Soldados,
Todos y cada uno de ustedes conocen el esfuerzo y las dificultades por las que hemos pasado. Llegar hasta aquí es bastante, pero nunca suficiente. El enemigo espera. Y espera bien armado, señores. Son la esperanza de la América. Todos y cada uno de ustedes lleva consigo lo más importante: la Libertad. Trescientos años de masacre y de barbarie tiñen nuestra tierra de sangre, pero hemos venido a decir basta, ¡se acabó!
Soldados, se me llena el corazón al ver tantos guerreros dispuestos. Nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos recordarán este momento con orgullo, porque les dejaremos una tierra digna de ser vivida. Donde puedan sembrar, crecer y prosperar libres de toda cadena; donde cada hombre pueda decidir su destino sin importar su color, su linaje, su procedencia, ¡ni qué carajo! Porque todos somos iguales ante el Supremo, así como somos iguales ante la muerte. Porque cualquier hijo de mujer merece ser libre, de una vez y para siempre.
¡Seamos libres, que lo demás no importa nada!
¡Viva la Patria!
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miércoles, 17 de agosto de 2011
¡Seamos libres, que lo demás no importa nada!
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Mauro Fernández
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14:32
lunes, 5 de julio de 2010
DLIII: Invictus
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
---
Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
---
Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley
1875
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Mauro Fernández
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1:19
lunes, 12 de abril de 2010
DVII: Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj.
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Julio Cortázar
Historias de Cronopios y de Famas
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Mauro Fernández
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21:47
viernes, 26 de marzo de 2010
CDXCV: Joker
El Guasón (hablando con Harvey): ¿Realmente parezco un hombre con un plan, Harvey? No tengo un plan. La mafia tiene planes, los policías tienen planes. ¿Sabes que soy, Harvey? Soy el perro que persigue un auto. No sabría qué hacer si alcanzara alguno. Sólo hago cosas. Odio los planes. Los tuyos, los de ellos, los de todos. Maroni tiene planes. Gordon tiene planes. Son personas esquemáticas tratando de controlar sus mundos. Yo no soy así. Yo les muestro lo patéticos que son sus intentos de controlar las cosas. Así que cuando te digo que lo que te paso a ti y a tu novia no fue algo personal, puedes estar seguro que te estoy diciendo la verdad.
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Mauro Fernández
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0:31
domingo, 28 de febrero de 2010
jueves, 4 de febrero de 2010
CDLVIII: Los Vagabundos del Dharma
"Y me prometí que iniciaría una nueva vida.
Vagabundearé con una mochila,
seguiré el camino puro."
Jack Kerouac
Vagabundearé con una mochila,
seguiré el camino puro."
Jack Kerouac
Los Vagabundos del Dharma es la biblia metafísica de los hippies. Es el punto de partida de una nueva forma de vivir, más cercana a la naturaleza, que concibe la vida como un viaje impredecible que enajena la cómoda seguridad burguesa que tan pocas respuestas otorgaba a los jóvenes de la patria del consumo. Kerouac y sus amigos son pre hippies, son quienes produjeron el renacimiento de San Francisco. En este libro se lee como vivían los beatnicks, entre fiestas interminables en las que hacían lecturas de poesía, improvisadas como el jazz, en las que se embriagaban con vino y algo de marihuana, y se desnudaban para bailar en rondas alrededor de fogatas. Pero no todo era fiesta, los pre hippies eran más arriesgados que los hippies. Kerouac, como un monje errante del extremo oriente, casi un mendigo, busca la vida como si fuese un puente, sin construir una casa sobre ella.
Mucho antes que los Beatles visitaran al Maharishi, mucho antes que Osho visitara California, Kerouac, impulsado por su amigo Gary Snyder, descubre el budismo y los pasos que da ascendiendo una montaña son constantes metáforas hacia el encuentro del Dharma, la rueda de la verdad budista que todo hombre puede hacer consciente. Era un camino espiritual desconocido en Occidente, una puerta que abrió a un conocimiento que hoy vemos mercantilizado en los gimnasios de Yoga y las visitas del Dalai Lama. Kerouac profetiza una revolución de las mochilas, miles y hasta millones de jóvenes con mochilas y subiendo a las montañas a rezar, todos ellos lunáticos zen que andan escribiendo poemas que surgen de sus cabezas sin motivo y siendo amables y realizando actos extraños que proporcionan visiones de libertad eterna a todo el mundo y a todas las criaturas vivas.
