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25 mar 2016

cazuelitas de coco


Este dulce se hace de la misma manera que los pastelitos de coco o cocadas pero horneados dentro de tartaletas hechas con hojaldre. Tanto esta cazuelita de coco como los pasteles de arroz individuales se emplean también para hacer las bases de las carolinas.

ingredientes
1 lámina de hojaldre
125 g de azúcar
125 g de coco rallado
2 huevos















elaboración
Para hacer las tartaletas, extendemos la lámina de hojaldre y cortamos círculos del tamaño de nuestros moldes y con cada uno vamos forrándolos, si no tienes moldes puedes hacer las tartaletas usando un vaso... y si no sabes como, este enlace te puede ser útil.
Para forrar los moldes, los engrasados un poco, colocamos el hojaldre encima del molde y lo vamos adaptando al fondo y a las paredes presionando con los dedos o con una bolita de la misma masa para que se pegue a las paredes. Pinchamos la pasta con un tenedor para que escape el aire y no suba ni haga globos, la cubrimos con papel de hornear y dejamos los moldes en la nevera, mientras se precalienta el horno a 200 ºC.
Una vez que hemos forrado los moldes y los hemos enfriado un poco, toca cocerlas en blanco, que no es otra cosa que hornearlos vacíos. Sobre el papel de hornear o papel para hacer magdalenas, colocamos legumbres secas y cocemos las tartaletas en el horno precalentado unos 15 minutos. Después retiramos las legumbres y las cocemos otros 5 minutos más. Si vemos que el fondo queda algo crudo se dejan un par de minutos más.




Para preparar el relleno, batimos bien los huevos con el azúcar, después mezclamos el coco y dejamos reposar hasta que el hojaldre esté listo.
Con ayuda de una cuchara, rellenamos las tartaletas y las horneamos a 200 ºC unos 8-10 minutos o hasta que estén doradas, pero cuidado, si nos pasamos de cocción quedaran secas. Una vez cocidas retiramos la bandeja del horno, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.





3 mar 2016

herraduras de hojaldre


Unos pasteles de hojaldre con forma de herradura tradicionales de Medina de Pomar, que una vez horneados y fríos se meten en un baño de almíbar caliente para que se impregnen bien. Muy ricas y fáciles de hacer.


ingredientes
2 láminas de hojaldre
300 g de azúcar
100 g de agua
azúcar para espolvorear














elaboración
Para dar forma a estos dulces he hecho un molde de plástico con forma de herradura, me resulta más fácil a la hora de cortarlos.
Extendemos las láminas de hojaldre, colocamos el molde encima y recortamos las herraduras, son de un tamaño de unos 13 x 8 cm y unos 2,5 cm de ancho. Para aprovechar los recortes, los recogemos doblándolos en capas, para que al estirarlos con el rodillo el hojaldre siga manteniendo sus láminas.
Pincelamos la mitad de las herraduras con agua y colocamos sobre cada una otra herradura. Metemos en la nevera hasta precalentar el horno a 
200 ºC, calor arriba y abajo.






Sacamos de la nevera, las ponemos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y las horneamos durante unos 15 minutos, o hasta que el hojaldre haya subido y esté dorado.
Las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla. Un vez frías las bañamos en almíbar caliente, las dejamos escurrir y para terminar, las pasamos por azúcar. También se pueden servir sin este azúcar.

Con dos láminas rectangulares de 35 x 25 salen 8 herraduras, aprovechando los recortes.
Para preparar el almíbar colocamos el azúcar y el agua en un cazo y lo llevamos a ebullición durante 4-5 minutos.



De la misma manera podemos hacer rosquillas ...




