sábado, 29 de enero de 2011

Saturday's Gone

Un dúo extraño: La angelical voz de Isobel Campbell (Belle and Sebastian) y la no tan angelical de Mark Lanegan (Screaming Trees). En esta canción sólo canta ella. Podéis escuchar a Mark o a los dos juntos en otras.



miércoles, 26 de enero de 2011

Las cebras y la muerte

Éramos ciento cincuenta y siete cebras
corriendo por la llanura seca
y yo iba detrás de la veinticuatro,
la veinticinco y la veintiséis,
delante de la sesenta y uno y la sesenta y dos,
y de pronto saltando nos adelantaron
la ciento dieciocho y la ciento diecinueve
diciendo, las dos diciendo, "¡río!", "¡río!",
y la veinticinco, alegre, repitió, "¡río!" ,"¡río!",
y de pronto nos alcanzó la ciento treinta
saltando, corriendo, alegre, "¡río!" ,"¡río!",
y la veinticinco giró hacia la izquierda
por delante de la veinticuatro y de la veintiséis,
y de pronto vi el sol en el agua del río
brillando con brillantes salpicaduras,
y la ocho y la nueve pasaron a mi lado
corriendo en dirección contraria
con la boca llena de agua y las patas
mojadas y el pecho mojado
diciendo alegres "¡adelante!", "¡adelante!",
y me crucé de pronto con la cinco y la siete
que también corrían en dirección contraria
pero diciendo "¡cocodrilos!", "¡cocodrilos!",
y luego pasaron la seis, la treinta y la catorce
y todas dijeron asustadas "¡cocodrilos!",
y bebí agua, bebí agua brillante
de brillantes salpicaduras,
"¡un cocodrilo!" gritó la veinticinco asustada,
"¡un cocodrilo!" repetí reculando
y corriendo asustada en dirección contraria.
Me crucé de pronto con la ciento cuarenta y nueve
la ciento cincuenta y la ciento cincuenta y uno,
"¡cocodrilos!" ,"¡cocodrilos!" grité asustada
con la boca llena de agua y las patas
mojadas y el pecho mojado
y seguí corriendo por la llanura seca
detrás de la veinticuatro y de la veintiséis,
delante de la sesenta y de la sesenta y uno,
y vi de pronto, de pronto vi un hueco
entre la veinticuatro y la veintiséis, un hueco,
y seguí corriendo por la llanura seca
y vi otra vez el hueco, el hueco otra vez
entre la veinticuatro y veintiséis,
y de pronto de un salto ocupé el hueco.

Éramos ciento cuarenta y nueve cebras
corriendo por la llanura seca,
y delante de mí iban la doce, la trece
y la catorce, y detrás de mí
la cuarenta y tres y la cuarenta y cuatro.

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Zebrak eta heriotza

Berrehun eta hiru zebra ginen eta korrika
gindoazen denok lur lehorra zapalduz,
eta Hogeita laua, Hogeita bosta eta Hogeita seia
neuzkan nik aurrean, atzean Hirurogeita bata
Hirurogeita bia eta Hirurogeita hirua,
eta bat-batean Ehun eta hamazortziak
Ehun eta hemeretziak eta Ehun eta hogeiak
albotik aurreratu gintuzten Ibaia!
oihu eginez, Ura! Ibaia!
eta Hogeita laua, Hogeita bosta eta Hogeita seia
Ibaia! Ura! oihuka hasi ziren, eta
Laurogeiak, Laurogeita batak, Laurogeita biak ere
aurrea hartu ziguten zalapartan Ura! Ibaia!
eta Hogeita bostak ezkerrera egin zuen, eta
Hogeita lauak eta Hogeita seiak eskuinera egin zuten,
eta eguzkia ikusi nuen ibaian, ura distiratsu,
ura distiratsu eta aurrera, aurrera egin nuen,
eta Zazpiarekin eta Zortziarekin gurutzatu nintzen,
eta bustita zetozen, bustita urez, aho bete urez,
eta aurrera egin nuen eta Bostarekin eta Seiarekin
gurutzatu nintzenean kokodriloak! esan zuen Seiak,
eta aurrera, aurrera, eta kokodriloak! kokodriloak!
egin zuten denek oihu Seiak, Bostak, Hamazazpiak
Hamarrak, Hogeiak, denek oihu kokodriloak,
kokodriloak, eta nik ura edan nuen,
ura ibaian, ur distiratsua, ur eguzkiz betea,
eta kontuz! kokodriloak! egin zuen oihu
nire ezkerrean Hogeita bostak,
eta ur distiratsuan busti-bustita atera nintzen,
eta Berrehun eta bostarekin eta Berrehun eta biarekin
gurutzatu nintzen eta kokodriloak! esan nien, kokodriloak!,
eta korrika segi nuen lur lehorra zapalduz,
eta Hogeita laua eta Hogeita seia neuzkan aurrean,
eta hutsune bat zegoen haien artean eta jauzi, jauzi,
jauzi egin nuen eta hutsunea niretzako hartu,
eta korrika jarraitu nuen lur lehorra zapalduz.

Ehun eta laurogeita hamazazpi zebra ginen,
eta korrika gindoazen denok lur lehorra zapalduz,
eta Hamarra, Hamaika eta Hamabia neuzkan nik aurrean,
eta Berrogeia eta Berrogeita bata atzean.

