6 men around 20 years old fall in love with each other in the middle of Morocco in the 20s[image]
The "fairy infantry" is here! (Author's words)
[image]
6 men around 20 years old fall in love with each other in the middle of Morocco in the 20s. Statistics works.
[image]
So, please, don’t dwell on maths and think about a love story in the army.
[image]
This book is funny and charming and if you are looking for just that, it’s fabulous. This is a fairy tale (in more than one sense of the word) and as such you just have to believe in it, because otherwise it doesn’t work. There are some absurd scenes and some ridiculous reactions but it’s not a big deal. So, if you are in the mood, don’t be afraid and go ahead.
[image]
The story beings with Chance just being shot and then it goes back to his boyhood and youth. He was a lousy lad, and he is not sorry. Till the day he enlists the Army and, as he does not behave as a proper soldier, is sent to an official that is going to bring him to heel. And that's when he meets his match, Jacky. The falling is so fast it's almost insta-lust and insta-love. It made me smile sometimes, but I couldn't get myself into it completely. It's me, I don't do sappy.
[image]
Another detail I want to comment. Chance is shot several times, and none of those times Jacky was benevolent enough to give him a dosis of morphine because he could get addicted due to his past vices. I find that more sadistic than helpful. It can be excused because at that time the thought was the less, the better. Nowadays they don't care if you get addicted, it's more important to avoid suffering. It's just a tiny issue I had and probably it has no reason to be said here, but it's something I needed to tell.
[image]
The ending is weak. The author wanted to write something original and it didn’t work. It was almost like the Doraemon’s ending, a dream from the past after waking up in the present time, only everything here is real. Also, the super perfect plan Jacky has for the rest of their lives is just not believable, in that period of time, less so. It’s a very idealistic world and if you are into sugar and "flufflyness", you won’t complain at all.
[image]
But I’m not. So for me it’s just an entertaining read. I had had a good time and there is no need to split hairs.
[image]
Merged review:
[image]
The "fairy infantry" is here! (Author's words)
[image]
6 men around 20 years old fall in love with each other in the middle of Morocco in the 20s. Statistics works.
[image]
So, please, don’t dwell on maths and think about a love story in the army.
[image]
This book is funny and charming and if you are looking for just that, it’s fabulous. This is a fairy tale (in more than one sense of the word) and as such you just have to believe in it, because otherwise it doesn’t work. There are some absurd scenes and some ridiculous reactions but it’s not a big deal. So, if you are in the mood, don’t be afraid and go ahead.
[image]
The story beings with Chance just being shot and then it goes back to his boyhood and youth. He was a lousy lad, and he is not sorry. Till the day he enlists the Army and, as he does not behave as a proper soldier, is sent to an official that is going to bring him to heel. And that's when he meets his match, Jacky. The falling is so fast it's almost insta-lust and insta-love. It made me smile sometimes, but I couldn't get myself into it completely. It's me, I don't do sappy.
[image]
Another detail I want to comment. Chance is shot several times, and none of those times Jacky was benevolent enough to give him a dosis of morphine because he could get addicted due to his past vices. I find that more sadistic than helpful. It can be excused because at that time the thought was the less, the better. Nowadays they don't care if you get addicted, it's more important to avoid suffering. It's just a tiny issue I had and probably it has no reason to be said here, but it's something I needed to tell.
[image]
The ending is weak. The author wanted to write something original and it didn’t work. It was almost like the Doraemon’s ending, a dream from the past after waking up in the present time, only everything here is real. Also, the super perfect plan Jacky has for the rest of their lives is just not believable, in that period of time, less so. It’s a very idealistic world and if you are into sugar and "flufflyness", you won’t complain at all.
[image]
But I’m not. So for me it’s just an entertaining read. I had had a good time and there is no need to split hairs.
