miércoles, 22 de octubre de 2025
VV.AA.: Bolsilibros Yeray 06
lunes, 13 de octubre de 2025
2x1: Strange Houses y Strange Pictures de Uketsu
Título original: 変な家 (Henna ie)
Año de publicación: 2021
Traducción: Sandra Ruiz Morilla
Valoración: Se deja leer (a duras penas)
¿Conoce alguien a un famoso youtuber que esconde su identidad tras una sudadera negra y una máscara blanca? No, no me refiero al soplagaitas aquél que se hace o hacía llamar Un Tío Blanco Hetero (a decir verdad, no sé si aún sigue con sus patochadas sacando vídeos), sino a un "creador de contenido" japonés conocido por Uketsu, de quien no se sabe la identidad y que se dedica a contar historias de misterio, con un toque weird e incluso de terror (bueno, ya os adelante que tampoco mucho). Por lo visto su video más visto en internet fue uno (este) sobre una casa cuyo extraño plano le movía a hacer ciertas indagaciones que desvelaban el terrible secreto que ocultaba. Como buen youtuber, adalid de los medios digitales, Uketsu enseguida escribió un libro -así, a la antigua, de papel con sus tapitas, etc.-, Strange Houses, que es uno de los que se reseñan hoy en este blog y cuyo éxito llevó luego a que se hiciese una no menos exitosa película en Japón. Movido por la curiosidad ante esta supuesto hit del terror psicológico, según diversos y entusiasmados medios que reflejaron su publicación en España, este mismo año (quiero pensar que de forma desinteresada y profesional) y movido por mi vocación de servicio a los seguidores y seguidoras de este vuestro blog que confían en nosotros para una prescripción acertada de lecturas, me puse a ello y le dedique al libro unas cuantas horas de mi vida que no recuperaré jamás...
Os resumo brevemente: el narrador -se supone que es el propio Uketsu- recibe la petición de consejo por parte de un amigo que está pensando en comprar cierta casa, pero hay algo que le parece raro. El narrador, a su vez, pide ayuda a un tercer amigo, que es arquitecto y, por lo que se ve, el más espabilado de los tres. Bueno, espabilado y fantasioso, porque a partir del análisis del plano de la casa saca unas deducciones totalmente gratuitas sobre circunstancias y sucesos luctuosos que pueden haber sucedido allí. Pero fijaos que ojo tiene el tipo, de nombre Kurihara -y que también aparece en la segunda novela que reseño hoy-, que en cuanto se le ocurre una hipótesis, por disparatada que sea, ésta pasa a ser automáticamente cierta, sin que nadie plantee posibilidades alternativas ni se intente comprobar por medio de algún tipo de pruebas... el método hipotético-deductivo más riguroso, vaya. es decir, más riguroso para programas tipo Cuarto Milenio, donde si sale un locatis diciendo que los chemtrails se deben a que nos fumigan con nanobots desde aviones o que la Tierra es plana y si te arrimas mucho al borde te caes, se da por buena la teoría y santas pascuas. Pues aquí lo mismo... Para que luego el asunto acabe siendo un culebrón familiar truculento, desestimando la novela, por desgracia, algunas posibilidades más inquietantes pero también más interesantes que parecían plantearse al principio. Una lástima, aunque ya os lo digo: eso no es lo peor...
Lo peor es que el libro parece haber sido escrito por y para lectores retr... bisoños. pero que muy bisoños... (es de suponer que el público mayoritario del canal de YouTube de Uketsu sean adolescentes, pero, coño, los adolescentes no tienen por qué ser tontos del culo y menos aún los que leen). Está escrito con una prosa supersencillita -los diálogos, incluso como si se tratara del guion de una película u obra de teatro-, sin el menor intento de utilizar recursos literarios que no sean los más básicos, una repetición constante de ideas (como en los programas de true crime, para entendernos, de los que supongo que Uketsu también tiene bastante influencia) y con muchas, muchas ilustraciones de los planos de las casas de las que se habla y que se supone ocultan la clave de un terrible secreto (terrible y totalmente inverosímil, os adelanto), con todo lo que se cuenta en el texto bien señaladito no sea que los lectores y lectoras, más acostumbrados, supongo, al lenguaje audiovisual, se pierdan con tanta palabrería... La ventaja de esta poca exigencia es que la novela se lee bastante rápido y el bochorno (quizás exagero; digamos la incomodidad) dura poco.
En fin, que si buscáis una historia de misterio con su punto de horror que os vuele la cabeza o incluso una novelilla de crímenes para pasar el rato... hacedlo en otro sitio, hacedme caso, porque con este libro vais a perder, si no el dinero (yo lo he sacado de la biblio, qué os creíais), al menos seguro que el tiempo...
Nota casi final: al parecer, hay una continuación o ampliación de este libro, aún no traducido al español (por fortuna), con once planos, nada menos, de strange houses de éstas... Vamos, no lo toco ni con un palo.
