Mostrando entradas con la etiqueta Wolf Hall. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Wolf Hall. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de mayo de 2025

Cuando las Falsedades Históricas se Vuelven Buena Ficción: The Mirror and the Light (Wolf Hall 2)

 


En el pasado, al comparar Los Tudor con la obra de Hilary Mantel, he afirmado que si bien la primera se toma licencias históricas, la segunda es mentira total. Ahora ante la adaptación del último volumen de Dame Hilary, tengo la misma impresión, pero es tan buena, tan bien actuada, que me olvido del episodio histórico y la acepto como una interesante obra de ficción.

Cromwell Enamorado

La serie inicia con la decapitación de Ana Bolena y el subsecuente matrimonio de Enrique VIII y Jane Seymour. Es el momento en que Cromwell está en la cima de la montaña. El rey lo distingue con títulos, honores y posesiones, pero tanta fama acarrea envidias y enemigos. A pesar de que Cromwell consigue lo imposible, la abjuración de Lady Mary y su reconciliación con su padre, Enrique está molesto con lo que ve como debilidad de parte de su mano derecha.

Hay problemas en el reino. Los Pole tienen a su mejor agente, Reginald en el continente, Apoyado por el Papa, le hace la guerra a su gordo primo,  amenaza hasta con casarse con María y derrocar al tirano para ocupar el trono . ¡Y eso que es clérigo! Enrique manda a Cromwell que lo libere de Reginald, pero este último es muy ladino y evade trampas y asesinos.


El Gordo tiene otros problemas. Se está hartando de su nueva reina que no posee ni el carácter, ni el intelecto, ni la sensualidad de Ana Bolena. Esto afecta a Cromwell puesto que,  si recordamos, Dame Hilary nos creó en Wolf Hall una ficción muy romántica de que Tom estaba enamorado de Jane y se hizo a un lado para no hacer de rival de su soberano.

En entrevistas, Kate Philips ha dicho que cree que Jane y Cromwell están enamorados y aunque es un amor inconfesable, se permiten una intensa amistad romántica, pero lo que no le faltan al ministro son mujeres y problemas del corazón. De eso es lo que se trata esta temporada y he encontrado curioso como un actor maduro como Sir Mark Rylance pueda convencernos de que muchas jóvenes guapas lo vean con ojos codiciosos.



El Gran Fixer

En el primer episodio, Cromwell es presentado como el gran fixer de Enrique, el que le soluciona los problemas. Es quien asiste a la ejecución de Ana Bolena y luego es recompensado por su rey quien le encarga que visite a los Pole para meterlos en cintura y luego le encarga arreglar otro lio doméstico.

Algo que me encanta de las variadas formas que toma la Tudormania es que nos presenta con personajes históricos olvidados. En este caso a la fascinante y traviesa Margaret Lennox. Enrique se ha traído a la corte a esta sobrina a la que le ha tomado cariño. Margaret es hija de otra mujer fascinante en este periodo histórico: Margarita Tudor, Reina de Escocia.

                                     La verdadera Margaret Tudor

Gracias a The Spanish Princess (quizás lo único bueno de esa serie)conocimos a Margarita, su turbulenta relación con su esposo el Rey Jacobo,  y como en su viudez, viruelas. Margarita se enredó y casó no solo con un malandrín ¡sino con dos! Un récord aun para los desinhibidos Tudor.

                                      Meg Tudor en The Spanish Princess

En La Princesa Española supimos de las bodas de la reina regente de Escocia con Archibald Douglas, Conde de Angus de quien tendría una hija, esta Margaret. Cuando la madre hubo de volver a Escocia, la niña quedó bajo la protección de su padrino, el Cardenal Wolsey. Algo que no recuerdan en la serie, como tampoco que siempre fue muy unida a su prima María. Ya de jovencita, Margaret Douglas pasó a ser dama de la reina Ana Bolena y fue ahí que comenzó con sus amoríos con Thomas Howard, sobrino del Duque de Norfolk, el mayor enemigo de Cromwell, y jefe de la facción católica inglesa.

                                     La verdadera Margaret Douglas

En la serie,  el astuto Cromwell interroga a Margaret quien se ufana de estar casada y encamada por su querido esposo. Casarse sin el permiso del reyy lo vemos mucho en estos recuentos de la Tudormaniaera traición que se pagaba con cárcel y muerte.

Cromwell le insinúa a la loquilla que mejor se guarde parte de su historia y solo hable de inocente romance. Presente está la Duquesa de Richmond quien le insiste a su amiga que no mencione más lo del matrimonio. Mary Richmond no es ajena a las intrigas Tudor, siendo nuera de Enrique, viuda de su hijo, el malhadado Henry Fitzroy.

                          Meg Douglas en The Mirror and the Light

En la vida real, Enrique VIII se enfureció al saber del romance con quien era su enemigo, parte de la pérfida Familia Howard. Encerró al novio en La Torre de Londres donde falleció de alguna peste. También encarceló a la sobrina. Hay historiadores que creen que, casada o no, Meg Douglas estaba en estado interesante. Se la internó en un convento del cual saldría sin hijo para ser restituida a la corte.

Pasados sus treinta años, Margaret se casaría con un exiliado escoses, el Conde de Lennox, de quien tendría cuatro hijos. Uno de ellos, Henry Darnley, se convertiría en el padre de Jacobo , el rey que uniría los reinos de Escocia e Inglaterra imponiendo a los Estuardo en el trono de gran Bretaña.  Ustedes recordarán a Margaret Lennox como la intrigante suegra de María Estuardo en Reign.

                          Margaret Lennox y su hijito Henry en Reign

Cuando el actual Príncipe de Gales sea coronado Guillermo III, volverán los genes Estuardo (que Wills ha heredado de su madre) al trono inglés y con ellos los genes de Meg Lennox y de Margaret Tudor y todo si creemos a Dame Hilary, a la habilidad de Cromwell para rescatar a Margaret Douglas de sus locuras.

Lady Mary en la Corte

Sin embargo, la gran protegida del Lord Secretario es María. Al comienzo vemos a Enrique contemplando, con la aprobación de su adulador consejo, ejecutar a su hija mayor si se niega a aceptarlo como cabeza de la iglesia anglicana. Únicamente Tom levanta una voz para defenderla y es quien, con marrullerías, consigue convencer a la princesa.

Lady Mary es consciente del modo en que el enemigo de su madre y de su fe, la ha salvado y se lo dice, que están unidos y ella en deuda. Es un momento conmovedor y llega cuando la corte está llena de rumores que Cromwell planea casarse con la hija de Catalina de Aragón y reinar. Pero María es tan inteligente como Cromwell, y sabe que debe crear sus propias reglas si quiere sobrevivir.



Hace venir a Cromwell de noche a sus aposentos. Lo recibe en ropas de dormir y con el cabello suelto, le agradece toda su bondad y su preocupación por ella, pero las describe como muestras de cariño paternal. Cromwell se da cuenta que los rumores han llegado hasta ella y que de manera sutil,  la princesa lo está disuadiendo de hacerse ilusiones.





Me encanta Lilith Lesser, es tan talentosa como su padre Anton Lesser (quien diese vida a Santo Tomas Moro en la primera temporada de Wolf Hall). Sin ser bonita,  tiene algo que la hace atractiva. Creo que su caracterización de Bloody Mary es casi tan buena como la de Sarah en Los Tudor, donde Michael Hirst ha hecho una idealización de la princesa de cuentos de hadas. La Mary de Wolf Hall es más humana, aunque sigo prefiriendo lo que Romola Garai hizo en Becoming Elizabeth con la María adulta en sus últimos años de incertidumbre antes de convertirse en reina.


