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martes, 31 de marzo de 2020

Bang 74 -All straight ahead (Music for gloves)


En esta iniciativa llamada Music for Gloves hemos querido dar a conocer uno de los temas que viene incluido en el próximo álbum de Bang 74. El trió de Ferrol tiene su propio ritmo y tras siete años de espera entregan una colección de temas en donde vuelven a demostrar su buen hacer para crear canciones, Este “All Straight Ahead” es una muestra de lo que puedes encontrar en “Let it drift” (su segundo disco grande) un tema de pop cargado de rock and roll, con infinidad de influencias y a su vez con personalidad propia, una puta maravilla comprimida en 111 segundos. Este álbum será co-editado por Snap! Records, New H Records y KOTJ Records en las próximas semanas. Escuchen y no si creen que esta iniciativa merece la pena aporten su pequeño grano de arena, muchos seres humanos lo agradecerán.



¡¡¡¡MÚSICA CONTRA EL CORONAVIRUS!!!!
Campaña solidaria MusicFor Gloves, EPs digitales de 4 canciones (inéditas o avances de futurosdiscos...) de distintos sellos discográficos nacionales. Todos con un fincomún: recaudar dinero para comprar guantes y/o materiales de protección para hospitales.¡NO DEJES DE COLABORAR!


Escucha todas las colaboraciones pinchando en el banner

viernes, 15 de febrero de 2019

Jibaros - Dislexia Lp


Los funambulistas más atrevidos desafían a la parca prescindiendo de la red en sus números. Esa red que concede seguridad y confianza es un estorbo para el talento y la locura de quien decide arriesgar, un elemento inútil para aquel que no se conforma con el aplauso del respetable sino que busca el asombro y la sorpresa. La libertad es innegociable, sólo el artista osado es capaz de dar forma a una obra que trasciende el espacio y el tiempo. La música no es ajena a estos principios, son muchas las formaciones que se lanzan al vacío con la protección de la red, conscientes de que el riesgo es mínimo, pero son los temerarios, aquellos que huyen de corsés y manuales de estilo, los que acaban firmando discos que pasan a ocupar un lugar privilegiado en la banda sonora de nuestras vidas. En ello andan metidos estos cuatro intrépidos que responden al nombre de Jíbaros, que han decidido apartarse de los caminos trillados para dar forma a un disco soberbio. En “Dislexia”, César, David, Alberto y Gabriel caminan sobre el alambre sin red, el talento que rebosan les protege de cualquier caída y les hace caminar con paso firme a lo largo de los 12 cortes que componen este disco. 

Y es que desde el mismo título, el segundo LP de Jíbaros es una declaración de intenciones. Esa “Dislexia” es el efecto que pretenden causar en el oyente: el contraste entre el pop luminoso de algunas de sus canciones y el rock asfixiante y denso de algunos de los pasajes del disco; dislexia sonora, genial sinestesia jíbara. Esa alteración sensorial se produce con el primer tema del disco, “Confusión # 9”, un disparo de pop turbio, áspero, melodías que raspan y nos arañan con dulzura los oídos. “Te tengo” nos rompe la cintura, es un regate de pop nueva olero que contrarresta el visceral arranque del LP. La tercera canción del álbum se titula “Nuestra canción”, un soberbio trabajo de guitarras y voces deudor de Nick Lowe. “Cerebro electrónico” conecta con la frescura del pop español de los años 60, pero lo hace en clave de beat oscuro y con una letra alucinógena y alucinante; una maravilla. Pero quizás una de las gemas disléxicas de este disco sea “Guerra mundial”, un tema que nos descoloca con sus primeros acordes, una canción que, partiendo de un ramalazo de postpunk, metamorfosea hasta convertirse en una soberbia composición de pop pluscuamperfecto. El broche a la cara A de “Dislexia” lo pone “Posibilidad”, un pepinazo cósmico que ya nos habían adelantado Jíbaros como cara B de su single Parranda (Sweet Grooves / Hurrah! / Snap. 2018); descaro callejero y energía a raudales. 

