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viernes, 1 de enero de 2016

Año Nuevo

Supongo que os habéis enterado ya de que el 2015 es historia, ¿no? Imagino que sí, que algo os habrán contado por ahí. :D
Y eso, que aquí estamos. Con 365 nuevas oportunidades. Bueno, vale, 366. Ya sabéis, empezamos un bisiesto.

Tengo 366 días por delante para hablar y reír, para hacer reír y para escuchar; para descubrir sitios nuevos donde tomar cafelillos y tapichuelas; para contar secretos y para guardarlos; para hacer deporte y cabrearme cuando, a pesar de todo, suba de peso; para felicitar cumpleaños con mensajitos de texto y para ir a contracorriente negándome a usar el whassap; para salir a pasear y a tomar el sol; para indignarme con las injusticias y con la gentucilla que se cree que lo sabe todo; para leer un libro más que el año pasado (con lo que tendrán que ser 33); para escuchar música y evadirme; para publicar paranoyas en mi muro del "feis" y conseguir que alguien se lo tome tan en serio como para enfadarse; para crear polémicas y liarla parda...

Tengo 366 días para cometer errores nuevos y para intentar aprender de los viejos; para aprender cosas en general; para hacerme "sirfies" a solas o hacerlos compartidos; para disfrutar de los atardeceres granaínos que tanto me gustan; para dormir y para soñar despierta; para intentar ser una criaturica mejor; para conocer gente nueva y para dejar de sufrir por la que ha decidido alejarse; para hacer viajes astrales y no tan astrales; para mostrar lo que siento sólo a quien se lo merece y para intentar ser capaz de decírselo...



Tengo (tenemos) 366 días por delante para vivir. Gente, no los desaprovechéis. 

Feliz 2016 a todos.


sábado, 27 de septiembre de 2014

It's my life

Me he dado cuenta de que en esta sociedad en la que vivimos se nos obliga continuamente a definirnos. Siempre han de estar muy claras cuáles son tus preferencias, tus gustos y tus deseos. 

No sé. Digo yo que será para que todo el mundo sepa quién eres, o hacia qué lado te decantas, o qué es lo que piensas. 
Quizás deben pensar que si no te defines (pero dentro de unos parámetros establecidos, ¿eh? Que tampoco te puedes definir de otra forma), eres algo así una amenaza para el resto del mundo, que sí tiene bien claros los términos.

Madrid o Barça.
Playa o montaña.
Carne o pescado.
Blanco o negro.
...

Como si no hubiera más equipos, más colores, más comidas...


Pero no. Todo el mundo se posiciona. Y, por ende, tú también tienes que hacerlo. Es como si la sociedad entera te obligara en cada momento a definir quién eres, qué quieres, qué buscas...

¿Y qué pasa si no lo haces? ¿Qué pasa si no eliges alguna de las cosas que te dan a elegir, como si fueran las únicas opciones? ¿Qué pasa si no te gusta ninguna?
...

Pues, ¿qué va a pasar? Lo de siempre: Que eres un bicho raro, un loco, un extraño, un demente, un maniático, un extravagante... 
¿Que por qué? Pues porque eso no es lo lógico. Porque eso no es... lo normal.

Ya en serio. Estoy de la palabra normal hasta el copete, ¿eh? Porque sí, porque está claro que todos no somos iguales. No todos tenemos las mismas motivaciones, los mismos gustos, las mismas vivencias... No todos pensamos igual, ni sentimos igual, ni vivimos las cosas de igual manera. Que para gustos, los colores...

Pero no, oye. La gente eso no lo entiende. No entiende que siempre habrá variedad. Casi tanta, como personas. Y lo que es bueno para uno, no tiene por qué serlo para otro.

Cuando consigamos no intentar encasillar a nadie en ningún grupo, y dejar a cada cuál vivir su vida como mejor le parezca, habremos conseguido dar un paso adelante. Pero mientras tanto, estaremos anclados en los prejuicios y en la ignorancia y el miedo a lo diferente.

Estamos en lo de siempre: Vive y deja vivir.



miércoles, 8 de mayo de 2013

Esa absurda 'normalidad'

La palabra "normal" me crea conflictos. Pero desde hace ya mucho tiempo, ¿eh? Porque es que todavía no me he enterado de quién es el que decide lo que es o no normal.

Las cosas cambian. Y lo que antes parecía la única manera posible de hacer las cosas, pues ahora nos hemos ido dando cuenta de que no tiene por qué ser realmente así. 
Por ejemplo, ahora los niños no se traumatizan si viven en una familia monoparental. Ya están de vuelta de todo eso. Que yo recuerdo en mi época, que si los padres de algún compañero de clase habían decidido divorciarse, aquello era una tragedia. Ahora ya no. Ahora es el crío cuyos padres siguen casados el que parece una raya en el agua entre sus compañeros.

