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martes, 25 de marzo de 2014

“Ken Games 0: Louviers”, de Jose Robledo y Marcial Toledano.



Cuando los autores anuncian que retoman una serie de éxito previamente habían dado por concluida se encienden las alarmas entre los aficionados quiénes sospechamos que tras el anuncio se esconde una astuta y baja maniobra comercial para aprovechar nuestras debilidades completistas con nuevas entregas alejadas de los niveles de calidad precedentes. Si además si la serie tiene una estructura hermética tan cerrada y refinada como la que presentaba la trilogía “Ken Games” con la que la que se dio a conocer al gran público el dúo formado por Jose Robledo y Marcial Toledano los resquemores son muchos mayores. Sin embargo, que no cunda el pánico y  todo el mundo se tranquilice pues “Louviers”, la anunciada  precuela de “Ken Games” que acaba de publicar Diábolo Ediciones en España tras su reciente publicación por Dargaud en Francia, es por sí mismo un álbum con la suficiente entidad como para que nadie pueda sentirse decepcionado y que sin añadir nada a la historia principal profundiza en algunos de sus secundarios.
La relación entre Anne y Louviers hace aguas por la falta de comunicación… Una historia corriente, si Anne y Louviers no fuesen dos letales asesinos pertenecientes a una oscura organización que los ha entrenado para sus fines desde la infancia. Tras cortar drásticamente con Anne, Louviers inicia una nueva misión de incógnito en el caótico Timoka donde tendrá, bajo la fachada de un reportero de guerra, acabar con un traficante de armas. La cosa se complica cuando Louviers, incapaz de olvidar a Anne, descubre que su objetivo es uno de sus antiguos compañeros de infancia y que otro misterioso asesino ha sido enviado para asegurarse que cumple su misión o acabar con su vida.
José Robledo y Marcial Toledo que recibieron el aplauso generalizado por “Ken Games” rizan el rizo con esta intensa y novedosa cuarta entrega en la que profundizan y complementan la historia principal sin que su lectura  sea imprescindible para su total disfrute. En esta precuela, se retoman personajes como Anne – la protagonista absoluta de la tercera entrega- y un secundario como Louviers quién se erige en el protagonista absoluto en una bien construida trama de suspense que nada tiene que envidiar las anteriores (¿o es posteriores?) entregas de la serie y que con acierto traslada la acción del ambiente urbano de los otros álbumes a una ciudad tomada. 

En este guión, Jose Robledo muestra su habilidad para partiendo de diversas influencias entre las que se pueden rastrear series como “Alias” a películas como “Mentiras Arriesgadas” o “Sr. & Sra. Smith” y cómics tan exitosos e interesantes como “XIII” o “Los leones de Bagdad” construir una historia con entidad propia que destaca por la excelente ambientación, especialmente de la zona bélica que recuerda clásicos como "Territorio Comanche", la cuidada caracterización de los personajes - Louviers en esta historia recuera al protagonista de la brillante "Días Contados"-  y la más que correcta dosificación de la trama que mantiene al lector atrapado desde el principio al final del álbum respetando la esencia de la serie principal.
Gráficamente, la obra es excelente y refleja perfectamente la evolución artística de Marcial Toledano que en este álbum da un salto cualitativo importante confirmando todo lo bueno que encontramos en las anteriores entregas con un planteamiento ambicioso y  en el que saca partido a todos esos recursos gráficos que –tratamiento del color, uso de onomatopeyas- que son propios del medio y tanto nos hacen disfrutar a los que disfrutamos con la narración en viñetas. Desde la estupenda primera página,  las onomatopeyas nos introducen directamente en la historia a través de un elegante flashback pero además el uso de las transiciones es exquisito y los recursos gráficos para trasladar información al lector muy vistosos (el tratamiento del color para reflejar las emociones de los personajes está muy logrado), variados e imaginativos – brillante la composición de página con la conversación por móvil, por ejemplo- demostrando además su disposición por asumir cualquier reto incorporando incluso el lenguaje de signos en la historia con acierto. Marcial Toledano ha sabido construir un estilo característico estudiando lo mejor del manga y el cómic norteamericano para reforzar la clásica narrativa de la BD europea con refrescantes giros y sorpresas estilísticas que hacen de este álbum una lectura superior a la media.
Para los que no hayan leído nada de la serie, mi consejo es que la presente precuela a pesar de numerarse como número cero se lea tras los tres primeros álbumes ya que de este modo se mantiene la idea original de cerrar la historia al enlazar los hechos narrados en esta entrega con el inicio del primer álbum y concluyendo brillantemente - esta vez esperemos que definitivamente - una de las series de género más recomendables publicadas en los últimos años en el panorama europeo. 

