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lunes, 7 de enero de 2019

Drama de Época 2018: Lo Malo, Lo Feo y Lo Ofensivo



Por triste que parezca, Lo Mejor debe ser seguido por Lo Peor. El 2018 no escatimó en malos y amargos momentos en lo que se refiere a actuaciones, adaptaciones y guines de dramas de época. Algunas eran barbaridades anunciadas, precedidas por novelas incomodas como The Alienist, La Catedral del Mar y The Little Drummer Girl, pero otras series comenzaron muy bien y acabaron en desastres.

Peor serie:” La Otra Mirada”.

Este intento de combinar un escenario de época con sensibilidades modernas y (peor aún) oportunistas recreaciones de tragedias del Siglo XXI en un marco de la Sevilla de 1920, les quedó a RTVE en un producto ofensivamente petardista.


 Todos los amigos del period piece nos sentimos estafados con una visión tan falsa del mundo andaluz de la ‘época y con personajes femeninos que parecían trompeteras del “Me Too”. Eso en un tiempo en que las mujeres, incluso las promotoras del feminismo no hubiesen osado pensar, actuar o expresar disparates como los que ofreció la trama. El hecho de que ni en España tuvo éxito es ya muy significativo. Y aun as'i la han renovado.

Peor Personaje Femenino Charlie de “The Little Drummer Girl”.

No culpo a John Le Crre, que es socialista y anti sionista. Aparte que ha dicho que basó el personaje en su hermana, otra ingenua en lo que se refiere a política. En el pésimo filme de los 80, la gran Diane Keaton interpretó a Charlie como una bobita lanza-mensajes panfletarios, pero había algo genuinamente lastimero en ella.

 Florence Pugh convirtió al personaje en una mocosa insoportable, malcriada y con cara de malas pulgas. Sus discursos hedían a egolatría y arrogancia. Nunca pareció realmente ser simpatizante de ninguna causa. Además de ser una mentirosa compulsiva, resultó no ser buena actriz. No puedo creer que en la Mossad estuvieran tan necesitados como para contratarla.

Peor Personaje Masculino Príncipe Alberto de “Victoria”

Por segundo año consecutivo Albert (Tom Hughes) gana un premio por Odioso del Año. ¿Qué puedo decir si ya en el primer episodio de la segunda temporada le dijo “estúpida” a su mujer?  Su confabulación con los ministros y sus intentos por reprimir el poco poder de Vicky los excuso como compresibles en un hombre de su época, y que como príncipe se veía ninguneado, pero su crueldad es inexplicable.

Sus esfuerzos por separar a Victoria de gente que ella amaba como la Baronesa Lehzen o la ahijadita negra fueron casi tan insensibles como su falta de interés por la pobre Irlanda muriendo de la inanición. Victoria lo apoyó cuando él supo la verdad de sus orígenes, y sin embargo,  Alberto se puso del lado de la suegra en contra de su esposa. ¿Dónde se ha visto? Y esa obsesión con recordar una familia feliz que, como le señaló su hermano, nunca existió, trocaba los esfuerzos de Alberto por crear la perfecta familia alemana en patéticos y risibles.

Peor Actriz:  Maya Hawke de “Little Women”.

Yo sé que el concepto de belleza es relativo, pero de todas las actrices que han interpretado a Jo March, Maya es la memos agraciada. Noten que hablar de “gracia” no se refiere ni a sus curvas ni a sus facciones sino a la verdadera belleza. La hija de Uma Thurman carece de carisma y no irradia simpatía como su madre.

Lo que no es culpa de la actriz es que, en esta pésima adaptación, la hayan traído vestida de payasa-pordiosera. Sin embargo, yo creo que una buena actriz hubiese superado todas esas fallas y logrado proyectar algo positivo con un personaje tan enjundioso como el alter-ego de Louisa May Alcott. Esta Jo parecía militar en partidos que el personaje nunca apoyo, y terminó sonando panfletista.

Peor Actor: Alexander Ludwig de “Vikings”

A mí nunca me molestó el intérprete de Bjorn. Tal vez porque nunca tuvo mucho que hacer, o cuando lo tuvo (vengar la muerte del padre, su viaje al Magreb) no lo hizo mal, pero a medida que la serie se deteriora y vamos perdiendo personajes o porque mueren o porque aburren, la poca pericia actoral de Ludwig comienza a notarse.  

Donde más se percibió fue en su encuentro con Papi Rollo y con su "hermano" Magnus, pero ha ido en crescendo, sobre todo en el modo en que sus parlamentos se desparraman en tono átono, o el modo en que ataca a la gente al dirigirse a ella pinchándolos con su frente que cada vez está más hinchada lo que ha hecho a mi hermano apodarlo “El Delfín”.

La diferencia es que sos peces son simpáticos o inteligentes. En cambio, el pobre Bjorn se ha convertido en un ente estólido, una especie de bisonte siempre embistiendo al mundo, y eso no lo puede remediar el actor. ¿Y qué onda con que se acueste con todas?  Ni que fuera tan bonito.

Peor Pareja: Charlie y Becker de “The Little Drummer Girl”

 Es increíble imaginarse a un hombre tan lindo como Alex Skarsgard careciendo de química con una compañera, pero así ocurrió en esta deplorable adaptación de la novela de Le Carré. Desde las comedias de Rock Hudson-Doris Day que se ha considerado erótico tener a la pareja protagónica siempre de la greña, pero una esperaría que ese cliché se superase rápidamente en una historia que no es comedia romántica.

