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Todos los libros de los que aquí hablamos han sido comprados y leídos en papel o ebook en español o en inglés. Este NO es un blog de descarga de libros. Las críticas y/o reseñas que aquí se pueden leer son opiniones personales, nada más, y no pretenden ser otra cosa. Reseñamos principalmente novelas románticas, pero también, de vez en cuando, damos nuestra opinión sobre novelas pertenecientes a otros géneros.



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viernes, 24 de abril de 2009

Enmendar a un granuja de Suzanne Enoch

La vida de Lucien Balfour, el conde de Kilcairn Abbey, da un giro de ciento ochenta grados el día que ante su puerta se detiene un carruaje del que descienden dos damas envueltas en voluminosos volantes y emplumados tocados: su insoportable tía Fiona y su no menos inaguantable prima Rose. Pronto descubre que su tío Oscar no sólo ha tenido el mal gusto de morir, sino que lo peor es que en su testamento le encasqueta a su viuda e hija para que él, el conde de Kilcairn Abbey (tras la muerte de su padre) se ocupe de ellas.

A Lucien siempre le han sacado de quicio tanto una como otra y, años después, comprueba que eso no ha cambiado ni un ápice. Su querida tía le informa que dada su posición, no le será difícil ayudar a su adorada prima a encontrar marido, claro que para ello deberá contratar antes a una institutriz que la eduque y le enseñe a moverse en sociedad. No es que a Lucien le importe demasiado, pero le parece la solución perfecta. Así matará dos pájaros de un tiro: su prima consigue marido y él consigue librarse de ella y de su tía.

La institutriz contratada no es otra que Alexandra Gallant. Inicialmente Alexandra no sabe que su patrón es el infame conde, con lo que al descubrirlo se siente muy tentada de salir pues en polvorosa, pero puesto que ya carga a sus espaldas con un escándalo a causa del que lleva un largo período sin encontrar trabajo, se percata de que no puede permitirse ser tan quisquillosa y acepta el trabajo. Si el carácter de Rose le resulta difícil, el de su madre no es mejor, al contrario; pero Alexandra es ante todo una institutriz seria que trata de inculpar decoro y etiqueta a sus pupilas. No obstante lo peor no es su alumna, sino el primo de ésta que parece empeñado en seducirla.

Lucien se siente inmediatamente atraído por la bella institutriz y no ceja en su empeño de seducirla y hacer que pase a engrosar su lista de conquistas, a pesar de que ésta le deja bien claro que nunca cederé a sus intentos de seducción (o eso se dice). Pero Lucien, aún si eso implica pasar más tiempo junto a su terrible tía Fiona y su insoportable prima Rose, se convierte en la sombra de las damas. Todo por seducir a la inaccesible señorita Alexandra Gallant que trata de ignorarlo, algo que se va al traste cuando éste le informa que ha decidido convertirse en su alumno para mejorar sus atroces modales (que falta le hace).

En medio de clases de protocolo y buenas formas la atracción entre Alexandra y Lucien sólo se hace mayor, pero cuando todo parece encauzarse en una promesa de futuro, el pasado del que Alexandra trata de huir, reaparece…

Enmendar a un granuja es una novela que, si bien no nos ofrece una trama especialmente diferente o novedosa de la mayoría de las novelas ambientadas en La Regencia, sí que ofrece una faceta o un enfoque más desenfadado, ameno y sobre todo muy divertido. Desde la primera página, tras la aparición de la tía y prima de Lucien, y hasta la última página, se suceden escenas repletas de humor.

Creo que esto es uno de los rasgos que distinguen las novelas de Suzanne Enoch, ese toque irónico e irreverente de sus protagonistas. En este caso recae sobre Lucien quien, amparado en su status y su posición privilegiada en la sociedad inglesa, no se corta un pelo a la hora de decir lo que le place, así sea irrespetuoso, inapropiado o una falta completa de educación. ¿El resultado? Una novela fresca, amena y ágil de leer. Por un lado, gracias a la mordacidad y sinceridad rozando (o más bien sobrepasando) el límite de lo que se considera educado, con que trata a su tía Fiona; por otro por los tiras y afloja que protagoniza con Alexandra en su afán por seducirla.

La verdad es que la novela no deja de ser la caza de una joven institutriz a manos de un libertino (se supone que sin posibilidades de reformarse), pero como suele suceder el cazador acaba siendo el cazado. Creo que la química entre la pareja es bastante palpable, de principio a fin. Los encontrazos entre ellos abundan, dando pie a diálogos chispeantes e ingeniosos que muestran una lucha de voluntades.