Idioma original: japonés
Título original: 変な絵 (Henna e)
Año de publicación: 2022
Traducción: Sandra Ruiz Morilla
Valoración: Un poco mejor que el otro
Pues entonces, os preguntaréis y no sin razón: ¿a qué viene que hayas leído también Strange Pictures, la segunda novela del tal Uketsu? Os debo una explicación y esa explicación que os debo os la voy a dar... Debido a tres motivos fundamentales, a saber:
- Que soy más bueno que las pesetas y pensé que el amigo Uketsu, que parece buen chaval detrás de su máscara de asesino de slasher, merecía que le diera otra oportunidad, a ver si había mejorado como escritor.
- Que soy más bueno que el arroz con leche y pensé que los lectores/as de este blog merecen que haga el sacrificio de leer libros de dudosa calidad para poder advertirles de qué deben mantenerse alejados/as, por su bien.
- Que soy más bueno que... vale, que también lo había sacado de la biblioteca y ya, total, de perdidos al río... Así que me puse a leer esta otra novela perpetrada por el mismo youtuber misterioso, etc. y, mira por dónde, resulta que no está tan mal. O, en todo caso, está mejor que la anterior (tampoco era difícil). Parece que Uketsu habrá asistido a las clases de algún taller literario (
o contratado un ghostwriter más competente) porque el resultado, sin ser tampoco para dedicarle una mascletà fallera, se lee con bastante más interés y hasta agrado que en el caso anterior.
viernes, 10 de octubre de 2025
Roberto Moso: Puto boomer
Año de publicación: 2024
Valoración: Se deja leer
Roberto Moso, periodista, es más conocido (a nivel País Vasco, fuera de ahí casi nada) por haber sido el creador y frontman del grupo Zarama, uno de los precursores del llamado Rock Radikal vasco, aunque su música en realidad apenas podría calificarse como power pop. Pero en su momento tuvieron un cierto tirón entre los jóvenes que valoraban sonidos de cierta potencia interpretados en lengua vernácula, porque a decir verdad en ese terreno tampoco había mucho donde elegir. Sobre aquella aventura ya escribió en su día Moso un libro (Flores en la basura, 2004), y ahora se descuelga con este Puto boomer en el que se supone que nos hablará también de su trayectoria desde aquellos tiempos heroicos, su experiencia posterior o su perspectiva de pureta que ya ha rebasado con generosidad los sesenta.
Cuando algo se desplaza de lo que es una autobiografía hacia ese tipo de literatura nostálgica que quiere ser simpática, con un punto humorístico y otro tanto de melancólico, un poquito autoreivindicativa y con un barniz crítico pero condescendiente, cuando eso ocurre, digo, leer es como caminar sobre la arena ardiente hasta que consigues salir de la playa: te vas a quemar seguro. Quienes hemos tenido la pésima idea de leer Yo fui a E.G.B. sabemos a lo que uno se expone, recuerdos y más recuerdos con una lagrimilla asomando, que se intenta disimular (o hacer más patente, según) al envolverlos en una sonrisa complaciente. Las cenas de Navidad con los abuelos, marcas comerciales de la época, juegos en el descampado, el transistor con funda, y todo eso que nos puede venir a la cabeza.
En el caso de Roberto, dado el momento y el entorno, aparte del mundo edulcorado de la infancia tiene su espacio algo del clásico repertorio urbano (los bares y los colegas, la heroína solo un pelín) y del específicamente vasco (las manifas, policía irrumpiendo en conciertos, detenciones). Como el libro no lleva un desarrollo cronológico del todo lineal, estas cuestiones, aunque tratadas con el mismo tono amistoso, sirven al menos de asidero para mantener el libro abierto. Hay también algunos pasajes de cierto interés en el campo musical, tanto respecto de Zarama como de algunos otros grupos locales de la época (RIP y Eskorbuto, claro está), y en relación a algunos de los favoritos del autor (Ramones, Lou Reed…)
Esto, junto con algún otro apartado con algo más de entidad (la mili y el suicidio de un recluta, lo más destacable), a duras penas consigue evitar la decepción total, porque se hace difícil mantener el tipo con el tono blandito y un poco bienqueda que utiliza Moso, aunque a veces diga follar, como pasando de puntillas o ignorando del todo los asuntos más espinosos (el azote de la droga, que seguramente conoció bien en su entorno, el fanatismo político que igualmente debió ver a su alrededor, el paro galopante, la desindustrialización y la falta de oportunidades)
Los equilibrios no son generalmente fáciles. Hay quien cuenta su vida y lo hace bien, y es interesante o puede llegar a serlo. Pero hay también quien vomita autobiografías para vengarse de otros, y hay quien lo hace solo para vender. En el mundo de la música el género está especialmente maltratado, tal vez porque no abunda el talento literario, o porque las intenciones son casi siempre espurias. No creo que Roberto Moso haya tenido malas intenciones, simplemente ha querido contar cosas que quizá le son muy queridas o le parecen interesantes, y ha buscado ese equilibrio entre lo informativo, lo trascendente y lo simpático. No creo que se pueda decir que lo ha encontrado, aunque como casi siempre algo podremos encontrar entre sus páginas… poquito.
sábado, 27 de septiembre de 2025
Ralph Barby: Alguien pintó el mal
sábado, 30 de agosto de 2025
Aristófanes: Las aves
Título original: Ὄρνιθες (Ornithes)
Año de publicación (representación): 414 a.C.
