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miércoles, 29 de octubre de 2025

El Antisemitismo Cultural Polaco: ¿Se manifiesta en The Breslau Murders?

 


Acabado de ver el cuarto episodio, Gato Rafael me preguntó por qué le había recomendado una serie donde todos los judíos eran malos . Ahí caí que cada judío de este cuento encarna un estereotipo antisemita. Con este leitmotiv se disminuye la tragedia judía y da una impresión de que las víctimas eran unos rufianes. Ese negativismo sutil está muy de moda en las series angloparlantes, fomenta la judeofobia y es, tristemente, un dejo del pasado que resurge en el antisemitismo presente. Revisemos la galería de los miseros representantes de la raza hebrea en The Breslau Murders:

Jugadores, Lascivos y Mendigos

La primera en aparecer es la niñita de las trenzas cuya presencia motiva a Podolsky a matar al “Monstruo de Breslau”. Luego vemos que mendiga por las calles de la ciudad. Ejemplo 1: judía mendiga=lumpen.



Nuestro segundo ejemplo es Leon Rosenblum, el atleta polaco que se mofa de la superioridad deportiva aria y exhibe una arrogancia impertinente. Para colmo se lleva a una prostituta aria al cuarto del hotel donde los sorprende el serial killer: Ejemplo 2: Rosenblum arrogante y putero=lascivia y soberbia judía.



Quería detenerme en una omisión importante de la serie sobre las políticas del Tercer Reich.  A partir de las Leyes de Nuremberg (1935), se prohibieron terminantemente no solo los matrimonios sino también las relaciones heterosexuales entre judíos y arios. En el caso del hombre no había mucho castigo, pero la mujer aria que sostenía una relación con un judío era considerada “impura”, contaminada para siempre y por lo tanto inadecuada para ser esposa/ amante de un ario y madre de sus hijos.

Por muy prostituta que fuese, Zelda no hubiese arriesgado sus posibilidades de trabajo, ya que ningún burdel la admitiría. Hablando de lupanares, el dueño del sitio donde trabajaba Zelda y que frecuenta Podolsky, se llamaba Leviakov, un apellido judío. Aunque los prostíbulos pulularon durante el Tercer Reich  (el famoso Salón Kitty) no había empleo para prostitutas judías ni para sus padrotes. Ninguna campaña de blanqueamiento del ‘36 cambió esa situación. Así que Leviakov está ahí solo para recordarnos que… Ejemplo 3 : judíos=trata de blancas

Casi al final del episodio, Podolsky se encuentra con su ex forense, Otto Kracauer, en el casino. El médico está feliz porque se ha levantado la prohibición de que los judíos no puedan entrar en casas de juego. Aunque el Dr. Kracauer es el judío más simpático y benévolo de la serie, lo que primero vemos es su afición a la ruleta. Ejemplo 4: Judío Jugador= gente viciosa aficionada al dinero fácil y a los juegos de azar.




La Pornografía Judía

Pasamos a la tercera víctima, otro judío. Bruno Blumenstein. A este lo vemos antes y después de muerto. Lo vemos en su estudio de fotografía quemando fotos. Aparece un hombre, solo lo vemos de espalda que le dispara. A la mañana siguiente, Abram Niepold, el joven asistente del fotógrafo,  encuentra a su patrón asesinado y sin ojos. Curiosamente, el cadáver está rodeado de fotos que el chico se apresura a ocultar.





Cuando llega Podolsky comienza registrando el local y descubre en un doble fondo de un buffet varias fotos de tipo erótico. Cuando interroga a Abram, este niega saber de qué se trata. Podolsky le toma un extraño fastidio y, sin tener motivo, hace que lo encierren en una celda con criminales comunes.

Como no hay récords criminales de Blumenstein, Podolsky va a la comunidad hebrea de la ciudad a entrevistarse con Herzog, el rabino en jefe. A pesar de que Herzog le da un cumulo de datos sobre el fotógrafo y, sin hacerse la víctima, revela el pésimo estado de los judíos de Breslau, durante toda la entrevista Podolsky no dice una palabra, pero fija una mirada despectiva en el rabino.

Ese desprecio no lo reserva para un muy buen sospechoso. Fischnell, un jefe nazi local que amenazaba al fotógrafo para que le vendiera su local a un precio mínimo . Como explica el Rabino Herzog, esa es la costumbre de los nazis, obligar a los comerciantes a venderles sus negocios por mucho menos de los que valen. Este nazi que amenazaba a Blumenstein lo hizo apalear en varias ocasiones. Es un ex proxeneta que una vez fue acusado de matar una prostituta.



A estas alturas, ya Podolsky sabe que el verdadero objetivo del Quemador de Ojos era Zelda, no Rosenblum. Aparte de todos estos factores, Fischnell tiene vasto acceso a la clorina que el asesino en serie usa para quemar los ojos de sus víctimas. Aun así, Podolsky gasta poco tiempo en Fischnell, no lo obsequia con más sarcasmo o brutalidad que a otros, y deja caer ese sospechoso sin siquiera gastar tiempo en investigarlo.

Mientras interroga a sus amigas prostitutas, Podolsky accidentalmente se tropieza con un dato importantísimo. El fotógrafo era el otrora famoso “Budo Blumenstein”  creador de películas “artísticas” (léase filmes eróticos). Armado con este conocimiento, el comisario vuelve a interrogar a Abram Niepold, sabedor de que el chico ha sido brutalizado en la celda común.

Ahora amenazándolo con la Gestapo, y mirándolo con el mismo desprecio con el que miró al Rabino Herzog, consigue confirmación de que el fotógrafo y Zelda eran cómplices que creaban filmes y fotografías con contenido sexual y que posiblemente chantajeaban clientes para conseguir dinero y huir juntos a América. Ejemplo 5: Blumenstein, fotógrafo de encueradas a las que chantajeaba= judío extorsionador y pornógrafo.



Era una creencia de los antisemitas, y no solo en Alemania de que la industria pornográfica era manejada por judíos cuya intención era pervertir a los jóvenes. Lo que se llamaba “pornografía” entonces no es lo que conocemos hoy, filmes en los que se retratan simulacros (y no tan simulacros) de actos sexuales para excitar a determinado público.

La República de Weimar se conoció por su liberalismo de costumbres o libertinaje como lo llamaron sus detractores. Existía un gran interés por enfermedades y desviaciones sexuales. Como expliqué y vimos en el documental de Netflix,  El Dorado, en conjunto con bares gays, espectáculos desnudistas en cabarets y revistas pornográficas, existía el instituto de Magnus Hirshfield dedicado a estudios sexuales y donde se efectuaron las primeras operaciones de cambio de sexo.

