MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!
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lunes, 12 de junio de 2023

DIOSES DE MARTE

  EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                     RETOS LITERARIOS 2023

Presentado por... el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores. 

Para el punto "un libro pendiente de un autor que ya hayas leido" de nuestro Reto Literario 2023, hemos escogido Dioses de Marte, de Edgard Rice Burroughs, continuación directa del ya comentado (como parte de este mismo reto) Una princesa de Marte

Entiendo que el enunciado del reto probablemente se refiera a “pendiente de leer”. La saga marciana de Burroughs ya la hemos leído entera, pero la tenemos pendiente de comentar, así que creo que la podemos encajar igualmente en este apartado. 

La historia comienza, de nuevo, con el propio Edgar Rice Burroughs en el papel de recopilador en lugar de autor. Han pasado doce años desde la extraña muerte y sepelio del capitán John Carter, cuando Edgard recibe un telegrama de este que le cita en un hotel. Cuando se encuentran, Edgard comprueba que efectivamente es él, y que no parece haber envejecido un solo día. Carter le explica que su “muerte” diez años atrás se debió a que estuvo desarrollando una forma de proyectar su mente a Marte, donde al igual que la vez anterior, una copia de su cuerpo es recreada en el punto en el que aparece. También ha aprendido a devolver su mente al cuerpo que le aguarda incorrupto en la Tierra, que siempre es el mismo y al parecer debe conservarse intacto. 

Al proyectar su mente de vuelta a la Tierra, Carter despierta dentro de su cuerpo original, en la cripta blindada en la que lleva doce años enterrado. Es ese cuerpo el que Edgard tiene delante en ese momento, y es con el que está hablando. El motivo de su regreso ha sido simplemente porque le apetecía ver a Edgard, su sobrino preferido, y dejar constancia de sus vivencias en Marte por si algún día resultan de utilidad a los terrícolas. El resto del libro es el relato de Carter, antes de regresar a su cripta y proyectar de nuevo su mente a Marte. 

Según este relato, cuando Carter logra proyectarse voluntariamente a Marte por primera vez, aparece en una región que no llegó a conocer en su anterior estancia en el planeta. Es un lugar muy diferente a lo visto anteriormente, presentándonos un paraje muy fértil, un hermoso y amplio valle cubierto de hierba y plantas. Carter, de nuevo desnudo y desarmado al habérsele generado un nuevo cuerpo para contener su mente (ya que al parecer, el primer cuerpo que se replicó para él se desvaneció en cuanto su mente lo abandonó) comienza a deambular por ese extrañamente bucólico paisaje, hasta que se topa con un rebaño de hombres planta

Las enormes criaturas semi vegetales están pastando la hierba del valle. Cuando Carter, que lo desconoce todo sobre ellas, se dispone a aproximárseles para comprobar si son amistosas, estas detectan algo y se marchan en tromba. Carter las sigue y las ve precipitarse sobre un grupo de marcianos verdes. A pesar de ser magníficos guerreros natos, los hombres verdes son rápidamente masacrados por los hombres planta, hasta que solo uno de ellos queda en pie. Carter no puede evitar lanzarse al combate guiado por su instinto de luchador, apoderarse de la larga espada de uno de los caídos, y ponerse del lado del hombre verde superviviente, que no es otro que Tars Tarkas. 

Mientras los dos se defienden espalda contra espalda, Carter ve como en un balcón tallado en la pared de un precipicio, una figura humanoide les observa luchar con los hombres planta. La figura emite un extraño sonido que retumba por el valle. Respondiendo a este, aparece una horda de los temibles simios blancos. Los simios cargan hacia la batalla y se ponen de parte de los hombres planta, reforzando a estos a pesar de tratarse de seres por completo diferentes y que en circunstancias normales se enfrentarían unos a otros. Carter y Tars Tarkas logran huir del batiburrillo de monstruos tras dejar tendidas a varias toneladas de cadáveres.

Cuando logran algo de calma, Tars Tarkas informa a Carter que están en el Valle de Dor. Algo en el aire y la tierra de Marte hace que el promedio de la vida sea de unos mil años, lo cual afecta también a Carter puesto que ocupa un cuerpo generado en ese mundo. Nadie sabe cuanto tiempo se puede vivir realmente en Marte, porque nadie ha muerto de viejo hasta ahora. Es una costumbre muy arraigada entre todos los pueblos civilizados de Marte efectuar una peregrinación al Valle de Dor, conocido también como El Valle del Amor, cuando se han cumplido esos mil años o cuando alguien considera que no merece la pena seguir viviendo. Esta peregrinación conduce teóricamente a una especie de paraíso de felicidad eterna, pero es simplemente un suicidio ritualizado. El Valle de Dor está poblado por espantosas criaturas como los hombres planta y los simios blancos, amén de otros peligros desconocidos que se encargan de matar a todo el que se adentra en él. En el caso de Tars Tarkas y el grupo de hombres verdes, estaban en el Valle de Dor buscando a Carter, porque ya le habían buscado por todo Marte a instancias de Dejah Thoris, y no les quedaba más que buscar en este lugar. 

Explorando una cueva en la que se han refugiado, Carter y Tarkas encuentran unos túneles trabajados y salas decoradas que se adentran más y más en la montaña. En esta salas les atacan nuevos y variados monstruos que son lanzados contra ellos a través de puertas secretas y muros pivotantes, en un combate aparentemente interminable. Finalmente Carter y Tarkas quedan separados y el primero llega hasta unos hombres blancos, idénticos en aspecto y estatura a los terrestres de piel blanca, que demuestran tener un poder considerable. Tras haberse librado de docenas de monstruos gigantescos, Carter solo es capaz de acabar con dos de estos misteriosos hombres blancos antes de ser derrotado por ellos. Se trata de los sagrados thenrs, una especie de orden religiosa que se mantiene oculta a ojos del resto del mundo pero influye en el devenir de casi todos sus pueblos. Estos individuos eran los antagonistas principales de la película John Carter de Marte, del 2012.

Como prisionero de los sagrados therns, Carter se reencuentra con Tarkas, que también ha sido capturado, y conoce a Thuvia, una esclava de la raza roja. Los therns la han conservado con vida durante mucho tiempo debido a que la muchacha tiene una extraña capacidad telepática que le permite un cierto control sobre algunos monstruos, pero ya se han decidido a darle otro uso. Se la van a comer, puesto que los therns se consideran a sí mismos demasiado elevados para nutrirse con alimentos comunes, y solo consumen carne de la raza roja. 