Bernardo Atxaga

[Poema incluído en la antología Siete poetas vascos, ed. Pamiela]

martes, 25 de enero de 2011

Black monday

Ayer tuve un lunes desastroso, más black que blue. Empezó mal y acabó mal. Si hubiera visto a estos jovenzanos, por lo menos la cosa se habría quedado en gris oscuro, creo yo.

The Jolly Boys: Versiones inesperadas "a la jamaicana" de los 70-80: New Order, Stranglers, los Clash, incluso se atreven con los Doors...



Jolly Boys vs New Order

domingo, 23 de enero de 2011

Vanessa Winship

Bluebird

Seguimos cabalgando.

viernes, 21 de enero de 2011

Cowboys

Leí La carretera, de Cormac McCarthy, con el corazón en un puño. Sin parar. Tengo que decir que es, que yo recuerde, uno de los 2 únicos libros que me han hecho llorar (el otro es inconfesable). Me he resistido un tiempo a volver a McCarthy, pero ya estoy de nuevo atrapada, ¡quién me lo iba a decir a mí! cabalgando por tierras de México con John Grady Cole y su amigo Rawlins.
J. me habló hace años de Todos los hermosos caballos, pero no me gustaba el título y además me daba mala espina que hubieran hecho una (por lo visto infumable) película romántica hollywoodiense basada en el libro; no me encajaba todo eso con el estilo crudo y áspero de Cormac McCarthy (aviso que no es un estilo que guste a todo el mundo)... También pensaba que no me iban las novelas de vaqueros, pero sin embargo aquí estoy enganchada a los personajes, a los diálogos sin ninguna clase de adorno, a las aventuras -aunque sobre todo desventuras- de estos cowboys dieciseisañeros.

Banda sonora de hoy: Bob Dylan, Pat Garrett & Billy the Kid


martes, 18 de enero de 2011

Simple pleasures

En estos tiempos de pintxos pretenciosos, llenos de espumas y colorines, se agradece volver a la anchoa minimalista del Basaras. Cuando la ves, sabes exactamente lo que tienes delante y sabes exactamente lo que tienes que hacer con ello. A pesar de que también el Basaras sufrió la transformación inevitable, al menos todavía se puede comentar la famosa foto de Iribar, colgada en la pared.

domingo, 16 de enero de 2011

Conocer el mundo


¿Qué se puede conocer del mundo? Desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte, ¿cuánto espacio puede llegar a barrer nuestra mirada? ¿Cuántos centímetros cuadrados del planeta Tierra habrán tocado nuestras suelas?

Recorrer el mundo, surcarlo en todos los sentidos, nunca será algo más que conocer unas cuantas áreas, unas cuantas fanegas: minúsculas incursiones en vestigios desencarnados, escalofríos de aventura, búsquedas improbables coaguladas en una bruma almibarada de la que nuestra memoria sólo guardará algunos detalles: más allá de esas estaciones y de esas carreteras, y de las pistas resplandecientes de los aeropuertos, y de esas exiguas bandas de terreno iluminadas durante un breve instante por un tren nocturno lanzado a gran velocidad, más allá de los paisajes largo tiempo esperados y descubiertos demasiado tarde, y de los montones de piedras y de los montones de obras de arte, lo único que habrá será tres niños corriendo por una carretera blanca, o una casita a la salida de Avignon, con una cancilla de madera pintada de verde hace mucho tiempo, las siluetas de los árboles perfiladas en la cima de una colina en los alrededores de Sarrebrük, cuatro obesos risueños en la terraza de un café en los suburbios de Nápoles, la gran calle de Brionne, en Eure, dos días antes de Navidad, a eso de las seis de la tarde, el frescor de una galería cubierta en el zoco de Sfax, una minúscula presa que atraviesa un lago escocés, una carretera llena de curvas cerca de Corvol-l'Orgeuilleux... Y junto a todo ello, irreductible, inmediato y tangible, el sentimiento de la concreción del mundo: algo claro, más próximo a nosotros: el mundo, no ya como un recorrido que hay que volver a hacer sin parar, no como una carrera sin fin, un desafío que siempre hay que aceptar, no como el único pretexto de una acumulación desesperante, ni como ilusión de una conquista, sino como recuperación de un sentido, percepción de una escritura terrestre, de una geografía de la que habíamos olvidado que somos autores.

Georges Perec, Especies de espacios

viernes, 14 de enero de 2011

Katzenjammer

Leo que ahora mismo en Oslo los termómetros marcan -10º. Pero no todo es gélido en Noruega.

sábado, 8 de enero de 2011

Asa

jueves, 6 de enero de 2011

Horizonte

Mirando al horizonte pensé que al final, va a ser verdad eso de que la tierra es redonda. No es que no me guste ilusionarme con estas ideas revolucionarias, pero me imagino que la emoción del descubrimiento fue muchísimo mayor para Ptolomeo, Copérnico y toda esa cuadrilla.

martes, 4 de enero de 2011

Ski jumper

¿Que tú tampoco viste los saltos de esquí el día de año nuevo?

Todavía puedes purgar tus culpas viendo el documental de Herzog.

The Great Ecstasy of Woodcarver Steiner

...aunque si no lo tienes a mano puedes escuchar a Hafdis Huld



lunes, 3 de enero de 2011

El lujo

Puede ser no trabajar aunque sea lunes, o comerse un plato de lentejas, en casa.