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lunes, 15 de abril de 2013

“El inmortal puño de hierro”, de Matt Fraction, Ed Brubaker y David Aja.



Para matar el gusanillo a la inminente publicación de “Ojo de Halcón” de David Aja y Matt Fraction, he estado releyendo estos días los tres primeros tomos de la edición española de Panini de “El Inmortal Puño de Hierro”, la colección que convirtió a David Aja en un dibujante hot al que tener muy en cuenta dentro de la Marvel actual.

En esta colección, y en concreto, en las aventuras recogidas en estos tres primeros tomos Ed Brubaker, junto a Fraction, redefinió al personaje clásico de los años setenta poniéndolo al día, al igual que hiciera anteriormente con éxito con “Daredevil” y “Capitán América”, a lo largo de una serie de entretenidas tramas en las que respetando la esencia e historia del personaje introducía nuevos elementos que lo hacían más complejo e interesante.

 Brubaker una vez más supo jugar sus bazas y convirtió a Danny Rand, un multimillonario campeón místico de Kung Fú de una mística ciudad perdida tibetana, en la última encarnación de una larga tradición de campeones previos, contextualizándolo en una trama de acción, que incorporaba al personaje a un campeonato entre ciudades celestiales que referenciados a mitos de los adolescentes de los noventa como la serie “Dragon Ball” o el videjojuego de lucha “Tekken”, e intriga, en torno al anterior Puño de Hierro y el padre del actual que emparentaba directamente con los clásicos pulp con lo que haría la la delicia de los autores más veteranos. En fin, "El inmortal puño de hierro" tenía todos los elementos para ser un bombazo y lo fue.

Y es que si la labor de los guionistas es encomiable –no sé hasta qué punto cuáles eran las ideas de Brubaker y cuáles las de Fraction y quizás sea mejor que no se llegue a saber- donde la serie realmente destaca es en el apartado gráfico con el magnífico trabajo del español David Aja, dibujante que le dotó a la serie de una impronta característica merced a su cuidado trabajo gráfico, muy superior a lo que se llevaba en la época en el mainstream e incluso algo contracorriente, ya que si la apuesta predominante es por cómics espectaculares pero más sencillos de leer, la narrativa de Aja es compleja y estudiada pero sin perder por ello ni un ápice de la espectacularidad demandada.

En estos números, Aja deja huella palpable de su calidad con un dibujo de trazo fino, figuras angulosas y cuidadas composiciones en las que muestra cómo ha sabido entender e incorporar a su estilo el trabajo de grandes autores como Howard Chaykin, Paul Gulacy, David Mazzuchelli y, sobre todo, Jim Steranko a la hora de desarrollar un estilo propio logrando un trabajo evocador de los clásicos mencinados pero al mismo tiempo moderno y  fácilmente identificable. Por otro lado, también es de agradecer que lejos de acudir a modelos y recursos de dibujante familiares para el lector conocedor del género, Aja busca dotar a sus páginas y dibujos de soluciones sorprendentes, buscando composiciones dinámicas y perspectivas atrevidas, jugando continuamente con el ritmo de la secuenciación de las viñetas a la hora de reflejar las escenas de acción para desarrollar trucos cercanos al lenguaje cinematográfico pero eminentemente propios del Cómic.

Además, Aja juega espectacularmente con el color del tebeo para buscar los fuertes contrastes para dotar a su estilo de una profundidad y resaltar la atención del lector sobre determinados elementos importantes en la trama, logrando además un detalle hiperrealista acabadísimo sin que sus personajes pierdan por ello expresividad ni armonía. En su expresivo y cuidado uso del color recuerda al trabajo de otros dibujantes afines a Brubaker como los Michael Lark o Sean Phillips. Además, desde los tiempos del legendario Gene Colan no he visto un dibujante que incorporase tan bien los elementos climáticos y atmosféricos a la ambientación de sus historias.

La impronta de Aja en la serie sobresale incluso por encima de todos los demás dibujantes que colaboran a lo largo de estos números en distintas funciones no logrando ninguno la atmósfera intensa y personalidad que Aja logra convirtiéndose su labor en meros complementos más o menos mejor acabados aun cuando entre estos colaboradores se incluyan nombres de la categoría de Howard Chaykin o John Severin y dibujantes modernos tan interesantes como Kano o Travel Foreman.