Más sobre "Ken Games" en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.

jueves, 9 de mayo de 2013

“WW 2.2 La otra Guerra Mundial 2: Operación Félix”, de Robledo y Toledano.





Tras la decepción que supuso el primer álbum de “WW 2.2: La otra II Guerra Mundial”, que ya comenté por aquí, me he acercado a este segundo álbum con bastante prevención y confiando exclusivamente en las buenas maneras demostradas por el equipo creativo formado por Robledo y Toledano en su “Ken Games”. Y lo cierto es que la cosa mejora bastante.

La otra II Guerra Mundial continua y, tras la batalla de París de 1939, la victoría no parece decantarse por ninguno de los dos bandos. Por ello,  en 1940 el ejército alemán pretende dar un golpe decisivo mediante la Operación Félix, un audaz plan para apoyados por las tropas españolas arrebatar el control del Peñón de Gibraltar a los ingleses. De este modo, las mejores tropas del ejército alemán apoyadas por legionarios españoles acometen la conquista del peñón. Sin embargo, parece haber un saboteador entre los alemanes y el capitán Julius Kleiber junto al capitán Suárez intentarán descubrir su identidad en medio de una de las batallas más crudas e inciertas de la otra Guerra Mundial.
José Manuel Robledo, el guionista de este álbum, realiza una excelente labor de documentación para responder a la pregunta sobre qué podría haber pasado si el plan - que realmente existió - para que España entrara en la Guerra Mundial dentro de las Fuerzas del Eje tomando por sorpresa Gibraltar hubiera sido una realidad introduciendo en la historia una sólida base histórica plausible sobre la que desarrolla una eficaz trama de acción y espionaje protagonizada por dos increíbles personajes ficticios, Julius Kleiber y Carlos Suárez, unos protagonistas con más trasfondo y complejidad que los aparecidos en el primer álbum y que acaban convertidos en hermanos de armas.
En el aspecto gráfico, Marcial Toledano realiza un trabajo bastante correcto dentro de un género que no se adapta especialmente bien a su dibujo de líneas rectas y claras. Con todo,  pone especial cuidado en reflejar en la obra con todo detalle los diversos emblemas de las diferentes unidades de elite del ejército alemán y sacar adelante el complicado guión planteado por Robledo, aun cuando deje la sensación que la extensión de 54 páginas y un parecido excesivo a la hora de retratar a determinados personajes haya limitado las posibilidades de explicar mejor algunas de las situaciones planteadas y solo en contadas ocasiones haya permitido al dibujante lucirse. A pesar de ello, uno de los puntos fuertes del álbum como ya lo fuese en “Ken Games”, es el atractivo uso del color para introducir los flashbacks el pasado del protagonista.
En definitiva “Operación Félix” es un álbum más que correcto que mejora sustancialmente la primera entrega de una serie que hará por su seriedad a la hora de plantear con cierta rigurosidad otro discurrir posible de la II Guerra Mundial las delicias de los expertos en el tema. 
La edición de Diábolo Ediciones es bastante correcta aunque creo que hubiera sido un acierto para potenciar las cualidades de la serie  haber introducido un apéndice y un glosario en cada álbum en los que algún experto en Historia contextualizase las historias y diera empaque al serio trabajo de documentación de los autores.

viernes, 4 de marzo de 2011

Robledo y el guión de cómic.

TB: ¿Creéis que existen algunos límites acerca del papel y el alcance que debe jugar el texto en la historieta?

