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martes, 1 de abril de 2014

“Dieter Lumpen”, de Rubén Pellejero y Jorge Zentner.




Si hay una serie que parecía maldita y nunca íbamos a poder ver reeditada por estos lares esa era la ochentera “Las aventuras de Dieter Lumpen” del equipo formado por el dibujante español Rubén Pellejero y el guionista argentino Jorge Zentner que los más viejos del lugar descubrieron a mediados de los ochenta en la mítica revista “Cairo” o en los álbumes de Norma y otros a través de la serie en grapa de Planeta de los noventa. Por ese motivo, la alegría es doble, no solo por verla reeditada sino porque además Astiberri ha recuperado toda la serie al completo en un estupendo y único tomo integral que además está muy bien de precio tal y como están las cosas.
Dieter Lumpen es un apuesto vagabundo que vive sus aventuras a lo largo de todo el globo, desempeñando los más diversos trabajos y ayudando siempre a un amigo en apuros o una hermosa mujer. Lumpen es un antihéroe por naturaleza que ama ante todo su libertad y cuyo único objetivo en la vida es disfrutar de la existencia pero al que los problemas suelen perseguir.
Astiberri ha realizado un gran trabajo de restauración a la hora de recuperar en toda su grandeza esta maravillosa serie  clásica por la que no han pasado los años en la que Jorge Zentner emula al mejor Pratt a la hora de insuflar a sus historias ese aroma de la aventura por la aventura clásica con ciertos toques de realismo mágico  con un tratamiento que por desgracia creo que se ha perdido irremediablemente en el Cómic actual. Zentner demuestra saber manejarse a la perfección en ese difícil registro tanto en las aventuras cortas como en las tres de mayor extensión convirtiendo cada aventura en el vehículo ideal para el lucimiento de Rubén Pellejero.

Si las tramas urdidas por Zentner son estupendas el que le otorga un salto de calidad a la serie respecto a otras de similares características y la hace tan destacable es sin duda el deslumbrante acabado gráfico que le proporciona un enorme Rubén Pellejero que otorga a todas las historias la ambientación y atmósfera perfectas convirtiendo cada viñeta en una ventana a rincones exóticos en los que perderse y en la que se puede percibir el especial cuidado que puso el dibujante para documentarse en la recreación de las diversas localizaciones y construcción de unos magníficos secundarios con vida e identidad propia. Pellejero le da un acabado elegante y finísimo a las diversas historias y lleva a otra dimensión los guiones e indicaciones de Zentner alcanzando un grado de compenetración con el guionista especial.

En fin, la lectura de esta edición de “Dieter Lumpen”, para la que se ha coloreado las tres primeras historias aparecidas en blanco y negro con estupendo resultado, es obligada para todo aficionado al cómic que se precie. Un cómic que merece la pena (re)descubrir y con el que recuperar el placer de la lectura de cómics.

miércoles, 13 de junio de 2012

“El Silencio de Malka”, de Rubén Pellejero y Jorge Zentner.

El otro día un amigo me comentaba lo que le había gustado esta obra de Pellejero y Zentner publicada en su momento por Glénat Ediciones picándome el gusanillo de releerla y compartirla en el blog. Y es que la multipremiada “El Silencio de Malka” es una obra que, como los grandes clásicos, no acusa el paso del tiempo dejando constancia palpable del talento de sus autores.
El álbum nos cuenta la historia de una familia de emigrados judíos a principios de siglo pasado de la dura y fría Rusia zarista a la Argentina rural a través de los ojos de Malka, una niña inteligente y extrovertida. Su visión infantil e idealizada de la dura vida de sus mayores se verá, sin embargo, afectada por una serie de asesinatos cometidos por un misterioso sirviente mudo de oscuro origen. Ya adulta, Malka intentará encontrar al asesino y descubrir su secreto.
Inspirándose en la historia de su familia, el argentino Jorge Zentner construyó una historia a la mayor gloria del dibujante español Rubén Pellejero quién firma uno de sus mejores trabajos restando importancia a la odisea de los emigrantes judíos y a los elementos fantásticos propios de la mitología hebraica de la obra para centrarse en la descripción del día a día de los protagonistas a través de  los pequeños detalles que pueblan sus viñetas. Es en ese aspecto, en el que “El Silencio de Malka” seduce a sus lectores más que como relato fantástico o de intriga, lastrado en parte por su organización en capítulos para su original publicación en revista, encontrando en el costumbrismo lírico de sus descripciones a través de los ojos de la pequeña Malka su máximo atractivo.