En fin, a pesar de los años transcurridos (tampoco tantos), “El inmortal puño de hierro” de Aja, Brubaker y Fraction es un ejemplo inequívoco de una fórmula para hacer cómics de superhéroes perdurables y de calidad que, haciendo honor en este caso a su título, acaben convertidos en inmortales. Y si no, al tiempo. 

lunes, 18 de marzo de 2013

“La Cosa del Pantano 3”, de Scott Snyder, Yanick Paquette y otros.



La tercera entrega publicada por ECC Ediciones de “La Cosa del Pantano” del NUDC, que incorpora los números 9 a 11 de la serie norteamericana más el número cero, nos ofrece la conclusión del largo arco argumental desarrollado durante este primer maño de la serie con el enfrentamiento - ¿definitivo? – con Sethe y la esperada reaparición del archienemigo por antonomasia de Swampy, el repulsivo Antón Arcane.

La Cosa del Pantano ha asumido por fin su condición como campeón del Verde aun cuando ello le suponga tener que enfrentarse con Abigail que es la adalid de la Putrefacción. Sin embargo, Swampy tiene guardado un as en la manga que le permitirá escapar de las Tierras Muertas junto a su amada dejando a la frustrada Putrefacción compuesta y sin novia aun cuando esta es capaz de resucitar y enviar al mismísimo Antón Arcane y sus No Hombres tras ellos para recuperar a Abigail y acabar con La cosa del Pantano.

Lo peor que tiene La cosa del Pantano es que se lee en un cuarto de hora, pero si uno es capaz de asumir que lejos de la poesía, la metafísica y la carga filosófica que tuvo la serie en tiempos de Moore y estamos ante un genuino tebeo de acción, respetuoso eso sí con el trabajo de los autores previos, se puede disfrutar plenamente de esta historia en la que el impacto visual está por encima de la trama ideada por Snyder  que en esta tercera entrega reintroduce a Antón Arcane, la némesis de La Cosa del Pantano, y lo deja todo preparado para el anunciado cruce con  la serie de “Animal Man” titulado “Mundo Putrefacto”.

Si la trama ideada por Snyder es la mar de entretenida donde la serie se disfruta más es en el aspecto gráfico con las elegantes, macabras y retorcidas composiciones ideadas por Yanick Paquette que en esta entrega cuentan con el talento añadido de Marco Rudy y Francesco Francavilla, dos dibujantes batante inferiores que Paquette pero que captan la atmósfera general de la serie y saben complementarla a la perfección. No deja de resultar curioso y destacable como Paquette reseña la monstruosa Abigail mortafeseada por Sethe directamente con el alien ideado por Giger para la película de Ridley Scott y sus secuelas.

 Mención aparte merece el trabajo del español  Kano en el número cero que cierra el volumen, una historia complementaria en la que se nos recuenta el origen de Alec Holland y la Cosa del Pantano “adaptándolo” a los nuevos contenidos ideados por Snyder.

 Kano demuestra de largo que es un dibujante estupendo dando un acabado detallista y más luminoso a los personajes sin contradecir por ello el tono terrorífico de la serie. Ojalá Kano encuentre un hueco en la industría y le permitan desarrollar en una serie a largo plazo todo su talento.
Todo queda preparado ahora para la excursión a “Mundo Putrefacto”. Veremos si esta merece realmente la pena.  

lunes, 25 de febrero de 2013

“Wonder Woman 3”, de Brian Azzarello, Cliff Chiang y Tony Akins.




Una de las sorpresas más agradables que nos está dejando el NUDC es la nueva serie de “Wonder Woman”, de la que ya comentaos algo aquí y aquí,  en la que Brian Azzarello nos sorprende con una historia en la que no solo remoza las aventuras típicas de nuestra amazona preferida sino que ofrece una versión sorprendente de todo el Panteón griego. En la tercera entrega que acaba de publicar ECC Ediciones, que reúne los números 9 a 12 de la serie norteamericana, Azzarello añade al elenco de dioses y héroes que ya conocíamos alguno más al tiempo que incorpora un inesperado giro argumental que sorprenderá a todos los lectores.