Carter, Tarkas y Thuvia organizan una pequeña fuga, que resulta más sencilla de lo que habían previsto en un principio debido a la habilidad de Thuvia para apaciguar a los monstruos que van encontrándose. La muchacha roja incluso llega a reunir a un numeroso grupo de bestias para que los acompañen a modo de inusual escolta. 

En su deambular por el interminable laberinto que constituye el reino de los sagrados therns, terminan adentrándose en sus pozos de tortura, las terribles prisiones donde estos acinan a sus esclavos. Allí encuentran lo impensable; entre la amalgama de esclavos verdes y rojos en una forzada convivencia, se mueven deformes híbridos. La disparidad genética de ambas razas ha dado lugar a una tercera formada por seres casi ciegos y dotados de una mínima inteligencia, prácticamente bestias. Dejando atrás a estas desgraciadas criaturas, logran llegar hasta una compuerta que se abre al fresco aire nocturno del exterior. 

Aquí la situación se complica aún más presentándonos a una nueva facción más avanzada y terrible que los sagrados therns. Se trata de Los Primeros Nacidos, que están atacando el templo de los therns. Los Primeros Nacidos son otra raza tipo humano que se dice que habita una de las lunas de Marte, y ocasionalmente viajan en sus naves hasta el planeta para saquear y llevarse muchachas de otras razas que primero violan y después sacrifican y devoran. Son muy similares a los therns, pero su piel es negra y son descritos como asombrosamente musculosos y bellos, ejemplares de la más alta cota de la perfección física y estética humana. Algunos de estos guerreros negros se fijan en Carter y, confundiéndolo con un thern por su piel blanca, lo involucran en el combate. 

Tras otra de las salvajes batallas que caracterizan esta saga, Carter se apodera de una de las naves de los Primeros Nacidos, y mata a todos sus ocupantes excepto a uno al que captura vivo y amarra a conciencia. En la nave encuentra a Paidor, una mujer de los therns que los Primeros Nacidos han capturado. Carter se aleja entonces de la batalla a fin de poner a salvo la nave, que necesita intacta para regresar cuando la batalla termine para recoger a Tarkas y Thuvia. 

El prisionero negro, Xodar, se asombra al ver que Carter es blanco como los therns pero que al contrario de estos no es calvo, sino que una capa de cabello negro cortado a cepillo al estilo militar cubre su cráneo. Debido a esto, cuando la nave se encuentra con otra mucho mayor de los Primeros Nacidos, Xodar impide que lo maten, pues lo considera un prisionero especialmente raro y valioso. 

De nuevo prisioneros, Carter y Paidor son llevados a la fortaleza de los Primeros Nacidos, que no está en una de las lunas como afirman las leyendas sino en una zona especialmente aislada de Marte. Son llevados por Xodar ante la presencia de Issus, su reina perpetua que solo se alimenta de dulces y carne de los therns o de la raza roja. Issus es una decrepita y degenerada anciana de edad indefinible, que debe tener varios miles de años. Al saber que Carter llegó a hacer prisionero a Xodar, despoja a este de su rango y lo convierte en esclavo de Carter, así como Carter y Paidor son ahora esclavos de ella. 

En las celdas de la fortaleza de Issus, Carter se hace amigo de Xodar, caído en desgracia ante los suyos. Y se encuentra con Carthoris, un joven hombre rojo que resulta ser su hijo, al que no tuvo la oportunidad de conocer cuando nació. Todos los mamíferos de Marte son también ovíparos (salvo una especie de lobos) y en el caso de la raza roja, los hijos pasan sus primeros cinco años de vida desarrollándose dentro de un huevo que va creciendo junto con ellos. El cascarón del huevo puesto por Dejah Thoris tras quedar embarazada de Carter estaba a punto de romperse cuando la mente de Carter fue involuntariamente arrancada de su cuerpo marciano, por lo que tras sus diez años de ausencia, su hijo tiene el desarrollo normal de un niño de unos quince años. Sin embargo, en un mundo como ese, en el que el peligro y la lucha son constantes, con quince años el muchacho es ya un hombre plenamente desarrollado y un guerrero experimentado. 

Carter y su hijo, que tardan una cantidad de tiempo inconcebible en reconocerse (Carter es el único humano de piel blanca y cabello negro que ha existido nunca en el planeta, así que el chaval al menos debería haberse dado cuenta de inmediato de quien tenía delante) provocan una revuelta entre los esclavos. Se produce otra matanza de esclavos, soldados y monstruos que termina con Carter, Carthoris y Xodar escapando de la fortaleza en una nave robada, camino de las ciudades gemelas de Helium. 

Hasta aquí llega lo que considero la parte más interesante de la historia, porque es la que nos aporta nueva información sobre la geografía y las razas de Marte, pero las aventuras de Carter en este libro todavía están muy lejos de terminar. Aún tiene que rescatar a Thuvia y Tarkas, de los que quedó separado en el ataque  de los Primeros Nacidos a los sagrados therns. Y tiene que rescatar también a Paidor, ahora en poder de los Primeros Nacidos, que a pesar de ser una thern, a ojos del noble Carter es una dama en peligro más. Además, durante sus diez años de ausencia el equilibrio de poder entre las ciudades de Helium y sus tradicionales enemigos (la ciudad de Zodanga) ha cambiado mucho, lo cual conllevará otra serie de conflictos. Por si esto no bastara, la propia Dejah Thoris y su padre se hallan en paradero desconocido. 

El gran problema de las novelas de Burroughs es que pasan tantas cosas, y tan continuamente, y son todas tan relevantes para el desenlace, y tan dependientes unas de otras, que es difícil hacer un resumen coherente sin revelar punto por punto todo lo que ocurre. Pero no voy a revelar más porque siempre hay que dejar algo jugoso en el tintero, por si conseguimos que alguien se anime a leer los libros que reseñamos, que a fin de cuentas es por lo que lo hacemos.  