Damos la vuelta al disco y nos asalta otro brote de dislexia, una tremenda canción que cabalga entre el punk y el glam, uno de esos temas que crecen a cada escucha, una melodía de largo recorrido sostenida por unas magníficas guitarras y construída en torno a una gran letra. “Ritmo tropical” relaja el tono profundo de su antecesor, es como ese amigo que te da un golpe en la espalda cuando te pones muy profundo y te dice “anda, vamos a divertirnos”. Y vaya si lo consigue, es un tema pegadizo, con un estribillo de los que se tatúan en la memoria, un himno de powerpop hipervitaminado que hace que todos queramos subirnos a esa moto de la que habla la letra. “La fábrica de problemas” retoma la senda más abrupta del disco a base de rock venenoso y áspero. El vivo retrato de una banda inconformista que no tiene reparos en transitar los caminos menos amables del pop y que sabe salir victoriosa del desafío. La urgencia y la energía del mejor powerpop están presentes en “Buscándote otra vez”, puro jibarismo que nos hace pensar en su primer trabajo, una canción sobresaliente. El guante lo recoge con elegancia y acierto “Las palabras se las lleva el viento”, una composición de pop con retrogusto garagero, en la onda de Muck & The Mires, y que enfila con garra y carácter el final de un disco que no queremos que se acabe nunca. Es “Rock Star Lux” la canción que pone fin a esta “Dislexia”, y lo hace a base de pop glamuroso pertrechado de resplandecientes guitarras. Un broche de oro a un disco sublime, que consagra a Jíbaros como uno de los grupos más en forma del panorama musical español. 

“Dislexia” ve la luz gracias al esfuerzo y a la unión de cinco pequeños grandes sellos: KOTJ, Sweet Grooves, Hurrah!, Delia y Snap. Cinco sabuesos de refinado olfato que siempre andan en busca de la melodía perfecta. El disco ha sido grabado y mezclado por Pepe Bermejo y masterizado por Raúl Martínez en Klangstudio 7. Y no podemos pasar por alto el trabajo de Víctor VS, que ha sabido captar la esencia jibarita y disléxica de este disco en una portada que recoge los cuatro brazos de los músicos a modo de hidra desatada. Tomen asiento y contemplen la arriesgada maniobra de Jíbaros, que le muestran el dedo corazón a la autocomplacencia con un disco que derrocha versatilidad e ingenio. Cuando la sorpresa les haya permitido cerrar la boca, pueden ustedes aplaudir, estamos ante uno de los discos del año. 

Binguero (2019)
 




martes, 15 de noviembre de 2016

Jibaros

¿Oye los tambores? Son tambores de guerra, no se esconda, de nada servirá, están aquí y van a por usted, son Jíbaros y quieren su cabeza para reducir el más mínimo resquicio de tedio y mediocridad que almacene entre sus sesos; será mejor que se rinda. Y es que estos cuatro curtidos guerreros llevan multitud de batallas ganadas a sus espaldas, han formado parte de otras tribus aborígenes, cuya sola mención causa admiración y respeto a cualquiera que se sepa atar los zapatos. Cautivos y desarmados ante la amenaza jíbara, cuatro sellos españoles han claudicado y han firmado un tratado de paz con el cuarteto, plegándose a sus condiciones, que no son otras que publicar un disco que sirva para expandir su mensaje y llevar a cabo su ambicioso plan: hacerse con las cabezas de los incautos oyentes que piquen el señuelo y deslicen la aguja de sus tocadiscos por los surcos de este vinilo. Esos cuatro sellos son: KOTJ Records, Sweet Grooves Records, Hurrah! Música y Delia Records. Conozcamos ahora un poco más sobre estos Jíbaros y desvelemos el contenido de su mensaje. 