Valoración: Se deja leer
Creo que alguna vez he llegado a decir aquí que leer a los clásicos griegos no es en absoluto tan intimidante como la gente cree. De hecho, aunque algunos textos resulten a veces no muy digeribles, hay otros, en mi opinión la mayoría y sobre todo los de los grandes dramaturgos, llenos de vivacidad, relatos épicos, tragedias brutales, historias eternas y a veces cuajadas de humor, que pueden leerse sin la menor dificultad y resultan muy gratificantes. Esto es así muchas veces, pero llegados a este punto hay que reconocer que no siempre.
Aristófanes, autor sobre todo de comedias, propone en Las aves una cosa bastante loca: un par de personajes, Pistetero y Evélpides, consiguen entrar en contacto con Tereo, un rey que de alguna manera fue transformado en una abubilla y en su nueva condición parece que ejerce cierto ascendiente sobre el mundo de las aves. Los recién llegados huyen de Atenas, donde es posible que estuviesen envueltos en algún pleito, e intentan convencer a la abubilla para que las aves creen una ciudad en los cielos desde la cual gobiernen el mundo, desbancando a los dioses del Olimpo. Todo esto, claro está, entre un despliegue de retórica disparatada, disfraces y algunas situaciones más o menos cómicas.
Tras haber logrado estos individuos en parte su objetivo, se desarrollan las escenas más divertidas cuando una serie de personajes van apareciendo en escena intentando apuntarse a lo que consideran el nuevo poder emergente. Poetas, negociantes y matemáticos se arriman a lo que consideran caballo ganador, siendo despachados sin contemplaciones por los nuevos dirigentes. También se aproximarán varios dioses con intención de conocer la situación, e incluso de negociar. El nuevo orden, aunque todavía embrionario, tiene un buen número de personajes arrodillados para hacerse hueco, una estampa que igual nos es un poco familiar en los tiempos actuales.
La cosa es tan chusca que por momentos se siente uno sumergido en el ambiente de algunas obras teatrales deudoras del surrealismo o de la literatura del absurdo, de manera que si estuviéramos leyendo algo del siglo XX nos pondríamos quizá a buscarle significados, mensajes encriptados o estereotipos bajo el disfraz. En ese intento de análisis de fondo, seguramente el texto podría darnos claves interesantes en manos de algún entendido en la época: el reflejo del conservadurismo de Aristófanes, la crítica a la recientemente nacida democracia ateniense, ecos de la geopolítica del momento, cosas así que he podido ver por ahí y que sin duda aportarían datos para una lectura más rica.
Por mi parte, a lo sumo se me ocurre que eso de abogar por una ciudad edificada en el cielo y un mundo gobernado por las aves puede tener algo de metafórico, un punto de idealismo lanzado por quien reniega de alguna situación política o social, y un mensaje que se quiere hacer llegar, envuelto en el humor, a los espectadores que por su parte solo esperan reírse y pasar un buen rato. Pero, claro, todo esto leído a pelo veinticinco siglos después no funciona nada bien, a diferencia de esos otros autores a los que me refería al principio, clásicos, estos sí, en el más profundo sentido de quienes hablan sobre cosas más allá del momento y el lugar, que tocan al ser humano con carácter universal e intemporal.
Por lo demás, digamos que el librito por sí mismo puede resultar a lo sumo entretenido y hasta provocarnos alguna sonrisa, nada mucho más allá, pero a fin de cuentas es otro título que llevarnos a la mochila, porque en definitiva en materia de lecturas (casi) todo suma.
Otras obras de Aristófanes reseñadas en ULAD: Lisístrata, Pluto
viernes, 29 de agosto de 2025
José Luis Garci: Gun Moll (A Hollywood Story)
martes, 29 de julio de 2025
Javier Tapia: Mitología japonesa
Año de publicación: 2022
Valoración: Se deja leer
Tener en el blog a un experto en lo que sea es genial, claro, pero tiene sus riesgos, porque si uno se decide a aproximarse a esas materias corre el riesgo de quedar en ridículo, no ya ante algún lector anónimo, sino ante el propio colega, que es algo un poco más humillante. Hablando de Japón, tenemos aquí a Alain, que en estas cosas entiendo que está muy puesto, así que, contando con su benevolencia, me permitiré comentar este libro en torno a la cultura japonesa, que es el campo que se trata, más allá del título.
La verdad es que si hubiera investigado un poco con anterioridad y hubiese visto la respetable lista de títulos firmados por el tal Javier Tapia, seguramente hubiera desistido: solo hay que echar un vistazo para contemplar libros, seguro que parecidos a este, sobre mitología hindú, maya, griega, vikinga o celta, sin olvidar alguno que otro sobre vampiros, sobre Lovecraft o en torno a algún esoterismo. Demasiada amplitud, demasiado aspecto de cadena de montaje. Pero en fin.