Sin embargo, hay una última cosa que no puedo dejar sin contar, porque es la muestra perfecta de hasta que extremos se atrevía a llevar las cosas el autor. La fortaleza de Issus está construida exactamente sobre el eje magnético de uno de los polos del planeta, y en ella hay una celda especial excavada (atentos a la explicación que se marca aquí Burroughs) en un gigantesco cilindro de piedra encajado a su vez en un foso excavado en ese eje. Esto hace que el cilindro de piedra se mantenga perpetuamente inmóvil en el eje exacto de Marte mientras el resto del planeta gira lentamente a su alrededor, de modo que únicamente un día al año, la celda excavada en el cilindro coincide con la puerta que conduce a esta. Esto implica que cuando alguien es lanzado a la celda y el movimiento de rotación del planeta hace que esta deje de coincidir con la puerta, no se le puede volver a sacar de allí (lo quieran o no sus propios carceleros) hasta pasados los 687 días del largo año marciano. El desgraciado prisionero depende totalmente de racionar los alimentos que se le dejen en la celda, mientras en completa oscuridad arranca cada molécula de oxígeno que puede del poco aire viciado que llega hasta él por el estrecho hueco que queda alrededor del inmóvil cilindro. 

Pues bien, durante la larguísima matanza final, Carter y sus aliados se encuentran a Dejah Thoris, Thuvia y Paidor encerradas en esa celda, pero una puerta de barrotes casi indestructibles les impiden llegar hasta ellas. La llave de los barrotes no aparece, no tienen medios para cortarlos, y llega un momento en que la apertura de la celda ya es de todos modos demasiado estrecha para sacarlas. A la desesperada, saquean las despensas de la fortaleza para lanzarles entre los barrotes todas las provisiones en conserva que pueden, en un intento de dar a las tres mujeres la oportunidad de sobrevivir un año, y estar listos para sacar entonces de la celda a las supervivientes, si las hay. Y justo antes de que la abertura se cierre por completo, Carter ve a Paidor, la thern, empuñar una daga que llevaba oculta entre las ropas y lanzarse sobre las otras dos. Y hasta el siguiente libro, no sabremos nada más de ellas. 

Y sí, ya oigo a alguien por ahí al fondo diciendo “Pero profesor Plot, que la duración de un año depende del movimiento de traslación del planeta, no del de rotación”, y sí, eso es correcto, pero ese no es el punto. El punto es que Burroughs nunca pretendió ser creíble, sino dar a sus lectores la mayor aventura posible, la más apasionada y épica, incluso si eso implicaba que fuera también la más estrambótica, exagerada e inconsistente. Aquellos que se decidan a leer a Burroughs deben tener claro que lo hacen por amor a la pura aventura, no al realismo. 

Mientras el planeta gira en torno a la celda de su eje, tenéis tiempo de leer la reseña del primer libro de esta saga pulsando aquí. O bien cambiar totalmente de tema y pasar al siguiente punto de nuestro Reto Literario 2023 pulsando aquí

Gods of Mars. 1912. Edgard Rice Burroughs. Colección Omean nº 1. Publicado por PulpEdiciones en 2002.      

miércoles, 31 de mayo de 2023

HOMBRES PLANTA de Tarzán Fantásticas Aventuras

 LA COLECCIÓN DE FIERAS

    Presentado por… Bem.

¡Hola raros!

Aquí tenemos a otras dos figuras de la colección Tarzán Fantásticas Aventuras, en este caso, de la serie roja, dedicada Barsoom, el Marte descrito por Edgard Rice Burroughs en la saga John Carter de Marte

Se trata de los hombres planta, aparecidos por primera vez en la novela de 1912 Dioses de Marte. Estas extrañas criaturas habitan el Valle de Dor, por donde se desplazan en inmensos rebaños pastando la fértil vegetación. Las leyendas Barsoomianas cuentan que estos son los primeros seres animales del planeta, si bien se encuentran en un estadio intermedio entre lo animal y lo vegetal. 

Los hombres planta miden entre tres y cuatro metros de altura. Tienen un cuerpo basto y alargado, extrañamente atlético, y dos piernas poderosas dotadas de espolones a modo de talón, con las que se desplazan dando prodigiosos saltos. También disponen de una cola terminada en una maza de la que parte otro espolón plano y mortífero. 

Sus brazos son más una especie de trompas elásticas, sin huesos en su interior, que auténticos brazos, y su rostro es poco más que un solitario ojo en medio de una cabeza sin boca, enmarcado por un penacho de órganos sensores con aspecto de rastas que se mueven y gusanean. Un orificio irregular que a primera vista puede confundirse con una boca, hace las veces de nariz. 

Su rasgo más llamativo es la ocasional aparición de réplicas de sí mismos, más pequeñas, colgando de una especie de ramas apendiculares que brotan de sus costados, como si fueran algún tipo de fruto o semilla. De hecho, de eso se trata. Cuando han madurado lo suficiente, estas semillas se desprenden del hombre planta y se desarrollan como seres independientes.

Los hombres planta vagan de un lado a otro del valle de Dor. Cuando detectan cualquier forma de vida completamente animal, se abalanzan sobre ella para matarla, ya que también obtienen nutrientes de la sangre que drenan con sus brazos-trompa. No devoran los cadáveres, pero estos son abandonados y al descomponerse fertilizan la tierra, haciendo crecer más la hierba que constituye su fuente de alimento principal.

Su forma de ataque es extremadamente efectiva y difícil de contrarrestar: saltan por encima de sus presas trazando un arco en el aire, destrozándoles la cabeza con un poderoso golpe de su cola en forma de maza afilada, o degollándolos con un hábil movimiento de sus espolones. Su fuerza y resistencias son además monstruosas incluso para los estándares de los duros  hombres verdes. 

Las figuras son representaciones bastante fieles de los hombres planta tal como se los describe en la novela. Hay algún pequeño detalle que se podría haber pulido más, como los espolones del talón, que las figuras no tienen, o la forma de la cola, que parece la de un tiburón, pero el trabajo de adaptación es excelente en general.

La figura de la izquierda mide 12´5 cm de altura. Es de goma blanda y flexible, teniendo cableados brazos, piernas y cola. La de la derecha en cambio mide 9 cm por su posición agachada y es de plástico duro. Tiene un solo punto de articulación, la cabeza. Pendiente de su axila podemos apreciar un pequeño hombre planta en proceso de maduración.

Puedes ver otras figuras ya reseñadas de esta colección pulsando aquí.  