Esta nueva forma de vida exigía una nueva forma de escribir, más espontánea, sin caer en juegos intelectuales. Kerouac escribió este libro en 1958, en apenas once días.
"Vagabundos del Dharma negándose a seguir la demanda general de la producción de que consuman y, por tanto, de que trabajes para tener el privilegio de consumir toda esa mierda que en realidad no necesitan y que siempre termina en el cubo de la basura una semana después."
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Texto original, acá.
Chispa: Sole, gracias!
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15:11
domingo, 31 de enero de 2010
CDLI: Jean Dominique Bauby
En 1995 a la edad de 43 años, Jean-Dominique Bauby, carismático redactor jefe de la revista francesa Elle, sufrió una embolia masiva. Salió del coma tres semanas más tarde y se descubre que es víctima del "síndrome de cautiverio "; está totalmente paralizado, no puede moverse, comer, hablar ni respirar sin asistencia. Su mente funciona con normalidad y sólo es capaz de comunicarse con el exterior mediante el parpadeo de su ojo izquierdo. Forzado a adaptarse a esta única perspectiva, Bauby crea un nuevo mundo a partir de las dos cosas sobre las que conserva el control: su imaginación y su memoria.
En un hospital de Berk-Sur-Mer, le enseñan un código usando las letras más comunes del alfabeto utilizando el parpadeo de su ojo izquierdo. Mediante este parpadeo, y con la ayuda de los doctores del hospital es capaz de deletrear letra a letra concienzudas palabras, frases y párrafos. Mediante este método es capaz de dictar una profunda aventura dentro del psique humano. Este método es capaz de abrir la prisión que resulta su cuerpo (la escafandra) permitiéndole planear sin límites el reino de la libertad (la mariposa).
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La imagen la saqué de acá.
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Mauro Fernández
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16:32
viernes, 24 de abril de 2009
CCXLII: Lejos de Cuba. Cerca de la Revolución
Cuántas cosas estarían pasando por esa mente desde siempre retorcida. Quizás ninguna. Posiblemente, como el adolescente que la imagen retrata, no tenía en la cabeza una carrera doctoral, una revolución, ni mucho menos. Quizás sólo miraba al cielo ansiando una cerevza fría con su amigo Alberto, un plato de ravioles con su familia, un partido de Rugby sin el asma recurrente. No es importante en realidad lo que habrá estado pasando por la cabeza de Ernesto en ese momento, importa que, seguramente, su deseo no se cumplió. Importa que la vida lo sorprendió con una realidad lamentable, y con un coraje envidiable para remediarla. Importa también, que las fronteras se hicieron humo, para invitarlo a una lucha patriótica lejos de su patria natal. Más aún, importa que el amor sentido, no encontró barreras, y se encausó por la obtención de la eterna ansia humana, que clama por la libertad y la dignidad. En fin, un retrato impecable. Con la liberación de un pueblo por delante. Con una incertidumbre encandilante. Con un apodo eterno, expectante.
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22:00
martes, 21 de abril de 2009
CCXL: Into the Wild, Soundtrack. By Eddie Vedder
Guaranteed
Gracias Cele por la canción.
Y a vos, satélite, TE AMO. Siempre.
Gracias Cele por la canción.
Y a vos, satélite, TE AMO. Siempre.