Diana y sus aliados deben sobrevivir a su experiencia junto al inestable Hades si pretenden asegurar el nacimiento del hijo de Zola. Mientras tanto, en el Olimpo, Apolo y sus partidarios maniobran para que este ocupe el liderazgo vacante tras la misteriosa desaparición de Zeus y  pretender acabar con todos aquellos que intenten evitarlo, incluyendo a Wonder Woman y sus aliados.
Azzarello ofrece una visión renovada de las fórmulas mitológicas en una historia fresca y dinámica que da poco margen al aburrimiento, sorprendiendo con las remozadas versiones que da todo el elenco olímpico. En el fondo, la entretenida trama planteada es bastante tópica y se basa en la esencia de la mitología, pero Azzarello la adapta al ritmo vertiginoso del cómic para ofrecerla en un vistoso planteamiento a los lectores al tiempo que con premeditada intención va añadiendo vueltas y revueltas a la historia.

 Azzarello para ir presentando todo el elenco coral de personajes en el que en el fondo Diana hasta el momento no deja de ser uno más usa como desencadenante el embarazo de una mortal por Zeus y a partir del mismo jugar con los personajes y las volubles alianzas a las que los dioses griegos acostumbran. Curiosamente, Azzarello ha sabido llevar a los personajes a su terreno alejado de la solemnidad homérica o la épica kirbiana para abordarlo desde un plano más cercano al hard boiled tarentiniano o el manga con influencias de John Woo por lo que uno acepta sin rechistar y sin sorpresa que los dioses disputen a pistoletazos o puñetazos como si de pandilleros se tratara, como en esta misma entrega se puede comprobar.

Buena parte del éxito de la propuesta de Azzarello se debe a la estupenda labor gráfica de los dos dibujantes habituales Cliff Chiang y Tony Akins, a los que en esta entrega apoya el español Kano en un episodio, para ofrecer versiones de los divinos personajes imaginativas y frescas en las que mezclan la simbología clásica asociada a los mismos con otras propuestas más cercanas a la estética abiertamente superheroica.

En definitiva, esta tercera entrega de la nueva “Wonder Woman” ofrece un tebeo entretenido y simpático que cumple con su función de hacer pasar un buen rato al lector a pesar de la simpleza de la trama planteada mostrando más allá de cualquier duda la solidez de los arquetipos sobre los que se asienta. Y es que los dioses griegos aguantan lo que les echen, incluso a Azzarello y compañía.  

lunes, 13 de agosto de 2007

“Gotham Central 6: Domingo Sangriento y Corrigan II“ de Rucka, Lieber y Kano.



Entre las vacaciones y la montaña de lecturas que tengo pendientes se me había quedado traspapelado el último tomo de “Gotham Central” así que hoy toca solventar tan terrible desliz escribiendo algo al respecto.
Todo se acaba y eso es lo que ha pasado con “Gotham Central” , la serie centrada en la Unidad de Crímenes Mayores del Departamento de Policía de Gotham que tan buenos momentos nos ha dado a todos sus incondicionales.
El último tomo publicado por Planeta engloba los números 37 al 40 de la edición norteamericana y en ellos asistimos a la conclusión de la trama iniciada ya hace unos episodios en torno a Corrigan, el policía corrupto del Departamento. Crispus Allen, el compañero de René Montoya, decide investigar a Corrigan en solitario. Cuando parece que ha reunido las pruebas suficientes para detenerlo, Allen cae en una emboscada de Corrigan, lo que provocará el deseo de venganza de Montoya que irá a por él a riesgo de perder lo que más aprecia, su placa y su novia.
Dramático final el Rucka nos guardaba para el último numero de “Gotham Central” con una René Montoya desequilibrada que queda a la deriva (SPOILER - a la espera de convertirse en una de los principales protagonistas de “52” – FIN SPOILER) y un Crispus Allen masacrado por la espalda (SPOILER.- a la espera de ser resucitado y convertido en el nuevo Espectro en "Crisis Infinita" – FIN SPOILER), un punto final magistral para la pareja de policías que se habían convertido en el verdadero motor de la serie prácticamente desde los inicios de la misma y que deja clara la intención de los autores de no continuar con la misma en el futuro. Rucka firma en estos números la que probablemente haya sido una de sus mejores historias dentro de la serie pero sin llegar en ningún momento a la brillantez que demostrara Brubaker, dotando a la muerte de Allen y la posterior reacción de Montoya de la necesaria tensión dramática, bien secundado por los lápices de Lieber y Kano, que si bien no logran en ningún momento hacer olvidar a Michael Lark ilustran con oficio la trama consiguiendo un par de escenas realmente brillantes.
Ahora que Planeta va a volver a editar los primeros quince números que ya sacara en su momento Norma recomendar a aquellos que todavía no los tengan que se hagan con ellos ya que se trata de los mejores números de la serie y, por último, dedicar un tirón de orejas a Planeta - pero de los que te quedas con la oreja en la mano - por la jugarreta del precio de este último tomo. 96 páginas al mismo precio que las 112 del tomo anterior no son de recibo ni tienen fácil justificación. Esperemos que estas cosas no se repitan.
Si quieren leer algo más sobre las entregas anteriores de la serie pinchen aquí ó aquí.