Una prosa hermosa, pero es mucho más que eso. Está relatado con ese tinte épico y nostálgico de aquel quien lo ha visto todo desde su atalaya pero queUna prosa hermosa, pero es mucho más que eso. Está relatado con ese tinte épico y nostálgico de aquel quien lo ha visto todo desde su atalaya pero que también se ha manchado las manos por el camino. Nadie es inmune a las vicisitudes de una vida plena, y Adriano no iba a ser menos que el menor de los hombres. Me gusta cómo la autora se empapa de este personaje, no solo sus vivencias y sus hazañas, sino que logra meterse en su piel y se empapa de todo su ser. Le da aliento, le da vida, le da resplandor. Y no solo eso, sino que su tono arrulla como un canto de cuna, de esa forma que solo una sabiduría calmada y auténtica podría aportar, una sabiduría sosegada y llena de consuelo.
Dirigido a su hijo adoptivo, Marco Aurelio, hace un repaso por los momentos clave de su reinado, y por los instantes íntimos y significativos de su trayectoria, sin perder de vista la perspectiva de un todo, un pasado, un futuro, una visión de las cosas que trasciende su mera existencia. Es muy posible que el verdadero Adriano difiera de la imagen que se proyecta aquí, pero alivia mucho mi pesar creer que en algún punto de la historia de la humanidad hayan existido personas así en el mundo. O quizá lo que me deslumbra es que haya personas así en el mundo que hayan ideado y llevado a cabo con tanta sensibilidad y precisión un proyecto de este calibre....more
Cuando mi padre me preguntó qué estaba leyendo, le enseñé este libro. Vio el título y este inmediatamente captó su interés.
"Déjamelo cuando lo termineCuando mi padre me preguntó qué estaba leyendo, le enseñé este libro. Vio el título y este inmediatamente captó su interés.
"Déjamelo cuando lo termines."
"No sé si te va a gustar", le contesté.
No porque el libro fuera malo, en absoluto. Simplemente, el título puede dar lugar a malentendidos y equívocos. Es evidente que los lectores españoles no saben quién es Sanmao. Pues la noción de la existencia de un libro sobre en español sobre el Sáhara en la década de los 70 solo puede significar una cosa: la Marcha Verde, la Legión, Marruecos, el Acuerdo Tripartito. En cierto sentido, se puede entender por qué la gente espera un ensayo o una crónica sobre dichos sucesos.
Historia.
El libro no va en absoluto de nada de eso.
Sí, algo cuenta, pero no es lo principal.
Muestra lo cotidiano, lo costumbrista, el choque de culturas desde una perspectiva muy cercana, llana y terrenal, aunque con una mentalidad no menos extraordinaria. Estamos hablando de Sanmao, una mujer china casada con un español en la capital del Sáhara, El Aaiún. Es difícil encontrar una mezcla tan variopinta y con tantos contrastes, pero funciona.
La autora viene de la otra punta del mundo, de China. Un país que no ha sido conocido precisamente por su apertura al mundo durante el transcurrir de los siglos. Es una china que explora, que siente curiosidad, que hasta el más nimio detalle puede llamar su atención y servir como un escalón más en la compresión del ser humano y de la vida.
En el momento en que se viven las experiencias en el Sáhara, la cultura occidental ya no le es tan extraña, después de años y años viviendo en países europeos. Pero el norte de África seguía siendo por entonces una incógnita para mucha gente (supongo que las cosas no habrán cambiado tanto a día de hoy).
Al inicio del libro hay un prólogo sobre la experiencia para traducir y publicar este libro en España por parte de la editorial. No fue cosa fácil, lo que resulta llamativo, debido a la proximidad que la propia autora tenía hacia nuestro propio país. Es un misterio que haya pasado tanto tiempo desde que el primer manuscrito se escribió. Posteriormente aparece una carta de la propia autora, donde avistamos un poco de su propia personalidad. Es emotiva la humildad con la que se dirige a sus lectores y seguidores. Era una mujer con los pies muy en la tierra, que aún buscaba su propia respuesta y su propia paz de espíritu.