Suegro y Padre

La serie juega con la idea de Cromwell padre y Cromwell amante. Cuando decide arreglar un matrimonio entre Gregory, su hijo, y Bess Seymour, hermana de la reina, el entusiasta Edward cree que Cromwell quiere ser su cuñado y lo acepta como tal. Peor aún, Bess lo cree así y coquetea con el Señor Secretario hasta que el mismo Tom debe sacarla de su error. Este malentendido deja a suegro y nuera confundidos y frustrados y llega hasta los oídos de Gregory lo que provoca un intercambio amargo entre padre e hijo.

                       Bess Seymour quería ser la esposa no la nuera de Cromwell    

Como recordaran quienes vieron Wolf Hall, Cromwell seductor no es nuevo. Ahí lo vimos ser amante de su cuñada, coquetear con las Bolena, enamorarse de Jane Seymour y recordar con añoranza a Anselma, su pasión de juventud, a la que dejara en Amberes. Es un viejo recurso literario (y telenovelero) el que un hombre recuerde a un amor de su pasado como preámbulo para la aparición de un hijo perdido.

A mediados de esta segunda parte, Cromwell se encuentra con una extraña visitante que le anuncia que es Jenneke, la hija que Anselma le ocultó. Es una visita breve, dura apenas un capítulo, y  tan fugaz que  hace pensar que es un sueño del protagonista al que ya lo hemos visto recordar a Ana Bolena y ver el sonriente espíritu de Jane Seymour. Es solo cuando vemos a Jenneke en conversación con Gregory que sabemos que es real.



Sin embargo,  Jenneke parte tal como vino. Cromwell,  demasiado atontado por la muerte de Jane, casi no le presta atención. Ofrece que venga a vivir con él, le cuenta sus cuitas, pero Jenneke se da cuenta que nadie cercano a su padre está a salvo, y tras fracasar en su intento de llevárselo a Amberes, es ella quien se marcha.

Dorothea: Juez de Cromwell

Si de hijas hablamos, el encuentro más impactante de la serie ocurre en el tercer episodio cuando Cromwell visita el Convento de Sion donde la madre abadesa está muy agotada creyendo que la visita del Señor Secretario es un preámbulo para la expropiación de su congregación. El motivo de la visita es otro, viene a ver a Dorothea, la hija ilegitima del Cardenal Wolsey.



La visita es un desastre, la joven novicia lo recibe con frialdad, tiene la peor opinión de Cromwell y rechaza su oferta de sacarla del convento sea para adoptarla o para casarse con ella. Dorothea ha sido criada con desprecio por un hombrehe aquí el golpe de gracia―que traicionó a su padre. Tom no puede creer lo que escucha, pero Dorothea le recuerda el abandono del Cardenal una vez este cayera en desgracia y como no estuvo al lado de Wolsey cuando el prelado agonizaba.



Thomas Cromwell se retira destrozado. Lo vemos llorando a solas. Aunque niega haberlo hecho a propósito, es consciente de que no acompañó a su padrino y mentor en sus últimas horas. De ahí es que la serie nos muestra un Cromwell desorientado, que vive ensimismado en recuerdos y hablando con fantasmas de su pasado.

Se ciega al peligro que representan sus enemigos o los torea con soberbia. Se vuelve un personaje inútil para el paranoico Enrique que prefiere creerles a al Duque de Norfolk y al Obispo  Gardiner, al que ha hecho regresar del continente para reemplazar a su hombre de confianza. Así explica Dame Hilary la caída de Thomas Cromwell.

Reitero, como documento histórico, la serie vale hongo, Solo el muy ignorante se cree el cuento de Cromwell-victima, pero en términos de caracterización y actuaciones es superlativa. No veo malos actores ni en los secundarios, y aunque extraño a Jessica Raine como Lady Rochford, Lidya Leonard está bien en el papel de la cuñada de Ana Bolena. Me encanta lo que Timothy Spall ha hecho con el rol del Duque de Norfolk y Alex Jennings es más siniestro, servil y untuoso que Mark Gatiss a quien ha reemplazado como Stephen Gardiner.

                       El Duque de Norfolk, malo, pesado, pero chistoso

Contenido Violento y Gore:  La violencia es casi toda verbal, a pesar de que Cromwell ataca físicamente a Norfolk en un par de ocasiones. Todo parece indicar que Cromwell vive en un mundo de intrigantes, pero que gracias a su sagacidad no tienen ni guerras ni conflictos. Da un poco de risa, puesto que en Los Tudor, y eso que eran parciales a Cromwell, no escatimaron en mostrarnos las torturas, las ejecuciones y ese gran conflicto interno que fue la Peregrinación de Gracia y que caracterizaron el gobierno del hijo del herrero. Este último episodio que jugó tanta importancia en la pantalla y en la vida real, aquí es apenas mencionado.



Contenido Sexual y Desnudos: Ninguno

Factor Feminista: Es un espectáculo de contra feminismo exponiéndonos a un mundo donde ni las reinas son empoderadas, donde las princesas y nobles tienen sus matrimonios arreglados y donde su opinión no cuenta, o más triste, ven que sus romances, incluso matrimonios por amor ,son deshechos si no convienen a los intereses de su familia.

Factor Diversidad: Peter Kosminsky, director de la serie, se ha ufanado de haberla hecho  colour-blind, pero esa forma de inclusividad ha molestado a los críticos por ser extrema e incluso minimizar la historia de los angloafricanos. De las mujeres Seymour solo Jane es blanca, su madre y hermanas son interpretadas por actrices mixtas. Al poeta Thomas Wyatt lo encarna un actor egipcio y Hannah Khalique-Brown, la actriz que hace de Dorothea es pakistaní.

                         Como que Jane no se parece a sus hermanas

Mas encima si se necesita de un actor para dar vida a un guardia, a un criado o incluso una dama de la reina, debe ser negro. Como sabemos que en la corte de Enrique solo había un moro, el trompetista John Blanke,  este cambio resulta  irritante y desconcertante.

 

 

martes, 10 de diciembre de 2024

De Macondo al Lejano Oeste: Drama de época en el invierno 2024-2025

 


Poquito a poco va resurgiendo el drama de época. Al menos este invierno del nuevo año tendremos el retorno de personajes amados como Miss Scarlett,   el veterinario James Herriot y la dupla detectivesca de Vienna Blood. Por fin llegará la segunda parte de Wolf Hall. Retornan los misterios navajos de Dark Wind y Netflix nos lleva al Lejano Oeste en American Primeval.

DICIEMBRE

12. Cien Años de Soledad (Netflix)

Siguiendo esta moda por la literatura latina, Netflix ha decidido lanzar al aire la adaptación del clásico de Gabriel García Márquez. El tráiler que solo corresponde a la mitad de los “100 años”, se ve muy oscuro con mucho énfasis en lo histórico. Lo que me hace temer que se alejará del realismo mágico,  la mayor virtud del libro, pero también un obstáculo cuando se trata de adaptarla.



A mí no me ha gustado ninguna de las adaptaciones de Gabo a la pantalla y menos cuando se trata de una obra en la que prima lo real maravilloso. Ya lo vi en la desastrosa adaptación de La Cándida Eréndira y su Abuela Desalmada. Pasa como con el Libro de la Jungla de Kipling, solo funciona en dibujos animados. Por eso le tengo miedo y para colmo Netflix…İBRRR!