Pellejero realiza un trabajo espectacular a la hora de transmitir las emociones aprovechando su dominio del color directo, pero también en la descripción de las hermosas y amplias extensiones campestres mediante viñetas panorámicas y la búsqueda de escorzos difíciles y elegantes transiciones que dotan de una mayor amplitud su horizonte y evocan de un modo inconsciente las descripciones de Pasternak.



“El Silencio de Malka” es una obra sensible y hermosa que captura los momentos mágicos de las existencias más duras como solo la perspectiva sanadora del tiempo y la fantasía permite. Pellejero y Zentner aplicaron esa enseñanza para ofrecernos un sentido homenaje a los olvidados de la historia en una obra que no debería faltar en ninguna tebeoteca.

miércoles, 1 de junio de 2011

“El Vals del Gulag”, de Rubén Pellejero y Denis Lapière.

No sé si Rubén Pellejero y Denis Lapière tenían en mente la novela de Pasternak o la posterior peli de Lean de “Doctor Zhivago” en la cabeza cuando ideaban “El Vals del Gulag”, pero a mí cada vez que releo esta hermosa historia de amor no puedo más que recordar aquellas obras y oír resonar en mi cabeza la melodía de Jarre. A pesar de ello, "El vals del Gulag" es una excelente obra por derecho propio.

A pesar que leáis por ahí sobre que “El Vals del Gulag” es un cómic que denuncia las crueldades de las purgas estalinistas (que también algo de eso hay), en realidad es ante todo una de esas románticas historias de amor “más grandes que la vida” que tanto gustaban a nuestras madres. La historia de Kalia, la protagonista, quién dedica su vida entera a intentar reunirse con su querido Vítor, primero superando la negativa paternal y, más tarde, la II Guerra Mundial y las Purgas Estalinistas que llevaron al bueno de Vítor al destierro en un campo de trabajo en Siberia. Siguiendo sus pasos durante años, Kalia descubriendo las inhumanas condiciones en que vivieron los prisioneros en esos campos, convirtiéndose el vals del gulag en la prueba definitiva a su inquebrantable amor de tantos años. ¿Que qué es el “vals del Gulag”? Tendréis que leeros el cómic para saberlo.

Denis Lapière escribe una hermosa historia en la que pone de manifiesto su maña para este tipo de tramas en las que mezcla el romanticismo arrebatado en contextos históricos especialmente complejos. Lo hizo anteriormente con Pellejero en “Un poco de humo azul” y lo volvió a repetir posteriormente con el mismo autor en“Un verano insolente” pero es quizás en esta obra donde el resultado es más logrado e intenso logrando mantener el interés de la historia evitando caer en todo caso en la sensiblería.

Buena culpa de ello la tiene un Rubén Pellejero que logra uno de sus mejores trabajos desplegando todo su buen hacer para que la historia mantenga intacto su interés hasta un cuidado final abierto que será del agrado de cualquier lector. Pellejero cuida con mimo todos los detalles para mantener la tensión de la historia sin que esta se desborde hacia el melodrama facilón, adoptando un enfoque narrativo alejado de la historia, muy al estilo de autores como Cosey, sacando buen partido a su estilo de trazo grueso y feísta, pero enormemente expresivo y detallista, que dota de mayor realismo y humanidad a las localizaciones y los personajes al tiempo que refuerza la atmósfera oscura y triste del relato, logrando con sus sabios encuadres y el elaborado tratamiento del color, llevar la historia a unas cotas que de otro modo el buen argumento de Lapiére no alcanzaría por sí solo. Pellejero logra quizás en este álbum su madurez como narrador centrándose siempre en lo esencial de la historia y prescindiendo de elementos y artificios superfluos para llegar al lector mostrando únicamente lo esencial de la historia que le lleva incluso a prescindir de cualquier tipo de texto.

