MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

martes, 2 de diciembre de 2025

JACK LONDON (1876-1916) Una vida de aventuras

                                                                        Presentado por… Flop 

Ordenando nuestra biblioteca nos encontramos con algunos libros de cuentos de Jack London que ya no recordábamos tener. Y pensamos que, antes de reseñarlos, no estaría de más dedicar una entrada a este autor tan peculiar. Conocer las circunstancias que marcaron la vida de un autor ayuda a entender mejor su obra, y en algunos casos, es tan apasionante como esta.

"La vida no es cuestión de tener buenas cartas, sino de saber jugar bien una mala mano".  
Jack London.


Jack London (John Griffith Chaney) fue un escritor estadounidense nacido de una pareja muy pobre. Su madre era una música y espiritista con problemas mentales y su padre un astrólogo ambulante que los abandonó antes incluso de que Jack naciera. La única figura que aportó estabilidad a su infancia fue su padrastro, obrero y militar retirado, de quien tomó el apellido de London. Él mismo tuvo que empezar a trabajar siendo niño como vendedor de periódicos y mozo de fábrica para aportar algo de presupuesto extra a la familia. Fue pescador ilegal de ostras en la bahía de San Francisco, buscador de oro en el Klondike (una de las regiones más duras y salvajes de Canadá), y navegó como marinero por los mares del norte y el sur, siempre valiéndose por sí mismo, en pos de una fortuna que parecía serle esquiva. Fue, en definitiva, lo que a día de hoy se denomina autónomo, y que en aquel entonces se conocía como aventurero.

Asistió a la escuela de forma irregular, cuando sus trabajos se lo permitían, pero su verdadera educación la obtuvo a base de libros que tomaba prestados de las bibliotecas públicas. Uno de ellos fue El manifiesto comunista, de Karl Marx, que convirtió al joven e impresionable Jack en un socialista declarado, pese a que su propia vida y sus relatos muestran una ideología totalmente contraria al comunismo: el individualismo, la meritocracia, el emprendimiento personal, la lucha contra la adversidad (ya sea esta representada por una injusticia social o por la propia naturaleza) y la idea de que todo hombre debe ser capaz de valerse por sí solo si es necesario en lugar de depender de colectivismos. 

Al final de su vida renunció desengañado del socialismo, pero de esa época en la que creía fervientemente en él surgió El talón de hierro (1906), considerada una de las primeras obras de ciencia ficción distópica. Este libro, en el que demonizaba el capitalismo y el libre mercado, le proporcionó unos considerables beneficios que se apresuró a gastar de la forma más capitalista posible, en pequeños lujos y caprichos del todo innecesarios.

Se ha dicho que esta aparente incoherencia entre sus ideales declarados y los que mostraba tener en la mayoría de sus obras es lo que las hace únicas. Personalmente creo que combinaba una fascinación por la fuerza individual con discursos de compromiso social simplemente porque así había sido su vida. Se podría decir que el individualismo fue su realidad, y el socialismo su sueño. A su etapa de pescador de ostras siguió otra en la que se unió a la patrulla que perseguía a los pescadores de ostras, por ejemplo. Vivió la situación desde ambos lados del espectro, siendo primero delincuente por necesidad y luego la autoridad que los perseguía. También trabajó en fábricas textiles en condiciones poco menos que inhumanas, pero tras alcanzar el éxito literario él mismo fue dueño de negocios similares. Sus obras atraen tanto porque muestran y problematizan el choque entre las necesidades del individuo y las del grupo, o entre una cultura y otra muy diferente, en lugar de simplemente pintar a unos de buenos y a los otros de malos. 

Dos de las obras de London, La llamada de lo salvaje y Colmillo Blanco, son especialmente interesantes a la hora de entenderle.