Sin embargo, a través de los seis capítulos vimos a una Pugh hinchando los carillos con furia mal contenida y quejándose cada vez que abría la boca. No se vio muy sexy, en cuanto a Alex, el personaje de Becker era demasiado enigmático. Tomó mucho tiempo descubrir su pasado, lo que hizo que muchos telespectadores cambiaran de canal antes de tal revelación.


Peor Final: “The Terror”

Fue una decisión caprichosa de parte del equipo de “The Terror” la de no seguir el libro en lo que respecta a Silna, apodada por los ingleses “La Dama Silencio”, la protagonista femenina del cuento. La obra se enfocó en los marinos y sus oficiales, por lo que no hubo mayor critica de que Silna, la niña esquimal sin lengua del libro pasara a ser un personaje secundario incluso terciario. Sin embargo, al llegar al final, los guionistas entraron en pánico al descubrir que el desdibujarla impedía un final coherente.

¿Cómo explicar muchas cosas que el Capitán Crozier, en la crónica de Dan Simmons, sabe gracias a las visitas astrales de Silna?  Borrar la historia de amor entre ambos obligó a los escritores a borrar las cualidades paranormales de Crozier. El resultado fue ese final tan extraño y lleno de dudas. (¿cómo es que Hickey sabía que el monstruoso Tuunbaq requería de una ofenda de lenguas?)

 Si tildé de caprichosos a los motivos para no seguir la trama original es que la productora (Y tenían que mandar una mujer delante para decir burradas) expresó que su deseo era dar mayor agencia a la Dama Silencio, que ahora era muy parlanchina. Veamos en que consiste esta agencia.

En el libro, Silna es una joven Inuit que, al ser asesinado su padre, se convierte en la guardiana del Tuunbaq, un monstruoso oso polar. Al entrar en contacto con los miembros de la Expedición Franklin, Silna reconoce en Crozier al hombre que los dioses le tienen predestinado de pareja y que compartirá su misión chamánica.

A pesar de que Silna es genuinamente mudasacrificó su lengua para poder mantener contacto con el oso en visitas astrales si se comunica con su futuro marido, al que rescata al final (y no de esa situación tan rebuscada en que lo encuentra en la serie. En el libro, el capitán no pierde ninguna mano). Es ella quien enseña a Crozier a sobrevivir en la tundra, y ambos conforman una familia que vive entre el poblado esquimal y los yermos helados donde habitan los espíritus. De esa manera se convierten en chamanes y protectores de los inuit. En el libro ella no protege al Tuunback. Ella lo controla.

 En la serie, Silna es un personaje enigmático, al que los marineros temencreen que es bruja o desean. Eventualmente amputa la mano de Crozier y lo rescata, pero su propia gente la repudia por haber dejado morir al Tuunbaq y es desterrada a los hielos a morir de inanición.  ¿A eso lo llaman agencia? En el libro su poder chamánico nunca es cuestionado por los Inuit ya que, al revés de la serie, Silna no le teme a su deber solo busca un compañero que la ayude.

Lo que pasa es que la producción cayó en un humor tipo “Club de Toby’ y decidió que ho había espacio para romance en este cuento de machos. Además, de acuerdo a su sensibilidad moderna, les pareció repugnante que Jared Harris (que se ve casi sesentón) tuviera amores con una veinteañera. En eso están dando la razón a los lectores de Simmons que odian con ferocidad la inclusión del romance. Incluso en las threads en Reddit algunos exigen que no se hable de “shippings” y acusan a los que ven connotaciones románticas en la amistad Goodsir-Silna de “ser muy jóvenes”. Reitero, fuimos invadidos por el Club de Toby y eso afeó el final de una magnifica serie.

Peor Traición de Personaje: Philippe de Orleans de “Versalles”

Entiendo que se odie a Madame de Maintenon, un personaje que confunde a historiadores y que en nuestra época representa lo más deleznable, una fanática religiosa. Es comprensible que la coloquen en el rol de villana como lo ha hecho “Versalles”, pero lo hecho con Philippe es inexplicable.

El año pasado, el Duque de Orleans ganó en mis ternas de héroe y de pareja (o trio) romántica, pero en la tercera temporada los nuevos escritores, al parecer, no sabían cómo era el personaje encarnado por Alexander Vlahos. No solo lo hicieron renunciar a su condición homosexual y repudiar a su gran amor el Chevalier de Lorraine, además lo desligaron de su mujer, y amiga, Lieselotte.

Nos lo tuvieron por casi toda la temporada convertido en detective investigando el misterio del Hombre de la Máscara de Hierro. Muy interesante, pero parecía historia aparte. Era como si el mundo de Versalles no tocará a Philippe, tan obsesionado con un secreto cuya resolución fue anticlimática.

Para colmo, Philippe que no estaba interesado en la lucha entre Maintenon y su Duquesa que acabó con la separación de la ultima de su hijo, ni sabía que tenía una hija de su primer matrimonio. Y diez minutos después que se la presentaban ya le estaba cayendo a golpes a la niña. La excusa es que el Duque estaba traumatizado por sus experiencias en el campo de batalla. Primero que ese aspecto de la psiquis del príncipe fue muy mal explorado. Segundo, en la Era MeToo esa excusa ya no vale.