José Manuel Robledo: En clase siempre les digo a los alumnos que el cómic es un medio visual: hay que contar las cosas con imágenes. Sólo cuando lo que intentas contar es demasiado denso se debe recurrir al texto. Pero siempre he creído que es un error emparentar el texto del cómic al texto novelesco; yo creo que se debe huir de lo literario. Para mi el texto en cómic tiene más que ver con el guión cinematográfico. El desarrollo del diálogo, incluso del monólogo interior, debe ser más cotidiano y accesible aunque se pueda en ocasiones derivar hacia algo más poético o profundo (en la vida real también pasa). Pero no entiendo esos cómics en los que el guionista de turno aprovecha cada acotación para hacerse valedor del Premio Planeta inundando cada viñeta de texto, la mayoría de las veces redundante consigo mismo y con la imagen. Mi novia dice que nunca ganaré un premio de guión porque los cómics que ganan esos premios suelen tener al menos un 60 % de la página dedicado al texto. Yo creo que la página perfecta de guión es aquella en la que has conseguido contar lo que querías sin el apoyo de ningún texto y KG tiene unas cuentas así.

(José Manuel Robledo y Marcial Toledano, autores de la recomendable “Ken Games” –aquí, aquí y aquí- responden las preguntas de Toni Boix en ZN. La entrevista resulta realmente interesante pero especialmente me lo han parecido las reflexiones que realiza Robledo acerca del guión de cómic y el uso de la voz en “off”).

martes, 16 de noviembre de 2010

“Ken Games: Cisseaux”, de Robledo y Toledano.

Con la tercera entrega de la serie que acaba de publicar en una cuidada edición Diábolo Ediciones finaliza “Ken Games”, una trilogía que ha supuesto el espaldarazo definitivo fuera de España de sus autores, José Robledo y Marcial Toledano, con una historia de género que aporta dentro del clasicismo de su temática -una red de mentiras que atrapa a sus protagonistas- una visión moderna y un enfoque original.

En “Cisseaux”, la red de mentiras en que se veían envuelto el trío de protagonistas se desenreda y los autores cuadran el círculo atando los cabos pendientes en la conclusión de una historia en la que el peso de la historia recae en la bella Anne quién ha de resolver el terrible dilema que se le plantea cuando uno de sus amigos se convierte en el objeto de su actividad profesional.

A estas alturas, es meritoria la capacidad de los autores de lograr mantener la intriga de la historia hasta el final sin que el lector sea capaz de prever las reacciones de unos personajes complejos y bien construidos a pesar, o precisamente por, todas sus dobleces. Parafraseando a uno de los personajes del álbum “cuando el final es evidente, tienes que lograr que el viaje merezca la pena” y ese ha sido el objetivo del equipo creativo en esta tercera entrega en la que logran el más difícil todavía de mantener la intriga de la historia hasta sus últimas páginas sin evidenciar por ello el final de una historia en la que el destino de los protagonistas no se decide hasta su conclusión.

Ken Games” es una serie de estudiada simetría en la que los autores han gustado mezclar con éxito mundos aparentemente antagónicos como el boxeo con el ajedrez, las matemáticas con la ludopatía o la literatura para niños con el noble arte del asesinato, que diría de Quincey, para elaborar una trama de intriga y misterio a través de la perspectiva, en cada uno de los álbumes que la integran, de un protagonista diferente adaptando con acierto lo mejor del manga, la BD o el “maisntream” americano a una obra sin fisuras. Era fácil dada la compleja trama perderse en sus vericuetos pero es notable la capacidad de los autores para ofrecer una narración fluida que permite al lector ir encajando las piezas sin ver por ello el dibujo final hasta tener colocada la última de ellas al tiempo que se introducen recursos gráficos que procuran sorprender al lector visualmente.

Es notable el esfuerzo realizado por Robledo y Toledano para aportar dentro de las trilladas y, en demasiadas ocasiones, encorsetadas propuestas de género una obra tan diferenciable e interesante sin limitarse a repetir fórmulas previsibles con lo que la historia está destinada a mantener su vigor durante muchos años. Toda una buena noticia para el cómic nacional que haya autores con tantas ganas y tantas ideas. Obligatorio seguirles la pista.

Más “Ken Games” en El lector impaciente:

Pierre
Feuille”.

jueves, 1 de octubre de 2009

“Ken Games 2: Feuille”, de Robledo y Toledano.



