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jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Cómo podrías odiarla?



Domingo.
Echa un vistazo a la ciudad.
¿Cómo podrías odiarla?
Está compuesta de cuatro partes tan extrañas entre sí como países con no más de una frontera común; en realidad, muchos habitantes de Isola están más familiarizados con las calles de Inglaterra o Francia que con las de Bethtown, a un tiro de piedra, pasado el rio. Y además los nativos hablan lenguas diferentes. No es extraño que el acento de Calm's Point suene tan ininteligible como los sonidos que emite un galés al hablar.
¿Como podrías odiar a esta sucia perra?
Todo son muros y paredes, vale. Presenta edificios como empalizadas del ejército levantadas a modo de protección contra una población india engañada que se ha ido hace tiempo. (...) Pero ¿cómo puedes odiar a esta coqueta lagarta de pelo que huele a humo.?
Es ruidosa y vulgar; en sus medias hay carreras y sus tacones están gastados (Puedes ganártela con una palabra amable o una mirada impúdica porque sucumbe ante las atenciones, deseando siempre gustar, ansiosa de demostrar que es tan buena como la que más.) Canta demasiado fuerte. El carmín mancha toda su cara de un desafío obsceno. Se levanta la falda o la deja caer con igual abandono, gruñe, eructa, empuja, pedorrea, se tambalea, se cae, es común, vil, traicionera, peligrosa, frágil, vulnerable, tonta, obstinada y lista y barata, pero es imposible odiarla porque cuando sale de la ducha oliendo a gasolina y a sudor y a humo y a grasa y a vino y a flores y a comida y a polvo y a muerte (no importa el alto nivel de polución), lleva puesto este descarado hedor como el más caro de los perfumes. Si has nacido en esta ciudad y te has criado en ella, conoces el hedor y te marea. No el hedor de las ciudades de medio pelo, puebluchos y villorios que se las dan de ciudades y no embaucan más que a sus propios habitantes ignorantes. Hay media docena de verdaderas ciudades en el mundo; ésta es una de ellas. (...) Para conocer una verdadera ciudad tienes que respirarla, sentirla de cerca.
Echa un vistazo a esta ciudad.
¿Cómo podrías odiarla?


Ed McBain. (1926-2005)
"Ojo con el sordo". 1973
RBA serie negra.
Traducción: Cristina Andreu.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Marsella total.


"Yo no podía concebir Marsella sin sus dársenas, sus viejos hangares, sin barcos (...) Marsella no es una ciudad para turistas. No hay nada que ver. Su belleza no se fotografía. Se comparte. Aquí hay que tomar partido. Apasionarse. Estar a favor o en contra. Estar, hasta las cachas. Y sólo así lo que hay que ver se deja ver. Y entonces, demasiado tarde, uno se encuentra de lleno en pleno drama. Un drama antiguo, donde el héroe es la muerte. En Marsella, incluso para perder hay que saber pegarse."

Jean-Claude Izzo. (1945-2000)
"Total Khéops" 1995
Akal Ediciones.
Traducción: Matilde Sáenz.

martes, 28 de julio de 2009

Una recomendación.


Si véis esta novela en cualquier librería o biblioteca no lo dudéis haceros con ella porque es una auténtica obra maestra. Se titula El poder del perro y su autor es Don Winslow. Es una obra del 2005 que aquí ha llegado este año, está centrada en el mundo de los narcotraficantes y hace un documentadísimo repaso a tres décadas de relaciones entre E.E.U.U. y México. Conocerás personajes inolvidables como Art Keller, la familia Barrera, Nora Hayden, el arzobispo Parada, Sean Callan, O-Bop, los hermanos Piccone, Ernie Hidalgo, Siobhan ... Una auténtica gozada. Lo peor de la novela es que casi todo lo que cuenta ha pasado realmente.

martes, 24 de febrero de 2009

Fred Vargas y Peter Robinson. 2 estrellas.

Últimamente los dos escritores de novela negra que más me emocionan, que más me interesan son la francesa Fred Vargas y el británico, afincado en Canadá, Peter Robinson.