Como hubiera sido de esperar para un lector mejor informado, el libro tiene efectivamente un tono divulgativo digamos relajado, dirigido a quien le parezca suficiente con unas pinceladas sobre esa cultura japonesa de la que quizá conoce algo sobre las geishas, los samuráis, la foto del templo sobre el monte Fuji o algún anime popular. Es esa la perspectiva correcta porque es exactamente lo que el libro ofrece.
Digamos que hay una parte inicial que se ajusta más a lo que promete el título, presentando a la pareja de dioses más poderosos, no sé si primigenios o primus inter pares, Izanagi e Izanami, masculino el primero, de aire más triunfador, femenina la segunda, condenada al inframundo a causa de alguna traición que no recuerdo. Con ellos, la diosa del sol Amaterasu, creo que hija de Izanagi, es la tercera deidad de un enorme panteón lleno de divinidades menores casi de todo tipo. Pero por lo visto la característica más definitoria de la mitología japonesa es precisamente esa multiplicidad de entes o espíritus que de alguna manera lo pueblan todo, los kami, poco menos que infinitos, y los yokai, más bien demonios, algunos de ellos juguetones y puñeteros. De ahí a pensar en personajes tan frecuentes en los mangas solo hay un paso.
La penetración del sintoísmo con su carácter sincrético tiene seguramente mucho que ver con la adopción de entes sobrenaturales asimilados de distintas culturas y credos lo que, desde otro punto de vista, convierte la mitología en una especie de panteísmo estrechamente ligado a la naturaleza. Y todo ello a su vez se funde con aspectos propiamente culturales que a veces tienes raíces históricas remotas y que han sobrevivido gracias al aislamiento del país hasta épocas bastante recientes. Así, el libro hace sitio a figuras de origen no muy claro, como los samuráis o los ninja, a la yakuza o al teatro kabuki, cosas que pueden sonar más al lector occidental y cuya aparición va dejando clara la voluntad divulgadora del texto.
Aunque adornado con unos poquitos detalles históricos y algunos breves cuentos tradicionales (algunos francamente bonitos, hay que reconocerlo), el libro no puede, ni siquiera seguramente quiere, disimular su naturaleza de producto rápido, incluso poco esmerado en su redacción y estéticamente cutre, en un punto muy bajo de esa posible escala que va desde la erudición y el trabajo académico puro hasta la divulgación como simple pretexto para editar un volumen de lo que sea y pasar cuanto antes al siguiente para hacer caja.
A pesar de todo, y aunque a veces nos sorprenda o hasta dé un poco de rabia admitirlo, casi de cualquier libro se aprende siempre algo. Y tengo que reconocer que también de este.
P.S.: Cuál no sería mi sorpresa cuando hace muy poquito, dando un paseo por el monte, me encuentro escrito en una valla de madera el nombre de Amaterasu. No hay muchas opciones: o mi cultura en torno a lo japonés es muy inferior a la media, o alguien se acaba de leer el mismo libro que yo, o tal vez hay por ejemplo algún grupo musical que ha adoptado tan venerable denominación.
miércoles, 23 de julio de 2025
Eiji Uchida: Midnight swan
Título original: Middonaito suwan (ミッドナイトスワン)
Traducción: Asuka Ozumi (al portugués)
Año de publicación: 2020
Valoración: Se deja leer
viernes, 4 de julio de 2025
ZOOM: Retratos: de Cézanne a Picasso, de Ambroise Vollard
sábado, 21 de junio de 2025
Vincenzo Latronico: Las perfecciones
Título original: Le perfezioni
Traducción: Carmen García-Beamud
Año de publicación: 2022
Valoración: Se deja leer (como mucho)
Qué bien empieza Las perfecciones, con el sello inconfundible de Perec, una de cuyas citas tiene el honor de abrir el libro. Solo por la descripción de los objetos de ese apartamento berlinés ya tenemos una idea bastante exacta sobre sus moradores, Anna y Tom. Y solo con esos mismos objetos algo desordenados por el uso empezamos a percibir que la vida va dejando huella en la decoración perfecta y con ello adivinamos no sé si un deterioro pero sí un ligero declinar, cómo el simple pasar de los días va moldeando las formas.
Este arranque fascinante dura un par de capítulos, apenas doce o quince páginas. Uno quisiera que esto siguiese por el mismo camino, pero Latronico tiene otros planes. Nos cuenta ahora cosas acerca de estos dos jóvenes, parece que italianos, que son creativos de internet, diseñadores gráficos o alguna de esa larga lista de profesiones con sus inevitables denominaciones inglesas. Son fruto de nuestro tiempo, no sé si generación Z, o millennials o cosa parecida, profesionales de cierto éxito que casi siempre teletrabajan y que han emigrado a la capital alemana como epítome del cosmopolitismo y el estilo de vida que corresponde a su estatus.
