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jueves, 17 de mayo de 2012

todavía más acá

(tercer aniversario)

Mucho mas grave by Mario Benedetti on Grooveshark

Su voz sigue sonando dulce, aunque venga de ultratumba.
Sus palabras siguen rezumando amor, la tierra no las puede engullir.
La coraza pétrea es incapaz de impedir que sus alas se extiendan, que siga volando, que remonte el más allá y planee serenamente sobre el más acá.
En mis oídos, en mis labios...

Lo sé, hoy es el Día das Letras Galegas, pero cada 17 de mayo yo sigo recordando que don Mario nunca se fue del todo.


Mucho más grave

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo.

Sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada más.

No me refiero sólo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta:
bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol.

Ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
de tu más reciente desesperación.

No
la cosa es muchísimo más grave.

Cuando digo todas la parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás rescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran
y vos en cambio sabés que eso no sirve

quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría y regarlo mirándolo

quiero decir que estás sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede la armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida.

Como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas y con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
o cautelosas mujeres
que quise o quiero
porque gracias a vos he descubierto
(dirás ya era hora
y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida
una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones.

Una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van
pero vos
por favor
no te vayas.

Claude Monet: Impression, soleil levant (1872)
óleo sobre lienzo, 48 cm x 63 cm
(Museo Marmottan-Monet, París)

martes, 17 de mayo de 2011

evergreen

(una parada junto al camino, para llevar flores a su tumba)
"Deja un ramo de flores en la tumba
como quien riega un árbol
sin raíces".
(Liliana Chávez)

hoy se me ha adherido esta melodía en los tuétanos... igual que me acompaña a mí en esta parada, que también te acompañe a ti
(click en play)

Apenas una humilde lápida sobresale del suelo. El mismo suelo donde anidó ese cuerpo al que la tierra abrazó tan fuerte que ya lo hizo suyo para siempre. En el trozo de piedra que queda como único testigo de la fusión, un nombre grabado y una flor acompañando. La flor conoció mejores días. Ahora, se deshoja, se arruga, se retuerce. Como si sufriera por algo que no comprende pero que comparte. Separación del resto de lo vivo.
Una mujer llega ante la piedra tallada. Solemne pero serena, con mirada demasiado profunda pero ya sin carga sobre los hombros. Retira la flor casi seca y coloca en su lugar otra fresca, igual en cada detalle a como fue la relevada. Ha sido un paso retrocediendo en el tiempo. Y la flor vuelve a revivir, inmarcesible.
Una esperanza de que la tierra devuelva al ser tragado por ella. Al menos, hoy devuelve parte de él en la lozanía de la flor. Recuerdos bañados por el rocío de sus pétalos, memorias escritas en la tersura de su tallo.

No estarás muerto mientras al menos yo no me olvide de ti.

Es su último susurro a la piedra y a la flor.
Una despedida.

El mundo de los muertos que no escribieron poemas está lleno de flores. Y las flores de los poetas son sus versos. Cada día se renuevan frente a su tumba, el poeta revive por ese instante, la memoria lo mantiene para siempre vivo, incrustado en los corazones, en las entrañas, en cada recoveco donde se llora, se ríe, se canta, se sangra o donde más duele.

Don Mario, querido abuelo, hoy hace ya dos años desde que sigue reviviendo usted a base de poemas, en esta no-tumba en ningún lugar al que acudo cuando necesito que me vuelva a contar sus historias de viejito y sus versos de amante perdidamente enamorado.
Aquí le dejo su flor, don Mario.
Hasta siempre.
Hasta la vida.

CHAU NÚMERO TRES

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.

Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.

Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.

Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.

Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.

Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.

Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.

Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.

Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.

(Mario Benedetti)

jueves, 29 de julio de 2010

dos mundos

(96ª parada)
"(...) confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Los que tal cosa dicen, claramente dan a entender que buscan una patria (...), pero anhelaban una mejor".
(Carta a los Hebreos, cap. 11: 13-16)

El procesador central que rige nuestros cuerpos completos, lo que cada uno es, requiere un delicado mantenimiento diario. A tal efecto, él mismo se ha inventado un mundo misterioso y diferente a aquel en que pasamos la mayor parte del tiempo. Ambos mundos, productos de nuestro cerebro, son Sueño y Vigilia. Solemos estar tentados a dilucidar cuál es real y cuál no lo es. En ocasiones, incluso damos por resuelta la cuestión antes siquiera de haber reflexionado en ella: Vigilia es real y Sueño es una ficción de nuestro cerebro. Pero tanto Sueño como Vigilia son las grandes creaciones del encéfalo en que queda contenida toda nuestra vida.
¿Por qué, entonces, suponemos que Sueño es algo imaginario? ¿Es posible que sea así porque en Vigilia tenemos un control aparente sobre nuestras acciones, encontramos cierta lógica y continuidad en ellas, mientras que en Sueño nos sentimos desbordados por acontecimientos que no podemos dominar en absoluto? En fin, un onironauta no compartiría plenamente este punto de vista. Un esquizofrénico, tampoco. Y habría muchos más disconformes...
Entonces, ¿por qué? ¿Acaso subestimamos a nuestro subconsciente? Él está activo las 24 horas del día. Sin embargo, es como si sólo en Sueño se permitiera un diálogo lo más sincero con un consciente que parece no estar por la labor cuando le hablan en otro idioma. Quizás sobreestimemos a nuestro consciente, otorgándole todo el protagonismo de nuestra intrincada máquina y sus misteriosos procesos...

