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Todos los libros de los que aquí hablamos han sido comprados y leídos en papel o ebook en español o en inglés. Este NO es un blog de descarga de libros. Las críticas y/o reseñas que aquí se pueden leer son opiniones personales, nada más, y no pretenden ser otra cosa. Reseñamos principalmente novelas románticas, pero también, de vez en cuando, damos nuestra opinión sobre novelas pertenecientes a otros géneros.



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lunes, 19 de octubre de 2020

El peligro de la pasión, de Amanda Quick

En el silencio de la noche, un carruaje recorre las siniestras calles que conducen a la residencia del el Ángel Caído, funesto apodo del Conde de Angelstone. En el interior del carruaje, la joven Prudence lucha consigo misma por seguir adelante con la difícil decisión que tiene en sus manos: salvar la vida de su joven hermano Trevor, la única persona con que cuenta en el mundo.

La mansión, envuelta en las tinieblas, encierra para Prudence infinidad de peligros que conoce y otros que, aunque insospechados, transformarán su vida. Un inusitado huracán de lujuria que abrirá las puertas a sensaciones y pasiones desconocidas.

Es cierto que Quick tiene un estilo de escritura muy suyo, con personajes que no son siempre todo lo atractivos que buscamos, muchos de ellos tienen incluso alguna tara física, o las protagonistas llevan gafas. De todas formas, esta autora consigue que nos lleguen y nos gusten y hasta que se nos olviden esos pequeños “defectos” que normalmente no se leen en las novelas románticas. Me atrevería a decir que casualmente esos pequeños defectillos son los que los hacen más reales y cercanos. Al meos eso es l que me pasa a mí.

Yo voy a tratar también de opinar sobre esta novela y espero que no me mate nadie.

Prudence no es una chiquilla joven e inexperta, sino uno de los típicos personajes de Amanda Quick, es decir con edad suficiente para saber ya lo que es la vida. Para la época en la que centra sus novelas, una solterona que se ha quedado para vestir santos. Porque con veinticinco años, se era ya una solterona, todas sabemos que en ese tiempo las chicas se casaban jóvenes, algunas veces demasiado jóvenes.

Bueno, pues como decía antes sobre los personajes de esta autora, Prudence usa gafas, o impertinentes como decían en ese entonces, que siempre me ha hecho mucha gracia el nombrecito.

Otra de las cosas que me llama la atención de esta autora es los nombres que pone a sus protagonistas. Prudente no es muy atractivo, pero se te olvida en cuanto la conoces. 

A lo que iba, que me estoy marchando por la tangente. Prudence es una mujer inteligente, característico también en las heroínas de Quick. Y como no hay dos sin tres, o en este caso tres sin cuatro, tiene un trabajo o una afición nada normal: investiga sobre fantasmas. Desde luego el nombre por el que la conocen (Doña Original) le va como anillo al dedo.

Hablaré ahora un poco del protagonista masculino, muy típico también de esta escritora. Sebastián es el conde de Angelstone. Inteligente donde los encuentres, seco, orgulloso, a veces recalcitrante, al que le importa un comino la opinión del resto del mundo, y no digamos ya la alta sociedad, que hace lo que le apetece y con un pasado a sus espaldas que descubrimos durante la historia. Eso sí, atractivo y tan encantador que acabas enamorada de él.

Otro de los personajes que me han hecho pasar un buen rato es Trevor, hermano de la protagonista. Impulsivo y terco hasta tal punto que se arriesga a enfrentarse a Angelstone.

Como la protagonista investiga sobre asuntos de fantasmas, él no puede ser menos. ¿A qué se dedica a pesar de ser un conde? Pues a investigar crímenes.

No, no, en esta novela no te aburres, aunque solamente sea por la extraña profesión de ambos protagonistas.

Pensaréis que se conocen investigando y salta el flechazo. Pues no. Se conocen bailando, aunque sí quedan prendados el uno del otro. Y como siempre tiene que haber uno en discordia, el hermano de la chica, conociendo la fama de libertino y hombre sin escrúpulos del conde, va y le reta para proteger a su hermana.

Es una novela sencilla, no le busquemos los tres pies al gato. Una novela para pasarlo bien, para sonreír cada dos páginas y disfrutar de una tarde de novela romántica entretenida y chispeante. Hasta ahora no he leído una novela de Amanda Quick que me haya resultado aburrido, todo lo contrario. Te deja siempre un buen sabor de boca, una sonrisa tonta en la cara y esa sensación de haberte gastado el dinero, sí, pero de haberlo disfrutado.

Intrigas, investigaciones, chispa entre los protagonistas, colaboración y aventura en el marco de una época en que las mujeres estaban en casa o asistían a reuniones de música y benéficas. Prudence se sale de la norma, por eso me agrada su personaje. En cuanto al héroe, me ha enamorado porque acepta la inteligencia de la chica y la reconoce como un igual. Ay, si todos los hombres fueran así…


Carmela




Romántica

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viernes, 21 de junio de 2019

Engaño, Amanda Quick

Olympia Wingfield aún estaba soltera a los 24 años. Cargaba con la responsabilidad de criar a sus incorregibles sobrinos huérfanos. Sin embargo, en sus momentos libres, esta joven estudiosa y distraída se dedicaba a su verdadera pasión: el estudio de las viejas leyendas de piratas y pistas imaginarias que, quizás un día, la conducirían a un antiguo tesoro perdido. No solo debía lidiar con esos sinvergüenzas, sino que también tenía que defenderse de los acosos de su vecino. Ese día se había refugiado en su biblioteca, intentando liberarse de las garras de su perseguidor, cuando inesperadamente…un glorioso extraño, asombrosa personificación del mal exótico de sus sueños, la rescato… 

Alto y moreno, con rasgos perfectamente esculpidos y una larga cabellera negra, Barred Chilhurst parecía haber salido de una de sus leyendas de tesoros escondidos y mares no explorados. Muy pronto, Olympia se verá envuelta en un escandaloso romance con este hombre peligroso y apetecible, a quien lo atormentan viejos enemigos y un misterio aún más antiguo. Ella deberá encontrar la llave de su pasado, del oro perdido desde antaño de los Flamecrest y también el corazón de Jared, para ganar el más preciado tesoro de la vida: un amor que vale más que cualquier leyenda.

