Bo Saris

Si consigues escucharla sin mover ni siquiera un dedo, es que estás muerto.

Chrysler building

Margaret Bourke-White, 27, stands on the scaffolding enclosing the under-construction Chrysler Building in New York, 1931. (Foto vista aquí)

Nueva York, por lo demás, tan apretado entre sus dos grandes ríos, con sus enormes estructuras arquitectónicas y con la orgía de sus iluminaciones, es la ciudad más plástica del mundo, y el espectáculo que ofrece desde lo alto del Chrysler no tiene ponderación. ¡Qué maravilla, señores! Hasta que subí al Chrysler, no había tenido nunca la emoción del mundo moderno, y estoy por decir que tampoco había tenido la del mundo antiguo, porque, en fin, la visión que se alcanza desde allí es tan extraordinaria, que lo mismo puede servir como una anticipación de lo futuro que como una reconstrucción de lo pasado. Uno sabe, naturalmente, que aquello es Nueva York, pero, buscándole a Nueva York un término de relación, tan pronto se va al año 2500 de la era cristiana como al 1500 de antes de Jesucristo.

Julio Camba, Mis páginas mejores
(Años 30)

Eeva Kilpi

Bueno, si de verdad
quieres una confesión,
Ahí va:
He tenido treinta y seis amantes
son demasiados
Tienes razón,
contesté,
Hubiese bastado con treinta y cinco.
Pero, cariño, el treinta y seis eres tú.
Bienvenido.

Eeva Kilpi (Hiitola, Carelia, Finlandia, 1928)
de Poesía Nórdica, antología y traducción de Francisco J. Uriz,

Visto aquí.

I should be dancing

(por fin de vacaciones)

Asuntos pendientes VI: Navegar

en velero por el Mediterráneo (o por otros mares cálidos).
Algún día me atreveré.

Nunca deja de maravillarme la belleza y la perfección de los barcos de vela.

Fotografías de Jonathan Chritchley

Para ir ambientándose

Dos décadas, dos países, dos styles...¿os cuesta elegir?

Atom Rhumba

Me reencontré con Atom Rhumba en un anuncio de la expo Live Music Experience de la Alhóndiga. Ya ni me acordaba de su existencia, a pesar de que tengo en algún lugar recóndito de la memoria, la imagen de ellos tocando en directo.
Supongo que como eran de casa no les hacía mucho caso.

¡Ese falsete!

Insomnio

Obsesivos: Mirad para otro lado.

Visto aquí

Fiona

Para Jen, que me la descubrió hace un tiempo, por estar siempre online, ayudándome con mis puzzles.

Día de playa

La mañana se arrastra.
Busco trabajo, motivos,
compasión.
Pero es verano:
tiempo de melocotones.
La fruta que le pone a uno
en su sitio.

Michel Gaztambide, Moscas en los incunables

Yo también fui una "fans"

Mientras yo escribo esto, O. me manda un video del concierto de Bob Dylan, que acaba de comenzar a muy poca distancia de aquí. A última hora me ha dado pena no estar ahí, pero el hecho cierto es que me he rajado.

Mañana tocan los Cure, también en Bilbao, y tampoco los veré. En mi vida me han gustado muchísimos grupos y tipos de música, pero si de algún grupo fui fan en la historia, lo que se dice una auténtica FANS, fue de los Cure. Hace la friolera de 26 años (horror, esto de hacer cuentas es un poco terrible), los vi en directo por primera vez en Donostia. Fue uno de los conciertos memorables de mi vida, y guardo un gran recuerdo de aquel día sofocante en Donosti, vestidas Aran y yo con nuestra indumentaria alegre y playera  entre miles de siniestros de luto riguroso y con el pelo cardado. Aún guardo un recorte del periódico...y sin embargo no iré al concierto de mañana.

Times are changing (for me)?

Diane Birch, again

con sus mejillas sonrosadas. (Y a mí me sigue recordando a Rickie Lee Jones)

La canción empieza en el min 1:24, aviso

Doña Rosita II

Banana

Recuerdo que la primera noche yo me acosté temprano, pero G. me sacó de la cama excitadísima para hacerme una demostración de cómo bailaban. "No te lo vas a creer. Mañana tienes que venir como sea". Y yo le obedecí escéptica. "Bueno, bueno, yo no bailo así ni por el forro, pero entro y miro un poco" (es que soy bilbaina, qué queréis). Claro que era mi primer viaje a Cabo Verde, y yo aún no sabía que es IMPOSIBLE entrar en una discoteca africana y no bailar. Creo que ya me sacó algún lugareño a la pista según entraba por la puerta de Banana (¡Oh, aquel tugurio irrepetible!). Negarse era inútil. Recuerdo que sudábamos a chorros, pero ellos nos agarraban tan prietos que casi no podíamos respirar. (Véase pareja del fondo en el video). Yo daba vueltas por la pista, buscando la mirada de G., que riéndose -supongo que veía mi cara de susto- me hacía gestos como diciendo "Sí, sí, así, ¡SIGUE!".

Y bueno, yo seguí. Incluso aquella música melosa que al principio nos parecía hortera, acabó gustándonos. Evidentemente, nunca aprendí a bailar zouk o kizomba como es debido, pero ellos me llevaban tan bien que en algunos momentos llegó a parecerme que no era tan difícil.

No he encontrado un video que muestre lo suficientemente bien la belleza de una pareja de caboverdianos bailando... pero incluso con este cutre-documento podréis daros cuenta de que en lo referente al baile hay una raza superior. Y no hay discusión posible al respecto.

Doña Rosita

Del año que vivió en Guatemala, F. volvió con muchas semillas de plantas y árboles tropicales, unos cuantos relatos extraordinarios y una colección de recortes de la prensa local. Los recortes que más me gustaron y conservé durante años, fueron los Consejos Intimos de Doña Rosita. Algunos son tan maravillosos que casi resulta irrelevante el detalle de si el consultorio de Doña Rosita es real o ficticio.

Perplejidad

Desde el bar
-al otro lado de la calle-,
observo una boca de metro:

la gente
sube
y baja,
entra y sale,

y todos
parecen tener claro
a dónde van.

Es fascinante.

Karmelo C. Iribarren, Otra ciudad, otra vida

[Ojeo en la librería un libro de Karmelo C. Iribarren. Lo huelo (muchas veces huelo los libros nuevos), lo abro, leo la dedicatoria "Para ti", y en vez de parecerme ñoña se me humedecen los ojos. Como estoy en un sitio público, trago saliva y me pongo a mirar guías de viaje. Estoy muy mal, no?]

Piergiorgio Branzi

 Tengo ganas de descansar, tengo ganas de Mediterráneo.

Piergiorgio Branzi

Más fotos de Branzi aquí.