Pero, ¿y qué? Que las cosas siempre hayan sido de una manera, no quiere decir que no haya otras maneras posibles de que también sean, ¿no?

Lo digo porque a mí personalmente me da igual con quien quiera casarse cada cual. Pienso que cuando se da ese paso, debe ser con alguien a quien se quiera de verdad y punto. 
¿Qué más da si son del mismo sexo? ¿Qué problema hay? Yo es que eso no lo entenderé nunca. Se quieren, son felices y desean estar juntos formalizando su relación... Pues ya está.  
Supongo que todos tenemos claro que el fin último de cualquier criaturica es ser feliz. Y si encima de que la cosa es de por sí complicá, si al resto del mundo se nos ocurre poner aún más trabas en plan con ése no puedes, con ésa no pegas, pues ya apaga y vámonos.

En cuanto a lo de adoptar, pues bueno. No me sirven las excusas que ponen por ahí los detractores. ¿Quién dice que los niños saldrían 'raros' si los criase una pareja homosexual? Porque, no es por , pero no hay más que mirar a todos esos políticos que tenemos. Convencida de que han sido criados en el seno de una familia tradicional, con su papá, su mamá y sus hermanos... Pero más cabr*nes y corruptos no pueden ser.
Así que, ¿alguien cree de verdad que lo haría peor una pareja homosexual? Porque yo sinceramente creo que no. Estoy segura de que para educar, da igual la inclinación sexual que se tenga. Hay cosas más importantes y más necesarias.
 
Porque los niños no tienen prejuicios de ninguna clase. Los prejuicios se los inculcamos el resto del mundo a medida que ellos van creciendo. Pero si a los críos se les enseña que las cosas pueden ser de diferentes maneras, que existen diferentes versiones de las mismas historias, que todas las personas tienen su sitio en el mundo sean como sean, estoy segura de que aceptarían todas esas cosas sin poner el grito en el cielo, como nos pasa al resto de las criaturas.
  

viernes, 28 de septiembre de 2012

Cada cosa a su edad

Es gracioso comprobar cómo las cosas pierden importancia con los años. La de tonterías que nos preocupaban y que nos tenían agobiados durante semanas cuando éramos cocos, ¿verdad?

A los 8 años, por ejemplo, nos parecía dificilísimo aprender a dividir por dos cifras. Y ea, podía ser un estrés no saber hacer las divisiones que el profe de turno había mandado... "Me va a suspender, me va a suspender...". Angelicos nosotros, que ya estábamos traumatizados desde críos.

A los 15, andábamos agobiados con cualquier amistad y/o con cualquier noviete. Ahora, si lo recordamos, nos hace hasta gracia... Pero claro, Fulanita le había contado a Menganita algo que no era verdad, y Menganita se había enfadado contigo y no te hablaba porque sentía que la habías traicionado. Y a esto, la jodía Zutanita, ahí, metiendo cizaña... 
Ay, qué época más tierna la adolescencia. Insufrible sí, pero tierna. Por suerte, aquello ya pasó, y yo ni de coña volvería, así que...

A los 18, bastante agobio teníamos con los estudios, con las notas, con la universidad... Con no saber qué estudiar, dónde entrar, no tener suficiente nota... 
Entonces te reías de las preocupaciones que pudiste tener con 10 años, porque las de los 18 eran las importantes. Eran las que vivías en esos momentos y eran las que te preocupaban a los 18, por supuesto. Pero eso, que también pasaron.

A los 25, no saber qué hacer con tu vida, con el tema del curro y las historias... Bueno, con el tema del curro muchos seguimos agobiándonos también en la actualidad, que quede claro, ¿eh?

Y todo esto ha venido a que, al volver esta tarde de la calle, he entrado en Twitter y me he encontrado con un tweet publicado por uno de mis alumnillos de Bachillerato:
"Veo a mi hermano pekeño y recuerdo cuando eraa como el q tiempos akellos sin preocupaciones.... "
(Disculpad las faltas de ortografía. Ni comas, ni tildes, ni ... Y para rematar la faena, esas "k" del demonio. Ainssss. Se ve que a ratos no hago nada bien mi trabajo).

No he podido evitarlo y he tenido que contestarle: 
"Tiene guasa la cosa, porque yo os veo a vosotros, con vuestros 17 añitos, y pienso lo mismo... ;)"
(Ahí, sin faltas ortográficas, y mostrando al mundo que se puede poner una frase coherente sin comerte la mitad de las letras. #Aversiaprenden...). 