En la primera el protagonista es Buck, un robusto perro San Bernardo que vive tranquilamente, bien cuidado por su familia, hasta que es robado de la finca para ser vendido como perro de trineo. Allí aprende a obedecer a golpes de palo y látigo, descubre por primera vez en su vida el hambre, el frío, el dolor y el ser forzado a correr tirando del trineo hasta prácticamente caer muerto. En lugar de rendirse y dejarse morir, Buck aprende a convertir esa nueva vida en la suya, peleando con otros perros, estableciendo jerarquías entre los animales de tiro y sus propios dueños. Hacia el final vuelve a un estado totalmente salvaje y, liberado del trineo, se convierte en el líder de una manada de lobos.

Colmillo Blanco es el caso inverso, la historia de un perro lobo nacido y criado ya como animal de tiro que conoce las penurias desde cachorro. Pasa por diversos dueños, que mantienen sojuzgada su sangre de lobo a base de maltratos. Lo emplean como perro de trineo y también le hacen pelear por dinero con otros perros, a los que aprende a matar. Colmillo Blanco vive una existencia de dolor y muerte hasta que cae en manos de un buen dueño, que lo adopta como perro doméstico. Ahí es su carácter salvaje el que es puesto a prueba, aprendiendo a confiar en los humanos, que para él siempre han sido motivo de temor y odio. Finalmente Colmillo Blanco se adapta a esa nueva vida, calma su carácter, se domestica a sí mismo y se convierte en un miembro más de la familia. 

Ambas obras nos cuentan en esencia la misma historia, pero desde los dos ángulos opuestos: la del individuo acomodado en el grupo al que las circunstancias obligan a ser fuerte por si mismo, y la del individuo bestializado por su propio entorno que aprende a formar parte de una sociedad civilizada.

Considero que estas dos son las obras que mejor reflejan la vida del autor porque muestran la que parece ser su autentica ideología; que la fuerza no reside necesariamente en el individuo o en el grupo sino en la capacidad de sobrevivir a toda costa adaptándose a todo aquello que no se puede controlar.

Puedes ver nuestra reseña de algunos libros de este autor pulsando aquí.

domingo, 30 de noviembre de 2025

PRESENT (n.º 29) El regalo del destino

                                                                            Presentado por...Zag.

 

¡Extra! ¡Extra! ¡Una anciana reconoce a Kurumi por la calle! ¡Y parece que tiene un plan para que vuelva a su hogar! ¡Entérese de los detalles!    

El regalo del destino. Vamos al fin con esta historia que nos saltamos en su momento. Es la n.º 29 pero la presento ahora, a continuación del la 33 porque la considero el remate perfecto de esta colección.

Comienza con Kurumi paseando tranquilamente por una calle cuando una mujer le dice que se detenga. Es una anciana que está en un puesto callejero leyendo el porvenir a cambio de donativos. Cuando Kurumi se acerca a la anciana, esta se disculpa diciéndole que la confundió con alguien. Esta mujer es en realidad Machiko, una de las compañeras de clase que le hicieron el vacío a Kurumi aquel día que se perdió entre realidades y se convirtió en la niña de los regalos. Al verla pasar, Machiko la ha reconocido, pero no tarda en darse cuenta de que eso es imposible. Kurumi debería tener su edad, debería ser una anciana también, por lo que el parecido ha de ser una mera casualidad.

Para compensarla por haberla molestado, la mujer se ofrece a leerle la mano gratis. Pero mientras lo hace está recordando su propia historia con Kurumi, sin ser todavía consciente de que la niña que recuerda y la que tiene delante son la misma. Vemos un resumen del primer capítulo en el que se nos explica que, para burlarse de ella, todas las niñas de su clase se pusieron de acuerdo para no hacerle ningún regalo a Kurumi en su cumpleaños. Pocas horas después de eso desapareció. Nadie supo qué pasó con ella. Las autoridades y sus padres la estuvieron buscando, y también se le preguntó al resto de la clase, pero todas dijeron que no sabían que hubiese tenido ningún problema en particular.

