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miércoles, octubre 18, 2017

michael speier. olvidamos todo



***
OLVIDAMOS TODO corren sin embargo
en el borde inferior del cielo nocturno las noticias
novedades en arribo que destellan
y tablas con presagios
a veces un lápiz de memoria lo quebra todo
sobre monjas tocando el trombón
propensas a éxtasis cromáticos 
decodificado el genoma de la trufa
escaneados los valles del yorkshire los castillos del loira
y la calle lohmeyer en charlottenburg
pero todavía se encuentran en las billeteras 
de viejos peluqueros esbozos hölderlinianos
apuntes de benn y peines tardíos de rudi carrell
algo con cuerpo algo con forma
arrastra arranca es desbancado, empujadas además
adentro las retumbantes maletas con ruedas
de los turistas en el spittelmarkt además la tormenta de fiesta
en la marienkirche, este correr y rugir
dividido por los conjuntos de julia de una tarde acalorada
el que acaba de pasar no se lo toma de forma personal
los demás deben seguir preocupándose
por el abismo entre yo y mis confesiones
hasta la muerte está borrada y rechazada
huele a viajar en suburbano hacia schöneweide
o nadar el domingo en la piscina cubierta de seelenbinder
(para dieter burdorf)

Michael Speier, Baden, 1950
Traducción de Emma Julieta Barreiro y Jean Portante
imagen de Sunyoung Hwang

WIR VERGESSEN ALLES es laufen aber
am untern nachthimmelrand die nachrichten
im anflug blinkende news
und tabellen mit vorzeichen
manchmal bricht ein memory stick das ganze herunter
auf posaunespielende nonnen
die zu chromatischen ekstasen neigen
das genom des trüffels entschlüsselt
gescannt die täler von yorkshire die schlösser der loire
und die lohmeyerstraße in charlottenburg
noch aber finden sich in den brieftaschen
älterer friseure hölderlinsche entwürfe
notizen von benn und späte kämme rudi carrells
irgendwas mit körper irgendwas mit form
treibt auf reißt ab wird ausgebootet, reingedrängt
dazu die tockernden rollenkoffer
der touristen am spittelmarkt dazu der feiersturm
in der marienkirche, dieses sausen und tosen
geteilt durch die julia-menge eines hitzigen nachmittags
wer neu vorbeikommt nimmts nicht persönlich
die anderen müssen weiter sorgen
für die kluft zwischen mir und meinen konfessionen
selbst tod ist weggewischt und abgetan
riecht wie s-bahnfahren nach schöneweide
oder sonntags schwimmen in der seelenbinder-halle
(für dieter burdorf)

domingo, febrero 05, 2017

Michael Speier. por qué en realidad dormimos












POR QUÉ EN REALIDAD DORMIMOS quisiéramos saber 
por qué en realidad se depositan siempre con mayor frecuencia datos en las nubes 
y en el vacío algodonado de una sala de espera de aeropuerto a nosotros 
por qué en realidad berlín vuelca de nuevo
al horizonte su gris de mala fama: los pronósticos
dentro de la noche y la mañana se disuelven
por qué poco antes de la leche hay esta luz absorbente
entre berghain y paris bar (lo quisiéramos saber)
la elegancia de la resistencia del aire cuando salimos 
en off entre lucidez y daño cardiaco 
después de las ocasiones penosamente perdidas
entre vasos e indecibles tontos baños oculares 

por supuesto  – se puede replicar – esto tiene que ver con los
acontecimientos que no se distribuyen igual
en espacio tiempo & música o tiene que ver con los 
documentos sin tripulación   
que nos desenroscan el alma 
con polillas minadoras en los paseos de castaños 
del eterno canalón del stimmann

todos son pretextos  – acaso está prohibido 
comer pasado o dar sacudidas a los 
piercings o a las cosas concebibles 
así las cápsulas climáticas se van zumbando 
como en el pequeño balón que flota junto a nuestra cabeza
y no sabemos por qué todavía van hacia el centro
donde la luz precoz blanca y ligera nos tutea

por qué hay que romper para descubrir 
(frangio ut pare facias) y entonces es mejor volver a casa
a la bionada biedermeier de bötzow 
o sobrebarrer con arrogancia el frankfurter 
y cuando los encerrados pregunten
¿dónde quedó wenck? diles que en la caja fuerte
y otros búnkers porque nosotros estamos 
agotados aquí en este ángulo del ojo y 
hemos dejado la vigilia ya desde hace
siete mil millones de años