25. Especial de Call the Midwife (PBS)

Parece increíble que estemos en vísperas de la temporada número 14, pero antes nos llega el acostumbrado especial. Son las ultimas Navidades de Los 60 y tanto en San Ramon Nonato como en sus alrededores se preparan para celebrarlas en grande. Tendremos visitas deseadas como el recién descubierto nieto de Miss Higgins, y Trixie dejará a su nueva familia en New York para pasar las fiestas con su antigua familia en el East End. No todas las visitas son gratas ya que hay un brote de gripe de Hong Kong en el área y un reo se ha fugado de la cárcel y se le ha visto en las cercanías de Poplar.



ENERO

No me asusta la paupérrima oferta de diciembre, porque es un mes de especiales dedicados a las fiestas de fin de año. Enero es cuando inicia la verdadera temporada de invierno. Este mes tenemos tres esperados regresos.

5.  Vienna Blood (PBS)

La cuarta y última temporada tendrá al Inspector Ozkar Reinhard y a su amigo, el psiquiatra Max Liebermann, investigando un par de importantes asesinatos tras los cuales se oculta un misterioso maleante llamado Mefisto.



9. American Primeval (Netflix)

Taylor Kitsch encabeza el elenco de este western revisionista que tiene lugar en varias regiones en 1857. TK es Isaac, un hombre lleno de misterios y demonios que se ofrece a escoltar a una joven madre y a su hijo hasta Filadelfia, pero hay muchos peligros entre el Lejano Oeste y Pennsylvania. E cuentan que es una combinación de The Revenant con lo mejor de Peckinpah, así que yo ya tengo mis palomitas y mi chocolate caliente listos. Como hasta Taylor Sheridan le fue a lo woke en sus secuelas a Yellowstone, no le temo a lo que Netflix pueda hacer con el Far West. A ver si regreso al género de cowboys y pioneros este invierno.




12 All Creatures Great and Small (PBS)

Increíble que una serie tan modesta y humana llegue a su quinta temporada. James, por motivos de salud, debe abandonar la Real Fuerza Aérea y regresa a Yorkshire donde la guerra continúa imponiendo cambios como falta de suministros y la aparición de un siniestro mercado negro.



12.  Miss Scarlet and the Duke (PBS)

La gran sorpresa de este año es que Kate Philips tendrá un nuevo compañero. El Duque se ha marchado a Estados Unidos, e Eliza Scarlet y su agencia de detectives tendrán otro contrincante/cómplice en la policía.




FEBRERO

NADA

Corrección: ¡Noticia de última hora! Después de conjeturas, dimes y diretes,  cuando ya se me habían agotado las esperanzas, Taylor Sheridan nos brinda un regalo post-San Valentín. El 23 de febrero debuta en Paramount, la Segunda Temporada de 1923, Los Dutton siguen dando guerra. En un nevado invierno, los viejitos Harrison Ford y Dame Helen Mirren (Jacob y Cara Dutton) estarán sitiados  en su rancho Yellowstone por los villanos. Al rescate viene La Caballería, Spencer Dutton (Brendon Sklenar). ¿No que se lo habían llevado preso en Marsella? Por otro lado, la Condesa Alexandra o Mrs. Spencer Dutton (Julia Schlaepfer) está intentando huir de su familia y llegar a Montana en busca de su marido. Ohh, yo amo a ese par. Definitivamente, este invierno me voy al Oeste.





MARZO

9.  Dark Winds (AMC)

Retorna la serie basada en las novelas de Tony Hildebrand. La acción retoma los hechos seis meses más tarde del momento en que acabó la temporada anterior. Los ocho episodios tendrán lugar en 1972 cuando Leaphorn y su asistente Chee investiguen la desaparición de dos niños. Entretanto,  en su nuevo puesto en la Frontera, la Sargento Bernadette Manuelito descubrirá una red de narco tráfico. Recuerden que pueden ver las primeras dos temporadas tanto en AMC como en Netflix.



20 Wolf Hall 2 (PBS)

Por fin después de casi diez años de espera podremos ver la continuación y final de la trilogía de Dame Hilary Mantel.  The Mirror and the Light, secuela de Wolf Hall,  cubre el proceso histórico desde la ejecución de Ana Bolena hasta la caída de Thomas Cromwell. Podemos ver su vertiginoso ascenso, verlo durante el breve reinado de Jane Seymour y arreglando otro matrimonio para Enrique, una vez que su esposa muera. Pero trae a Ana de Cleves como nueva consorte y comienza a cavar su tumba.



Aunque pobre, la oferta es contundente. ¿Cuál de estas series quieres ver?

 

 

lunes, 2 de abril de 2018

Tres Generaciones: María Bolena, Catalina Carey y la Infame Leticia Knollys (III)



Hemos hablado ya de Maria Bolena, de su historia verdadera y de lo que la ficción ha hecho con ella, principalmente Philippa Gregory y las adaptaciones de The Other Boleyn Girl, pero nos hemos quedado con lo más importante. Catalina Carey la hija que quizás tuvo Maria con Enrique VIII. Hablemos de ella y  de Lettice Knollys y sus hijas Penélope Rich y Dorotea Percy, hija y nietas de Catalina respectivamente. Y como en ellas se cumplría el karma de Los Bolena.


El 17 de mayo de 1536, Lord Rochford, Jorge Bolena, subía al cadalso. Su hermana y reina, Ana, lo seguiría dos días más tarde. Tras ella quedaba su única hija, Isabel.  En febrero de 1542, Lady Jane Rochford, viuda de Jorge era decapitada. No había tenido hijos. El 15 de enero de 1555, Isabel Tudor-Bolena era coronada reina de Inglaterra. Tenia 25 años, todo indicaba que podría fundar una dinastía. Sin embargo, Isabel nunca se casó. Se ha hablado de que tuvo hijos “por detrás de la puerta”, pero a su fallecimiento, no tenía más heredero que un primo lejano en Escocia. Con su muerte en 1603, se acaba la estirpe de los Tudor, pero no la de los Bolena.

De los cuatro hijos que tuvo Maria Bolena, dos llegaron a la madurez. Su hija Catalina, sin saberlo fundaría una dinastía de la cual descenderían famosos e infames personajes de la historia inglesa (como Sir Alan Lascelles. Ya salió la monotemática).

Sin embargo, ni Hirst ni Mantel han prestado atención a esos hijos al reconstruir la historia de Maria Bolena. En “Los Tudor” hay un momento en el que Ana, ya reina de Inglaterra le dice a Maria: “Hermana, tenemos que conseguirte otro marido”, eso es todo. En Wolf Hall, Cromwell medita en que a William Carey esposo de Maria, se lo llevó la misma plaga de sweating sickness, que se llevó a su mujer., Liz Cromwell. Luego relata que se ha dicho que Maria está embarazada del rey, pero nadie sabe que ocurrió con ese hijo. Es Philippa Gregory quien nos ha hablado sobre los hijos de María. ¿Pero existieron en realidad?

