¿No tienes la sensación de llegar a todo justo justo?, a todo y en todo momento. Nos pasamos el día corriendo, a veces parecemos más máquinas que personas. Todo el día agitados/as con la agenda profesional y personal llena al milímetro; sin tiempo para nada.
Nos dicen que hay que hacer deporte, pero aprovechamos a andar (hacer ese deporte) mientras vamos a la empresa cliente, o a por el pan, o a buscar a los niños... andar o correr porque a todas esas cosas salimos con el tiempo justo. Ah! y por cierto con tacones o medio tacones, con un bolso que pesa toneladas y sin pulsometro, y aún así lo único que nos preocupa es llegar a tiempo.
Nos levantamos corriendo, engullimos el desayuno, tiramos de toda la familia para que cada uno llegue a sus quehaceres a tiempo, y apresuramos por no perder el autobús y rezamos porque no haya caravana para llegar a tiempo a nuestro encuentro con nuestro otro trabajo, el que al menos nos va a ocupar "8" horas.
Te sientas a veces incluso con el abrigo puesto para írtelo quitando según abres el calendario y lo tienes todo organizado como lo dejaste el día anterior, a las 19.00, 20.00 o a la hora que pudiste escapar, porque hay que escapar sino seríamos capaces de entrelazar los días sin salir de la oficina.
La cuestión es que abres el outlook y sopresa! aquello no para comienzan a entrar mensajes y mensajes, y te preguntas , pero la gente no duerme? y en asunto: urge, importancia alta... Colapso, la agenda al cm y el outlook lleno, y es cuando te desdoblas como un superhéroe , luego dicen que no existen, y comienzas a realizar las tareas de la agenda y del outlook y con el máximo cariño y perfección para atender a todo el mundo como se merece. Y en el momento que más concentrada estás con esa doble personalidad, entra en funcionamiento el teléfono que precisa atención inmediata, y si pides que te cojan el recado todos indican lo mismo: llamar lo antes posible.
En mi calendario siempre hay alguna reunión fuera de la oficina y es entonces cuando en esa carrera por llegar a tiempo al cliente, o posible cliente, con los tacones, y el bolsazo comienzas a devolver llamadas y a seguir y contestando a los emails, no sabes ni por que calle vas, yo creo que he cogido todas las rutas posibles, pero eso sí, no sé como a mi hora y con todo respondido en el cliente, ya tranquila para centrarme en él, y pensando cuando salga ya volveré a la agenda......