Plantman. Tarzán Fantásticas Aventuras. Bizak. Presentado en blíster. Flexible / Un punto de articulación. 1995.

sábado, 25 de febrero de 2023

UNA PRINCESA DE MARTE

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                     RETOS LITERARIOS 2023

Presentado por... el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores. 

Para el punto "un libro ambientado en un lugar que siempre hayas querido visitar" de nuestro Reto Literario 2023, hemos escogido Una princesa de Marte, de Edgard Rice Burroughs... porque bueno... siempre he querido visitar Marte😅🛸  

Este título es el primero de la llamada “saga marciana de Burroughs”, compuesta por nueve novelas y seis historias cortas, más algunos cuentos infantiles que desgraciadamente no se conservan. Es también lo primero que escribió Edgard Rice Burroughs, famoso sobre todo por ser el creador de Tarzán de los monos, sobre el que llegó a escribir veinticuatro libros.  

La novela es una variante del manuscrito encontrado, el género literario que a su vez sirvió de inspiración al género cinematográfico del found footage (metraje encontrado). Burroughs se presenta a sí mismo como el albacea de la obra, afirmando que fue escrita a modo de biografía por el propio John Carter. El autor, en el papel de sí mismo, habla de Carter como su tío, al que siendo él todavía un niño perdió de vista cuando estalló la Guerra de Secesión Americana. Carter tarda quince años en retomar el contacto con su familia, y cuando lo hace es inmensamente rico y no parece haber envejecido ni un solo día. A partir de ese momento Carter se limita a vivir de la riqueza aparentemente infinita que le proporciona la explotación de su mina de oro y las rentas de los negocios levantados con ella. Aun así no es feliz, una sombra de amargura se cierne sobre él continuamente, aunque nadie de su familia tiene claro qué le atormenta. No parece tener interés en tomar una esposa, y por las noches se le puede ver con los brazos alzados hacia las estrellas, como implorándoles algo. Así transcurren diez años, hasta que un día es hallado muerto, sin ninguna herida visible, en el jardín de su casa. 

En su testamento, Carter manifiesta el deseo de que su cuerpo sea depositado en un ataúd abierto y sin embalsamar, en una cripta especial ya construida años atrás. Esta cripta cuenta, curiosamente, con aberturas de ventilación y una puerta de seguridad, similar a la de una caja fuerte, que una vez cerrada solo es posible abrir desde dentro. Burroughs hereda entonces la mayor parte de la fortuna de su tío, junto con un legajo de documentos manuscritos, en los que este le revela una historia fantástica. El resto de la novela es, teóricamente, la transcripción hecha por Burroughs del documento manuscrito por su tío. 

Y la historia de Carter comienza al final de la Guerra de Secesión americana, en la que ha luchado durante cinco años en el bando sureño. Es capitán de un ejército que ya no existe, héroe de guerra del bando perdedor, y propietario de miles de dólares de un dinero ya sin valor. Durante algún tiempo se dedica sin mucho éxito a buscar oro junto con un amigo. Justo cuando encuentran una veta de cuarzo aurífero de extraordinaria riqueza, su amigo es capturado por una tribu de comanches, que lo torturan hasta la muerte. 

Ignorando que su amigo ya está muerto, Carter ataca el campamento indio para tratar de rescatarlo. La desproporción de fuerzas, sin embargo, es enorme y termina huyendo tras matar a varios nativos. Los comanches le persiguen, acosándole sin descanso hasta que se ve obligado a refugiarse en una cueva, donde tiene intención de presentar una última defensa y morir peleando, no torturado. Una invisible fuerza que yacía en el interior de la cueva lo adormece y paraliza, y lo siguiente que sabe, es que está en otro mundo. Despierta completamente desnudo y desarmado en un yermo de tierra y roca rojas, cubiertas por finos parches de musgo amarillento. Aún no lo sabe, pero está en Marte, mundo que sus habitantes conocen como Barsoom. 

Sus intentos de andar terminan lanzándolo por los aires, dando traspiés y derribándolo al suelo. La gravedad en Marte es mucho más tenue que en la Tierra, por lo que debe volver a aprender a andar. Esto resulta ser una ventaja a la larga, ya que al estar su cuerpo habituado a luchar con una gravedad mucho mayor, eso permite a sus músculos desarrollar una fuerza muy elevada comparada con la de los marcianos. En consecuencia, cuando aprende a controlarla, es capaz de dar saltos extraordinarios de varios cientos de metros y matar a adversarios mucho más grandes que él a puñetazos sin demasiado esfuerzo. 

Su primer contacto con habitantes de ese nuevo mundo es con los hombres verdes, una de las razas dominantes de Barsoom. Estos son seres de entre tres y cinco metros de altura, dotados de un par de brazos, un par de piernas, y un juego intermedio de miembros que pueden utilizar indistintamente como brazos (para luchar empuñando cuatro armas, erguidos sobre las piernas) o como piernas (corriendo como cuadrúpedos, para desplazarse más rápidamente). Con ojos camaleónicos capaces de mirar en dos direcciones a la vez, cuatro brazos que pueden coordinar a la perfección, una mentalidad totalmente estoica y un modo de vida similar al de los espartanos, los hombres verdes son prácticamente máquinas de guerra biológicas. 

Un grupo de ellos captura a Carter y lo llevan a su campamento. Los hombres verdes son nómadas, pero se asientan por temporadas en las miles de ciudades abandonadas que llenan el planeta. 

Este encuentro le sirve a Carter para aprender lo básico sobre el mundo en el que se encuentra. Marte es un planeta moribundo. Sus mares se han secado, filtrándose lentamente al interior del planeta por razones desconocidas. Junto con el agua fue desapareciendo la vegetación y la atmosfera, y las ciudades quedaron deshabitadas a medida que la mayor parte de la población se extinguía. Los recursos que quedan son tan escasos que los hombres verdes consideran casi una cuestión de honor el matar a cualquier ser vivo que no resulte útil a su clan, para que así haya más recursos disponibles para los suyos. Carter es mantenido vivo porque su captor, Tars Tarkas, segundo al mando de la tribu, lo considera un espécimen raro y valioso por su extraordinaria capacidad de salto. En principio lo conserva mientras estudia la forma en que podría emplearlo como un arma más contra los clanes rivales.