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No me entusiasmaba demasiado este título, pero acabé por comprarlo porque era una novela de Amanda y me suelen gustar todas, sin excepción.

Es la típica novela de esta autora como podéis imaginaros.

Ella, con otro de los nombres a los que ya nos tiene acostumbrada la autora: Olympia. Una mujer rarita que ha tenido dificultades para centrarse en un hogar fijo tras la muerte de sus padres cuando era pequeña. Al final, acaba viviendo en casa de una tía, Sophy y de su mejor amiga Ida (quiero decir amiga de la tía). La muchacha recibe una exquisita educación en todos los géneros: idiomas, geografía, historia… Sin embargo, Olympia no tiene demasiada idea acerca de los conocimientos que, en esa época, debe tener una muchacha normal para acceder al matrimonio. No sabe bailar, ni coser porque siempre ha estado entre libros. Estudiosa y muy inteligente, adora las leyendas. Es un tanto ingenua, desde luego, porque piensa que lo conoce todo y tiene experiencia cuando no tiene ninguna. Además, le encantan los niños y cuida de tres diablillos como si fueran suyos aunque realmente son los hijos de un difunto primo.

Él, Jared, es el vizconde de Chillhurst y heredero del título de conde. Me ha gustado desde siempre este nombre. No estoy muy segura del motivo por el que la autora busca nombres que suenan bien para ellos y nombres raros o menos bonitos para ellas, pero es lo que tenemos.

En esta novela, el protagonista que tiene algo poco habitual en las de romántica es justamente él, el vizconde. Porque tiene ni más ni menos que un parche en el ojo. Es decir, le falta un ojo. Y va buscando conseguir algo que le importa a él aunque tenga que engañar a la protagonista y enamorarla si es preciso. Es frío y calculador, todo lo contrario al resto de sus familiares. Meticuloso con la hora, apunta todos sus pasos en una agenda de la que no se desprende nunca y que le hace hasta insoportable en ocasiones. Pero no temáis, es un insoportable del que te enamoras a pesar de sus manías y de su parche.

Jared llega con unas intenciones, pero acaba cambiando su modo de actuar. Se siente atraído por la muchacha, los críos le caen bien y decide ofrecerse como maestro para los tres diablillos (que ella no puede controlar).

Desde luego que hay enamoramiento y pasión. Imposible no tenerla con esta autora que nos deleita de nuevo con conversaciones llena de inteligencia, chispa, ironía y conocimiento.

Lo más extraño de todo en esta novela: la relación de la tía Sophy y su amiga. Al inicio de conocer a estos dos personajes no te imaginas lo que van a dar de sí, porque luego te das cuenta de que son pareja. Sí, pareja. Se aman y se respetan mutuamente, son inteligentes y han criado a nuestra protagonista libre para que elija su propio camino. Es un modo curioso el que tiene esta autora de tratar un tema lésbico. Con serenidad, suavidad, dulzura. De un modo magistral que a nadie puede causar reparo.

Bueno, pues lo que decía: una novela para leer, para entretenerse, para deleitarse con las conversaciones entre los protagonistas y acabar locamente enamorada de un vizconde.

Teresa

lunes, 17 de junio de 2019

Escándalo, Amanda Quick

La protagonista de esta novela es joven, pero no la típica jovencita de 18 años. Me ha quedado claro después de leer tantas novelas de esta autora que prefiere a las mujeres ya formadas. Y aquí, Emily Farindong es una soltera, o solterona (porque en la época en la que transcurre la historia las mujeres lo eran en cuanto pasaban la veintena y no se habían casado) de 24 años.

Toda la sociedad habla de un desafortunado incidente que la dejó arruinada para la caza de un marido. Y si a eso sumamos que tiene dos hermanos a los que todo el mundo tacha de “pájaros” por decirlo de alguna manera, y un padre que es un bala perdida, nos encontramos con una familia de lo más original. Los tres son unos jugadores empedernidos que pierden hasta la camisa que llevan puesta y es Emily la que debe llevar sobre sus espaldas la economía de la familia y poner firmes a estos tres gandules.

Emily vive en el campo, lejos de todo y rodeada por las damas que han formado lo que han dado en llamar la Sociedad literaria de los jueves. ¿Que qué es esto? Pues un grupo de mujeres a las que la gusta leer y escribir, analizar poemas, etc… Emily es una lectora empedernida y además le encanta escribir larguísimo versos románticos. Mientras, se encarga de que a su familia no le falta para comer y de evitar que jueguen más de lo prudente, porque ya han estado varias veces arruinados.

Simon Traherne. Conde de Blade. He aquí al protagonista masculino. Hombre duro, insensible, peligroso. Un misterio de pies a cabeza. Con una historia a sus espaldas como para echarse a llorar porque era casi un niño cuando encontró muerto a su padre, que se había suicidado porque estaban en la ruina más absoluta.

