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viernes, 24 de abril de 2020

The Speedways – Kisses are history (Snap!! Records/Hurrah! Música Single)


Nuevo single del trió británico que siguen dejando pequeños pildorazos de pop a cada nuevo disco . Este single tiene dos caras A en toda regla, empezando con ese “Kisses are history” que me toca la fibra, un medio tiempo que contiene toda las inquietudes quinceañeras que perfectamente interpretaron los grupos de chicas en los 60’s y que Matthew Julian ha sabido  comprimir en  esta canción absolutamente maravillosa. En la cara AA “Number Seven” un chute de power pop De los de nota que pide ser pinchado sin parar. Un disco de vuelta y vuelta hasta pulir los surcos. (Oscarkotj-2020)







jueves, 11 de julio de 2019

The Speedways – Seen better days Single (Snap!!/Hurrah! Records)

La banda de Matt Julian  me sorprendió hace unos meses con un primer álbum que difícilmente puedes retirar del giradiscos. Con motivo de la gira que han hecho por el país, los dos sellos que editaron en España este disco, se sacan de la manga un single que puede convertirse en el disco del verano. Por un lado “Seen better days” que estaba incluido en su álbum de debut “Just another regular summer”.  Un pepinazo de power pop en toda regla que parece facturado entre 1978 y 1982 como fondo de cajón de cualquier multinacional para no descolgarse de lo que estaba ocurriendo  en la industria musical y que luego algunos pirados van descubriendo y atesorando.  Durante aquellos años en las emisoras de radio formula sonaba Kirsty McColl con un tema simpático titulado “Hay un chico que trabaja en la tienda de patatas fritas que jura que es Elvis”. Eran temas  que a chicos “diferentes” como nosotros nos llenaban la cabeza de sonidos y nos atrapaban con sus acordes.  En la cara b de este single los Speedways recuperan a Kirsty con lo que fue su primer single para la marca Stiff y el anterior al nombrado unas líneas atrás “They don’t  know” que estos chicos prenden fuego dejando atrás la languidez con que Kirsty interpretaba ese tema dándole mucho mas gancho, con unas guitarras que te arañan la piel y unos coros que hacen que  nos colguemos aun mas  por ellos . Por cierto! creo que es momento de recuperar el lp “Heavy Metal Bombs” de The Breakdowns  (la banda anterior de Matt Julian) que Ghost Highway  publicó hace unos años 
(Oscarkotj-2019)


viernes, 15 de febrero de 2019

Jibaros - Dislexia Lp


Los funambulistas más atrevidos desafían a la parca prescindiendo de la red en sus números. Esa red que concede seguridad y confianza es un estorbo para el talento y la locura de quien decide arriesgar, un elemento inútil para aquel que no se conforma con el aplauso del respetable sino que busca el asombro y la sorpresa. La libertad es innegociable, sólo el artista osado es capaz de dar forma a una obra que trasciende el espacio y el tiempo. La música no es ajena a estos principios, son muchas las formaciones que se lanzan al vacío con la protección de la red, conscientes de que el riesgo es mínimo, pero son los temerarios, aquellos que huyen de corsés y manuales de estilo, los que acaban firmando discos que pasan a ocupar un lugar privilegiado en la banda sonora de nuestras vidas. En ello andan metidos estos cuatro intrépidos que responden al nombre de Jíbaros, que han decidido apartarse de los caminos trillados para dar forma a un disco soberbio. En “Dislexia”, César, David, Alberto y Gabriel caminan sobre el alambre sin red, el talento que rebosan les protege de cualquier caída y les hace caminar con paso firme a lo largo de los 12 cortes que componen este disco. 