Al final del libro disponemos de algunas fotografías de Sanmao en el desierto, bien en solitario, bien con su marido José María. De vez en cuando las hojeaba durante mi lectura, pues no se puede negar que esos paisajes y objetos y personas son un buen método para sumergirte en las experiencias que va relatando.
Los capítulos no están ordenados de manera cronológica. Cada uno de ellos son como un pequeño cuento que escoge como protagonista un determinado tema. Puede ser una cámara de fotos o una boda o unos baños públicos o un colgante que la autora encontró delante de su casa. Por eso mismo, muchos episodios se solapan unos con otros, y encontramos repeticiones y coincidencias de sucesos.
El estilo de Sanmao es muy simple y fácil de seguir. La gran humanidad que muestra hacia el género humano en general es admirable y muy valiente. Eso no significa que a la autora le guste y acepte todo lo que oye o ve. Sin embargo, ella es consciente de que lo mismo ocurre cuando una persona la observa y juzga sus propias costumbres. Todo aporta un sentimiento increíblemente liberador, que traspasa las páginas y se transmite al lector. Hay tantas cosas que no comprendemos del mundo, y, sin embargo, ahí siguen, en lo bueno y en lo malo, transformándose con el tiempo.
La vida de Sanmao en el Sáhara no es un camino de rosas. Ella y José María no son precisamente ricos, y en la época y lugar en que se encuentran, tienen que renunciar a muchas comodidades y aprender a vivir con la escasez (o ausencia) de todo, o de casi todo. Te hace empezar a apreciar las pequeñas cosas y a valorar lo realmente importante.
También hay momentos especialmente peligrosos, de esos que te hacen pensar que no verás ningún mañana. Adrenalina pura, no apta para cardíacos.
Otros instantes son realmente divertidos, yo misma rompí a carcajadas en más de una ocasión.
Sin embargo, es importante resaltar Sanmao no es la Indiana Jones asiática. Ella no se embarca a la aventura con el fin de vivir emociones extremas. Más bien busca expandir sus horizontes, contestar a una llamada en su interior que la insta a seguir caminando, a llenar ese vacío y esa soledad que es inherente al ser humano, y con la que ella busca aprender a convivir.
Viajando, conociendo, y aprendiendo.
Manteniendo viva esa capacidad de asombro que muchas veces se nos muere en la infancia....more
This is one of the most “angsty” and emotional books I’ve ever read in m/m romance.
[image]
Seeing so few ratings and reviews of this book I deci[image]
This is one of the most “angsty” and emotional books I’ve ever read in m/m romance.
[image]
Seeing so few ratings and reviews of this book I decided to try to change that a little. This book deserves to be more present amongst the m/m readers, so I can’t be quiet about it.
[image]
This is not a typical romance story. But I’m a romantic at heart, so I’ll treat it as one. The title alone says it all: the MC are apart for a long time. Before you kick this book out, recall this: it’s worth it! I love historical romances. But I get bored with battles, political intrigues and very detailed backgrounds and facts. I prefer ordinary people who get involved in the actual circumstances, wherever they are. I prefer reading about the common man than the political leader. In spite of it all, I love real and important environments.
[image]
So I have a very narrow margin to enjoy. I want the exact proportion of historic facts to get into the story without sounding tedious, and the right proportion of romance without being sappy and drowning the important events that take place there.
[image]
This book accomplishes all of this. It is ROMANTIC and the setting is interesting enough. I have read LOTS of romances from the 19th century in England. Yes, Jane Austen and the Brontë sisters did a lot of damage. But I had no idea about Sudanese History when it was ruled by the Englishmen. Well, I had no idea about anything about Sudan. Period.
[image]
Reading about it was thrilling, for me, a battle-hater! The adventure environment was contagious and it didn’t take any effort for me to stand on the edge by the nervousness I felt every time Edward and Richard got to be close… to be separated again.