11 dic 2015

bollos Chevaliers


Para los que no seáis de Burgos, el nombre de estos bollos os sonará un tanto raro, pero igual como Cristinas o como bambas de nata os suenan un poco más. Como se ve en las fotos son bollos, hechos con harina, huevo y mantequilla, rellenos de nata, con almendra fileteada y azúcar glas por encima. El origen de este pastel data de los años 35-36 que es cuando se comenzaron a elaborar en la desaparecida confitería Pinedo de Burgos y de allí pasaron a elaborarse en toda la provincia, aunque la mayoría de los burgaleses desconocen ese dato, yo la primera. El nombre de Chevaliers puede tener relación con el de un cantante francés de principios de siglo pasado, Maurice Chevalier, me imagino que tras probar estos bollos le gustaron tanto que Pinedo, bautizó el pastel con su nombre, pero este dato lo desconozco. Eso sí es un pastel que no tiene época se puede encontrar en cualquier fecha en toda pastelería que se precie, siempre y cuando ésta esté en Burgos claro.




ingredientes
500 g de harina de fuerza
170 ml de leche
75 g de azúcar
120 g de mantequilla
15 g de levadura fresca
3 huevos tamaño "M"
10 g de sal
almendra fileteada
azúcar glas
nata montada







elaboración
Muy fáciles de hacer pero hay que amasar un poco más de lo habitual porque si no la masa queda muy pegajosa e inmanejable y hay que evitar añadir más harina. Si lo hacemos con la panificadora el trabajo es más fácil.
La noche anterior, y usando parte de los ingredientes indicados, preparamos el prefermento, para ello disolvemos 4 g de levadura con 100 ml de leche templada, incorporamos 125 g de harina y amasamos un par de minutos hasta formar una bola de masa homogénea. Esta masa la colocamos en un bol ligeramente engrasado, lo cubrimos con film transparente y lo metemos en la nevera a pasar la noche. Si lo preparamos el mismo día tenemos que dejarlo en un lugar cálido hasta que doble su volumen.
Al día siguiente, sacamos el prefermento de la nevera y preparamos la masa.
Tamizamos la harina y vamos colocando los ingredientes en la cubeta de nuestra panificadora en este orden, el resto de leche junto con el azúcar, la sal, los huevos batidos ligeramente (estos que no superen los 150 g) y para terminar la harina, el resto de la levadura y todo el prefermento.


Escogemos el programa "amasado" que dura 15 minutos, en mi máquina es el número 7 y ponemos en funcionamiento. Cuando los ingredientes estén bien mezclados vamos añadiendo la mantequilla. Cuando termine lo seleccionamos una ó dos veces más, hasta ver que la masa se despegue con facilidad de las paredes de la panificadora y quede una masa elástica, un poco pegajosa pero muy manejable.
Si vemos que con el segundo amasado la masa queda aún muy pegajosa, añadimos poco a poco, un poco más de harina, todo dependerá del peso de los huevos y de la harina que usemos ya que no todas absorben lo mismo.
Una vez que la masa esté lista, la sacamos de la cubeta, hacemos una bola y la colocamos en un recipiente amplio, ligeramente engrasado, lo cubrimos con papel film y la dejamos a temperatura ambiente hasta que doble su volumen.
Una vez que haya doblado su volumen, sacamos la masa del bol y la damos un ligero amasado para desgasificarla, la dividimos en porciones de unos 60-70 g, boleamos cada una y dejamos reposar, bien tapado, unos minutos para que la masa se relaje un poco y así poder formar mejor los bollos.
Con cada porción formamos piezas alargadas, sin punta, las aplastamos un poco y las vamos colocando encima de la bandeja de horno forrada con papel de hornear, con separación entre ellas para que no se peguen al fermentar. Pintamos los bollos con huevo batido y mezclado con un poco de sal y dejamos reposar en un sitio cálido hasta que doblen su volumen. Precalentamos el horno a 220 ºC.


Una vez listos los volvemos a pintar con huevo, les damos un pequeño corte con ayuda de unas tijeras, espolvoreamos almendra laminada e introducimos la bandeja en el horno, bajamos la temperatura a 200 ºC y los cocemos durante 10-15 minutos o hasta que estén dorados. El tiempo dependerá del tamaño que demos a las piezas. Una vez listos los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla. Ya fríos los abrimos y rellenamos con nata montada y espolvoreamos azúcar glas.