Y es que desde el mismo título, el segundo LP de Jíbaros es una declaración de intenciones. Esa “Dislexia” es el efecto que pretenden causar en el oyente: el contraste entre el pop luminoso de algunas de sus canciones y el rock asfixiante y denso de algunos de los pasajes del disco; dislexia sonora, genial sinestesia jíbara. Esa alteración sensorial se produce con el primer tema del disco, “Confusión # 9”, un disparo de pop turbio, áspero, melodías que raspan y nos arañan con dulzura los oídos. “Te tengo” nos rompe la cintura, es un regate de pop nueva olero que contrarresta el visceral arranque del LP. La tercera canción del álbum se titula “Nuestra canción”, un soberbio trabajo de guitarras y voces deudor de Nick Lowe. “Cerebro electrónico” conecta con la frescura del pop español de los años 60, pero lo hace en clave de beat oscuro y con una letra alucinógena y alucinante; una maravilla. Pero quizás una de las gemas disléxicas de este disco sea “Guerra mundial”, un tema que nos descoloca con sus primeros acordes, una canción que, partiendo de un ramalazo de postpunk, metamorfosea hasta convertirse en una soberbia composición de pop pluscuamperfecto. El broche a la cara A de “Dislexia” lo pone “Posibilidad”, un pepinazo cósmico que ya nos habían adelantado Jíbaros como cara B de su single Parranda (Sweet Grooves / Hurrah! / Snap. 2018); descaro callejero y energía a raudales. 

Damos la vuelta al disco y nos asalta otro brote de dislexia, una tremenda canción que cabalga entre el punk y el glam, uno de esos temas que crecen a cada escucha, una melodía de largo recorrido sostenida por unas magníficas guitarras y construída en torno a una gran letra. “Ritmo tropical” relaja el tono profundo de su antecesor, es como ese amigo que te da un golpe en la espalda cuando te pones muy profundo y te dice “anda, vamos a divertirnos”. Y vaya si lo consigue, es un tema pegadizo, con un estribillo de los que se tatúan en la memoria, un himno de powerpop hipervitaminado que hace que todos queramos subirnos a esa moto de la que habla la letra. “La fábrica de problemas” retoma la senda más abrupta del disco a base de rock venenoso y áspero. El vivo retrato de una banda inconformista que no tiene reparos en transitar los caminos menos amables del pop y que sabe salir victoriosa del desafío. La urgencia y la energía del mejor powerpop están presentes en “Buscándote otra vez”, puro jibarismo que nos hace pensar en su primer trabajo, una canción sobresaliente. El guante lo recoge con elegancia y acierto “Las palabras se las lleva el viento”, una composición de pop con retrogusto garagero, en la onda de Muck & The Mires, y que enfila con garra y carácter el final de un disco que no queremos que se acabe nunca. Es “Rock Star Lux” la canción que pone fin a esta “Dislexia”, y lo hace a base de pop glamuroso pertrechado de resplandecientes guitarras. Un broche de oro a un disco sublime, que consagra a Jíbaros como uno de los grupos más en forma del panorama musical español. 

“Dislexia” ve la luz gracias al esfuerzo y a la unión de cinco pequeños grandes sellos: KOTJ, Sweet Grooves, Hurrah!, Delia y Snap. Cinco sabuesos de refinado olfato que siempre andan en busca de la melodía perfecta. El disco ha sido grabado y mezclado por Pepe Bermejo y masterizado por Raúl Martínez en Klangstudio 7. Y no podemos pasar por alto el trabajo de Víctor VS, que ha sabido captar la esencia jibarita y disléxica de este disco en una portada que recoge los cuatro brazos de los músicos a modo de hidra desatada. Tomen asiento y contemplen la arriesgada maniobra de Jíbaros, que le muestran el dedo corazón a la autocomplacencia con un disco que derrocha versatilidad e ingenio. Cuando la sorpresa les haya permitido cerrar la boca, pueden ustedes aplaudir, estamos ante uno de los discos del año. 

Binguero (2019)
 




sábado, 17 de junio de 2017

Las Kasettes - Bajo el Sol (KOTJ Records, Hurrah! Musica, Spicnic Records Lp)

" Cada año asistimos con temor a la irrupción de la canción del verano, esa tonadilla que nos va a trepanar el cerebelo durante el período estival y de la que no podremos huir, no hay refugio antiaéreo ni búnker que pueda mantenernos alejados de semejante tormento. No vamos a perder ni un segundo hablando de la calidad de estos engendros musicales, que cada temporada parece empeorar, haciéndonos añorar las pachangas verbeneras del maestro Georgie Dann. Amigos, en una sociedad idílica la canción del verano brotaría de discos como éste, un LP que huele a playa, a fiesta, a hedonismo, un álbum que suda R&B, soul, pop de los 60, surf y doo wop cuando se aleja de la sombrilla y se expone a los rayos solares, un disco desenfadado, fresco y sin más pretensiones que la de hacernos pasar un rato divertido. Todo eso y mucho más se esconde entre los surcos de "Bajo el sol", el primer LP de Las Kasettes.