Hay varias características comunes a casi todos los seres marcianos. La más notable es la extrema longevidad. Alguna extraña cualidad del aire hace que la vejez como tal no exista. De una infancia y adolescencia normal en términos humanos se pasa a una larguísima adultez de cerca de mil años, tras la cual los individuos envejecen rápidamente en pocos días, quedando impedidos para llevar a cabo casi cualquier labor. Nadie sabe si es posible morir de vejez en Marte, ya que debido a la escasez de recursos, el suicidio llegado a este punto es una costumbre tan extendida que se considera una indecencia no llevarlo a cabo. Otro rasgo común es la reproducción ovípara. La única especie que pare a sus crías son unos seres similares a lobos de seis patas, que son también las únicas criaturas cubiertas de pelaje. Todos los otros seres, incluidas las diversas razas humanoides, son ovíparos y lampiños, siendo el cráneo el único lugar del cuerpo en el que les crece cabello (aunque los hombres verdes son también calvos). 

La ropa se emplea únicamente como algo ceremonial, solo en ocasiones muy especiales. Las armaduras son también algo ceremonial, y ningún guerrero las emplea en una situación de combate. Hubo un momento en que la escasez de recursos en Marte llegó a ser tan acuciante que la mentalidad de todas las razas cambió para considerar el aferrarse a la vida mediante armaduras una cobardía. Todo esto, unido al clima cálido, casi tropical que predomina en el planeta, hace que lo normal sea ir desnudo todo el tiempo, llevando encima únicamente los cinturones y arneses necesarios para trasportar armas y equipo. El oro y las joyas son en cambio bastante comunes, y lo más parecido a armadura que los marcianos suelen llevar encima son gruesos brazaletes y grebas de oro. 

Este es el motivo por el que, a pesar del éxito instantáneo que alcanzaron las novelas en su momento, nunca se hizo (y quizá nunca se haga) una versión cinematográfica o en comic verdaderamente fiel a la obra de Burrough, porque implicaría montones de personajes desnudos, totalmente depilados de las orejas para abajo, y cargados de joyas y arneses de armas. Pero Burroughs no reclamó los derechos de autor sobre este primer libro, por lo que cualquiera que lo desee puede libremente hacer comics, juegos de rol, o escribir y vender sin problemas legales sus propias creaciones sobre el tema, siempre que no tome elementos aparecidos en las siguientes. Aunque Disney hizo una película en 2012 (que no me pareció para nada tan mala como se dice por ahí) no es propietaria de los derechos más allá de lo que cambió para su versión, como el hecho de que la ciudad de Zodanga camine de un lado a otro sobre patas mecánicas, o que la mujeres participen en las batallas junto a los hombres, por ejemplo.   

Carter hace amigos entre los marcianos verdes: el feroz guerrero Tars Tarkas, la triste y amable Sola, que más adelante sabremos que es la hija secreta de Tars Tarkas, y el fiel “perro” marciano Woola. Aprende el idioma, se adapta a sus costumbres, y gana dos nombres propios. Los marcianos verdes no tienen derecho a nombre propio hasta que matan a dos enemigos que tengan ya dos nombres, adquiriendo como propios los segundos nombres de cada uno de esos adversarios. Esto implica que para tener derecho a un nombre propio, un marciano verde debe matar en combate a dos adversarios que a su vez hayan matado a dos adversarios, y que por tanto tengan más experiencia en combate que él. 

Carter acompaña a su nuevo pueblo en sus viajes sobre el seco suelo marciano, y durante un tiempo cree que toda la vida inteligente del planeta son los hombres verdes, a pesar que las ruinas en las que se asientan (muebles, arcos de puerta, altura de las salas y ventanas) están a su medida, y no a la de sus altísimos captores. Carter da por sentado que los que construyeron esas ciudades se extinguieron junto con los mares, pero descubre su error cuando su clan ataca y derriba una nave voladora, pilotada por hombres rojos. 

En la serie Futurama, el director de la Universidad de Marte tiene sobre su escritorio una maqueta de las naves de los hombres rojos, tal como Burroughs las describía en sus novelas. 

Los hombres rojos son otra de las razas dominantes del planeta. Son de tamaño y aspecto humano, pero su piel es intensamente roja, y sus cabellos negros en todos los casos. Los hombres verdes derriban la nave disparándole con largos fusiles que emplean como munición cápsulas de polvo de radio explosivo, y cuando esta se estrella masacran a los tripulantes esgrimiendo espadas y pistolas en sus cuatro brazos. Solo se le perdona la vida a una joven mujer roja que es tomada como prisionera por ser la princesa de Helium, la principal ciudad-estado de los hombres rojos. Al ver como uno de los guerreros que lleva por segundo nombre Sojat abofetea innecesariamente a la prisionera, Carter se lanza sobre él y le parte en dos la cabeza de un puñetazo. Anteriormente ya había matado de un golpe a otro que llevaba por segundo nombre Dotar, por lo que cuando acaba con este segundo adversario gana su nombre marciano: Dotar Sojat.

A tenor de la costumbre marciana, Carter pasa a ser dueño de las propiedades de aquellos a los que mata. Esto incluye a sus mujeres, pero como no parece interesado en las mujeres verdes de tres metros de altura y cuatro brazos, Tars Tarkas le entrega temporalmente a la princesa, llamada Dejah Thoris. Se la entrega tanto para que le sirva hasta que decidan qué hacer con ella, como para que él vigile que ningún hombre verde la estropee demasiado reduciendo su valor de cara a un intercambio. 

La relación entre Carter y Dejah Thoris es tensa al principio. El desconocimiento de las costumbres del otro hace que ambos se ofendan y malinterpreten continuamente, pero como no podría ser de otra manera terminan enamorándose. El ser de tamaños y aspectos similares pero un completo misterio el uno para el otro, el estar rodeados de criaturas violentas y gigantescas que los mantienen en una tensión constante, el tener todo que aprender y enseñar al otro sobre su propio mundo de origen, crea rápidamente una fuerte conexión entre ellos. Quizá el estar ambos completamente desnudos todo el tiempo y ser físicamente compatibles en ese sentido también influye un poco en el asunto, quien sabe.