Simon sabe quienes fueron los causantes de la muerte de su padre y de su desgracia familiar, lo que le empujaron a la ruina y el suicidio. Y lleva muchos años planeando vengarse de Broderick que resulta ser, ni más ni menos, que el padre de Emily. Planea arruinarlo por completo y para conseguirlo lo mejor que se le ocurre es hacerlo a través de su hija.

Emily empieza a recibir comunicación de un hombre amable, tierno, al que le encanta la literatura y la poesía. Y se acaba enamorando perdidamente, aunque no le conoce, de un ser tan especial. Cuando Simon decide que debe darse a conocer, se encuentra con una pelirroja que nada tiene que ver con lo que él había supuesto que era la dulce señorita Emily.

Los diálogos, como no, son de una finura exquisita. Inteligentes, llenos de ironía, de esos que te hacen sonreír constantemente. Eso sí, aquí la autora vuelve a la psicología y es que debe de ilusionarla el tema, porque los protagonistas están envueltos en ella.

Una novela entretenidísima, como todas las de Quick, donde no te aburres, deseas por una parte llegar al final para descubrir el entramado y, por la otra, sientes pena de que se vaya terminando porque te lo estás pasando divinamente.

Teresa

viernes, 14 de junio de 2019

La amante, Amanda Quick

Cuando Iphiginia Bright descubre que su querida tía es víctima de un siniestro chantaje, traza un plan temerario: hacerse pasar por la amante del famoso conde de Masters, a quien conoce personalmente. Marcus Cloud, el célebre conde, no sólo es terriblemente seductor, sino que su afán conquistador le impide en ocasiones actuar con prudencia y respetar las reglas mínimas del decoro. Una circunstancia fortuita hará que la recién transformada Iphiginia y el sensual Conde se encuentren frente a frente en una elegante fiesta. La intrépida simuladora tendrá que presentar batalla a la inesperada amenaza de su corazón: fiel a sus principios, el Conde intentará poseerla en cuerpo y alma.

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Iphiginia Bright. He dicho ya, en otras opiniones, que los nombres de las protagonistas de esta autora me fascinan, ¿verdad? No me digáis que no es para tenerlos en cuenta. Bueno, pues esta mujer es como sus otras damas de romántica: valeroso, inteligente y totalmente independiente. En esta ocasión, tenemos un chantaje de por medio, el chantaje a la tía de la muchacha. Y ella, desde luego, está decidida a averiguar quien es la persona que está detrás de todo eso. Para poder investigar a gusto, necesita meterse entre la alta sociedad y crear una imagen de la que nadie sospeche. Por lo tanto, lo mejor es hacerse pasar por viuda y, lo que es mejor, hacer que todo el mundo crea que es la amante de un arrogante personaje: Marcus, conde de Masters. 

El conde, por su parte, es un hombre que sigue unas normas estrictas al que no le gusta que nadie altere. Éste tipo de personaje, como podéis ver, es el habitual en las novelas de Amanda Quick. Y como en el resto de sus protagonistas es inteligente y meticuloso. Por todo ello, el embuste de Iphiginia le descoloca por completo. Al enterarse de que una mujer que viste únicamente de blanco y que está causando furor entre la alta sociedad, dice ser su amante, siente curiosidad y molestia. Pero más curiosidad. Tiene que conocer a esa embustera que se vale de su nombre y su posición para ponerle las peras al cuarto. Pero claro, como está previsto, en cuanto se conocen salta la chispa, la atracción entre ambos y él decide ayudarla en sus pesquisas porque el malhechor no está chantajeando solamente a la tía de la muchacha, sino a una buena amiga suya.

Como en otras historias de Amanda, ambos protagonistas son profundamente intelectuales e inteligentes, con capacidad para un raciocinio fuera de lo común. El modo de ser de Iphiginia atrae al conde de una forma absoluta. Nunca ha conocido a una mujer tan capacitada y tan capaz para plantarle cara.

Volvemos a meternos de cabeza en investigaciones, aventura a raudales, peligros y secretos. Conversaciones entretenidísimas y originales donde podemos ver la capacidad de los dos protagonistas mientras se enfrentan y se atraen a la vez. Los secundarios muy bien logrados ponen la guinda en esta historia. Y, una vez más, la intriga está en bandeja.

Seguramente no soy muy parcial cuando comento las novelas de esta autora, pero es que lo que yo busco en una novela es que me entretenga, que me abstraiga, que me haga olvidar los problemas cotidianos y pasar un buen rato. Amanda Quick lo consigue y por eso la admiro.

Teresa

sábado, 1 de junio de 2019

Las trampas del amor, Amanda Quick

Imogen Waterstone siempre se había sentido orgullosa de ser una mujer absolutamente independiente. Pero las circunstancias hicieron que necesitara un hombre. Y no cualquier hombre, sino alguien con una voluntad férrea y nervios de acero. Por eso invitó a su casa a Matthias Marshall, el infame Conde de Colchester. ¿Quién más adecuado que el legendario explorador para ayudarla a tender la trampa perfecta?

Pero cuando Matthias acepta participar en la farsa, Imogen descubre que otros peligros se interponen en su camino y que el destino le ha tendido una trampa de la que le resultará difícil librarse.

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Imogen Waterstone (me encantan los nombres que pone esta mujer, lo siento si me repito), se nos aparece como una mujer de cultura, totalmente independiente en su forma de pensar y actuar y muy, pero que muy inteligente. Y como ya nos tiene acostumbradas esta escritora, una mujer a la que le encantan las cosas extrañas. En esta novela, la afición de la protagonista (a la que llaman en sociedad La Impúdica) es el estudio de una antiquísima civilización: la zamariana. Hasta la busqué, porque no me sonaba de nada, claro. Y desde luego no existe, pero Amanda Quick hasta nos hace pensar que sí, que existieron los zamarianos y todo un cúmulo de leyendas alrededor de ellos.