La primera es una escritora nada convencional. Fred Vargas es el seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau. No tiene un personaje fijo sino varios: los Tres Evangelistas (Marc Vandoosler, Lucien Devernois y Matthias Delamarre) que viven en un caserón parisino junto al policia retirado Armand Vandoosler; el también ex-policía y ahora detective Ludwing o Louis Kehlweiler y por último su personaje estrella: el comisario Jean-Baptiste Adamsberg que protagoniza para mi gusto sus mejores novelas. Estos tres ciclos se entrecruzan a menudo y no es poco frecuente que alguno de los evangelistas ayude a Adamsberg a resolver sus casos.

Ha escrito Vargas, por lo menos, tres grandes novelas: Huye rápido, vete lejos; Bajo los vientos de Neptuno y La tercera Virgen. En ellas los personajes destilan un inmenso sentimiento de filantropía y se asocian reconociendose sea cual sea su procedencia o condición social. Las relaciones interpersonales entre los componentes del grupo de la comisaría así como las folletinescas investigaciones del comisario sumergen al lector en un universo original, atractivo y absorbente que hacen de cada libro una delicia. Muy recomendable.

Recientemente Astiberri ha publicado un comic escrito por Fred Vargas titulado Los Cuatro Rios y dibujado por Edmond Baudoin que tiene muy buena pinta.


Peter Robinson es mucho más convencional que Fred Vargas escribiendo, pero no menos intenso. Su protagonista es el inspector Alan Banks que aquejado de estrés deja la división de estupefacientes de la policía de Londres para irse con su familia a trabajar al pueblo de Estvale en el norte de Inglaterra. De momento ha protagonizado 18 novelas de las que sólo 5 se han publicado en castellano.

Los puntos fuertes de Robinson son la descripción de los personajes (que acabamos conociendo como si fueran de la familia) y las tramas intensas, hipnóticas y llenas de tensión. El Camaleón y El peso de la culpa son dos novelas apasionantes que vale la pena leer.


En definitiva, Fred Vargas y Peter Robinson son dos estrellas del firmamento de la novela negra actual que merecen ser más conocidos por los apasionados del género.

martes, 6 de enero de 2009

Donald E. Westlake in memoriam. (1933-2008)


La semana pasada murió Donald Edwin Westlake un gran escritor de novela negra que me gustaba mucho aunque yo a quien prefería era a Richard Stark y esto no es una irreverencia.
Explica Antonio Rivas en una reseña en Bibliopolis, la revista digital, que cuando un tal J. Morgan Cunningham publicó la novela Comfort Station (1970) Westlake se encargó del prólogo y dejó escrito que: "... desearía haber escrito un libro como este", una de esas frases típicas de prólogo si no fuera porque Cunningham era uno de los varios pseudónimos de Westlake (como Richard Stark, Ben Christopher, Edwin West, Samuel Holt...) y que por lo tanto el bueno de Donald sí había escrito el libro.
Este humor travieso y zumbón es el que se gastaba Westlake en sus libros y en su vida.
Era el autor neoyorquino, nacido en Brooklyn en 1933, un escritor prolífico que conocía perfectamente los entresijos del mundo editorial americano y que por eso, sabiendo la desconfianza que tanto lectores como editores tienen con los artistas de producción abundante, utilizó durante su carrera estos pseudónimos y algunos más.
Sin embargo como Donald E. Westlake creó uno de sus personajes más conocidos John Dortmunder, un ladrón concienzudo pero con muy mala suerte que protagoniza una serie de novelas llenas de humor. La primera, Un diamante al rojo vivo/Hot rock (1970), contó con adaptación cinematográfica a cargo de Peter Yates con Robert Redford de protagonista.
Su otra gran serie tiene como protagonista a otro ladrón tan profesional como Dortmunder pero mucho más directo y violento; se trata de Parker y sus novelas van firmadas, estas sí, por Richard Stark. La primera de todas titulada The Hunter (1963) narra una historia de venganza que removerá los bajos fondos de Nueva York. También contó con adaptación cinematográfica y por dos veces: Point Blank/A quemarropa en 1967 dirigida por John Boorman y protagonizada por Lee Marvin en el papel de Parker y Payback (1999) con Mel Gibson de protagonista. Dentro de esta serie encontramos La luna de los asesinos/Butcher's moon (1973) una de sus mejores novelas y un ejemplo perfecto de novela negra de estilo hard-boiled.
También escribió con su nombre numerosas novelas sin protagonista fijo de las que yo destacaría tres: Killy (1963) centrada en el mundo de los sindicatos americanos, Policias y ladrones/Cops and robbers (1972) con dos policías de Nueva York como protagonistas y finalmente El gancho/The Hook (2000) donde Westlake nos adentra en los entresijos del "mundillo" literario americano y en el universo de los autores "hot".
Fue guionista de cine, autor de la novela Two Much (1975) que Fernando Trueba masacraría en su paso por Hollywood y autor de varias novelas de ciencia ficción, del oeste y paródicas.
La verdad es que ha muerto uno de los grandes, aunque yo siga lamentando más la muerte de Richard Stark, pero estoy seguro que Donald Edwin Westlake no se hubiera enfadado por eso. D.E.P.