Pero Machiko sí que se preocupó por Kurumi. Durante muchos días estuvo saliendo a recorrer las calles buscándola, cada vez más arrepentida de que pudiera haberle pasado algo por su culpa. De que por esa broma cruel que le gastaron entre todas, Kurumi hubiese huido de casa y le hubiese sucedido alguna desgracia. La buscó hasta que empezó a notar que podía ver el futuro de la gente solo con mirarlos fijamente. Así fue como terminó convirtiéndose en una adivina callejera. Machiko ha tenido mucho tiempo para reflexionar sobre cómo obtuvo ese poder, y piensa que tuvo algo que ver con la desaparición de Kurumi. De pronto se da cuenta de que ha estado contándole toda la historia en voz alta a la niña cuando solo creía estar recordándola. Se disculpa de nuevo y toma su mano para leer su futuro.

En ese momento se da cuenta de que no hay nada en la palma de la mano de esa niña: sus líneas no indican ningún futuro para ella. La niña le dice entonces que eso es porque ella dejó de envejecer aquel día que no le hicieron ningún regalo, y Machiko reconoce por fin a Kurumi. 

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Pero en lugar de asustarse, lo que hace es alegrarse, porque ahora todo tiene sentido. Todos esos días que ella pasó buscando a Kurumi, todo ese arrepentimiento, toda esa angustia, han servido para algo. Incluso el hecho de haber adquirido el poder de adivinación tiene sentido, porque es gracias a él que la ha reconocido. Machiko piensa que el destino le dio ese poder para que ella pudiera encontrar algún día a Kurumi y reencaminar su existencia.

Machiko le indica dónde está su casa, puesto que Kurumi lo ha olvidado. Pero Kurumi le dice que igualmente ya no puede volver a ella porque sus padres ya habrán muerto. No le sirve de nada volver a su casa, puesto que sin su familia, una casa no es un hogar. Sin embargo, Machiko le habla de la corriente del tiempo. Ella le dice que el tiempo es como la corriente de un río. La gente navega a lo largo de ese río como si estuvieran montados en una barca, dejándose arrastrar por la corriente en una sola dirección. Pero Kurumi es una persona que ha caído de la barca en la que debía estar. Ella está chapoteando en esas aguas del tiempo, manteniéndose a flote pero sin desplazarse por el rio. Puede dejarse arrastrar por la corriente, pero también puede nadar en contradirección. Si se deja arrastrar por la corriente se desplazará hacia el futuro. Pero si nada a contracorriente, se moverá hacia el pasado. Nadar contracorriente es más difícil, más duro, y poca gente lo consigue, pero ella puede intentarlo. Machiko le promete que si ella vuelve al pasado, a ese momento en que debieron darle los regalos, ella al menos le dará uno. Y así el destino de las dos cambiará.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Entonces un par de jovencitas se acercan a Machiko, a la que se nos muestra como si estuviera hablándole al aire. Naturalmente, las chicas no ven a Kurumi. Machiko las atiende. Las chicas le piden que les lea la mano y Machiko lo intenta, pero ya no ve nada. Las niñas se marchan decepcionadas. El poder de la adivinación que le otorgó el destino tenía como finalidad encontrar algún día a Kurumi y rencaminarla en la dirección correcta, nadando contra la corriente del tiempo para que regrese al lugar y momento donde le corresponde estar. Ahora que ya ha cumplido su función, Machiko ha perdido su poder, y de algún modo sabe que nunca lo recuperará. 

Machiko mira en la dirección en la que se fue Kurumi. Ya no la ve, pero sí que hay un extraño resplandor al final de la calle, un fogonazo que podría indicar que Kurumi ya está nadando contracorriente en el río del tiempo. Machiko se lamenta porque esos donativos que recibía como adivina eran su fuente de ingresos y ahora no tiene de qué vivir. Lo que le queda es esperar, esperar a que Kurumi logre alcanzar el momento en el que se perdió entre realidades, porque cuando lo logre quizá también ella volverá a esa época. Su tiempo se reescribirá al igual que el de Kurumi y tendrá otra oportunidad de darle un regalo en lugar de ignorarla.

