martes, 2 de diciembre de 2025

"Un cómo, un cuando, un dónde para poder estar a cien"

(Viernes)

 - Cuando lo veo, pierdo el lenguaje. No es casual. Me doy cuenta. Pero sabes qué, no es que me quede sin palabras por tarada, es porque siento que me quedo sin herramientas. Javier me conoce, sabe quién soy, sabe que me puede. Y yo trato de volver a la senda, pero el me mira con la complicidad. Y tiene razón. Pero me fastidia que tenga razón. 

- Es que no podes desconocer lo que pasó. 

- No. Pero quisiera. Porque registro algo: si el no está, yo puedo controlarme, ando lo más bien. Hago la mía. Pero si me lo cruzo, lo veo, me escribe, en el momento, este orden que te digo, desaparece. Peor, se fuga. Y me quedo en mí mente como en blanco, la razón me abandona. El cuerpo no me obedece. 

- Y no te gusta...  Porque no es tan fácil de manejar. No es algo que puedas cerrar. Hay un otro. 

- Si. Y eso, me desespera. Vos no te imaginas como yo odio eso. Lo tarada que me siento. Lo ignorante. Es como si no pudiera jugar ese juego. Como si no supiera. 

- Y Javier lo sabe. Y no parece importarle mucho medirse a el tampoco. O quizá hasta ahora no lo hacía. 

- Si. Pero me enoja mucho conmigo misma no poder hacerle a él, lo que hago al resto. A mí el resto no me importa, o sea, me vinculo y todo pero no es lo mismo.  Javier me conoce desde los 18 años, voy a cumplir 31. Sabe cómo soy, eso es lo peor, sabe cómo soy realmente. Entonces, claro, cuando yo quiero ponerle límites a el, a mí, por todo, me mira como diciendo: ¿qué te haces ahora la desconocida? Y la verdad, tiene razón. 

- Claro. En ese sentido, si la tiene. Te mira con complicidad porque la hay. Y la hay en base a lo que vivieron.  Eso no se puede negar. Quizá sería bueno ver qué conductas refuerzan esa complicidad y cuáles son más neutrales. 

- Si, es que... Nada, hay que desconocerse. Pero desconocerse fuerte. Me tiene cansada todo esto. Es agotador. Me cansa mucho esto de no entender, como que no entiendo que tengo que hacer. Me refiero a tratarlo. Todo lo que soy para él es un tema. Si soy buena, porque soy buena. Si soy mala, porque soy mala. Si no lo miro, porque me desaparezco. Si le escribo, somos un bardo.  Y yo, igual: si me escribe, si no me escribe, si me mira, si no me mira. El otro día, me vi de afuera por un segundo, y dije: "Basta, flaca, no hay *** que te venga bien". Y sí.  La verdad, re densa estoy. 

II. 

(Domingo) 

*Mensaje de Javier, en medio de una charla intensa. 

- Te escribo y nos encontramos.  ¿Qué días no vas al centro?