Parade hizo que yo amara por siempre a Prince. No es mejor ni peor que otros discos suyos pero si es distinto, una rareza en su discografía incluso para un músico tan ecléctico como él.
No se lo puede definir con etiquetas clásicas como rock, funk, pop o soul. Solo es... extraño. Su atemporalidad asusta y hasta puede ser de escucha inaccesible para el oído de hoy. Así es mi amado Desfile de Prince. Tómalo o déjalo.
Comienza con Christhoper Tracy parade, ya un desfile orquestal que va de un parlante a otro sin pausa. Rítmica y sofocante por acumulación. Fito Páez dijo que se inspiró en ella para hacer su canción Folis Verguer y en su armado y se nota.
Kiss es la primera opción para mostrarle a alguien que no conozca a Prince. Un tema "vacío", armado sobre arreglos deliciosos que conforman un esqueleto etéreo e irresistible. El riff de guitarra 🎸 penetra en la psiquis y el hallazgo oculto es un hit-hat desparejo que le da el punch ideal para ser lo que es, un hit instantáneo con mas de un millón de copias vendidas y el primer puesto en single en todas las listas por semanas.

Girls & Boys de amena escucha es otro potencial single manteniendo ese "despojo" en sonido y armado no teniendo ni de cerca de base el teclado que tan famoso hiciera a Prince en toda ésta década, su década dorada. Para ver su influencia escuchar No voy en tren de Charly García 😉. Do u lie? es algo ya inclasificable. Una especie de broma francesa con dejo jazz pero una canción fantástica, irreal. Nadie mas que Prince podría componer e interpretar con ese falsete.
Anotherloverholenyohead es un soul/funk encantador por su voz y por un detalle en su música: el armado exquisito de los coros. Su guitarrista Wendy Melvoin luce como un contrapunto vocal ideal en todo el disco. Mountains aporta pop bien hecho y la balada Under the Cherry Moon suena clásica, sin riesgo pero con el glamour necesario.
Sometimes is now in April es tan delicada como triste y frágil. Hoy suena premonitoria por su fallecimiento en ese mismo mes. Los errores del disco son dos: Life can be so nice que es puro ruido, cacofonía innecesaria con la percusión y sonido de Sheila E. muy excesiva. El otro es ser parte de la banda de sonido de una película espantosa siendo Prince actor y director de ella. Imperdonable hasta el límite de la vergüenza ajena.
Esta etapa es prolífica en lados B y material extra de enorme valía. El enano estaba en su momento de gloria creativa. Luego y a pesar de desarmar su banda The Revolution, Prince seguiría por algunos años más siendo genial en calidad. Espero con ansias un Parade de luxe en el próximo tiempo...

- Suma en mi recuerdo el hecho de ir a buscarlo a la disquería en formato "cassette" con insistencia por varios días, para luego escucharlo mil veces recostado con tranquilidad en mi pieza junto a mi hermano.
- Maggie ya va entendiendo también por donde viene la mano musical...