Y ahí estaba yo, en la farmacia esperando mi turno, a lo que la señora que iba delante de mí, salta: -"Hola... Quiero una caja de pastillas, de ésas que hierven"-. Y yo pensando:-"Pues como no lo des más pistas al hombre, me parece a mí que..."-. Menos mal que el farmacéutico es un tío que se las sabe todas. O eso, o que no es la primera vez que le piden lo mismo de la misma manera, claro, porque al verle aparecer con la caja de aspirinas, yo he visto la luz. A ver, señor@s, que sepáis y os quede claro que ahora ya no se llaman "efervescentes". Ahora se llaman "de ésas que hierven".
Y es que a veces tenemos unos idiomas tan personales, que cada uno utilizamos el nuestro. Cuando estoy en el lab, como la Wiza y yo ya nos conocemos, pues es más fácil... Y salto yo:-"Nena, dame el cachirulo ése"-. Y el cachirulo ése puede ser, dependiendo de la situación y del momento, desde un tubo de ensayo, hasta una espátula, pasando por el tapón de un boli. Pero es que resulta que ella me entiende y sabe exactamente lo que le estoy pidiendo. Espabilá que es la muchacha, ¿qué le hacemos? :D Eso sí, lo que para mí es un cachirulo, para ella directamente es un cipote. Hay que ver las palabras que se busca la criatura... Pero bueno, que las dos sabemos que nos referimos a un 'chisme', utilicemos la expresión que utilicemos.
Y vosotros, ¿qué? ¿Tenéis un idioma personal también? :)
Menos mal que la vida a veces nos regala días de fiesta. Días que no deberían acabarse nunca. Días en los que los momentos se quieren atesorar y exprimir al máximo. Días en los que las risas, los recuerdos, los abrazos y los besos no dejan de darse...
Y es que, cuando éramos estudiantes, todo eso estaba a la orden del día. Además, como nos pasábamos la vida juntos, pues era más fácil. Juntos en las horas de clase, juntos en las horas de laboratorio, juntos a la hora de comer, juntos a la hora del café, juntos por la calle... Imposible que yo me olvide de mi último año de Carrera, porque estuve viviendo en la facultad o en el piso de estudiantes de mis amigos, siempre con ellos. Sólo aparecía por mi casa a la hora de dormir. Y a veces, ni eso... Qué buenos tiempos aquellos...
Pero cuando terminamos y cada uno tuvo que volver a su lugar de origen, sí que fue algo traumático. Yo me quedé en Granada y la mayoría de ellos se fue. Suele pasar que luego cada uno seguimos con nuestra vida, abrimos nuevos caminos, conocemos a gente nueva, y ya no es tan fácil verse habitualmente. De hecho, puedo contar con tres dedos de una mano la gente de la Carrera con la que sigo manteniendo contacto. Supongo que los más allegados, claro.
Pues eso, que cuando los más allegados deciden conducir los casi 400 kilómetros que nos separan y venir de visita, parece como si el tiempo se parase. Y volver a vernos después de los tres años que hacía esta vez, volver a pasear juntos por las calles de Granada, me ha traído un millón de recuerdos, sentimientos y sensaciones que parecía que ya estaban así como olvidados. Y eso, lo que yo decía, un día de fiesta. Si es que te echaba mucho de menos, niño, y ni yo misma lo sabía. Hay gente que tuve la suerte de conocer una vez y que, aún pasando los años, siguen ahí, enganchados en mi alma. Y aunque nos veamos poco, no dejan de estar ahí. Y claro, el día que nos volvemos a ver, pues ese día hay algo así como fuegos artificiales. Me encanta comprobar que es como si el tiempo no hubiera pasado. Algo genial, dicho sea de paso.
... Pero como no todo dura eternamente, pues está claro que después de los felices reencuentros, siempre llegan las odiosas despedidas. Con este amigo en concreto, uno de los mejores que tengo, todo hay que decirlo, las despedidas siempre me han costado un mundo. Siempre me ha pasado eso con él. Porque cuando lo abrazo, daría lo que fuese por no tener que soltarlo. Porque lo único que puedo pensar en ese momento es: -"Joé, no te has ido todavía y ya te estoy echando de menos"-...
