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miércoles, 7 de septiembre de 2016

Las portadas del mes. Especial David Aja

Empezamos este mes tan especial con un nuevo post de portadas. Esta vez está dedicado a uno de los mejores artistas de la actualidad; el vallisoletano David Aja. Son 15 ejemplos y podrían ser muchos más. En anteriores entradas he incluido algunas de la colección de Hawkeye y también la maravillosa cubierta del Daredevil, black and white #01 que podéis volver a ver aquí. Por esto me he centrado en buscar portadas diferentes y únicas aunque también he incluido algunos de sus trabajos más icónicos. Espero que os gusten.


The Immortal Iron Fist # 17 Variant Edition.



Astonishing X-Men  # 48  Variant Edition.



Scarlet Witch  # 06.



Secret Avengers  # 18  Variant Edition.



Red Skull, incarnate  #02.



Black Panther # 516  Variant Edition.



Daredevil  # 111  Variant Edition.



Green Arrow, brightest day  #12.



Hawkeye  # 08.



Karnak  # 04.



 Archer and Armstrong  # 03  Variant Edition.



Scarlet Witch  # 10.



Star Wars  # 21 Variant Edition.



The Immortal Iron Fist  # 01.



Scarlet Witch  # 04.


Salut!

lunes, 25 de julio de 2016

Los comics de superhéroes que amo (4) Daredevil de Frank Miller



El comic de superhéroes moderno nació y creció con él. Esto es algo que siempre tendremos que recordar pase lo que pase, haga lo que haga con su carrera y con su vida Frank Miller. Y el comienzo de todo fue Daredevil, lo publique quien lo publique y aunque le pese a ciertas editoriales o a ciertos organizadores de salones de comic. Y el Daredevil de Miller empieza realmente en el #168 de la colección regular justo cuando Elektra entra en acción.


Antes podemos contar una decena de episodios dibujados por él, bastante correctos, donde se intuye que participa decisivamente en los argumentos y en los diálogos pero cuyos guiones están firmados mayoritariamente por el discreto Roger McKenzie.
Si atendemos al texto de presentación del primer comic book de Daredevil dibujado por Miller, el #158 de la serie regular de mayo de 1979, parece que los de Marvel ya presagiaban el éxito futuro del casi adolescente artista de Maryland, pero en aquellos tiempos estos textos venían casi de fábrica y se ponían por defecto aunque en esta ocasión diera de lleno en la diana.


En estos 10 episodios iniciales Miller se familiariza con el personaje y empieza a regalarnos sus famosas páginas de acción compuestas de viñetas rectangulares alargadas tanto horizontal como verticalmente. Es su etapa de aprendizaje que completa en un tiempo récord aunque haya que precisar que en esta época la colección era bimensual por lo que los plazos de entrega eran más razonables. 


Así pues la serie se va volviendo cada vez más urbana, cada vez más nocturna y cada vez más centrada en la vida de Matt Murdock y de los personajes que le rodean. Elektra aún no ha aparecido por lo que el contrapunto femenino lo encarna Natacha Romanof - más conocida como la Viuda Negra - y como si de un ensayo se tratase tienen que lidiar con el siempre mortífero Bullseye. No aparece Kingpin y Foggy está en un discretísimo segundo plano pero, con la perspectiva que dan las décadas, uno intuye un algo milleriano en aquellas páginas especialmente en el episodio del hospital donde el protagonista absoluto es... ¿lo adivinan? Ben Urich.


Tras más de año y medio en la colección y tras el repaso al origen del personaje que se produce en el #164 que hemos señalado arriba todo está dispuesto para que Frank Miller tome las riendas de la serie y se erija en el dueño absoluto de la franquicia. Y su etapa de plena autoría empieza a lo grande presentando a Elektra...


