lunes, 28 de febrero de 2011

Swing dance

¿Te creías ágil? No es por decepcionarte pero...



Swing dance, dice el título, pero una cosa es bailar y otra cosa es esto...(¿experimentar con la fuerza centrífuga?).

domingo, 27 de febrero de 2011

Little people

Son pequeños pero la lían (así que los vigilo de cerca).



Acton, London

Más gente pequeñita aquí.

sábado, 26 de febrero de 2011

Mélanie Laurent

Ya que ayer fue el día del brioche,hoy se impone un poco de música paggisién.

La feria de los milagros

[un milagro de hoy mismo: Que a pesar de las prisas y de nuestras manos inexpertas,
salga del horno este delicioso briochito con moño ladeado]


Un milagro corriente:
que se produzcan tantos milagros corrientes.

Un milagro ordinario:
el ladrido de los perros invisibles
en el silencio de la noche.

Un milagro del montón:
una nube menuda y ligera,
capaz de tapar la luna llena y compacta.

Muchos milagros en uno:
un aliso que se refleja en el agua
y que se vea invertido de izquierda a derecha
y que crezca allá con la copa hacia abajo
y que no llegue al fondo
pese a poca profundidad del agua.

Un milagro cotidiano:
vientos de ligeros a moderados,
borrascas en plena tormenta.

Un milagro cualquiera:
las vacas son vacas.

Otro milagro, quiérase o no:
este huerto y sólo éste,
de esta pepita y sólo de ésta.

Un milagro sin frac ni sombrero de copa:
palomas blancas en desbandada.

Milagro, porque cómo llamarlo si no:
hoy el sol ha salido a las tres catorce
y se pondrá a las veinte cero uno.

Un milagro que no sorprende lo debido:
una mano tiene menos de seis dedos,
pero tiene más de cuatro.

Un milagro, y basta con abrir bien los ojos:
el mundo omnipresente.

Un milagro tan adicional como adicional es todo:
lo impensable
se puede pensar.

Wislawa Szymborska, Paisaje con grano de arena

jueves, 24 de febrero de 2011

Imelda May

miércoles, 23 de febrero de 2011

Tiempo y espacio

El espacio parece estar más domesticado o ser más inofensivo que el tiempo: en todos los sitios encontramos gente que lleva reloj, pero es muy raro encontrar gente que lleve brújula. Necesitamos saber la hora en todo momento (¿hay alguien todavía que sepa deducirla de la posición del sol?) pero nunca nos preguntamos dónde estamos. Creemos saberlo: estoy en mi casa, en la oficina, en el metro, en la calle.
Es evidente, por supuesto -pero, ¿hay algo que no lo sea? Sin embargo, de vez en cuando deberíamos preguntarnos dónde estamos: hacer balance: no sólo de nuestros estados de ánimo, de la salud, de las ambiciones, de las creencias y de las razones de ser, sino de la posición topográfica, y no tanto en relación con los ejes citados más arriba, sino más bien en relación con un lugar o un ser en que podamos pensar, o en el que nos pondremos a pensar. Por ejemplo, cuando en la parada de Invalides subimos al autobús que nos lleva a Orly, representarse la persona que vamos a esperar justo al pasar por la vertical de Grenoble, y mientras que el autobús va abriéndose un difícil camino en medio de los embotellamientos de la avenida Maine, tratar de figurarse el lento recorrido que podría hacer por un mapa de Francia, la travesía de Ain, de Saône-et-Loire, de Nièvre y de Loiret... O también, en un momento preciso del día, interrogarse de un modo más sistemático sobre las posiciones que ocupan, los unos respecto a los otros y respecto a nosotros, algunos de nuestros amigos: enumerar las diferencias de nivel (los que como nosotros viven en un primer piso, los que viven en el quinto, en el once, etc.), las orientaciones, imaginar su desplazamiento en el espacio.
Hubo un tiempo, supongo que como todo el mundo, y sin duda en una de esas pequeñas agendas trimestrales que daba la librería Gibert, cuando a principio de curso íbamos a cambiar el Carpentier-Fialip y el Roux-Combaluzier del año próximo, en que escribía mi dirección de esta manera:

Georges Perec
Calle de la Assomption, 18
Escalera A
Piso 3º
Puerta derecha
París 16
Provincia de Sena
Francia
Europa
Mundo
Universo