Matthias Marshall es el conde de Colchester, el protagonista de esta historia, un erudito en la materia que embelesa a la muchacha y es quien ha descubierto el antiguo pueblo. Todo un especialista en esa ancestral cultura que está enamorando a la sociedad. Por tanto, para ella el algo menos que un dios viviente. Piensa que es todo un héroe, valiente y aguerrido, porque para llevar a cabo ese descubrimiento hay que serlo. Pero se lleva una sorpresa cuando le conoce y le pide ayuda para resolver un asesinato (también en esta novela la autora cae en lo típico, en el crimen que hay que descubrir). Mathias ni es valeroso ni aguerrido, sino un intelectual que no se altera por nada y que odia todo lo que suene a peligroso. Lo contrario que Imogen. 

Matthias no puede negarse, a pesar de todo, a ayudar a la muchacha que con tanto interés solicita su colaboración. Y eso les llevará a correr mil aventuras y peligros alejándole a él de su habitual modo de vida, pero arrastrándole hacia el amor.

Zamar es el punto de partida y el centro de la novela. La moda copia el estilo de los zamarianos tanto en decoración como en ropajes, se ha convertido en una verdadera locura en la que ellos se encuentran inmersos. Aunque la mayor locura es la investigación que deben llevar a cabo.

De conversaciones chispeantes y llena de inteligencia e ironía, esta novela consigue lo que se propone: entretener y mucho. 

Sigo diciendo que es posible que Amanda Quick no escriba unas historias extraordinarias, que a veces cae en los mismos tópicos, que sus personajes se parecen (sobre todo las damas), pero que es una autora a la que merece la pena leer porque con ella se lo pasa uno de cine.

Teresa

domingo, 26 de mayo de 2019

Seducción, Amanda Quick

Lo llamaban «el demonio» y decían que jamás amaría a otra mujer. Ella aceptó el desafío.

En el pueblo lo llamaban «el demonio», pues el sombrío y enigmático Julian, conde de Ravenwood, era un hombre de temperamento iracundo. Su primera esposa había muerto de modo misterioso, un hecho que no se olvidaba fácilmente. Había quienes sostenían que la bella lady Ravenwood se había ahogado en las turbias y oscuras aguas de la laguna. Otros implicaban directamente al conde, basándose en su carácter.

Ahora Sophy Dorring, una muchacha criada en el campo, está a punto de convertirse en la nueva esposa de Ravenwood, atraída por su fuerza masculina y por el brillo de deseo que ardía en sus ojos...

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Sophie Dorring es, como otras de las protagonistas de Amanda Quick, una mujer hecha y derecha de 23 años. No es demasiado guapa según los cánones de belleza, pero es elegante y se la considera apta para el matrimonio. Sin embargo no tiene demasiados pretendientes porque es un completo desastre. A esta autora le gusta dar un toque especial a sus protagonistas: o son cojas, o llevan lentes, o tienen alguna marca que afea su belleza… Sophie, como digo, es un desastre porque no consigue llevar el peinado decente, se mancha, pierde las cosas… Eso sí, es inteligente, tremendamente culta (lo que no gustaba demasiado en aquel entonces), y capaz de defender sus opiniones ante cualquiera. Ama a los suyos y los protege con el mismo afán.

Julian es viudo. Un hombre que desconfía de todo y de todos. Lo único que busca en la vida es una esposa adecuada para tener un heredero. Su anterior esposa no le dio más que problemas y ahora ha llegado a un punto claro: no quiere ninguno más. Amanda nos enseña a un personaje taciturno, severo, nada dado a la sonrisa, seguro de todo lo que hace. Un hombre al que le gusta dominar por encima de todo.

Pero… como no podía ser de otra forma, la autora hace que la protagonista consiga ablandar la coraza de Julian. Poco a poco, pero sin pausa. Y él acaba por darse cuenta de que Sophie, lejos de ser una mujer sosa y poco agraciada, es una joya de la que se acaba enamorando como un bobo. Y sus constantes muestras de ser una patosa empedernida, incapaz de no tener problemas con los vestidos o el peinado, son casualmente lo que le hace sentirse atraído hacia Sophie.

Las conversaciones, tan fascinantes como siempre. Las situaciones, tan divertidas como nos tiene acostumbrada esta autora.

Una historia que resulta atrayente y que no puedes dejar de leer.

Teresa

domingo, 19 de mayo de 2019

La imprudente, Amanda Quick

Desde un castillo de cuento de hadas en ruinas hasta un vertiginoso baile de disfraces va tramándose la encantadora historia de un deslucido caballero, una audaz doncella oculta detrás de un velo y un amor tan dulce como ardiente.

A los dieciséis años, Phoebe había imaginado que Gabriel Banner era un valiente caballero, un héroe de noble corazón nacido para salvar a damas en apuros. Por eso ocho años más tarde, cuando necesitó ayuda para una investigación vital, pensó que nadie sería más adecuado que él para la tarea.Pero en una cita a solas y a medianoche, Phoebe se encuentra ante un hombre peligrosamente deseable que en nada se parece al héroe de sus sueños, y un beso abrasador sella su destino para siempre.

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Creo haber dicho ya que una de las cosas que más me fascinan de esta autora es el nombre que busca a sus protagonistas, ¿verdad? Vale, pues es esta novela vuelve a sorprenderme: Phoebe Layton.

