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miércoles, 18 de junio de 2014

“Ladrón de Ladrones 3: Venecia”, de Robert Kikrman, Andy Diggle, Shawn Martinbrough y Félix Serrano.





Planeta publica la tercera entrega de “Ladrón de ladrones”, la serie buque insignia de ese interesante experimento que se ha montado Robert Kirkman en el sello Skybound de Image en el que, como si de precocinados se tratase, propone ideas para que las desarrollen otros con vistas a su cercana adaptación televisiva o cinematográfica. En esta tercera entrega de “Ladrón de ladrones”, seguramente la más convencional  de todas las propuestas de Skybound pero también la que más posibilidades tenga de dar ese paso final a la pantalla al ahondar en un subgénero con tantos adeptos como el de los ladrones de guante blanco, se recogen los números 14 a 19 de la serie original y la acción y el interés de la serie crecen.

Redmond, el ladrón de ladrones, si quiere salvar la vida de su hijo rehén del sanguinario y expeditivo Lola tendrá que llevar a cabo su golpe más arriesgado robando a los mismos capos de la mafia italiana sus tesoros más valiosos. Para ello, Redmond debe reunir a su antiguo equipo, incluida su conflictiva ex, y trasladarse a la Reina del Adriático, Venecia. Todo parece ir bien hasta que la presencia de la perspicaz e inagotable agente del FBI Liz Cohen complique el golpe.

Robert Kirkman sin duda sabe cómo desarrollar una trama entretenida y estas historias de ladrones de guante blanco siempre son muy agradecidas, más si para el desarrollo de este tercer arco argumental Kirkman ha contado con la ayuda de un experto en el cómic de acción como Andy Diggle que se conoce a la perfección los trucos del oficio. Kirkman y Diggle construyen una eficaz trama en la que el primero se encarga de coordinar la historia para que cuadre dentro del esquema argumental que ya tenía prefijado y el segundo de los detalles de esta segunda historia que a pesar de su sencillez resuelve con pericia.

Quizás donde la serie no resulta tan atractiva sea en el apartado gráfico, donde  el trazo burdo de Shawn Martinbrough le resta vistosidad al pastiche aunque también hay que reconocer que es un dibujante que se adapta a la perfección al estilo Kirkman con una narración directa y muy cinematográfica a las que se aúna un estilo poco elaborado. El colorista Félix Serrano le da a la serie un acabado muy personal que la distingue de otros productos similares.

En fin, a la espera de verla adaptada, “Ladrón de ladrones” sin ser deslumbrante por su originalidad es una serie entretenida y bien desarrollada que explota todas las convenciones del género al que se adhiere. Si se deciden hacer una peli, seguro que tienen éxito.

martes, 27 de mayo de 2014

“Los Muertos Vivientes: Guerra Sin Cuartel I”, de Robert Kirkman y Charlie Adlard.




Planeta llega a la vigésima entrega de “Los Muertos Vivientes”. la cada vez más popular serie de zombis de Robert Kirkman y Charlie Adlard  merced al eco que le ha proporcionado su exitosa versión televisiva. En esta entrega, que recoge los números 115 a 120 de la serie regular norteamericana, Kirkman da por fin un acelerón a la historia en la que pone en evidencia todas las virtudes y defectos que veníamos comentado en entradas anteriores.

Rick y sus aliados unen sus fuerzas y pasan al ataque desvelando su estrategia contra Negan y sus hombres. Al principio, a pesar de algunos imprevistos, el golpe de mano de Rick y los suyos parece que va a resultar definitivo. Sin embargo, cuando Negan pasa al contraataque se muestra tan letal y expeditivo como acostumbra llegando la guerra entre los distintos grupos de supervivientes a un punto en el que cualquiera puede resultar vencedor.