¿Quiénes son Las Kasettes? Pues un irresistible dúo pamplonica compuesto por Edurne y Maier, que llevaban la voz cantante en los maravillosos Ginkas, y que desde 2012 lleva adaptando canciones al castellano, o como dicen ellas "kasetteando" aquellos temas que les gustan y que creen que se ciñen a sus voces y a su repertorio. Ya en 2012 grabaron un EP para Chin Chin Records Mundiales, una rodaja titulada "Hics Hics Hits Hits" en la que despachaban versiones de Carole King, Gale Garnett, Holly Golightly y The Romancers, lo que ya nos podía dar una pista de por dónde transitaban los derroteros musicales y la filosofía Kasettista. Dos años más tarde, y también con la familia Chin Chin, Edurne y Maier daban forma a un nuevo EP, "Ye-Ye Yeah", otras cuatro canciones que destilaban frescura y con las que asentaban un proyecto que empezaba a crecer a base de conciertos, ensayos y merendolas, convirtiendo a nuestras pamplonicas favoritas en una de las nuevas sensaciones de la música pop española. Y así llegamos a este electrizante 2017, el año en que unos cuantos chalados pensamos "bajarle despacito la radio" a algún cantante de moda al ritmo de las 12 tonadas que componen "Bajo el sol", la genial puesta de largo de Las Kasettes.

"Bajo el sol" es fruto del esfuerzo de tres sellos: KOTJ Records, Hurrah! Música y Spicnic, que han hecho posible que este LP vea la luz. Edurne y Maier se han rodeado de buenos amigos para la grabación de su primer álbum, sospechosos habituales del ambiente "chinchinero", como Ang Lee To, de Karatekas, o David Spector, de Ginkas, entre otros; manejando los controles de la nave han estado el propio David Spector y Hans Krüger. Y con esos mimbres han dado forma a un disco que contiene 12 cortes, una docena de variopintas canciones "kasetteadas" que encuentra en los 60 su mayor fuente de inspiración, aunque también hay alguna incursión en los 70 y 80, así como versiones de bandas más recientes. La receta es sencilla y Las Kasettes la manejan a la perfección, algo de lo que ya dan buena muestra en el primer corte del disco, "La ola", que es la personal adaptación que Edurne y Maier hacen del tema principal de la película de 1964 "Bikini Beach", interpretada en su día por la malograda Annette Funicello. Surf, playa, rayos de sol, amores de verano, despreocupación y unas voces deliciosas; imposible resistirse a una canción como ésta. La segunda canción es una versión de "Ponte bajo el sol" de Elia y Elizabeth, las nietas del tenor Miguel Fleta, que firmaron en su Colombia natal alguna de las mejores canciones del pop en español de los años 70, felizmente reeditadas y puestas en valor por Munster Records, a través de su subsello Vampisoul, en un trabajo encomiable. Una canción pop perfecta que se adapta como un guante al estilo de Las Kasettes. "Hey Chaval" le toma el relevo, una "kasettización" de "Take My Heart" de The Romancers, una banda que ya había desfilado por el cancionero de las pamplonicas; una combinación ganadora de pop, R&B y surf. A continuación Las Kasettes se atreven con un pepinazo de garaje pop 60's, "What A Way To Die" de The Pleasure Seekers, y que en manos de Edurne y Maider se convierte en un irresistible número de rock'n'roll al que titulan "Escuche Señor Juez". The Continental Co-ets fue una banda de chicas originaria de Minnesota, una formación de corto recorrido que entre 1964 y 1967 publicó un único single, algunas de sus grabaciones verían la luz más tarde en un disco editado por Get Hip en 1994 y que llevaba por título "Let's Live For The Present". Ése es el tema que atacan Las Kasettes en el quinto corte del LP, y al que titulan "Yo vivo en presente"; fuzz y órgano para un pelotazo de garaje pop. Edurne y Maier se atreven también con un número del enorme Mickey Lee Lane, ni más ni menos que "Shaggy Dog", un stomper del 64 rebautizado como "Perro que ladra" y que muestra el lado más fiero del dúo.