Michael Speier, Berlín1950
de Michael Speier, HauptStadtStudio, Aphaia Verlag, Berlin, 2012
Traducción de Emma Julieta Barreiro
imagen de Louis Muhlstock, Sleeping man, 1930


TWARUM EIGENTLICH MAN SCHLÄFT wüssten wir gern warum eigentlich werden daten immer öfter in wolken abgelegt 
und im wattigen vakuum eines warteraums am flughafen wir
warum eigentlich berlin gerade wieder kippt
am horizont sein berüchtigtes grau: prognosen
darin abend und morgen verschwimmen 
warum aber kurz vor milch dies saugende licht
zwischen berghain und paris bar (das wüssten wir gern)
die eleganz des luftwiderstands wenn man hinaustritt 
ins off-ne zwischen hellsinn und herzschaden
nach den mühsam verpassten gelegenheiten
zwischen gläsern und unsagbar törichten augenbädern

natürlich – kann man entgegnen – das liegt an den
ereignissen die verteilen sich nicht gleichmäßig
in raum zeit & musik oder es liegt an den
unbemannten dokumenten mit denen
sie einem die seele rausdrehn 
an minier-motten in den kastanienalleen
der ewigen traufhöhe des stimmann

alles ausreden – ist eigentlich es verboten
vergangenheit zu essen oder an piercings
zu rütteln oder den erdenkbarkeiten
wo doch die klimakapseln dahinsurrn
im kleinen ball der neben dem eigenen kopf schwebt
und man nicht weiß warum noch richtung mitte
wo einen weiß und leicht das frühlicht duzt

warum also zerbrechen um aufzudecken 
(frangio ut pare facias) dann lieber heim
ins bionaden-biedermeier der bötzow
oder großspurig die frankfurter durchfegt 
und wenn die eingeschlossenen fragen
wo bleibt wenck? sag ihnen im tresor 
und anderen bunkern wir liegen hier
erschossen herum in diesem augenwinkel 
haben das wachsein schon vor sieben
milliarden jahren eingestellt

domingo, enero 01, 2017

ulrike draesner. traducciones radicales, dos sonetos de Shakespeare





















(traducciones radicales, dos sonetos de Shakespeare)

las horas que con gasas suaves enmarcan tu mirada,
en la cual con tanto agrado un ojo extranjero nada,
las darán los transplantadores, como algo de ellos, a ti,
y será sobreiluminado lo que superaba lo más luminoso:
el tiempo que hace tictac en átomos lleva el verano
a un invierno más radiante, y allí lo de justifica:
jugo, petrificado en el refrigerador, membranas carnosas, marchitas,
belleza encostrada por la helada, desnudez, en cada lugar:
si no se encontrara entonces el destilado del verano en el cajón,
más líquido más prisionero entre paredes y gas,
la bolsa amniótica de la belleza se desvanecería por belleza
ni ella, ni el recuerdo quedaría, de esto, como era.
            pero algo de flor, extraído, empujado dentro del invierno,
            derrama como código celular, jugo lechoso, el futuro contra el vidrio.