En 1522, dos años después de haberse casado con Sir William Carey (y en una época en que toda la corte sabia de su relación con el rey), Maria da a luz a una hija, Catalina. Cuatro años más tarde, la seguirá un varón, Enrique. Para entonces el rey anda cazando a otra Bolena. En The Other Boleyn Girl, Philippa Gregory incluye ambos hijos que serán la adoración de la madre, pero también su lado flaco. La novela asume que ambos son hijos del rey. En la versión de la BBC, con Natasha McHelhon como Ana y Jodi Mhai como Maria, solo Enrique es hijo de su tocayo. Catalina será la hija que Maria tenga, luego de ser abandonada, cuando regrese junto a William Carey. De esa manera se trastocan las fechas de nacimiento de los niños.

En “La Otra Reina” o “Hermanas Bolena”, (los títulos en castellano de la adaptación fílmica) Maria tiene un hijo del rey y no hay mención de Catalina. Se entienden estos cambios en luz de que, para incrementar la diferencia de las hermanas, un mérito de Maria es que si puede darle herederos a la corona. En la novela de Gregory, la Familia Bolena y Ana chantajean a Maria para que cumpla sus órdenes, amenazándola con alejarla de sus hijos. Ana llega al cúmulo de la maldad cuando “adopta” al pequeño Enrique. De esa manera puede presionar al rey. Enrique no solo se casa con la mujer que desea, además ya adquiere un heredero, un hijo de su sangre, sin ningún escándalo. Por suerte, eso no ocurrió en la vida real.

Los historiadores han debatido mucho la paternidad de los pequeños Carey. A pesar de que, en su día, a espalda de Enrique y Catalina, se les llamaba “bastardos reales” el hecho de no haber sido reconocidos pone en duda su parentesco con el rey. Enrique ya había reconocido a otro bastardo, Enrique, Duque de Richmond al que había tenido con Bessie Blount.

Yo me adhiero a la teoría de que Enrique nunca quiso reconocer a los hijos de Maria, para no causar más escándalo. Casarse con Ana era una cosa. Casarse con la tía de sus hijos iba en contra de la moral cristiana de la época. Otra teoría es que Ana no hubiese permitido la existencia de hijos que amenazaran la herencia de su Isabel. Se ha dicho que fueron los Bolena los que envenenaron al Duque de Richmond. Entonces, los hijos de Maria, sobre todo el varoncito,  hubiesen estado en similar peligro.

Por otro lado, tenemos esta nueva teoría sobre la enfermedad genética del obeso rey que podría explicar esa extraña ecuación donde muchas compañeras de cama solo produjeron cuatro hijos que llegaron a la edad adulta. Según los propulsores de la teoría, la sangre de Enrique contenía el antígeno Kell que le permitía solo un hijo sano por mujer. Si esta opinión fuese cierta  chocaría con los hijos que Maria supuestamente aportó a la dinastía Tudor.

Todo esto me ha hecho concordar con Alison Weír de que solo Catalina, la mayor de los Niños Carey, fue hija de Enrique. Tal como Bessie Blount, Maria pudo tener hijos con otros hombres y eso explicaría la buena salud de su segundo hijo, Enrique, Barón de Hundson. Catalina, siendo hembra, no representaba amenaza para Isabel, quien de hecho siempre la trató como una hermana.

Se han creado leyendas de que Catalina estaba muy unida a su tía y que incluso la acompañó a la Torre de Londres y estuvo con Ana hasta su ejecución. Ciertamente la novela de Gregory hace eco de esa leyenda, pero no hay tal. Como tampoco esa improbabilísima escena final del filme, donde Maria suplica al rey por la vida de Ana, tiene un último y lloroso encuentro con su hermana en la Torre y tras la ejecución, se marcha de la corte llevándose a …¡Isabel!

La realidad es que, tras su segunda y escandalosa boda, Maria fue expulsada de la corte y no regresaría a ella nunca más.  En el libro Wolf Hall, Maria acabada de enviudar está desperada por volver a casarse. Por un lado, le teme a un matrimonio que le imponga su odiosa familia, por otro sabe que la única manera de librarse de su imperiosa hermana es buscándose un marido que “asuste” a su familia. Mientras Anne intenta arreglar un matrimonio entre Maria y Richard sobrino de Tomasito,  Maria se lanza la cacería de un Cromwell mayor.

 Aunque Mantel hace que el protagonista de su novela sea todo un Casanova, Maria le agrada y casi cae en sus redes en la visita a Caláis. Pero los interrumpe un tal William Stafford. Aparentemente tenia cita con Maria. Cromwell decide seguir sus sueños románticos con Jane Seymour (“tan pequeñita, tan flaquita, tan sin gracia”).  Maria y Stafford se casan. Existe una escena que no se incluyó en “Wolf Hall” donde vemos a Maria empacar furiosa tras ser expulsada de la corte. No hay mención de embarazo.

En cambio, en “Los Tudor” vemos a Maria llegar de sopetón a visitar a su familia. Su avanzado estado de embarazo y su noticia de que se ha casado cogen por sorpresa al padre y a Ana. Pero lo que los ofende de sobremanera, es que Maria se haya casado con un humilde soldado.

Mucho se ha hablado de que Stafford era inferior a Maria. ¡Philippa Gregory lo convierte en un mozo de cuadras! En realidad, William era hijo de Sir Henry Stafford un acaudalado  caballero rural, pero al no ser primogénito, y haber escogido la carrera de las armas, William no tenia muchas esperanzas de hacer fortuna.

En la vida real, Maria y William enfrentaron muchas penurias. Tantas que Maria se vio obligada a mendigar ayuda de Cromwell. Existe una escena sobre ese encuentro filmada para “los Tudors” aunque no se la incluyó en la serie. Agradezcámosle al Gatito George Llerena Torrico por mostrármela. Ni Jorge ni, Tomás Bolena levantaron un dedo por la hermana. Solo Ana se conmovió y envió dinero y objetos valiosos a la pareja que terminó viviendo en una de las propiedades Bolena.

En The Other Boleyn Girl, la relación entre Maria y William ocupa un lugar preponderante en la trama. Incluso tienen una hija Ana. En el filme, Stafford (interpretado por un jovencísimo Eddie Redmayne) aparece como escondido en un rincón del palacio y le ofrece sorpresivamente matrimonio a Maria. Cuando La Otra Bolena decide huir secuestrando a Isabel, acepta la propuesta de matrimonio d
el soldado.

En la vida real los Stafford tuvieron dos hijos, Ana y Eduardo. De la primera no se sabe nada, Eduardo moriría dos años después que su madre. Maria murió relativamente joven, a los 44 años. No alcanzó a ver el auge de su marido. En 1545, Enrique nombraba a William caballero por sus logros en la guerra contra los escoceses. Dos años más adelante, Sir William Stafford se convertía en miembro del parlamento. Los Bolena se habían equivocado a despreciarlo.

Si bien Maria no gozaría de los logros de su esposo, si podía sentirse orgullosa de su hija. En 1540 llegaba a las costas inglesas, Ana de Cleves quien seria la cuarta esposa de Enrique VIII. Entre los caballeros que recibían a la nueva reina estaba sir Francis Knollys, cortesano de impecable pedigrí y reconocida piedad en la nueva religión que inspiraba a los ingleses. meses más tarde Sir Francis se casaba con Catalina Carey quien era nombrada dama de la reina Ana.

El repudio de Enrique  de Ana de Cleves no afectó la posición de Catalina quien pasó a ser dama de la nueva reina Catalina Howard. La ejecución de esta pobre mujer dejó a Catalina desempleada, pero no fue una gran desgracia. Sir Francis tenía tierras y propiedades. Su esposa se retiró a ellas a cuidar de su imponente familia que llegaría a contar con catorce hijos vivos, de los cuales doce alcanzarían la edad de matrimonio.