En ese sentido, el análisis del tratamiento del color de “El Vals del Gulag” debería ser de estudio obligatorio en las escuelas de dibujo para que los futuros dibujantes de cómic aprendieran todas las posibilidades no solo descriptivas sino también narrativas que el color tiene y como su correcto uso puede influir en la percepción de la obra del lector. A través del uso de tonos fríos y neutros, Pellejero logra da cohesión a toda la obra, dotándola de una crudeza triste y melancólica que se transmite al lector, al tiempo que utiliza la preponderancia y el contraste de unos y otros colores para establecer cortes entre los diferentes lapsos temporales en la prolongada línea temporal en que se desarrolla la trama y dotar cada episodio de una identidad propia dentro de la historia, cuidando especialmente la luminosidad y el desarrollo de distintas atmósferas tanto exteriores como interiores. Lo cierto es que a pesar de su aparente sencillez resultaría apasionante analizar cada una de las viñetas del álbum, ya que se nota el cuidado especial que ha puesto en ellas el dibujante.

En definitiva, más allá del atractivo que a priori pueda despertar para cada lector la temática de “El vals del Gulag” este es un cómic que ningún aficionado debería dejar de conocer y valorar dado el acertado equilibrio que los autores han logrado en el mismo entre el guión y el dibujo para lograr que la historia funcione como un todo unitario sino especialmente por los recursos gráficos que un Pellejero especialmente inspirado maneja con maestría. Un tebeo excelente.

martes, 5 de abril de 2011

“Un verano insolente”, de Rubén Pellejero y Denis Lapière.

Astiberri acaba de publicar “Un Verano Insolente”, la última obra de Rubén Pellejero en colaboración con el guionista francés Denis Lapiére, reuniendo en un único integral a tamaño “novela gráfica” los dos álbumes que la componen, como ya hiciera con su anterior obra publicada con esta misma editorial, “En Carne Viva”. Ignoro si van a vender más en las grandes superficies y el propio Pellejero justifica la edición en esta entrevista, pero uno se resiste a creer que un autor contrastado como él vaya a “vender” menos si se hubiera optado por haber optado tal y como se editó la obra en Francia (en formato álbum y con los “ex libris” y la portada del segundo álbum que en la edición española se han escamoteado) que con la edición jibarizada –cierto es también que el dibujo de Pellejero es de los que mejor soporta la reducción- que se nos ofrece a los sufridos aficionados en España. Yo creo que esto son habas contadas y probablemente se habría vendido lo mismo y habrían dejado a los aficionados mas contentos aunque otra cosa son loslos costes para la editorial que de este modo imagino se reducen. Dicho lo cuál, “Un verano insolente” es un tebeo excelente merced a su excelente fluidez narrativa que desglosa con aparente sencillez la relación entre la atractiva Tina Modotti y el fotógrafo estadounidense Edward Weston en el México posrevolucionario de los años veinte que en aquellos momentos vivía una ebullición política y cultural sin precedentes de la mano de una generación de artistas e intelectuales (Diego Rivera, Siqueiros, Nahui Ollín, Frida Kahlo…) tan rica y llena de contrastes como el propio país. Un tebeo que tenga como principal protagonista a un personaje tan atractivo y sugerente como Tina Modotti parte con la desventaja de la comparación inmediata con la magnifica obra de Ángel de la CalleModotti: una mujer del siglo XX” en la que el salmantino realizaba un excelente retrato de la fotógrafa italiana. Para evitar esa sombra, Lapière se centra exclusivamente en un período concreto de la vida de esta que vivió junto al fotógrafo Edward Weston a través de los recuerdos de un supuesto amigo, un escritor de nombre Teo, quién en medio de una juerga en homenaje a Tina evoca los tiempos felices que vivieron juntos en su juventud en contraste con los sueños frustrados del presente. Si Lapière cumple pues sobradamente, el que logra que el tebeo funcione y merezca una relectura una vez más es un Rubén Pellejero excelente que se muestra como un autor pleno de recursos para evitar cualquier confusión en una historia construida a partir de las elipsis y las digresiones constantes de los recuerdos incorporados a partir de poéticas y bellas transiciones del narrador interpuesto y resulta una delicia recrearse en los hermosos efectos de luz tan característicos del autor. Por otro lado, se nota igualmente el trabajo de documentación de los autores, especialmente de Pellejero, en la caracterización de los personajes históricos reales y la recreación del contexto histórico en que se mueven desplegando una rica gama de colores ocres y apagados para captar la belleza de los espacios abiertos mexicanos yuxtaponiendo su propia visión del país y sus localizaciones a la de los fotógrafos protagonistas. En definitiva, “Un verano insolente” quizás no sea la mejor obra de Pellejero, pero es un tebeo hermoso que no desmerece de obras anteriores, ni tampoco la obra definitiva sobre Tina Modotti pero en todo caso es una obra superior a la media y un excelente acercamiento que a más de uno le despertará la curiosidad por leer otras obras como la de Ángel de la Calle y saber más sobre sus atractivos protagonistas.