Esta no es la historia que cierra oficialmente la colección, pero si Present ha de tener una conclusión, es esta. Una de las niñas que provocaron que Kurumi se perdiera es la que, casi al final de su vida, la reorienta para que encuentre de nuevo su hogar y su tiempo. El círculo se cierra y una de las culpables se redime, logrando con ello una nueva oportunidad también para sí misma.

Pues bien, con esta ya hemos repasado las treinta y tres historias de Present. Espero que esta colección os haya parecido interesante si no la conocíais. Por la parte que me toca, he de decir que lo de comprometerme a publicar dos entradas por día durante un mes ha llegado a estresarme en ocasiones y no pienso repetirlo... no muy a menudo, al menos😁

Puedes ver las otras historias de Present desde la primera pulsando aquí.

Present. 1993-1998. Kanako Inuki. Publicado en 2006 por Mangaline Ediciones S.L.

HISTORIAS DIMINUTAS

  EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Este es un libro muy breve que contiene, a su vez, veinticinco historias muy breves (una sola página en el mejor de los casos), pensadas para niños pequeños. 

Las historias están a medio camino entre el cuento y la poesía. La mayoría se limitan a relatar las vivencias cotidianas de una misma niña: ahora barre la calle, ahora aleja un juguete de un incendio, ahora abraza a su perro en medio de la tormenta para que los truenos no le asusten, ahora está enferma en la cama, etcétera.

Cada una está acompañada de una lámina ilustrada a color y pequeños dibujos en blanco y negro que, he de decir, en algunos casos me han gustado más que la historia en sí. Hay también varios casos en los que la imagen, además de complementar el texto, crea un pequeño juego con él. Abajo vemos cómo los objetos descritos en el texto aparecen dispersos por la lámina, y podemos jugar a buscarlos. Hay otra en la que se nombran varios tipos de flores y en la lámina estas aparecen ilustradas con todo detalle, por lo que podemos tratar de identificarlas.

Se tocan temas como la naturaleza, la familia, los sentimientos, los animales, el amor por las cosas comunes y la importancia de lo que a veces nos parece insignificante. Algunas de estas historias, por ser especialmente breves y por la forma en la que están narradas, se aproximan más a los haikús que a la poesía, aunque (al menos en su traducción) no respetan la métrica 5-7-5 de estos.

Kleine Geschichten. 1963. Ursula Wölfel. Publicado por La joven colección (no se indica año de la edición española).

sábado, 29 de noviembre de 2025

PRESENT (n.º 33) La roca del bebé

                                                                         Presentado por...Zag.

 

¡Extra! ¡Extra! ¡Una mujer ha tenido un bebé un poco extraño! ¡Le garantizamos que se va a quedar de piedra cuando se entere! 

La roca del bebé es oficialmente la última historia de Present. Es además una historia complicada, muy triste y muy bonita. Es extraño cómo estas dos cosas se dan a la vez con tanta frecuencia.

Mamako es una mujer con una sola obsesión: tener hijos. El deseo de tener al menos un hijo no abandona nunca su cabeza, pero una condición médica le impide gestarlos. Su fijación la lleva a recurrir a cualquier cosa que le dé una mínima esperanza, incluidas las leyendas. Ha acudido a un viejo templo abandonado en las montañas en busca de La roca del bebé, un pedrusco al que la erosión ha dado una forma similar a la de un niño muy pequeño, agazapado. La tradición dice que tocar la roca proporciona fertilidad a las mujeres. Mamako vaga por el monte hasta encontrar La roca del bebé entre unos arbustos, pero entonces aparece una anciana que le explica la leyenda completa.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Lo que se dice de la roca es que acumula las almas de los niños de la región que murieron abandonados, hambrientos o sufriendo. Que cualquier mujer que abrace la roca y manifieste su deseo de tener un hijo seguramente lo tendrá, pero nacerá con el alma de uno de esos niños, traspasada a ella por la roca. Debido a esto, el niño será triste por naturaleza, y su madre tendrá que esforzarse mucho más para hacerlo feliz y ganarse su amor. A Mamako esto no la amilana, ya que está dispuesta a cualquier sacrificio con tal de tener un bebé que pueda gestar en su interior y llamar suyo. Así pues, Mamako se abraza a la roca y le dice que quiere tener un bebé. Tras esto se marcha a su casa. Poco después siente cómo algo crece dentro de ella, pese a ser teóricamente estéril.