Kirkman construye un arco argumental – en realidad la primera parte del arco pues este continua todavía en Estados Unidos- en el que no da tregua al lector y en el que la acción pasa a un primer plano y el ritmo de la serie se acelera página a página en un toma y daca entre los diversos bandos que no da tregua a un lector que llevaba tiempo sin disfrutar de tantos trajines en la serie.  
Kirkman como es habitual se muestra original y hasta cierto punto vuelve a dar una participación activa a los zombis caminantes que tanto tiempo llevaban en un segundo plano convirtiéndolos en un arma dentro de la sociedad futura de supervivientes que nos va descubriendo en cada entrega.

Todo pintaría perfecto si a las habilidades para mantener la atención del lector de Kirkman y expansionar una y otra vez las temáticas de la serie le acompañara un acabado gráfico de altura. Sin embargo, si queremos seguir disfrutando del talento de Kirkman como contrapartida tenemos que sufrir el cada vez más esquemático y aburrido apartado gráfico a cargo de un Charlie Adlard cada vez más indolente incapaz de seguir la estela del desatado Kirkman e incapaz de construir una composición de acción creíble ni intensa, por un lado, y ,  lo más irritante provoca que en ocasiones los giros argumentales del guionista resulten excesivamente confusos y precipitados, por otro.

En fin, “Los Muertos Vivientes” se han vuelto a poner interesantes y aunque evidentemente la serie acusa el desgaste de su centenar largo de números la limpia de personajes que parece proponer el equipo creativo esperemos que permita abrir nuevas vías argumentales. Ojala sea así y estos Muertos Vivientes se alcen de nuevo.

lunes, 17 de marzo de 2014

“Los Muertos Vivientes 19: Marchamos a la Guerra”, de Charlie Adlard y Robert Kirkman.




Robert Kirkman sigue rumiando lentamente los acontecimientos y en esta nueva entrega publicada por Planeta y que recoge los números 109 a 114 de la serie norteamericana sigue dilatando con parsimonia el inevitable enfrentamiento entre las distintas comunidades de supervivientes.

En esta nueva entrega, Rick última junto a sus aliados los detalles de su plan para atacra la comunidad del sádico Negan. Sin embargo, cuando Negan llega sorpresivamente a la Comunidad con la intención de cobrar el tributo Rick ve una oportunidad única de acabar con él. Sin embargo, los planes de Rick no siempre salen bien y su nuevo error puede poner en peligro no solo su vida sino también la de todos los que han confiado en sus dotes de líder.

Kirkman se demora en el desarrollo de los personajes y el desarrollo de su psicología preparando el que es de suponer su próximo golpe de efecto profundizando en la caracterización de algunos de los personajes que han ido apareciendo en las últimas entregas como Ezekiel, Jesús, Briana o Negan al tiempo que sigue mostrando en una de las constantes de la serie como los planes de Rick se trastocan y ha de improvisar sobre la marcha con imprevisibles consecuencias.

“Marchamos a la guerra” es un arco entretenido y que, como tantos otros precedentes y probablemente tantos posteriores, se devora con interés para dejar la decepción final de no resolver ninguna de las situaciones que plantea y sustentarse básicamente en el talento para la descripción de situaciones y, sobre todo, la construción de diálogos de Kirkman. Y es que cada vez es más evidente que el guionista no tiene ninguna prisa por resolver una serie que tantas satisfacciones le ha dado a todos los niveles y seguirá exprimiendo sus posibilidades mientras le sea posible.

Hablar del dibujo de Adlard ya es redundante y cansa,  porque nada nuevo se puede aportar a un estilo que se basa en la reiteración de viñetas similares y la ley del mínimo esfuerzo en el desarrollo de de fondos y personajes. Trabajará con los tiempos muy justos pero Adlard cada vez me parece un dibujante más limitado y  al que, además, no se le aprecía ninguna evolución ni interés por mejorar.

