Pues sí. Hoy ha sido el día en el que me he dado cuenta de lo falso que eres... Mucho más que un billete de estos, ya ves.
Quizás hacía tiempo que lo venía observando, y por eso lo de hoy no ha hecho más que terminar de confirmar lo que yo ya sabía. Seguramente ha sido ésa la razón por la que no me haya dolido, y por la que tampoco me haya enfadado.
Sólo me ha producido tristeza. La tristeza que va acompañando siempre a la decepción.
Es que no me gusta que me mientan, ¿sabes? Supongo que como le pasa a todo el mundo. Y da la impresión de que todo lo que dices, únicamente lo dices para quedar bien. Y no, no me mola. Más que ná, porque eso me genera desconfianza y ahí nunca me ha gustado moverme.
Y como yo esto hace tiempo que lo veo, pues lo de hoy no ha sido tan traumático como podría haber sido. No he notado que me estampaba contra un muro ni ná de eso.
Y es que será que ya no tengo 6 años, y claro, ahora ya sí me puedo hacer la tonta cuando a mí me dé la gana, pero que me tomen por una, pues mira, ya no.
Y tú, que siempre presumes de sinceridad, de ir con la verdad por delante y de decir siempre lo que piensas, quizás deberías practicar más lo que predicas. O bueno, al menos, no predicar tanto. Se te llena la boca con palabrería barata, que queda muy bien, es verdad. Pero que es sólo eso, palabrería.
Porque me hace gracia cuando aseguras que a ti te encanta la sinceridad, pero luego no soportas que nadie te diga lo que piensa. Y menos, si no te cuadra. Debe ser que la sinceridad te gusta sólo y exclusivamente cuando te gusta lo que oyes, claro.
Vamos, lo normal en estos casos...
Y tú puedes hacer lo que quieras. Ir, venir, salir, entrar, subir, bajar... Porque eso a mí me da igual. Lo único que yo te hubiera pedido alguna vez era que fueses honesto conmigo. Pero pensé que no era necesario pedir eso. Se daba por supuesto. Así que no te extrañes si ahora ya no te creo y ya no confío...
Porque es que se te olvida que cuando no eres sincero y mientes, a la larga, se descubre. Siempre se descubre. Y duele mucho más esa mentira, que el daño que hubiera podido hacer una verdad en su momento.
"Qué poquito te hubiera costado decir la verdad,
de haber sido conmigo tan sólo un poquito legal..."
P.D: No. No tengo nada que envidiarte. Al menos, yo sé quién soy y conozco mis defectos y mis limitaciones... Al menos, yo procuro ser coherente con lo que pienso y con lo que digo.
Y lo siento, pero mi amistad no es un juguete y conmigo no se juega...
A ver... Que te lo tengo dicho...
Que no se puede ir por la vida como un loco, corriendo a toda velocidad, sin tener ni idea de adónde se va. Que no te puede dar cada dos por tres un picotazo y salir a la carrera sin más nada, para realmente no ir a ninguna parte.
Que es mejor ir despacito, pisando fuerte, pero sabiendo con seguridad dónde das el paso cada vez que levantas el pie. Es mejor saber siempre hacia dónde te diriges, aunque no sepas con seguridad si ése es el mejor camino.
Porque no, porque no se puede ir a tontas y a locas por la vida. Que al final, como siempre, te pasa lo que te pasa, criatura...
:)
¡Feliz semana, gente!
Pues menos mal que hoy se acaba la dichosa campaña electoral de los co**nes, porque a decir verdad, yo estoy un poco demasiado jartita de ella y de todo lo que trae acompañada.
¿Veis? El Movimiento del 15-M, que empezó por internet, sí que me mola. Hace tiempo que debería haber llegado, es verdad, pero bueno, ya está aquí la spanishrevolution. Así que, vamos a aprovecharla.