Cuando un ilusionista repite el mismo juego de manos por segunda vez ,corre el peligro que algún agudo observador descubra la carta escondida bajo el sombrero y de la satisfacción del que ve la magia reflejada en la expresión de su público pase a la vergüenza del que cae en el ridículo más espantoso. Por ese motivo, los ilusionistas suelen distraer, fintar y regatear con mil trucos la atención del más atento que les permita salir indemnes y reforzados de ese segundo pase para rematar a su público y recibir la ovación en el apoteósico clímax que suele ser el tercer pase. Robledo y Toledano, astutos tahúres que son, debían ser bastante conscientes de esta regla no escrita dentro de la magia cuando preparaban esta segunda entrega de su “Ken Games”, probablemente el álbum más delicado de los tres en los que está prevista la serie y que Diábolo Ediciones acaba de publicar en una más que correcta edición. El álbum más delicado, les decía, porque tras la sorpresa inicial que supuso la anterior entrega que nos dejaba con la miel en los labios, había que mantener el listón durante todo un álbum sin decepcionar a los lectores hasta el desenlace final.

Y lo cierto es que este “Feuille” no decepciona, ya que los autores nos ofrecen una estupenda historia que entremezcla género y acción en la que la red de mentiras en la que se han apresado los tres amigos protagonistas se estrecha para envolverlos todavía más. Sin abandonar la coralidad de la serie, este álbum profundiza en la personalidad y el pasado de T.J., un supuesto ejecutivo de banca de vida perfecta que en realidad es el mejor jugador de póquer de la ciudad. Mientras se supone que T.J. se encuentra fuera en una reunión de negocios cuando en realidad está jugando los campeonatos mundiales de póquer, Pierre y Anne se revelarán sus secretos y compartirán otros para mantener las apariencias respecto a su amigo. No les cuento más.

Ken Games” se sustenta en un sólido guión en el que los autores entremezclan hábilmente géneros y registros en una trama que actualiza las historias de buscavidas de siempre desde un planteamiento renovador y al tiempo respetuoso con su tradición. En este álbum, las vidas secretas de los protagonistas que hasta el momento se habían mantenido separadas se empiezan a entremezclar y los personajes secundarios aparecen y desaparecen en las distintas tramas con coherencia y fluidez para que el lector no se pierda en la red de trampas ideada por los autores.

En el aspecto gráfico, más allá del despliegue de recursos mostrados ya en la primera entrega que se mantienen intactos en esta, me gustaría destacar la inquietud de Toledano por intentar alejarse de las atmósferas sombrías y oscuras con las que tradicionalmente se reflejan los ambientes patibularios donde se desarrolla buena parte de la trama. Toledano huye de esta concepción opresiva para llenar de color y detalle la historia buscando la complicidad del lector en la asumida y compartida referencia cinematográfica –la omnipresente “El buscavidas” y sus derivaciones- o televisiva –esos torneos de póquer televisados a altas horas de la madrugada en distintas cadenas- en una apuesta arriesgada de la que sale reforzado gracias a su cuidado y pulcro trazo y más que correcta narración.

Estoy seguro que Robledo y Toledano se guardan el último as todavía en la manga y nos embaucarán todavía más en sus ken games con más de una sopresa. Estaré atento a ver si les pillo el truco.

Más “Ken Games” en El lector impaciente:

Pierre”.

martes, 30 de junio de 2009

“Ken Games 1: Pierre” de Robledo y Toledano.

La sensación principal que me ha dejado la lectura de "Pierre", la primera parte de “Ken Games”, la serie que supone su puesta de largo por todo lo alto de José Robledo y Marcial Toledano más allá de los Pirineos es de frustración. Y es que tras plantear con mimo y detalle una historia que es una reflexión sobre la mentira y que, en este primer álbum se centra en la caracterización de los personajes y el planteamiento de las tramas, queda claro que se ha acabado el álbum sin entrar en el meollo de del asunto y es que los autores, como buenos tahúres, tras repartir sus cartas nos la han jugado y se han quedado con todos los triunfos, dejando sin restpuesta los numerosos misterios planteados a lo largo de este primer acto. Les cuento.