En fin, veremos si esta vez si, en la próxima entrega  Kirkman nos zarandea y sorprende con nuevos giros y sorpresas que nos dejen boquiabiertos y sobrecojan como antaño. Cada vez lo tiene más complicado en esta serie, pero también es verdad que a estas alturas cuenta con el sufciciente crédito como para que queramos seguir conociendo las desventuras de Rick y cía aunque los muertos vivientes se hayan convertido, para bien o para mal, en la menor de sus preocupaciones.

viernes, 10 de enero de 2014

“Invencible Ultimate Collection 4”, de Robert Kirkman, Ryan Ottley y Crabtree




Dolmen/Aleta parece haber cogido carrerilla en la edición de los integrales de “Invencible” y acaba de publicar este fin de año el cuarto tomo que reúne los números 36 a 47 de la edición norteamericana que ya fueron publicados previamente en los TPB 10 y 11 que recogían los arcos titulados “Mi marciano favorito” y “De otro mundo” en los que un Kirkman en plena forma nos hace disfrutar con cada capítulo al presentar las situaciones de siempre del género con una frescura y desparpajo que las hace parecer novedosas y originales.

En estas nuevas entregas, Mark/Invencible se encuentra sumido en un mar de incertidumbres ya que si bien en su carrera superheroica no hay supervillano ni amenaza que se le resista, a su identidad secreta no le va tan bien planteándose abandonar sus estudios y su relación con Amber. Mientras la vida de Mark se complica por momentos como Invencible tendrá que hacer frente a la invasión extraterrestre de los calamaridos y la aparición de una nueva vultramita dispuesta a que se replantee su papel como defensor de la Tierra.

Más allá de su originalidad,  la gran cualidad de "Invencible” es la gran habilidad de Kirkman para replantear las gastadas tramas superheroicas explotadas por las grandes desde la Silver Age para que reluzcan de nuevo y renueven su oferta de entretenimiento tanto para el lector que apenas conozca el género superheroico como para al aficionado más resabiado. Para ello, Kirkman se basa en un profundo conocimiento del género y el lenguaje del cómic, que le permite ir desarrollando en paralelo diversas tramas, al tiempo que construye una amplia galería de personajes secundarios a los que dota de una personalidad propia, tan o más atractiva que del protagonista principal, y con unos diálogos vivos y directos interconecta todo este artificio que se transforma en una compleja novela río en torno al protagonista que llegará hasta donde él quiera.

En este volumen en concreto, Kirkman muestra que ha aprendido de grandes guionistas como Claremont o Stern la capacidad para mezclar en una misma historia la épica con el melodrama o la comedia sin que en ningún caso el discurso narrativo se resienta y el lector note que la historia se estire artificialmente. Kirkman maneja los tiempos a la perfección e incluso sus ex machina y trucos de guionista están utilizados con tal pericia que las partes más endebles de la historia y podrían ser objeto de la suspicacia del lector quedan hábilmente ocultadas o directamente son contestadas por boca de alguno de los personajes.

En el aspecto gráfico, Ryan Ottley hace tiempo que nos hizco olvidar ya al cocreador del concepto Cory Walker, y a lo largo de estos números muestra un trazo más limpio y elegante que se refleja en sus estilizadas figuras y composiciones cada vez más espectaculares. Ottley y Kirkman desmienten el tópico que con grandes viñetas no pueden desarrollarse historias excesivamente complejas ofreciendo a lo largo de esta serie tramas y personajes que no paran de crecer ni evolucionar.

En fin, aunque muchas veces se nos olvide, obviado por otros proyectos mucho más mediáticos o por otros guionistas que trabajan en editoriales y series que cuentan con un mayor marketing, Robert Kirkman es actualmente el mejor guionista de superhéroes del momento y este cuarto integral de “Invencible” no hace otra cosa que refrendarlo.

lunes, 23 de septiembre de 2013

“Invencible Ultimate Collection 3”, de Robert Kirkman y Ryan Ottley.




Continuo con la relectura de “Invencible” y su comentario en el blog a partir de la nueva edición Ultimate Collection, que viene publicando Dolmen Editorial recopilando en integrales los TPBs normales.  En este tercer tomo, se recoge el material publicado en los TPBs  8 y 9  de la edición inicial de Aleta que se corresponden con los números 25 a 35 de la numeración original norteamericana y el número 4 de "El Pacto", una miniserie realizada por diversos autores de Image en la que agrupaban las andanzas de los superhéroes adolescentes de la Editorial.

