Menos mal que luego te levantabas por la mañana con la noticia y teníamos los resúmenes a horas más decentes, ¿eh?
Cosas como la canasta en el último segundo de la Selección femenina de baloncesto que daba su paso a semifinales. Y luego llegaron a la final y ganaron una plata que sabía a oro. O el bronce de la selección masculina, que no pudo pasar a la final contra Estados Unidos.
El oro de Carolina Marín en badminton, el de Ruth Beitia en salto de altura o el de dobles de tenis.
La retirada de la amazona holandesa de la competición porque Parzival, su caballo, estaba enfermo y no quería que sufriera.
Las dos corredoras de los 5.000 metros que se cayeron, se ayudaron y entraron juntas a la meta en último lugar...
Vale. Pero si de algo estoy segura es de que nunca, jamás de los jamases, olvidaré el oro de Mireia Belmonte en la final de los 200 metros mariposa, el día 11 de agosto.
No en sí ya por el oro olímpico, que también, sino porque los dos comentaristas que narraban el acontecimiento consiguieron ponerme los pelos de punta y emocionarme con sus gritos de ánimo desde que empezó la prueba.
Julia Luna y Javier Soriano, comentaristas de TVE, han sido sin lugar a dudas protagonistas sin proponérselo de este triunfo español. Han sido como Camacho y su "Iniesta de mi vida" en la final del Mundial de Fútbol.
¡Grande Mireia! ¡Y grandes Julia y Javier! Y, ¿por qué no? Grandes todos esos deportistas que lo han dado todo por estar allí.