El cine no se abstuvo de participar en ese zeitgeist. Las temáticas eran muchísimo más fuertes que en Hollywood. Recordemos los filmes de la escandalosa Anita Berber y joyas como Tres Páginas de un Diario de Pabst o la famosa Metrópolis.  También fue el nacimiento del cine queer que era considerado como “concientizador” y “educativo”. A lo que voy es que un director de filmes eróticos que en la progresista” sociedad de Weimar sería considerado un artista más, en el Tercer Reich seria visto como un corrupto, y más siendo judío.





   
                                                   Afiche de un filme de Anita Bereber

Polonia y El Antisemitismo Sistémico

Quizás The Breslau Murders no sea una representación ni completa ni veraz de la vida en Silesia en 1936, pero es una ironía que si nos brinda un retrato negativo de los polacos (Podolsky) y ejemplariza una característica de su cultura. Desde la Partición de Polonia, en días de Catalina la Grande, que esa gran nación ha sufrido de un sistémico antisemitismo cultural.

Algo en lo que no erró Krol fue en mostrar esa judeofobia en los ‘30, tanto en el auge del nacionalismo fascista como en el socialismo gubernamental. Hoy en día, un partido como Corona tiene muchísimos adherentes y su líder,  Grzegorz Braun, bajo la máscara del antisionimo, fustiga a sus compatriotas a desarrollar sentimientos que van más allá del repudio a Israel. Como ejemplo recordemos que el ultimo diciembre, Brun protagonizó un incidente durante las celebraciones de Janucá llegando a apagar con un extinguidor el menorah que habian encndido en el parlamento polaco.



Esto no significa que exista en mi un sentimiento antipolaco. Seria renegar de una gran y sufrida tierra donde se recibió a los judíos en un tiempo en que monarcas medievales y renacentistas los habían expulsado de sus reinos. En ningún momento he querido ofender al país mártir de los nazis, al pueblo más perseguido y maltratado por el gobierno hitleriano, después de los judíos. Según Keith Lowe en su Savage Continent, 6 millones de polacos (160.000 judíos entre ellos) perecieron durante la Segunda Guerra Mundial.

No olvido que la mayor cantidad de rescatistas que Yad Vashem ha homenajeado como “Justos Entre las Naciones” está compuesto por ciudadanos de esa nación eslava,  y tampoco olvido que Polonia fue uno de los países que votó en la ONU a favor de la creación de Israel.

Es mi sentir que esa generosidad coexistió con un antisemitismo sutil que permeó las relaciones judeo-polacas a través del Siglo XX durante gobiernos en su mayoría de izquierda y que sigue existiendo hoy. Es mi sentir que se manifiesta sutilmente en su representación de judíos en la ficción como lo demuestran Los Crímenes de Breslavia. Sigo recomendando la serie por entretenida, por ser visualmente atractiva, pero para quien se da el trabajo de verla un par de veces (como Gato Ernesto y yo) da mucho que pensar sobre esos tiempos y se vale compararlos con los de ahora.

 

 

martes, 15 de noviembre de 2022

Crímenes de Fin de Siglo: Paris Police 1900

 


Francia es sacudida por olas de xenofobia y antisemitismo; el gobierno es débil,  y los extremistas antinmigrantes pelean con una izquierda anarquista. No nos referimos al momento actual, sino al Paris de 1899. La víspera del nuevo siglo es un momento ajetreado para la policía parisina, el presidente ha encontrado una muerte bochornosa en medio de una sesión de sexo con una cortesana; se habla de liberar al Capitán Dreyfuss lo que ha provocado un resurgimiento de la violencia antisemita que dividió al país hace unos años;  y en medio de tanto revuelo, se encuentra flotando en el Sena un cadáver de mujer descuartizado. ¿Como se conecta este femicidio con el caos social a su alrededor?  Eso es lo que descubrimos en esta magnífica serie francesa.

El Punto Débil: La Estética

 Aunque su filmación comenzó en el 2019 , Paris Police 1900 tuvo que esperar casi dos años para acabar de filmarse y debutar en la televisión francesa en marzo de 2021. Casi inmediatamente la compró la BBC y le puso sus subtítulos en inglés. Aquí al otro lado del Atlántico hemos tenido que esperar hasta septiembre para verla por MHz Choice. Lo interesante es que ha llegado simultáneamente y con subtítulos en español a España donde pueden verla en el Canal Cosmo.

Es una serie tan buena que prefiero comenzar mi reseña en su punto débil que es el look estético muy poco atractivo. No podemos culpar a influencias anglosajonas puesto que es un detalle propio del cine galo de este siglo. Yo noté este feo color e iluminación difusa en filmes de época de comienzos de siglo como la versión francesa de Arsene Lupin y Un largo domingo de noviazgo de Audrey Tautou. Esa concentración de amarillos chillones que reemplazan al sepia, y de negros azulados, esa oscuridad, esas figuras sometidas a una tridimensionalidad deshumanizante, esa estética de video juego reaparece aquí.



El Punto Fuerte: La Veracidad Histórica

Este defecto es opacado, por suerte,  por otro factor impresionante: la veracidad histórica y la buena atmosfera que nos lleva a una Belle Epoque,  tal vez no en tonos pastel como la de El Bazar de la Caridad, pero mucho más digestible. Efectivamente, existió un presidente llamado Félix Fauré que murió en circunstancias bochornosas. Efectivamente, a la hora de su muerte le practicaba una felación una famosa cortesana llamada Marguerite “Meg” Steinheil (Evelyn Borchu de Orphan Black y Camp X).

Efectivamente,  en 1889, el rumor del regreso del Capitán Dreyfuss de La isla del Diablo suscitó un alboroto social aunado a una ola antisemita parte de lo que los historiadores franceses llaman L’affaire Dreyfuss. Efectivamente, un eje importante de este antisemitismo sistémico era la Familia Guerin.  Efectivamente Jules Guerin fue el líder de La Fuerza Antisemita Francesa y editor del semanario   L ‘Antijuif (El Antijudío). No sé si realmente degollaba cerditos en el escenario, pero si se atrincheró en su casa de la Rue Chabrol por más de un mes, hasta que aburrimiento y hambre lo hicieron entregarse (lo de la ayuda de los anarquistas es invento de la serie).'



Efectivamente,  ante una crisis política tan peligrosa, se solicitó el regreso del Comisario Daniel Lepine de Argelia donde había manejado admirablemente unos pogromos de la población árabe en contra de los judíos. La serie nos lo encuentra cazando en las propiedades de su esposa. Un invento de la serie es hacer a Madame Lepine drogadicta. un problema que afectará la carrera de su esposo.





Efectivamente Jeanne Chauvine (Eugenie Derouland de World on Fire)fue la segunda francesa en graduarse en Derecho Penal y la primera en tener permiso para ejercer su carrera en tribunales. Efectivamente, Meg Steinheil era hija de familia adinerada que encontró mayor fortuna como cortesana que como esposa. Incluso con el dinero de sus amantes le costeaba la carrera a su pintor-marido y sus buenos contactos se convertían en compradores de los cuadros de Monsieur Steinheil.