Y luego al final (un final grotesco donde no se entiende nada) Philippe anuncia a su mujer y a Chevalier que ha vuelto a ser el mismo. “Soy solo Philippe”. Y todos contentos. ¿Que nos toman por tontos a los “versallescos”?
Peor Vestuario:  The Little Drummer Girl

Este galardón va más allá de las anacrónicas minifaldas. El vestuario que luce Charlie (Florence Pugh) es chillón, fuera de época y francamente feo. La tienen o con mini o con maxi, estilos que ya no se usaban en el ’79, pero incluso con una midi, la hechura no parece de entonces.

Por otro lado, el director Pak Chan Wook se ha ufanado en que ha vestido a Charlie de colores vibrantes. Efectivamente cuando no lleva medio cuerpo enfundado de negro anda con maxis amarillo pollito o verde lima o con buzos azul prusiano. Esas tenidas son un puño en el ojo, pero no eran colores de fin de los 70 cuando la onda disco, se fusionaba con la country y la retro, y el énfasis era en negro, blanco o tonos pasteles.

Para ser justa, decidí seguir el primer paso obligado de los encargados del vestuario. Hice un Google con los términos “fashion” y “1979”. El resultado no muestra ni minis ni maxis, con la excepción de páginas específicamente rotuladas “fashion 1970-1979”. ¿Sera que los investigadores enviados fueron tan perezoso o ignorantes que eligieron cualquier estilo entre esos años?  Porque ese vestuario recuerda el de a fines de los 60 o comienzos de los 70.

Mi incomodidad no es la de una fashion-purist sino la de una persona que teme que, si algo tan simple de cotejar como la moda es ya tergiversado, entonces la visión histórica del argumento (léase conflicto árabe-israelí) será igualmente tergiversada.

¿Cuál fue el peor drama de época del 2018 y por qué?

jueves, 13 de diciembre de 2018

Se Acerca el Invierno: dramas de época 2018-2019



El 2018 ha sido un año poco pródigo en lo que se refiere al period piece, obligándome a incursionar en series más contemporáneas. En lo que si hubo abundancia fue en las ofertas de tentadoras series para el 2019. A una semana del inicio del invierno, es hora de ver qué viene, cuántas de esas ofertas se han convertido en proyectos viables y qué otras promesas nos traen para el 2019.

Noviembre
Estuvo incansable este noviembre con sus propuestas, buenas y malas. Con la muerte de Elizabeth y la boda de Morwenna se cerró la cuarta temporada de “Poldark”; también terminó “The Woman in White” que resultó mejor de lo que esperaba.

(The Sun)
Ya he escrito de lo grato que ha sido ver “Las escalofriantes aventuras de Sabrina” en Netflix y la excelente adaptación de La amiga estupenda en HBO. Ya nos tragamos la primera temporada de Sabrina, pero “My Brilliant Friend” acabó esta semana.  Lo bueno es que ambas series ya tienen prometidas segundas temporadas. Me alegro porque la excelencia de ambas me compensa de la decepción sufrida por “The Little Drummer Girl”.

Yo estaba preparada para una desilusión. Después de todo conozco el libro, vi la versión fílmica y sé dónde está parado Le Carré, pero no esperaba que mi desagrado surgiera de algo tan fácil de hacer bien como es la estética. He oído quejas sobre esta serie y las comparto. Los primeros dos capítulos son la lentitud misma; está mal adaptada y mal contada; los personajes son todos antipáticos; cero química entre Alex y Florence Pugh (ya salieron los locos a gritar que les da asco que pongan un “viejo” como Skarsgard junto a una jovencita); y la Pugh, tan cacareada ella, es fea y mal actriz. 


Pero lo que me dejó tuerta fue el anacronismo sartorio. A pesar de los carteles para miopes que dicen en letras gigantes que la acción tiene lugar en 1979, nos traen a la Pugh vestida a la moda del ’69. Al menos en tres escenas la vimos con minifalda negra y no solo ella.

A fin de mes tuvimos a Rollito de regreso en “Vikings”, aunque fuera un ratito. Lo suficiente para poner contentos a los que por años aseguraban que Bjorn Ironside no era hijo de Ragnar. So what? Lagarta ni lo confirmó ni lo negó, y el Delfín (mi hermano dice que Bjorn parece ese pez) estaba tan contento de enterarse, que casi parte a hachazos al papi.

Rollo se fue de regreso a Francia. Antes le pasó una larga cuenta a Ivar. El Deshuesado parece que se ha enamorado de la sibila Freydis. En Islandia, Loki sigue perdiendo oportunidades de morirse y acabar con la somnífera aventura islandesa. Lo que no regresa es el entusiasmo de Michael Hirst que sigue sin saber por qué camino llevar la historia.

Diciembre
Mes de especiales, y PBS nos traerá una programación especial en USA de navidades de ‘época, El Domingo 9 tendremos el inicio de” Jamestown”. Sinceramente yo pude verla en Thirteen Passport y no me interesó. La Norteamérica Colonial me resulta muy aburrida. La serie seguirá por todo el mes los domingos por la noche.

El domingo 17 regresa la última y peor versión de “Mujercitas”. El que quiera puede verla, pero les aconsejaría que se esperaran a fin de mes. En el mismo canal a las 9pm (Eastern Time) ofrecerán la versión (la mejor) de 1994 con Susan Sarandon, Winona Ryder y Christian Bale.