Hay os dejo la portada y los "ex libris" que NO aparecen en la edición de Astiberri:













lunes, 21 de marzo de 2011

Sobre Pellejero y los formatos.

Pregunta: - ¿Cómo has visto la edición por parte de Astiberri? Quizás se ha echado en falta la portada del segundo tomo, en lugar de la página en blanco que divide un tomo y otro, no?

Pellejero: A mi me ha gustado. Se echa en falta si ya has visto la portada del segundo tomo en francés, pero desde ese punto de vista también se podría haber puesto una ilustración de las que también se editaron en francés en la edición de tiraje limitado como regalo. Astiberri ha seguido la misma línea que con "En carne viva". Puestos a encontrar un "pero" hubiera preferido que se publicara sin corte de página en blanco o sea toda la historia de continuo. Pero, bueno, tampoco estoy muy encima de la editorial. Yo recibo los archivos con el color y los textos, doy mi repaso y visto bueno y ya está. Con Astiberri (los tiempos han cambiado mucho por supuesto) puedo al menos ver las pruebas de impresión cosa que en las anteriores editoriales no veía ni eso. Claro que eran otros tiempos y la comunicación vía internet no existía como ahora.

Pregunta: - Tus dos últimas obras han sido editadas en nuestro mercado a distinto tamaño que la edición para el mercado franco-belga. Va destinada a un público distinto?

Pellejero: Yo publico en Francia en primer lugar y después se edita aquí. Aquí en formato "novela gráfica" ya que ha sido interés y la línea del editor. Yo no hablaría de destinada a un publico distinto sino que diría más bien destinada a un formato distinto. Yo no dibujo mis álbumes (al menos hasta el momento) pensando en el formato "novela gráfica". Sí hiciese una historia inicialmente para el mercado español, lógicamente esto lo tendría en cuenta. El público de aquí puede leer del mismo modo que el francés las historias que dibujo ya que los temas acostumbran a ser perfectamente exportables de un país a otro. Otra cosa distinta sería, si yo dibujase una historia para el lector de aquí y con una temática muy nuestra, eso quizás no interesaría tanto al publico francés.

(Angux ha realizado una estupenda entrevista a uno de nuestros más talentosos y prestigiosos autores Rubén Pellejero los detalles de su última obra publicada en España, “Un verano insolente”. Me llaman especialmente la atención las respuestas del autor en torno al interés del editor por publicar la obra en formato “novela gráfica”, reducido respecto al tamaño de la edición francesa. ¿A qué obedece ese interés?¿Por qué narices tanta obscecación por calzar realizadas en un formato en otro?¿Aun contando con la supervisión del autor, como en este caso, no resultará a la larga pernicioso para la consideración artística del Cómic y sus autores el primar el formato y los intereses de las editoriales por encima de las obras? ¿Ahora va a resultar que después de darle tantas vueltas al concepto "novela gráfica" simplemente va a resultar que se va a reducir todo a un formato libro? Son preguntas para las que no tengo respuesta pero me gustaría conocer vuestras opiniones. Eso sí, no dejéis de leer la fantástica entrevista a Pellejero aquí acerca de un tebeo que no pienso dejar de leer).

viernes, 4 de febrero de 2011

“Tabú”, de Rubén Pellejero y Jorge Zentner.

