Pues ná. Que hoy tengo el día generoso, así que, vamos a aprovecharlo.
Vale... Es que me he dado cuenta de que cuando alguien hace algo mal, o no lo hace todo lo bien que debería, ahí estamos todos para decirlo en voz alta y criticarlo. Pero cuando alguien hace las cosas bien, nunca se nos ocurre ir a pregonarlo a los cuatro vientos. Damos por hecho que eso debe ser así y punto. Y, por supuesto, nunca lo solemos valorar. Pensamos que es su trabajo; que para eso le pagan... Y ya digo que no lo valoramos.
Pues no. Hoy no me voy a quedar sin contarlo. Aparte, porque yo tampoco me puedo callar, claro. :)
Y si alguien ayuda y soluciona problemas, vamos a decirlo para que todo el mundo se entere, ¿no?
Así que hoy rompo una lanza por el Servicio de Atención al Cliente de mi línea de ADSL.
A ver... Ayer amanecimos en el barrio sin línea de teléfono. Que estaban arreglando (eso dijeron ellos) no sé qué historia de la centralita. No había teléfono, y como consecuencia de ello, tampoco había internet (que eso, sin duda, fue lo peor... Pero, bueno, paciencia...).
Pues el teléfono volvió a mediodía. Más considerado el aparato, que hizo sonar un tono para que todos supiésemos que había vuelto... -"Que ya estoy aquí..."-.
Y lo primero que hice: Poner el router a funcionar. Dios, qué chungo lo del mono. Pero no, no había línea ADSL. Así que, me lo tomé con calma. -"Quizás eso tarde más en volver"-.
Y tanto. Me acosté sin tener red. Vamos, vamos, ¿pa qué contaros? Lo peor era pensar:-"Jo, que estoy incomunicá, leche. Que seguro que la mitad de la gente ha actualizado sus blogs, y yo no puedo ir a verlos... ¡Cagontó!"-. Eso, os puedo asegurar que fue lo peor de todo. Definitivamente, estoy enganchá a todos vosotros, vaya.
Pues esta mañana casi que he salido disparada de la cama, y además, demasiado temprano. Como seguía sin haber red, no he tenido más remedio que llamar al Servicio de Atención al Cliente. Sabiendo como sé, lo poco que me gusta llamarles. Pero claro, puestos a sopesar, otro día sin internet, gracias pero no, gracias.
Lo que pasa es que no me han hecho esperar nada para hablar directamente con una criaturica que me solucionase el problema. El muchacho que me ha atendido no me ha hablado en esos términos en los que parece que no tiene ni idea del tema, y ha sido bastante rápido en hacer todas las gestiones. Yo sólo oía teclear su ordenador a través del teléfono, mientras me iba haciendo preguntas concretas sobre mis datos y mi instalación.
Entonces, yo que también he tenido un momento de lucidez, le he ayudado un poco y le he contado lo de haber estado sin teléfono ayer, porque estuvieron tocando algo en la centralita. Pues ya está. Ha dicho que iba a mandar un técnico a la centralita para ver si es que la conexión del ADSL no la habían hecho correctamente después de trastear. Me ha dado mi número de incidencia, me ha dicho que dejase el router encendido para que fuese más fácil para el técnico y me ha deseado que se arreglase cuanto antes. -"Gracias, apañao"-.
Cuelgo el teléfono y enseguida me llega un mensaje al móvil: "Estamos trabajando en su incidencia. Le mantendremos informado". ¡Cuchi tú qué collejos!
Pues os podéis imaginar a la Lou, sentada enfrente del router, viendo la lucecita del power encendida y esperando a que la del ADSL hiciera acto de presencia también.
Eso ha ocurrido veinte minutos después de llamar al Servicio.
Y claro, me he puesto a dar saltos. ¡Ole, ole y ole!
Ale, vamos corriendo a ver el correo y los blogs, que esto no puede ser...
:)