Efectivamente, el Duque Jean de Sabrán-Ponteves, miembro de una linajuda familia de la aristocracia provenzal, colaboró con la Liga Antisemita. En la serie lo convierten en “Henri”, lo rebajan a “conde” y le ponen un hijo, el bello y melancólico coronel Gabriel, que,  sin embargo,  es tan poco confiable como el padre.

                      El Coronel Gabriel le roba el corazón a la cortesana

Lo admirable de la serie es como combina realidad y fantasía de una manera tan equilibrada que uno ya no sabe que es lo más interesante. Meg efectivamente parece que poseía un manuscrito de Fauré conteniendo secretos de estado, pero nunca lo hizo público. No fue ni soplona (“mouchard”) ni espía de la policía, aunque eventualmente se la acusó de matar a su madre y a su marido. Françoise Nury (el autor de la maravillosa La muerte de Stalin),le ha fabricado un cuento no de hadas pero que si funciona. Así Meg se convierte en la protagonista femenina de una saga de machos.


                                       La verdadera Marguerite Steinhal

Meg y Lepine son los personajes más interesantes de lo que debería ser un relato de comisaria como Endeavour o Los Intocables. En cambio, Paris Police 1900 logra lo de Babylon Berlin,  retratar una época, ver problemas que repercuten en la Francia de hoy,  y examinar el rol de la mujer en una sociedad considerada en su entonces como la cúspide de la civilización y del progresismo.

¿Quién es la Descuartizada?

No es que no nos detengamos en los quehaceres policiacos,  que componen más de la mitad de la trama. Gastamos mucho tiempo en la comisaria donde se la pasan en chismes, haciendo chistes machistas sobre mujeres abogados, la esposa de Lepine,  o cantando cancioncillas sobre piojos en el pubis. Contrasta esta misoginia con momentos de humanidad sobre todo con esposas desvalidas.

Los policías convencen a un esposo de no presentar cargos contra una esposa infiel lo que acabaría con ella en la cárcel. El temible Fiersi, tras torturar a un hombre para que confiese un crimen que no cometió, paga medio año de renta a la familia de este y le ofrece empleo a la esposa.

                                   Fiersi, La Bestia

Fiersi, padre y esposo devoto, es el perro fiel del siniestro Puybaraud, un comisario que está empeñado en destruir tanto a facciones antisemitas como a los anarquistas. Aunque sus objetivos sean justos, sus métodos son deleznables y es Fiersi quien cumple con sus perversos encargos desde amenazar físicamente a Meg,  hasta utilizar a Marie Lepine para destruir al marido cuyo puesto Puybaraud codicia.

                            Puybaraud, el Corrupto

Su contraparte es el lacónico e impulsivo Antoine Jouin. Solitario, sin familia, pero sensible, Jouin es buen amigo y deseoso de hacer una justicia que no solo beneficie a los poderosos. Lo vemos por primera vez cuando con un piquete de polizontes intenta derribar la puerta detrás de la cual se oculta una poderosa criminal: una pobre adúltera. El marido injuriado viene a la cabeza del batallón de policías.

                              Jouin,  buen policia pero mal genio

La pobre Madame Chagnolle, aunque víctima de un mal esposo que le ha gastado su dote y que,  por soledad e ignorancia ha caído en brazos de un seductor, va a parar a presidio. Jouin se apiada y convence al maridoun importante empleado de un ministerioque un escándalo no le conviene. El marido se lleva a su mujer.

                           Helene, la adúltera

Unos días más tarde, Jouin visita a Helene Chagnolle . La encuentra golpeada. Ella le cuenta que su madre la recibirá de regreso ahora que planea abandonar a su esposo abusador. Jouin parece enamorado de ella. Eso explica su alteración cuando la madre de Helene pone una denuncia: su hija ha desaparecido. Esta desaparición coincide con un macabro hallazgo:  un torso femenino sin piernas ni cabeza aparece dentro de un baúl que flota en el Sena. Todo indica que se trata de Helene.



Jouin,  acompañado de más policías, parte a interrogar a Chagnolle. Este los recibe a balazos. Mata al Inspector Morpinet mejor/único amigo de Jouin. El policía,  enfurecido por partida doble,  entra y mata a Chagnolle. El problema es grave. El muerto era un funcionario público, a juzgar por la literatura que se encuentra en su casa era miembro de la Liga Antisemita, y el cadáver no era el de su esposa. Lepine consigue ocultar la evidencia de un asesinato. Pero exige a Antoine que encuentre al descuartizador.

La segunda prioridad de Lepine es encontrar la manera de neutralizar a La Liga Antisemita y a sus despreciables lideres, Los Guerin. Con la prensa a su servicio, Los Guerin inventan desde que el Presidente Fauré fue asesinado por su médico judío hasta que Chagnolle fue ultimado por la policía porque conocía secretos de una conspiración judía. (Una ironía es que cuando Meg Steinheil fue enjuiciada por doble asesinato, la prensa antisemita la acusó de haber asesinado a Fauré).

                      Los Hermanos Guerin

Se descubre que Chagnolle efectivamente mató a su mujer y escondió el cadáver en una gran cesta que envió a Bélgica. Los antisemitas son de temer, no solo queman quioscos , apalean niños judíos y descuartizan cerditos. Matan a quien los traicionan sea una esposa infiel o un carnicero delator al que ultiman asfixiándolo con su propia estufa (tal como los antisemitas acabaron con Emile Zola y su esposa).



¿Será posible que la descuartizada sea Josephine Berger quien chantajeaba a alguien cercano a Los Guerin? Algo que debe tener en mente Meg que ha sido presionada por la policía a infiltrar La Liga y a acercarse a Jules Guerin para precipitar su caída. Es interesante como la serie nos muestra el tipo de personas que son Los Guerin: no temen derramar sangre, su antisemitismo no excluye ni a los niños, pero son totalmente dominados por su madre y creen en horóscopos y en mensajes del Mas Alla.

La serie nos da un espectáculo de la época,  desde los problemas que enfrentan las mujeres para ingresar en el mundo profesional hasta la modernización del equipo policial. Como somos una generación de adictos a NCSI, nos gustará un personaje importante, El Profesor Gabriel Bertillon, pionero de la medicina forense gala.


                               
                                    Bertillon y su NCSI de Fin de Siecle


También vemos el cambio sorprendente que Lepine efectúa en el cuerpo policial al instalar una central telefónica. Ahora el público puede comunicarse directa y anónimamente con los detectives y a estos se les puede encontrar en cualquier sitio (donde haya teléfono). También crea escuadrones de policias en bicicleta. Esto no hace mucha gracia a los policías y Lepine se hace de un par de enemigos. Algo que lo hermana con el enojón Antoine Jouin.



Paris Police es una serie espectacular, a pesar de su oscuridad y mal uso del color. A pesar de sus actuaciones desiguales es un espectáculo que te tiene al borde del asiento y que hace pensar en el pasado y verlo reflejado en el presente con estadísticas de que solo en 1899,  247 mujeres desaparecieron en Paris. ¿Cuántas desaparecen hoy?  O el descubrir que aún con tanto malandrín suelto la policía parisina no tenía derecho a portar armas.