Entre la vorágine de las novedades que aparecen constantemente hay obras publicadas hace años que merece la pena pararse a releer despacio. Tebeos que con el paso del tiempo deberían adquirir la condición de clásicos en lugar de caer en el olvido y los afilados dientes de las trituradoras de papel. A algo más de diez años de su primera publicación, uno de esos tebeos es el “Tabú”, de Rubén Pellejero y Jorge Zentner que editado por Glénat, un tebeo sutil y exquisito que me da la sensación que ha pasado algo desapercibido eclipsado por otras obras de Pellejero.

Tabú” empieza planteado como un polar que evoca a Manchette o Malet en la presentación de los misteriosos asesinatos, aparentemente sin conexión, que están sucediendo por toda la ciudad con un único elemento común la aparición junto a las víctimas de una misteriosa cita del “Fausto” de Goethe que lleva al inspector encargado del caso a pensar que es el mismísimo diablo su autor. Un nuevo elemento entra en juego con la aparición de Maria, camarera del club Tabú, a quién la enigmática y sofisticada Princesa la ofrece devolverla su antigua vida de artista.

El misterio y la magia son los dos grandes elementos sobre los que Jorge Zentner asienta una historia de tramas paralelas que solo al final acaban congeniando en un discurso único por el que el argentino recibió el premio al Mejor Guión del Salón de Barcelona 2001. Si la historia parte de un planteamiento cercano al género negro francés en su costumbrismo y la aparición de una subtrama humorística referente a la vida sentimental del inspector encargado del caso, se ve enriquecida por la aparición de la trama mágica protagonizada por Maria y Princesa y la narración del pasado de aquella con lo que Zentner elabora un complejo artificio de tramas solapadas que recuerda a las babushkas rusas introduciendo historias dentro de la historia que se complementan y enriquecen sin que importe tanto la conclusión de la misma en su abrupto final siendo en este caso la historia una mera excusa para plantear la historia recordando en ocasiones a otro grande como Jorge Sampayo y sus obras con José Muñoz..

Todo el artificio planteado por Zentner no se sostendría sin la habilidad de un Rubén Pellejero que se muestra como un dominador absoluto de la mancha y el contraste entre blanco y negro. Si en las primeras páginas del álbum podemos pensar que estamos ante un prototardi pronto Pellejero obvia esa referencia para incidir en la fuerza evocadora de su dibujo para convertir a la ciudad y sus personajes en el fin del álbum y no sólo en meros actores de una historia que es una mera excusa para mostrar su habilidad. Pellejero da un curso del manejo de la élipsis para reforzar la irrealidad de la historia y utiliza de los tonos grises para introducir la narración del pasado de Maria. Cada viñeta de Pellejero supone una nueva invitación al lector para demorarse en el descubrimiento de un nuevo detalle, una nueva perspectiva, un desafío constante que enriquece enormemente la (re)lectura.

Tabú” es una pequeña joyita del cómic patrio y no debería faltar en ninguna tebeoteca que se precie, una delicatessen para todos los públicos en la que demorarse.

miércoles, 19 de enero de 2011

El Cartel del 29 Salón de Barcelona made in Rubén Pellejero.

Supongo que ya lo habréis visto, pero por si acaso no me resisto a subir, el cartel de Pellejero para la próxima edición del Salón de Barcelona que se celebrará del 14 al 17 de Abril con unos cuantos invitados anunciados que ponen los dientes largos.

El cartel es bonito pero soso. Para ser obra de Rubén Pellejero me ha dejado un poco frío la verdad.

Aquí tenéis toda la información sobre el Salón actualizada.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Rubén Pellejero, innovando con causa.