La cara B se abre con "No iré a trabajar", una adaptación de "Going Nowhere Fast", un temazo de aroma nuevaolero con una potente línea de bajo interpretado por las británicas Girls At Our Best! en 1980. "Poción de amor" es una de mis canciones favoritas de "Bajo el sol", y es que la adaptación que Edurne y Maier hacen del clásico del soul "Love Potion Number 9" es deliciosa. Inspirándose en la versión que hicieron The Clovers en 1959, Las Kasettes consiguen uno de los mejores momentos del disco, con una letra magnífica y una interpretación sin un solo pero. Magia. "Él no está" es la particular reinterpretación de "He's Not There Anymore", un tema original de The Chymes, banda de féminas adolescentes de efímera existencia  que registraría este corte garajero en 1966. En el repertorio de Las Kasettes no podían faltar los Chicos de la Playa, en este caso el  tema elegido es uno de los hits tempranos de los Beach Boys, "Cherry Cherry Coupe", una canción de 1963 que pasa a llamarse "Verano en la azotea". Y para cerrar el disco, Edurne y Maier rinden homenaje a dos bandas hermanas, cuyo sonido entronca perfectamente con el de Las Kasettes, hablamos de Karatekas y Los Temblooores, de quienes toman prestadas "Ven a la charca" y "Haz el mongol" respectivamente, y que sirven para despedir "Bajo el sol" de la manera más gamberra y divertida posible. Broche de oro.

Si envolvemos este rosario de potenciales, y deseables, canciones del verano en una coqueta portada, tendremos ante nosotros una golosina vinílica que todo buen aficionado debería poseer. Y es que el trabajo de Mario Feal, diseñador de cabecera de Karatekas, pone la guinda a este suculento pastel, redondeando un trabajo que merece, por derecho propio, figurar entre los discos en castellano más atractivos de la cosecha de 2017. Amigos, pongan a punto la aguja y llenen de cervezas la nevera, el verano ya está aquí, y no vamos a dejar que ninguna canción de mierda nos lo joda. Tengan fe, otra canción del verano es posible, sólo tienen que elegir su favorita de entre las 12 de "Bajo el sol"; yo ya tengo la mía, ¿y ustedes?


Binguero (2017)

KOTJ Records
Hurrah! Musica 
Spicnic Records


martes, 15 de noviembre de 2016

Jibaros

¿Oye los tambores? Son tambores de guerra, no se esconda, de nada servirá, están aquí y van a por usted, son Jíbaros y quieren su cabeza para reducir el más mínimo resquicio de tedio y mediocridad que almacene entre sus sesos; será mejor que se rinda. Y es que estos cuatro curtidos guerreros llevan multitud de batallas ganadas a sus espaldas, han formado parte de otras tribus aborígenes, cuya sola mención causa admiración y respeto a cualquiera que se sepa atar los zapatos. Cautivos y desarmados ante la amenaza jíbara, cuatro sellos españoles han claudicado y han firmado un tratado de paz con el cuarteto, plegándose a sus condiciones, que no son otras que publicar un disco que sirva para expandir su mensaje y llevar a cabo su ambicioso plan: hacerse con las cabezas de los incautos oyentes que piquen el señuelo y deslicen la aguja de sus tocadiscos por los surcos de este vinilo. Esos cuatro sellos son: KOTJ Records, Sweet Grooves Records, Hurrah! Música y Delia Records. Conozcamos ahora un poco más sobre estos Jíbaros y desvelemos el contenido de su mensaje. 