Maria Bolena murió tranquila ya que sus hijos estaban bien colocados. Falleció en 1543 unos meses antes del nacimiento de la más atrevida de sus nietas, la “infamosa” Leticia Knollys. En 1550, la subida al trono de la católica Maria provocó el exilio de los fanáticamente protestantes Knollys a Alemania. Desde Fráncfort, Catalina comenzó a cartearse con su prima Isabel. La correspondencia las convirtió en grandes amigas. Después de su coronación, la Reina Virgen nombró a su prima de 34 años jefa de sus damas de recamara.

En los próximos diez años, Catalina y su marido ascenderían en la corte. Isabel la distinguía de una manera más que a una simple prima, incluso más que al hermano de Catalina, Lord Hundson. Eso reafirma mi hipótesis (junto con el parecido de Catalina con Enrique Octavo) que era medio hermana de Isabel.
Noten el parecido de Catalina Carey con Enrique VIII

Catalina murió en 1569. Tuvo la alegría de ver que algunos de sus hijos seguían al padre al parlamento (todos los hijos de Catalina llegarían a ser miembros del Parlamento) y de ver que su segunda hija, entraba en la nobleza. Leticia Knollys era considerada una de las mujeres mas guapas de la corte isabelina. La reina la había privilegiado con un puesto entre sus damas. El matrimonio de Leticia con Walter Deveraux, Conde de Essex era como un triunfo “profesional” para una chica de su tiempo y estrato social.
Kelly MacDonald como Lettice en Elizabeth (Universal Pictures) 

Solo que Leticia había salido tan coquetona como la abuela y la Tía Ana. Embarazada de su primer hijo,  provoco habladurías al flirtear abiertamente con Lord Robert Dudley. Aparte de lo feo de ver a una mujer casada coqueteando con otro,  Dudley era propiedad prohibida. El único y gran amor de la reina. Isabel se puso verde de celos.
Anne Marie Duff y Tom Hardy como Isabel y Dudley en "La Reina Virgen": 

Cuanto más leo sobre los Bolena, más noto la mano del destino. Un karma que lleva a la historia a repetirse o que hace justicia con quien fue atropellada. Ana Bolena separó a su hermana del Rey Enrique. Ahora la nieta de Maria, vengaría la afrenta a su abuela en la hija de Ana. Poco después del nacimiento de su primer hijo varón,  y aprovechando que su marido estaba en Irlanda, Leticia inicio un romance clandestino con Dudley. Pronto los rumores eran ensordecedores. Se hablo de que Dudley era el padre de los hijos menores de Leticia e incluso que los amantes habían envenenado al Conde de Essex quien moriría de disentería en 1576.
Sienna Guilroy interpretó a Lettice en "La Reina Virgen"

Leticia guardó las apariencias por dos años tras la muerte del marido. En 1578, y de madrugada, en secreto, y sin permiso real, Leticia se casó con Dudley frustrando para siempre los sueños de su tía Isabel. La encolerizada reina exilió de la corte a los recién casados. Su odio los perseguiría por siempre. Solo tras la muerte de Dudley, Isabel consentiría en recibir a la viuda. La razón es que, en su vejez, la reina había encontrado otro amor, Roberto Devereux, Conde de Essex, el hijo de Leticia.
Bette Davis y Errol Flynn en "Las vidas privadas de Isabel y Essex"

Todos los que han visto la versión fílmica de esta trágica historia saben que Essex fue torpe y traidor. La Reina Virgen tuvo que mandarlo ajusticiar. Ese seria un gran golpe para Leticia. Sobre todo, porque en la conspiración que le costaría la cabeza a su hijo mayor, también perecería Sir Christopher Blount, el tercer (y mucha más joven que ella) marido de la incorregible Leticia.

La caída en desgracia de los Dudley afectaría la vida de las dos hijas mayores de Leticia. Penélope la mayor , estaba semi comprometida con Sir Philip Sydney, el famoso poeta isabelino. Sydney era el heredero de Dudley. El matrimonio del tío arruinó los prospectos del poeta y desbarató su compromiso. Sydney le escribiría famosos poemas a Lady Penélope, pero sus caminos estaban totalmente separados. A los 18 años,  la bella Penélope fue obligada (posiblemente por la reina) a casarse con Robert Rich, nieto del repelente Richard Rich. El matrimonio tendría siete hijos, pero nunca se quisieron.
Lady Penelope Devereux

Poco después del nacimiento de su séptimo hijo, Lady Penélope inicio una relación con Lord Mountjoy y tuvo de él cuatro hijos más. Rich, ahora Conde de Warwick,  tuvo que aguantarse. Le tenia miedo a su cuñado Essex que era el favorito de la reina. Solo después de la ejecución de Essex, Rich se atrevió a arrastrar a su mujer a un juzgado de familia en donde ella se vio obligada a confesar públicamente su adulterio. La corte les concedió a los Rich el divorcio, pero le prohibió a Penélope casarse con su amante o que éste legitimara a sus hijos. Tal como había hecho su bisabuela Maria Bolena, Penélope optó por vivir una vida de vergüenza y pobreza al lado del hombre que amaba.
Penelope Rich

Mejor suerte tuvo su hermana Dorotea. Antes de que le arreglaran un matrimonio, Dorotea se fugó con Sir John Perrot, el elegido de su corazón. La reina estaba lívida, no solo Dorotea no había solicitado su permiso. Más encima se casaba con un enemigo de su Majestad. Isabel le tenia tirria a Perrot porque éste siempre andaba peleando con otro de sus favoritos, Sir Walter Raleigh. Perrot acabó en La Torre de Londres y su mujer fue desterrada. Solo tras la muerte de Perrot, Dorotea fue reintegrada a la corte y se le dio un puesto como  dama de Isabel.
Lady Dorotea Devereux

Gracias a la estima que Isabel le tenia a su hermano, Dorotea pronto fue admitida en el ciclo privado de la reina y tuvo acceso a buenos partidos. En 1594 se casó, con beneplácito de Isabel, con el Conde de Northumberland. Nuevamente vemos la mano del destino. Ana Bolena fue despreciada por los Northumberland y obligada a divorciarse de Henry Percy. Ahora su sobrina nieta no tenía problemas en  ser admitida en la Familia Percy.

Dorotea sería el árbol del que brotarían nuevos y  famosos personajes históricos que ni se imaginan ustedes tenían los genes Bolena. Pero no solo ella, también los descendientes de Enrique e Isabel Knollys, hijos de Maria Bolena proveerían más mujeres escandalosas, cortesanos entrometidos y salvadores de la patria, todos ellos portadores de sangre Bolena. De eso hablaremos en mi entrada final sobre la fascinante y prolífica Maria Bolena




jueves, 29 de marzo de 2018

De cómo Gregory, Hirst y Mantel crearon el mito de La Otra Bolena (II)



Aunque nos pese, es innegable que Philippa Gregory, Michael Hirst y Dame Hilary Mantel son los creadores de la segunda ola de Tudormania. También son los artífices de una imagen mítica de Maria Bolena que muchas veces choca con lo poco que sabemos de la dama.   ¿Quién fue la verdadera Mary Boleyn y es mas interesante su historia que las visiones que la Tudormania nos presenta?