Sueño y Vigilia son dos mundos con apenas intersecciones, a pesar de participar de una unión indisoluble. Puede parecer contradictorio, pero es que ambos se retroalimentan y lo constituyen todo, a la vez que mantienen unas fronteras bien definidas. Son como las dos caras de una moneda, sin serlo.
Sin referirme ahora a aspectos meramente temporales, se me ocurre que en los puntos extremos de Sueño y Vigilia (que es donde, de una forma singular, más se aproximan entre sí estos dos mundos) suceden cosas sorprendentes... En Sueño, además de los sueños corrientes (por decirlo de alguna manera), se pueden vivir como extremos pesadillas y *·*·*·* (no existe el antónimo de pesadilla: el lenguaje, creado en Vigilia, no se ha preocupado de inventar la palabra que nombre al tipo de sueño en que se viven las cotas más elevadas de armonía, paz, bienestar, sosiego...). Del mismo modo, en Vigilia los extremos se llaman utopía y distopía (aquí sí que hay palabras para ambos). Pues bien, llega a suceder que los extremos de Sueño y los de Vigilia se aproximan, dando lugar a fenómenos como filtraciones de pesadillas en Vigilia, en forma de alienantes distopías, a la vez que *·*·*·* también se pueden filtrar como utopías más allá de Sueño. Pero lo más sorprendente es que, en Vigilia, las pesadillas-distopías se tornan de lo más real, mientras que las utopías se quedan en un plano etéreo, sin llegar nunca a alcanzar su verdadero cuerpo. No es de extrañar que no se haya inventado la palabra que etiquete a *·*·*·*: a diferencia de las pesadillas, nunca son hechos reales en Vigilia.

La Isla, la República, el Jardín, la Comunidad... Utopía, a la vez el buen lugar y el no lugar. El que trataron de describirnos Hesíodo, Platón, Tomás Moro, las mitologías más próximas y las más lejanas... El lugar de Vigilia que sólo reside en Sueño, a través de una frontera impermeable pero móvil, que concede energía prácticamente ilimitada a todo el sistema. A fin de cuentas, el cerebro, ese cúmulo de neuronas conectadas electroquímicamente, tenía que elaborar un motor quasi-inagotable y lo ha logrado a través de la interacción electromagnética entre Sueño y Vigilia, como los polos de dos imanes, que se atraen o se repelen dependiendo de la forma en que se orienten. Dormir (por tanto, soñar) es una de las actividades más reparadoras que se conocen a todos los niveles.
Tal como pregonan las mitologías y las teologías más difundidas, el poder de la bondad es siempre superior al de la maldad. En la lucha entre el Bien y el Mal, es el primero el que triunfa. Aunque aparentemente parezca lo contrario, por la proliferación de las distopías y la ausencia de utopías cumplidas, la esencia del asunto está en lo que verdaderamente es Utopía: la aspiración a formar un mundo nuevo a partir de estos dos mundos, la fusión definitiva de Sueño y Vigilia.

¿Cómo me sería posible contarlo mejor que Eduardo Galeano? No. Prefiero sus palabras:

"Ella está en el horizonte
Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se aleja diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve, para caminar..."

....................(Ventana sobre la utopía)

Inalcanzable, ella. Reside en el horizonte, siempre visible. Mis ojos no se apartan de aquella línea tan lejana...

lunes, 17 de mayo de 2010

recordando...

(92ª parada)
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora".
(Sefer Kohelet, cap. 3: 1)

TIEMPO SIN TIEMPO

Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta

tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj

vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.

(Mario Benedetti)


Recordar es lo contrario de olvidar. Perogrullesca afirmación, lo sé. El caso es que a veces se olvida uno de recordar y puede ser esto motivo de incomodidades, todo depende de en qué circunstancia suceda tal descuido... El paso de instantes, las acumulación de jornadas, las nuevas experiencias que se van amontonando ejercen su efecto capa-de-polvo que más bien es una capa-de-olvido sobre lo que otrora fue fresca memoria. Y nos olvidamos hasta de que hay que limpiar ese polvo acumulado, si tal cosa fuera necesaria. Parece inevitable. También es un mecanismo del señor encéfalo para protegernos de quién sabe qué...

El viernes pasado recordé que no quería olvidar. No quería olvidar que pasaron los días hasta hacer hoy (17 de mayo) ya un año, el primer año transcurrido desde que Mario Benedetti se despidió de su pluma y completó su legado. El mismo Benedetti que pidió (precisó, necesitó) tiempo sin tiempo vio su tiempo agotado. El día de ayer o el de mañana es tan bueno para recordar como el de hoy. Y no son pocos los días en que no dejo de recordarlo a través de sus poemas, sus escritos, su voz, sus imágenes. Pero la capacidad de concentrar atenciones que tienen las efemérides no es algo que deba desaprovecharse. Quizás fue por eso que el zorro le dijo al Principito: "Si tú vienes sin importar el cuándo, no sabré nunca a qué hora preparar mi corazón... Son necesarios los ritos. (...) Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas".