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Mauro Fernández
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10:51
viernes, 17 de abril de 2009
CCXXXVII: El espíritu de Diógenes
Tengo tantas historias de amor con los caninos habitantes de este planeta y tan pocas con sus mujeres, que siento me marcan así un camino. Al pasado o al futuro, pero al fin, camino. Vivir como ellos, ser el Diógenes del S.XXI, despreciado por tantos, con envidias subyacentes e insoslayables, ¡pero no fueran a saberse nunca! ¿Cómo envidiar a quien nada tiene? ¿Qué ansiar de quien sólo tomó prestado un cuerpo humano para enseñarnos a no poseer? Quizá esa vida instintiva y animal sea un acercamiento al Dios que tantos compran en estatuillas. Y quizá la razón sirva sólo para resquebrajar las empresas ideológicas de sus guardianes más fervientes. Tendiendo puentes, permitiéndoles el paso a este lado, donde las hortensias visten de novias y son venerados los muertos.
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Mauro Fernández
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9:30
miércoles, 15 de abril de 2009
CCXXXV: Impresiones de Santa Rosa, La Pampa (III)
Al salir, empapado de una divina e inconciente inmunidad, sentí hecha carne la práctica de repetidos dogmas de eternidad. Con las bermudas sudando aguas verdes, y mi alma escurriendo estructuras y otros males, me bufé irónicamente de instituciones ajenas e impuestas. Oriné impunemente sobre el "no se puede". Me cagué con enérgica pasión intestinal sobre los cimientos del Bien y el Mal, establecidos por un Dios cotizado en bolsa gracias a los fundadores y protectores de esta gloriosa Patria Capitalista, que impera alrededor del globo. Entonces, y sólo entonces, terminé de leer a Sábato, me comprometí a la entrega personal por la Vida común, y seguí mi camino en el descubrimiento silencioso y casi asceta de la capital pampeana.
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Mauro Fernández
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9:30
jueves, 26 de febrero de 2009
CXCVII
¿Nunca soñaste la emancipación de las ventanas? ¿Nunca esa libertad de poder mirar al horizonte como a un hermano siamés que nos acompaña toda la vida -todas las vidas- en posición horizontal, juntos desde la cama y en la simpleza de un desayuno matero, destechado y compartido? Las espigas bailando con ritmo de viento de amanecer, fulgiendo áureas por la pura inocencia de un sol naciente. La mirada ahogada en la profundidad de tus ojos es el embarque a una luna de miel infinita por los caminos de nuestras almas. Y el resquemor de los capítulos pasados, son arrancados en esta reformulación literaria y constitutuiva que nos converge. "Nos los representantes del pueblo del Amor Puro..." nos concebimos en la inmensidad de un hogar sin muros; nos reificamos en la nada absoluta que nos regala este todo alado. Sin ladrillos porque repelemos toda simbología del claustro gris; sin miedo, porque es el cáncer homicida de la voluntad fiel y presente. Un hogar sin dirección postal, sin timbres ni puertas de entrada. Un hogar que te invito a visitar cada vez que no te resguardes en frágiles verdades de porcelana; uno al que estás invitado siempre que vueles alto, como gaviota de cien vidas. Un hogar que vivenciarás, cuando trasciendas el tiempo, las formas y el espacio.
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Mauro Fernández
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12:27
viernes, 26 de diciembre de 2008
CXXXIV
"Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes..."
Isaac Newton.
No sabés lo que me cuesta no poner a todos mis soldados a trabajar en la construcción de un fuerte, que se levante certeramente alrededor tuyo. Y así cuidarte, protegerte, tenerte siempre conmigo. Lo único que me detiene es mirarte y escucharte. Saber que por quererte, no hay nada tan hermoso como dejar volar lo más mágico de tu ser. Igual, no pierdo la fe de que el par no se transforme nunca en claustro, ni de que haya caminos compartidos para dos almas libres, con objetos similares. Sólo sé (en realidad, sólo lo siento, lo que lo hace más válido) que mientras sepamos escucharnos, dejaremos de lado el vicio de construir muros, para disfrutarnos en un puente inmaculado, que anhela eternidad...