David Lorenzo (guitarra y voz), Al Moretti (guitarra y voz), Gabriel Cuesta (batería) y César Sánchez (bajo y voz) son los nombres que han elegido estos audaces salvajes para colarse en nuestra sociedad y sembrar el terror a base de rock'n'roll, power pop, glam, beat, new wave y otros ritmos tribales. Pasean silenciosamente por Madrid, aunque ya han conquistado varias ciudades españolas en las que han conseguido hacerse con un buen número de prisioneros. Su andadura musical comienza en octubre de 2015, fecha en la que se disuelve oficialmente Zombie Valentines, sin apenas tiempo de reacción, y cuando aún no nos habíamos repuesto de la noticia, emergen estos Jíbaros, dispuestos a comerse el mundo con su energía y sus canciones. Lo suyo es la guerra relámpago, y en menos de un año ya tienen grabado su primer LP; cuidado, la cosa va en serio. Ellos califican su sonido como rawk'n'roll y pop rabioso, una forma acertada de definir el veneno sonoro que quieren inocular a nuestra adormecida sociedad, una tarea que comenzaron décadas atrás otros indígenas como The Beatles, The Sonics, T-Rex, Buzzcocks, Redd Kross, Teenage Fanclub y muchos otros, y cuyo testigo recogen hoy estos Jíbaros. 

El primer corte del disco ya es una declaración de intenciones, "Los tiempos están cambiando", y es que no se puede permanecer impasible ante una canción que reza así: "Y si somos de otro tiempo, qué más da / Yo me quedo con los besos, con los discos y con el amor de verdad"; que se entere la Iglesia, éste es el texto del nuevo Padre Nuestro. A partir de ahí, se desencadena una lluvia de cantos ceremoniales que se instalarán para siempre en nuestras cabezas, comienzan a notarse los primeros síntomas del efecto Jíbaro: sonrisa imborrable, ánimo encendido y ganas de bailar; si ha llegado usted a este punto está perdido. El disco continúa con un pildorazo nuevaolero como "Menos que menos", la chulería rockera de "Quiero decirte algo", y un medio tiempo de herencia folkie, "Costa Oeste", con una armónica que sabe a ambrosía. Pero cuidado de nuevo, que se avecina otro himno: "Ella dirá que no", grábenla a fuego en su memoria, no creo que oigan nada mejor cantado en español a lo largo de este 2016; en el país de los Jíbaros no habrá reggaeton ni auto-tune y esta será la canción del verano. La hipnótica "Radio de acción" sirve para poner fin a la cara A del disco, un tema que podrían haber firmado perfectamente los Chesterfield Kings. Automáticamente, presas del influjo Jíbaro, damos la vuelta al disco y nos asalta el rock'n'roll callejero de "Ni un segundo aquí", un hit instantáneo con un estribillo melódico y ganador; Johnny Thunders mostró el camino y estos Jíbaros, miembros de su congregación, lo siguen a rajatabla, amén. Uno de los cortes más sixties del disco es "Todos mis miedos", que nos remite a los mejores grupos vocales de aquella década, poniendo en valor la infravalorada herencia que aquella legión de pioneros del pop español nos legó. Le sigue "Las chicas como tú", un arrebato de power pop y nueva ola en la mejor tradición del rey, Paul Collins, que da paso a "Chico listo", un rock'n'roll vacilón y pegadizo que sirve de antesala a uno de los mejores momentos del LP, la impecable versión del "Beat Your Heart Out" de los Zeros de Roberto López (aka El Vez). Todo lo que se diga de "Mi corazón" es poco, y es que cuando una versión está a punto de superar a la original (que a su vez es todo un clásico), las palabras se quedan cortas; a estas alturas ya habrá doblado usted la rodilla, querido oyente y se habrá entregado en cuerpo y alma a la causa Jíbara. Siéntese y descanse, para ello se ha reservado la última pista del disco, la agridulce "Contar mentiras", un potente medio tiempo que pone el punto y final a un disco perfecto. 


No diga que no le avisamos, hoy hemos revelado uno de los mejores secretos del rock'n'roll español, aquí y ahora hemos alertado a la ciudadanía de sus intenciones, todas ellas comprimidas en esta rodaja de vinilo que hace gala de unas musculosas guitarras y que exhibe unas armonías vocales exquisitas. ¿Cansado de que su cabeza sólo le sirva para llevar el sombrero? Compre el disco de debut de Jíbaros y deje que ellos reduzcan todo aquello que ocupa demasiado espacio en nuestra sesera y que no nos trae más que problemas; puede que el dinero no compre la felicidad, pero discos como el de Jíbaros nos acercan a ella, rotundamente. (Binguero - 2016)