Phoebe es una muchacha joven, inteligente, un encanto de mujer que se pasa la vida soñando con la cabeza llena de pájaros y que está constantemente protegida por sus familiares debido a……( aquí viene lo que he dicho otras veces de los personajes de esta autora, nada convencionales)…….. tiene una ligera cojera. Eso sí, centra sus conocimientos y su inteligencia en historias del medievo, es sagaz e intuitiva. Pero soñadora, como ya he dicho. Y como todas las soñadoras, espera que alguna vez se le aparezca su caballero.

Gabriel Banner, es el Conde de Wylde. Ávido coleccionista de libros medievales y, al mismo tiempo, escritor de historias de esa época, aunque lo mantiene en secreto. Es un personaje solitario y adusto, sumamente arrogante, al que le desagrada el contacto con el resto del mundo.

Phoebe no duda en ponerse en contacto con él para intentar resolver un crimen. Ella piensa que él puede ser un caballero, pero luego se da cuenta que no, que no es lo que esperaba. De todos modos, la pasión nace entre ambos y surge el amor.

La cándida Phoebe choca con el soberbio e inmodesto conde, pero aunque nos pinta al protagonista masculino de esta forma es imposible no enamorarse de él como hace la heroína de la novela. Claro que se va desinflando ese orgullo porque Gabriel se enamora perdidamente de la joven y la protegerá con su vida. 

Una historia nada despreciable si se quiere pasar unas horas divertidas.

Teresa

domingo, 5 de mayo de 2019

Los anillos de Afrodita, Amanda Quick

Beatrice Pole es una apasionada e intrépida mujer que se gana la vida como autora de novelas góticas. Pero al morir su tío se ve envuelta en una aventura mucho más peligrosa de lo que jamás ha imaginado. Sospecha que su tía ha sido asesinada tras comprar los "anillos Afrodita." Estas legendarias joyas serían la llave de una estatua de la diosa, en cuyo interior habría un tesoro. Ahora han desaparecido y para encontrarlos Beatrice recurre a un experto en el tema, el huraño y excéntrico conde de Monkcrest. 

Leo de Monkcrest es acusado de practicar magia y otras artes sobrenaturales en la soledad de su castillo. La repentina llegada de Beatrice le disgusta,a unque pronto siente una inexplicable atracción por ella. Trata de evitar la búsqueda del mítico tesoro pues teme por su vida. Pero nisiquiera reteniendola en sus fuertes brazos podra evitar el peligro. En Londres un grupo de villanos espera pacientemente que Leo y Beatrice los conduzcan al tesoro para después asesinarlos.

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Tengo que empezar diciendo que las pasé canutas para conseguir esta novela. No la encontraba por ninguna parte y cuanto más vueltas daba para buscarla más me decía: luego verás, va a ser un petardo y me voy a arrepentir.

Pues no. Cuando pude conseguirla me la leí de una sentada. El título ya me llamaba poderosamente la atención, me gustaba. Y no me defraudó, como no me han defraudado nunca las novelas de Amanda Quick.

Beatrice Pool es en esta ocasión una protagonista decidida, llena de inteligencia y con un carácter fuerte, sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Escribe novelas con el pseudónimo de Amelia York, pero nadie lo sabe excepto sus más allegados familiares. Sus novelas están repletas de misterio y situaciones alarmantes.

Leo Drake es el conde de Monckrest, más conocido por un apodo que ni le desagrada ni le hace dar saltos mortales: El monje loco. Es el típico hombre atormentado que solamente desea la soledad, sumamente inteligente, sumamente misterioso y sumamente atractivo para las lectoras. Arrogante como pocos y coleccionista de antigüedades. 

En esta novela (no me ha fallado Amanda Quick), vuelve a salir el tema de lo paranormal.

Al morir el tío de Beatrice, aparentemente se trata de un crimen, nuestra protagonista decide que debe investigar esa muerte, caiga quien caiga, y tenga que hacer lo que tenga que hacer. Sus pesquisas se dirigen hacia la Abadía Monckrest, por descontado propiedad de Leo. Así que sin pensarlo dos veces se presenta allí y pide al conde que colabore con ella para dar claridad al tema. Al parecer, su tío buscaba un tesoro conocido como Los Anillos de Afrodita, una antigualla.

Leo quiere vivir tranquilo, pero por supuesto Beatrice lo hace imposible desde la primera vez que pone sus ojos en ella. Es imposible no sentirse atraído hacia la muchacha y la pasión hace acto de presencia. Aunque un tanto remiso, acepta ayudarla en el esclarecimiento del asesinato de su tío porque además está intrigado con la antigüedad que le causó la muerte. 

Las aventuras durante la investigación son el pan y tomate de esta novela. No paran ni un momento.

Los personajes son típicos de Amanda, las conversaciones estupendas, las situaciones increíbles. Puede que no sea una de las mejores novelas de esta autora, pero señoras, en esta novela el misterio está servido.

Teresa

miércoles, 1 de mayo de 2019

El peligro de la pasión, Amanda Quick

En el silencio de la noche, un carruaje recorre las calles que llevan a la casa del Ángel caído, funesto apodo del conde de Angelstone. En el interior del carruaje, la joven Prudence lucha consigo misma, por seguir adelante con la difícil decisión que tiene en sus manos: salvar la vida de su joven hermano Trevor, la única persona con que cuenta en el mundo. La mansión envuelta en las tinieblas, encierra para Prudence infinidad de peligros que conoce y otros que, aunque insospechados, trasformarán su vida. Un inusitado huracán de lujuria que abrirá las puertas a sensaciones y pasiones desconocidas.

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Yo creo que tengo todas las novelas de esta autora, al menos las que han salido en castellano. Si he de dar una opinión sobre ella, me imagino que ya vale diciendo eso, que las tengo todas.

