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miércoles, 9 de septiembre de 2020

Oscuro Deseo: Mas Allá de las Pechugas de Maite Perroni

 


Cada vez que le menciono a alguien que estoy viendo “Oscuro Deseo”lo nuevo de Argos-vía-Netflix me salen con la preguntadera: “¿Y Maite sale encuerada?”, “¿En serio?”, “¿Enseña las tetas?”.  Si señores, Maite Perroni Beorlegui muestra senos, muestra pezones, muestra cola…Ya superado esto… ¿podemos hablar de la serie?

La Dra. Alma Solares es una catedrática de Derecho Penal. Tiene como 40 años, lleva veinte de casada con el Juez Leonardo Solares (Jorge Poza), y tiene una hija universitaria. Su ordenada y controlada vida es interrumpida por la certeza de que el marido la engaña. Va a consolarse a Cuernavaca con Brenda (Maria Fernanda Yepes), su amiga de la infancia.

Lo que la abogada espera sean unos días de reflexión acaba cuando acepta el desafío de Brenda (¿también, quién quiere pasarse el fin de semana con Rosario Tijeras?) de irse a una disco y “cogerse” a un desconocido. “Es solo sexo” insiste Brenda. Así Alma termina en la cama con Darío (Alejandro Speitzer), un joven de 25 años.



Al día siguiente, Alma cree que lo arregla todo expulsándolo de su casa y de su vida y que ha protegido su identidad fingiendo ser “Brenda”, una corredora de propiedades. Solo descubre su error cuando, al comienzo del año universitario, la Dra. Solares (¿por qué no Licenciada?) se encuentra a Darío entre sus nuevos alumnos.

La trama se complica con el suicidio de Brendasuicidio que pudo ser asesinatoy la investigación llevada cabo por Enrique Solares (Erick Hayser), el cuñado de Alma que era amante de la difunta. Pronto Alma está de regreso en la cama con Darío. Pronto más y más personas se enteran de su affaire y nos vamos enterando de verdades que nadie quiere que se sepan.



Una Abundancia de Pistolas de Chejov

 Lo único seguro es que en cada capítulo tendremos a Alma arriba, abajo, al costado de Darío (y de su esposo también) y que lo que creímos una pista en el capítulo anterior fue una pistola de Chejov. Los falsos McGuffin ( como los videos de la camara de vigilancia de Brenda) no escasean y hasta el final andamos sospechando de supuestos asesinos de Brenda.

El error está en el crimen que les adjudicamos no en la desconfianza que nos inspiran puesto que nadie es bueno o libre de pecado en esta fábula de la cual no llegamos a conocer la moraleja. ¿Que ningún matrimonio es perfecto? ¿Que los que crees tus amigos no lo son? ¿Qué un polvo o cien pueden salirte caros? O tal vez esa barbaridad que musita Alma a su clase en el penúltimo episodio, de que es la sociedad la que nos obliga a enamorarnos (WTF?)

A lo mejor es que la serie es demasiado larga (18 episodios), y como tenemos escena sexual en cada capítulo, se nos olvida todo y cuando volvemos a la trama “seria” nos confundimos más. Lo que sí, es que ya al comienzo yo me olí que esto iba devenir en una fórmula viejita, pero muy apreciada por el público mexicano. O sea que, en una de esas, harto de los melindres de Alma, Darío se iba a encamar con Zoé (Regina Pavón), la hija de ella.



Parece ser un tropo de cine mexicano de fines del Siglo XX, se me ocurren varias películas, desde el triángulo Amparito Rivelles-Susana Dosamantes-Carlos Piñar en “Remolino de Pasiones” (1970) a Sonia Infante-Humberto Zurita-Angela Alatriste en “Los PlaceresOcultos” (1989). Hasta Inés Rodena escribió un libreto de telenovelas que giraba alrededor del tema y la última versión de “Amada Enemiga” (1997) tuvo final feliz cuando Susana Dosamantes le regalaba a la hija (Dominika Paleta) y al yerno-amante (Enrique Ibáñez) su vientre para tener un nieto.