domingo, 10 de agosto de 2008

La nº 1.


En el suplemento dominical de El País de hoy se puede leer una encuesta a 100 escritores que señalan los 10 libros que más les han influido en su vida. El resultado son 100 libros que han cambiado la vida de los escritores que responden a la encuesta.

En el nº 52 de este peculiar ránking, con 19 puntos, encontramos una novela negra: "El largo adiós" de Raymond Chandler. Huelga decir que para mí esta novela es la nº 1. La votaron tres de los escritores y le dió 10 puntos (la novela que más cambió su vida) Horacio Vázquez-Rial.

Hay curiosidades que pueden interesar a los lectores de este blog: la otra novela negra pura que figura es "1280 almas" de Jim Thompson. ¡Y dos comics! "Maus" de Art Spiegelman votado por Nuria Barrios y "El Eternauta" de Hector Germán Oesterheld y Francisco Solano López que ha votado Manuel Rivas.

Interesante iniciativa. Un día de estos me animo y hago la mía.
"El largo adiós" será sin duda la nº 1.

sábado, 26 de julio de 2008

Barcelona al otro lado del espejo.


"Cuando tomé la Gran Vía y me envolvió el paisaje urbano que en otro tiempo me había sido cotidiano y familiar, sentí erizarse mi piel y un estremecimiento me recorrió de pies a cabeza. Barcelona, de madrugada, seguía siendo la ciudad quieta, despoblada y silenciosa, tan distinta del siempre bullicioso Madrid y tan propicia para conocer a fondo la propia soledad. Apenas algún que otro taxi recorría la avenida y, aparte del parpadeo casi inútil de las luces de los semáforos, poca actividad se ofrecía a a mi contemplación. Siempre me había gustado aquella ciudad: cómo estaba construida, cómo se organizaba la vida en torno a las plazuelas achaflanadas del Ensanche. Y siempre, sin embargo, me había producido una especie de desasosiego: en los primeros tiempos porque me daba la sensación de que no me haría a ella, y al final de mi estancia por lo contrario, porque sabía que había dejado para siempre jirones de mi alma enganchados en sus esquinas de las que pronto iba a separarme y a las que nunca podría regresar, o no del mismo modo".

Lorenzo Silva. (Madrid, 1966)
"La reina sin espejo". 2005.
Ediciones Destino.

domingo, 25 de mayo de 2008

Michael Connelly, Fred Vargas y Robert Crais... Donna Leon también.


Me suele pasar; me entusiasmo tanto con un autor que me pulo su bibliografía en un suspiro. Michael Connelly es mi última obsesión. Me parece un autor capital en esto de la novela negra. Tiene tres o cuatro obras de las mejores que he leido, a saber: Hielo negro, El último coyote, Más oscuro que la noche... Me queda por leer Echo Park y las que no están traducidas aún. Indispensable.
Fred Vargas es otra de mis debilidades. Las novelas de esta escritora francesa parecen, al principio, una tomadura de pelo pero poco a poco (como les pasa a los personajes de sus novelas con los protagonistas) uno va conociendo sus manías y se va adentrando en su mundo disfrutando cada vez más de la extraordinaria singularidad de su universo. Dos de sus grandes obras son: Que se levanten los muertos y Bajo los vientos de Neptuno, aunque cualquier novela suya tiene mucho interés.