Amanda Quick es una escritora que no busca, a mi manera de ver las cosas, más que entretener con sus novelas. No son demasiado rebuscadas, simplemente nos entrega una aventura que va desgranando poco a poco, con facilidad pasmosa y que nos hace pasar unos buenos ratos.

Puede que lo que más me guste de Amanda sea el nombre que pone a sus protagonistas. Suelen ser poco comunes y casualmente por eso me resultan atrayentes, porque me parece que estoy leyendo la historia de una mujer normal, como yo. Además, raro es que no te encuentres con que la chica o el chico tienen algún defectillo sin importancia. Lejos de desagradar, creo que dan más vida a los personajes.

En esta novela, la protagonista se llama Prudente, no es una jovencita y además tiene necesidad de lentes, o de impertinentes como los llamaban en esa época y que a mí me causa mucha gracia.

Prudente es lista, original y arriesgada y desde luego nada convencional respecto a lo que se llevaba entonces. Parece un poco ingenua, pero no lo es. Y hasta parece un poco loca porque le encanta investigar sobre temas nada normales: los fantasmas. 

El protagonista, Sebastián, es el conde de Angelstone. En este caso nos enseña un hombre de inteligencia superior, pero frío. Su pasado está plagado de misterios. Él tampoco se ajusta a las normas sociales y poco le importa lo que piensen los demás. Por otro lado, su afición es aclarar asesinatos.

Hay un tercer personaje, el hermano de Prudente, que pone un toque interesante en la novela. Trevor protege demasiado a su hermana y al ver a Sebastián bailando con ella le reta a duelo. Esto es demasiado, pensaréis. Solamente por bailar. Pero es natural, puesto que el conde arrastra fama de hombre despiadado y el muchacho teme que la deshonre.

En esta novela podemos encontrar de todo, desde espectros hasta situaciones jocosas, hábilmente descritas por la autora. Y conversaciones que hacen sonreír porque están llenas de pericia y, a la vez, de socarronería.

El romance entre los dos protagonistas es intenso, puede que acuciado por los peligros que corren en sus investigaciones. Frío y calor. Son como la noche y el día, pero yo diría que por eso se compenetran tan divinamente.

Dicen que para gustos se hicieron los colores y posiblemente esta autora no le guste a mucha gente, pero a mí me hace pasar unos ratos divertidos y llenos de intriga hasta dar con la solución de las investigaciones que plantea en cada novela.

Me gustó y la recomiendo.


Teresa

sábado, 29 de noviembre de 2014

Una dama a sueldo, de Amanda Quick

A Elenora Lodge le han arrebatado todo, la granja en la que ha crecido y todo lo que contiene pasan a manos de los hombres a los que su padrastro debe mucho dinero. Por fin el baúl de su abuela con su doble fondo encuentra utilidad. Aunque sus posesiones no superan unas pocas libras, un broche y unos pendientes. Elenora es feliz, su prometido llegará a la posada donde se aloja y su situación volverá a la normalidad. Pero su prometido dejará de serlo en cuanto ella le confirme que no tiene nada. En vez de hundirse en el desánimo Elenora se da cuenta que por primera vez en su vida es libre, no tiene ningún tipo de cargas, cuenta con una modesta cantidad de dinero y no debe obediencia a nadie. El futuro es prometedor, o eso cree ella.

Ya en Londres, necesita buscar otro empleo, la anciana con la que trabaja de dama de compañía se trasladará con unos familiares y ya no hay lugar para ella. Una vez más acude a la agencia en busca de trabajo, las últimas ofertas eran inconcebibles, ella no iba a aceptar unas ofertas tan pésimas ¿qué se habían creído?

Sin pensar, sin parar, entra como un huracán en el despacho de las dos dueñas de la agencia, sin ser consciente que no están solas. Arthur Lancaster, conde de St Merryn, necesita a una dama de compañía para que haga más llevadera la estancia de una familiar que pasará una temporada en Londres. Eso es lo que afirma buscar, pero en realidad necesita a alguien muy diferente y esa joven que entra arrasando en el despacho, con su ropa anticuada, su peinado pulcro pero simple, pero con un brillo incomparable en sus ojos es la mujer que busca.
Elenora no quiere fiarse de ese desconocido pero la cantidad de dinero es casi la que le hace falta para establecer su librería y biblioteca. Ese desconocido desprende un magnetismo difícil de ignorar, es intimidante, callado, racional, pero la chispa que remotamente asoma a sus ojos la va acercando sin saberlo a su círculo. La historia que le cuenta suena más a novela de folletín que a algo que un conde quisiera reconocer. Su tío abuelo fue asesinado y él se ha desplazado a Londres, a una casa que odia, con el único objetivo que descubrir al asesino. Pero para ello necesita a una joven que se haga pasar por su prometida, así logrará dos cosas; que las jóvenes solteras vayan detrás de su título y fortuna y que pueda entrar en ciertos círculos y hacer ciertas preguntas sin levantar sospechas. ¿Y quién mejor para interpretar el papel que la nieta de una actriz y que además está buscando trabajo?

Los problemas para Elenora comienzan nada más llegar a la mansión de Rain Street, como en sintonía con su dueño la casa está llena de polvo, mal iluminada, es tenebrosa, sin vida, como bien refleja el jardín muerto de la parte de atrás. Ella tendrá que luchar con el mayordomo en más de un sentido, y por primera vez verá el verdadero carácter de Arthur.

