer fría, egoísta e intransigente, cuesta empatizar con ella desde el principio, porque su actitud es completamente contradictoria. Se enamora de Max pero le hiere continuamente, no se rinde a la evidencia de su amor porque su mayor pecado es caer en la vulnerabilidad. La vida la ha curtido a fuerza de golpes cargando con el destino de toda su familia: su madre, que murió durante la travesía, su alocada hermana Masha, el encantador Kirill y su fiel nana, desgastada y sola en el mundo. No puede permitir entregarse por completo al único hombre que ha podido conquistarla, por fuera y por dentro, por eso se aleja de él en numerosas ocasiones, pero la fuerza del destino siempre los vuelve a unir. Max, por su parte, sí que está seguro de su amor, pero la coraza de hierro de Xenia le impide llegar a ella y siempre termina herido y cada vez le cuesta más sanar y recuperarse. Es una historia, por tanto, de encuentros y desencuentros, una historia azarosa. En un momento dado ella dice no sin amargura que “es lo que mejor se les da hacer”.
Esa novela no es una historia de solamente dos personajes, pues muchos aparecen bamboleados por el capricho del tiempo y los hechos que se suceden en una Europa convulsa por los cambios bruscos y violentos, las revoluciones, la pobreza y la alta costura parisina, que aquí ocupa un lugar muy importante. Empezamos por la Revolución Rusa, pero luego presenciamos los felices años 20, la depresión de los 30, la subida de Hitler al poder y las libertades cada vez más restringidas de los judíos, hasta desembocar en una guerra en la que empezaría la pesadilla de los campos de concentración, el hambre, las armas cada vez más mortíferas y el sistema nazi, con los discursos de la “guerra total” y el miedo cada vez más exacerbado ante los rumores de la brutalidad de los comunistas que estrechan más y más el cerco a Berlín. Y lo presenciamos todo de manera muy veraz desde el punto de vista de cada uno de los diferentes personajes: Kirill, joven soldado, al recibir la noticia de la rendición de Francia, se une a la Resistencia liderada por De Gaulle, Xenia protege a los hijos judíos de Sara mientras su marido se convierte en uno de esos comprometidos colaboracionistas, deslumbrado por la eficacia del sistema de Hitler; Max representa al rebelde, el que se resiste a los ideales del nazismo y Sara Lindner y su familia, a una de tantas víctimas de los campos de concentración por su condición de judía. Marietta, la hermana de Max y esposa de uno de los grandes del nazismo, disfruta de la exuberancia y notoriedad hasta que ve el crimen que ha cometido al no proteger a su hijo de unos valores deshumanizados y unos ideales absurdos y sin sentido.
Es un libro muy completo, no sólo toca la historia de Francia y Alemania, también trata la de Rusia y de refilón se comenta la Guerra Civil Española, los conejillos de Indias de los comunistas y de Hitler para sus próximas guerras. Y entre todo este caos, Xenia Osolin pasa por pruebas muy duras, hasta descubrir su mayor error, y es allí cuando ya empezamos a sentir empatía hacia ella, cuando la comprendemos y entendemos sus motivos y sus errores más garrafales, y se convierte en la heroína absoluta al viajar a Berlín y declararle su amor y pedir perdón, humillándose, al hombre al que ama por encima de todo, mientras las bombas desfilan con perfecta sincronización sobre los tejados de Berlín. Una imagen preciosa que guardaré para el recuerdo. Siempre. “Cuando una mujer viene a decirle a un hombre que lo ama, los ángeles vigilan”.
Es una protagonista muy comprometida, pero memorable, porque es humana pero egoísta, siempre piensa en su familia pero incluso ellos la tachan de egoísta, lo hace por deber y sabe que ella es la que tiene que sacarles adelante, muy a pesar suyo y de los demás. Pero mientras se construye esa fortaleza impenetrable también impide que las emociones más puras lleguen hasta ella y no puede permitir que eso ocurra. Max es un idealista, tiene claro lo que quiere y sabe que, desde el momento en que la vio, su vida le conduciría a la perdición y que había encontrado a la mujer de su vida, sólo que ella no quería serlo. Para mucho, mucho tiempo hasta que encuentran el equilibrio, y lo consiguen varias veces, pero son instantes robados a la guerra y todo lo que les separa les impide estar juntos.
Cuando yo leo un libro, no solamente me fijo en los personajes o en la ambientación, no puedo evitar valorar al autor por el modo de narrar, describir y llevar la trama, y además de eso, el lenguaje que utiliza, que es maravilloso, esas frases épicas que le salen con sólo chasquear los dedos y esa manera de explicar constantemente verdades universales pero sin alejarse de la acción ni de la trama ni de los personajes. En fin, es una autora de primerísima calidad, una narradora nata, resulta todo de manera tan natural que apenas se puede destacar nada, pero si me quedo con un momento, uno solo, elegiría aquel en el que Xenia se declara a Max, aunque el final es perfecto también. Es un libro para disfrutar y para saborear, para sufrir y para sentir. Un libro totalmente recomendable y cuya continuación, “Todos los sueños del mundo”, colma y sobrepasa también todas mis expectativas....more