Un aspecto que une a estos dos autores tan diferentes es que sus personajes principales se preocupan por lo que les rodea, sobre todo las personas. Desde el comisario Adamsberg hasta el inspector Harry Bosch, pasando por los tres evangelistas o Terry McCaleb hay en esta gente una filantropía, un dolor por el mal ajeno que los convierten en conmovedores. A uno le cuesta olvidar al pregonero urbano de Que se levanten los muertos con su sincera preocupación por los supervivientes de los naufragios y como la contagia a quien lo escucha, por dar un ejemplo algo banal.

Robert Crais es quiza el menos interesante de los tres, pero también es el más antiguo. Estos 5 años de diferencia, respecto a los otros dos autores ya mencionados, se notan. Se notan en las resoluciones a mi gusto demasiado repletas de tiros y armas de combate. Sin embargo, a la vista de sus dos primeras novelas, este autor californiano compone tramas amenas y cuenta con dos personajes principales muy carismáticos: el detective Elvis Cole y su socio Joe Pike.

Por último y aunque no soy un fan de la saga del comisario Guido Brunetti, si he de reconocer que leo las novelas de Donna Leon cuando busco desengrasarme de lecturas más absorbentes. Su exceso de diálogos, la falta de profundidad en la trama y la simplicidad de los métodos que emplea el comisario para desentrañar los crímenes que se cometen en Venecia me alejan de esta autora. Sin embargo de vez en cuando tiene un ramalazo de auténtica rábia, de muy sana mala leche que la redimen (no debe ser fácil mantener un espíritu crítico en estos momentos en Italia) y la convierten en una auténtica escritora de novela negra. La mujer de sus sueños es uno de estos ramalazos, es imposible acabar este libro sin que a uno se le encoja el corazón.

Por cierto quien se pregunte por el tamaño de mi biblioteca le diré que es enorme, concretamente es del tamaño de la red de bibliotecas de la Diputació de Barcelona. Creo que es uno de los pocos servicios que funciona en este país, sea el que sea. Esperemos que dure.


lunes, 24 de marzo de 2008

Mis 50 novelas negras.


Estas son mis 50 novelas negras preferidas. A día de hoy, evidentemente.