Toni Boix: ¿En qué apartados de tu propuesta gráfica te permites innovar y en cuáles prefieres mantenerte dentro de unos registros clásicos que favorezcan la narratividad del dibujo?
Rubén Pellejero: No me planteo innovar porque sí. Aquí está la diferencia con aquél que busca sobre todo que su estilo sea fácilmente reconocible. La innovación en mi trabajo la he ido destilando poco a poco sin que fuese a veces muy perceptible pero que con el tiempo ha sido evidente. Podría decir que me mantengo estable en cuanto a cierta composición clásica de la página, sín estridencias compositivas de viñetas y un cierto naturalismo en la actitud tanto de los personajes como de las escenas en sí. El hecho de colaborar con guionistas que también ellos han estructurado las secuencias de un modo bastante tradicional ha ayudado a que yo me mantenga fiel a este tipo de enfoque de la narración, digamos, más tradicional. Si bien he de decir que yo siempre he tomado mis propias iniciativas en el campo narrativo, no es tan fácil ni evidente la experimentación en ese terreno como en el caso del que realiza sus propios guiones. El apartado innovador yo lo centraría mucho más en el propio grafismo del dibujo y en el aspecto general de cada uno de mis álbumes: el color, el tipo de atmósfera a crear, la técnica a emplear, etc.

(De obligatoria lectura la entrevista que Toni Boix realizó a Rubén Pellejero para Zona Negativa hace unos días con motivo de la publicación deEn Carne Vivadel que ya comenté por aquí. En ella, Pellejero demuestra ser un autor inteligente y con las ideas muy claras sobre su propio trabajo que analiza muy objetivamente dejando algunas ideas sobre las que no está de más que muchos autores jóvenes se pararán a meditar.Pero mejor me callo y os dejo que leáis la entrevista completa aquí. A propósito, poco días después de la publicación de esta entrevista le fue otorgado a Rubén Pellejero el Gran Premio del Salón de Barcelona. Completamente merecido, en mi opinión).

martes, 13 de abril de 2010

“En carne viva”, de Frank Giroud, Florent Germaine y Rubén Pellejero.

Astiberri ha publicado un integral en el que se recoge el último trabajo de Rubén Pellejero publicado directamente en Francia, “Sécrets- L’ Écorché”. Más allá de lo adecuado o no de la edición que les comentaba el otro día creo que “En Carne Viva” es un cómic modélico en su género, basado en la solidez narrativa y la calidad gráfica de unos autores que cimentan su labor en el conocimiento del medio más que en su condición estelar (aunque reúnan méritos y talento más que suficiente para ello). Les cuento.

En los últimos días de la Comuna de París, un joven oficial salva la vida de una pareja de revolucionarios ante el pelotón de ejecución. Un acontecimiento que marcará tanto la vida de los afectados como la de Tristán Paulin, un joven y talentoso pintor que durante la mayor parte de su vida padece una malformación que le impide hablar y le obliga a llevar la mitad inferior de su cara continuamente embozada. Paulin intenta abrirse camino como pintor en el París bohemio y artista mientras ayuda a sus padres carniceros y padece las consecuencias de su tara, sintiéndose siempre el centro de un secreto que se le escapa. Cuando sus padres aparecen brutalmente asesinados, Tristán irá tirando del hilo del insospechado secreto que le rodea, un secreto del que será víctima y cómplice y marcará toda su vida. Si quieren saber más, ya saben, a leer el tebeo.

En carne viva” se encuadra dentro de “Sécrets”, el proyecto más ambicioso del guionista Frank Giroud, conocido básicamente en España por “El Decálogo”, en el que, colaborando en cada ciclo con distintos dibujantes, propone historias independientes entre sí cuyo único denominador común es la existencia de un secreto familiar. De las distintas historias que hasta el momento componen “Sécrets” seguramente esta es la más interesante y atractiva tanto por el momento y el lugar en que se encuadra la historia – el París de finales del XIX y principios del XX- como por la lograda caracterización de los personajes en una trama que atrapa al lector desde el primer momento.

Giroud y Germaine logran un justo equilibrio entre el folletín decimonónico a lo Sue y el relato constumbrista a lo Maupassant manteniendo al lector atrapado en la intriga de un secreto que no acaba de desvelarse definitivamente hasta el final del tebeo (a pesar de las pistas que los guionistas van sembrando a lo largo de la historia). En ese sentido, es de destacar que no hayan optado por enfocar la historia en la línea manida de venganzas que hubiera resultado probablemente más comercial y haya planteado un tratamiento más maduro, adulto y ambiguo de los distintos personajes.