“Little Women” ocupará el horario dejado vacante por “The Durrells of Corfú”. Los espacios de “Masterpiece Theater” y “Mystery” serán ocupados por una repetición de la segunda temporada de “Victoria” que durará hasta enero en que llega la Tercera Temporada.

El 25 de enero, como es costumbre, PBS transmitirá el especial navideño de “Call the Midwife”. Trixie ha vuelto de su rehabilitación en el continente y con un guardarropa parisino.  Miriam Margolyes ha abandonado Australia para interpretar a una monja que llega a Nonnatus House con un puñado de huerfanitos chinos a la zaga.

Enero
El 8 de este mes comienza en The History Channel “Project Blue Book” Protagonizada por Aidan “LIttlefinger” Gillen y Michael Malarkey (el Enzo de “The Vampire Diaries), la serie dramatiza los inicios de la investigación ufológica desde 1952 hasta 1970.

El 13 de enero inicia en PBS la nueva temporada de “Victoria’ lo que dejaría libre el horario de “Mystery”. Se sabe que las series de Agatha Christie “Ordeal by Innocence” y “The ABC Murders” llegarán a America vía Amazon. (Lo mismo ocurrirá con “Vanity Fair”) pero este mes de noviembre “Mrs. Wilson” debutó en la BBC. Es posible que la tengamos aquí en invierno.


Por si no recuerdan de que va, es la historia real que le ocurrió a la abuela de la actriz Ruth Wilson. Tras el funeral del esposo, la viuda Wilson (R. Wilson) recibe una extraña visita que jura ser la verdadera mujer del difunto. Eso obliga a Ruth a viajar a la India y a otros lados para descubrir la doble (y triple) vida de Alec Wilson (Iain “Ser Jora” Glen), escritor, espía, bígamo y el hombre que compartió su vida.

Febrero
Albricias para ustedes, tristeza para mí. En este mes, AMC en España y Starz en Latinoamérica, estrenan “Das Boot” la serie alemana basada en la novela de Lothar-Gunther Bucheim y el filme de 1981, sobre un submarino alemán y su tripulación durante la Segunda Guerra Mundial. Esta vez, la historia será más larga y tendrá un reparto de lujo con actores desde Tom “Jaqen H’ghar” Wlaschiha hasta Lizzy Caplan, la Virginia Johnson de “Masters of Sex”.

Aun mas importante, aprovechando el tiempo y espacio de una miniserie, expandieron la historia para cubrir sucesos que ocurren en tierra como las actividades de la Resistencia Francesa en La Rochelle, el puerto de donde zarpaban los U-boats. También la serie explorará algo un poco desnocido, la vida de las mujeres de la Wehrmacht en la Francia Ocupada. Apodadas por los franceses “ratones grises”, estas mujeres usaban uniforme militar, aunque su labor era estrictamente de secretarias, intérpretes y telefonistas.



Pues esta maravilla, llega a Estados Unidos exclusivamente a través de Hulu. ¿Hulu, quien tiene Hulu? Ya basta, no me importó perderme ver culos y tetas en “Harlots” pero “Das Boot”es otra cosa. ¿Alguien sabe si Hulu tiene una programación exclusiva tipo Netflix? porque Amazon a veces, deja que sus series se vean por otros lados, tal como el año pasado la PBS presentó “The Collection”.

Proyectos adelantados.

Ya se conoce el calendario de la PBS y su programación de la BBC. La séptima temporada de “Call the Midwife” retorna en abril, la sexta temporada de ‘Endeavour” viene en el verano. En el otoño tendremos la cuarta y ‘última temporada de The Durrells in Corfu” y también la quinta temporada de “Poldark”.

No se sabe nada de “The Spanish Princess”, pero ya Dame Helen Mirren está en Lituania filmando “Catalina, la Grande”. La acompaña Jason Clarke, quien también fuera su coestrella en “Winchester” encarnando a su ministro y amante Grigory Potemkin. Gina McKee volverá a los period pieces, dando vida a la Condesa Bruce, dama y confidente de la Emperatriz.

Del proyecto de Lord Julian Fellowes para la NBC, se sabe que comienza la filmación esta primavera y que para la temporada otoñal tendremos “The Gilded Age” en la pantalla. No sabemos nada de elencos, pero ya hay atisbos de argumento.

La serie de diez episodios, gira en torno de la Familia Russell, nuevos ricos que desean ingresar a la cúspide de la sociedad neoyorquina de los 1880s. Marian Brook, un joven de excelente familia se involucrará con George Russell quien ha hecho su fortuna en los ferrocarriles y está siendo empujado por su ambiciosa esposa a convertirse en un escalador social.

Proyectos anunciados.
Se le ha dado mucho bombo a la “continuación “de “Penny Dreadful”. De continuación nada. Se trata de una historia totalmente desligada al drama gótico victoriano. Ahora bajo el título de “City of Angels” tendrá lugar en los barrios latinos de La Ángeles en la Era de la Depresión y tocará temas del folclore mexicano

California estará de moda en este mundo sobrenatural. Se dice que habrá una segunda temporada de “The Terror” que ni es secuela ni estará bajo la producción del mismo equipo. Se trata de un demonio del folclore nipón que aflora, durante la Segunda Guerra Mundial, en Manzanar, el campo de detención para japoneses-americanos.

Este es un año en que la fantasía volverá a las pantallas. CW está preparando una adaptación de The Strange Case of the Alchemist’s Daughter de Theodora Goss. Esta fantasía tiene lugar en la Inglaterra victoriana y cuenta las aventuras de dos jóvenes, una hija del Dr. Jekyll, la otra tiene como padre a Mr. Hyde.

