Los Elastic Band, por su parte, si ya tienen un toque psicodélico en su sonido, en directo lo sacan a florecer, y para mi que son un poco más densos en el escenario que en el disco. La segunda parte de Chema Rey fue otro de los destacados (empezando con Uprising de Muse, eso es... ¿tener contactos?), repasando con estilo personal hits de la historia de la música imperdibles, y muy bailones. La destrucción final llegó de la mano del showcase que se marcarano la gente de El Cau, que puso a la gente como loca hasta que cerraron el recinto, mientras el escenario lo clausuraban Astradyne y Figa.
Por cierto, la cosa no acabó ahí, hay que recordar que el jueves y el domingo también hubo música -lo dicho, Don Simon y Telefunken, Mazoni, Arizona Baby, y no se cuántas sesiones y showcases- y además, gratuita, por lo que para los que pudieron estar los cuatro dias, es la guinda del pastel.
Extramusicalmente, estuvimos como en casa, y haciendo como en la tele, un abrazo a toda la tropa de Móra (que sois muchos, y muy gamberros). Y a la gente del Palmfest, a seguir así, ¡pero no gritéis mucho! Porque ahora, tendría que pasar como en Men In Black, y tendría que borrarles la memoria.
Foto de El Columpio Asesino por Luís Contreras.