En esta nueva entrega, Mark se encontrará  en carne y hueso con su personaje de cómics favoritos y viajará por el espacio para ayudar a una civilización alienígena en peligro en una aventura en la que hará nuevos descubrimientos sobre su herencia viltrumita y conocerá a un nuevo miembro de su familia. De regreso a la Tierra, Mark habrá de aclarar sus sentimientos en torno a la relación que mantiene con su novia Amber y la atracción que siente hacia su amiga Eve mientras se enfrenta a un viejo enemigo que ha vuelto para vengarse a través de sus seres más queridos.
Sin ánimo de querer hacer la competencia a los diversos autores que suelen escribir los prólogos de las distintas entregas de “Invencible”, no se me ocurre ningún pero a una serie tan fresca como “Invencible”, una de las pocas  que consigue garantizar un rato de sana evasión que tendría que ser el mínimo que debieran ofrecer los tebeos de superhéroes más allá de cuestiones bizantinas ajenas a los tebeos y que actualmente pocas veces consiguen. Y es que más allá de quién los edite, quien sea el actor que doblará a fulanito en la adaptación cinematográfica o lo malo que es el último megaevento de marras, “Invencible” es una historia de superhéroes pura y dura de planteamiento sencillo y brillante desarrollo en el que Kirkman muestra como en ninguna otra su sabiduría y conocimiento del género de superhéroes. 
Lejos de  los experimentos y la épica hueca, Kirkman nos recuerda número a número por qué nos gustaban los cómics de superhéroes sin innovar gran cosa pero llevando hasta el extremo la renovación de las tramas clásicas que siempre funcionan. En ese sentido,  Kirkman se maneja con maestría para ir siempre un paso por delante de los lectores en el desarrollo de la historia planteando en torno al argumento principal numerosas subtramas perfectamente hilvanadas y desarrolladas merced a la cuidada caracterización de hasta el mínimo personaje que deambula por la serie para que su aportación refuerce el conjunto. Y es que uno de los grandes éxitos de Kirkman ha consistido en desarrollar en torno al personaje principal todo un panteón de magníficos secundarios que suelen robarle buena parte del protagonismo y dotan de una saludable coralidad a la serie.
En el aspecto gráfico, Ryan Ottley, se hizo definitivamente con los lápices de la serie tras la marcha del cocreador Cory Walker, y muestra su buen hacer para adaptarse a la perfección al tipo de guiones que desarrolla Kirkman a base de grandes viñetas. Ottley es un dibujante que tiene el punto espectacular que todo dibujante de superhéroes requiere, pero además se muestra como un excelente narrador perfectamente compenetrado con el guionista y con el colorista Bill Caabtree, que con una paleta de colores por ordenador le da a la serie una estética pop perfecta para el dibujo de Ottley. 
En fin, es un placer continuar con  la relectura de “Invencible” y volver a disfrutar de su lectura.  Lo mejor está por llegar. Ya lo iremos comentando.

lunes, 16 de septiembre de 2013

“Los Muertos Vivientes 18: Lo que viene después”, de Robert Kirkman y Charlie Adlard.




Planeta publica una nueva entrega de “Los Muertos Vivientes” - la décimo octava ya - que recoge los números 103 a 108 de la serie regular norteamericana, que no hace más que reafirmar que ocupando los muertos vivientes un papel meramente decorativo ya en la serie bien podría retitularse la serie de otro modo .

En esta nueva entrega, Rick y sus compañeros en la Comunidad de Alexandria han de plegarse a las exigencias del implacable Negan, un sociópata parlanchín que les obliga a pagar un tributo a cambio de protección a su grupo de Salvadores. Sin saber que Rick tiene un plan para acabar con Negan, y pesando que ha traicionado a la Comunidad, Carl se adentra solo en el territorio de los Salvadores para acabar con él, y vengar a su amigo Glenn.

No se puede decir que a Kirkman no le falte talento para reinventar la serie desde sus inicios enlazando subtramas y mantener pese al desgaste el interés convirtiendo lo que en principio era una historia de supervivencia  frente a la amenaza de los muertos vivientes que obligaba a la colaboración entre los escasos supervivientes en una historia de intriga y estrategia en la que el enemigo han dejado de ser los zombis para ser sustituidos por diversas comunidades distintas enfrentadas entre sí por los escasos recursos.

