lunes, 25 de febrero de 2013

En mis tiempos...

Creo que alguna vez he dicho que soy de ciencias, ¿no? Pues sí. Matemáticas, Física, Química, Biología, Genética, Bioquímica... Pero ea, que a ratos también tengo que ayudar a las criaturicas a las que doy clase con asignaturas de letras. O sea que a veces tengo que explicar qué es un sintagma y cómo se analizan las subordinadas, o de qué iba la paranoya de Platón cuando se le ocurrió la alegoría de la línea...

Pues eso, que hoy ha tocado Kant y la ilustración famosa. 
Y mi alumnillo de 2º de Bachillerato me ha dicho:-"Es que es muy difícil el resumen que nos ha dado el profe"-. 
Y yo pensando:-"¿El profe te da un resumen y todo? En mis tiempos, los resúmenes nos los teníamos que hacer nosotros...". Pero ea, no le he dicho . ¿Pa qué? Si cuando yo empiezo con las batallitas de "en mis tiempos", los chiquillos me miran como diciendo:-"Anda, anda... Cállate un rato"-. No lo dicen en voz alta, pero les oigo los pensamientos...

Total, que se ha puesto a leerme el texto.
-"Mira lo que dice... 'Hay que diagnosticar los problemas de la sociedad...' ¿Ves qué difícil? ... ¿Qué significa 'diagnosticar'?"-. 
Yo:-"Pues... 'Detectar', para que tú lo entiendas"-.
Él:-"Vale, sigo... '(...) esta noción de revolución del pensamiento...' ... ¿Qué es 'noción'?"-.
Yo:-"Hummm... Bueno, ahí se puede traducir como 'idea', más o menos"-. (Comprended que eso de hacer una traducción simultánea, intentando buscar un sinónimo de las palabras que la criatura me pregunta sobre la marcha, y que él lo entienda, pues a ratos puede ser algo complicaíllo...)
Él:-"Jo, qué asco. Bueno, sigo... '(...) un conjunto de valores con consistencia que han pasado a la historia con el nombre de ilustración...' ¿Y qué significa 'con consistencia'?"-.
... 


Vamos, que está claro que el problema que tenía el muchacho no era en sí la paranoya de Kant, no. El problema es de algo así como de "culturilla general", ¿no?
Se lo he dicho tal cual:-"Pos vas a tener que estudiar con un diccionario al lado, ¿sabes?"-.
Que era, por cierto, lo que hacíamos los demás en nuestros tiempos cuando no entendíamos alguna palabra... ¿O no?
Pero me ha mirado como diciendo:-"¿Pos pa qué? Si pa eso ya te tengo a ti"-.
Pues eso digo yo, jomío...

lunes, 18 de febrero de 2013

Lecciones de amistad

Pero, ¿qué es lo que tienen las pelis de animalitos, que nos ponen el nudo en la garganta cuando las estamos viendo? Y eso, por no decir directamente que lloramos a moco tendido, vaya... Por lo menos, es lo que me pasa a mí.

Sí, estoy hablando de este fin de semana. Y es que el sábado por la noche pusieron en la tele, "Siempre a tu lado, Hachiko". 
Yo ya la había visto hace un par de años. Y otra vez he vuelto a llorar como aquel día.
Por favor, qué cosa más tierna, más triste y más... ¡todo! 
Una lección de amistad de las buenas. Pero sobretodo, una lección de lealtad.
Y, además, (y supongo que esto es lo que más nos llega) basada en hechos reales... Cagontó, que me vuelvo a acordar, y se me saltan las lagrimillas...   


Y es que, cuando vi la de "Bajo Cero" me pasó igual. Y cada vez que la reponen en televisión, la vuelvo a ver. Otra que también está basada en hechos reales.
Y otra llorera cuando el muchacho tiene que abandonar a sus perros, prometiéndoles que iba a volver a por ellos, y luego tarda más de lo que él creía en ir a buscarlos. Y los perros allí, esperándole en la nieve... ¡Joé!


Con la de "Una pareja de tres", también me hincho de llorar al final. No lo puedo evitar. El perro, que está presente en cada momento de la vida de los protagonistas, se hace mayor y claro...


Sí, lo sé. Será que me encantan los perros. Está claro. :)
 
De todas formas, la de "Caballo de batalla" también está entre mis películas favoritas con animales, y no trata de ningún perro. 
Es un caballo. Y no pasa penurias el angelico, hasta que vuelve a reencontrarse con su amo en medio de la guerra. ¡Ofú, qué penica, de verdad!

...

Pero es que, vamos a ver... Si yo me emociono hasta cuando veo "Buscando a Nemo", y eso que sólo son dibujos animados. Pues tanto más cuando son animales de carne y hueso, capaces, sin decir ni una sola palabra, de hacernos sentir emociones a manta. ¿O no?

Ea, para que luego venga alguien y diga que los animales no tienen sentimientos. Pues tienen. Y muchos, hombrecoñoya. Y estoy convencida de que, a veces, más que algunas personas...