Frasecilla célebre del día:"Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos; hay personas que nos hieren y no dejan ni cicatriz; pero también hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre" (Cecilia Meireles).
Pueeeees... No sé si cortarme las venas o dejármelas largas porque la verdad, esto clama al cielo y a ratos no me puedo creer la de vueltas que da la vida. Hasta el mismo cielo se ha dado cuenta de esto, estremeciéndose con un grito y poniéndose a llorar hace un rato...
Y es que no tenía yo bastante lidiando con mi jefecillo y sus paranoyas; contando los días de vacaciones que le quedan a la Wiza para saber los días de curro que me quedan a mí; soportando a los dichosos "relinchas" y la madre que los parió, que no dejan de dar por saco a cualquier hora del día o de la noche; aguantando alguna que otra movida inconfesable que a ratos también me afecta más de la cuenta... Que ahora resulta, que por cosas del destino, del azar o vaya usted a saber por qué, él (sí, sí... él) ha vuelto después de casi dos años.
Y no sé si ha vuelto sólo para un mes, cosa que realmente espero, porque no creo que yo pudiese aguantar mucho más la presión emocional que a mí me supone que esté aquí todos los días, dando vueltas.
... Porque yo, que tenía tan claras las cosas, que ya había conseguido olvidar y renacer, a pesar de que un trozo mío se fuese con él (porque el 19 de mayo de 2008 a mí me arrancaron un trozo que ya nunca recuperaré), pues resulta que no, que ya no. Ya no están tan claras las cosas. Quizás nunca lo habían estado, aunque yo quisiese creer que sí. Supongo que era más fácil creerlo cuando no tenía que verle, claro.
Y no es que vaya a caer otra vez, no. No se trata de eso, porque hasta él sabe que ya es demasiado tarde, y le da igual. Pero es que al verle hoy en el que siempre fue su sitio, después de lo que a mí me ha parecido un millón de años, me he dado cuenta de que no le odio y de que nunca podría odiarle. Y me da igual lo que sienta él, porque ése es su problema. Yo sé lo que siento yo, y está claro que odio no es. Sí, a pesar del daño que me haya hecho, nunca podría sentir odio por él. Imposible...
Y no es que ahora me haya vuelto masoquista de la noche a la mañana, porque tampoco es eso. Es que a mi corazón no puedo engañarlo, por mucho que yo lo intente...
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Ojalá pudiese odiarte, ojalá fuera más fácil olvidarte. Ojalá que tengas suerte, ojalá no duela tanto no verte y los días me hagan mucho más fuerte.
= = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = =P.D: La ventaja es que después de la lluvia, siempre, siempre sale el sol. A veces hasta el arco iris... Y allá cada cual con su conciencia, ¿no? :)
Pues es que yo creo que siempre nos pasa igual. No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Y claro, luego llega la pena, el llanto y el rechinar de dientes. Esto debe ser algo así como una característica inherente a toda criaturica humana... Digo yo...
Y es que imagino que estamos tan convencidos de que lo que tenemos siempre estará ahí, que no nos paramos a pensar que cualquier día puede que ya no esté. Y eso es lo que pasa: Que no lo valoramos lo suficiente, o no sabemos cuidarlo, o no le damos toda la importancia que tiene. Simplemente, está ahí desde siempre, y ahí seguirá para siempre.
Esto suele pasar bastante a menudo con la gente que tenemos alrededor. Con la familia, con los amigos... Pensamos que siempre estarán ahí para nosotros, para cuando queramos, para cuando los necesitemos... Pero quizás les damos de lado cuando no nos hacen falta, sin plantearnos siquiera que a lo mejor son ellos los que nos necesitaban a nosotros justo en ese momento. O se nos olvida que están ahí, sin darnos cuenta del daño que podemos estar haciendo, y de que a la larga, ése será el principio del fin.