Georges Perec, Especies de espacios

[Cuando leí este libro, me hizo gracia pensar, como Perec dice, en la diferencia de nivel; descubrir que cada vez que hablo por teléfono con alguien, muy posiblemente esté situado varios metros más arriba o más abajo que yo. También lo suelo pensar cuando estoy en la cama... es extraño imaginarse a personas que conocemos, durmiendo a otra altura. Además, leyendo a Perec, muchas veces he recordado el tebeo 13, rue del Percebe, que tanto me gustaba cuando era pequeña.]

martes, 22 de febrero de 2011

Nadav Kander

Desde que conocí a Nadav Kander en Getxophoto (su trabajo, quiero decir), me encuentro con sus fotografías por todas partes. Me gustan mucho, especialmente las de la serie "Yangtze, The Long River".






lunes, 21 de febrero de 2011

Big Mama


Así que ya sabes: si Mama te dice que te tomes la sopa, te la tomas. (Y esos pipiolos del fondo, formales si no quieren recibir un bolsazo).

domingo, 20 de febrero de 2011

En una ciudad ajena

Un leve olor, casi irreal,
del Mediterráneo, multitudes
en las calles a medianoche
(empieza un festival
del que no sabemos nada).
Un gato escuálido pasea
bajo nuestras rodillas.
Los gitanos cenan como
si cantaran; blancos
edificios sobre ellos,
una lengua desconocida.
Felicidad.

Adam Zagajewski, Antenas

sábado, 19 de febrero de 2011

Chet Baker


Esa voz lánguida de Chet Baker puede conmigo.

[Qué difícil elegir una canción de Chet Baker... Por si alguien quiere más, ésta es otra de las que más me gustan]

miércoles, 16 de febrero de 2011

Esperando

Dejas la autopista y
bajas la colina. Una vez
abajo, giras a la izquierda.
Sigues orientado a la izquierda. La carretera
hará una Y. De nuevo a la izquierda.
Dejas una cala a la izquierda.
Sigue en la misma dirección. Justo antes
de que se termine la carretera, verás
otra carretera. Coge ésa
y no otra. Si no,
arruinarás tu vida
para siempre. Hay una casa de madera
con un tejado frágil a la izquierda.
No es ésa la casa. Es
la siguiente, justo sobre
una elevación. La casa
en la que los árboles se inclinan
cargados de fruta. Donde crecen el flox, la forsitia
y la caléndula. Ésa es
la casa en la que una mujer
permanece a la puerta
con el sol en su pelo. La que
ha estado esperando
todo este tiempo.
La mujer que te quiere.
La que puede que te diga,
"¿Dónde te has metido?"

Raymond Carver, Todos nosotros

domingo, 13 de febrero de 2011

Domingo gris

en las Merindades.

De visita en casa de O.

Ni rastro del desayuno (café con leche, pan con mantequilla y mermelada de ruibarbo) para cuando me he acordado de la foto.

La pared que siempre me gusta y me hace pensar en Japón.

A los caóticos nos fascina el orden ajeno.




El paseo (corto porque ha empezado a llover bastante)



jueves, 10 de febrero de 2011

Mitos de la infancia


Tendría 7 u 8 años cuando Iribar me regaló esta foto. Me habían diagnosticado una escoliosis , con la consiguiente obligación de ir a nadar casi a diario al Deportivo, y de vez en cuando, a hacer rehabilitación a un centro de fisioterapia. Casualmente, los jugadores del Athletic solían pasar por allí cuando tenían alguna lesión, y yo, desde mi camilla, me acostumbré a escuchar sus bromas y sus gritos ¡Rojo! ¡Dani!. En aquellos años yo no era nada futbolera ni vivía todo lo relacionado con el Athletic como los niños de ahora, pero incluso una criaja como yo, más interesada por las cocinitas y por mi Nancy que por el fútbol, sabía perfectamente quién era Iribar, y sabía que la presencia del Chopo en los alrededores era todo un acontecimiento.
El día que Bego, mi fisioterapeuta, me anunció que en la sala de al lado estaba Iribar "Voy a decirle que venga a conocerte", me entró el pánico escénico y me escondí debajo de la camilla, en un rincón de la pared. Enseguida vi sus piernas desde mi trinchera, pero tenía claro que no saldría de mi escondrijo bajo ningún concepto.
Sin embargo él se agachó, me sonrió, me dijo alguna palabrita engatusadora que ya no recuerdo y me ofreció la mano para salir de allí. Fue entonces cuando nos pusimos de pie y me pareció el hombre más alto y más guapo del mundo. Él siguió con sus palabras seductoras a las que yo respondí con un mutismo absoluto (aunque el corazón me iba a mil), y entonces me dedicó la foto.
Recuerdo que volví a casa como una heroína, enseñando a mi hermano y sus amigos mi trofeo, como si lo hubiera logrado después de una lucha encarnizada con una manada de leones.