Porque ojalá no se perdiese hasta que de verdad ya no hiciera falta. Que somos muchos los que estamos cansados e indignados de tanta historia, y de ver lo mal que se hacen aquí las cosas, mientras unos pocos se hacen ricos a costa de los demás. Eso ni es democracia ni es ná.
O sea que sí, que el movimiento 15-M sí, pero ya decía que la campaña electoral y todo lo que trae alrededor como que no me hace ni chispa gracia.
Estoy cansada de mítines que no dicen nada y no van a ninguna parte; de coches pasando cada dos por tres por mi calle, con la megafonía a todo volumen pidiendo el voto; y estoy cansada de preguntarme cómo no se les cae la cara de vergüenza cuando dicen "vamos a hacer...", "vamos a arreglar...", "vamos a solucionar...", sin tener ni pajolera idea de cómo lo van a conseguir, y además, poniendo de vuelta y media a los demás. Que son iguales que ellos, lo sabemos todos, pero no se dan cuenta.
Ellos dicen lo que sea, y si cuela y ganan las elecciones, pues eso que salen ganando. Cuatro años a vivir de la olla grande y a trincar todo lo que puedan.
Lo que de verdad me ha tocado la moral en estas elecciones aquí en donde vivo, (porque en las anteriores yo no me había dado cuenta o no me había parado a observar, y tampoco sé si en el resto del mundo será lo mismo, pero yo hablo de lo que yo he visto)... Pues eso, que lo que de verdad me ha llamado la atención esta vez ha sido la sonrisa que tienen todos los candidatos en los carteles de las paredes o en los que están colgados de las farolas...
Sí. Es que yo no me había fijado, pero son las sonrisas más falsas y más fingidas que he visto en mi vida. Pero vamos, absolutamente la de todos, ¿eh? Me da igual el partido político al que pertenezcan, ni bajo qué siglas se muevan. Era salir a la calle, sobretodo esta última semana, y verlo más claro cada día al observar esos carteles. Todos enseñando los dientes, oye.
Y es que sonrisas así, pues a mí personalmente, no me dan buen rollo, ¿para qué os voy a engañar? Así que ahí estamos, con la seguridad de que ninguno vale la pena y pensando en cómo hacerlo para que no gane nadie. Porque el no ir a votar no es una opción, y el voto en blanco no sirve de nada.
Además, ¿qué más da? Si luego hacen coalición los de izquierdas izquierdas con los de derechas derechas para poder gobernar y pillar todos algo... ¿Os lo podéis creer? ¿Dónde se ha visto eso, por favor?
-"Dientes, dientes... Que es lo que les jode..."-.



Es ya una tradición en la empresa en la que yo estaba hasta el año pasado, que, el día del reconocimiento médico, la gente pueda salir fuera a desayunar a una cafetería, después de que les saquen sangre.
Eso de salir a desayunar fuera no se hace ningún día del año, porque hay máquinas de café que están dentro del recinto de la empresa, y no tiene por qué salir nadie.
Bueno, nadie excepto los jefes, claro. Que no acaban de llegar por la mañana, y ya se están yendo a alguna cafetería a hincharse de churros o tostadas.
Pero eso, que el día del reconocimiento médico es algo así como un día de fiesta, y sí sale todo el mundo a la calle. Escalonadamente, eso sí, pero más o menos todos.
Y claro, como yo eso lo sé, y como además, también me había enterado del día que era el reconocimiento médico (la Wiza, que me tiene muy informada de todo lo que se cuece allí dentro), y como a mí me va la marcha, y como soy taaaaaaaaan porculera, pues...
-"Mami, te invito a desayunar en lo del churrero, anda, que hoy me apetece..."-.
No solemos ir mucho por las mañanas allí, pero ya sabéis lo que me gusta a mí dar por saco, ¿no? Pues eso...
Además, tengo que decir que el dueño de esta cafetería es amigo mío y el padre de uno de mis alumnillos. Así que, sí, él también sabe la movida con mis jefes, y que este año hayan pasado de mí como de la misma m... Se lo conté yo en su día.