Ulrike Draesner, Munich, 1962
Versión de Emma Julieta Barreiro
en Periódico de Poesía
imagen de Joy Garnett

(radikalübersetzungen, zwei sonette von Shakespeare)

die stunden, die mit weichem mull den rahmen spannten
deines blicks, in dem so gern ein fremdes auge schwimmt,
werden die transplanteure geben, als sich, an dich,
und ausgeleuchtet wird, was das leuchtendste übertraf:
die in atomen tickende zeit überführt den sommer
in strahlenderen winter, und zergründet ihn dort:
saft, im kühlschrank erstarrt, fleischige membranen, welk,
schönheit überkrustet von frost, nacktheit, an jedem ort:
stünde dann nicht das destillat des sommers im fach,
flüssiger gefangener zwischen wänden und gas,
wäre die fruchtblase der schönheit durch schönheit zerstoben
weder sie, noch erinnerung bliebe, daran, was war.
aber blumenartiges, extrahiert, in den winter geschoben,
schwappt als zellcode, milchiger saft, die zukunft ans glas.


miércoles, agosto 24, 2016

johann w. goethe. la novia de corinto
















La novia de Corinto

Provenía de Atenas un joven
que llegó a Corinto, donde nadie lo conocía.
Él contaba con la amable recepción de uno de sus habitantes:
sus padres estaban unidos por la hospitalidad,
y habían convenido, mucho tiempo atrás,
el matrimonio de una y otro:
su hija y su hijo.
Pero, ¿sería bienvenido aún
si no compra con cariño este favor?
Él es todavía pagano, como los suyos;
pero ellos ya son cristianos y se han bautizado.
Cuando nace una nueva fe,
el amor y la fe jurada, frecuentemente,
se destruyen como una mala yerba.
Ya la casa entera reposa;
padre e hijas; sólo la vigilia es de la madre;
que recibe con diligencia al huésped:
de inmediato lo conduce a la habitación más bella.
Previniendo sus deseos ,
le presenta los vinos y manjares más preciados.
Tras atenderlo, ella le desea una buena noche.
Pese al buen alimento servido,
él no siente deseo alguno de comer;
la fatiga lo hace rechazar manjares y bebida.
Y, vestido, se recuesta en el lecho.
Casi está dormido
cuando un huésped extraño
se introduce en la recámara
por la puerta abierta.
Al resplandor de la lámpara ve avanzar
por el cuarto a una joven silenciosa y púdica,
cubierta de un velo y un vestido blancos;
una lazo negro y oro ciñe la frente.
Cuando ella lo percibe
se azora y estremece
y alza blanca su mano.
“Soy, entonces —clama ella—, tan extraña en mi propia casa
que para nada me avisan la presencia de un huésped?
Es así, ay, que se me tiene encerrada en mi celdilla,
y que mientras, aquí, se me cubre de vergüenza.
Pero sigue reposando en tu lecho,
me alejaré con la rapidez con que vine”
“Quédate, bella joven”, grita él
levantándose con precipitación.
“He aquí los dones de Ceres, he aquí los de Baco,
y he aquí, querida niña, que tu traes el amor.
¡Estás pálida de miedo!
Ven, querida, joven, ven
y gustaremos juntos los goces divinos”
“Quédate lejos de mí, buen hombre, deténte.
Yo no estoy consagrada a la alegría.
El último paso, ay, fue dado
por mi querida madre: vencida por la enfermedad,
ella hizo al mejorar el juramento
de que mi juventud y mi cuerpo
serían ofrecidos, de inmediato, al servicio del cielo.
“Y apenas el brillante cortejo de los antiguos dioses
partió la casa quedó en silencio.
Ya no se adora más que a un solo Dios
invisible en el cielo, Salvador sobre la cruz;
a quien nadie aquí le ofrece en sacrificio
toros o corderos
sino víctimas humanas en cantidad infinita.”
Y él le pregunta y reflexiona todas sus palabras;
ninguna escapa a su espíritu.
“¿Será posible que en esta callada habitación
frente a mí esté mi novia bien amada?
¡Sé mía entonces !
Los juramentos de nuestros padres
nos valieron ya la bendición del Cielo.”
“No soy yo quien te está destinada, buen hombre;
se reservó para ti a mi más joven hermana.
Cuando en mi celdilla silenciosa sea librada a mis tormentos,
en sus brazos, piensa en mí;
en mí que no pienso sino en ti,
que me consumo de amor
y que, pronto, me iré a esconder bajo la tierra.”
“No, lo juro por esta flama
que desde ahora Himeneo hace por nosotros brillar:
tú no estás perdida, ni para mí ni para el placer,
y tú me acompañarás a la casa de mi padre:
bien amada, quédate aquí;
celebra conmigo, en este mismo instante,
aunque inesperado, nuestro festín nupcial!”
