Pues no. No es vida nueva. Es la misma historia...
Tenía la esperanza de que cuando acabase el año podría dar por zanjado el tema, y soltar de una vez el lastre que se me engancha en los pies y que no me deja moverme con la soltura de siempre. Pero no ha podido ser.
Yo quería empezar el año nuevo desde cero, sin ninguna carga a cuestas, pasando página. Quería volver a ser yo y no tener la asquerosa sensación de estar estancada en un momento concreto del año pasado. Pero no he sido capaz de conseguirlo. Aún no. ¡Porras!
He empezado el 2009 arrastrando las mismas pesadas losas que apenas me dejaban respirar en los últimos meses del año pasado. Intenté por todos los medios pasar de esas cosas que me hacían daño en 2008, y hacer propósito de enmienda para conseguir que esas mismas cosas dejasen de afectarme en este comienzo de 2009. Pero no pudo ser y, hoy por hoy, no lo he conseguido.
Y no me gusta estar así, porque en realidad, así no soy yo.
Así que, como mañana es la Cabalgata de Reyes, pues no voy a tener más remedio que ir.
Sí, a ver... Que esto tiene su explicación. Todos los años voy a ver a los Reyes Magos en su itinerario por las calles de Granada. Me gusta ir, es cierto. Y siempre voy por dos razones.
Una de ellas es para disfrutar observando cómo los críos tiemblan emocionados, sentados en los hombros de sus padres o en los brazos de sus madres, con lo ojillos brillantes, histéricos de los nervios. Y que cuando ven aparecer al primer Rey Mago en lo alto de su carroza, tirando caramelos, se quedan muy quietos, mirando con la boca abierta y sin pestañear. Casi me echo a llorar de emoción al verlos con esas caras, pero me tengo que reír porque de pronto, al pobre padre de turno, se le descompone la cara y se le oye decir en voz alta:-"No tires... ¡Niño! ¡¡No me tires del pelo!!"-. Porque el chiquillo en cuestión, sin darse cuenta y por culpa de los nervios, ha apretado los puños en torno a la cabeza de su padre y tira, y retuerce, y arranca... -"Es que está nervioso la criatura, hombre. ¿No ve usted la carilla de alucinao que tiene?"-. Pues no, no la ve, porque llevar al crío en hombros es lo que tiene: Que no le ves la cara desencajada por la ilusión y la inocencia.
Me encanta observar a los críos, vaya. Me contagian la emoción. Además, que estoy más pendiente de sus gestos, de sus caras, de sus gritos y de sus comentarios, que de otra cosa. Y me entretengo recogiendo caramelos yo tb. Y la chiquillería que tengo alrededor adivina que les voy a dar los que yo recoja, así que no pierden el tiempo agachándose ellos. Esperan a que yo me incorpore para mirarme con gesto interrogante, como pensando:-"¿Te los vas a comer tú... (con la edad que ya tienes)?"-. Hay que ver...
La otra razón por la que voy a la Cabalgata todos los años que puedo, es para pedirle un deseo-regalo a cada Rey Mago. Esto, igual que lo de dedicar las campanadas: Una tradición personal.
Mientras Melchor bombardea de caramelos a la gente, yo le miro y siempre le pido que me traiga lo mismo: Que mi familia y mis amigos estén bien.
Quizás es un deseo egoísta, porque si ellos están bien, yo tb lo estoy; y en el fondo, seguramente, estoy pensando en mí. Pero, bueno, da igual. Ése es el primer deseo todos los años: Mi familia y mis amigos... Sí, sí... Pero los amigos de verdad.
No ésos que están ahí cuando a ellos les conviene, y luego, si te he visto no me acuerdo.
No ésos que pregonan a los cuatro vientos la amistad que nos une, y luego no quieren saber nada.
No ésos que siempre tienen excusa para no ponerse en contacto contigo, ni siquiera para decirte que están bien.
No ésos que se callan las cosas y no son sinceros contigo, convenciéndose a sí mismos de que es la mejor manera de no hacerte daño, cuando en realidad, es la forma en la que más daño te hacen.
No, esos amigos no. Esos sólo valen para que te decepcionen y te desilusionen en el momento más inoportuno, y para que no dejes de pensar en lo falsos que pueden llegar a ser, o en lo tontos que somos por haber confiado en ellos más de lo debido.
Yo me refería a los amigos de verdad. A los que siempre están ahí; a los que siguen ahí siempre aunque pase el tiempo; y a los que encuentran la manera de hacerte llegar sus saludos, sus palabras y su cercanía aún en la distancia. A los que no ponen excusas para intentar quedar bien siempre. A los que están siempre al otro lado de la puerta o al otro lado del teléfono.... Es para ellos para los que pido el deseo-regalo de Melchor.
Luego pasará Gaspar, saludando y tirando caramelos tb. Y este año le pediré un deseo para mí. Pues, mira, sí, más egoísta todavía, si es que eso era posible, vaya. ¿Egoísta yo? ¡Y una mierda pa mí!
Pero sí. Este año le pediré que me ayude a sacudirme el mal rollo de desinterés y de desánimo que llevo encima desde hace demasiado tiempo. Que me cure del mal que me ahoga y que no me deja seguir adelante como siempre. Que se acabe todo de una vez, para bien o para mal, pero que se acabe. Que no quiero yo seguir así. Que no me apetece estar hecha polvo el resto de mi vida con este tema. Que no quiero perder la ilusión que siempre he tenido por la gente que conozco ni por las cosas que hago, y esto me está parando más de la cuenta.
Así que le pediré a Gaspar el deseo-regalo de estar bien yo tb.
Y cuando llegue Baltasar a mi altura, saludando y haciendo enloquecer a los chiquillos (porque, no sé por qué, pero es el que más éxito tiene siempre) le pediré que la situación mundial en la que nos encontramos todos inmersos, se solucione, en todos los frentes y de una vez por todas. Gaza, África, la violencia, la economía, el terrorismo...
Con esto de que es el rey negro, pues igual hace fuerza con Obama, y entre los dos (está claro que éste es un deseo harto complicado y para uno sólo sería imposible), solucionan algo y podemos vivir mejor. Pero todos todos, no los de siempre nada más.
Y así que, ése será mi tercer deseo-regalo.
Y ya está. Eso es todo lo que voy a pedir este año. No es mucho, ¿no? (...)
A lo mejor me lo traen. Sí, porque además, tampoco me he portado tan mal en 2008. Y por supuesto, no exijo que estos deseos se cumplan el día 6 de enero, que yo sé que son dificilillos para conseguirlos en una noche. Yo me conformo con que se cumplan a lo largo de 2009...
A ver si pudiese ser esto así, leche.