De este modo un tanto artificioso y estirado, Kirkman sigue siendo capaz de urdir subtramas atractivas y cliffhanger y macguffin efectivos, aunque cada vez más forzados, con los que mantener el interés del personal por unos personajes carismáticos (cada vez van quedando menos por cierto...) con los que el lector ha padecido durante más de cien números, aunque realmente la serie haya emprendido aparentemente un viaje sin retorno hacia ninguna parte. Por otro lado, Kirkman sigue siendo un maestro en mantenerse por delante del lector para que resulte imposible prever cómo resolverá la entretenida trama que se mantendrá mientras las ventas acompañen.

Lo que cada vez resulta más difícil de aceptar es el pobre apartado gráfico, con un Adlard esquemático y descuidado que merma con su pobre dibujo el atractivo de la trama y con sus bruscas transiciones no hace otra cosa que generar confusión en los lectores. Vengo reclamando desde hace tiempo que a la serie le hace falta un cambio de dibujante, pero como parece que este no se va a producir tendremos que seguir soportando la indolencia del dibujante actual.

En fin, “Los Muertos Vivientes” sigue y sigue por inercia más que otra cosa  y por lo visto,  tiene visos de continuar mientras las ventas aguanten sorprendiéndonos cada vez menos con cada nueva argucia que al agobiado Kirkman se le ocurra. Por el bien de todos, espero que la conclusión no se demore demasiado. 

jueves, 18 de julio de 2013

“Ladrón de ladrones”, de Robert Kirkman, James Asmas, Shawn Martinbrough y Felix Serrano.




Planeta nos ofrece el segundo recopilatorio, que recoge los números 8 a 13 de la serie regular, de “Ladrón de ladrones”, el buque insignia del afamado guionista Robert Kirkman desarrolla paraSkybound, su sello propio dentro de  Image. Un sello en el que un Kirkman que tras el éxito de la serie televisiva sobre sus “Muertos Vivientes” le ha cogido gusto a  la pasta que mueven las series de televisión en estos momentos y pretende desarrollar historias con el objetivo de vendérselos a alguna productora repitiendo la jugada de su serie más popular.

Retomando el hilo de la historia de la anterior entrega de la que ya escribí algo por aquí, el sanguinario Cartel de Lola ha secuestrado a Emma, la novia de Augustus - el conflictivo hijo del legendario ladrón de ladrones conocido como Redmond-  para conseguir que este convenza a su padre para que retome su carrera delictiva y trabaje para el Cartel a cambio de la vida de la chica. El genial Redmond, que intenta recuperar a su mujer y reconducir su vida, ideará un arriesgado plan para robasrle la chica a los malos a pesar que los policías y los mafiosos intentarán no ponérselo fácil.

Partiendo del argumento ideado por Robert Kirkman, el guionista James Asmus construye un entretenido thriller de acción en el que los giros del guión y los personajes arquetípicos están ideados para lustrar una historia tan convencional como efectiva. Tanto Kirkman como Asmus conocen su oficio y las reglas del género para construir una trama inteligente y divertida que intenta mantenerse siempre un paso por delante del lector manejando con astucia recursos como la retrocontinuidad, los flashbacks y las elipsis para ir desarrollando en paralelo la evolución de los diversos personajes.

En el aspecto gráfico quizás es donde “Ladrón de ladrones” se resienta más pues el dibujante Shawn Martinbrough no cuenta con un estilo demasiado sútil teniendo su dibujo grueso y poco definido excesivas reminiscencias de otros maestros actuales del género negro como Eduardo Risso. Sin embargo, Martinbrough sin ser un refinado estilista sí que se muestra como un efectivo narrador que se adapta perfectamente a la esquemática composición cinematográfica de tres o cuatro viñetas panorámicas por página para mantener el ritmo rápido, intenso y nervioso que los guionistas quieren imprimir a la historia.