Sorprende que el autor les nombra siempre al mismo tiempo, Tom y Anna, Anna y Tom, y por lo visto los dos hacen lo mismo, se mueven igual, piensan muy parecido. Algo que quizá es envidiable en una pareja, no sé, pero si hablamos de literatura, que para eso estamos aquí, el tono y la omnipresente tercera persona del plural del pretérito imperfecto hacen que el relato se asemeje a una redacción escolar no muy trabajada. El efecto es tan llamativo como pobretón, pero en fin, quizá intente ser algún tipo de figura literaria con un objetivo desconocido. Pero asumimos el estilo y seguimos.
Estos chicos trabajan en lo que les gusta, viven en la ciudad que han elegido y pueden permitirse pagar alquiler de zona tensionada, aunque cuando pueden subarriendan la casa para uso turístico, que eso también es muy moderno. Además, se dejan ver en exposiciones de arte (aunque más por promoción y vida social que por verdadero interés en la materia), y son, ellos y sus amigos, foodies que prueban alimentos de semillas, conocen más o menos el tueste del café, y se pirran por las infusiones. Hasta se atreven con alguna pequeña excentricidad sexual más bien en modo amago, y por supuesto visitas esporádicas a Berghain, Kit-Kat y sitios así de imprescindibles. A una fiesta llevan como obsequio ‘una bandeja de samosas ecológicas y un inhalador electrónico de CBD’.
Todo es tan cool que casi dan ganas de que les ocurra algo malo. O al menos de que les ocurra algo de algún tipo.
No se percibe ironía, parece un relato totalmente objetivo. Nuestros amigos siguen buscando nuevas emociones y nuevos lugares, siempre en modo tándem, y uno se pregunta dónde está la ficción, porque esto más parece una autobiografía exprés de alguien que, o bien encuentra su vida muy interesante, o bien, si nos ponemos un poco más profundos, está buscando el sentido de lo que hace. Por ahí quizá podrían ir los tiros, porque se deja ver un cierto hastío, el aburrimiento del nativo digital que empieza a descubrir que aquello ya no da más de sí, que lo que era un trabajo guay, fácil, divertido y bien remunerado termina, como tantos otros, aplastado por la rutina y la monotonía o, peor aún, acechado por nuevas hornadas de gente más joven que ellos, quizá más atrevida, y que seguramente dominan incluso mejor los secretos del medio, probablemente a precios más baratos para sus clientes.
El futuro más revolucionario que son capaces de concebir es la paridad de género en los consejos de administración, los coches eléctricos, el vegetarianismo. Anna y Tom envidian no solo a 'quienes habían podido luchar por un mundo radicalmente distinto, sino incluso a quienes habían sido capaces de imaginarlo'.
Si párrafos como este nos resultan esclarecedores y valoramos la carga crítica que pueden llevar, la lectura habrá merecido la pena. Porque si lo tomamos desde el punto de vista literario, con todo lo que ello pueda representar para cada uno, el resultado es más bien tirando a pobre.
lunes, 16 de junio de 2025
Mieko Kawakami: Pechos y huevos
Título original: Natsu monogatari (夏物語)
Traducción: Lourdes Porta Fuentes
Año de publicación: 2019
Valoración: Se deja leer
De acuerdo con datos de la World Population Review¹, los países con mayor tasa de cirugías estéticas son, en orden descendente, Corea, Argentina, Brasil, Colombia y Grecia. Al igual que los estándares de belleza varían según la geografía y la cultura, el tipo de cirugía predominante en cada país también es diverso y emblemático de cada región: en Corea, la cirugía de párpados; en Brasil, el Brazilian Butt Lift, y en Colombia, el aumento de pecho, reflejado incluso en títulos de célebres producciones como Sin tetas no hay paraíso. Comienzo la reseña con estos datos para subrayar que esta novela jamás podría haber sido escrita en, por ejemplo, Brasil o Colombia.
Natsuko, la protagonista, aloja temporalmente en su pequeño (y muy pobre) departamento de Tokio a su hermana mayor, Makiko, y a su sobrina. Aunque las hermanas crecieron juntas y compartieron muchas experiencias, poseen caracteres completamente distintos y formas muy diferentes de entender la vida. Estas diferencias quedan en evidencia ante la situación central de la trama: Makiko viaja a Tokio para realizarse una cirugía de aumento de mamas, un procedimiento relativamente poco frecuente en Japón, en comparación con las operaciones de párpados o los liftings faciales.
Makiko se nos presenta como una mujer superficial, inculta, y obsesionada con el paso del tiempo y los efectos del envejecimiento. En contraste, Natsuko, aunque ingenua, es propensa a la reflexión (por no decir rumiación) de todo lo que ocurre en su entorno. Como cereza del pastel de este drama de la condición humana, tenemos a la sobrina, Midoriko, una adolescente en plena pubertad cuyo cuerpo en florecimiento contrasta visiblemente con la marchita figura de Makiko. Como no podía ser de otra forma, Midoriko es sumamente introvertida, al grado del mutismo, por lo que tiene que hacer uso de una libreta para comunicarse con su madre y tía. Sus reflexiones se nos presentan intercaladas en la novela a manera de entradas de diario, permitiéndonos asomarnos al caos existencial que atraviesa.