La evolución en la relación entre Alexandra y Lucien se produce poco a poco, no es de la noche a la mañana. Paulatinamente la fachada de mordacidad e irreverencia de Lucien comienza a resquebrajarse ante la humilde institutriz, quien parece ocultar un secreto. Tras el escándalo de que fue víctima tiempo atrás, Alexandra ha tenido muchos problemas para conseguir un trabajo y es esa necesidad la que la lleva ante el infame Conde de Kilbairn Abbey. Alexandra es bastante celosa con su intimidad, pues teme que si el pasado sale a la luz perderá la única oportunidad de trabajo que ha conseguido en mucho tiempo.

Pero al margen de esos aspectos, sólo es cuestión de tiempo que estalle la atracción entre la joven y su patrón, y de ahí a enamorarse...

Entre los secundarios destacaría sobre todo a Rose, la prima de Lucien, que si bien en principio se nos describe como una joven mimada, repelente y sin demasiadas luces, poco a poco, bajo la tutela de Alexandre (y sin la influencia de su madre) se nos descubre como una joven con cualidades remarcables.

Por último sólo añadir que Suzanne Enoch es una de las nuevas autoras que más me han sorprendido porque, aunque Enmendar a un granuja es una novela en cierto modo previsible, es novedosa e ingeniosa. Creo que muestra cómo una trama y un cliché que leemos a menudo puede ser escrito y presentado de un modo ameno y diferente, sin escatimar en una bonita historia de amor entre una institutriz de moral inquebrantable (o casi) y un conde irreverente, grosero y sin posibilidades de reforma (o eso se supone), pero en cualquier caso un hombre absolutamente encantador.

viernes, 17 de abril de 2009

No bajes la vista de Suzanne Enoch



La ex-ladrona Samantha Jellicoe está decidida a dar un cambio a su vida. Su relación con Rick Addison, el multimillonario inglés al que trató de robar en Coqueteando con el peligro, prosigue y cada día parece más sólida. Por otro lado, su incipiente negocio de Seguridad augura atraer a una buena clientela. De hecho, ya cuenta con un posible cliente: Charles Kunz, un adinerado americano.
Sin embargo, de repente, sucede algo que da al traste con la aparente calma que la rodea: Kunz es asesinado en su propia casa.
Este hecho dispara la mente de Sam. Después de todo su anterior vida como ladrona le ha provisto de un ojo analítico para estos asuntos.
Varios son los nombres de los sospechosos que Sam baraja, por lo que decide investigar. En realidad la cosa va algo más allá de un simple investigación. Como Charles Kunz fue casi su cliente, se siente responsable de su muerte, ya que antes de ser asesinado el hombre trató de hablar con ella para contratarla y confesarle algo sumamente grave, hecho que impidió su repentino deceso.

Por otro lado, Rick, temeroso de que su nueva vida termine por aburrir a la joven, habituada a sentir la adrenalina invadiendo su cuerpo, en una vida de retos y robos importantes, acabe por volver a robar y lo abandone, hace una apuesta con ella. Rick se jacta de que la policía es capaz de resolver el crimen, es más, lo hará antes que ella. Samantha cree que puede dar con el asesino primero. El premio es algo simbólico: cien dolores. Sin embargo, para ambos, hay algo más en juego.
Para ellos es un modo de afirmar su postura y confianza en el otro.

Rick Addison está terriblemente asustado de que Sam un día llegue a abandonarlo y regrese a su vida anterior. Pese a que está profundamente enamorado de ella, no es capaz de confiar en ella al cien por cien. Trata de ayudarla a hacerse un lugar en la sociedad “respetable” para que encuentre en el seno de ésta su lugar y no se sienta aislada.
Trata de conseguirle clientes para su empresa de seguridad, e incluso, cuando Sam viaja de regreso a Estados Unidos para ver una posible oficina y enclave para su negocio, él también abandona Londres y va en pos de ella.

Samantha por su lado, trata de demostrar a Rick que es capaz por sí sola de valerse por sí misma. No en vano lleva casi toda su vida haciéndolo. Por ello no quiere aceptar sus consejos ni ayuda. Ni siquiera se atreve a confesarse a sí misma que se ha enamorado de él.