Lo mejor que se puede decir de esta segunda entrega de “Ladrón de ladrones” es que mantiene el nivel de la primera moviéndose con naturalidad aunque con escasa originalidad dentro de las convenciones y tópicos del  agradecido subgénero negro en el que se engloba. O mucho me equivoco o dentro de poquito tendremos la anhelada serie televisiva que espera lograr  Kirkman porque materia prima hay para conseguirlo.

lunes, 11 de marzo de 2013

“Los Muertos Vivientes 17: Algo que temer”, de Robert Kirkman y Charlie Adlard.


Y llegó por fin el esperado decimoséptimo tomo de “Los Muertos Vivientes” en el que se recogía el tan aclamado número 100 en el que Kirkman se iba a sacar un nuevo giro argumental que, aparte de sobrecogernos, iba a otorgarle un nuevo impulso a la serie para mantenerse al menos otros cien números más. Y sin embargo, el nuevo arco que se desarrolla de los números 97 a 102 de la numeración norteamericana, está simplemente bien y es cierto que en el mismo Kirkman se desprende de dos personajes de peso, uno de los cuáles era uno de los personajes más antiguos y queridos de la serie, pero no deja de ser síntoma del desgaste de la serie que toda su truculencia y dramatismo no haya logrado ni de lejos calarme para alcanzar la trascendencia y el impacto pretendido por el guionista.

Rick y los suyos han llegado a un acuerdo con la comunidad de La Cima para otorgarles protección y librarles del grupo de Negan y sus secuaces a cambio de suministros y colaboración. Sin embargo, Rick ha cometido un error fatal subestimando a Negan y sus fuerzas, y pronto descubrirá a costa de la vida de algunos de sus mejores amigos lo vengativo, implacable y destructivo que su nuevo enemigo puede llegar a ser.

A más de uno sospecho que le va a decepcionar un tanto este nuevo arco argumental que tantas expectativas generó al coincidir con el numero cien de la serie. Y, en el fondo, no es que la historia esté mal y Kirkman administra como pocos los tiempos para que la muerte de uno de los más queridos personajes de la serie resulte sobrecogedora y terrible, los cliffhangers y los diálogos son frescos y excelentes y todo el arco está resuelto con acierto. Pero, sin embargo, por otro lado, la sensación general que deja el tomo es que no aporta nada novedoso a lo que ya se desarrolló en otras ocasiones y que Negan y su monólogo sociópata se asemeja demasiado a la locura del Gobernador y sus secuaces. 

Eso sí, el arco argumental refuerza algunas de las constantes filosóficas de la serie mostrando como en este nuevo mundo en el que los zombis cada vez tienen menos más importancia en las relaciones entre los  humanos supervivientes impera la ley del más fuerte y la necesidad de adaptación a las nuevas circunstancias  se convierte en la clave para sobrevivir. Y es que, a pesar de ello, uno no puede dejar de percibir la sensación de agotamiento tanto en las ideas desarrolladas y las fórmulas planteadas como en el agotamiento de los propios personajes, algunos de los cuáles como Rick parecen incapaces de dar más de sí.

Lo peor con todo, sigue siendo el dibujo de Charlie Adlard cada vez abusando más de la repetición de viñetas y la ausencia de fondos y escondiendo cada vez menos sus evidentes carencias (¿Os habéis fijado lo raro que cogen todos los personajes las armas de fuego?). Adlard es desde hace algunos arcos la gran rémora de la serie y lleva tiempo pidiendo un relevo que no parece que se vaya a producir.

En fin, sin ser tan sobrecogedor como se esperaba “Algo que temer” es un arco correcto con el que esta estupenda y mediática serie sobrepasa el centenar de números a la espera –salvo sorpresa mayúscula- del final digno que ya va reclamando. Y es que no lo hemos pasado tan bien durante todo este tiempo sería una pena que Kirkman, por cuestiones extrínsecas a la propia historia (ventas, televisión, etc…), no diese a la serie el gran final que “Los Muertos Vivientes” merece y la dejase languidecer hasta el agotamiento. En los próximos meses lo comprobaremos.