El plan del conde de St Merryn estaba brillantemente trazado según él, pero se olvidó de un factor muy importante, no todo el mundo piensa tan racionalmente como él, el factor humano es muy importante y gracias a Elenora consigue encontrar al antiguo ayudante de su tío abuelo y paso a paso van desenmarañando este misterio que rodea a tres cajas de rapé que pertenecían a cada uno de los miembros de la Sociedad de las piedras. La alquimia, la ciencia y la creación de la máquina del Rayo de Júpiter envolverán a los protagonistas a lo largo de la historia. Pero además de la investigación, de las vigilancias, de las sospechas la atracción entre ellos crece por momentos.

Elenora sabe que tendrá que irse en cuanto acaben la investigación, está enamorada de él, pero es consciente que un conde no se casa con una dama de compañía, como todos los hombres de su posición se buscará a una joven debutante que cumpla ciertas expectativas, da igual que su antigua prometida huyera con el joven al que amaba y le dejara plantado y feliz.

El misterioso asesino se enfrenta a Arthur en una lucha de ingenio, él ha triunfado donde varios han fracasado, hasta se ha podido acercar a la joven que finge ser la prometida de St Merryn. El final de la novela, a un ritmo increíble nos mete de lleno en el laboratorio clandestino, con sus paredes de piedra y restos desconocidos para el resto de londinenses.

Una novela muy entretenida, muy recomendable. La lectura se hace muy amena, y juega constantemente con nosotros, intentando averiguar quién será el asesino, si conseguirá recrear la máquina y si saldrá victorioso. Pero también si Arthur habrá aprendido de los errores del pasado y si Elenora se atreverá a creer lo imposible.

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martes, 22 de julio de 2014

Jardines de cristal, de Amanda Quick

Tras haber sido víctima de un ataque en las calles de Londres, Evangeline Ames ha alquilado una casita de campo en las afueras. Cuando su vida vuelve a correr peligro, se refugia en Crystal Gardens, una propiedad cercana que ejerce sobre ella una atracción sobrenatural. Allí es rescatada por el propietario, Lucas Sebastian, quien insiste en mantener el asunto en secreto. Bastante tiene ya con los rumores sobre la existencia de un tesoro enterrado en sus jardines.
Aunque Lucas y su nueva vecina perciben de inmediato tanto sus respectivas facultades psíquicas como su mutua atracción, deben enfrentarse a algo más urgente: quien trató de matar a Evangeline volverá a intentarlo...

Evangeline ha decidido pasar un mes descansando en la pequeña población de Little Dixby. Un par de semanas antes había sufrido un ataque en Londres y sus jefas no habían dudado en obligarla a tomarse un descanso. Para todo el mundo Evangeline es una dama de compañía, pero en realidad, junto con sus amigas Clarissa y Beatrice, trabaja para Flint y Morgan como detective privado para la alta sociedad.

Little Dixby es una pequeña población con bastante turismo debido a las ruinas romanas del pueblo. Y también por Crystal Gardens, la casa de la familia Sebastian, donde se rumorea hay un tesoro romano en sus jardines y cuyo dueño Chester Sebastian, acaba de morir. Chester era un botánico algo excéntrico, la gente del pueblo lo consideraba un poco loco. Tras años de experimentos el laberinto de Crystal Gardens se ha convertido una trampa mortal y el jardín nocturno es peligroso incluso para la gente con poderes psíquicos como Lucas y Evangeline.

Lucas Sebastian decide trasladarse temporalmente a Crystal Gardens para investigar la muerte de su tío. Lucas presiente que fue un asesinato y no parará hasta averiguar la verdad. Su experiencia como asesor de Scotland Yard le ha otorgado una visión de lo peor de la humanidad que tendrá que poner a prueba cuando la primera noche de su llegada tenga que salvar a Evangeline de un asesino a sueldo.

Juntos investigarán la muerte del tío de Lucas, así como también intentarán descubrir quién quiere asesinar a Evangeline. Para ello tendrán que adentrarse en el laberinto y tratar de acceder a las termas romanas, rodeadas de un poder más poderoso de lo que podrían imaginar.

Las novelas de Amanda Quick son únicas; por su capacidad de introducir temas paranormales y psíquicos dentro de la historia casi como un personaje más y por unos protagonistas bastante peculiares. Evangeline y Lucas son una pareja con poderosos poderes que sentirán la energía vibrar a su alrededor.

La ambientación relacionada con el laberinto, las plantas, el jardín nocturno y las termas me ha parecido fantástica. Me he leído la novela en un suspiro y eso que al principio no sabía si este tema me iba a gustar. La relación entre Lucas y Evangeline es tan particular como sus poderes. Aunque he visto más lógicas las dudas de Evangeline que la decisión tomada tras un encuentro de Lucas. Aun así las escenas de ellos dos tenían mucha química y ambos personajes están muy bien desarrollados.

El único pero que le pongo a la novela es que, por cómo está escrita la novela y por los diálogos de los personajes no me parecía una novela histórica, en ese caso le ha fallado un poco la narración, que, por otro lado, no dejaba de ser excelente. 
Una novela con la que seguro disfrutan las lectoras de Amanda Quick, yo lo he hecho y espero que publiquen más libros de esta nueva serie.


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jueves, 7 de octubre de 2010

Deseo/La isla del deseo de Amanda Quick


Tras la muerte de su padre, la hermosa lady Clare descubre que debe casarse para proteger Deseo, la isla que acaba de heredar. Cuando el futuro marido, elegido por sus guardianes, cruza, cabalgando, las puertas del castillo, lady Clare se siente completamente traicionada.