La complicada relación entre Rick y Samantha aún se enreda un poco más cuando entra en escena Patricia, la ex-mujer de Addison que regresa para pedirle a Rick que le ayude a iniciar una nueva vida.
La desconfianza brota rápidamente en el corazón de Samantha. Está más que convencida que lo que la mujer desea en realidad es regresar junto a su actual pareja. Está también sumamente celosa, pero el que no quiera reconocer sus sentimientos en voz alta hacia Rick, le impide vocalizar también esos celos.

Mientras, la pérfida ex-mujer trata de entrometerse entre ellos, Samantha se ve inmersa en la investigación del asesinato de Charles Kunz con la ayuda de Stoney, su antiguo compañero de fechorías. A su vez Rick trata de hacerse valer a ojos de la joven para ayudarla y apartarla del peligro, y Patricia de inmiscuirse entre ellos.

No bajes la vista es el segundo libro de la serie contemporánea de Suzanne Enoch que se inicia con Coqueteando con el peligro. La relación entre Sam y Rick es intensa y muy erótica. Rick está muy seguro de sus sentimientos hacia Samantha, pero ella, una mujer que sólo ha podido contar consigo misma, que no es capaz de confiar ciegamente en nadie ni creer en los sentimientos de los demás, no vocaliza sus emociones hacia él en voz alta, algo que se mantiene a lo largo de toda la novela.

Samantha ha sido una ladrona durante toda su vida. Su padre también fue un ladrón y murió en la cárcel. Ella no reniega de sus raíces, aunque trate de pasar lo más desapercibida posible. Ése el mayor temor de Rick: que se descubra que Sam fue la autora de varios robos. Porque ese hecho podría conducirla a la cárcel y separarla de él.
Rick, divorciado desde tres años atrás, sólo se ha relacionado con modelos y actrices . Su relación con Sam coge por sorpresa a mucha gente que no ven en ella a su “tipo” ideal. Sin embargo, puesto que sus relaciones no duran más de una o dos semanas, el que ya lleven tres meses ha levantado infinidad de murmuraciones y especulaciones. Su anterior matrimonio fue más bien una elección de la esposa “ideal” para alguien de su status que de encontrar a la mujer de su vida.

Rick está perdidamente enamorado de Sam, algo que no oculta en ningún momento, pese a la pared con que se reviste. En Rick Addison encontramos un protagonista repleto de peculiaridades que lo hacen un hombre muy atractivo, y no sólo físicamente. Es un hombre culto, refinado y serio, pero bajo esas capas se oculta un hombre atento, protector e incluso romántico. Él trata de demostrarle en todo momento la firmeza de sus sentimientos y de ganarse poco a poco su confianza. Algo que poco a poco va haciendo mella en el curtido corazón de Samantha, pese a que aún debemos aguardar por el tercer libro.

Los personajes secundarios también están claramente definidos. Su personalidad se nos va desvelando a medida que la investigación y el desvelo del crimen se van produciendo. Vamos atisbando detalles y características de su modo de ser. A destacar los personajes de Patrica, Daniel y Laurie Kunz, Stoney, Frank Donner...

El libro es muy entretenido. Conjuga hábilmente la parte romántica con la parte de suspense.
La novela cuenta con diálogos ingeniosos, ágiles y amenos que dan un toque muy fresco a la novela.
El vocabulario es muy actual, entremezcla palabras más cotidianas con descripciones y narración más cuidada, en función de los personajes y situaciones.

La trama de suspense es abordada de una forma atractiva. Poco a poco se nos van desvelando detalles y pistas que ayudan a descubrir y desenmascarar al asesino.
Simultáneamente se va perfilando la trama romántica entre medio. Escenas y situaciones que llevan a que los vínculos sentimentales entre Rick y Samantha se consoliden y el lector, aunque ellos no lo reconozcan -especialmente Samantha- lea en los diálogos y escenas la importancia de esos sentimientos y el cariz que poseen.
El hecho de que la trama romántica se vaya fraguando a lo largo de tres libros no resta interés al libro. Al saber que se trata de una serie, cuya característica es ésa: unos mismos personajes son los que protagonizan las tramas nuevas.

En mi opinión No bajes la vista es una novela contemporánea que baraja suspense y amor y que al componer parte de una serie la relación romántica va siguiendo fases y va evolucionando a un ritmo más lento que una novela independiente. Pero la trama me parece buena y engancha.