Bueno, pues eso. Que me he sentado en una mesa con mi mami, y a esperar...
El primero en llegar ha sido uno de mis jefes. ¡Pom! ¡En toda la frente! Deseandito que estaba yo de verle la cara, vamos. Imagino que él también a mí, claro. Porque me ha visto, estoy segura, pero se ha quedado ejerciendo de sueco en la barra, haciendo como que trasteaba su móvil.
A ver, que eso también lo hago yo cuando paso de saludar a alguien, ¿vale? Y seguramente alguno de vosotros también. O sea que sí, disimulando con el móvil, que es gerundio de tercera generación. :D
Después ha entrado uno de los comerciales de la empresa, que no me ha visto, y se ha puesto a hablar con él en la barra. Un alivio para mi jefe, que ya no tenía que destrozarse los ojos, mirando la pantallita del móvil sin ver ná.
Pero ahí estaba el churrero para dar por saco a voces, al otro lado de la barra: -"Lourdes... ¡hola! ¿Qué tal?"-. Como si no me hubiese visto en un año u dos, el muy joío, y con la sonrisa picarona en los labios porque tenía claro que pasaría lo que ha pasado...
Y lo que ha pasado ha sido justo lo que tenía que pasar. Al comercial le ha sonado mi nombre y ha vuelto la cabeza para mirarme... -"Hombre, Lourdes, cuánto tiempo. ¿Cómo estás? Me alegro de verte"-. Evidentemente, me he levantado para darle un beso. Una, que es muy cariñosa con la gente que le mola. Sí, porque ya he tenido de frente a mi jefe, que ha dado un paso adelante para hacer lo propio, pero al que he saludado con la mano, cortándole tó el rollo. Sí, como si al levantar la mano, le estuviera diciendo:-"Con este saludo es suficiente, jomío. Así que, tranquilo. Ni te acerques, que no tienes por qué..."-.
Y sí, no es tan tonto, oye. Lo ha pillado enseguida. Fíjate, qué cosas... :) Vamos, lo ha pillado hasta el churrero, que se ha ido riéndose hacia la cocina.
Y bueno, después han llegado las niñas de la ofi, y entonces ya sí. Ya sí la hemos liado parda, quiero decir. Porque hacía tiempo que no nos veíamos y ha sido evidente la efusividad que han mostrado las criaturas conmigo...
Va a ser que me quieren y tó, oye. O, al menos, que no les caigo muy mal del todo. Que se acuerdan de mí... Que me echan de menos...
Eso siempre mola, ¿no?
:)
No me puedo creer que después de que Lorca (Murcia) sufriera ayer el peor terremoto que ha habido en España en los últimos 50 años, haya aparecido hace nueve horas un grupo en feisbu que se llame "QUE SE MUERAN TODOS LOS ESPAÑOLES EN EL TERREMOTO". Bueno, éste es uno de ellos. Hay por lo menos cuatro grupos distintos con la misma temática. Y ya están empezando a ser denunciados.
Pero vaya, que me parece realmente vergonzoso y, sobretodo, irritante que aparezca algo así.
Imagino que es alguna criatura (por llamarlo de alguna manera) que no tiene nada mejor que hacer. O que no tiene (y esto es lo más probable) ni dos dedos de frente. O que por no tener, tampoco tiene (y esto sí que es seguro), ni alma ni corazón.
Imagino también que no será de aquí, por el desprecio con el que lo dice. Y ya por imaginar, imagino que habrá tenido algún encontronazo con algún español, y claro, ya nos mete a todos en el mismo saco.
La gente está haciéndose fan del grupo simplemente para poner verde al creador de la página, denunciarlo y salirse. Os podéis imaginar los comentarios que le dejan.
-"Entro, me cago en tus muertos, y me voy"-.