El largo adiós. RAYMOND CHANDLER. 1953 (Det. Philip Marlowe)
La quinta mujer. HENNING MANKELL. 1996 (Inspector Kurt Wallander)
L'home soterrat/The underground man. ROSS MACDONALD. 1971 (Det. Lew Archer)
Desapareció una noche/Gone, baby, gone. DENNIS LEHANE 1998 (Dets. Kenzie i Genaro)
Hit man. LAWRENCE BLOCK. 1998 (Keller)
The far side of the dollar/El otro lado del dólar. ROSS MACDONALD 1965 (Archer)
Wolves eat dogs/El tiempo de los lobos. MARTIN CRUZ SMITH. 2004 (Com. Arkady Renko)
The one for the others/Unos por otros. 2006 PHILIP KERR. (Det. Bernard Gunther)
Policias y ladrones. DONALD E.WESTLAKE. 1972
El jardín de las sombras. IAN RANKIN. 1998 (Insp. John Rebus)
Los pecados de nuestros padres. LAWRENCE BLOCK. 1976 (Mathew Scudder)
Diez mas uno/Ten plus one. ED MC BAIN. 1963 (Comisaría distrito 87)
The last coyote/El útimo coyote. MICHAEL CONNELLY. 1995 (Insp. Harry Bosch)
La falsa pista. HENNING MANKELL. 1995 (inspector Kurt Wallander)
Castrato. MICHAEL COLLINS. 1989 (Det. Dan Fortune)
Roseanna P. WALHÖO i M. SJÖWALL. 1965 (Insp. Martin Beck)
Black ice/Hielo negro. MICHAEL CONNELLY. 1993 (Insp. Harry Bosch)
A dance in the slaughterhouse/Un baile en el matadero. L. BLOCK. 1991 (Scudder)
The drowning pool/La piscina de los ahogados. ROSS MACDONALD. 1950 (Archer)
La luna de los asesinos/Butcher's moon. DONALD E. WESTLAKE. 1974 (Parker)
Una cuestión de sangre. IAN RANKIN. 2004 (Insp. John Rebus)
Adiós, muñeca. RAYMOND CHANDLER. 1940 (Det. Philip Marlowe)
Asesinos sin rostro. HENNING MANKELL. 1991 (Inspector Kurt Wallander)
El comisario De Luca. CARLO LUCARELLI. 1990/1/6 (Comisario De Luca)
8 millones de maneras de morir. LAWRENCE BLOCK. 1982 (Mathew Scudder)
Desaparecido/The vanished. BILL PRONZINI. 1973 (Det. sin nombre)
El sueño eterno. RAYMOND CHANDLER. 1939 (Det. Philip Marlowe)
Un giro decisivo. ANDREA CAMILLIERI. 2003 (Com. Salvo Montalbano)
Heat/Calor. 1981 ED MC BAIN (Comisaría distrito 87)
Hit list. LAWRENCE BLOCK. 2000. (Keller)
A german requiem/Réquiem alemán. PHILIP KERR. 1991 (Det. Bernard Gunther)
The slasher/El degollador. 1980 MICHAEL COLLINS. (Det. Dan Fortune)
El ritual de la sangre/Lady, lady i did it! ED MC BAIN. 1961 (Comisaria distrito 87)
El coche fúnebre pintado a rayas. ROSS MACDONALD 1962 (Det. Lew Archer)
N de nudo. SUE GRAFTON (Det. Kinsey Millhoney)
Bajo los vientos de Neptuno. 2004. FRED VARGAS. (Com. Adamsberg)
The chill/El escalofrío. ROSS MACDONALD. 1964 (Det. Lew Archer)
Aguas turbulentas. IAN RANKIN. 2001 (Insp. John Rebus)
Pasma/Fuzz. 1968 ED MC BAIN (Comisaria districte 87)
A quemarropa/The Hunter/Payback/. 1962 DONALD E.WESTLAKE. (Parker)
Death of a writer/Muerte de un escritor. MICHAEL COLLINS. 2006
Polar star/Estrella polar. 1989 (Com. Arkady Renko)
Un diamante al rojo vivo. DONALD E.WESTLAKE. (Dortmunder)
Mala sangre. PABLO BONELL /EMPAR FERNÁNDEZ (Insp. Escalona) 2007
El criminal. JIM THOMPSON. (Abogado Kossmeyer)
Todo lo que muere. JOHN CONNOLLY. 1999 (Det. Charlie “Bird” Parker)
Killy. DONALD E. WESTLAKE. 1963
La dama del lago. RAYMOND CHANDLER. 1943 (Det. Philip Marlowe)
Casos de archivo/Casefile. BILL PRONZINI 1983 (cuentos) (Det. sin nombre)
Shutter island DENNIS LEHANE. 2003 (Agente federal Teddy Daniels)

Es una lista que gira en torno a 4 ó 5 personajes o series que para mí son fundamentales; las novelas de Lew Archer por Ross MacDonald, la serie de Kurt Wallander por Henning Mankell, las maravillosas historias de la comisaría del distrito 87 de Ed McBain, las novelas de John Rebus escritas por Ian Rankin, las de Mathew Scudder por Lawrence Block y las historias de Philip Marlowe por Raymond Chandler con la novela que considero fundacional de la novela negra moderna que es El Largo Adiós. Luego algunas novelas destacadas como Desapareció Una Noche de Dennis Lehane, profunda y emocionante o la no menos cautivadora El Tiempo de los Lobos de Martin Cruz Smith.

Bien, ésta es mi lista. Ahora os toca a vosotros.

sábado, 16 de febrero de 2008

¡Ten cuidado con el hielo negro!