Contenido Violento y Gory: No es para estómagos delicados. Vemos golpizas, incluso a niños,  mujeres abusadas, asesinadas y torturadas, conejos baleados y despellejados,  y cerditos degollados. Muchos primeros planos forenses para denotar la sapiencia de Bertillon.



Desnudos y Situaciones Sexuales. A pesar de que la primera escena contiene la escena erótico-fatal de la muerte de Fauré, tanto el presidente como Meg están vestidos. En el segundo episodio,  Meg posa para su marido vestida con una túnica transparente. Solo la vemos desnuda en el quinto episodio en brazos del Coronel Sabrán. Por supuesto, los cadáveressobre todo el de la descuartizada son expuestos totalmente desnudos a pesar de ser un rompecabezas de miembros amputados.

La situación sexual más fuerte e incómoda involucra a Marie Lepine. Puybaraud decide deshacerse de su rival usando el punto más débil del Comisario Lepine: su mujer. Sabedor de que Marie es morfinómana, le tiende una cruel trampa. Hace que Meg se amigue de ella y la introduzca al uso de la heroína.


                                      Matrie Lepine, La Drogádicta



Madame Lepine termina narcotizada y expuesta a todo tipo de abusos. Aunque Meg cree que la trampa consiste en tomar fotografías de la drogada en paños menores, se horroriza al saber que el plan consiste en fotografiar a un gigolo violando a Marie “de todas las maneras posibles”. Indignada,  la cortesana amenaza con armar un escándalo y libra a Marie de un ultraje, pero no de la vergüenza. La policía la encuentra tirada en el pavimento drogada y medio desnuda y la cree una prostituta. Solo cuando Bertillon la reconoce, Madame Lepine logra evitar encarcelamiento.

Contenido Feminista: Este es casi un artículo aparte. A pesar de que son los policías machistas, las autoridades patriarcales,  y en general,  todo pareciera una batalla entre diferentes grupos de testosterona,  Paris Police destaca por sus personajes femeninosvíctimas y empoderados que ofrecen una visión feminista sin caer en boberías mituteras. Eso lo consigue la serie equilibrando relatos de mujeres de diferentes clases sociales.

Helene Chagnolle es la eterna víctima. Inculta, pero poseedora de una dote (algo común en la clase de campesinos acomodados),  consigue un marido de clase más alta. Su calvario es estar casada con un bruto que abusa de ella. Un halito de libertad es un affaire, pero ahí Helena descubre que ante los ojos de la ley gala es una criminal. Solo la caridad de los policías evita que sea enviada a prisión, pero no evita que el marido la golpee y la asesine.



La modistilla Josephine Berger se enrola en el equipo de informantes-espías (mouchards) de la policía. Embarazada ya no sirve a sus jefes quienes la envían a St. Lazare.  Salida de la cárcel no ve otro camino que el chantaje lo que la lleva a una muerte horrible.

Contrasta con ellos Meg Steinhil, cortesana ‘”respetable”, reconocida figura pública, amiga de gente importante. A ella no se la lleva presa por adúltera. Por el contrario, mantiene al marido cornudo con su trabajo que en otras esferas seria denominado ‘prostitución’. ¿Qué la hace diferente? Que viene de familia acomodada, que es instruida y fina, pero comparémosla con otros personajes femeninos de clase alta y veremos diferencias.

Madame Guerin es un pilar de la sociedad: viuda respetable, católica ferviente, representa los valores de la Vieja Francia, incluso espera el regreso de un rey . Sin embargo, su poder está circunscrito al dominio que ejerce sobre sus hijos.  Ella los envía a cometer los peores crímenes en nombre de D-s y la patria. Cuando Los Guerin (que son un poco bobos) traspasan el límite de la ley y caen en desgracia,  Madame Guerin pierde todo poder inclusive sobre ellos.

                     Maman Guerin y sus horribles hijos.

Otro caso tristísimo es el de Marie Dulac, esposa de Lepine. Mujer adinerada de la alta sociedad se ha vuelto drogadicta . Le contará a Meg que lo hace debido al desamor de su marido quien la “engaña” con su amante…Francia.  Es extraña esta soledad amargada que se ha impuesto, solo porque su marido es un devoto servidor público. Incluso la maternidad y la infidelidad que son el refugio de esposas abandonadas no la llenan. Tiene a sus hijos en un internado y sus amantes no la han hecho sentirse menos sola. Sus amistades la meten en la droga y su médico no tiene reparos en recetarle morfina para crearse su propio “paraíso”.





No me inspira lástima. ¿Como comprarla con Meg que vive para su pequeña, que todo lo que hace es para que Marthe nunca caiga en el mundo de locuras que ha tenido que vivir su madre? Vemos como Meg se toma un tiempo de su ajetreada agenda para leerle cuentos a su hija. Nunca vemos a Marie Lepine haciendo algo hogareño, algo que la haga construir un paraíso en la realidad. Incluso después que su marido le pide perdón y le confiesa su amor, Marie sigue tratándolo con sarcasmo como si él fuese su enemigo.



Madame Guerin es un personaje que inventaron para la serie,  tal como la drogadicción de Madame Lepine. Son buenos recursos dramáticos,  para mostrar de donde nacen las ideas facciosas de Guerin y para crear esa subtrama en la que Lepine es puesto en una situación vulnerable. Sin embargo, hay otra dimensión que se alcanza en función de esos personajes.

Aparte de mostrar la corrupción de las clases pudientes francesa, y de señalar que los antisemitas son unos tontos crédulos, que dependen de mensajes de médiums o de una jeringa (las amiguitas drogadictas de Marie son bona fide Anti-Dreyfuss),  estas mujeres ociosas resaltan el poder de una Meg Steinheil y de una Jeanne Chauvine.



Si Madame Steinheil representa el grado de autoridad que alcanzaron las demi-mondaine en el Siglo XIX,  la abogado Chauvine representa una mujer que tomó otra vía de empoderamiento. A pesar de ser la mejor alumna de la Facultad de Derecho y de obtener su título no se le permite ejercer en los tribunales, solo “asesorar”. Como ningún abogado serio la admitiría, Jeanne se ve obligada a trabajar en el bufete de Albert Weidman, en el barrio judío (La Vilette) de Paris.

 Cuando Guerin apalea a un pequeño vendedor de periódicos, el padre va la comisaria a denunciar el crimen y es acompañado de Jeanne Chauvin. La policía no desea tomar parte en el asunto. El bondadoso inspector Morpinet le aconseja al judío irse por la paz, lo que haga en contra de Guerin puede provocar líos peores. Indignada, la abogado apostrofa al inspector. Cuando Morpinet y la policía descubren que Jeanne es abogado se parten de la risa.