Tal que así, chispa más o menos. Y éste es uno de los más suaves. Sí, porque la gente que entra también se imagina que no es español, y ya, pues le dicen de todo.
Yo no me he hecho fan, porque ni contestarle me apetecía. Pero sí he podido denunciar desde fuera.
Es que hay que tener poca vergüenza, ¿no? Al menos, a mí me lo parece.
Ya sabemos que esto de las nuevas tecnologías puede servir para hacer mucho bien, sí; pero también para hacer mucho mal y mucho daño. Y está claro que aquí, por lo visto, todo el mundo tiene derecho a decir lo que le dé la gana, por muy ofensivo que sea. A la vista está.
Y es que yo flipo en colores cuando salen afirmaciones como ésta después de una tragedia. Ni lo entiendo ni lo entenderé nunca. Y yo me considero tolerante, pero hay cosas por las que realmente no paso.
Pues nada. Yo, que sé lo que es vivir con el miedo continuo a las sacudidas sísmicas, porque estar en una zona tan activa y con tanto movimiento de placas es lo que tiene, dejo todo mi apoyo a las víctimas, a sus familias y a todos los habitantes de Lorca. Porque además, es que tengo un amigo de allí, compañero de Carrera, y aún no sé nada de él.
Pues la verdad es que no suelo ir yo mucho a la última. Vamos, que me da igual por dónde vayan los tiros, porque normalmente yo siempre voy a mi bola.
Y lo noto, por ejemplo, en la risa que les da a mis alumnillos cuando saco mi móvil y lo ven. Evidentemente, el de ellos suele ser el último modelo que han sacado al mercado. En cambio el mío creo que es de los noventa, chispa más o menos. También es verdad que sólo he tenido dos en mi vida, así que...

Yo, como los de Lepe, que se me jodió la batería del anterior, y me compré un móvil nuevo directamente. Claro que me salía más a cuenta conseguirme un móvil nuevo que comprarme una batería nueva, ¿no? Hasta ahí llegamos tós...
Pues eso, que mi móvil anterior era un ladrillo, y el de ahora no llega a tanto. Es sólo un pseudo-ladrillo. Y la cuestión es que ni tiene pantalla táctil, ni tiene mp3, ni blutú de esos, ni cámara de fotos de tropecientos mil megapíxeles, ni la madre que lo parió. No, porque para mandar sms o recibir llamadas, me basta y me sobra con lo básico. Eso no lo entienden mis alumnos, claro.
Y además, como no me gasto ni 5 euros al mes con él, (ni al trimestre, si me apuráis), tampoco es que me salga muy caro. Esto tampoco lo entienden los muy petardos.
Pero mira, es un nokia, eso sí, que era el que yo quería. Y tiene la pantalla en color. Y además, aguanta bastante bien. Sí, porque esta mañana se ha pegado un porretazo del copón, y sigue vivo. Vamos, que se ha tirado de la mesa, (no sé qué picotazo le habrá dado al móvil para hacer eso) y la batería ha intentado suicidarse saliendo dispará contra la pared. No os imagináis el golpazo que se ha dado. Y ná, la he vuelto a poner, he cerrado la carcasa, y eso, que sigue funcionando como siempre...
No me pasará como a un amigo que tengo, que vino el hombre tó feliz a enseñarme su iphone cuando se lo compró, tan orgulloso de la compra que había hecho. Y yo:-"¿Y pa qué quieres un cacho de trasto de esos, si luego no te avisa de mi cumpleaños, por ejemplo?"-. Ahí, la Lou, apuñalando por la espalda... Es que me llamó un mes y medio después de mi cumple. Y cuando tenía su móvil viejo, la agenda sí le avisaba siempre del día que me tenía que llamar. Pero eso, las nuevas tecnologías, que te hacen la vida más fácil (¡ja!) pudieron con él.