miércoles, 20 de junio de 2007

“Gotham Central 5: la muerte de Robin” de Rucka, Brubaker, Kano y Gaudiano



Con un poco de retraso vamos a ocuparnos del penúltimo tomo publicado por Planeta de la serie “Gotham Central”, en concreto el que engloba los números 33 a 36 de la numeración americana y el arco titulado “La muerte de Robin”:
¿Qué pasa en EEUU cuando una serie baja alarmantemente sus cifras de venta y ya no resulta rentable para la editorial? Cerrarla, obviamente, pero antes se le suele dar una oportunidad a los guionistas para que la intenten reflotar de la mejor manera que se les ocurra y si estos no tienen tiempo o ideas la opción más socorrida es “matar” a uno de los protagonistas principales. Por esta opción es por la que se decantaron en estos números Brubaker y Rucka, matando a Robin, el chico maravilla, el compañero infatigable de Batman. De este modo, en el primer número del arco y la portada se nos mostraba a un Robin roto caído en el suelo al que le salía sangre por la cabeza y rodeado de policías. Los detectives de la UCM de Gotham no saben si están ante el verdadero Robin o no, dado lo esquivo del personaje, e inician la investigación para tratar de aclarar el homicidio con dos focos de sospecha principales, los enemigos del Hombre Murciélago y el propio Batman. La investigación parece encontrarse en un punto muerto para los policías de Gotham tras el interrogatorio a los Titanes, incapaces de determinar si el cadáver aparecido es o no Robin y la aparición de un segundo Robin no les facilita las cosas. Finalmente, logran encontrar un sospechoso en la figura de Simon Lippman, un periodista aparecido anteriormente en otros arcos argumentales de la serie, pero el caso se resuelve de la manera más sorprendente posible.
“La muerte de Robin” no deja de ser una historia entretenida y bien desarrollada aun cuando la forma de resolverla sea un poco apresurada y fácil. Sin embargo, a la historia le falta la tensión dramática que fue el sello de la colección en sus primeros números por un motivo fundamental: el lector cuenta con más información que los detectives ya que sabe que Robin no ha muerto y los asesinados no pueden ser él. La búsqueda de realismo resulta patente y no se puede negar la habilidad de los guionistas para hacer que los planteamientos de los detectives en su investigación resulten lógicas y sus diálogos plausibles. En el aspecto gráfico, destaca la vuelta a los lápices del español Kano (“Superman Action Comics”, “Hero”) tras su colaboración entintando el tomo anterior junto a Gaudiano. Sin embargo, Kano hace un trabajo muy marcado por la referencia de Michael Lark y no acaba de aportar el grado de originalidad que puede esperarse de él.
Tras esta historia Brubaker abandonó la serie quedando Rucka al frente del guión en el último arco argumental del que me ocuparé próximamente. Sigan atentos.
Para leer anteriores entradas relacionadas con “Gotham Central” pincha aquí.