El libro tiene sus momentos interesantes, pero lamentablemente, si tuviera que definirlo con una sola palabra, sería esta: aburrido. La novela cuenta con alrededor de 500 páginas que, con una buena edición, podrían haberse reducido fácilmente a unas 200 (culpo completamente al editor; aunque no estoy del todo seguro, parece que se trata de una reedición motivada por la falta de impacto inicial). A riesgo de molestar a los defensores del slow pace, esta obra se extiende demasiado en descripciones superfluas que, en mi opinión, no aportan verdadera profundidad ni relevancia narrativa.
Asimismo, la sobrina con mutismo selectivo parece más un pretexto para introducir otro punto de vista narrativo que una verdadera oportunidad para generar contrastes o diálogos internos convincentes. Finalmente, el eje central de la novela, la cirugía de aumento de mamas, termina siendo un arma de doble filo: puede ser una invitación a reconsiderar desde una perspectiva distinta un acto aparentemente banal, o bien, ser un tema trivial si se lee desde países donde dicha intervención es algo cotidiano. Sin embargo, en un mundo donde podemos enterarnos fácilmente de lo que ocurre en otras culturas desde nuestras pantallas, siento que el intento quedó en mera intención.
A pesar de estos aspectos negativos, es justo reconocer que Pechos y huevos tiene el mérito de abordar temas sensibles sobre el cuerpo femenino, la presión social y el paso del tiempo. Eso sí, desde una perspectiva claramente japonesa. Su estilo intimista, aunque en ocasiones excesivamente pausado, logra transmitir las inseguridades cotidianas de sus personajes. Aunque la obra no alcanza plenamente su potencial, creo que consigue momentos que invitan a la reflexión sobre lo que implica ser mujer en sociedades obsesionadas con la belleza y la juventud.
1. https://worldpopulationreview.com/country-rankings/plastic-surgery-by-country
domingo, 27 de abril de 2025
Yukiko Motoya: Mi marido es de otra especie
Título original: Irui konin tan (異類婚姻譚)
Traducción: Jordi Fiblia y Keiko Takahashi
Año de publicación: 2016
Valoración: Se deja leer
Yukiko Motoya es una figura interesante en el panorama literario japonés contemporáneo. No solo ha ganado múltiples premios literarios, incluido el Akutagawa, sino que también fundó su propia compañía teatral, donde ejerce como dramaturga y directora. Si entran a su sitio web (http://www.motoyayukiko.com/), con solo ver los carteles de las obras que ha montado, pueden darse cuenta de que los temas que aborda no son para nada convencionales. Además, suelen estar representados de una manera, digamos, exótica. Sin embargo, no encontré nada de esa excentricidad en los cuentos incluidos en este libro.
El cuento más largo, Mi marido es de otra especie, es el más interesante. La premisa es prometedora: una mujer se percata de que su marido se parece cada vez más a ella. No solo en los hábitos o expresiones (algo normal en una pareja que lleva muchos años casada), sino también físicamente, como si se tratara de una especie de mimetización reptiliana. La gradual metamorfosis del marido parece servir a una manipulación subconsciente, en la que la protagonista, ahora sí, pierde la voluntad y actúa emulando el comportamiento de su esposo.
El cuento da para pensar sobre diversos temas, desde la mitología y el folclore, hasta cuestiones de viva actualidad como la hiperindividualización de la sociedad, la inercia de la rutina, la falta de confrontación, la inmadurez o la evasión de responsabilidades propias de la vida adulta. Claro está, estas son interpretaciones personales: todo esto se encuentra enterrado bajo varias capas de situaciones absurdas y fantásticas. Sin hacer spoiler, el final no fue lo que esperaba. La propuesta que encontraba tan estimulante quedó tan diluida que terminé el cuento como lo había empezado, sin mayor consecuencia. Me pareció un experimento, si acaso entretenido, fallido.
Los otros cuentos, mucho más cortos, tienen a su vez elementos fantásticos y/o paranormales con un aire blackmirroresco. Si bien presentan situaciones inquietantes o perturbadoras (cualquier emoción provocada por la lectura es más que bienvenida), la falta de clímax y los finales abiertos me dejaron un tanto frustrado.
Motoya escribe de una manera que mantiene el interés, con un estilo que equilibra lo extraño y lo cotidiano. Aunque no siempre logre cerrar con fuerza las ideas que plantea, su propuesta literaria me resultó un tanto refrescante. 'Mi marido es de otra especie' tal vez no deslumbre, pero sí deja entrever una voz singular, lo cual, en estos tiempos, ya es bastante.
lunes, 7 de abril de 2025
Henry James: La muerte del león
Título original: The Death of the Lion
Traducción: Eduardo Lago
Año de publicación: 1894
Valoración: Se deja leer
Supongo que mis colegas del blog estarán de acuerdo, pero quizá es algo que a nuestros lectores se les puede escapar: a veces no apetece reseñar un libro. Ocurre, o al menos me ocurre a mí, cuando el libro es ni fu ni fa, no despreciable pero tampoco ha dejado una huella importante (ahí encajaría a la perfección una expresión tan usual como ‘poco reseñable’), o cuando uno, por alguna razón, no encuentra demasiadas cosas que contar aparte de hacer una vulgar sinopsis. Pero esta especie de ligero malestar se me hace más patente cuando leo a un autor considerado más o menos clásico, que está en los cánones y por tanto debería aportarme cosas interesantes, pero al que no termino de encontrarle el punto atractivo. Todo esto podría muy bien ser la conclusión de la reseña, pero es obligado contar algo más, y a ver si así termino descubriendo el porqué de mi tibieza, indiferencia, decepción.