La Segunda Guerra Mundial parece estar In La BBC nos trae a Helen Hunt, como una corresponsal de guerra, en “World on Fire” una miniserie de lujo que ya se está grabando en Praga y cubre las experiencias en el conflicto bélico de diferentes personajes, ingleses, americanos, alemanes y polacos.  ¿Será lo que fue “Winds of War” en los 80? Lo que si sabemos es que Sean Bean se ha integrado al elenco. ¿Podemos pronosticar que morirá?

Como se han puesto de moda las bioseries, y no solo en el mundo latino, Wildside, la compañia productora de "My Brilliant Friend"planea una sobre Audrey Hepburn. Para no ser menos Natalie"Maergery"Dormer ha firmado un contrato con Freemantle para protagonizar "Vivling" en la que interpretará a Vivien Leigh.


NETFLIX
“Peaky Blinders” vuelve en una quinta temporada. A pesar de que, en su momento, Cillian Murphy dijo estar cansado de ser un hampón metido a caballero, ahora se ha mostrado muy a gusto con la noticia de que habrá sexta y posiblemente séptima entrega. Steven Knight siempre ha dicho que quiere cerrar su serie en 1940, con el inicio del Blitz.

Por ahora entraremos a la Inglaterra de la Depresión, donde Thomas Shelby se convertirá en un flamante miembro del Parlamento. No creo que su carrera sea tan limpia y altruista como la de Ross Poldark. Ahí está Sam Claifin (My Cousin Rachel) para guiarlo por las sendas de la corrupción política.

Todavía no hay fecha para la tercera entrega de “The Crown”. Solo se sabe que tendremos a Camilla que entonces se apellidaba Shand y Josh O’Connor (el Larry de “Los Durrells en Corfú”) será el Príncipe de Gales. No habrá salto de tiempo, la temporada cubrirá desde 1964 hasta 1917. ¿Entonces por qué cambiaron al elenco?

Netflix tiene un par de series de época que grabará en el continente. En Alemania tiene una sobre las tribus germánicas en pugna contra las Legiones Romanas, se llamará “Los Bárbaros”. En Italia tienen planeado un cuento sobre brujas barrocas perseguidas por la Inquisición, tendrá el nombre de “Luna Negra”.

Y la mejor noticia, Netflix tiene planeado adaptar en formato de miniserie, el éxito Noventero de Laura Esquivel, Como Agua para Chocolate. Netflix no anda escaso de refritos de bestseller. En este año en que tanto hemos hablado de Daphne du Maurier, podemos esperar una nueva versión de Rebecca, con Lily James como la Segunda Señora de Winter.

Oh y ahora viene algo de Francia. Una historia alternativa sobre la Revolución Francesa. “Sangre Azul” es un whodunit histórico donde el detective será el Dr. Guillotin, el reformador que promovió el uso de la guillotina. La historia tiene lugar en 1787. Guillotin descubre un extraño virus que solo ataca a los de sangre azul (clasista el germen). Los aristócratas enloquecen y comienzan a matar a la plebe que debe defenderse.

Me da risa hasta escribirlo. La aristocracia era una clase opresora y abusiva, no se necesita enlodarla más. Las causas de la Revolución son muchas y van desde altísimos impuestos (que más que beneficiar a los aristócratas ayudaron a crear los Estados Unidos) hasta cambios meteorológicos, pero si quieren inventarse otra, háganlo bien y sean bienvenidos.
¿Cuáles de estas series son las más esperadas por ustedes?


lunes, 21 de mayo de 2018

Louisa May Alcott, Heidi Thomas y la desafortunada adaptación de Mujercitas (2017)



Después de tres meses de bodrios (solo “The Terror” se salvó) doy fin a  la cosecha de nuevas series de épocay alguna que otra contemporáneacon la desilusionante nueva versión de Mujercitas. Aunque me queda de consuelo la soberbia versión fílmica de1994, también me queda la amargura de sentir que todavía, y aun teniendo bastante espacio y tiempo,   no saben honrar la obra de Louisa May Alcott. ¿Será porque LMA es todavía un enigma aun para sus biógrafos? Tanto mito se ha tejido sobre ella, su vida, sus ideas,  que su obra,  que expande mucho mas que las historias de las Hermanas March, todavía no ha sido analizada ni interpretada como se debe.

Tenía ocho años cuando mi madre me regaló mi primera copia de “Mujercitas”. Tapa roja, letra pequeña,   Edición Billiken. Recuerdo a las maestras de segundo grado (preparatoria en Chile) sorprendidas de que leyera un libro tan complejo  cuando mis compañeros todavía estaban luchando con sus primeras letras. A mí no me parecía complejo, sino fascinante. Ya quería meterme entre las páginas e ir a patinar en lagos helados de Massachussets con Las March.

Hoy  Mujercitas es uno de los pocos  clásicos infantiles que no ha caído bajo el ataque de la progresía y de movimientos feministas, precisamente por la universalidad de su texto y su intemporalidad . Para su tiempo, la autora fue feminista, una adelantada,  y poseedora de una crianza tan sui generis que puede llamársela subversiva. Aun así,   su obra también refleja la importancia de la familia, de la relación armónica entre padres e hijos, y la necesidad de ser siempre honestos con nosotros mismos. Las March son humanas, con fallas, con momentos de debilidad y mezquindad,  a los que se sobreponen gracias a los valores inculcados por sus padres.