Días después siguen riéndose. Jouin que desde la muerte de Morpinet está en una crisis de ira descontrolada, busca a Jeanne en su bufete , la acusa de haber ofendido a su amigo, de fingir ser abogado y termina amenazándola con la cárcel. Weidman explica la situación de su empleada, pero Jeanne lo interrumpe. Es obvio, dice con voz serena,  que ella le gusta a Jouin y que el policía se ha inventado una faramalla para poder venir a verla. Una respuesta tan aguda y femenina desarma a Antoine y de ahí ya predecimos romance.

En la Francia de ese tiempo ya existían ligas feministas que exigían el voto para la mujer. Supuestamente, Marie Lepine pertenece a una de ellas, pero jamás la vemos u oímos hacer o decir algo a favor de las mujeres. Es Mega quien Marie ha mirado con desprecio quien arriesga su vida para rescatar a la esposa del comisario. Jeanne ayuda a todo el mundo,  tanto a una abuela alemana que quiere recuperar a su nieto, como a un padre judío. Atiende las heridas de Weidman torturado por Los Guerin y recoge al apaleado Antoine y lo lleva a su casa. Ahí el policía se indigna al ver la cocina llena de anarquistas. Los cree amantes de la abogado, sin percatarse que el trabajo de Jeanne le impone clientes muy variados.

                                Jeanne y Madame Berger

Sin fanfarria, Meg y Jeanne son verdaderas feministas y mujeres valerosas y poderosas. Algo que debería unirlas a Marie,  termina haciendo hincapié en su diferencias. Las tres acaban matando a un hombre. Si bien Meg y Jeanne lo hacen en defensa propia y se horrorizan de lo hecho, Madame Lepine planea fríamente una venganza que cumple paso por paso de una manera tan exacta y serena que sorprende en la mujer que quiere parecer víctima del marido, de la adicción y de su soledad. Sinceramente, me parece repelente. Aún más que su amiga, la Condesa de Vaudois otra mouchard drogadicta que vive miserablemente y a la que Marie se da el gusto de golpear brutalmente.




Factor Diversidad:  Antes del Caso Dreyfuss, la xenofobia gala estaba enfocada en los inmigrantes italianos, aquí solo tenemos uno, el gigolo Ángelo, pero entiendo que, aunque se culpaba a los italianos de robar empleos y promover el anarquismo , esta serie tiene lugar en un momento cronológico tan preciso que el antisemitismo y la población judía pasan a ser los temas principales. Los judíos son el elemento foráneo, incluso en la Francia de Ultramar (Argelia). Es interesante ver que el odio ciego se apoya en generalizaciones y prejuicios que vienen aun de personajes positivos.

Madame Guerin confiesa admirar a los judíos por ser ellos un pueblo “leal, discreto y codicioso”, pero que el antisemitismo es bueno para sus negocios. Cuando Jeanne le cuenta a su amante que Weidman le está enseñando a negociar en la corte, Antoine pregunta si acaso el abogado es bueno para negociar porque es judío.



Interesante es ver con la homofobia va ligada al antisemitismo ya que Los Guerin se encargan de empujar a un diputado homosexual al suicidio. La Condesa de Vaudois se burla de esta muerte acusando a Berry de haber sido  “un degenerado” en vida.



 

jueves, 25 de agosto de 2022

Adiós Sefarad: Para ver después o en vez de la Beauty Queen of Jerusalem

 


Acabé de ver The Beauty Queen of Jerusalem. Un verdadero parto. Lo único que saqué en limpio fue que a los sefarditas nos retratan como  duchos en magia y maldiciones (lean un artículo sobre eso en Reinos de Fabula )  y que tenía que encontrar otras historias que presentasen a mi gente con mejor cara. Me concentré en una miniserie, un filme y una novela que también ha sido llevada a la pantalla.

Ninyas de Kasa Alta

He hablado extensivamente de Club Estambul de sus pequeñas fallas y de sus muchos méritos, pero esta vez quiero enfocarme en su descripción de los sefarditas y sus costumbres. Esta serie intenta mostrar como en un crisol de razas,  como lo era la Estambul de los 50,  podría tener lugar una masacre como la Septemvriana.

Mas allá de este fenómeno histórico, del micro-universo del club, del auge del cantante Selím, de los secretos de su patrón y de los amores de Rasel, todo el libreto se cifraba en un personaje:  Matilda Aseo. Conocemos a Matilda en la primera escena como una presidaria que celebra el Shabbath y luego en flashbacks vemos su paso de NInya de Kasa Alta a los sucesos que la llevaron a la cárcel.

Matilda,  como el 80% de los judíos de Estambul,  es sefardita. La vemos salir de la cárcel y enfilar hacia el barrio judío de Gálata donde las tiendas tienen letreros en Ladino (el español arcaico que los judíos han conservado desde su expulsión de Sefarad, que así llamamos a la Península Ibérica). Las circunstancias hacen que Matilda se reencuentre con la hija que abandonó al nacer. A pesar de que Rasel es rebelde,  y tiene amiga griega y cabaretera a la que le quita el novio (un turco musulmán),   ella también es el producto del mundo sefardita.

                Mohina y casquivana, Rasel no deja de asistir a la sinagoga.

Mas allá del idioma y de las canciones, está la riqueza de una cultura que no solo se apoya en el recuerdo de Sefarad sino también en el arraigo en el Imperio Otomano que le dio refugio tras el Edicto de Expulsión de 1492. Se lo dice Davidko a Matilda cuando ella insiste en irse a Israel: “llevamos 400 años en esta tierra”. A través de la serie vemos el mundo de los sefardíes turcos, ricos y pobres, vemos su vida en familia y en el orfanato donde se ha criado Rasel. Todo es positivo, no hay judíos malos en este cuento. De hecho, la peor es Matilda.

Es la ironía del cuento. Matilda (tal como sucederá con su hija) se entrega a un hombre que no es de su fe,  que la empuja a traicionar a su familia y precipitar su propia tragedia. No es que sea una indirecta en contra de los turcos (la serie está llena de personajes turcos positivos) o de uniones mixtas, es una alerta a  no confiar en hombres que no comparten los valores de su cultura.



Por último, quería hablar de la religión judía, algo totalmente ausente en The Beauty Queen of Jerusalem En The Club, tanto la fiesta de Purim como el servicio sabatino en la sinagoga son representados como momentos alegres, con mucha luz, y coros y risas infantiles. Contrástenlos con las tinieblas tenebrosas de la sinagoga de Krol. Esto último ni siquiera  ocurre en The Beauty Queen donde no hay religión.

     Antigua sinagoga sefardita de Jerusalem. Nunca vimos un templo en La Reina de Belleza

Los Ermoza más parece que practicasen magia o folk religión. Incluso los askenazi que son jasídicos no parecen apegarse a la ética judaica. Rochel citará los textos bíblicos antes de cometer adulterio, eso no la hace menos pecadora. La acabose es el cabronazo de Gabriel que al enterarse que a su mujer la violaron se apoya en una regla talmúdica de que ahora puede repudiarla. La religión solo es recordada cuando es útil o en momentos de crisis.