El caso es que Carter y Dejah son llevados al cabo de un tiempo a presencia de Tal Hajus, que rige sobre todas las tribus del clan al que pertenecen. Este no los ve con buenos ojos, y determina que ambos sean ejecutados. A pesar que la lealtad de Tars Tarkas está con su gente, considera correcto poner sobre aviso a Carter. Este hace lo único que puede en una situación como esa: escapar del campamento de Tal Hajus. Roba un par de thoats, el monstruo-montura marciana por excelencia, que ha aprendido a controlar como un caballo más, y huye silenciosamente aprovechando la noche llevándose con él a Dejah, Sola… y Woola, que se apunta a la fuga siguiéndolos sin que se den cuenta. 

Hasta aquí, el texto estaba más orientado a que entráramos en el ambiente y a sentar las bases de la historia, pero a partir de este momento entramos en la parte de la pura aventura desenfrenada. Encadenando casi un combate con otro, Carter y los aliados que va ganando y perdiendo lucharán sin apenas pausa, bien por la mera supervivencia, bien por rescatarse unos a otros. Y finalmente, por recuperar a Dejah Thoris de las garras del príncipe de Zodanga (la ciudad-estado rival de Helium) con el que se dispone a casarse para salvar de la destrucción a su ciudad. 

Será el propio Carter quien acabe casándose con ella y permitiendo la primera alianza conocida entre hombres rojos y verdes al unir el clan de Tars Tarkas con las tropas de Helium para hacer frente a un enemigo común. Y cuando todo parece haberse solucionado y no quedar nada más que cerrar la historia recreándonos en las mieles de la victoria, todo se tuerce otra vez. La mente de Carter es súbitamente arrancada de su cuerpo marciano y devuelta al terrestre. Este ha permanecido en un coma estático, ajeno al paso del tiempo y cualquier otra necesidad biológica, desde que apareció en Marte.

De vuelta en la Tierra sin saber como controlar esa forma de viaje, a Carter no le queda otra que adaptarse nuevamente a un mundo que ya no siente como el suyo, y en el que no le queda nada por lo que luchar. Es en este momento cuando retoma la relación con su familia, descrita al inicio del libro. Debemos suponer, por tanto, que su súbita muerte y las extrañas condiciones de su entierro se deben a que finalmente, tras diez años atrapado en la Tierra, Carter encontró la forma de proyectar su mente al cuerpo y la vida que le aguardaba en Marte. 

Personalmente me gusta mucho el estilo de las aventuras de John Carter. Son esa clase de aventuras en las que parece que puede pasar de todo, y raramente hay un momento de descanso. Es un tipo de literatura que ya casi no existe, donde el honor y el amor mueven ejércitos y arrasan naciones, una especie de versión ultraviolenta de los cuentos de hadas infantiles. Sí es cierto que muchas de las cosas que nos cuenta el autor chirrían mucho, se ven muy forzadas o quedan ridículas desde nuestra perspectiva actual, en la que todo debe estar más razonado y ser más lógico. No está de mas recordar que este libro se escribió hace más de cien años, y la mentalidad general de la gente va cambiando con el tiempo. Hay cosas de las que el propio Burroughs pareció arrepentirse, porque las ignora por completo o incluso las contradice en obras posteriores, pero en general sus libros de la saga marciana son un despliegue de acción frenética. 

Este primero es quizá el más tranquilo, porque tuvo que dedicar una gran parte del texto a presentar el entorno, y aun así es un carrusel de tiroteos, peleas, duelos a espada, ataques de monstruos y romance casi continuo. Es (y en ningún momento pretende ser otra cosa) una novela de aventuras épicas llevada al extremo. 

Como detalle curioso, cuando la mente de Carter es trasladada a Marte, los síntomas que presenta el cuerpo que deja atrás son los de un ataque cardíaco. Lo mismo de lo que murió Burroughs.

El próximo libro que comentaremos como parte del reto será Código Verónica, así que aseguraos de tener a mano un par de cargadores extra. Alternativamente, podéis continuar con el siguiente título la saga marciana pulsando aquí

A Princess of Mars. 1912. Edgard Rice Burroughs. Colección Omean nº 0. Publicado por PulpEdiciones en 2002.      

miércoles, 1 de febrero de 2023

EDGARD RICE BURROUGHS (1875-1950) El forjador de héroes

Presentado por… Flop 

Este año vamos a reseñar, como parte del Reto Literario 2023, una de las novelas de Edgard Rice Burroughs. Es un autor que nos gusta mucho en este planeta, por lo que la intención es ir comentando completas, como mínimo, sus dos sagas principales: Tarzán de los monos y John Carter de Marte


-"Un guerrero puede cambiar sus armas, pero no su corazón"

Edgard Rice Burroughs

 

Hemos creído adecuado hacer primero una pequeña reseña/homenaje sobre el propio autor para que aquellos que no lo conozcan tengan una idea más clara de la clase de persona que era, antes de pasar a ver su obra.

Burroughs fue un personaje bastante peculiar, uno de esos individuos que parecen haber hecho un poco de todo en la vida. Intentó ingresar en el ejército, pero fue rechazado y a consecuencia de ello se alistó en el famoso Séptimo de Caballería, cuyas exigencias eran menores. Vistió el uniforme azul y se dedicó a cabalgar por el yermo de Arizona con un revólver y un sable en busca de bandidos y ladrones de ganado durante dos años, pero se le dio de baja por problemas cardiacos. Tras eso fue granjero, contable, vendedor de sacapuntas, moonshiner (destilador de alcohol casero) y muchos otros oficios en los que no terminaba de encajar. Nunca dedicó mucho tiempo a ninguno de sus trabajos, porque su vocación era la de militar, y no se sentía a gusto haciendo ninguna otra cosa. 

Lo que le hizo decidirse por escribir novelas fue precisamente el no encontrar ninguna que le gustara. En aquella época primaba el pulp (lo que en España conocemos como bolsilibros) novelas breves escritas generalmente sin muchas ambiciones, casi siempre bélicas, de detectives o westerns, en las que quizá Burroughs buscaba algo parecido a la vida que le hubiese gustado llevar en el ejército o la caballería. Un día, después de leer una que le pareció especialmente mala decidió “encargarse él mismo del asunto”. 

Así es como en 1912 vio la luz Bajo las lunas de Marte, el primer borrador de lo que luego sería Una princesa de Marte. Y de este modo es como, con una pluma de ganso mojada en tinta y a la luz de un candil de petróleo, Burroughs comenzó a escribir sobre viajes a otros mundos, vehículos voladores, alienígenas, y pistolas de munición radiactiva. Su "saga marciana" inspiró o influyó decisivamente en muchas otras sagas hoy en día más conocidas, y el genial Ray Bradbury afirmó en varias entrevistas que era su autor favorito. 