Por eso, hoy tampoco es mal día para recordar que no quiero olvidar.

lunes, 18 de mayo de 2009

se nos murió...

(sin parada)

Apenas soy capaz de articular un suspiro que, como todos los poemas del genial Benedetti, hoy caminarán en el aire y se mezclarán con el espíritu de quien alumbró tanta belleza.

La cadena se hizo ingrávida y desde ayer, domingo, empezó a flotar... ya nada podía retener a don Mario a las vanidades de este mundo nuestro, el de los vivos. Aunque seguirá en nuestras mentes, únicas anclas que no le permitirán abandonarlo definitivamente.


Don Mario, como buen enamorado que fue usted, desde el fallecimiento de su esposa quedó expuesto a las acechanzas de una muerte ventajista, amante de presas fáciles. Usted bajó los brazos, un poquito, lo suficiente como para que la de negro se nos lo llevara. Pero aquí nos quedan sus poemas, intocables para la oscura dama, que seguirán alegrándonos igual que si fuera usted mismo quien nos los recitara.

Quédese tranquilo, vaya en paz.


<aquí>, la reseña en la sección de cultura del diario mejicano La Jornada.

miércoles, 13 de mayo de 2009

cuídese, don mario

(sin parada)

Hoy me lanzo a escribir (fueeeeeeeera de programa, como suelen decir Les Luthiers en sus bises) por una urgencia que me ha surgido como surgen todas las urgencias. Tengo noticia, por el <blog de Avellaneda>, de que mi querido abuelo adoptado-adoptivo (y lo digo con todo el respeto y cariño que me inspira) Mario Benedetti lleva ingresado unos días como consecuencia de una patología intestinal crónica. Y parece ser que desde <el blog de la Fundación Saramago>, Pilar de Río (esposa de José Saramago) junto a un grupo de amigos del autor, lanzaron la propuesta de formar una cadena poética entre blogs, tomando como pretexto-eslabones los poemas del genial uruguayo. Si esto no me importara demasiado, yo seguiría a lo mío y pasaría de encadenarme a esta iniciativa. Pero qué mejor forma de agradecer humildemente a don Mario (a la vez que le deseo una pronta mejoría de su convalecencia) por toda la chispa que me (nos) ha regalado con sus palabras tan llenas de calidez, vida, magia..., que engalanando este blog con uno de sus poemas. Cualquier homenaje me parece poco a cambio de tanto brillo. Y los homenajes siempre-siempre-siempre mejor en vida.
¡Que me tiene usted enamorado, abuelo!

Estaba en un gran dilema acerca de qué poema elegir entre tanto bueno… al final, dudaba entre dos posibilidades, pero como la vida es elección, elijo…

GRIETAS
.
La verdad es que
grietas
no faltan
.
así al pasar recuerdo
las que separan a zurdos y diestros
a pequineses y moscovitas
a présbites y miopes
a gendarmes y prostitutas
a optimistas y abstemios
a sacerdortes y aduaneros
a exorcistas y maricones
a baratos e insobornables
a hijos pródigos y detectives
a borges y sábato
a mayúsculas y minúsculas
a pirotécnicos y bomberos
a mujeres y feministas
a aquarianos y taurinos
a profilácticos y revolucionarios
a vírgenes e impotentes
a agnósticos y monaguillos
a inmortales y suicidas
a franceses y no franceses
.
a corto o a larguísimo plazo
todas son sin embargo
remediables
.
hay una sola grieta
decididamente profunda
y es la que media entre la maravilla del hombre
y los desmaravilladores
.
aún es posible saltar de uno a otro borde
pero cuidado
aquí estamos todos
ustedes y nosotros
para ahondarla
.
señoras y señores
a elegir
a elegir de qué lado
ponen el pie.

viernes, 14 de septiembre de 2007

"f-méride"

(6ª parada)
"Enséñanos a contar nuestros días de tal modo que traigamos sabiduría al corazón".
(Salmo 90: 12)

Tal día como hoy, hace 87 años, nacía Mario Benedetti. Es decir, el 14 de septiembre de 1920. Benedetti: 87 años de poesía imprescindible.
Hoy leía en este post (¡saludos al clan de los gatos libres!) un texto del poeta uruguayo, en un bonito homenaje que se le rinde en ese blog, y me dije: "raindrop, buena excusa para hacer una parada". Así que, gracias a los gatos libres, esta tortuga deja por un momento de perseguir a la liebre para unirse a ese homenaje a Benedetti.

Y quiero compartir con el resto del mundo un poema suyo que llevo muy adentro ...y hasta puede que algún día llegue a hacer cola en una ventanilla (con lo que esto me revienta), para recitárselo a quien esté detrás del vidrio, como en la película 'El lado oscuro del corazón':

Rostro de vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor

Sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos

Y es una soledad
tan desolada.



Sin palabras, chatos. Hasta pronto.