[Esta entrada se la debía al Txe, que la reclamó.]

miércoles, 9 de febrero de 2011

Hablando del asunto...



[Dedicada especialmente a Kikara and the verbena sisters]

martes, 8 de febrero de 2011

Pan superviviente

Mi primer pan lo horneé hace más de un año, tras un curso de Ibán Yarza. Pero éste ha sido el primero que hago yo solita y desde el principio, mezclando un poquito de harina y agua. No pensaba que tardaría tanto en probar de nuevo pero es que la vie, como decía E., se interpone en mi camino.
Sigo pensando que para hacer pan con cierto éxito hay que ser un poco ordenado, metódico, y sobre todo paciente, cualidades de las que carezco absolutamente. Cuidé fatal de mi masa madre (no sirvo ni para tener un tamagotchi), no he respetado demasiado tiempos, normas ni medidas, tuve dificultades con el amasado, con los cortes en el pan.... pero ha resultado un pan de verdad ¡Un pan superviviente! No es el más bonito ni su miga la más esponjosa, pero alegrará un poco mis desayunos.


[He hecho este pan siguiendo más o menos las instrucciones de Ibán en el programa Robin Food]

lunes, 7 de febrero de 2011

Hideaki Hamada

Fotografías de Hideaki Hamada




sábado, 5 de febrero de 2011

El h'mame



Total, que me pongo este viejo cd para amenizar mis deberes hogareños, pero a los 5 minutos me doy cuenta de que no puedo hacer otra cosa que subir a tope el volumen y bailar dando vueltas por la casa, totalmente idiotizada hipnotizada. Mi plan de limpiar la nevera tendrá que esperar.

La perfección echada a perder

Y otra cosa lamentable que la muerte tiene
es el cese de esa magia intransferible
que toda una vida te costó desarrollar y sacar al mercado
tus gracias, tus agudezas, los puntos de vista
que sólo unos pocos entienden, esos seres queridos
cercanos a la boca del escenario, con sus blandos rostros
iluminados por la luz de las candilejas, sus risas a punto de lágrima,
lágrimas que se confunden con sus pendientes de brillantes,
el vaho de sus alientos acompasado con el latir de tu corazón,
tu actuación y su respuesta totalmente entrelazadas.
Los chistes por teléfono. Los recuerdos bien guardados
en los archivadores de rápido acceso. Toda esa puesta en escena.
Quién será el que le dé vida una vez más. Pues eso, nadie;
los imitadores y la descendencia ya no son lo mismo.

Perfection Wasted

And another regrettable thing about death
is the ceasing of your own brand of magic
which took a whole life to develop and market --
the quips, the witticisms, the slant
adjusted to a few, those loved ones nearest
the lip of the stage, their soft faces blanched
in the footlight glow, their laughter close to tears,
their tears confused with their diamond earrings
their warm pooled breath in and out with your heartbeat,
their response and your performance twinned.
The jokes over the phone. The memories packed
In the rapid-access file. The whole act.
Who will do it again? That's it: no one;
imitators and descendants aren't the same.

John Updike, Poemas

[No sé si lo copié mal o estaba mal la traducción, el caso es que he hecho una pequeña modificación a mi libre albedrío, pero incluyo también la versión original para que decidáis vosotros mismos lo que significa]

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mediateka

En mis lejanos tiempos de bibliotecaria (en los que el ordenador era todavía un ser extraño y casi intocable) no podía ni soñar con trabajar en un lugar así. Ahora ellos me suelen dar envidia, a pesar de que seguramente (lo pienso para animarme) tendrán un horario infernal.

Mi silla me espera


Zona infantil

Planta baja

Espacios

Subo a la tercera (Literatura)

3 estanterías, 3!, dedicadas a la poesía. No me esperaba semejante despliegue en Bilbao. Aunque esos cojines para tumbarse no sé si son lo mejor para mi espalda.

martes, 1 de febrero de 2011

Chinese interiors

Fotografías de Robert van der Hilst