Pero más cercano aun,  hemos visto esa fórmula en otra producción de Argos. En “Capadocia” (2008), Dolores Heredia tenía amores con su estudiante de un curso de Leyes. Cuando terminaba con él, el chico vengativo seducía a la hija de su maestra. Aquí han tratado de matizar el tema con:  SPOILERS la hija resulta ser gay y la revancha viene desde el comienzo ya que Darío se las tiene jurada al Juez Solares que al final resulta ser un buen cerdo.

¿Erótica o Soft Porn?

Yo sé que esto es un thriller erótico y como tal es lo que pide la gente en sus encierros pandémicos, pero como las 50 sombras y todas sus secuelas, me deja fría. Es que yo no puedo excitarme viendo a Speitzer encuerado (¡pero si es mi Rayito de Luz!) y Maite… por primera vez no me puedo meter en su pellejo y conste que lo he podido hacer hasta cuando se disfrazó de vaca en “Antes Muerta que Lichita”.







La Vaca Lichita


Yo soy muy particular en lo que respecta al erotismo en cine y televisión. Será porque siempre me calienta más el sexo en papel. Antes de tragarme el primer episodio de “Oscuro Deseo”, yo acababa de ver “Vértigo” y estaba en el mood perfecto. Yo sé que X, Millenials y Z se preguntarán que cómo puedo encontrar erótica una película donde nadie muestra piel y no pasan de besos (¡pero que besos, Señor mío).




“Oscuro Deseo” y “Vértigo” comparten los temas de mentiras del pasado, trampas de hoy, misterio, suspenso, y obsesión sexual.  Solo que “Oscuro Deseo” no llega al nivel de un filme de Hitchcock. No descuella ni como thriller ni como pornografía. Está más cerca de caer al nivel de obras de la erótica italiana más camp de los 80 como” Il Piacere” o “Il Miele del Diavolo”.




Como esas películas, “Oscuro Deseo” no muestra desnudos frontales masculinos, sus escenas de sexo (sin ser descuidadas) son obviamente trucadas, y se precia de encajarlas en una trama enmarañada. Me temo que los argumentos del soft porn italiano eran más creíbles y sus protagonistas personajes más coherentes.

Maite Perroni ha hecho declaraciones que quiere dejar atrás su imagen de niña buena de las telenovelas y adentrarse por otros caminos. Sorprende que en plena Era Me Too, estos otros caminos la lleven a quitarse la ropa, a aparecer en escenas subidas de tono, y a interpretar a una mujer tan descontrolada que es fácilmente manipulada por los hombres.

Desde Lucero que la telenovela mexicana no había tenido tan buena protagonista como Maite. Su talento quedó en evidencia en “Mi Pecado” (2010), la última gran novela de Televisa. Hubiese esperado de ella mejores papeles, un rumbo que la elevase, pero desgraciadamente, en su entorno esto es lo que hay. Argos ha aprovechado de cambiar la imagen ingenua de Maite Perroni y a la vez de satisfacer las fantasías de quienes se obsesionaron con ella al verla como Marichuy, Maria Desamparada, y Esmeralda, La Gata, sus roles icónicos.








Marichuy


Alma, La Incomprensible

De todos los personajes de la serie, Alma es la más incomprensible. Se supone que su revolcón con Darío fue producto (al menos así se lo presenta a su cuñado) de su frustración al saberse cornuda. Cuando se convence que su marido no le es infiel, vuelve a ser feliz con él.

 ¡Epa!  ¿No era que el sexo marital le resultaba tan soso que tenía que andar cargando su vibrador a todas partes? Pues se olvidaron de eso, porque ya sabiendo que el único adulterio en su familia lo había cometido ella, Alma se daba su hartazgo de Leonardo en su aniversario de bodas y noches siguientes. Sin embargo, seguía preocupada por Darío.

Aun antes de que Darío se convirtiera en stalker/voyeur, Alma desconfiaba de él, pero a ratos pareciera depender sexual incluso emocionalmente, del chiquillo. ¿Por qué? ¿Porque a la edad de Darío se tiene más energía sexual que a la de Leonardo? ¿O porque la conmovía el modo en que el mecánico/abogado le leía poemas de Cortázar?