Elektra Natchios es una ninja, cazarecompensas, asesina a sueldo y primer amor de Matt Murdock que recibe el encargo de llevar a Europa un ladrón de poca monta. Después de tantos años la ex novia tiene que entrar en el territorio de Daredevil y se produce un épico enfrentamiento a la vez que nos enteramos de las circunstancias de su noviazgo en el pasado.
Es un episodio calcado a los que hizo 30 años antes Will Eisner en The Spirit presentando a Sand Saref pero sin embargo y paradójicamente supuso una renovación en el género. La mezcla de serie negra y superhéroes, la ambientación ciudadana y no sideral y sobre todo la atención hacia el conflicto interno de los personajes y no sólo a la lucha física agitaron el medio de una manera inédita hasta entonces.

Aunque volvería a tomar como referencia a The Spirit en varias ocasiones también se fija, en el aspecto formal, en obras mucho más lejanas; en concreto del Japón y en el manga que empieza a ser asimilado por Occidente. Obras como Lone Wolf and Cub son fundamentales para entender la pequeña revolución artística que Frank Miller realiza en su Daredevil.


El grueso de la etapa de Frank Miller en la colección de Daredevil comprende - prácticamente sin interrupciones - de los #158 al 191. Temporalmente abarca de mayo de 1979 hasta febrero de 1983 dándose la circunstancia que la colección pasa a ser mensual a partir de mayo de 1981. El equipo habitual a partir del #168 será el compuesto por Frank Miller (argumentos, guión y narrativa) Klaus Janson (acabados y entintado) y Glynis Wein o el mismo Janson coloreando. Tres años más tarde de abandonar la serie, en febrero de 1986, Frank Miller se reincorporaría a ella sólo escribiendo los guiones, pero ésto es materia para otro post.


La evolución mes a mes es espectacular; en su pleno apogeo podríamos definir la colección como una mezcla ajustada de comic de superhéroes, género negro y películas de ninjas.
La conjunción entre los textos y las imágenes es revolucionaria y el tono se balancea intrépidamente entre el hard-boiled más duro de Mickey Spillane al humor más socarrón e irreverente de Donald E. Westlake. Argumentalmente la acción principal se estructura en torno a la ascensión al trono de rey del hampa de Kingpin y a los esfuerzos de Daredevil por evitarlo. En medio de este fuego cruzado: Elektra, Bullseye, Ben Urich, Foggy Nelson, TurkVanessa Fisk...


El punto culminante, el meollo de la trama lo podemos situar en los números 179, 180 y 181 siendo este último un capítulo doble de 38 páginas. Son en la práctica 4 episodios donde se disparan todas las hostilidades y se desencadenan todas las tramas para desembocar en un apoteósico desenlace. Elektra, Bullseye, Kingpin y Daredevil luchan denodadamente para acabar empatando y configurando un escenario, un status-quo que parece ser vigente aun en la actualidad. Se produce una de las muertes más famosas de Marvel (una de las tres más famosas para ser precisos y curiosamente todas de mujeres) y las consecuencias de esta muerte marcarán la serie durante años, casi décadas.


En estos 4 números está la esencia del primer Daredevil de Frank Miller; acción, reacción, la violencia y sus consecuencias.
A partir del #182 Miller se va desligando cada vez más de la colección dejando a Klaus Janson apartados cada vez mayores del arte. Podemos encontrar sin embargo episodios interesantes donde Miller y Janson experimentan con el lenguaje narrativo e intentan mantener el interés en la serie. Aparecen personajes estelares de la época como El Castigador o viejas amigas con aires renovados como la Viuda Negra pero se aprecia un cierto cansancio, una ligera repetición de fórmulas ya conocidas y también un malestar por parte de Miller por las injerencias de la compañía. La condición de serie hot, de comic book del que todo el mundo habla tiene como contrapartida negativa la falta de libertad creativa. Además el ruido de fondo es ensordecedor y las presiones son enormes para que cierto personaje resucite...


