miércoles, 30 de diciembre de 2009

Se nos va

Gente, que esto se acaba. Que ya está dando los últimos coletazos. Vamos, que se nos escapa. Ea, otro año que se nos va.
Y la ventaja de que un año se acabe y se nos vaya es que, irremediablemente, empieza otro nuevo. Y claro, viene llenito de días para hacer todo lo que nos propongamos a partir de ahora.
Otro año entero para llenarlo de proyectos y procurar realizarlos todos, aunque sea poquito a poco. Tampoco hay prisa, ¿no? Joé, que tenemos un año entero por delante... Así que, con tranquilidad. No se me agobien, criaturas. :)

Normalmente lo hago, pero esta vez no se me ha ocurrido hacer balance de este año, la verdad. Y es que, ahora que lo pienso, me acuerdo perfectamente de que hace un año, yo estaba muy, pero que muy jodiílla, pasando un momento bastante regular. En realidad llevaba medio año ya atontá, pero cambiar de año no arregló ná de ná.
Ya sabéis, las cosas de la vida, que a ratos, pues se tuercen de una manera escandalosa y nos parten por medio. ¿Qué le vamos a hacer? Es lo que hay, ¿no?

Y, bueno, que la historia jodía me duró hasta junio o por ahí... Vamos, la mitad del año echado por tierra, vaya.
Eso sí, a partir de junio, el año mejoró considerablemente. Es lo que tiene que llegue alguien, y sin darse cuenta, te ayude a renacer de tus cenizas, claro. :)

Vale, otra cosa... Que por si no os acordáis (ha pasado ya un año, yo lo entiendo) os recuerdo que vuestra campanada de Nochevieja es la 3ª. Sí, sí, es la mismitica del año pasado.
Eso quiere decir (y esto va para los amigos nuevos que habéis llegado este año), que cuando esté sonando la 3ª campanada (allí en la Puerta del Sol, o en cualquier otro sitio), la uva correspondiente irá por vosotros y me estaré acordando de todos. Complicaíllo, porque cada vez sois más gente, pero eso mola, así que no pasa .
Y es que, sí, llevo ya muchos años dedicando las campanadas. Una manía de las muchas que tengo, ¿qué le hacemos? Y eso, que este año no iba a ser diferente, claro. Mis manías y yo somos un tándem, así que...

Así que, ya sabéis, no os atragantéis con las uvas, y menos con la 3ª, plis, que sólo nos faltaba eso.

Ale... FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!!

lunes, 28 de diciembre de 2009

Sigue lloviendo, sigue lloviendo...


Y con la que está cayendo, que no deja de llover, y que da lluvia en Andalucía hasta por lo menos Reyes, yo me pregunto: ¿No me darán vacaciones anticipadas en la empresa? Porque si llueve, no se puede entrar a recoger aceituna. Y si no se puede recoger aceituna, la almazara no funciona. Y si la almazara no funciona, la Lou, que se dedica a analizar los productos de dicha almazara en el lab, no le sirve a su jefe pa ná.

Vamos, que aunque yo no esté allí sentá todo el día en una silla porque en el laboratorio siempre hay cosas que hacer, eso como que mi jefe no lo ve (o no lo quiere ver). Y claro, parece como si la Lou no hiciese en tó el día y estuviese cobrando un sueldo mientras se rasca la barriga. El tío debe pensar que ya tengo un esconchón de tanto rascarme, porque en dos semanas no he tenido que hacer ni un análisis de orujo y ni uno de aceituna.

Además, como yo he dicho siempre, nunca me he notado parte de esa empresa. Cuando me llaman, voy porque me gusta estar allí y no tengo nada más estable. Porque los compañeros son geniales y el trabajo de laboratorio me encanta. Pero cuando me tienen que echar, ni se plantean más nada, y le piden a la muchacha de laboral que me llame para que sea ella la que me dé la noticia. Y me fastidia, claro.
Así que, si yo no me noto parte de la empresa, es porque la empresa cuenta conmigo sólo y exclusivamente cuando les interesa. Y si no les interesa, "si te he visto, no me acuerdo".
Vamos, lo de siempre. Llevo ahí cinco años y todavía no termino de acostumbrarme a las (malas) formas que tienen. Y no creo que me acostumbre nunca, la verdad...

Así que, viendo las noticias esta tarde, cuando han hablado del temporal y de que vuelve a llover otra vez, mi padre ha sentenciado:-"Seguro que te dan vacaciones cualquier día de estos"-.
Pues eso, que igual no va muy desencaminao.

Vale, ¿hacemos una porra? Sí, se admiten apuestas para ver cuánto duro en el trabajo esta vez...
:)

martes, 22 de diciembre de 2009

Pues... no!

Pues eso, que no. Que no soy millonaria... Aunque tampoco entraba en mis planes serlo este año, dicho sea de paso. ;)
Pero como soy más feliz que unas castañuelas, pues como que me da un poco igual que el gordo se haya quedado en Madrid. Eso sí, como uno de mis jefes tuvo un momento iluminao el día que dijeron de comprar los décimos de lotería para la empresa, le pidió al encargado que comprase uno que terminara en 4...
Pues mira qué bien, que por lo menos el reintegro lo hemos pillado todos.
Ay, si es que de vez en cuando tienen hasta ratos de lucidez y todo. Muy de vez en cuando, es cierto, pero mira, alguno hay.

Además, hoy nos han dado las cestas de navidad. Más monas ellas... Vamos, que no me puedo quejar.
Justo ahora estaba intentando hacer un change y cambiar mis dátiles por las bolitas de coco de la Wiza, pero no ha colado. Que dice la criatura que hay dátiles de la cesta del año pasado todavía por su casa, así que... Debe ser que a su familia tampoco les hacen mucho chiste, ¿no?


