El sábado estuvimos en O Carballiño (una traducción sería «El Roblecito»), que tiene una iglesia de
Antonio Palacios, la de la Vera Cruz, construida entre 1947 y 1960. Dentro de lo que puede ser una tradición historicista, es de una grandísima personalidad y originalidad: es luminosa y conserva el aire recogido de sus referentes románicos y prerrománicos (y góticos, y de todo) y de fortificaciones militares.
Podéis situaros con esta maqueta que estaba en el trasaltar (que tiene la misma estructura que el monasterio de Carboeiro, por ejemplo):
Como veis, es una cabecera en forma de cruz griega pero al final casi circular, con capillas adosadas.
Luego hay un cuerpo que es como el espacio del Pórtico de la Gloria, con un apostolado en un arco triunfal delante, pero convertido en la segunda parte de la nave. Lo curioso es que por dentro da impresión de unidad todo el conjunto.
La torre es bien original.