Entonces intercambiaron ellos los gajes de la fidelidad:
ella le tiende una cadena de oro
y el desea ofrecerle una copa
de plata de arte incomparable
“¡Esta copa no es para mí;
pero te pido
me regales un rizo de tus cabellos!”
En ese momento suena la hora lúgubre de los espíritus,
y entonces, solamente, la joven parece sentirse a gusto.
Ávidamente, de sus labios pálidos, ella bebió
el vino de un rojo sombrío como la sangre.
Pero del pan de trigo
que él le ofreció amablemente,
no tomó la menor migaja.
Y ella tiende la copa al joven,
quien, como ella, la vacía de un solo trago, golosamente.
Y durante esa comida silenciosa, él le solicita su amor.
Su pobre corazón, ay, estaba enfermo de amor.
Pero ella se resiste
a toda súplica
hasta que él se echa a llorar en la cama.
Y viene ella y se tiende cerca de él.
“¡Ay, cómo sufro de ver tu tormento.
Pero, ay, si tocas mis miembros
sentirás estremecido lo que te escondí:
blanca como la nieve
pero fría como el hielo
es la amante que tu has escogido!”
Él la toma con ardor en sus vigorosos brazos,
llevado por la fuerza de su joven amor.
“Espera entonces recalentarte más cerca de mí todavía,
aunque sea la tumba quien te haya enviado hacia mí.
Mezclemos nuestros alientos, intercambiemos nuestros besos,
que nuestro amor se desborde!
¿No te inflamas al sentir la llama que me devora?”
Más fuerte aún los unió el amor:
las lágrimas se mezclaron a sus arrebatos.
Con avidez ella aspira el fuego de sus labios,
y ninguno se siente vivir si no es en el otro.
Con la furia amorosa del joven
la sangre congelada de la muchacha se recalienta;
pero en su pecho el corazón sigue inmóvil.
Mientras tanto la madre, retrasada por los cuidados del aseo,
pasa aún con suave marcha por el corredor frente al cuarto.
Escucha tras la puerta, oyó largo tiempo
esos sonidos extraños:
voces voluptuosas y lamentos
de un novio y de su prometida,
balbuceantes insensatos del amor.
Ella permanece de pie, inmóvil, frente a la puerta,
porque ante todo desea convencerse plenamente:
escucha colérica los juramentos de amor más solemnes,
las palabras de amor y de promesa:
“¡Silencio, el gallo despierta!”
“—Pero la noche que viene
¿vendrás de nuevo?” Y besos sobre besos.
La madre no puede contener más tiempo su indignación,
abre con rapidez la bien sabida cerradura.
“¿En esta casa hay entonces hijas perdidas,
capaces de entregarse así de pronto al extraño?”
Abre la puerta, entra.
y a la luz de la lámpara
distingue, oh Cielos, a su propia hija.
Y el joven, en el primer momento de terror,
quiere cubrir con su velo a la muchacha,
esconder bajo el tapiz a la bien amada.
Pero ella se defiende y libera con prontitud
como con la fuerza de un espíritu
su alta estatura
se yergue lentamente sobre el lecho.
Madre, madre”, dice con una voz sepulcral,
“¿me reprocha, entonces, esta noche tan bella?
Me expulsa usted de esta cama cálida?
¿Sólo desperté para entregarme a la desesperación?
¿Ya no le satisface
en buena hora haberme amortajado en un sudario
y depositado en la tumba?
“Pero una ley que me es propia me impulsa
fuera de la fosa estrecha al duro manto de la tierra.
Los cantos salmodiados por tus sacerdotes
y su bendición no tienen efecto alguno.
El agua y la sal son incapaces
de extinguir los ardores juveniles
y, ay, la tierra no enfría el amor.
“Este joven me fue prometido,
cuando en pie estaba todavía el templo de la amable Venus,
Madre, y usted faltó a su promesa
ligándose por un juramento bárbaro y sin valor.
Porque ningún Dios acogerá
a una madre que jura
rehusar la mano de su hija.
Una fuerza me arroja fuera de la fosa
para buscar todavía los bienes de los que me despojaron,
para amar aún al esposo ya perdido
y para aspirar la sangre de su corazón.
Y cuando éste muera,
me pondré en busca de otros
y mis jóvenes amantes serán víctimas de mi deseo furioso.
“Bello joven, tus días están contados.
Morirás de languidez, en este sitio.
Te regalé mi collar,
yo me llevo el rizo de tus cabellos.
Míralo bien:
mañana tus cabellos estarán grises;
solamente en la tumba renegrecerán.
“Escuche, ahora, madre, mi última plegaria:
Haga levantar una hoguera,
abra la estrecha tumba donde me ahogo,
y dé reposo a los amantes entregándolos al fuego.
Cuando la chispa salte,
cuando ardan las cenizas,
nos elevaremos hacia los antiguos dioses.