Algo muy característico de Burroughs es que casi todos sus personajes son individuos extremadamente épicos. El termino “valientes” se les queda muy cortos. Esto es especialmente cierto en la saga de John Carter, en la que hay momentos en los que el héroe se enfrenta a cientos de enemigos y acaba con todos después de luchar sin descanso durante horas. No llega al nivel de los héroes de caballerías medievales, como Rolando, que según sus crónicas llegó a matar a medio millón de caballeros con armadura de una sola sentada (dudo que hubiese tantos en toda Europa) pero está en esa línea. 

En su momento, sus novelas (de nuevo, especialmente el ciclo marciano) fueron bastante polémicas por romper con varios tabúes de la época. En su Marte, la desnudez es la norma y la ropa solo se emplea como abrigo en las escasas zonas frías, y muy raramente con motivos ceremoniales. También la esclavitud es algo aceptado e incluso los buenos de la historia la practican. Para Burroughs, lo único malo que podía haber en la tenencia de esclavos era la forma en la que se los tratara. Los malvados de la historia eran crueles con ellos, los maltrataban o castigaban sin motivo, mientras que las esclavas de los personajes buenos tendían a enamorarse de sus amos, y los esclavos estaban dispuestos a empuñar las armas y morir defendiéndolos si era necesario. El mestizaje era así mismo algo habitual en sus héroes, que en ocasiones tenían hijos no ya con mujeres de otras razas, sino directamente con alienígenas, como en el caso de John Carter y su princesa marciana de piel intensamente roja. Otros temas como el canibalismo fueron tocados tanto en el ciclo marciano como en el de Tarzán, ambos iniciados en 1912. Pero a grandes rasgos, lo que movía a sus personajes era siempre el amor irresistible y el deber incuestionable, y aquellos momentos en los que los héroes se veían obligados a elegir entre uno y otro. En ese sentido, su obra en general recuerda mucho a la de Emilio Salgari. Mucho de lo que escribió puede parecer terriblemente ingenuo o infantil hoy en día, pero mucho más siguen siendo ideas magnificas y originales. Era tambien muy detallista, recreándose en todos los aspectos de las sociedades y culturas que inventaba. 

Sus novelas, además, formaban un todo. No se si fue el primer autor en hacerlo, pero sin duda debió ser uno de los primeros en conectar explícitamente las realidades de sus diferentes obras. La Tierra de la saga de Tarzán era el Mundo de la Superficie de la misma Tierra Hueca del ciclo Pellucidar (1914) y hubo una ocasión en que el propio Tarzán viajó al centro de la Tierra descrito en esa otra saga. Así mismo, también su Luna poblada por bárbaros y centauros de La doncella de la Luna (1926) era la misma Luna que contemplaba un fascinado Tarzán aún adolescente encaramado a las ramas de un árbol. Y el Marte de Una princesa de Marte compartía el mismo sistema solar con esa Tierra y esa Luna, así como con el Venus de la saga de Carson de Venus (1934). Burroughs creó un universo propio en el que todas sus sagas podían coexistir al mismo tiempo, y en la que los personajes de una podían llegar a interactuar con los de otra. En realidad, él mismo aparecía muy brevemente en varias de sus sagas, presentándose no como el escritor de las mismas sino como un recopilador o testaferro de las obras, escritas a modo autobiográfico por los propios protagonistas. 

Al final de su vida Burroughs vio cumplido su sueño de servir a su país como militar, ofreciéndose como reportero de guerra en la Segunda Guerra Mundial y siendo aceptado por su popularidad como escritor. En ese momento contaba ya con setenta años, y está reconocido como el periodista de mayor edad en un frente de combate. Al final de la guerra volvió a su rancho, muriendo poco después de un ataque al corazón. 

De él se dice que estuvo resentido mucho tiempo por no haber podido llevar la vida de militar con la que soñaba desde joven, pero de haberlo hecho quizá nunca habría escrito las casi setenta novelas por las que es recordado hoy en día. Y probablemente eso nos habría privado también de muchas otras sagas a las que su obra sirvió en gran medida de inspiración, como Star Wars, Flash Gordon, Superman o el Warlord de los comics de DC

En palabras del propio Ray Bradbury: “Me encanta decirlo aunque moleste terriblemente a todos: Burroughs es probablemente el escritor más influyente de la historia".

viernes, 25 de noviembre de 2022

HOMBRES LEOPARDO de Tarzán Fantásticas Aventuras

  LA COLECCIÓN DE FIERAS

    Presentado por… Bem.

¡Hola raros!

Otro par de figuras de la colección Tarzán Fantásticas Aventuras, esta vez de la serie amarilla, centrada en el entorno original de Tarzán. Se trata de un par de Mforoekpe u Hombres Leopardo, una secta de asesinos fanáticos que se visten con pieles de leopardo y matan usando garras artificiales. También devoran el cuerpo de sus víctimas durante terribles rituales de transformación, para facilitar el ser poseídos por el espíritu del leopardo. 

Su primera aparición fue en la novela Tarzán y los Hombres Leopardo, publicada en 1935. A partir de ese momento se volverían un enemigo recurrente en otras novelas, películas y comics sobre el personajes. 

Los hombres leopardo no son una invención de Burroughs, pues se trata de una secta africana real que se originó en Sierra Leona y fue extendiéndose a otras regiones. Sus miembros consumían alucinógenos que, unidos a las creencias que les inculcaban sus brujos, les hacían auto percibirse como leopardos. No se convertían en guerreros de pleno derecho en la secta hasta que pasaban por una ceremonia de iniciación que consistía en asesinar y despedazar a un miembro de su propia familia. Se cree que la secta desapareció, consumida por el avance del mundo moderno, a mediados del siglo veinte.

En lo que respecta a las figuras, la de la izquierda es de plástico sólido. Mide 10 cm de altura y solo tiene dos puntos de articulación, los brazos (es torpe) aunque estos no tienen mucho recorrido. La figura de la derecha mide algo más de 11 cm de altura y es de goma flexible, teniendo cableados sus brazos (es ambidiestro) y piernas.