[image]
The plot is very soap opera but I have no complaint: two twin brothers who can’t be less alike develop a not at all brotherly relationship. For them it’s natural to feel like that, but at the same time they know it’s forbidden and sinful. Not only because they both are males, but because they come from the same womb. Or do they?
[image]
They are raised together, they play together, they bathe together, they go to the same school together, have the same group of friends and slightly different affairs… but all of that only gets them closer, and reassures the feeling of censure and that someone might catch it eventually. So this exhilarating feeling of being in love is tainted with the knowledge that they would never display it in public.
[image]
This precarious balance is broken when a woman crashes into their lives and manages to get them apart… for a lifetime.
[image]
Edward decides to leave Richard behind, even though he knows Richard is not as strong as he is to bear the distance. That’s why he doesn’t tell him the real reason of his desertion, in a vane hope that Richard would go on with his life as the legitimate son of a rich military man.
[image]
That’s how a very young Edward is pressed to grow up and learn quickly, in order to survive alone in a world that doesn’t embrace spoiled teenagers. He enrolls the army as a trumpeter and some time afterwards he leaves for the Sudanese desert.
[image]
Meanwhile, Richard seeks warmth in a friend’s arms, ends this studies and enlists some years later as a cavalry officer. Fortune decides that he is destined to the same war.
[image]
At an arm’s length from each other, they live their adventures in separate positions. New friends, new loves, new battles, new mounts, new enemies, even new owners and unexpected family. But with each one of them, they wonder about the what ifs, they drown in nostalgia and they cry the pain the separation brings to them. When they get to know about each other, it’s to disregard for the good, in the case of Edward, or to be too late to do something about it, in the case of Richard.
[image]
It seems that being apart for so long erases feelings, but that’s not true. I could sense the longing, the desire and the dreams of these two. Being apart only makes them stronger and surer about what they really want: to be together again, as it’s their fate to be.
[image]
Because it hurt at the same time it healed. That devotion and attachment is meant to be returned, and in the distance, it is. It’s the physical connection that is missing and yearned to be fulfilled.
[image]
So, of course, there is a MARVELOUS reencounter and a WONDERFUL HEA, so saying it’s an emotionally satisfying reading is an understatement. I really recommend this book. I liked the characters and the writing so much I kept going and read the following in the “series”, Gregory's Story, and I’m expecting the “third” one impatiently.
Este es el primer libro de la trilogía The taker. Lo leí el año pasado, aunque algunos detalles se han difuminado, todavía sigo recordando el l[image]
Este es el primer libro de la trilogía The taker. Lo leí el año pasado, aunque algunos detalles se han difuminado, todavía sigo recordando el libro en sí, cómo consiguió conmoverme y darme la impresión de que lo que leía no era ficción, sino que su esencia traspasaba el papel para llegar al lector.
Si algo supe con este libro fue que Alma Katsu era una maestra. Una maestra de las palabras, de los sentimientos, de la vida. Ella dijo en alguna ocasión que, cuando alguien escribe un libro, sin darnos cuenta escribimos sobre nosotros mismos. Debo decir que, por las páginas de este libro, ella es una persona, como mínimo, muy interesante, y si soy más generosa, diría que única.
Lanore es una joven a la que encuentran en el bosque cubierta de sangre, con un cuerpo sin vida a su lado. La sangre no es suya. Es una asesina. Cuando Luke, el médico del hospital, ve su cara dulce y bella, no puede creer que sea la responsable de semejante crimen. Ella le demuestra que es inmortal, clavándose un bisturí en el estómago y, ante la cara horrorizada de Luke, viendo cómo su herida se recompone como si nunca hubiera existido. Así, Lanore le convence para que se escape con ella. A lo largo de la huida hasta Europa, Lanore le va contando su vida, empezando doscientos años atrás.