En cuanto a Luna se comporta y viste como mujerzuela, no creo que eso la haga muy piadosa. No hay mención de fiestas aparte de bodas que,  como es común entre los sefarditas,  no se celebran en el templo, sino al aire libre. No vemos rabinos, no oímos oraciones. Solo cuando los árabes irrumpen en su casa es que Victoria recuerda decir el Shemá. Lo mismo ocurre con Rosa que lo recita antes de intentar abortar.

Incluso cuando se trata de asemejar a los sefarditas con los askenazi se cometen errores. Por ejemplo, vemos camas separadas, algo que los sefarditas no hacían. Si la mujer estaba en sus días, ella se trasladaba a un cuarto propio. Según lo contado por mi madre y lo que escuché de las tías-hadas, ese cuartodependiendo del estatus social de la esposa podía ser o un boudoir o parte del nursery. incluso contaban que una antepasada adinerada de Livorno solía irse de vacaciones mensualmente. ¡Que lujo!

Tanto Club Estambul como La Reina de Belleza…nos quieren hacer creer que sus protagonistas son “Ninyas de Kaza Alta” como reza la canción que pone nostálgica a Matilda. Ambas son hijas mimadas de familias pudientes, pero ahí acaba el vínculo en común. A menos que agreguemos que ambas son tan clasistas que no saben reconocer el verdadero valor de las personas. Hasta el final, Matilda sigue depreciando a Celebi tal como lo despreció cuando era Aziz , el que le traía el té a las oficinas de su padre. Luna se hace odiosa lanzándole en cara de su madre que Rosa eran tan pobre que limpiaba baños y que es analfabeta.



¿Tom Hanks en Amores con una Sefardita?

En mi búsqueda de material me tropecé con varios filmes que retratan la vida sefardita dentro y fuera de Israel, pero mi preferida ha sido una oscura película del comienzo de la carrera de Tom Hanks. Every Time We Say Goodbye es una producción israelí de 1986 muy menospreciada tal vez por ser considerada la película de más bajo rating de la carrera de Hanks.

Aunque si bien es cierto que fue hecho con muy bajo presupuesto, el filme tiene varios méritos. Fue filmado en Israel con un reparto israelí (aparte de los principales) y es uno de los cinco filmes de la historia del cine en incluir diálogos en Ladino. Su gran problema, y lo dijeron los críticos, fue Tom Hanks.

Hoy cuando es un astro legendario nos puede parecer aberrante considerar que él sea el culpable del fracaso de una película, pero en 1986 era considerado un comediante. Faltaba una década para éxitos como Filadelfia, Forrest Gump y Salvando al Soldado Ryan. En su primera “película seria” Tom no encajaba, lo asociaban con Jon Candy con quien había colaborado en un par de proyectos. Una lástima porque viendo el filme en retrospectiva,  su actuación es impecable, aunque el personaje no sea muy simpático.





La acción tiene lugar en Jerusalén, en 1942. David Bradley es hijo de un pastor pacifista de Montana que ha contrariado a su padre enlistándose en la Real Fuerza Aérea mucho antes de Pearl Harbor. Herido en combate es enviado a convalecer en Jerusalén que en este momento es un hervidero de tropas británicas y del imperio.

Peter,  el mejor amigo de David,  está en amores con Victoria, una chica judía. Victoria debe eludir la vigilancia de sus padres que no verían con buenos ojos un romance con un gentil, por lo que le pide a Sarah, su compañera de oficina,  que la acompañe a una cita donde se espera sea la pareja de David. Ni Sarah ni David aprueban el romance de sus amigos que están planeando casarse. Sarah es muy vocal en su rechazo y David se sorprende al oírla hablar en español con Victoria. Mas cuando descubre que las familias de las chicas salieron de España hace cuatro siglos y aún conservan la lengua de sus antepasados.



Sarah se rehúsa a seguir encubriendo los amores de Victoria, pero David ha quedado deslumbrado con ella. Luego que la rescata a ella, y a su primo Nissim, de un australiano borracho, el aviador pasa a ser parte del grupo social de Sarah. Primero Nissim en agradecimiento, lo lleva a comer y le cuenta que ha amado a su infancia desde su infancia, pero ella no le hace caso. Luego, Nissim invita a David a una cena de Shabbath. El americano se sorprende ante lo extendida que es la familia de Sarah ya que abuelos, tíos y sobrinos se reúnen en la misma mesa.



Aquí ocurre un suceso interesante puesto que la acción tiene lugar en 1942, el mismo año en que acaba la primera temporada de Beauty Queen… Los hermanos de Sarah se burlan del uniforme británico de David. Amoscado, este pregunta qué tienen en contra de los ingleses. Uno, el boxeador,  responde, que algún día expulsarán a los ingleses de su tierra.

Me pareció un poco extraño que nadie en la familia vistiera el uniforme inglés, ya que más de la mitad de la población judía con edad para hacerlo se enroló en diferentes ramas del ejército británico como una manera de luchar contra Hitler. Lo vimos en el caso de David Franco en  The Beauty Queen…Nissim dice que a él lo ha rechazado el comité medico por ser muy flaco, pero no es excusa para sus primos saludables.

                              David Franco en uniforme inglés

Para aliviar la tensión creada por las palabras del hermano de Sarah, la abuela lee el futuro del invitado en los pozos del café y le augura solo cosas buenas. Nuevamente tenemos esa asociación del mundo sefardita con un espacio de supersticiones .

A pesar de lo que ha visto y oído, David insiste en cortejar a Sarah, a pesar de las veces en que ella lo rechaza. En su torpeza se aparece con una caja de víveres en casa de los Perrera provocando el despectivo comentario de su suegra “creerá que somos menesterosos”. La señora ya ha notado que “ezte manzevo” anda detrás de los huesos de su hija y le prohíbe verlo. Mala idea, Sarah se rebela, se encapricha y acaba desafiando a su familia para ponerse en amores con David. Debido a que este filme puede verse gratis en muchos sitios (Tubi) no les cuento más para no crear spoilers. Basta decirles que su final es tan abierto que no podemos asegurar que sea feliz.

El filme ofrece muchas viñetas de la vida familiar sefardita sobre todo la femenina, desde mujeres cociendo ropa hasta depilándose con cera. Todo de manera grupal y abarcando varias generaciones. Es comprensible entonces el dilema de Sarah y que no quiera abandonar ese mundo. Otra queja del público ha sido esa. ¿Qué motiva a Sarah a dejar atrás toda esa cultura tan rica en tradiciones que ella abraza?



David no está interesado en conocer el mundo que ha fabricado a la mujer que ama. Ni desea compartirlo ni lo respeta. De hecho, no cree ya ni en la religión de su padre por lo que poco le vale la de Sarah. No se entiende como una relación que solo se basa en lo físico puede durar.  David comienza a parecerse al Ismet de Club Estambul.