Ambas están muy bien esculpidas y pintadas. Otra cosa en la que coinciden es en su baja estabilidad. Cuesta bastante buscarles el punto de equilibrio para que se mantengan de pie por si solas. Esto, junto con su también limitada movilidad es algo común a todas las figuras de esta colección, que en general parecen más pensadas como piezas de exposición que como juguetes. 

Puedes ver otras figuras de esta colección pulsando aquí.

Hombres leopardo. Tarzán Fantásticas Aventuras. Bizak. Presentado en blíster. Dos puntos de articulación / flexible. 1996.

domingo, 20 de noviembre de 2022

MARCIANO VERDE de Tarzán Fantásticas Aventuras

 LA COLECCIÓN DE FIERAS

    Presentado por… Bem.

¡Hola raros!

Esta figura pertenece a la colección Tarzán Fantásticas Aventuras, de Bizak. La colección estaba a su vez dividida en tres series; la serie amarilla o Tarzán rey de la selva, la serie azul o Tarzán en el centro de la Tierra, y la serie roja o Tarzán conquistador de Marte.

Cada una de estas series contaba con una o más figuras de Tarzán en diferentes atuendos, y lo enfrentaba contra enemigos clásicos de las tres sagas literarias más famosas de Edgard Rice Burroughs: Tarzán de los monos, Pellucidar, y John Carter de Marte. Si bien es cierto que Tarzán llegó a acompañar a los personajes de En el corazón de la Tierra hasta el mundo interior de Pellucidar en una de las novelas de Burroughs, en ninguna llegó a viajar hasta Marte. No obstante, no me extrañaría nada que la idea hubiese llegado a pasar por su cabeza, puesto que todas sus sagas tenían lugar en un mismo universo y un marco temporal relativamente cercano. 

La colección incluía figuras tanto articuladas como de goma sólida y flexibles. Esta pertenece a la serie roja y representa a un marciano verde genérico. También se hizo una específica de Tars Tarkas, un miembro de esta raza que acabó convirtiéndose en el mayor aliado del protagonista, el humano John Carter.  

Los marcianos verdes son una de las dos razas dominantes en Marte. Están presentes desde Una princesa de Marte, la primera de las novelas de la saga, publicada en 1912 en formato de folletines semanales. Se los describe como guerreros natos, estoicos y feroces, aunque también crueles e innecesariamente sanguinarios. Una sociedad básicamente nómada y bárbara, excepcionalmente coordinada a la hora de luchar y totalmente orientada a la supervivencia. Algo muy característico de ellos es que solo hay dos cosas que les hagan reír: la inminencia de su propia muerte, y la de sus enemigos. Generalmente, cuando un marciano verde se ríe hay que ponerse en guardia, y cuando se carcajea ya es demasiado tarde para salir huyendo. 

La mayoría de las figuras de la colección son bastante fieles a sus descripciones en las novelas, salvo en un detalle fundamental, la escala. Las figuras de Tarzán tienen la misma altura que las de los marcianos verdes, que en las novelas miden entre tres y cinco metros, o los hombres-planta, cuya altura oscila entre los tres y los cuatro metros.

La figura mide 9 cm de altura y tiene articulados los cuatro brazos (es ambidiestro… o tetradiestro, o ambidiestro por partida doble, como se diga). La cabeza es, como los brazos, un elemento aparte montado en el cuerpo, pero está en una posición fija. El resto del cuerpo es una sola pieza.

Puedes ver más figuras de esta colección pulsando aquí.

Marciano verde. Tarzán Fantásticas Aventuras. Bizak. Presentado en blíster. Cuatro puntos de articulación. 1996.

jueves, 19 de agosto de 2021

TARZÁN DE MARTE de Tarzán, fantásticas aventuras

 LA COLECCIÓN DE FIERAS

    Presentado por… Bem.

¡Hola raros! 

Tarzán, fantásticas aventuras fue una colección de figuras aparecida en 1996, simultáneamente a la serie de televisión Las nuevas aventuras de Tarzán. Tanto una como otra combinaban elementos de las tres sagas de novelas más famosas de Edgar Rice Burroughs: Tarzán de los monos, John Carter de Marte (ambas iniciadas en 1912), y En el corazón de la Tierra (iniciada en 1914).

La colección estaba dividida a su vez en tres líneas. La línea amarilla (Tarzán rey de la selva), roja (Tarzán conquistador de Marte), y azul (Tarzán en el Centro de la Tierra). A pesar de esta división, las figuras mantenían todas una misma estética y en principio eran compatibles para jugar con ellas… si ignorábamos las escalas en lo que a la línea roja se refería. Aproximadamente la mitad de las figuras eran diferentes versiones de Tarzán, y se cometió el error de no incluir figuras de animales. ¡Una colección de Tarzán sin animales! Afortunadamente, siempre podemos complementarla con animales genéricos de los bazares.

Muchas de estas figuras venían equipadas con una extraña espada con cierta forma de nota musical, pero que no se podía colocar en las manos de casi ninguna, y resultaba además demasiado grande y fuera de lugar. Otro elemento que acompañaba a las figuras era una gran placa de plástico pensada, supongo, para prenderla en la ropa. Las placas se anunciaban como un coleccionable, pero eran todas iguales, cambiando únicamente el color. 

La colección combinaba, además, figuras articuladas, flexibles, y completamente macizas. Esta primera que veremos es una de las articuladas. Pertenece a la línea roja. Es la versión "Tarzán de Marte", equipado (teóricamente) con pertrechos de guerra eliumitas. En sus novelas, Burroughs describía un Marte cálido y seco donde la ropa solo se usaba de forma ceremonial, como parte de ritos o fiestas tradiciones. Los personajes iban completamente desnudos el resto del tiempo (salvo por cosas como cinturones para armas y equipo, calzado, o joyas) por lo que es muy difícil que alguna vez lleguen a hacerse comics, películas o figuras que reflejen fielmente las novelas.

La figura mide 12 cm, tiene tres puntos de articulación (cabeza y brazos) y es ambidiestra. El nivel de esculpido y pintado es excelente, especialmente el rostro, muy expresivo. Originalmente se vendía en un blíster, acompañada por uno de los dos modelos de hombre planta con los que contaba la colección.

Puedes ver otra figura de esta colección pulsando aquí.

Tarzán de Marte. Tarzán fantásticas aventuras. Bizak. Presentado en blíster. Tres puntos de articulación. 1996.