A principios de 1800, St Andrew era un pueblo pequeño, cuyos habitantes, colonos endurecidos por las penurias y el trabajo, vivían una existencia casi dedicada a la supervivencia. Lanore formaba parte de una de las familias más pobres, y no tenía oportunidad alguna ni derecho a codiciar al joven más apuesto de la zona: Jonathan Saint Andrew, hijo del fundador del pueblo, el hombre más rico y próspero, cuyo apellido da nombre a la pequeña comunidad. Ella era sólo una niña y él tenía doce años cuando ella le besó y se le declaró durante la misa del domingo en la iglesia del pueblo. Para él no significaba demasiado, tenía a muchas chicas bebiendo los vientos por él, pero para Lanore fue una experiencia única con la que empezó su amor... y su obsesión. Así empieza una relación entre ambos, para él es amistad, y para ella es devoción por su amor. Ella es su confidente y su amiga y, en secreto, ella siente que tiene derecho a poseerle.
Entonces, Lanore comete un gran pecado con el que cargaría toda su vida y trataría de olvidar y luego expiar a lo largo de los años, pero este se mantiene en secreto. Sin embargo, es por su otro pecado por el que su familia la manda fuera del pueblo, a la ciudad más cercana, Boston. Ha quedado embarazada. Debía llegar a un convento donde daría luz a su bebé pero nunca llegó a su destino. Adair la encontró primero.
Adair... Adair es un personaje que respira por sí mismo. Se podría decir que es el alma del libro de no ser porque el libro en sí ya tiene alma. Es un personaje fascinante, hipnotizante como la danza de una serpiente y tan peligroso como una cobra: nunca se sabe cuándo va a atacar. Es un personaje que pone los pelos de punta, oscuro y seductor, controlador y manipulador. Sin escrúpulos y sin moral. Le descubre a Lanore un mundo de pecado y traiciones, un mundo de corrupción y depravación, de violencia y orgías desenfrenadas, de placeres prohibidos. Pero lo paga con culpabilidad, arrepentimiento y soledad. Le enseña el vicio y le enseña el egoísmo, a buscar su propia satisfacción pero también le enseña a obedecer y le enseña con lecciones que nunca jamás olvidará que es el juez último de su vida. Sólo a él le debe rendir cuentas pero se las cobra una a una. Con sangre y sufrimiento, con lágrimas.
Así, la no tan inocente Lanore, procedente de un pueblo de colonos de rígidos valores éticos y religiosos cae en un mundo decadente y sin leyes, excepto las de Adair. Cae en la oscuridad. Cae hacia los infiernos. Camino a la perdición. Se convierte en una de las cortesanas de Adair, junto con otros acólitos de pasados oscuros y con pecados a sus cuestas: el español Alejandro, el más diplomático de ellos, mostrando su faceta complaciente y falsa, es el mediador de disputas y roces entre ellos; el italiano Dona, tan amable como ponerse una soga al cuello; Tilde, la peor de ellos, fría y traicionera, mide sus pasos por adelantado y no tiene compasión alguna por los demás; y por último, Uzra, la única que consigue establecer un lazo verdadero con Lanore, pero no menos culpable que el resto. El séquito permanente de Adair al completo y algunos errantes que a veces salen al paso, como Jude.
Sin embargo, Lanore es diferente. Para Adair es diferente. Adair se enamora de Lanore, aunque es una forma de amar insana, enferma. Y por ello, pretende a toda costa que Lanore le ame a él incondicionalmente. Pero Jonathan se interpone en su camino, es un obstáculo que hay que eliminar. Tiene que conseguir por todos los medios que ella le ame. Y la forma que tiene en mente para conseguirlo es... escalofriante.
Esta es, en general, la línea que toma este libro, que nos depara más de una sorpresa. Reconozco que sentí miedo al leerlo, a lo mejor me asusto con facilidad, pero no podía mantener constantemente los ojos clavados en las hojas, se me ponía la carne de gallina con algunos episodios, pero al mismo tiempo no podía dejar de leer, de pasar páginas, queriendo saber qué ocurriría más adelante, queriendo saber pero temiendo descubrir la verdad. Es una historia con la que me costaba avanzar, porque me ponía los pelos de punta, pero la forma de narrar de esta autora es hipnotizante y tenía que seguir adelante. La autora escribe muy bien y te mantiene en suspense durante todo el libro. Conocemos el final al principio, porque hay saltos temporales, y eso lo hace todavía más inquietante.