Para quien no conozca la historia,  Mujercitas son las Hermanas March, Meg, Jo, Beth y Amy. Con edades entre los doce y los dieciséis años, las niñas viven en la ciudad de Concord, Massachussets, en los años de la Guerra de Secesión (1861-1865). El padre, el Reverendo March,  está en el campo de batalla donde ejerce como capellán. La familia se mantiene unida gracias a los esfuerzos de la madre “Marmee”. Sin embargo,  las hijas mayores deben trabajar para mantener el hogar. Solo la pequeña Amy asiste a la escuela.

Aunque Alcott se esmera en dedicarles capítulos a cada hermana, está claro que la protagonista es la rebelde Jo. El libro trata de su amor por el teatro y los libros, sus sueños de ser escritora, su falta de interés en vanidades femeninas, sus pocas aptitudes para las labores domesticas y su tremenda franqueza que muchas veces la mete en líos. Es Jo la que se atreve a hacer amistad con su vecino Theodore “Laurie” Laurence que se convierte en una especie de hermano de Las March, a pesar de que su abuelo es millonario.

El clímax de la novela ocurre con la llegada de un telegrama que anuncia que el Reverendo March ha caído enfermo y está en un hospital en Washington. Marmee debe viajar y deja a las niñas solas. En su ausencia,  Beth contrae una escarlatina que la pone al borde de la muerte. Por suerte, tras mucha angustia, Beth supera su enfermedad , sus padres regresan al hogar y Meg se aprovecha del pánico para comprometerse con John Brooks, el preceptor de Laurie.

Alcott escribió esta novela, que no era la primera de su obra, a regañadientes. La escribió solo porque  se la había solicitado Thomas Niles,   su editor, quien a cambio, le prometió publicar unos ensayos de Bronson Alcott, padre de la escritora. Fue la primera vez que Louisa May escribía algo para niños y estaba complicada con eso ya que confesaría no saber nada de niñas, no haber tenido amigas en la infancia. Lo único que se le ocurrió fue describir su vida y la de sus hermanas con breves cambios. 

El libro fue un éxito. Tanto así que Alcott se vio en un año obligada a publicar una secuela titulada Good Wives que en castellano ha ameritado el título de Aquellas mujercitas o  Las mujercitas se casan. Yo recibí para las Navidades del 67 un libro de la Colección Robin Hood titulado Señoritas.

A pesar de que el titulo original se traduce como “Buenas Esposas”, y esta segunda parte comienza con la boda de Meg, le toma a la autora casi doscientas paginas encontrarles marido a Jo y a Amy (Beth muere soltera, a los 22 años). El éxito de las dos novelas convirtió a Louisa May Alcott en autora reconocida,  perseguida por el público, y muy bien pagada.

Las Hermanas March tenían tantas fans que Louisa May debería escribirles dos secuelas más, Hombrecitos  y Los Muchachos de Jo que describen los esfuerzos de Jo por sacar adelante,  junto a su marido el Profesor Baher, una escuela experimental para niños. Ahí también estudiarán los hijos de Meg y los de Jo, y hay mención de la hija de Amy. El ultimo libro describe las aventuras de estos chicos en su madurez.


Louisa May Alcott nunca más volvería a escribir literatura que no estuviera dirigida a a jóvenes o a niños.  Aunque escribió muchas novelas, ninguna ha alcanzado el éxito de Little Women y su secuela (ahora suelen publicarlas juntas) que ha sido traducida a todos los idiomas posibles. Ha ameritado siete versiones fílmicas, (puse un enlace a una en castellano)dos series de anime japonés, operas, musicales de Broadway y piezas teatrales.

 Todos tenemos una versión favorita, la mía es la dirigida por Gilligan Anderson en 1994. Sin embargo, estaba esperando la versión de la BBC porque un formato de miseria da mas espacio. Lamentablemente,  a Heidi Thomas solo le dieron tres horas y en su opción por incluir más, dejó fuera algunas escenas claves.

Muchos Mujercitas frikis se han quejado de la ausencia de ciertos episodios, del elenco, y de que la serie  es “aburrida”. Algo de lo que no se puede  acusar a la obra de Alcott es de ser aburrida. Sin embargo, es cierto, la miniserie es horrorosa con una banda sonora estridente, un vestuario payaso (el sombrero de Jo parece un balde de playa), y los actores,  aparte de inferiores a los  de 1994, son  bastante feítos. Yo admiro el talento de Umma Thurman, pero no la consideró una belleza y su hija, Maya Hawks, se parece bastante a la mamá, pero solo en lo físico. Su Jo no se puede comparar ni a la de Winona Ryder, ni a la de Katherine Hepburn. Hasta June Allyson fue una Jo  March mejor.
¿Cuál es tu Jo favorita?

Heidi ha tratado de explicar los vacíos en su trama arguyendo que tuvo que quitar todo “Lo religioso” porque ofendería. Ósea, la que dice esto  es la magnífica guionista de” Call the Midwife”, la historia de monjas-parteras. ¿Ahí si no ofende la religión? ¿En  un marco decimonónico que cuenta la historia de las hijas de un pastor si ofende?  No se entiende, pero sinceramente no me molesta. Lo que si me molesta es que han reemplazado la importancia de la fe con un patriotismo desubicado.