Mamako pasa los meses cosiendo ropita de bebé y preparándose para el parto, pero cuando llega el momento, lo que extraen los médicos de su cuerpo es un tumor estomacal. Eso es lo que ella estuvo todo el tiempo notando que crecía en su interior, una masa tumorosa amorfa cuyo tejido se petrifica poco después de la extracción. Pero la obsesión de Mamako es tan grande que su mente se niega a aceptarlo. Se lleva del hospital esa masa de carne sin vida, porque lo ve como un bebé, lo oye llorar y oye su risa. En su mente, ha tenido el bebé más bonito del mundo, y se vuelca en cuidarlo.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Al principio su marido le tolera este comportamiento, creyendo que Mamako simplemente necesita tiempo para aceptar la verdad, pero esta verdad no llega. La paciencia del marido se termina y se divorcia de ella. Mamako se ve entonces obligada a trabajar todo el día para mantenerse ella y a su bebé. Pero los años pasan y su bebé, naturalmente, no crece. No es más que un gran tumor calcificado. Le da el pecho, pero ni ella tiene leche ni el bebé intenta alimentarse. Tampoco duerme, ni juega, ni ríe, ya solo llora. Siempre llora. Es un llanto que solo cesa brevemente para volver a empezar y que, hora tras hora, día y noche, destruye su mente. 

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Ese llanto solo está en su cabeza, claro, pero para ella es completamente real. Mamako saca a pasear a su bebé al parque, en un carrito, como ve hacer a las otras madres. A veces alguna de estas se asoma a su carrito y al ver en él lo que parece una roca, sale del paso diciendo cualquier cosa, pensando que es una extravagancia de ella.

Y por muchos años que pasen, su bebé ni crece ni se calla jamás. Hasta que un día, en un parque, una niña corre hacia Mamako tras una pelota que ha ido rebotando. Al ver que Mamako lleva un envoltorio de telas y ropas en los brazos, contra su pecho, le da un vistazo pensando que es un bebé y exclama «¡Es una simple piedra!». Esto derrumba al fin la locura de Mamako, que desde ese momento deja de ver al tumor calcificado como un bebé vivo y normal, y se da cuenta de lo que ha estado cuidando realmente todos esos años. En un ataque de ira y dolor lanza la cosa contra el suelo, rompiéndola en pedazos. Luego corre al monte en donde encontró La roca del bebé, quizá en busca de una explicación. Su cabeza está hecha un lío, su cordura fragmentada, su salud destrozada. Se echa la culpa a sí misma de que su hijo «nació siendo una roca» porque ella no había sabido amarlo lo suficiente, y también se arrepiente de haberlo roto contra el suelo, porque ahora ya no le queda nada, ni tan solo el engaño de tener alguien de quien cuidar.

La anciana que le contó la leyenda de La roca del bebé aparece otra vez y le dice que si tiene dudas sobre que tal hizo su papel como madre, que le pregunte a la propia roca. Mamako va hacia el lugar donde encontró La roca del bebé la otra vez y descubre que esta se ha convertido en una gran estatua similar a un Buda. La mujer se abraza llorando a la estatua y oye cómo esta le habla llamándola «Mamá». 