"En aquellas noches a la luz del neón azul había múltiples formas de vivir y de morir. Uno podía pasear en una limusina negra o en la furgoneta azul del forense. El sonido de los aplausos se confundía con el silbido de una bala que te pasaba rozando la oreja en la oscuridad. Eso era el azar. Eso era Los Ángeles.
En Los Ángeles había incendios e inundaciones, temblores y desprendimientos de tierra. Había locos que disparaban a los viandantes y ladrones colocados de crack. Conductores borrachos y carreteras llenas de curvas. Policías asesinos y asesinos de policías. Estaba la mujer con que te acostabas. Y su marido. En cualquier momento de cada noche había personas que estaban siendo violadas, agredidas o mutiladas. Asesinadas y amadas. Siempre había un bebé en el pecho de su madre. Y, algunas veces, un bebé solo en un contenedor. En algún lugar de la ciudad".
Michael Connelly. (Philadelphia, 1956)
"Hielo negro" 1993.
Traducción: Helena Martín.

domingo, 10 de febrero de 2008

Filón.


Estoy contento, he descubierto un nuevo filón.

Esta mañana he acabado una novela, concretamente, El Eco Negro de Michael Connelly.

Me ha gustado mucho y he descubierto un nuevo personaje, Harry Bosch, y un nuevo autor que leer. Estaba preocupado porque ya se me acaba el filón Philip Kerr con su tetralogía Berlin Noir de la que hablaré aquí y es magnífica; la obra de Dennis Lehane no se acaba de completar y estoy deseando tener noticias de Genaro y McKenzie; de Fred Vargas y Donna Leon sólo no se puede vivir y es por esto que encontrar una nueva serie es una gozada. La siguiente novela se titula Hielo Negro, ya os iré comentando.

jueves, 24 de enero de 2008

La edad de oro.



La novela negra está viviendo ahora una auténtica edad de oro.

En las primeras décadas del siglo pasado, la novela negra surgió con fuerza como reacción a las novelas de misterio y sobre todo como la única manera de hacer crítica social para las clases populares en los Estados Unidos de América. Los grandes nombres de este moviento Chandler, Hammet, Burnett dejaron paso a nuevas generaciones Macdonald, Thompson, Mc Bain, Westlake... hasta crear una corriente, un género fuerte pero con riesgo de repetirse. En los 90, y siguiendo el ejemplo de algunos precursores como Simenón, Montalbán, Sjowäll y Walhöö, el espacio geográfico y temático se amplió, y no sólo los Estados Unidos, Inglaterra y Francia tenían autores de novela negra sino también países como España, Italia, Suecia, Grecia, Escocia disfrutaban de sus narradores autóctonos con personalidad propia en Europa. Por otro lado, México, Sudáfrica, Cuba, Argentina, Israel... eran la demostración que el fenómeno se había extendido por todo el mundo.

Es por eso que ahora vivimos una edad de oro de este género, los autores no imitan clichés importados de los Estados Unidos o Europa occidental sino que a través de la literatura negra describen las entrañas, las cloacas y también las maravillas de su propia cultura.

Ahora autores como Mankell, Rankin, Lehane, Kerr, Block y Vargas llenan las librerías y se venden como rosquillas a un público amplio y fiel que aprecia estas obras.
En nuestro país el fenómeno es parecido al resto del mundo. Quizás existe un único pero que empaña este panorama: la edición de los clásicos indespensables para conocer la riqueza de este género. Autores como Ross Macdonald, Ed McBain, Bill Pronzini, Michael Collins, Sjowäll y Walhöö etc. no están editados como se merecen, algunos incluso no están editados en su totalidad y cuando se publican se repite la obra ya editada para evitar pagar el traductor y otros derechos. Creo que estamos en un momento en que las editoriales podrían plantearse hacer colecciones de autores y personajes clásicos y que el público respondería. Una biblioteca Lew Archer con sus 20 novelas y sus 2 ó 3 recoplilaciones de cuentos o una colección de la comisaría del Distrito 87 sería un acontecimiento y nos evitaría recorrer las librerías o bibliotecas del país buscando ediciones dispares, de diferentes épocas y que se deshacen en las manos.

Soñar no cuesta dinero pero me gustaría que este sueño no fuera eterno.