Y lo que tenía que pasar, pasó y Miller se cansó y decidió abandonar la serie. Realiza el encargo de "resucitar" a Elektra de una forma bastante ambigua y malsana. Y se permite el lujo de escribir y dibujar un último capítulo - el #191 - donde reflexiona sobre el héroe y su reverso. Este episodio titulado Ruleta está entre lo mejor que ha hecho nunca Miller en el comic mainstream y supone un perfecto broche final a esta primera etapa a cargo de la serie.


Ruleta es toda una declaración de principios y es también una constatación de que los comics de superhéroes habían dejado la etapa de la adolescencia para enfilar una turbulenta madurez. Pocos años más tarde Alan Moore y el mismo Frank Miller demolerían el género para asentarlo en nuevas bases. Sus obras fueron magníficas cargas de profundidad que dinamitaron completamente lo viejo, lo caduco y lo repetitivo del medio pero que desgraciadamente sólo contribuyeron a crear unas estructuras renovadas, quizás más sólidas, pero con los mismos vicios de antaño y sin su componente de inocencia, de frescura y naturalidad. Pero no puede decirse que Miller no lo intentará. Luchó denodadamente para conseguir una renovación y además nos dejó un buen puñado de historias a las que siempre volveremos. Y como decíamos antes su Daredevil fue el inicio de todo...


Salut!

martes, 9 de agosto de 2011

Gene Colan, coetáneos y seguidores. HOMENAJE CONJUNTO A GENE COLAN.

Existe en la carrera de filología una asignatura llamada literatura comparada que estudia la obra de arte respecto a sus contemporáneos e incluso a otras manifestaciones artísticas. En el estudio de los comics se aplica poco esta disciplina quizás porque las comparaciones son odiosas, dicen; pero normalmente lo son porque resultan muy reveladoras. Quiero aprovechar el homenaje conjunto a la figura de Gene Colan - realizado por diversos blogs el último fin de semana de julio - para situar su etapa en la serie Daredevil en su contexto temporal.

Daredevil #19 (Agosto 1966) John Romita y Frank Giacoia.

Cuando Gene Colan heredó la serie de John Romita Sr. - en el nº 20 de septiembre de 1966 - en Marvel reinaba Jack Kirby; Steve Ditko había dejado la serie The Amazing Spider-man, también la compañìa, dando un sonoro portazo. Precisamente fue la oportunidad de tomar la cabecera arácnida lo que hizo abandonar a Romita una serie donde empezaba a familiarizarse con el género. Ya desde el principio Colan le imprimió su estilo a las páginas del comic book y aunque compartieron entintador, Frank Giacoia, ya en el nº 22 podemos ver un ejemplo de las innovaciones del futuro dibujante de Howard el pato. La ciudad de Colan es real, existe y respira mientras que la que dibujó Romita era un mero decorado casi sin personalidad.

Daredevil #22 (Noviembre 1966) Gene Colan y Frank Giacoia.

Precisamente este estilo es el que empezará a aplicar el mismo Romita en su serie de referencia The Amazing Spider-man. En el nº 48 de podemos ver como en su lucha contra el Buitre por el cielo de Nueva York los edificios empiezan a ser reconocibles y la silueta inconfundible del puente de Brooklyn domina el paisaje.


The Amazing Spider-man #48 (mayo 1967) John Romita Sr.

Gene Colan seguía profundizando en su obsesión por el realismo y en estas dos páginas del nº 40 podemos apreciar que tanto el decorado urbano como el mobiliario es perfectamente reconocible. La aventura del diablo escarlata está ambientada en un Nueva York contemporáneo a su publicación y esta ambientación le da un realismo y una verosimilitud muy poderosa.


Daredevil #40 (mayo 1969 ) Gene Colan y John Tartaglione.

No es hasta la llegada de Gil Kane a la colección The Amazing Spider-man (con la imprescinbible ayuda de John Romita a las tintas y Tony Mortellaro a los fondos) que esta corriente toma protagonimo absoluto. Ya desde el primer comic book, el nº 91 de diciembre de 1970, el paisaje urbano es parte imprescinbible de la historia y el realismo es absolutamente omnipresente. Calles, tejados, farolas, ventanas y cornisas nos surmegen en un escenario tan real como apasionante.


