Como soy un paleto, por si alguien no recordara que lo he repetido ya unas cuantas veces, os ahorraré mi opinión sobre lo que me parece la
cúpula de Miquel Barcelo para la sede la ONU de Ginebra. Como no entiendo de arte, a mí
la cúpula tampoco me lo parece, pero en fin, doctores tiene la iglesia y
yo no soy uno de ellos.
Lo peculiar es el asuntillo del dinero. La broma de la cúpula ha costado 18,5 millones de euros. Ni que fuera la Capilla Sixtina. Sí, lo sé,
calla palurdo. Pero ojo al dato: "
Además de una desviación autorizada del 10 por ciento sobre esta cantidad". ¡Una desviación de 1,85 millones! Si la neurona todavía me rije, eso son 300 millones de las antiguas pesetas. ¿Se ha disparado el precio de la pintura,
de los disolventes, de los pinceles, de las máscaras, de la manduca de los ayudantes del genio Barceló? Esto recuerda al discurso de Zapatero en la ONU hablando del hambre del mundo, mientras detrás suyo se veía la imagen de un asistente poniéndose, literalmente, las botas hasta que descubrió que lo estaban grabando y escondió el plato.
El Gobierno español ha aflojado la cartera y ha caído 7,5 millones. Rumbosos que somos en este país de pícaros y pandereta. Otra forma de promocionar el arte, o lo que sea, español. La polémica salta a raíz de 500.000 euros del ala salidos de los Fondos de Ayuda para el Desarollo (tercermundista, te presto este dinero para que compres cositas a las empresas españolas) y que el gobierno dice que "
no se han contabilizado como ayuda al desarrollo". Más números. El artista
Barceló se ha embolsado 6 millones de euros por su trabajo. Sería injusto no recordar que el gobierno de la República pagó también a Picasso por el "Guernica", hoy una obra emblemática del siglo XX, si bien es cierto que no tengo claro que sean casos equiparables.
¿Un derroche gubernamental? ¡Quiá! El arte -como la gente
cool bien sabe- no tiene precio. ¿Realmente es necesaria esa decoración? Los
cojmopolitas no pueden pasar con unos techos falsos o una mano de gotelé. ¿No contribuyen esos excesos a alimentar la sensación de que la ONU es un mamut anquilosado que no sirve para nada, excepto mover a miles de zánganos muy bien pagados a cuenta de fondos públicos? No, claro, eso es demagogia barata. ¿Acaso ese gasto redundará en la lucha contra la pobreza en el mundo? Que cada uno saque sus propias conclusiones.
En realidad estoy cabreado porque no me he llevado ni un céntimo de aquella
desviación del presupuesto: se lo quedaron todo los de arriba. Como siempre. Y yo que me hacía cruces de que Doña Espe (a quien
le gusta estar en el candelabro y ser
desprendida con los más necesitados) se gastara
18 milloncejos en la peli de Garci. Ahora a los políticos les la ha dado por mutar en un trasunto de los Medici renacentistas, eso sí con el dinero de los ciudadanos, no con el suyo. ¡Viva la kultura!
A todos estos desafectos al arte los ponía yo a limpiar grafitis de las paredes, empezando por las de mi casa.
P.D.:
Entrevista a Miquel Barceló.
(Banda sonora: Suffer Well - Depeche Mode)