A lo peor es por dejadez, o por desgana, o porque tenemos cosas más importantes entre manos, y no tenemos tiempo para lo demás. Cuando está claro que lo demás, también es muy importante. A veces, lo más importante. Y claro, pasa que cuando lo hemos perdido, pues entonces nos damos cuenta de lo necesario que era para nosotros, y queremos correr a recuperarlo. Pero muchas veces ya es imposible y no se puede.
... Porque las personas nos cansamos de esperar. Porque eso es lo que suele pasar siempre...
Frasecilla célebre del día: "Ya no te espero, porque de esperarte hay odio...".
Seguro que os acordáis de este crío. Colgué una actuación suya no hace muchos días. Vale, pues ahora llega con un nuevo éxito a vuestras pantallas.
No, si cuando el otro día aseguré que el chiquillo era un artista, no estaba exagerando en absoluto. Es más, yo creo que hasta me quedé corta, vaya. Pues eso, que como me gustó tanto el chavalillo la otra vez, aquí lleváis la segunda entrega de su espectáculo doméstico. :) Espero que por lo menos sirva para que se os dibuje una sonrisa este fin de semana, ¿sí?
No os perdáis el momento en el que se emociona con el dichoso ukelele. Es que es genial, vaya.
A ver, que yo entiendo que ahora todo el mundo tiene móvil y el teléfono fijo casi ni se usa. Te sirve para tener el ADSL y todas esas movidas, pero en realidad, casi nadie hace uso de él.
Bueno, es verdad que a mí me mola, que eso de tener tarifa plana es un gustazo. Pero sí, se está volviendo una mijilla anticuado ya. Y claro, luego pasa lo que pasa. Que esta tarde me ha llamado una amiga al fijo:
-"¿Sí, dígame?"-. (Aunque yo sepa quién me llama, siempre contesto igual). -"Hola petarda, ¿qué tal?"-. (Mis amigas, que son muy cariñosas ellas). -"Pues bien, ¿y tú?"-. (Escueta la Lou). -"Muy bien... Oye, ¿estás en tu casa?"-. (Ahí, ahí, directa al grano). -"Eeerrr... Pues resulta que, aunque el fijo es inalámbrico, todavía no se me ha ocurrido ir a la compra con él"-. No ha debido de pillarlo, porque va y me dice: -"Entonces, ¿dónde estás?"-. (Pues con esa agudeza mental, matriculándote en una ingeniería de las complicás, ¿dónde voy a estar, joé?).
Ya tengo cachondeo para días, meses, años... De todas formas, le mandaré el enlace de este post a la criatura, a ver si teniéndolo escrito, "ve la luz". :)
La cuestión es que no es la primera vez que tengo esta conversación por teléfono. O sea que, a lo mejor, es más normal de lo que pueda parecer. Quizás alguno de vosotros también la haya vivido en sus carnes. Ésta, o alguna parecida. No sé, ya me contáis, ¿no? ;)
"... Fue enemigo del Imperio, y amigo de la palabra; decía que todo era para todos. Se dice que enseñaba a los pastores a compartir las ovejas y a cuidarse de los lobos.
Tanta enseñanza hizo ruido en el poder de los templos, y en la madera lo clavaron recio. Se dijo que por mago o hechicero, pero si la historia es cierta, fue porque hiciera silencio.
El Rey de los Judíos, el Hijo de los hombres, el Cristo, el Nazareno lo llamaban...".
Las imágenes de este blog están extraídas de la red. Si consideras que hay alguna tuya y no quieres que esté aquí, házmelo saber y la quito "ipso-factísimamente" :)
Primer Aniversario del Cuaderno 26.07.09
Gracias a todos por estar :)
Pasen y vean...
Un pequeño hueco para mí y mis pensamientos; para vosotros y los vuestros; y para todas las historias, divagaciones, anécdotas, paranoyas, aventurillas y momentos de lucidez que tenemos al cabo del día.