No esperéis una historia de amor corriente, esas de “se enamoran, luchan, consiguen la felicidad...” porque es muy extraña. Es un libro aterrador, con personajes egoístas e intrigantes, algunos son unos sádicos, otros tienen un pasado muy oscuro, pero todos están atormentados. La historia de amor es un trío, Jonathan-Lanore-Adair, y es una historia de amor muy curiosa, pero no puedo decir que sea romántica. Ella ama con todo su corazón a Jonathan y la historia es de cómo ella les arrastra a los dos a la perdición debido a esa devoción, porque Adair les quiere a ambos, a ella porque la ama aunque sea un psicópata y a él para fines que yo no sospechaba hasta muy avanzada la historia. Cuando las piezas empezaron a encajar reconozco que me quedé helada de miedo, porque no me lo esperaba en absoluto.
En fin, ¿cómo puede un personaje como Adair, tan sádico, tan amoral y tan retorcido resultarme al mismo tiempo tan atractivo y tan atrayente? ¿Cómo consigue que personajes que tendrían que causar repulsión y asco al final terminen llegando al corazón? ¿Cómo consigue la autora meterme de lleno en un mundo tan oscuro y con tantas sombras, donde nada es lo que parece, donde todo tiene más de una cara, donde nadie es bueno ni malo, ni blanco ni negro, sino con sombras y más sombras? Es la magia de Alma Katsu, sin duda. Espero que siga escribiendo, porque tiene talento de verdad. Es un gran libro, ha sido una gran sorpresa. Una de mis grandes sorpresas....more
Adair busca encontrar a Lanore a toda costa. Lanore está dispuesta a hacer cualquier cosa para evitarlo.
Esta es la continuación de un libro que me fasAdair busca encontrar a Lanore a toda costa. Lanore está dispuesta a hacer cualquier cosa para evitarlo.
Esta es la continuación de un libro que me fascinó el año pasado, Inmortal. Por aquel entonces pensaba que esa novela era autoconclusiva y me dejó al final un montón de preguntas que necesitaban respuesta desesperadamente. No dejaba de darle vueltas, de tanto que me marcó aquel libro. Viéndolo en perspectiva, puedo ver que cada volumen de esta trilogía va siendo paulatinamente menos oscuro, cada vez más mágico y cada vez más romántico. Mucho más romántico. No es una novela romántica en el estricto sentido de la palabra aunque poco a poco me voy dando cuenta de que muchos de mis libros favoritos tienen tintes mixtos entre varios géneros. Cuando leo, no busco una novela contemporánea, una novela histórica o una novela paranormal. No. Busco una novela que me llegue, que me deje sin aliento, busco una novela en la cual, cuando la termino, siento que nada de lo que pueda leer puede superarse a ella. Puede ser un sentimiento ficticio o demasiado efímero pero necesito buscar eso en un libro.
Si tenemos que resumir el planteamiento del libro basta con citar un párrafo del mismo de las primeras páginas:
“De todos modos, el día llegaría y podría hacerle pagar por su traición. Él le había dado libertad sobre todos los demás súbditos debido a sus sentimientos por ella, y ella se había aprovechado de su generosidad. Y, aún más todavía, ella le había traicionado en favor de Jonathan, un hombre demasiado egocéntrico para devolver su amor. Adair la había amado, sinceramente, pero aparentemente su amor no había sido suficiente para ella. Por tan grave error, la muerte no parecía un castigo poco razonable, y seguramente ella lo veía venir cuando tomó su decisión. Pero él no terminaría su vida inmediatamente. A pesar de que la satisfacción que le otorgaría sería inmensa, esta sería demasiado breve. Él conseguiría mucha mayor satisfacción alargando el castigo, haciéndole infernal cada día y dándole tiempo de sobra para arrepentirse de su estúpida decisión.”