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Y es aquí donde la historia termina. No sabemos si esto último es real o forma parte de su delirio. Si su mente, después de torturarla durante años, le ha dado al fin un respiro creando otra fantasía diferente en la que ella pueda ser feliz. O si quizá, cuando Mamako se abrazó a la estatua por primera vez, en lugar de recibir ella uno de los espíritus de esos bebés lo que hizo fue vincularse con todos ellos y ha estado llenándolos con todo el amor que ella creyó estar dando a esa cosa que tuvo.

Es la historia más dura y más potente de estos tres tomos. Juega continuamente con la delgada línea entre la cordura y la locura. Mamako nunca sabe a ciencia cierta si lo que vive es un milagro, una maldición o una proyección de su obsesión. Entrega todo su amor, sus años y su salud a algo que, simplemente, no puede corresponderla. El que La roca del bebé no solo crezca sino que adopte un cierto aspecto de Buda (siendo este un personaje asociado a la perfección espiritual) podría interpretarse como que Mamako, al fin, ha encontrado un sentido a su vida; el amor que estuvo dedicando a la roca no fue en vano, porque se vinculó con las almas de todos esos niños que nunca tuvieron una madre que los quisiera, y de algún modo ahora es la mamá espiritual de todos ellos.

Es una historia de Present en la que no hay regalo, no hay Kurumi… y a pesar de ello es la mejor de todas.

Ahora bien, como he dicho ya en unas cuantas ocasiones, no es la que yo considero la conclusión de la historia. Esa la dejamos para mañana.

Abre una cajita de regalo más pulsando aquí🎁

Present. 1993-1998. Kanako Inuki. Publicado en 2006 por Mangaline Ediciones S.L.

EL RETO DE LAS GALAXIAS (N.º 4) Astros en desintegración

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS

¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.

La cuarta aventura de El Reto de las Galaxias comienza de forma un tanto abrupta. Somos llamados a presencia del Capitán Polaris, nuestro superior, para que nos desplacemos al sector X-7793A a investigar la desaparición de unas cuantas estrellas, sin más explicación que esa. 

No es mucho para empezar a trabajar, pero órdenes son órdenes, y como dijo don Calderón de la Barca refiriéndose a los Tercios españoles: «La más principal hazaña, es obedecer». Así pues, acompañados de nuestro robot 2-Tor, nos trasladaremos teleportados o a bordo de nuestra nave Challenger a dicho sector. 

Y no sé a vosotros, pero a mí el sector X-7793A siempre me dio mala espina.

No hay un solo motivo para la desaparición de las estrellas, sino que este irá cambiando según las decisiones que tomemos. Esto nos da un montón de microhistorias, muy breves pero muy variadas, en lugar de una sola trama general. Hay una que parece muy prometedora al principio, en la que los puntos donde deberían encontrarse las estrellas que han desaparecido siguen un patrón que, en la inmensidad del universo, forman una señal de SOS. 

Vamos a detenernos a reflexionar un segundo, porque… ¿Qué ser con la capacidad de hacer desaparecer estrellas enteras con aparente facilidad puede necesitar ayuda? ¿Y contra qué? 

Esta trama es una pequeña decepción porque se trata simplemente de dos razas enzarzadas en una batalla espacial con naves disparándose entre ellas, y uno de los bandos estaba apagando estrellas como maniobra de distracción hacia la otra. Nuestra llegada para investigar hace que esa otra flota desvíe hacia nosotros parte de su potencia de fuego, dando ventaja y la victoria a la que apagó las estrellas… que luego simplemente vuelve a encenderlas. No tengo muy claro cómo funciona eso, ni si nuestra intervención ayuda al bando correcto, pero tampoco llega a explicársenos gran cosa.