The Amazing Spider-man #91 (diciembre 1970 ) Gil Kane, John Romita Sr.

El climax de esta época quintaescencial en la colección del hombre araña y una de las fundamentales en la historia del comic de superheroes se sitúa en los nºs 121 y 122 ( junio-julio de 1973) con la historia titulada La muerte de Gwen Stacy. Atrás quedan episodios fabulosos como los que componen el 91 y 92 con el Hombre de Hielo como secundario y el corrupto Bullit como antagonista o La trilogía de las drogas que abarca los nºs 96 a 98 y que son de mediados de 1971. En esta historia el desenlace se produce en el puente de Brooklyn de donde se despeña la novia de Peter Parker y muere a consecuencia de la caida. El puente ya no es un decorado, un fondo más o menos realista, es un actor más y todo el que lea este episodio no olvidará jamás donde murió Gwen Stacy.

The Amazing Spider-man #122 (julio 1973 ) Gil Kane, John Romita Sr., Tony Mortellaro.

La semilla que plantó Colan y que cuidó en su estancia en Daredevil ha germinado en frutos esplendorosos.
Pero no sólo en Marvel la corriente realista parecía imponerse con fuerza. En la competidora DC andaban un poco despistados hasta que llegó un coloso de la prensa, un tal Neal Adams, y lo revolucionó casi todo. Uno de sus primeros éxitos se produjo al ocuparse de un extraño personaje llamado Deadman que tomó en 1969. Además de sus imaginativas composiciones de páginas y de sus innovaciones narrativas le añadió a la serie un entorno realista considerable haciendo énfasis el característico mundo del circo.

Green Lantern #76 (abril 1970 ) Neal Adams.

Pero no es hasta su paso por la colección Green Lantern con guiones de Denny O'Neil que Adams se surmegirá de pleno en el realismo. Estos episodios que van del nº 76 (abril 1970) al 89 (abril-mayo de 1972) son legendarios por su enfoque realista no sólo en la ambientación como también en los argumentos. Desde la primera historia los autores someten a los dos enmascarados, Green Lantern y Green Arrow, acostumbrados a aventuras cósmicas a un entorno urbano muy concreto y los enfrentan a dilemas muy reales. Racismo, explotación de los pobres, las drogas, la superpoblación o la ecología son los asuntos que los dos vigilantes deberán lidiar. Para hacerlo todo más creible, el trabajo de Adams en la ambientación es modélico dejando además aparcados sus habituales experimentos compositivos en beneficio de la claridad y el naturalismo.
Más tarde en su paso por series como Batman seguirá dando muestras de un realismo casi expresionista que le llevará a colaborar con Marvel en series como X-Men y Los Vengadores.


Daredevil #61 (febrero 1970 ) Gene Colan, Syd Shores.

La innovación artistica que Colan traslado al mundo de los comic books de superheroes supuso un camino por el que transitaron muchos de sus coetáneos y fue una corriente que permitió que surgieran varias de las mejores obras dentro del campo de los vigilantes enmascarados.

Fantastic Four #72 (marzo 1968 ) Jack Kirby. Joe Sinnott.

Con todo esto no quiero desprestigiar a nadie; Jack Kirby con su universo cósmico fue el motor de la silver age, sin duda; Neal Adams aportó un realismo anatómico y una fuerza compositiva inaudítas hasta la época y Jim Steranko revolucionó estética y lenguaje en los comics de superheroes, por poner algunos ejemplos, pero Gene Colan y su Daredevil fueron tan decisivos para la evolución del medio como los citados cosechando además numerosos seguidores

Captain America #111 (marzo 1969 ) Jim Steranko, Joe Sinnott.