A cada rato hablan  de la guerra, de lo importante que es su bando, de cómo desearía Jo ser soldado. Incluso, una escena famosa en que Jo vende su cabello para pagar el pasaje de su madre a Washington es convertida en propaganda patriótica. El peluquero, un afroamericano, solo acepta darle los 25 dólares que Jo pide al saber que es para ayudar a un capellán militar. WTF?


Louisa May Alcott fue la única en su familia que sirvió en esa guerra civil.  Como enfermera vio  muerte y dolor, pero también corrupción en los hospitales del Norte.  Aunque abolicionista como toda su familia, no cayó nunca en las trampas de “mi bando es mejor” y para cuando escribe Mujercitas(1868) trata la guerra como algo que ocurre lejos de su hogar y que solo sirve para llevarse al padre.

Erin Donnelly en Refinery29 ha dicho que Heidi Thomas ha usado el tiempo extra para desarrollar mejor  los personajes. Como si Alcott no lo hubiera hecho ya. Donnelly pasa a mencionar los cambios que ha hecho Thomas con cada personaje y obviamente no ha leído los libros puesto que todos “esos cambios” estaban en el original.

Entiendo que hayan eliminado capítulos superfluos como los del Club Pickwick, pero no entiendo porque eliminaron la pieza teatral, la primera visita de Jo a Laurie y mi capitulo favorito “Experimentos” donde Marmee se bota en  huelga, se va de paseo y deja a su tribu encargada de la casa, con resultados tragicómicos. La inclusión de este episodio podría cerrarle la boca a criticas que se quejan de que “Marmee” es irreal. He descubierto que esas críticas son un tipo de mujer (típica de estos tiempos) que quiere licencia “para ser mala madre”. Las afortunadas que realmente han tenido una Marmee en sus vidas, no se quejan, como tampoco nos quejamos las que tuvimos anti-Marmee como madres.

Otro cambio inexplicable ha sido poner de cabeza el orden cronológico que Alcott diseñó precisamente para recalcar el desarrollo de sus personajes. Si Alcott hace que retiren a Amy de la escuela al comienzo de la novela, es  para explicar que estando ociosa,  a la chica se le va a ocurrir algo tan infantil como quemar el manuscrito de Jo. A partir del baile de Sallie Moffat, Meg cambia,  se vuelve mas seria y mas receptiva a las galanterías de John Brooke.

¿Pero qué hace Thomas?  Pues pone estos dos episodios como teniendo lugar durante la ausencia de Marmee. ¿Estando todas preocupadas por la salud del padre, se va a ir Meg de vacaciones a casa de los Gardiner? A Amy la retiran de la escuela por decisión de Marmee. En la serie es Jo, una chica de dieciséis años que decide sin consultar a nadie. Totalmente absurdo, innecesario e inexplicable.

La serie incluso bordea en lo misógino. Tiene a Jo diciendo a cada rato que es un varón o que quiere ser varón, pero en vez de mostrárnosla disfrazada de Hugo en la obra de teatro que ha escrito, la hacen decir estupideces como, después de la partida de la madre,  “si fuéramos chicos no estariamos lloriqueando y temblando“. No solo es ofensivo ( recuerda al “Bloody Woman ”de Brienne de Tarth) decir que un hombre es mejor que una mujer porque no llora, además contradice todas las ideas de Louisa May Alcott de cómo debería ser el hombre ideal: sensible, vulnerable, capaz de compartir su intimidad con una mujer.

En cuanto a Beth, la han puesto como una perezosa, inútil, hipocondriaca y más encima cobarde. Y no, no es que nos la muestren como tal. Es descrita así por su madre. En esta versión infame se ha cometido el peor asesinato de carácter desde que Weiss&Benioff destruyeran al Matarreyes de Martin. ¿Qué han hecho con mi Marmee?  Aquí se ha vuelto una gritona, puritana, iracunda y que parece solo amar a Jo. La grandeza del libro es mostrarnos como Marmee se relaciona con cada una de sus hijas y las ayuda a ser mejores personas.

El modo en que la Marmee de Thomas trata a Beth es ignominioso. Vemos a Beth tendida en un sofá con su gatito en brazos. Su madre la recrimina por permitir que una migraña la debilite.  Le espeta un “todas las mujeres sufrimos de dolores de cabeza”.  ¿ Que? a)  no todas las mujeres sufren de migrañas;  b) Las que sufrimos de dolores de cabeza es a causa de una razón medica que debe ser atendida; c)Marmee jamás le hablaría así a las más delicada de sus hijas. Aparte que Beth siempre estaba tan ocupada que es la primera  y única vez (antes de su escarlatina) que la vemos descansando.



Todas las Mujercitas fans tenemos una hermana predilecta. Aunque las quiero a las cuatro , Beth es mi favorita y de quien más he aprendido. Por eso me duele que la pongan como la mas sosa y la mas inútil. Eso lo vemos en  el episodio con Mr. Laurence.

Efectivamente, Beth sufre de una timidez crónica que es  su gran defecto. Aunque admira al viejo señor (episodio del mercado) no se atreve a acercársele ni a él ni a su casa, a pesar de que hay un piano a su disposición. Es cierto que su familia quiere que vaya porque saben que es importante para la niña tener acceso a la música, pero en la serie, Marmee se lo impone como un castigo y obligación (por un momento pensé que quería “öfrecersela”a Mr. Laurence. Es que esta Maermee no parece Marmee).