Johann Wolfgang von Goethe, Frankfurt, 1749-Weimar, 1832
Original: Die Braut Von Korinth de Goethe
imagen de Edvard Munch, Vampire


lunes, febrero 09, 2015

paul celan. un día y otro más



Un día y otro más

Tú, con aire de Foehn. el silencio
nos acompañaba como una vida
segunda, nítida.

Gané, perdí, creímos
en prodigios sombríos, la rama,
escrita grande en el cielo, nos llevaba, crecía
hacia la órbita lunar, una mañana
subió hacia el ayer, recogimos
el candelabro, lloré
en tu mano.

13 de diciembre de 1957

Paul Celan, Chernivtsi, 1920- París, 1970 
en Tiempo del corazón. Correspondencia. Ingeborg Bachmann-Paul Celan, FCE, Buenos Aires, 2012
traducción de Griselda Mársico con la colaboración de Uwe Schoor
imagen en Gedankendach

lunes, febrero 02, 2015

paul celan. en egipto



En Egipto

para Ingeborg

Le dirás al ojo de la extraña: ¡Sé al agua!
Las buscarás, en el ojo de la extraña, a las que sabes en el agua.
Las llamarás para que salgan del agua: ¡Ruth! ¡Noemí! ¡Miriam!
Las adornarás cuando duermas con la extraña.
Las adornarás con el pelo de nubes de la extraña.
Les dirás a Ruth, a Miriam y Noemí:
¡Miren, duermo con ella!
La adornarás más bella que a ninguna, a la extraña que tienes a tu lado.
La adornarás con el dolor por Ruth, por Miriam y Noemí.

Le dirás a la extraña:
¡Mira, dormí con ellas!

Viena, 23 de mayo de 1948

Paul Celan, Chernivtsi, 1920- París, 1970 
en Tiempo del corazón. Correspondencia. Ingeborg Bachmann-Paul Celan, FCE, Buenos Aires, 2012
traducción de Griselda Mársico con la colaboración de Uwe Schoor
imagen en  Haaretz

viernes, noviembre 21, 2014

bertold brecht. lectura del periódico mientras hierve el té



Lectura del periódico mientras hierve el té

Muy de mañana leo en el periódico los planes sensacionales
del Papa y de los reyes, de los banqueros y de los reyes del
petróleo.
Con el otro ojo miro
el puchero con el agua del té,
cómo se enturbia y empieza a hervir y de nuevo se aclara,
hasta que, rebosando del puchero, apaga el fuego.