Hay una trama que me ha gustado especialmente, que es la del capitán Bront. Se trata d un rudo y amargado capitán de una nave llamada El Centauro Errante, una especie de nave fantasma dentro de la cual nadie envejece, como si fuera un Holandés Errante espacial. El capitán Bront parece estar también inspirado en el capitán Ahab de Moby Dick; tiene medio cuerpo cibernético en lugar de una pata de palo tallada en marfil. Y está obsesionado con cazar a un behemótico monstruo cósmico con forma de oruga conocido como el Starsnipe que (en esta versión) es quien está devorando las estrellas. Snipe es un verbo inglés sin una equivalencia exacta al español que significa «atacar desde un sitio oculto», por eso a los francotiradores se les llama snipers. La traducción más aproximada que le podríamos dar a Starsnipe sería Acechador Estelar

Si, en lugar de tratar de ayudar al Capitán Bront, nos oponemos a él y llegamos a noquearle, nos enteraremos demasiado tarde de la verdad. Todo, no solo el Starsnipe sino también el Centauro Errante, sus tripulantes, Nébula y nosotros mismos, solo somos parte de algo con lo que Bront estaba fantaseando en ese momento. Al quedar súbitamente inconsciente, olvida de golpe esa fantasía y desaparecemos. Pero fuimos nosotros quienes noqueamos a Bront, así que… ¿el que lo derrotáramos forma también parte de su fantasía? 

El Starsnipe, de hecho, aparece en otras versiones de la historia en las que no es una fantasía de Bront, sino un monstruo real que también puede ser (según las decisiones que tomemos) una simple bestia que devora soles por su mera naturaleza o un ser con una inteligencia desarrollada, e incluso amistoso.

Hay algunas decisiones completamente antintuitivas. Hay una, en particular, en la que hemos sido capturados por una raza invasora que pretende destruir Nébula y nos amenaza para que le demos información sobre esta. Las opciones son traicionar a Nébula y darles la información, o no hacerlo. Si elegimos la «opción cobarde» de darles los códigos que piden, estos son malinterpretados por los ordenadores de sus naves y se destruyen entre ellas, llevándonos a uno de los finales buenos. Si elegimos la «opción noble» de no traicionar a Nébula, nos eliminan, lo que evidentemente es un final malo.

Hay otra versión en la que conocemos a una raza alienígena formada por una mente colmena de pequeños insectos. Es posible que lleguemos a acordar un pacto con ellos para ayudarles en sus investigaciones sobre dimensiones paralelas. El problema es que no saben mucho sobre dimensiones paralelas y nos presentarán dos portales dimensionales, sin estar seguros de cuál es el correcto. Parece una de esas decisiones al 50%... pero no. 

La mente colmena sabe tan poco sobre portales dimensionales que ambos son erróneos, y elijamos el que elijamos nos enviará a una dimensión con leyes físicas tan diferentes a las nuestras que seremos eliminados casi instantáneamente. La única forma de sobrevivir a esto pasa por no cumplir nuestra parte del trato, lo que provoca la destrucción de su mundo. De hecho, hay varios finales, tanto buenos como malos, en los que nuestras acciones aniquilan razas alienígenas enteras. ¡Al final va a resultar que somos más peligrosos para la galaxia que la amenaza que estamos tratando de detener!

Es muy rápido de jugar y está lleno de situaciones muy imaginativas, pero le falta de consistencia. El culpable del problema que se nos plantea cambia en función de las decisiones que tomemos. Vería mejor que cada trama nos llevara a solucionar uno de los componentes de ese problema o a paliar en mayor o menor medida sus efectos, o que los distintos caminos llevaran a distintas formas de resolverlo. De este modo el conjunto formaría una macro historia en lugar de ser un montón de microhistorias con poca relación entre ellas. Al final te quedas con la impresión de haber presenciado una de esas peleas de pareja en las que los hechos y el culpable cambian en función de a quién le preguntes sobre por qué estaban peleando.

Puedes repasar otro libro de ésta colección pulsando aquí.

No se indica el título original. 1984. Christopher Black (texto) Maelo Cintron (ilustraciones). El Reto de las Galaxias nº 4. Publicado en 1986 por Susaeta Ediciones S.A.