Si el guión es destacable, no se queda para nada atrás la labor de un Rubén Pellejero que derrocha sabiduría en cada viñeta y muestra su enorme calidad narrativa y técnica en cada viñeta, reforzando una historia que en manos menos expertas no hubiera alcanzado este nivel de desarrollo. Pellejero aporta claridadpara no perderse en una historia de parentescos que se desarrolla a lo largo de ochenta años a través de una estructura compleja, dejando buena muestra de una excelente labor de documentación en el tratamiento de las localizaciones en las que se desarrolla la historia.

Pellejero logra dotar de una personalidad definida a los distintos personajes que campan por sus páginas algo especialmente complejo en el caso del protagonista, Tristán, que es reflejando constantemente medio embozado. A pesar de contar con esta dificultad, el dibujante logra reflejar a través de la mirada del personaje sus distintas reacciones midiendo hábilmente la incorporación del texto escrito a través del diario y las notas que Tristán utiliza para comunicarse más como un elemento narrativo que como medio para acabar de definir a un personaje muy logrado.

Pellejero, se muestra, como es ya habitual, como un experto en el manejo del color y la perspectiva como elementos narrativos sobre los que sustentar distintos momentos de la historia pero, además, sus acuarelas sobre todo en la reproducción de las pinturas de Tristán como en los fondos de las localizaciones exteriores se vuelve más impresionista quizás en lo que es un homenaje a ese movimiento pictórico. Además, Pellejero utiliza la composición de página como un medio más para reforzar y describir tanto las reacciones de los personajes como para reproducir la sensación de movimiento a través de elegantes recursos.

En definitiva, “En carne viva” es un álbum que nadie debería perderse en el que queda en evidencia la importancia de la labor del dibujante para conseguir que una historia pase de ser un mero entretenimiento a convertirse en toda una obra de arte plagada de recursos. Yo no me la perdería.

Aquí pueden visitar el blog que Pellejero ha abierto dedicado a esta obra.

lunes, 22 de marzo de 2010

Desvergonzado Pellejero.

P: ¿Qué es para ti la historieta?

R: Son muchas cosas. De entrada… es todo. Son parte de las 24 horas del día. A veces te vas pensando a la cama en la página que tienes a medio entintar. Nos ocurre a todos los que dibujamos. Son muchas cosas. No quiero hablar de lo que es la historieta en sí como medio de expresión. Para mí ha sido un arte con el cual he tenido la suerte de ganarme la vida, es un factor a tener en cuenta. Y pienso que hay que decirlo sin ninguna vergüenza, me gano la vida haciendo cómics. Que no sea un factor de menosprecio o vergüenza. Qué pasará cuando vayas a la Universidad o trabajes en algún sitio. Yo trabajo haciendo comics, al que no le guste pues lo siento. Este es un medio importante, en Francia y en el mercado francés esto lo tienen muy claro. Dibujante de comics es una profesión. Dentro de esta profesión hay muchos niveles. Hay el señor que dibuja y dibuja toda la vida lo mismo, hay comic alternativo… Pero todo es como una gran familia que va unida. Y en el público lo ves. Ves un aprecio, una naturalidad cuando se acercan al autor que dista mucho de ser el público que es ya de por sí fan del cómic. El público tiene muchos campos, por ejemplo, la mujer que está comprando en el mercado de al lado de un festival de cómic, se acerca a ver los cómics. Pienso que esto es lo bonito, lo interesante. Esta normalidad de que el cómic sea valorado como un arte. Como las demás artes.

(Extracto de una completa entrevista realizada a Rubén Pellejero en los I Encuentros de Cómic de Ávila celebrados en 2007 y publicada íntegra en EntreCómics. Pellejero es uno de los dibujantes españoles más interesantes y personales siendo toda su obra altamente recomendable y creo que tiene mucha razón en estas declaraciones. Muchas veces para que los demás valoren tu propio trabajo hay que reivindicarlo y no sentirse acomplejado, cosa que, al menos, en otros tiempos parecía que ocurría con los autores de cómics en España. La caricatura es de Paco Nájera).