Bertolt Brecht, Augsburgo, Alemania, 1898- Berlín Este, 1956
versión s/d
imagen de picture-alliance / akg-images, 1948

jueves, noviembre 28, 2013

friedrich schiller. amor y apetito





Amor y apetito

Muy bien dicho, Schlosser: se ama
lo propio; y si no se tiene
se apetece. El alma rica
ama, la pobre apetece.


Friedrich Schiller, Marbach am Neckar, 1759 - Weimar, 1805
en Poesía, Friedrich Schiller, Yunque, Barcelona, 1940 
imagen de Anton Graff, Friedrich Schiller

martes, agosto 06, 2013

paul celan. no te extingas del todo


***
No te extingas del todo -como otros hicieron 
antes que tú, antes que yo,

la casa, después de la lluvia de capullos,
después del
abrazo,
se amplía sobre nosotros,
mientras la piedra
crece firme,

un candelabro, grande y solo,
se inmerge también,
reconoce,
cuando la concha toda de pórfiro
se rompe, cómo 
pulula lo oculto,
inevitable,

experimenta
dónde los ojos abiertos están ahora,
de mañana, al mediodía, de tarde, de noche.

de Poemas del Conjunto de Entenebrecido

Paul Celan, Chernivtsi, 1920- París, 1970 
en Poemas Póstumos, Editorial Trotta, Madrid, 2003
traducción de José Luis Reina Palazón
imagen de Michal Macku© – Gellages, en Uno de los nuestros

lunes, febrero 11, 2013

paul celan. tubinga, enero




Tubinga, enero

A la ceguera con-
vencidos ojos.
Su -«un
enigma es brotar
puro»- su
recuerdo de
flotantes torres de Hölderlin, de gaviotas
revoloteadas.

Visitas de carpinteros ahogados con
estas
palabras sumergiéndose:

Si viniera,
si viniera un hombre,
si viniera un hombre al mundo, hoy, con
la barba de luz, de
los patriarcas: debería
si hablara de este
tiempo,
debería
sólo balbucir y balbucir,
siempre-, siempre-,
asíasí.

(«Pallaksch. Pallaksch»)

Paul Celan,Czernowitz, 1920 - París, 1970
de Paul Celan, Obras Completas, Editorial Trotta, Madrid, 2002
Traducción de José Luis Reina Palazón
imagen de Luz Carmona, Torre de Hölderlin, en Arte lista

Tübingen, Jänner

Zur Blindheit über
redete Augen.
Ihre - ‘ein
Rätsel ist Rein-
entsprungenes’–, ihre
Erinnerung an
schwimmende Hölderlintürme, möwen-
umschwirrt.

Besuche ertrunkener Schreiner bei
diesen
tauchenden Worten:

Käme,
käme ein Mensch,
käme ein Mensch zur Welt, heute, mit
dem Lichtbart der
Patriarchen: er dürfte,
spräch er von dieser
Zeit, er
dürfte
nur lallen und lallen,
immer-, immerzuzu.

(‘Pallaksch. Pallaksch.’)

miércoles, abril 04, 2012

paul celan. hacia dónde se me cayó la palabra


**

Hacia dónde se me cayó la palabra que era inmortal:
en la garganta del cielo detrás de la frente,
hacia allí va, asistida por saliva y basura,
la Siete-Estrellas que conmigo vive.

En la bitácora las rimas, el aliento en el estiércol,
el ojo un serviola de imágenes-
y sin embargo: un silencio erguido, una piedra,
que rodea la escala del diablo.

**

La palabra dolor

Se te dio en la mano:
en tú, sin tu muerte,
junto al que todo el yo volvía a sí mismo. Pasaron
en redor voces sin palabra, formas vacías, todo
entraba en ella, mezclado
y desmezclado
y vuelto a mezclar.

Y números fueron
entretejidos y lo
innumerable. Uno y mil y lo
que delante y detrás
era mayor que sí mismo, más pequeño, bien
maduro y retro- y re-
transformado en
germinante Nunca.