Eso sí, el que algo quiere, algo le cuesta. Que como no ha dejado de diluviar en todo el día, cruzar hasta la oficina para recoger mi cesta ha supuesto que me haya puesto chorreando. Porque, aunque yo llevase paraguas, hoy llovía graciosamente de lado. Ir a la oficina también ha supuesto que me haya metido en todos los charcos que había por el camino. Que, bueno, en realidad sólo había uno pero ocupaba toda la placeta. Parecía una balsa aquello, vaya.

Pero eso, que me ha dado igual. Ya digo que estoy más feliz que unas pascuas (nunca mejor dicho). Y es que, seguramente, hay gente que me alegra la existencia un día sí y otro también, así que, ¿qué más se puede pedir?

Bueno, pensándolo bien sí que voy a pedir algo. Voy a pedir un deseo navideño. Eso... Que se me tiene que cumplir porque tampoco he sido muy mala del este año, o sea que...
Ale, pues mi deseo para hoy es que todos tengáis unos días muy felices y lo paséis muy rebien con vuestras familias y vuestros amigos.
Que no os vayáis muy lejos porque no me apetece perderos a ninguno de vista, ¿eh?
Y que cuidadito con los excesos, que ya se sabe en estas fechas lo que pasa... :)

FELIZ NAVIDAD!!!


Frasecilla célebre del día: "Para que todos los días sean Navidad, para que cada deseo se haga realidad, para que el mundo sonría al despertar, para que se abra la puerta y no se cierre más..."
(Rosana)

viernes, 18 de diciembre de 2009

Pasados por agua

Pues el día de lluvia pa nosotros se queda. Que una intenta ir una miaja mona a su comida de empresa, pero ya la lluvia se encarga de ponérselo bastante dificilillo. Menudo pelo erizao que tenía todo el mundo hoy. Y la ropa chorreando... Y los piececillos empapaos... Y es que si sólo hubiese sido eso...

Porque el día en sí ha sido un completo desastre. Que ya dije una vez que cuando el día va de leches, hasta las hormigas se ordeñan, ¿no?... ¡Pos eso! Que cuanto menos tiempo tienes, más problemas surgen. Que cuanto más pronto necesitas acabar, más tarde se te hace... Vamos, que seguro que os suena...

Y ya, para colmo de males, la inspectora de sanidad. Que la mujer viene de vez en cuando a darse una vuelta por la empresa para comprobar que los planes de higiene y la trazabilidad se cumplen. Pues no ha tenido otro día para aparecer por allí más que hoy. Y así, sin avisar ni nada.
Que mi compañera la Wiza, que es la que lleva el tema de sanidad, se pone atacá de los nervios, el angelico, cuando la ve aparecer.

Y claro, mientras la inspectora ha dado su vuelta de rigor por la empresa viendo las instalaciones, ha escrito el informe de incidencias, y se ha ido o no, pues nos han dado las uvas en el lab.

Y como no ha dejado de diluviar en todo el día, el atasco de coches por la carretera era monumental. Vaya, que nosotras hemos llegado tarde al restaurante donde era la comida. Una hora y pico tarde... ¡Casi !
Ya estaban todos los demás allí, sentados a la mesa, con mis jefes de anfitriones. De hecho, nada más entrar al local, sin saber en qué sala estaban y sin necesidad de subir al comedor, se lo he dicho a ella:-"Nena, no tienen pérdida. Sigue el vozarrón de tu jefe, que se le oye por ahí arriba"-.
Y claro, al verlos a todos ya sentados, salto:-"Anda que nos esperáis, ¿eh? ¡Qué mala gente!"-. Si es que no me callo ni debajo del agua, joé...
Pero sí que nos estaban esperando, porque aún no habían pedido la comida, y mi jefe tenía el móvil en la mano porque nos estaba llamando en ese momento. Vamos, que encima me han montado un pollo por chincharles más de la cuenta...
-"Vaaaaale, no os pongáis así, que lo he dicho en broooooma"-.

Lo cierto es que no ha estado mal el rato allí. Por lo menos, para intentar olvidar otras cosas. Y además, como es que soy un bicho, les he amenazado con subir las fotos al "feis". Que se han puesto todos más suaves que un guante cuando se lo he dicho, vamos.

¿Lo peor de la comida? Pues que después hay que volver a la empresa a seguir trabajando. Bueno, a hacer como que seguimos trabajando, que tampoco nos vamos a agobiar, ¿no? Pero, claro, como los jefes son los primeros que se levantan para volver, ¿qué vamos a hacer las demás criaturicas? Pos remolonear un rato y volver también... ¡Qué remedio!

Bueno, y aquí, la mejor foto de toda la comida. Un compañero, al que la cámara de fotos le ha complicado la vida más de la cuenta, por lo visto. O quizás, que para él era toda una novedad ver agua en una copa...
¡Uy, qué mala soy!
:)

viernes, 11 de diciembre de 2009

Saber esperar

"Cuando escriban la vida los buenos,
al final vencedores,
se sabrá que no usamos veneno
como aroma de flores".

jueves, 3 de diciembre de 2009

Yo quiero uno

Definitivamente, y siempre lo hemos dicho, hay animales que se parecen a las personas. Algunos, incluso son mejores.
También es verdad que hay personas que parecen animales, pero de esos hablaremos otro día.

Hoy sólo quería dejar constancia de que los animales saben jugar, saben reír, y saben reaccionar a los estímulos que les llegan como podríamos hacerlo cualquiera de nosotros. Vamos, que sí, que los animalitos son la leche.
Ya me diréis vosotros si es o no es así...