Por supuesto, el libro tiene 343 páginas y la percepción que tiene Adair de Lanore va cambiando.
Pero no tiene sentido discutir el argumento del libro. Su punto fuerte no es precisamente la historia en sí, que es muy buena, sino la manera de desarrollarla. No tiene precio.
Adair es uno de esos protagonistas carismáticos que dejan huella y que pocas veces quedan en la memoria de los lectores. En la novela romántica, con tantos héroes con la marca de macho alfa recién salidos de la fábrica, es difícil que queden para siempre en los anales de la Historia y sólo unos pocos quedan imborrables, como marcados a fuego en la mente: Aleksandr Belov, Jamie Fraser, Rhett Butler son algunos que podemos mencionar. Adair es uno de ellos. Pero no es un héroe. Es el antihéroe por excelencia. Para mí siempre será mi psicópata favorito. Es increíble la fuerza que ha conseguido darle la autora a este personaje, resultando atractivo y seductor, pero temible al mismo tiempo.
Conocimos a Adair por primera vez en Boston como un personaje con una presencia arrolladora. Era como si en cada ocasión que aparecía en escena faltase aire en la habitación, como si el ambiente se cargase de electricidad, como si esa reacción primitiva de tener los pelos de punta fuera una respuesta no sólo lógica y adecuada sino inevitable ante el estímulo que representa su nombre o su voz o simplemente, el estar ahí. Es un personaje que interviene incluso cuando no está hablando. Un personaje cuya pasión y locura se transmite a todos los demás. Un personaje oscuro y con sombras, un personaje maldito. Ese personaje tiránico y voluble, misterioso, seductor y decadente, traicionero, es un psicópata y un sádico, un ladrón y un asesino... Un personaje que no se rige por las leyes de los hombres y por ninguna ley ética o moral. Pues ese personaje que inspiraba miedo con sólo respirar, ese personaje que Lanore teme por encima de todas las cosas pero al cual, sin embargo, termina amando... vuelve a aparecer en este libro, pero distinto.
Es él mismo otra vez, pero cambiado. Sigue siendo la misma persona, pero diferente al mismo tiempo. Tenemos la oportunidad de verle más humano, más hombre. La palabra que buscaba: más mortal. Si en el primer libro le veíamos como un ser inalcanzable, como de otro mundo, inexpugnable como una torre, invencible como un dios, aquí también podemos ser testigos de sus luchas internas, sus contradicciones, sus puntos débiles, sus miedos y sus necesidades. Odia a Lanore. La odia por entero por lo que le hizo. Pero al mismo tiempo descubre que no puede vivir sin ella. Forzó a Lanore para que le amase, tratando de controlar aquello que no se puede manejar con la simple voluntad. Ama a Lanore y necesita que ésta le ame a él. Al fin y al cabo, es sólo un hombre aunque parece mucho más. Está hecho de carne y hueso, aunque muchos jurarían que no tiene corazón. “Mi última palabra para aconsejarte, Adair. Quieres el amor de Lanny – sé que lo quieres, y está bien que lo hagas. Pues nadie jamás te ha amado, Adair. Ni tus así llamados amigos, ni tu familia. Ni siquiera tus acólitos. Es posible que seas la única alma de toda la creación que nunca ha sido amada. La única alma no amada de la historia de la humanidad. Lanny es tu última oportunidad, Adair”.
Lanore es, según las palabras de Adair “una mujer con una gran capacidad de amar”, incluso de amar a aquellos que no se pueden amar. Esa joven que encerró a Adair vivió dos siglos en estado constante de soledad y miedo, y dolor por la pérdida de su gran amor Jonathan. Es la presa que sabe que su cazador está cerrando el cerco, sabe que es débil y que Adair le va a alcanzar, le siente acercándose y ella va a agotar todos sus medios para conseguir el fin: evitar que Adair la atrape. A pesar de todo, por fin reconoce que ama a Adair, pero es un amor mezclado con el miedo: “Había sido Adair todo el tiempo, no Jonathan. Adair, el monstruo, era el que yo había amado todo el tiempo”.