Lo olvidado intentó
agarrar lo por olvidar, continentes, corazones, en partes,
flotaban,
se hundían y flotaban. Colón,
con el cólquico, el in-
temporal, en el ojo, la flor-
madre,
asesinaba mástiles y velas. Todo se largó,

libre,
descubridor,
la rosa de los vientos dejó de florecer, se
deshojó, un océano
floreció en masa y manifiesto en la luz negra
de las delirantes líneas de fe. En féretros,
urnas, canopes,
despertaron los niños
Jaspe, Ágato, Amatista -pueblos,
tribus y estirpes, un ciego

que sea

se anudó en
el cabo libre
de cabeza de serpiente-: un
nudo
(y contra-y tras- y anti- y gemelos- y miles
nudos), ante el que
la camada de ojos de noche de cuaresma
de las estrellas-martas en el abismo
de-de-de
letreaban, letreaban.

de La rosa de nadie,1963

Paul Celan,Czernowitz, 1920 - París, 1970
de Paul Celan, Obras Completas, Editorial Trotta, Madrid, 2002
Traducción de José Luis Reina Palazón
imagen: s/d

miércoles, diciembre 14, 2011

no os bastará


Contra la seducción

No os dejéis seducir:
no hay retorno alguno.
El día está a las puertas,
hay ya viento nocturno:
no vendrá otra mañana.

No os dejéis engañar
con que la vida es poco.
Bebedla a grandes tragos
porque no os bastará
cuando hayáis de perderla.

No os dejéis consolar.
Vuestro tiempo no es mucho.
El lodo, a los podridos.
La vida es lo más grande:
perderla es perder todo.

Bertolt Brecht, Augsburgo, 1898 – Berlín, 1956
Traducción de Jesús López Pacheco y Vicente Romano
en La mejor poesía, Antología ordenada por Héctor Yánover, Colección Anesa de Editorial Crea S.A., Buenos Aires, 1979
imagen s/d

sábado, noviembre 06, 2010

el alma que aquí abajo fue frustrada





A las parcas

Un verano y un otoño más os pido, Poderosas,
para que pueda madurar mi canto,
y así, saciado con tan dulce juego,
mi corazón se llegue hasta morir.

El alma que aquí abajo fue frustrada
no hallará reposo, ni en el Orco,
pero si logro plasmar lo más querido
y sacro ante todo, la poesía,

entonces sonreiré satisfecho a las feroces
sombras, aunque debiera dejar
en el umbral mi voz. Un solo día
habré vivido como los dioses. Y eso basta.

Friedrich Hölderlin, Lauffen am Neckar, 1770- Tubinga, 1843
En Hölderlin, Poesía Completa, Ediciones 29, Barcelona, 1984. Edición bilingüe. Traductor Federico Gorbea
imagen: s/d

An Die Parzen

Nur einen Sommer gönnt, ihr Gewaltigen!
Und einen Herbst zu reifem Gesange mir,
Dass willinger mein Herz, vom süssen
Spiele gesättiget, dann mir sterbe!

Die Seele, der im Leben ihr göttlich Recht
Nicht ward, sie ruht auch drunten im Orkus nicht;
Doch ist mir einst das Heil'ge, das am
Herzen mir liegt, das Gedicht, gerlungen,

Willkommen dann, o Stille der Schattenwelt!
Zufrieden bin ich, wenn auch mein Saitenspiel
Mich nicht hinabgeleitet; Einmal
Lebt'ich, wie Götter, und mehr bedarf'snicht.

lunes, febrero 15, 2010

cuenta lo que era amargo y te mantuvo en vela


La arena de las urnas

Verde de moho es la casa del olvido.
Ante cada una de las puertas al viento azulea tu juglar decapitado.
Él te toca el tambor de musgo y amargo vello de pubis;
con supurante dedo del pie pinta tu ceja en la arena.
Más larga la dibuja que ella era, y el rojo de tu labio.
Tú llenas aquí las urnas y nutres tu corazón.

de La arena de las urnas, 1952


Cuenta las almendras,
cuenta lo que era amargo y te mantuvo en vela,
cuéntame con ellas:

Yo busqué tu ojo cuando lo abriste y nadie te miraba,
hilé aquel hilo secreto
por el que el rocío que pensaste
resbaló hasta los cántaros
que protege un proverbio que de nadie encontró el corazón.