David Lorenzo (guitarra y voz), Al Moretti (guitarra y voz), Gabriel Cuesta (batería) y César Sánchez (bajo y voz) son los nombres que han elegido estos audaces salvajes para colarse en nuestra sociedad y sembrar el terror a base de rock'n'roll, power pop, glam, beat, new wave y otros ritmos tribales. Pasean silenciosamente por Madrid, aunque ya han conquistado varias ciudades españolas en las que han conseguido hacerse con un buen número de prisioneros. Su andadura musical comienza en octubre de 2015, fecha en la que se disuelve oficialmente Zombie Valentines, sin apenas tiempo de reacción, y cuando aún no nos habíamos repuesto de la noticia, emergen estos Jíbaros, dispuestos a comerse el mundo con su energía y sus canciones. Lo suyo es la guerra relámpago, y en menos de un año ya tienen grabado su primer LP; cuidado, la cosa va en serio. Ellos califican su sonido como rawk'n'roll y pop rabioso, una forma acertada de definir el veneno sonoro que quieren inocular a nuestra adormecida sociedad, una tarea que comenzaron décadas atrás otros indígenas como The Beatles, The Sonics, T-Rex, Buzzcocks, Redd Kross, Teenage Fanclub y muchos otros, y cuyo testigo recogen hoy estos Jíbaros. 

El primer corte del disco ya es una declaración de intenciones, "Los tiempos están cambiando", y es que no se puede permanecer impasible ante una canción que reza así: "Y si somos de otro tiempo, qué más da / Yo me quedo con los besos, con los discos y con el amor de verdad"; que se entere la Iglesia, éste es el texto del nuevo Padre Nuestro. A partir de ahí, se desencadena una lluvia de cantos ceremoniales que se instalarán para siempre en nuestras cabezas, comienzan a notarse los primeros síntomas del efecto Jíbaro: sonrisa imborrable, ánimo encendido y ganas de bailar; si ha llegado usted a este punto está perdido. El disco continúa con un pildorazo nuevaolero como "Menos que menos", la chulería rockera de "Quiero decirte algo", y un medio tiempo de herencia folkie, "Costa Oeste", con una armónica que sabe a ambrosía. Pero cuidado de nuevo, que se avecina otro himno: "Ella dirá que no", grábenla a fuego en su memoria, no creo que oigan nada mejor cantado en español a lo largo de este 2016; en el país de los Jíbaros no habrá reggaeton ni auto-tune y esta será la canción del verano. La hipnótica "Radio de acción" sirve para poner fin a la cara A del disco, un tema que podrían haber firmado perfectamente los Chesterfield Kings. Automáticamente, presas del influjo Jíbaro, damos la vuelta al disco y nos asalta el rock'n'roll callejero de "Ni un segundo aquí", un hit instantáneo con un estribillo melódico y ganador; Johnny Thunders mostró el camino y estos Jíbaros, miembros de su congregación, lo siguen a rajatabla, amén. Uno de los cortes más sixties del disco es "Todos mis miedos", que nos remite a los mejores grupos vocales de aquella década, poniendo en valor la infravalorada herencia que aquella legión de pioneros del pop español nos legó. Le sigue "Las chicas como tú", un arrebato de power pop y nueva ola en la mejor tradición del rey, Paul Collins, que da paso a "Chico listo", un rock'n'roll vacilón y pegadizo que sirve de antesala a uno de los mejores momentos del LP, la impecable versión del "Beat Your Heart Out" de los Zeros de Roberto López (aka El Vez). Todo lo que se diga de "Mi corazón" es poco, y es que cuando una versión está a punto de superar a la original (que a su vez es todo un clásico), las palabras se quedan cortas; a estas alturas ya habrá doblado usted la rodilla, querido oyente y se habrá entregado en cuerpo y alma a la causa Jíbara. Siéntese y descanse, para ello se ha reservado la última pista del disco, la agridulce "Contar mentiras", un potente medio tiempo que pone el punto y final a un disco perfecto. 


No diga que no le avisamos, hoy hemos revelado uno de los mejores secretos del rock'n'roll español, aquí y ahora hemos alertado a la ciudadanía de sus intenciones, todas ellas comprimidas en esta rodaja de vinilo que hace gala de unas musculosas guitarras y que exhibe unas armonías vocales exquisitas. ¿Cansado de que su cabeza sólo le sirva para llevar el sombrero? Compre el disco de debut de Jíbaros y deje que ellos reduzcan todo aquello que ocupa demasiado espacio en nuestra sesera y que no nos trae más que problemas; puede que el dinero no compre la felicidad, pero discos como el de Jíbaros nos acercan a ella, rotundamente. (Binguero - 2016)