Si en la serie turca, las protagonistas se definen por una cultura y una religión, Sarah de Every Time We Say Goodbye se define por tradición y familia. En nuestro último ejemplo, la unión entre hermanas, el recuerdo de los padres y el arraigo a esa lejana Sefarad son los factores que determinan a los sefarditas.

Las Rosas de Sarajevo

Un libro que perdí de mi colección llevaba el nombre de La Rosa de Sarajevo y tocaba el tema de la comunidad sefardita de Bosnia, la más importante en la Europa de entreguerras. Curiosamente no sabía yo entonces de la existencia de la maravillosa novela de Gordana Kuic cuya versión televisiva he tenido el privilegio de ver en MHzChoice. Debo agradecerle a la Beauty Queen… el hacerme ver esta historia de cinco rosas de Sarajevo, las Hermanas Salom (o Levy como se llamaban en la vida real) desde otra perspectiva.



Fue en 1988 que Gordana Kuic en la todavía Yugoeslavia publicaba El Olor de Lluvia en Los Balcanes. El libro fue un superventas y no solo en su país. Desde entonces se le ha traducido al inglés, al alemán, al italiano y al español. Se le convirtió en ballet y,  en el 2014,  la televisión serbia la convirtió en miniserie .

                                                            

Como Kuic también había escrito tres secuelas, se filmó en el 2011 la segunda temporada Olor a Flor de Tilo en Los Balcanes. No sé cuando haya de verla. Ya he tenido mucha suerte de conseguirla con subtítulos en inglés, a través de MHz Choice ( los que tienen Samsung TV prueben en ese canal que a veces la pasa aun sin subscripción).

                         Las Salom en El Olor al Tilo en Los Balcanes

La primera vez que la vi me disgustaron varias cosas: que las hermanas fuesen tan descuidadas a la hora de casarse; que la miniserie tuviese una estética de telenovela con muchos close-ups faciales y una iluminación poco común en esta era post HD. También me quejé de los estrechos de los interiores. Todo eso son pelillos de la cola, puesto que los vestuarios son llamativos, el elenco es atractivo, los exteriores son bonitos y los personajes son muy queribles.

Para recrear a la Familia Salom (Jacobo y Estera y sus hijos, un único varón y seis hermanas)  Kuic se inspiró en su familia materna: Las Levy. Conservó incluso algunos nombres siendo el más famoso el de Luna, luego llamada Laura Papo Bohoreta considerada una luz en la literatura bosnia y la escritora más reconocida del mundo sefardí.

                      Laura Papo y sus hijos. Ambos ejecutados por los nazis

¿Por qué nos gustan las historias de hermanas? ¿Por que Alcott y Austen cifraron lo mejor de su obra en familias donde amor, celos, envidia y competencia dividen y unen a tres o cuatro mujeres de la misma sangre? No podemos decir que sea porque nos ilusiona esta fantasía de armonía familia. Basta ver series como Ku’Damm o su emula  Nuestros Años Milagrosos (Unsere Wunderbaren Jahre), para ver que basta un pequeño incidente para que las hermanas tomen partido unas en contra de otras. Ni hablar de Las Crowley de Downton Abbey,  capaces de darse las peores puñaladas traperas.

Lo bueno es que Las Salom no son así. Lo que alterará sus vidas no será por culpa de ellas sino de la geopolítica de la región. La serie comienza en Sarajevo en 1914, en vísperas de la visita del Archiduque Francisco Fernando a la región que entonces era parte del imperio austrohúngaro. Un imperio sobre el que el archiduque pretendía reinar.

Sn embargo la noticia más importante del día es que Estera envía a  su hija menor Rebeka “Riki” por sal y la nena se olvida por estar admirando a las estudiantes de una escuela de ballet. Para cuando su padre y su único hermano Izak apodado “Atleta” llegan a cenar los espera un platillo soso. Riki es solo una más de las excéntricas hijas de Los Salom, las otras cuatro también son independientes de mente y cuerpo,  sin ser irresponsables ni libertinas.




Mientras cocinan la cocina y lo que sale de ella es muy importante en la tramaBlanki, la penúltima hija , interroga a su madre. ¿Cuál es su hija predilecta?  Estera contesta en típica manera sefardita con una anécdota familiar.

Los Salom eran tan pobres que una vez tuvo que inmigrar toda la familia a Constantinopla en busca de fortuna. La belleza de la pequeña Blanka atrajo el interés de un hombre que quiso comprarla pensándola una muñeca. Aun a sabiendas que se trataba de una niña de carne y hueso, insistió en pagar por ella. La madre recuerda que, aunque se morían de hambre  ni ella ni el marido aceptaron la oferta. Sus hijas valen más que el oro. Por eso ella las ama a todas por igual, pero sabemos que Blanki es su favorita y la más hermosa.

Aunque, Jacobo y su hijo tienen una reparadora de calzado y los Salom poseen una quinta, que pertenece al abuelo, no son ricos. Las hijas mayores deben trabajar y eso explica su independencia. Nina y Klara han puesto una tienda de sombreros,  y Laura, la mayor y la más intelectual de la familia,  da lecciones particulares. Laura, apodada Buka, también se la pasa en la librería de David, no tanto por los libros como porque se ha encaprichado con un hombre que ya lleva el cabello blanco.



Aunque David se siente halagado,  sabe que serían infelices debido a las diferencia de edades así es que empuja a Buka a los brazos de Daniel Papo, joven, agraciado, de buena familia. Con el corazón destrozado, Buka acepta la oferta matrimonial de Daniel. Este episodio,  que no ocurre en el libro,  sirve para dar otra dimensión al personaje de Buka. Ahora la vemos como una mujer con un secreto que acepta hacer lo sensato y ocultar su pena de amor.

Daniel pide la mano de Buka y rápidamente es aceptado por la familia. Hasta tiene permiso de los padres de escoltar a su prometida a la llegada del archiduque. Las otras hermanas, muy engalanadas irán detrás de ellos.

Antes de seguir con la saga voy a detenerme en algunos aspectos técnicos. Aunque se ha recreado cuidadosamente la atmosfera de la Sarajevo antigua, le falta un poco de manejo de cámara y de ahí mi incomodidad oficial con ese look de telenovela añeja. El vestuario es fastuoso, pero como ocurre con muchas series de televisión,  cae en anacronismos y caos en lo que respecta a la moda de diferentes épocas puesto que la serie abarca desde 1914 hasta el 44.



Compensan estas faltas,  la belleza y competencia de los actores, la intensidad de la trama, la simpatía y emotividad de los personajes y el placer de esta incursión a un mundo semi desconocido para muchos. Es tristísimo ver que con muchísimo menos presupuesto y recursos Aroma de lluvia le gana cien veces a La Reina de Belleza de Jerusalén.