La muerte del león ('león' tiene en el mundo anglosajón la acepción coloquial de celebridad, o algo así) relata la relación entre un joven periodista y un escritor admirado aunque todavía algo lejos del éxito. Al primero se le ha encomendado entrevistar al autor, pero le es vetada su intención de hacer un reportaje de corte más personal que literario. El joven, presa de la admiración por el artista, se dedicará a intentar protegerle y preservar sus valores y su personalidad cuando se da cuenta de que hay gente que intenta convertirle en un personaje de la vida social, el típico famosillo que da lustre a fiestas y reuniones. De alguna manera, es la disociación entre lo público y lo privado, el escritor y la persona que está detrás.
Todo esto que he contado, que es un poco lo que da de sí esta novela corta, le lleva a James bastantes páginas, en las que hace gala de una prosa alambicada con la que intenta a cada paso profundizar en la psicología de los personajes, más en sus reflexiones que en sus acciones, que son más bien pocas, y obliga al lector a pararse en cada frase para entender y relacionar. No creo que James sea de esos autores que escriben para sí mismos, lo que suele ser motivo de ilegibilidad, pero al igual que el escritor, el artista en sentido amplio, tiene todo el derecho a esperar un esfuerzo de su público, éste tiene el mismo derecho a negarse a hacerlo. Queda por tanto ahí el aviso de que, si no nos apetece mucho entrar en ese juego, la lectura, al menos a la vista del libro al que me refiero, puede resultar poco o nada gratificante.
El ejemplar que manejo se completa con El rincón feliz, un relato que parece menor aunque a mí me ha resultado más atrayente. Con algunos tintes góticos, James presenta a un individuo que visita periódicamente la vieja casa familiar hasta que empieza a sospechar que aloja una extraña presencia. Sombras inexplicables, sonidos sutiles y puertas que se dejaron cerradas y aparecen abiertas dan paso a un crescendo de terror psicológico en el que se reúnen tenues recuerdos con una confusa sensación de desdoblamiento de personalidad.Todo lo cual tiene a su vez origen en la experiencia del propio James, norteamericano afincado en Europa y más adelante nacionalizado británico, que traslada al personaje la experiencia dual de dos mundos que considera muy diferentes. Cuando su protagonista regresa a Nueva York, se plantea la clásica duda sobre lo no vivido: qué hubiera sido de no haber emigrado, o bien de no haber regresado. Incluso si al abandonar una tierra (podríamos incluir cualquier otra circunstancia, el fin de una relación, por ejemplo) algo de nosotros permanece en el lugar de origen, ese reflejo de lo que quedó quizá en la casa familiar. Todo bajo una atmósfera bien conseguida cuando el autor se despoja, aunque sea parcialmente, del lenguaje moroso y algo barroco que tanto pesa en el relato anterior. Seguramente es por este camino por el que James consiguió evitar esa desconexión con el lector que he creído detectar en el primero de los relatos, y así parece que se aprecia en algunas de sus otras obras reseñadas en este blog, y que se pueden consultar aquí abajo.
Todas las reseñas sobre Henry James en ULAD: aquí
domingo, 6 de abril de 2025
Rachel Cusk: Un trabajo para toda la vida
Idioma original: inglés.
Título original: A Life's Work.
Traducción: Catalina Martínez Muñoz.
Año de publicación: 2001-2007.
Valoración: se deja leer
Rachel Cusk escribió Un trabajo para toda la vida en el 2001. Quiero suponer que, entonces, era una escritora con poca repercusión y que necesitó, de alguna manera, compartir sus experiencias. Siguiendo con las suposiciones, cuando alguna de su obra posterior (alguna reseñada aquí) obtiene un reconocimiento más o menos generalizado (dentro de este liliputiense mundillo), se opera el consabido proceso de progresiva curiosidad del público por la obra anterior, la recuperación – previas cuestiones legales o burocráticas – de ésta, etc. Cuestión esta que es una cierta especialidad de Libros del Asteroide, notable editorial que suele presentar autores poco conocidos (actuales y no tanto) . En el marco de este proceder, recuperar esta obra más de dos décadas después de su primera publicación responde a esta lógica. Lo que no me ha cuadrado tanto es que la autora incorporara, ya en 2007, dos textos introductorios, que en esta edición se han incluido.