Sir Gareth de Wyckmere no es el poeta que ella habría deseado, sino un temible caballero convencido de poder domar a su rebelde esposa. Sin embargo, Gareth no podrá impedir que Clare haga todo lo posible por amoldarlo a su ideal..., hasta que el choque de voluntades enciende una pasión desbordante, y una conspiración pone en peligro tanto su amor como sus vidas.


Hay muchas lectoras a las que esta autora no acaba de agradar, es posible que sea por sus personajes, que no se amoldan a los cánones establecidos en muchas ocasiones. Pero a mí, particularmente, me gustan todas sus novelas y rebusco en librerías –incluso de segunda mano. Con tal de hacerme con alguna que no tengo. Suerte que en RBA decidieron sacar éste título, porque me faltaba. Y ahora que tengo un poco de tiempo, me gustaría comentarlo.

La historia es de la Edad Media. Y es curioso, porque esta autora escribe mayormente sobre la época de la Regencia, lo que se le da estupendamente.

Lady Claire hereda una propiedad llamada Deseo.

Sir Gareth no es el caballero que ella esperaba para convertirse en su marido, sino un hombre que está seguro de poder dominar a su esposa, a la que sabe rebelde por naturaleza. Ella, sin embargo, intentará que él comulgue con sus ideas. Pero ninguno de los dos podrá remediar que la intriga les rodee y les ponga en peligro.

La protagonista es dueña nada más y nada menos que de una isla. No un castillo, una fortaleza o una gran mansión, sino de una isla. Esto me hizo recordar Shanna, en la que también la heroína de esa novela vive en una.

Como siempre, Amanda Quick me ha sorprendido al contar que Claire se dedica al inusual trabajo de fabricar perfumes y jabones. Desde luego, tiene ingenio esta escritora, porque todas sus protagonistas suelen tener trabajos o aficiones nada usuales.

El caso es que no tiene más remedio que contraer matrimonio para poder seguir siendo sueña de la isla, que se llama Deseo. Está siendo constantemente atacada y la mejor solución es un esposo fuerte que defienda sus propiedades. A ella no le hace mucha gracia tener que casarse, desde luego (todas las protagonistas de esta autora son terriblemente independientes y ésta no podía ser menos). Pero quiere elegir entre varios al que mejor le convenga. Pero los deseados –o indeseados- candidatos no son tantos como ella imagina, porque odia a muerte a uno de ellos, de manera que tiene poco donde elegir.

Gareth es hijo de un señor feudal, con ejército propio. Eso sí, es hijo bastardo, que da mucho juego en las novelas románticas, no sé el motivo. Persigue ser dueño de tierras y poder y para ello ¿qué mejor que casarse con Claire?

Él pide respeto, pero ella está poco dispuesta a dárselo y el tira y afloja entre ambos, las situaciones encontradas, crean el ambiente que gusta en una novela de este tipo.

La protagonista, terca como ella sola, se opone al héroe de todos los modos posibles, impidiéndole hacer lo que realmente quiere. Pero hay pasión en sus enfrentamientos. Mucha pasión. Y escenas preciosas, sutilmente escritas.

Para mí, es una de novelas más entretenidas de esta autora.


viernes, 24 de julio de 2009

Cita de amor de Amanda Quick



Sinopsis:
Augusta Ballinger estaba segura de que se trataba de un terrible error. No era posible que el temible, pomposo y peligrosamente perturbador conde de Graystone quisiera casarse con ella... porque se rumoreaba que la elegida tenía que ser un dechado de virtudes. Y todos sabían que ella, la última descendiente de los desenfrenados Ballinger de Northumberland, no respetaba las normas sociales. Con el fin de convencer al conde de que no es la esposa apropiada, planea un encuentro a medianoche. Pero al entrar en la casa por una ventana sólo consigue fortalecer la resolución de él: arrancar a besos la risa de esos labios de miel y enseñar buen comportamiento a la indomable jovencita. Pero un viejo enemigo irrumpe para amenazar el amor de los dos, su honor e incluso su vida.
Opinión
No es que Amanda Quick sea una de mis autoras predilectas, aunque es cierto que he leído bastantes obras de ella, mas que nada porque hace unos años, cuando la oferta de romántica era escasa, Amanda quick estaba dentro del reducido circulo de escritoras que nos editaban en castellano. Digo esto porque Cita de amor me parece una estupenda novela, seas o no, afín a esta autora.
La trama de intriga aunque no sea de sobresaliente está bien, que ya es algo. Y en cuanto al desarrollo de la relación, que al final es lo que mas nos interesa, a mí particularmente me gustó mucho. Claro que con un protagonista masculino del tipo que mas me atrae, llevaba ventaja. Ese conde de Graystone, tan comedido, elitista, pulcro, frío y estirado, que busca la esposa perfecta, y se encuentra con que sus instintos le arrastran hacia una dama "inconveniente" para sus propósitos, es realmente seductor. Augusta por otro lado dota a la novela de ritmo y sentimiento. Divertida en sus conclusiones, leal y sincera con los que la rodean, un peligro en sus acciones, orgullosa de sus orígenes y generosa en sus afectos. Una protagonista perfecta para una bonita, divertida, entretenida, pasional y tierna historia de amor.
Comentaros también que los secundarios cumplen bien su función. Sin robar protagonismo embellecen la obra y nos aportan unas escenas para el recuerdo. Ese cochero-mayordomo, viejo y achacoso, ejem, tiene su aquel; como el tío, la prima, la hija y la amiga...
Dejo para el final el comentario sobre las escenas subidas de tono. En este caso la Sra Quick las borda, y eso que no suele tener tanto tino. Pero es que ver la caída de los "témpanos homo sapiens", si la autora está inspirada, es lo que tiene.