De hecho, Beauty Queen… reprueba las asignaturas donde descuella la saga serbia: creación de personajes, descripción de la dinámica familiar, énfasis en la cultura sefardita y, por, sobre todo, la atención al detalle histórico con inclusiones de hechos puntuales.

Los Salom, a diferencia de los Ermoza, no solo son una familia armónica además están muy orgullosos de sus tradiciones que abarcan el idioma y la comida. Vemos a la madre y a Blanka cocinando platillos típicos de la cocina sefardí y esa noche, a solas viendo caer el crepúsculo los padres tocan la guitarra y cantan “Adyo Kerida”. Aunque se puede decir que son más sefarditas que la familia Ermoza lo que realmente las aparta es el recuerdo de la Spanya perdida. Spanya bella terible dice el padre.



Cuando las Salom reciben la visita de sus tías-abuelaspersonajes de magna importancia en la familiaellas le recuerdan que no basta hablar Ladino. Hay que vivir lo sefardita, nunca olvidar el modo de vida que sus ancestros llevaron en España. Cuan diferentes a los Ermoza que, según la novela, llegaron a Jerusalén de Toledo a fines del Siglo XV, pero cuya cultura parece única a la par de su soberbia que no nace de linajes sino de reglas de clan.



A medida que la familia Ermoza se adentra en el Siglo XX, va perdiendo ese eslabón al pasado europeo que es casi un tema de fondo, un desligamiento de la historia de los judíos exiliados. Cuando Mercada se siente expulsada por su familia se va a casa de una prima en Toledo. Gabriel dice que las cosas “están mal en España”. De nuevo ignorancia. 1931 es el año de la Republica y esta invita a los sefarditas a retornar a Sefarad (Ley Primo de Rivera de 1929). Mi bisabuela dejó Italia ese año y se instaló en Madrid a la espera de ser nacionalizada española.

Obviamente ni los Ermoza están pendientes de lo que pasa en Spanya, ni los creadores de la serie saben de historia.  Para mayor injuria, Mercada retorna a Jerusalén en 1941 y en vez de hablar de la situación en Europa o de la Guerra Civil, suelta tremenda paparrucha. ¡El gobierno de Franco esta arrestando a los judíos españoles y entregándolos a los alemanes para que los envíen a Polonia! Ni me molesto en comentar.

Por el contrario, en la saga de las Hermanas Salom hay un equilibrio entre su herencia española, su judaísmo y la historia contemporánea de la tierra que los ha acogido. En el primer capítulo ya tenemos mención de la llegada del heredero al trono, todos parecen entusiasmados con los festejos que acompañaran esa visita. Sin embargo, Daniel Papó le dice a su futuro suegro que sus amigos serbios consideran ese evento como una provocación en contra de Serbia y de las minorías bosnias. El parece compartir esa opinión que es un foreshadowing de lo que vendrá.



Los tiros de Gavrilo Princip provocan una estampida. En el tumulto,  las hermanas se separan y cada una por su lado, retornan a la casa, pero la traviesa Riki se ha perdido. Lo que entre los Ermoza sería un momento de recriminaciones y señalamientos de culpas aquí es manejado con gran presencia de ánimo y sentido práctico. Blanki se queda en casa con el abuelo, los demás se separarán para buscar a Riki. Esta regresa y el abuelo fallece de un infarto esa misma noche.

Vemos las consecuencias del atentado. Saqueos y malos tratos de la población serbia residente en Bosnia. Unos vecinos serbios ponen a recaudo sus pertenencia con los Salom. La declaración de guerra de Austria obliga a Atleta a enlistarse en el ejército. Incluso Skoro, amigo de Daniel y de origen serbio debe pelear por el bando imperial. Esto, aparte del ataque de conciencia,  le provoca contratiempos románticos ya que ha iniciado una relación con Nina. Los Salom se tranquilizan con su partida al frente, ya que no aprueban el romance de una de sus hijas con un cristiano. Nina está enamorada y no vacila en ir en busca de Skoro  a un hospital de campaña.

La muerte del patriarca durante la guerra dejará a Estera casi imposibilitada de impedir que tres de sus hijas se casen con cristianos o que Riki se marche a Belgrado (cuando ya pasé a existir Yugoeslavia) a ser bailarina de ballet. Para cuando Atleta se casa con una askenazia, nadie está para reprocharle puesto que al menos se trata de una judía.



La serie va describiendo la evolución de la familia a medida que pasan estos sucesos. Antes que todo,  deben responder a su comunidad. Cuando los otros sefarditas se enteran de la relación de Nina con un cristiano comienzan a hacerle el vacío a Jacobo en la sinagoga, nadie va al cumpleaños de Blanki y las tías se presentan en casa a exigir el fin de esos amores. Ante la sorpresa de todos, Jacobo y Estera apoyan a su hija. Las tías se marchan indignadas, pero antes lanzan una maldición sobre ellos “que todas tus hijas se casen con cristianos.”

La importancia de las maldiciones es conocida en el folklore judío universal. Luego que un sacerdote (“un rabino cristiano” como lo llaman las hermanas) bendice la boda de Skoro y Nina en el jardín de los Salom, las hermanas de la novia se casarán con cristianos. Blanki incluso se convertirá al catolicismo para escapar de la persecución nazi. Klara será infeliz, Nina muy feliz. Blanki encontrará prejuicios entre sus parientes políticos y Riki, embarcada en su carrera artística,  se enredará con hombres que no le convienen.



La obra retrata lo que realmente ocurrió con la madre y tías de la autora. No es un llamado a los matrimonios mixto, a pesar de que la única que se casa con un judío sea la más infeliz. en la vida real, Daniel Papo volvió de la Gran Guerra con un trastorno de los nervios que acabó con él internado en un sanatorio. En la serie él le ha ocultado a Laura un historial familiar de trastornos mentales que se manifestará en delirios , paranoia y horribles escenas de celos. Hay que ingresarlo a un sanatorio. Laura será el sostén de su familia y al serlo contribuirá a la literatura de su pueblo y al mantenimiento del Ladino.

A través de la serie vemos como las hermanas sobreviven malos matrimonios, romances fracasados y otros problemas. La pérdida de los padres las une más. Es en su unidad donde mantienen idioma, folclore, cocina y todo lo que significa la cultura judeoespañola. Sin embargo, Gordana Kuic está escribiendo sobre un mundo desaparecido. No será la asimilación ni los matrimonios mixtos los que acabarán con la civilización sefardita, sino el Holocausto que  puso fin a la presencia sefardita en Europa.



Hoy casi no quedan comunidades sefardíes en el Mediterráneo. Se les encuentra más en Montreal que en Sarajevo. Lo que se llama sefardita en Israel consiste en inmigrantes marroquíes o argelinos que apenas conservan el idioma,  o descendientes tal vez de familias como los Perrera de Everytime We Say Goodbye o los Ermoza de The Beauty Queen of Jerusalem que, ya vemos, no son representativos de la grandeza de lo que fue la civilización sefardita