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Mauro Fernández
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16:19
sábado, 29 de noviembre de 2008
CVIII
Somos los hijos de una ilógica forma de vida, de un histriónico camino errante que quiere disimularse inmiscuyéndose en los vicios de la razón. Somos parte de la tripulación inquisidora que sólo cultiva sus propias raíces. Esas pútridas e infecundas raíces que derrochan oro y sangre, en nombre de un Señor seguramente cansado e iracible por tanta difamación. Estamos en la carrera constante que nos eyecte de la opresión, para poder ser libres. Maldita libertad que ahora nos sitúa en rol de decisores, ingenuamente parados ante el break point, donde la divergencia de nuestro poder se hace manifiesto. La elección y un destino pre-escrito. El círculo y el eterno retorno de Nietzsche que se suceden entre quejas y disgustos. Nuestra propia libertad y la igualdad son nuestros valores. No vemos que si somos libres, dejamos automáticamente de ser iguales. Ni tampoco que en la igualdad, somos más fácilmente manipulables. No se trata de política, se trata de vidas. De una sociedad con alma de Pepa pero modos de Murena. Intelectualoides, alejados y en caso omiso. Hay una vida fuera del refunfuño constante por las imposiciones impías. Y es la energía vital que nos haga descubrir la belleza de la libertad, la justicia de la igualdad, la enseñanza de la opresión y la espiritualidad de nuestro ser. Porque esencialmente, antes de querer, somos. No un nombre ni un amor. Simplemente, somos. Y cuando saquemos a relucir los trapos de lo que nos hace sentir, será el día en que el sol cocine lento y envalentone la creación de los cimientos de la revolución. La nuestra. La única. La verdadera.
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Mauro Fernández
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3:54
sábado, 15 de noviembre de 2008
domingo, 19 de octubre de 2008
LXIX
Hoy quiero escribirle a ella, que junto a mi papá, supieron darme el mejor regalo que se le puede dar a alguien en la vida: la libertad. No hablo de amor, de formación, ni de nada; ya que sin libertad nunca hubiese podido elegir a quién amar, cómo formarme, o qué camino tomar para llegar a esa tan ansiada y misteriosa extremaunción que nos aguarda en la convergencia de las banquinas de la vida. Me enseñó que nunca tengo que hacer lo que no me gusta que me hagan; que la mentira es sólo mentirse a uno mismo, es alejarse de la verdad y la integridad; que dos más dos, no siempre da tres, ni tampoco cuatro. Me prohibió comprar esa remera del Che Guevara sin saber nada de él, y me invitó a investigar sobre su vida. Luego fui yo quien no quiso comprarla. Su único error, creo que fue no escribir todo lo que me dijo, porque tuvo que soportar mis transferencias inconcientes, restándole mérito a todas las verdades a las que se anticipó. Mi vieja es esa persona que hoy no disfruta lo que le toca, pero no piensa que su vida fue siempre abrir puertas. Así, me abrió las puertas de la mente y del corazón, y en la obertura del alma, me permitió ser quien soy. Es el Edipo resuelto por infinitos mandatos sociales, pero que sigo amando como si fuese chico. Gracias viejo por ser igualmente importante en mi vida y, sin embargo, soportar que hoy le escriba a ella. Gracias vieja, no hace falta decir por qué.
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Mauro Fernández
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19:00
miércoles, 27 de agosto de 2008
XIX
Volví de volver a irme y comprobé, que la Lunita Tucumana no es tan distinta a la luna porteña. Pero eran mis ojos los que ven desde otra perspectiva. Me cercioré también de la impotencia que genera el miedo. De la definitiva e inclaudicable erradicación que merece la tiranía de ese coronel, alta, pero inútilmente fértil. Aquel que es viviente sólo por deprimir nuestros anhelos, dibujando pintoresco un agujero negro en nuestro pecho y retrayéndonos a la fuerza centrífuga que habita en sí. Así es que, si no hay coraje no hay soldado; si no hay soldado no hay batalla, y sin batalla no hay libertad*. La libertad consecuente al estremecimiento y la subordinación al tirano. La que nos eyecta enérgicamente fuera del letargo y nos llena de vida.
Y nos regala así, lunas iguales. O tal vez distintas, dependiendo de quién las cante.
Y nos regala así, lunas iguales. O tal vez distintas, dependiendo de quién las cante.
*La Guerra - Chala Rasta
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Mauro Fernández
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16:45
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