En una entrevista para la BBC History Magazine, Philippa Gregory declaró que Mary Boleyn era su personaje favorito. Se entiende puesto que La Otra Bolena es su creación casi total, en el sentido que su Mary es mas ficción que datos históricos. Doña Pippa también ha agregado que fue ella quien puso de moda a Maria. La siempre competitiva Dame Hilary (si ese par se encuentra en la calle, se estrangulan) comentó burlesca que todo historiador que haya tratado a Enrique VIII y/o Ana Bolena, por fuerza, debe mencionar a Maria. Cierto, pero una cosa es ‘mencionar “y otra ofrecer al público una visión interior de la psiquis del personaje.

Eric Ives dijo que lo que sabemos de María Bolena cabe en una tarjeta. Debido a eso, les ha tocado a los novelistas, y en este siglo a productores y guionistas, encontrar a esa elusiva Otra Bolena. Cuando Gregory publica su The Other Boleyn Girl (2001) abre las puertas a la imaginación ajena, pero también a los historiadores que se horrorizan ante las libertades tomadas con una entidad histórica.

 Es un crédito para Doña Pippa que solo después de la publicación de la novela, y del debut de la primera adaptación de la BBC (2003) y del filme (2008), hayan aparecido textos de historia cuyo tema sea Mary Boleyn. Sin The Other Boleyn Girl, Alison Weír no hubiese publicado Mary Boleyn: Mistress of Kings (Maria Bolena: amante de reyes). Publicado en el 2011, ese libro es considerado un compendio historiográfico sobre la hermana de Ana Bolena, y aun así tiene más agujeros que un cedazo en lo que respecta a datos factuales sobre la dama.

Una Familia de Tantas
En La Otra Bolena, Philippa Gregory crea un retablo de marionetas donde los títeres son los miembros de la familia Bolena. Ahí vemos a esa comadreja ambiciosa llamada Tomás Bolena: su aristocrática esposa Lady Elizabeth Howard; El Tío Norfolk que quiere meter a una sobrina, la que, de la talla, en la cama del rey; y la inocente Maria y sus hermanos (mayores) la osada Ana y el ambiguo Jorge.

Fue gracias a ese retablo, que se armaron elencos futuros con rostros reconocibles. Por ejemplo, Lady Elizabeth no aparece en “Los Tudors” ni en “Wolf Hall’. Solo sabemos de su existencia porque Dame Kristin Scott-Thomas la interpreta en la película. Su interpretación de la matriarca Bolena es la de una mujer virtuosa, abochornada por la codicia de su esposo y hermano, y por la liviandad de sus hijas. Un retrato que no se parece al del libro donde la autora achaca a Elizabeth las mismas aviesas intenciones del resto de su familia y la involucra en la trata de blancas que es el negocio familiar.

Creo que ya es hora de hablar de la verdadera Mary y para eso hay que ir al principio que no es donde sus arquitectos del Tercer Milenio gustan iniciar su historia. En la adaptación fílmica de The Other Boleyn Girl, hay flashbacks a la infancia de los Hermanos Bolena. La unidad y cariño del trio Ana-Jorge-Maria es un tema recurrente tanto en Gregory y sus adaptaciones, como en “The Tudors”, tal vez para crear mayor empatía entre los personajes. Hilary Mantel en Wolf Hall toma otra actitud en la que hace que Maria le confiese a Cromwell que siempre ha existido una rivalidad entre ella y su hermana.

“Wolf Hall” comienza con Maria ya en la corte. La primera mención es cuando Cromwell informa al Cardenal Wolsey que Maria es la nueva querida del rey. Mas adelante, en su primera visita a Ana Bolena, Cromwell conoce a Maria, ya para entonces viuda y descartada por Enrique. Mantel no hace mención del pasado de Maria en Francia. Gregory comenta que las Bolena vivieron en Francia desde que eran pequeñas. En la novela de Gregory (y en la serie) Maria ya esta instalada en la corte y asiste a la ejecución del Duque de Buckingham, “su tío” (¿) He revisado toda la genealogía de Maria y en ninguna parte hay parentesco con Buckingham que es ejecutado por traición (en realidad por haberse peleado con Wolsey) a Enrique.  
El verdadero Sir Thomas Boleyn

La ficción muchas veces nos muestra a los Bolena como parvenus, tenderos burgueses sin aspiraciones a la nobleza. Si bien es cierto que Tomás Bolena era un millonario cuya familia había hecho fortuna en la mecería, por parte de su madre Lady Margaret Butler, no solo emparentaba con la más rancia nobleza irlandesa, además tenia sangre real siendo descendiente directo del rey Eduardo I y su primera esposa Leonor de Castilla. Mucho se habla de que Tomas Bolena hizo fortuna al casarse con la aristocrática Lady Elizabeth Howard, hija del Duque de Norfolk. Lo cierto es que aparte de ser mas rico que la novia, Bolena compartía su pedigrí puesto que Elizabeth descendía también de Eduardo, pero de su segundo matrimonio con Margarita de Francia.

Las Hermanas Bolena
En la adaptación fímica de La Otra Bolena crearon toda una entrada que difiere del libro y de la vida real. Tenemos a las Hermanas Bolena jovencitas (catorce y quince años) todavía vírgenes y solteras viviendo en el Castillo de Hever con su padre. En la vida real, Maria nació en 1499 y Ana un año mas tarde. El filme sigue la pauta de Gregory quien decide que Maria (Scarlett Johansson) sea menor, tal vez para explicar su timidez y sumisión. Lo que el filme no nos explica es por que la casan antes que a Ana (Natalie Portman).

Thomas Bolena (interpretado por un soñoliento Sir Mark Rylance) le consigue a Maria un marido en la nobleza local. William Carey (interpretado por un entonces desconocido y muy malgastado Benedict Cumberbatch) no consigue ganarse el corazón de la romántica Maria y mucho menos cuando en la noche de bodas se pone a orinar en una bacinica (¡!!)


Enrique VIII (Eric Bana guapísimo, pero muy lejos de parecerse al verdadero Tudor) viene de casería al Castillo de Hever. Bolena y su cuñado Norfolk (David Morissey) deciden empujar a Anne (que no necesita empujones) a la cama del rey. Toda la familia de acuerdo y hasta Enrique le entra al plan, pero la terquedad e impertinencia de Ana solo consiguen que al rey lo tumbe su caballo.

Con un chichón en la cabeza, lo último que quiere Enrique es ver a Ana. Mandan a Maria a atenderlo. Al rey le gusta más esta hermana reservada y dócil y exige que Maria vaya la corte a servir a su esposa, Catalina. Todos saben lo que eso significa. Todos contentos, menos Maria que tiene escrúpulos morales y eso que a su marido también le viene bien que la mujer ascienda en la corte, aunque sea horizontalmente.

¿Cuánto de esto viene del libro? NADA. Lo que pasa es que Doña Pippa se puso muy lenta y aburrida para contarnos esta historia Hubo que apurar un poco la trama para trasladarla a la pantalla.  La novela comienza con Ana ya sirviendo a Catalina y le toma años acostarse con el rey (y 7 capítulos embarazarse).   María es tan torpe que hasta agota la pasión de Enrique aun antes de consumar su relación. El pobre William Carey se lleva la sorpresa que lo hacen cornudo y eso lo entristece mucho.

