Mostrando entradas con la etiqueta alcohol. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta alcohol. Mostrar todas las entradas

Empinando el libro

Las tabernas ´fundirán´ el vino con la lectura
Noticia de Diario Córdoba.

Se entregará un libro y una tapa por cada media botella que se consuma. ¡Toma! Solo una tapa para trasegar media botella de vino me parece poca ayuda. Debería ser, como es en esas tierras como dios manda, una tapa por vaso. Eso sí, a mí que nadie me pida que después de pimplarme media botella me dediqué a otra de mis sanas aficiones, la lectura.

No se anuncia la relación de títulos seleccionados. ¿Importa? No creo que ese sea gran inconveniente para los seguidores de Baco ni sé si realmente les interesa la oferta cultural incorporada al bebercio. La pregunta es, ¿por qué en reciprocidad las librerías no regalan con la compra de un libro una bebida espiritual o con algunos grados? Algunos libros necesitan de cierta ayuda para tragarse.

Y quien no lo crea, que se espere al libro con el que nos amenaza George W. Bush.

(Banda sonora: Neon Beanbag - Stereolab )

El comercio ( y el bebercio)

Sí… la crisis afecta los hábitos de consumo… pero solo el lugar (de consumo).
Que tal y como está el patio no es momento de dejar la bebida.

(Banda sonora: Finally Over - Lek Mun)

Curso de ética periodística

El hombre prehistórico ya se parecía a Homer Simpson
Titular de Diario Qué

Cuando hay pocas noticias, se deben buscar hasta debajo de las piedras. Y si son tan poco amenas como una piedra, toca darles un toque de color para justificar la deforestación de unos cuantos árboles. Los neandertales (los de verdad, no los políticos, los hooligans, etc., etc.) no son muy atractivos pero pueden molar más con el titular en cuestión para explicar que: "El hombre se volvió sedentario y agricultor hace unos 10.000 años, dando pie a la llamada revolución del neolítico, para beber cerveza y embriagarse y no con el fin prioritario de mejorar o asegurar su alimentación". Añadamos a eso el título de otro párrafo: "Lo que querían era 'ir al bar'". ¡A mí me gusta el pipiriripipí, de la bota empinar, pararapapá...!

De aquello polvos, estos lodos. Otra noticia en la línea alcohólica: ¿Por qué los borrachos olvidan sus 'osos'? Y sigue: Descubren la la razón por la cual la gente olvida las cosas vergonzosas que hace cuando está ebria.

No, no me voy a echar un trago. Estoy sopesando hacerme abstemio, visto lo visto.

(Banda sonora: Brigadas de demolición - Aviador Dro)

Yo no me llamo Javier

Tengo el hígado jodido y el corazón roto.
Me he bebido un río desde que me hiciste pedazos
y no tengo problemas con la bebida,
salvo cuando no puedo conseguir un trago.
Tom Waits

¡Qué escandalo! El 61% de los jóvenes españoles entre 12 y 18 años son consumidores de alcohol. Los chavales, no sé si para justificarse o buscando la complicidad de sus mayores, declaran que el 90% de sus padres también le dan al drínquin cuando salen y que el 50% saben que beben cuando van de marcha. A mí no me sorprende que los jóvenes beban, lo que me deja un poco pasmado es que empiecen tan pronto. No es consuelo que en otros países estén peor que aquí.

Porque una cosa es beber, con relativa moderación, y otra emborracharse. Algo que admiten hacer el 8% cada 15 días. Luego los ves por la tele diciendo que así se sienten parte del grupo y que se deshiniben y lo pasan mejor. Ahora es cuando tendría que poner el grito en el cielo, clamar contra la pérdida de valores de la juventú patria y rasgarme las vestiduras ante tales muestras de hedonismo desaforado. No puedo sermonear. Con 18 años yo hacía cosas parecidas. Y para más inri, iba en moto (como mis amigos). Un poco bebido, quiero decir.

Visto en perspectiva, no me siento especialmente orgulloso de esa faceta trasegadora. Vivíamos esperando el fin de semana. Viernes y sábado noche de juerga con los colegas. Empezábamos con unas cervecillas, y luego solíamos irnos a compartir unos cubatas de litro o de pubs. Discotecas, poco. No salíamos específicamente a ligar. No puedo certificar que con el puntito se ligue más que sobrio. En fin, se podría decir que salíamos a beber, a charlar y a pasarlo bien. Entonces no se estilaba, como ahora, el botellón, aunque alguna vez -cuando íbamos de discos- llevábamos priva en el maletero de algún coche para abastecernos.

No entraré en detalles escabrosos. Solo diré que en dos veces sí se me fue la mano. Y para que os sirva de lección, queridos amiguitos, por culpa del alcohol aquella noche perdí una magnífica oportunidad. Beber no te convierte en más simpático ni en más guapo. Al principio te suelta la lengua y luego, si bebes más de la cuenta, te la enreda. ¿Beber te hace guay? ¿Seguro? Aunque la mona se vista de seda...

Volví de la mili y ya no fue lo mismo. Todo tiene su momento. Y nunca bebí tanto como para no acordarme de lo que había hecho la noche anterior... creo.

P.D.: Y ahora "descubren" que la resaca no tiene remedio... bueno, sí, no beber en exceso (esto me lo tenías que haber dicho hace 20 años, Anna).

(Banda sonora: I Love To Move In Here - Moby)