Porque estas dos introducciones desvirtúan la obra, parecen pretender justificarla y casi excusarse por su contenido, y hasta cierto punto condicionan su lectura, como si la autora renegara parcialmente de su escrito original, o necesitase explicar sus intenciones ante eventuales malas interpretaciones. Que parece ser que las hubo, en su momento. No había que esperar a que Elon Musk se hiciera con Twitter para destapar el odio, al parecer. Lo siento, pero mi opinión es que esto ni era necesario en 2007, y en 2025 ya es francamente prescindible.
Básicamente, Un trabajo para toda la vida es como un dietario algo desordenado de experiencias y reflexiones relacionadas tanto con las últimas fases del embarazo como con el parto y los primeros años de cuidado del niño. Está escrito, por lo tanto, en una obstinada primera persona, que es como suelen escribirse estos libros. Pero es que esas sensaciones que se manifiestan, desde las consecuencias físicas, inevitables, hasta el proceso mental, que me temo que también depara muchos lugares comunes, no me han aportado novedad alguna sobre lo que es una sensación universalmente experimentada y universalmente aceptada. Bueno: quizás no tan universalmente. No tantas madres desempeñan una profesión o una situación económica como la de Cusk, que les puede permitir disponer de canguros y cuidadoras (algo tendencioso, por cierto, el episodio del incidente con la cuidadora española). Entonces si esa percepción de la situación personal ocasiona esas sensaciones, si esa reflexión induce a sentimientos poco convencionales – el rechazo, el hastío, el agobio –pero esas circunstancias no los convierten en reprobables, sino en manifiestamente lógicos, Cusk inunda su corriente de conciencia de tópicos que, a pesar de su honestidad y sinceridad, parecen extraídos de una versión algo erudita y desganada de un diario de Bridget Jones, madre. Todo lo cual reduce el atractivo del texto.
Otros libros de Rachel Cusk reseñados en ULAD: aquí
miércoles, 19 de febrero de 2025
Kyoichi Katayama: Un grito de amor desde el centro del mundo
Título original: Sekai no chushin de, ai wo sakebu (世界の中心で、愛をさけぶ)
Traducción: Lourdes Porta Fuentes
Año de publicación: 2001
Valoración: Se deja leer
And what sort of story shall we hear? Ah, it will be a familiar story, a story that is so very, very old, and yet it is so new. It is the old, old story of love. Samuel Johnson.
Que nadie se engañe: un bestseller es un bestseller aquí y en China (o en Japón), aunque se presente en una edición que intente hacerlo pasar por un exponente de la nueva narrativa japonesa “murakamiana”. Y, por supuesto, no podía faltar en la portada una chica japonesa misteriosa y muy kawaii, lo cual resulta engañoso. Si la editorial fuese honesta con el tipo de libro que está vendiendo, debería poner en la portada a dos jóvenes abrazados: él con una chaqueta de football americano, ella vestida de porrista y el título en cursivas.
Dos jóvenes brillantes, cada uno a su manera, se enamoran; uno de ellos muere y el otro queda solo, aferrado a la esperanza de un amor eterno que supera cualquier barrera, incluso la muerte. Solo faltaría que su primer beso fuese mientras representan Romeo y Julieta en la obra de la preparatoria. ¿Qué? ¿En serio? Pues sí, tal escena existe en este libro. Al llegar a ese punto estuve a nada de abandonarlo, pero, haciendo de tripas corazón, continué.
La novela está plagada de clichés propios del romance juvenil. Para no desentonar, los describiré como suelen hacerlo los autores del género: Friends to lovers, Opposites attract, Soul mates, Emotional scars... Con esto espero que se hagan una idea clara de lo que encontrarán en el libro, para bien o para mal.
Sin embargo, no todo puede ser fruto de la casualidad. Algo tuvo que conectar con millones de lectores, principalmente en Japón (aunque se ha traducido a numerosos idiomas). ¿A quién no le gusta, de vez en cuando, soltar unas lágrimas mientras come helado junto a la ventana en un día lluvioso? (Tal vez ya se dieron cuenta de que estoy usando clichés también en esta reseña). Además, es una lectura entretenida que, si bien es bastante predecible, ofrece pasajes conmovedores cuando no se fuerza demasiado el drama.
Ésta puede ser una novela repleta de tópicos y recursos sentimentales que hemos visto muchas veces, pero también demuestra que, incluso en las historias más típicas, hay espacio para la emoción genuina (hay que buscarla). Si se lee sin pretensiones, puede brindar un momento para conmovernos y darnos un respiro del aburrimiento de la vida cotidiana.
viernes, 17 de enero de 2025
Ali Smith: Biblioteca pública
Título original: Public library
Traducción: Dolors Udina en catalán para Raig Verd y Magdalena Palmer en castellano para Nórdica
Año de publicación: 2015
Valoración: se deja leer
jueves, 19 de diciembre de 2024
David Seltzer: La profecía
martes, 27 de agosto de 2024
Eva Piquer: Aterratge
Título original: Aterratge
Traducción: sin traducción al castellano
Año de publicación: 2023
Valoración: se deja leer