Lo curioso es que ni libro ni cine nos mencionan las aventuras escabrosas de Maria en tierras galas. Ya les conté que no era inocente ni cuando Enrique la conoció bíblicamente mi siquiera cuando el marido hizo otro tanto.  Eso se le ha criticado a Gregory. Su afán de aplicar la dicotomía Madonna-prostituta a Las Hermanas Bolena. En su novela, Ana es la que ha vivido en Francia y la que (siguiendo ese viejo prejuicio anglo) se ha vuelto experta en cochinadas. Ella es la que aconseja a Maria de cómo comportarse con el rey y que, aunque ya lo tenga entre las sábanas, no debe ser una “puta floja” (lazy whore) y debe ‘trabajar” para no perderlo.

El Affaire Percy
En la película, Ana es desterrada a Francia luego de su divorcio de Henry Percy. Históricamente, la anulación de este matrimonio clandestino se le ha adjudicado al Cardenal Wolsey. Así lo vemos en la miniserie “Enrique VIII” (2003) donde Ana es interpretada magistralmente por Helena Bonham-Carter. Y así lo describen Maxwell Anderson en Ana de los mil días y Hilary Mantel en Wolf Hall (la serie recrea ese encuentro entre Wolsey y Henry Percy) y es la razón por la cual Ana odia al cardenal.
Percy, Ana y el Cardenal Wolsey en Ana de los Mil Días

En la novela de Gregory (y el filme) Ana decide que mejor es ser esposa que amante y se compromete en secreto con el hijo del Conde de Northumberland, Henry Percy. Con su acostumbrada impulsividad, Ana lo obliga a casarse y a consumar el matrimonio, sin permiso de los padres de ambos (ni del rey. Casarse entonces era asunto de estado).
Percy y Ana en Wolf Hall

En el libro, Ana se pavonea ante su hermana alardeando que se ha casado y acostado (wedded and bedded) con Percy. Maria cree que su deber moral es alertar a sus padres. Todos los adultos del cuento se confabulan y divorcian a la pareja. En el filme, vemos a Ana frenética galopar por una playa, tras jurar venganza, y supuestamente rumbo a Francia (o a un barco que la llevara al otro lado del Canal). En el libro es peor. Obligada por su madre, Maria le escribe a Percy (fingiendo ser su hermana) rompiendo su relación. Con razón Ana está tan enojada.

¿Hay algo de verdad en este cuento? En 1523, cuando Ana era dama de Catalina de Aragón, se comprometió con Henry Percy que era paje del Cardenal Wolsey. Percy recibió tremendo y público regaño por parte de su patrón. Había tres razones para oponerse a una unión Bolena-Percy. Como hija de un mero caballero (Tomás Bolena todavía no era Conde de Wiltshire ni Vizconde Rochford) Ana estaba muy por dejo de los Northumberland. B) Se la creía ya comprometida con un primo, Lord Ormonde. C) Se rumoraba que el rey estaba interesado en ella. El caso es que entre Wolsey y el Conde de Northumberland, anularon el matrimonio.

Ana siguió su vida de siempre (en el libro, Gregory la envía desterrada al castillo de la familia) y Percy fue obligado a casarse con Lady Mary Talbot. Percy y su mujer se llevaban como perro y gato. Unos años más tarde, Lady Percy solicitó el divorcio argumentando que su matrimonio no era válido, puesto que el marido estaba realmente casado con Mistress Boleyn. En la vida real, Percy tuvo que jurar ante un tribunal que esto no era cierto. En The Other Boleyn Girl, Ana obliga a su hermana a mentirle a Enrique sobre ese asunto. El rey le cree a Maria que su hermana nunca consumó su matrimonio, puesto que La Otra Bolena (al menos en la mente de doña Pippa) es una santa, incapaz de mentir.

En “Wolf Hall” el affaire Percy reaparece justo en medio del romance Ana-Enrique. Los Bolena se asustan, puesto que el poder que Ana ejerce sobre el rey reside en su virginidad. Hay una escena fantástica en la serie donde Cromwell se encuentra con la familia en masa (Maria y su cuñada Jane también están presente) encerrados en un cuarto, discutiendo el asunto, y lanzándose zapatos a la cabeza. La solución es poner a Cromwell a cargo de todo este asunto.
Percy amedrentado por Cromwell

De acuerdo con Mantel, Percy es un vulgar chantajista al que Cromwell encuentra en una taberna. Un poco de la labia de leguleyo, un poco de la violencia cromwelliana, y el cobarde Percy se retracta.  En “Los Tudor” no se hace mención de Percy. En cambio, se nos hace creer que Ana perdió su virginidad con su vecino y amigo de la infancia, el muy casado poeta Sir Thomas Wyatt.

Las Bolena según “Los Tudor”

 En suma, según Gregory, Ana se lanza a la caza de un rey para vengarse de la hermana que destruyó su matrimonio. Según Mantel, Maria nunca fue importante para Enrique, pero igual Ana se encapricha porque desde pequeña siempre ha querido lo de la hermana. Hirst en cambio parece adherirse a la idea de que Maria fue un solo un amor de paso, por lo que no le molestaría mucho que su hermana la reemplazara entre las sabanas del rey. De toda la ficción contemporánea sobre Las Bolena, “Los Tudor” es la única que describe la vida de Maria en Francia.

En el primer episodio de “Los Tudor”, Enrique recibe la visita de su embajador en Francia, Sir Tomas Bolena. Le encarga los preparativos para su famoso encuentro en el Campo del Paño de Oro con el Rey Francisco. Le pide informes sobre la corte gala. Siguiendo un viejo cliché de la ficción inglesa de que Francia es un país sexualmente corrupto, Bolena le habla sobre las picardías que tienen lugar en esa corte. Enrique se sorprende puesto que Bolena ha llevado a sus hijas a vivir con él a Paris. El embajador le asegura que tiene a sus niñas muy vigiladas. Al final del episodio nos damos cuenta en que consiste esa ‘vigilancia”. Bolena desea presentar a sus hijas a Enrique para ver cuál puede ser concubina del rey.

Perdita Weeks interpreta a una atolondrada y Maria que se ríe e hipa al mismo tiempo. Contrasta con la discreción y serenidad de Natalie Dormer que da vida a Ana. Durante el encuentro en el Paño de Oro, Francisco le señala a Enrique a Maria e insinúa que son amantes. Enrique que tiene una extraña relación con Francisco, que bordea a ratos en bromance y en otros en rivalidad psicótica, decide probar a “la yegua inglesa”. Maria lo sorprende con su habilidad para la felación. tras lo cual se hacen amantes, pero como otras mujeres que la serie nos muestra dando brincos en la cama del rey Tudor, Maria no dura mucho ahí ni adquiere gran poder.

Unos años más tarde, cuando Enrique se interesa en Ana, ahora dama de su hermana Maria Tudor, en la puesta en escena del Castillo Verde, La Otra Bolena (presente) ya no representa nada para el rey. Enrique puede perseguir a Ana sin remordimientos por su anterior relación con la hermana. En la vida real, Enrique tenía tan clara la gravedad (desde un punto eclesiástico) de su relación con Maria que cuando solicita su divorcio de Catalina al Papa, también solicita una dispensa para casarse con la hermana de una ex amante.