Pierre es lbásicamente a historia de una amistad. La que une a Pierre y T.J, dos amigos que se conocieron durante sus estudios en la facultad de matemáticas y que, posteriormente, han emprendido exitosas vidas profesionales en la docencia y la banca, sin renunciar por ello a quedar de vez en cuando junto a Anne, la preciosa y dulce novia de T.J.. Hasta aquí, todo normal, sin embargo ninguno de los tres amigos dice la verdad y tras el velo de normalidad y triunfo aparente que se esfuerzan en transmitirse se encuentran inmersos en sus particulares y oscuros laberintos de mentiras que justifican en, más de un caso, más que dudosas ocupaciones reales.

Es de agradecer álbumes como este en el que los autores derrochan inteligencia, talento y ganas para ofrecer una historia que en ningún momento es lo que parece y se esfuerza en incomodar al lector acostumbrado a las previsibles reglas de los géneros. Y es que el tema central de esta serie es la mentira y los subterfugio en todas sus formas en una reflexión latente que envuelve toda la lectura del álbum y que alcanza su máxima expresión en el desarrollo de la historia que aparentemente Robledo nos presenta como un original “slice of life” sobre un matemático metido a boxeador y que sólo conforme avanzamos la lectura va descubriendo su verdadero rostro, el de un “thriller” opresivo y psicológico ambientado en esos submundos de garitos, buscavidas, hampones y mafiosos que tanto nos hacen disfrutar a aquellos que, salvo en la lectura, nos mantenemos ajenos a ellos. Y es que “Ken Games” tiene alma de thriller psicológico pero sus autores con acierto dan a la historia, a la que no le falta ninguno de los elementos tradicionales –sin privarse por ello de los homenajes y las referencias cinematográficas más o menos explícitas desde a clásicos como “El Buscavidas” a títulos más modernos centrados también en el mundo de los buscavidas y el póquer como “Lock&Stock” y, sobre todo, “Rounders”- un aire novedoso y una voz propia que le sitúa por encima de otras propuestas más tópicas.

Precisamente, ese interés por buscar la originalidad y no resultar previsibles para el lector se hace extensivo al apartado gráfico en el que los autores y, en particular, un brillante Marcial Toledano, no escatiman esfuerzos para adecuar un dibujo preciosista y detallista en el que se perciben ciertas influencias del manga japonés a la historia planteada. Toledano ha asimilado algunos de los mejores recursos del cómic japonés para mantener la atención del lector y los ha adecuado sin ningún prejuicio y con toda naturalidad a la rígida y anquilosada estructura del álbum europeo para ganar espacio a la caracterización de los personajes, a las secuencias de acción y a la complejidad de la trama, un espacio que es estupendamente aprovechado por Toledano para lucirse en magníficas secuencias mudas en la que su dibujo lleva el peso de la narración y carga de crudeza y dramatismo a la historia, dándole un tono más duro y amargo. El álbum es rico en recursos propios del medio y es aconsejable una relectura del aficionado para demorarse en su análisis, pero los más evidentes son quizás los elegantes flashbacks en los que en una misma viñeta se nos describen el pasado sin abandonar por ello el hilo presente de la narración, el uso de las onomatopeyas y los escorzos para el tratamiento de la tensión o la deformación de las viñetas para reflejar la violencia y dinamismo de los combates pugilísticos. Es destacable también, el suave y premeditado uso de una paleta de suaves colores que junto al dibujo amable, naif, de Toledano contrastan con la sordidez de los ambientes en los que se desarrolla la mayor parte de la historia.

En fin, “Pierre” nos presenta un equipo artístico maduro y llamado a hacer grandes cosas si les dejan en el mundo del cómic. Se trata de un cómic inteligente y entretenido pero que, como un ligue de una noche que te abandona en la boca del Metro, nos escamotea lo mejor. No se preocupen, por suerte, los autores nos han dejado el número de teléfono y la promesa de que las dos próximas citas serán mejores incluso que esta. Les tomo la palabra y yo no me las pienso perder. Luego se lo cuento. La edición de Diábolo pulcra y correcta en la buena línea de esta editorial.
El blog de los autores, aquí.