De entre los seguidores destacó un joven Frank Miller que se acababa de poner al frente de la parte artística de la serie Daredevil en 1979. En su segunda historia ya nos regala con una secuencia típica del enmascarado de Colan; un paseo por los tejados de la ciudad de Nueva York que se convertirá, a medida que vaya afianzándose en la serie, en un personaje más.

Daredevil #159 (julio 1979 ) Frank Miller, Klaus Janson,

De sobras es conocido que Miller partió de Gil Kane y Will Eisner para encontrar su propio estilo en Daredevil, pero comparando las dos páginas siguientes podemos encontrar poderosas similitudes entre Colan y el autor de Ronin. La ambientación, la atmósfera y los decorados son los que Colan introdujo en la serie.

Daredevil #82 (diciembre 1971 ) Gene Colan, Jack Abel.

Daredevil #169 (marzo 1981 ) Frank Miller, Klaus Janson.

La sensación de realismo, la fascinación por las luces de ciudad y la identificación personaje/entorno serán aspectos fundamentales que el creador de Sin City irá potenciando en su etapa como autor casi único de la serie. Hasta que no entregue la finalización del arte a Klaus Janson, Miller tomará a Colan como una de sus principales referencias.

Daredevil #64 (mayo 1970 ) Gene Colan, Syd Shores.
Daredevil #174 (septiembre 1981) Frank Miller, Klaus Janson.

Un caso más evidente, aún, es el del maravilloso artista David Mazzucchelli. El paladín de la modernidad del comic book USA se fijó en Colan para iniciar su fulgurante carrera,

Daredevil #220 (julio 1985) David Mazzucchelli.

Sus primeros pasos por el comic book de superheroes fueron en Daredevil y su principal referencia fue sin duda Gene Colan. Los encuadres, la definición de las manchas y el realismo ambiental son aspectos que Mazzucchelli asimiló con inusitada rapidez y que le hicieron destacar rápidamente entre los dibujantes del personaje post-Miller.


Daredevil #65 (junio 1970) Gene Colan, Syd Shores.

Entre los nºs 208 a 233 (julio de 1984 a agosto de 1986) y sobre todo cuando se encargó también de las tintas, Mazzucchelli hizo un trabajo muy especial que aunó tradición y modernidad. Y ayudado por Miller en la etapa final introdujo el naturalismo en los comics de Marvel.

Daredevil #225 (diciembre 1985 ) David Mazzucchelli.

Daredevil #36 (enero 1968 ) Gene Colan, Frank Giacoia.

Al final de su estancia en Daredevil le surgió la oportunidad de dibujar la saga titulada Born again guionizada por el mismísimo Frank Miller.

Daredevil #227 (febrero 1986 ) David Mazzucchelli.

Born again es quizás el máximo exponente de la corriente realista en los comics de superheroes. Es su plasmación absoluta y el paso del realismo al naturalismo. Miller y Mazzucchelli convierten el entorno en un motor de situaciones, en una expresión de los sentimientos de los personajes y en una causa de las situaciones. La ciudad aparece en su forma más cruel y explícita y determina el destino de los personajes. Como es costumbre en toda expresión artística, después del realismo aparece el naturalismo y un personaje tan sensible a su entorno como Daredevil dio mucho juego enfocado de esta forma.

Daredevil #230 (mayo 1986) David Mazzucchelli,

Queda claro con este repaso comparado de la importancia de la etapa de Gene Colan por la serie del diablo escarlata. Su legado ha quedado marcado con fuego en la evolución del personaje y en la forma de afrontar el relato superheroico. Pese a la debilidad argumental, su paso por Daredevil quedará como uno de las más influyentes en la renovación estética de los comic books de superheroes de los 70 y más allá.
Long life to the dean!

Daredevil #232 (julio 1986 ) David Mazzucchelli.


Este homenaje lo realizamos los blogs siguientes: 999, Llámame Plissken, El lector impaciente, Gotham News, Safari nocturno, Pecios, Travellings en los surcos, en este blog La canción de Tristan y en Comic is art donde los podéis encontrar perfectamente enlazados al final del post.