El domingo amaneció algo nublado, el mar parecía un lago, calmado y sin apenas oleaje. Estas torres almenaras formaban parte de la defensa fronteriza costera del antiguo reino nazarí, en la actualidad aunque se mantienen en pie, la presión urbanística es atroz, e intenta casi devorarlas.
Pero resistirán, claro que si, es nuestro patrimonio e historia. Existía una linea fortificada a lo largo del litoral desde Gibraltar hasta Murcia. Su función defensiva consistía en dar aviso ante la presencia de barcos enemigos para que las guarniciones de Mijas, Fuengirola y Málaga, entre otras, acudieran al sitio por donde los piratas berberiscos, que acechaban en toda la costa, pretendían acometer la entrada.
Esta ruta comienza en el Puerto deportivo de Benalmádena "Puerto Marina"; en la rotonda principal de entrada a las instalaciones portuarias se encuentra nuestra primera almenara TORRE BERMEJA. Fue construida sobre un promontorio rocoso en la Punta Saltillo, su emplazamiento estratégico permitía la comunicación mediante fuego y humo con otras torres.
Siguiendo la linea de la costa, por las amplias playas de nombres tales como Bermeja, Malapesquera, Santa Ana, Bil-bil y Arroyo de la Miel llegamos a "la Cala" donde subimos un buen desnivel, escalonado, y encontramos nuestra segunda almenara TORRE QUEBRADA. Hemos recorrido aprox. 3,5 km.
Ahora se nos presentan unos tramos más accidentados, regresamos a la cala, y enlazamos con una pequeña playa del casino de Torrequebrada. Desde aquí parte un sendero con continuas subidas y bajadas rodeando las urbanizaciones sobre el acantilado. En general está bien conservado, con escaleras cómodas y quitamiedos de madera. Las vistas son soberbias, a levante la costa de Torremolinos y a poniente las de Fuengirola. En este tramo encontramos dos calas memorables, Benalnatura (naturista) y la cala de la Viborilla, pequeñas y resguardadas, son ideales para hacer una parada y disfrutar del entorno.
Los siguientes tramos son dífíciles, y a veces es necesario subir a la carretera, la antigua N-340, para volver a bajar al acantilado, al límite de urbanizaciones y construcciones. Llegamos a Playa Bonita y desde aquí conectamos con la parte final del sendero que se torna circular y asciende a donde se ubica nuestra tercera almenara TORRE MUELLE. Esta es mi favorita, las vistas amplisimas hacia el mar y hacia la montaña. 7,5 km. de costa unidos por estas atalayas.
"La llama de la esperanza" dice Gandalf. En uno de mis mejores momentos de la película donde una prodigiosa secuencia de almenaras encendiéndose, dando una el paso a la otra. Esta genial puesta en escena de Peter Jackson , en las impresionantes cumbres de Nueva Zelanda, es muy visual, y podemos extrapolar e imaginar como un mensaje era transmitido desde Gibraltar hasta Estambul en una sola noche. Me quedo con ese "Arden las almenaras" que grita Aragorn (El Señor de los Anillos)
Mis días de mar dejaron sabores salados y recuerdos serenos...,en aquella playa desierta las últimas luces de la tarde difuminaron de rosas y violetas el horizonte.
Paseando entre cactus y crasas en el Parque de la Paloma, en Benalmadena, el omnipresente mar, nos da la mano y fija el contraste.
Y esas blancas chimeneas de ventilación, más estéticas que funcionales, sin humo de combustión, se erigen altas hacia el cielo azul...
y estas otras miran al mar, sobre su tejado. Modernas atalayas, desde las que contemplar y divisar...
Como la torre-almenara de Torrequebrada, que rodeada de construcciones resiste aún el paso del tiempo, oteando su destino incierto. En un próximo post serán protagonistas estas torres vigías, las tres que tengo localizadas en la costa de Benalmadena, las enlazaré por la línea costera y andaremos La ruta de las almenaras: desde Puerto Marina hasta Torre Muelle.