Pues ayer hablé con él y estaba cabreado. Había vuelto a su ladrillo de toda la vida, porque el iphone se le había roto y lo llevó a la tienda para que lo arreglaran. Y por lo visto, se lo dejaron peor.
Y yo, como siempre, metiendo el dedo en la llaga:-"Mira que te lo dije. ¿Te lo dije? Porque yo recuerdo que te lo dije..."-.
Ná, puñetera que es una, ¿qué le hacemos?
:)
... Pues lo cierto es que nunca he sido yo mucho de ir al cine. Y es que, dos horas allí, sentaíca y callaíca... Uff, me cuesta, me cuesta.
Está claro que no soy muy peliculera, ¿no? O bueno, no soy muy cinéfila, que me da a mí que ése es el adjetivo correcto. Así que, bueno, lo normal es que yo vea las películas de estreno cuando pasan los años y las ponen en la tele. Total, si a mí me da igual. Yo no tengo prisa...
Claro, que también puedo esperar a que mi hermano se las descargue, el muy piratilla, y nos las quiera poner en casa. Porque él sí que quiere ver siempre la peli antes de que la estrenen. Pero eso, que las películas que él se baja suelen ser muy pa él, e igual mi madre no las aguanta.
Vale, después de esta introducción, la historia que me ocupa hoy es ésta: Hace más de un mes que andaba yo buscando una canción en youtube, y me encontré con este vídeo.
Evidentemente, me llamó la atención. Recordaba vagamente haber visto el tráiler de la peli en la tele cuando la anunciaron para los cines. Y eso, que al ver el vídeo, leer el monólogo de Will Smith, observar la carilla del crío... Ná, que me dio buen rollo y decidí que quería verla. Así que, dije de bajármela y probar a grabarla. Porque no recuerdo ni la última vez que yo grabé algo, y no sabía si iba a saber o me iba a acordar.
Pues eso, busca que te busca, encuentra que te encuentra...
Es que de estas cosas se encarga siempre mi hermano, que es el que sabe, joé. Pero claro, él me dijo que esa peli seguro que era un rollo y que no perdía el tiempo con ella, así que me la bajase yo. Y sí, señores, ése es mi hermano, la persona más solícita y altruista que conozco.
Total, que me la tuve que descargar yo. Y además, ¡cuatro veces! ¿Que por qué? Bueno, pues por esas cosillas de la vida...
Mi hermano se regocijaba en mi miseria y en mi pena cada vez que me preguntaba:-"¿Te la has descargado ya?"-. Y yo:-"Sí, pero ahora es demasiado grande y no entra en un dvd. Me la estoy bajando por otro lado..."-.
A la semana siguiente:-"¿La tienes ya?"-. Y yo:-"Sí, pero al ir a grabarla el nero se vino abajo porque daba un error con no sé qué archivo defectuoso. Me estoy descargando otra..."-.
Y otra vez:-"¿Has conseguido ya la peli?"-. Y yo:-"Pues no, y además, me he cargado un dvd porque ha dado error en la grabación y me lo ha escupío antes de que la terminase de grabar..."-.
Y entonces me dijo:-"Seguro que cuando te la bajes y la grabes, la ponen en la tele. Total, si es de 2.006..."-.
¡Cagüen! Si es que es un boca-chancla de lo que no hay...
No os lo querréis creer, pero cuando por fin este fin de semana pasado pude terminar de descargarla y grabarla, y ayer lunes la vimos mi madre y yo, (con la lagrimilla colgando, todo hay que decirlo, porque el aviso del principio "basada en una historia real" siempre consigue esas cosas), resulta que apago el dvd, pongo la tele y aparece el anuncio de la dichosa peli para el domingo que viene en la Primera. Vamos, la película de la semana del domingo por la noche...
¿Será posible? Os podéis imaginar la cara de imbécil que se me quedó. Y más, cuando oí la carcajá de mi hermano.
No me digáis que tó lo que me pasa no es igual...
:)