La Educación de las Bolena
“Los Tudors’ no hacen caso de este reparo, a pesar de que Hirst es el único en poner a Maria en suelo francés y describir su posible relación con Francisco I.  La realidad es un poco más extensa. Como todas las familias aristocráticas, los Bolena mandaron a sus hijas a educarse al extranjero. Las cortes europeas eran el equivalente a nuestros internados suizos. A los 12 años, Ana fue colocada en la corte de Margarita de Austria, un centro cultural de ese tiempo. Ahí Ana aprendió a hablar francés fluido y le tomó aprecio a los libros y las artes.
Margarita de Austria en "Carlos Emperador"

Maria, en cambio, fue enviada, en 1514 a Francia, como parte del cortejo de la princesa Maria Tudor que iba casarse con Luis XIII. Poco después, Ana se reuniría con su hermana. Se sabe que Ana permaneció en la corte gala, aun después que la reina enviudara y se casara con el Duque de Suffolk. Por ese entonces, Ana encontró otro puesto en la casa de Claudia, hija de Luis, y esposa de Francisco.

 Maria regresó a Inglaterra en 1519 (por lo que no pudo haber un encuentro con Enrique en El Campo del Paño de Oro que tuvo lugar un año más tarde). Sin embargo, el rumor en su día es que Maria había sido obligada a regresar puesto que su reputación en Francia estaba hecha trizas y la reina Claudia no la quería cerca del marido.
                                                 Claudia de Francia según Los Tudors

Maria entró a servir a Catalina de Aragón como su dama, apenas llegada a Inglaterra. Es posible que ahí haya atraído la atención de Enrique. Al menos, el rey estuvo presente en la boda de Maria con William Carey, un año más tarde. En 1522, Ana regresó a Inglaterra y también entró al servicio de la reina Catalina. Tuvo más éxito que su hermana debido a su agudeza, su elegancia y su conocimiento de la cultura francesa. Tal como nos la muestra “Wolf Hall”, hablaba ingles con acento galo (“Cremuel” como le dice a Cromwell) y salpicaba su conversación con frases en francés.

No hay fechas para la relación entre Maria y Enrique. Se cree que se convirtió en la concubina del rey poco después de casada y que esa relación puede haber durado hasta 1525 o 1526.  A pesar de que Hirst nos hace creer que Enrique se interesó en Ana durante el espectáculo del Chateau Vert (1522) para entonces, el rey tenía relaciones ya con Maria, y Ana estaba con Henry Percy. Tras la anulación de su matrimonio (1523), Ana fue desterrada por su padre al castillo familiar, no volvería la corte sino dos años mas tarde. Fue en 1526 cuando se volvió pública la obsesión del rey por Mistress Boleyn.

La pregunta que se hacen los historiadores es ¿cómo reacciono Mary? Siguió en la corte? Se fue con su marido? Sirvió a regañadientes a su hermana? Y aquí entra en juego la pregunta. ¿Tuvo Maria algo que ver con la caída de su hermana?  Para los que creen a Ana culpable de los cargos que la llevaron al cadalso, la pregunta es otra. ¿Fue La Otra Bolena cómplice de su reina?

María, Cómplice de Ana
Esta pregunta no tiene espacio en “Los Tudors” Ahí Mary es un accesorio del decorado, tal como una silla, aparece poco, la cámara no la toma en cuenta, parece llevarse bien con la hermana. Ana le cuenta que está embarazada y Mary luego se ve en la iglesia fungiendo como madrina de Isabel (un detalle totalmente falso).

En “Wolf Hall”, la complicidad es nula. Maria le tiene mas lealtad a Cromwell que a su detestada hermana. Como la novela está escrita desde el punto de vista de Cromwell, las confidencias de Maria sirven para saber que ocurre en sitios que Cromwell no frecuenta. Es Maria quien le cuenta como Ana manipula al rey, negándole favores sexuales. Es ella quien le revela en Calais que Ana está desnuda en brazos de Enrique.

En el libro, es Mary Shelton quien solicita una biblia para que su prima haga jurar al rey que se casaran una vez que estén de regreso en Inglaterra. En la serie, es Maria la encargada. Tiempo después, es ella quien revela a Cromwell que Ana está embarazada. A pesar de que Mantel esta casi segura que Ana fue adultera, ya para su caída, Maria no está en ninguna parte del paisaje.


La idea de la complicidad de La Otra Bolena es estrictamente idea de Philippa Gregory. En el libro y filme, Ana regresa a la corte cuando su hermana esta embarazada. La idea es que, Enrique no busque consuelo en brazos de otra. Para eso Ana debe “entretenerlo” lo hace tan bien que separa a Maria de Enrique. En el libro, Maria maldice a su hermana deseando que Ana muera por” ser tan codiciosa” ¡Se consuela burlándose de Ana con Catalina! Ah, pero como es Santa Bolena traiciona la confianza de su reina delatándola con Tío Norfolk.  En la película, Scarlett solo nos muestra la cara llorosa de Maria que llega verse bovina de tan aguantadora que es.

Mientras Anne pasa miserables siete años de espera para casarse, Gregory tiene a Maria como yoyo entre la corte y el campo, entre atender a su marido e hijos o ir a escuchar su hermana quejarse.  Sin embargo, son Jorge y Maria (la inocente Santa Bolena) los que le enseñan a Ana a “atender” al rey sin tener que comprometer su virginidad. Ese es el gran problema del libro, Maria es un personaje tan contradictorio.

En la película, Maria solo regresa la corte para convencer a Enrique que Ana sigue virgen, a pesar de su matrimonio con Henry Percy. En el libro, Maria se vuelve tan compinche de Ana que hasta se acuestan en la misma cama, y con George en el medio. Lady Rochford, la esposa de George los ve y comienza a sospechar que este trio tiene costumbres poco hermanables. Maria nota que Jorge y Ana no se besan como hermanos, pero le es mas cómodo hacerse la loca.
La Conspiración de Los Bolena

En el filme, Enrique viola a Ana y la embaraza, solo entonces se casan.  El libro es mas apegado a la realidad, con el viaje a Calais, y la consumación que culmina en embarazo. Mary debe dejar a sus hijos (y al nuevo marido que tiene escondido de la familia) para asistir a su hermana hasta el nacimiento de Isabel. Es Maria a quien Ana recurre cuando pierde al segundo bebé.

Maria solo consigue librarse de ese ambiente y de ese comportamiento supino y masoquista, cuando Ana descubre que se ha casado con un pobretón y la destierra al Castillo de Hever, donde se van a esconder las hermanas cada vez que meten la pata. Pero Ana no puede pasársela sin la hermana y la hace venir porque ha vuelto a embarazarse, pero nuevamente pierde el bebé.

Mary vuelve a Hever, Ana esta embarazada de nuevo, Mary debe regresar a la corte, etc., etc. ¿Diferencias esta vez? Es obvio que el eufemismo de Ana (“fui al infierno a buscar este hijo”) y la actitud de Jorge indican que el padre no es Enrique. Aun así, Maria tiene un mega Síndrome de Estocolmo y sigue alcahueteando las locuras de sus hermanos. Amenaza a Jane Seymour con sacarle los ojos si se acerca al Rey, y trata de sobornar a la partera que ayuda a Ana a malparir un niño deforme. La partera prefiere la gloria de decirle a Enrique que es padre de un monstruito muerto (al parecer la deformidad de debe al incesto).

En el filme lo hicieron todo un poco mas coherente. Maria se casa con William Stafford solo al final, nunca es exiliada. Ayuda a Ana con un solo aborto. Se horroriza ante el plan de Ana de engendrar un hijo con Jorge y se marcha por un tiempo de la corte. Regresa solo para pedir clemencia por su hermana y para hacerse cargo de Isabel. Un detalle totalmente no-histórico y del que hablaré en mi próximo blog donde comentaré sobre los descendientes de Maria quienes hasta el día de hoy conservan, sino el nombre, la sangre de los Bolena.