En el libro, es Mr. Laurence quien ayuda a Beth a perder su timidez, porque en el libro la niña si se atreve a acompañar a su madre, pero no quiere ni ir sola ni tocar el piano ajeno. La amistad de Mr. Laurence y Beth es uno de los episodios mas bonitos del libro. Las zapatillas que ella le borda, el regalo del piano y,  como Beth se atreve a ir sola a agradecer y termina besando al pobre señor que todavía llora su difunta nietecita. De todas las March , Beth es la que mejor se lleva con el abuelo de Laurie.

Pero en la serie, nos muestran a Marmee exasperada ante la timidez de su hija llegando incluso a recriminarla por eso y otras cosas. Le recuerda a Beth que ya han tenido bastante consideraciones con ella, que le permitieron dejar la escuela y que esperan que ayude con el trabajo domestico porque no la pueden tener de holgazana haciendo nada. Todo da la impresión  de que  Beth es un lastre para su madre.




En el libro, se ha retirado a Beth de la escuela por su timidez, pero ni Los March , ni la autora (Alcott tuvo una magnifica pero muy poco tradicional educación) creen en las escuelas públicas ni en la educación formal. Por algo Jo y su marido fundarán un internado experimental. Por algo nos muestran la inutilidad de la escuela de Amy. En el libro, Beth toma lecciones con su padre. Cuando el Reverendo March parte a la guerra, Beth continua sus lecciones sola y  de manera muy responsable.

Realmente uno se pregunta qué libro leyó Heidi Thomas.  A pesar de esa timidez patológica, de esa ansiedad ante cualquier encuentro social con extraños, Beth es el típico ángel doméstico. Es la única de la familia a la que le encantan las labores del hogar, que incluso tiene tiempo para atender la huerta, sus gatitos y reparar muñecas abandonadas. Ama tanto la música que por cansada que esté, alegra a su familia con su piano y sus canciones. Es tan triste que aparte,  de todas sus fallas estéticas, sus actuaciones discordantes y su feo soundtrack, esta pobre adaptación de un clásico atropelle a personajes que han servido de modelos para mujeres de todas las generaciones.

Me parece monstruoso que se tome a Marmee, a quien Alcott da bastante espacio para mostrar su humanidad, y se la convierta en una mujer impaciente, malhumorada, gritona y más encima con cara larga. Esas miradas asesinas que les lanza a Brooke y Laurie cuando estos hacen el favor de traer a Meg de un baile,   me parecieron tan improcedentes. En el libro es Marmee quien más anima a sus hijas a hacer amistad con Laurie,  hasta el punto de que se corre el chisme de que lo desea de yerno.

Sabido es que, Louisa May Alcott modeló a Los March en su propia familia. Aunque el Pastor March es un retrato idealizado,  basado en lo que la autora hubiera deseado fuera su padre,  y que carece de las grandes fallas de Bronson Alcott (irresponsabilidad, sarcasmo, etc.),  Marmee es muy parecida a la heroica Abigail May, madre de las Alcott. Sabido es que Jo tiene mucho de su creadora, pero muchos ignoran que en cada hermana,  Louisa impuso rasgos de su personalidad y las hizo vivir eventos de su propia biografía.

Como Meg, Louisa luchó (hasta que sus novelas comenzaron a venderse bien) con el deseo de tener una vida mejor, de poder darse lujos, de  complacer sus pequeñas vanidades. Como Beth, Alcott llevó una vida activa, pero plagada de dolores y momentos de debilidad física provocados por un envenenamiento con mercurio, posible lupus, y también posible adicción al láudano. Y aunque en la novela la bocaza de Jo le cuesta un viaje a Europa, en la vida real,  y tal como Amy, Jo hizo un tour por el continente europeo donde tuvo su romance y posiblemente su primera (y única) escapada sexual.

Es cierto que  al estar dirigiéndose a un público juvenil Alcott tenia las manos atadas. Tal como ocurre hoy en día con autores del género YA (Young Adults o jóvenes adultos) estaba obligada a dar lecciones de moral y abstenerse de muchos temas. Ella misma dijo que estaba harta de escribir “paparruchadas moralistas para los chicos “, pero eso no quita que su obra no expusiera sus ideas de sufragista, abolicionista, y  reformadora social.

Ni siquiera era una mujer religiosa. Su familia era unitaria, una corriente protestante muy liberal y poco dogmática.  Louisa se crió  en una comuna trascendentalita. En su familia se leía el Pilgrim’s Progress como obra necesaria para la autoeducación y reforma, no como búsqueda espiritual. Lo más cercano a una vida religiosa formal fue cuando una  Louisa veinteañera hizo amistad con el Ministro  Parker, pero no fue mujer de iglesias ni de rezos.

Si Heidi Thomas pretendía modernizar el cuento, debió ir a la biografía de la escritora y ahí encontrar puntos que resaltar. Se lo hubiéramos agradecido porque alrededor de Louisa May se han tejido leyendas, mitos, rumores y chismes. Me gustaría un día de estos,  trabajar esas “paparruchadas”, apoyándome en datos biográficos y en la misma obra de Alcott, que no se reduce al Cuarteto March,  para ver de donde salieron los rumores de lesbianismo, conocer a los verdaderos amores de la autora de Little Women, sus ideas sobre el matrimonio y la independencia femenina, y su lado frívolo que también lo tenía.