Incluso cuando descubre los verdaderos motivos de Darío para seducirla, sigue comportándose como tarada. Le chilla a su psiquiatra (casi tan inútil como el vibrador de la abogada) que la apena ser una doctora y experta en violencia de género y haber caído redonda en las manipulaciones de un jovencito. A ver, a mi lo que me da vergüenza ajena es que una abogada/catedrática tan fácilmente se olvide un laptop en el mismo cuarto en donde está quien precisamente no debe ver lo que carga.

El problema con Alma es que es tonta, es que se descontrola fácilmente y que es muy egoísta. No puedo empatizar con ella. No como simpatizo con Zoé. En cuanto a Darío nunca podemos ni entenderlo ni compenetrarnos con él como personaje. Ni cuando visita a su madre en el manicomio ni cuando rememora el suicidio del padre, y lo que hace con Zoé es imperdonable.



No voy a hacer control de diversidad, porque al tratarse de una serie mexicana que tiene lugar en México, sigue parámetros diferentes. Basta decir que no muestra nada que no hayamos visto en una telenovela de Emilio Larrosa: jueces corruptos; ricos que usan el dinero para joder a los pobres; mujeres que lo tienen todo y todo lo arriesgan por un revolcón. Uno de los momentos que me dio risa es cuando Alma rechaza las caricias de su esposo con un “solo piensas en coger”. ¡Muchacha, si la que necesita sexo constante parece que eres tú!

Revisando las reseñas de IMDB, aun los pocos que han gustado de la serie admiten que el contenido sexual es excesivo e innecesario, pero francamente no es de mal gusto. Por otro lado, hay mucha violencia, dos escenas graficas de suicidio, un par de torturas, y un flashback a una mujer que ahoga a su bebé (aunque nunca vemos a la criatura).



Lo Rescatable

Como nunca acabo una reseña negativa sin poner algo bueno de lo que crítico, me estrujo el cerebro y salgo con que lo mejor de la serie es Maite Perroni. Siempre hermosa y talentosa, ¡qué pesar que el papel no estuviera a su altura! Me ha gustado mucho su vestuario que es lo que creo que debería usar una catedrática que es también mujer de clase alta.




Otra cosa que me gustó en el despatarrado libreto fue la desfloración de Zoé. Me tienen chata las pérdidas de virginidad de la ficción en que las nenas inexpertas se ven ávidas de sexo como vampiros de plasma, que el acto no les duele, que no sangran, y que al rato ya quieren más.

El caso de Zoé es diferente y por ende más patético. Se va de excursión con Diario sin esperar que en la primera cita él le exija la prueba de amor. Cuando él le mete mano, dice “no” como tres veces antes de rendirse. Cuando acaban, y ya en el auto, él se vuelve a poner cariñoso y ella lo detiene con un “me duele todavía”. Su madre encuentra en la escena del picnic el mantel manchado de sangre y esa noche al ducharse, Zoé vuelve a sangrar.

Zoé y sus reacciones son lo único lógico en un script irracional (escrito por tres mujeres) donde a cada rato nos meten escenas inconexas que resultan ser pesadillas, flashbacks y alucinaciones de los personajes. Eso nos deja en un limbo ininteligible en que nos distinguimos realidad de fantasía. Mas encima los personajes se olvidan de lo que han dicho o se han propuesto o peor, de pronto se vuelven listos y adivinan o deducen lo insospechable.



El final de la serie es tan desmadrado que han tenido que explicárselo a los espectadores en diversas publicaciones. No me sorprende. Nos habían llevado por tantos senderos falsos que no nos quedaba imaginación para aceptar que el twist final fuera más inconcebible que descubrir que Dan Humphrey era “Gossip Girl”.

Por eso no les pongo el enlace al “final explicado” porque si los leen sea en El Heraldo, El Excelsior, o Newsweek verán que cada “explicación” es diferente. ¿Sera porque los mismos reseñadores no entendieron qué ocurrió? El problema es que “Oscuro Deseo” no es ni thriller ni erótica, es simplemente una telenovela porno, mal escrita, producida por amateurs, y cuya única virtud parecen ser…las pechugas de Maite Perroni.