Solo allí entraste enteramente en ese nombre que es el tuyo,
avanzaste con pie firme hasta ti,
libres batieron los mazos en la cabeza de campana de tu silencio,
llegó a tu encuentro lo bien oído,
también lo muerto ciñó con su brazo,
y los tres os fuisteis a través de la tarde.

Hazme amargo.
Cuéntame con las almendras.

de Amapola y memoria, 1952

Tantas estrellas que
nos ofrecen. Yo estaba,
cuando te miré-¿cuándo?-
fuera en
los otros mundos.

Oh esos caminos, galácticos,
oh esa hora, que nos
preponderó las noches en
la carga de nuestros nombres. No es
verdad, lo sé,
que viviéramos, sólo
pasó ciego un aliento entre
el allí, el no-allá y el a veces,
como un cometa silbó un ojo
hacia aquello extinguido, en las gargantas,
allí, donde se entremoría el fulgor, estaba
espléndido en tetas el tiempo,
en el que ya crecía, decrecía
y recrecía lo que
es o fue o será,
yo sé,
yo sé y tú sabes, sabíamos
no sabíamos, sí
estuvimos aquí y no allí,
y a veces, cuando
sólo la nada estaba entre nosotros, nos encontramos
uno al otro totalmente.

de La rosa de nadie,1963

Paul Celan,Czernowitz, 1920 - París, 1970
de Paul Celan, Obras Completas, Editorial Trotta, Madrid, 2002
Traducción de José Luis Reina Palazón
imagen de Nihil© – Obsecratio II, en Uno de los nuestros

Der sand aus den urnenSchimmelgrün ist das Haus des Vergessens./Vor jedem der wehenden Tore blaut dein enthaupteter Spielmann./Er schlägt dir die Trommel aus Moos und bitterem Schamhaar;/mit schwärender Zehe malt er im Sand deine Braue./Länger zeichnet er sie als sie war, und das Rot deiner Lippe./Du füllst hier die Urnen und speisest dein Herz.

ZÄHLE die Mandeln,zähle, was bitter war und dich wachhielt,/zähl mich dazu://Ich suchte dein Aug, als du′s aufschlugst und niemand dich ansah,/ich spann jenen heimlichen Faden,/an dem der Tau, den du dachtest,/hinunterglitt zu den Krügen,/die ein Spruch, der zu niemandes Herz fand, behütet.//Dort erst tratest du ganz in den Namen, der dein ist,/schrittest du sicheren Fußes zu dir,/schwangen die Hämmer frei im Glockenstuhl deines Schweigens,/stieß das Erlauschte zu dir,/legte das Tote den Arm auch um dich,/und ihr ginget selbdritt durch den Abend.//Mache mich bitter./Zähle mich zu den Mandeln

Soviel Gestirne, die /man uns hinhält. Ich war/als ich dich ansah – wann? -/draußen bei/den andern Welten./O diese Wege, galaktisch,/o diese Stunde, die uns/die Nächte herüberwog in/die Last unsrer Namen. Es ist,/ich weiß es, nicht wahr, /daß wir lebten, es ging/blind nur ein Atem zwischen /Dort und Nicht-da und Zuweilen,/kometenhaft schwirrte ein Aug/auf Erloschenes zu, in den Schluchten,/da, wo’s verglühte, stand/zitzenprächtig die Zeit,/an der schon empor- und hinab-/und hinwegwuchs, was/ist oder war oder sein wird-,/ich weiß,/ich weiß und du weißt, wir wußten,/wir wußten nicht, wir/waren ja da und nicht dort,/und zuweilen, wenn/nur das Nichts zwischen uns stand, fanden /wir ganz zueinander.