Frasecilla célebre del día: "Ellos me enseñaron el significado de la lealtad; de que nunca hay que olvidar a alguien a quien has querido".

   

miércoles, 13 de febrero de 2013

Y estaba yo pensando...

... que actualmente, o tienes una salud de hierro, o tienes un montón de billetes, o por el contrario, pos mira, te mueres.

Estamos volviendo a la famosa selección natural que Darwin explicó en sus tiempos, pero eso sí, con alguna modificación. "Sólo sobreviven los más fuertes... y/o/u a los que les chorree el dinero a espuertas"... Pues claro que sí. :)

Si tienes la inmensa suerte de poseer en el ADN de las celulillas de tu cuerpo, una genética lo suficientemente buena como para soportar bien las enfermedades que te puedan afectar, pues nada, eso es lo que sales ganando.  
Si el medio ambiente en el que te mueves también es bueno, pos yastá, otra cosa más que tienes a favor. 

Pero, qué va. ¿A quién tratamos de engañar? Todos sabemos que el medio en el que vivimos está cada vez bastante más que jodío. A no ser, claro, que tengas dineros a manta, con lo que volvemos otra vez a lo mismo de antes. 

O sea que sí, que está claro que nos tendremos que apañar por narices, única y exclusivamente, con la genética. Que, mira por dónde, algo es algo: La traemos de serie, con lo cual, nos sale bastante barata...

Mi amigo, el ADN
Porque está claro que como enfermes, con lo caras que se han puesto las medicinas y con los dichosos recortes que tenemos que soportar en hospitales, ambulancias, servicios nocturnos de urgencias y algunas que otras cosillas más... Vamos, que sí, que definitivamente, te mueres sin remisión.

 

miércoles, 6 de febrero de 2013

Ya no eres tú


Hoy me he pasado todo el rato mirándote. De lejos. Sin apartar mi mirada de ti y sin saber con seguridad si tú has llegado a darte cuenta de ello.

Intentaba comprobar si podía tenerte ahí, tan cerca y tan lejos, y no experimentar ningún tipo de sentimiento.
Intentaba descubrir en tus formas, en tus rasgos y en tus gestos, algo de la persona que yo conocí hace ya más de diez años, y que aparentemente, ya no existe.
Intentaba ver si quedaba algo de lo que fuiste una vez... 

... Pero lo cierto es que ha sido realmente triste darme cuenta de que no, de que no he visto nada. Absolutamente nada.

Imagino que es porque ya no queda nada.
Y porque ya no estás ahí.
Que ya no eres noticia.
O que ya no eres tú...
O simplemente, que ya no sé quién eres...

viernes, 1 de febrero de 2013

Talento

Que digo yo que encontrarme por las calles de Graná con algún profesor mío de la facultad, y que aún se acuerde de mí, pues sí, mira, me mola. Pero claro, eso como poco, a mí me da qué pensar.

Y es que claro, si veo venir a la criatura y enfilo hacia donde él está para decirle:-"Buenos días, ¿Don Fulanito de Tal?... No creo que se acuerde usted de mí, pero me dio clase en el año 94"-. Pues una, que fue bastante follonera en sus años mozos, en ese momento, parece una persona hasta formal y .
Pero el hombre:-"Pues claro que me acuerdo de ti... Aunque por aquel entonces, tenías el pelo largo y usabas gafas, ¿no?"-. 
Joé, pues sí que se acuerda de mí este hombre, sí.

No, no soy yo. Es la Betty. :D
Eso sí, en medio de los 200 alumnos de una clase, ninguna de aquellas criaturas que me tuvo que aguantar en las aulas, en los laboratorios, en los pasillos o en la cafetería durante mis años rebeldes universitarios, recuerda que yo fuese tan seria y formal como me encuentran ahora. 
Y es que claro, parece que no se dan cuenta, pero ya han pasado casi 20 años de todo aquello. Y algo de talento en este tiempo habremos echado las gentes, digo yo...

Porque, a ver, no es que les perdiera el respeto ni de eso en clase o fuera de ella, que yo siempre me he llevado bien con todo el profesorado que he conocido en mis años de instituto o de facultad. 
Pero sí que era una miaja echá pa'lante, y si había que decir algo en voz alta en la clase, siempre era yo la que saltaba. Y además, sí, para que se me oyera. O sea, que sí, que allí me conocían todos. Más puñetera la Lou...

Vale, sí. Es verdad, es verdad. Eso no ha cambiado con los años. Ahora tampoco me callo ni debajo del agua. Pero sí que es cierto que en algo han cambiado las formas y las maneras de decir las cosas. 
Ea, porque ya no tengo edad de exaltarme más de la cuenta, liándola parda, pero tampoco tengo edad de que nadie venga a avasallarme por la cara...

Lo que yo decía. Con los años se echa talento de aquel que nos decía mi abuela a mis primos y a mí cuando éramos pequeños: -"A ver cuándo echáis un poco de talento, hijos míos..."-. 
Lo que en idioma granaíno viene siendo echar una miaja conocimientos
:D