El libro está ambientado la mayor parte en tiempo presente. Reaparecen personajes del primer libro esenciales para la historia. Cuando Lanore siente que Adair es libre, viaja por el mundo para buscar ayuda en otros inmortales. Al mismo tiempo, Adair va reuniendo a su séquito. Con el transcurrir de las páginas nos reencontramos con el zalamero Alejandro, la calculadora Tilde, el falso Jude y... uno muy inesperado. Aparecen algunos personajes nuevos o que sólo se mencionan de pasaba en la primera novela, como el pusilánime Savva o Pendleton, el empresario que se une a las filas de Adair. Al mismo tiempo, también se incorporan de vez en cuando algunos episodios de memorias de los protagonistas, tanto de Adair como de Lanore.
Con Adair tenemos ocasión de ver cómo descubrió muchos de sus hechizos y pociones secretas, cómo consiguió sus dos libros de alquimia y magia, cómo consiguió hacerse inmortal y cómo fue poco a poco apropiándose de la sabiduría de los expertos y cómo fue dejando un reguero de asesinatos a su paso, cómo no siente remordimiento alguno para lograr aquello que busca con tanto ahínco: el conocimiento. Adair no busca la fama ni la riqueza, ni la notoriedad, ni ser leyenda. Sólo busca saber, tiene alma de científico y quiere desentrañar los misterios de la vida y la muerte, del universo. No tenía mayor razón de vivir, no tenía escrúpulo alguno para alcanzar sus metas... hasta que llega Lanore.
Con Lanore, en cambio, las experiencias vividas están teñidas de tristeza y melancolía. Si hay algo que no soporta, es estar en soledad. Tras el amargo abandono del gran amor de su vida, Jonathan, sólo sigue en pie porque sabe que él está ahí, en algún punto del planeta. Su existencia está vacía a pesar de sus múltiples amantes, amistades y viajes por todo el mundo. Y siempre vive bajo un miedo continuo: sabe que Adair no estará encerrado para siempre, y cuando se libere, su propio fin llegará...
Si tengo que buscar una autora parecida a Alma Katsu sería una tarea ardua y difícil. Es una de esas autoras que parece que tienen un don especial. Es como si al escribir el libro estuviera dando lo mejor de sí misma pero, al mismo tiempo, estuviera reservándose su talento para más adelante, como si tuviera tiempo y habilidad de sobra, como si sólo mostrase una parte de su esencia, aunque leyendo el libro se puede decir que eso no es cierto, la autora ha puesto su alma en cada detalle y en cada línea. En cada palabra y cada párrafo. Es una de esas autoras que piensan antes de escribir, que son capaces de meterse en cuerpo y alma en cada uno de los personajes y saber con claridad meridiana qué escribir de cada uno de ellos, cómo y cuándo. Se pueden encontrar, sin embargo algunas musas en las cuales se ha inspirado: Anne Rice. Ese ambiente gótico, esos personajes depresivos y autodestructivos, con esas dudas existenciales y esa vida eterna y en soledad... También me recuerda un poco a Myriam Chirousse con su libro Vino y miel, con ese don de la palabra, la fatalidad de las vidas de los protagonistas, que parece que luchan contra el destino pero, finalmente, se rinden a él, cual héroes de novelas románticas del s. XIX.
En pocas palabras: Lanore y Adair son una de las parejas más seductoras, hipnotizantes y fascinantes que he leído. Están hechos el uno para el otro de una manera completa, complementaria y absoluta. Por mucho que traten de evitarlo, por mucho que luchen contra ello, sus destinos están y estarán entrelazados hasta el fin de los tiempos.
Pocas sagas han conseguido atraparme y cautivarme de esta manera....more