Y es lo que decía. Nada nuevo bajo el sol. Cada cosa a su edad. Y cada preocupación, con su tiempo. 
:)

martes, 14 de febrero de 2012

Cierta historia de amor

Pues nada, que como estamos en el día "D", aquí estaba yo, pensando...
Es peligroso cuando yo me pongo a pensar. Imagino que ya os habréis dado cuenta. :)
Pero eso, que estaba pensando en el día de San Valentín y en las historias de amor que tiene la gente.

Que digo yo que no son todas de color de rosa, ¿no? Que habrá de , como en botica. Historias bonitas, historias hechas a medida, historias complicadas, historias imposibles...

Yo, sin ir más lejos, me estaba acordando de la historia de la saga "Crepúsculo"... ¿Hábrase visto cosa más oscura, por favor? ¡Qué cosa más negra, de verdad! ... ¿Dónde está ahí el color rosa ni ? Bueno, ¿dónde está ahí algún color, aunque no sea el rosa?
Claro que teniendo en cuenta que la mitad de las criaturas eran vampiros, y la otra mitad, licántropos, como que el color rosa no pegaba por ningún lado ni de casualidad.

Porque yo, que me vi todas las pelis cuando les dio por ponerlas en la tele, hará un par de meses o tres, sólo pude observar lo oscurísimo que era todo. Hasta los semblantes de la peña. Que la siesa de Bella (se llamaba Bella, ¿no?), no sonreía ni una sola vez en toda la saga. Pero ni una vez, oye. Que estuve pendiente de eso, y a veces, sólo hacía un amago de sonrisa. Pero sonreír sonreír, ni una vez. Así que, lo de que la muchacha se riera a carcajadas ni lo hablamos, ¿vale?

A ver, que yo entiendo que en los tiempos que corren, tiene que ser muy, pero que muy jodido enamorarse de un vampiro. Que seguro que con las restricciones que tienen y lo delicaíllos que son (que si las ristras de ajo, que si las estacas de madera, que si los baños de sol), te tienes que poner de los nervios.
Pero bueno, que a pesar de todo, pues estas dos criaturas tan distintas de mundos tan distintos, se enamoraron... ¿Ni una sonrisilla de felicidad en algún momento de la historia? ¿Ni un sonar de violines en algún instante? ¡Pues mira, no! Más siesos los dos que pa qué, oye.
De todas formas imagino que, después de todo, enamorarse de un chupasangres no debe ser tan malo, ¿eh? Que hay muchos abogados (y hasta algunos políticos) que se enamoran y se casan, y no pasa , ¿a que no?
Pos yastá
... :D

Pero qué va, qué va. Estos estaban tan metidos en su papel de historia de amor jodidamente complicada y casi imposible, que no eran capaces de disfrutar el momento. O bueno, quizás era la forma y la manera que tenían de vivir su propia historia, que también podría ser, ¿no?
... Digo yo. Yo qué sé. Si yo no estaba... :)

Ale, gente, disfrutad siempre de los colores que aparezcan en vuestra vida. ¿Qué más da los que sean?
¡Feliz día!

viernes, 27 de enero de 2012

Carpe Diem


Pues resulta que el Huffington Post (un periódico en línea y blog agregador de noticias que hay por ahí, rulando por la red), ha publicado una lista con las cinco cosas de las que la gente se arrepiente antes de morir.
Que digo yo, que ya hacen listas de cualquier tema, ¿eh? Es que hay que joerse, vamos...
Bueno, pues esas cinco cosas son:

1.- "Ojalá hubiera vivido como yo quería y no como los demás esperaban de mí".
2.- "Desearía no haber trabajado tanto".
3.- "Ojalá hubiera tenido la valentía y el coraje de expresar mis sentimientos".
4.- "Nunca debí haber perdido el contacto con mis amig@s".
5.- "Ojalá me hubiera permitido a mí mism@ ser feliz".

Y a estas alturas yo me pregunto cómo habrán llegado a estas conclusiones. Espero que no haya sido interrogando a la gente moribunda que han ido encontrando, porque si eso ha sido así, menuda guasita el sondeo, joé...

Y la lanzo al aire, como el que no quiere la cosa... Vosotros, ¿tendríais algo de lo que arrepentiros y añadir a esa lista?
:)

miércoles, 6 de abril de 2011

... perfumadita de brea...

Y es que, volver a los orígenes a veces es hasta necesario. Bueno, yo diría que más que necesario, es imprescindible y casi obligatorio hacerlo de vez en cuando.
Quizás para comprobar lo que han cambiado las cosas.
O quizás para comprobar las que siguen igual.
Y quizás, para disfrutar cada instante con la gente de siempre, y con la gente nueva que acaba de aparecer en tu vida... :)

... Y allí estaba mi amigo, que seguía en su sitio. Imponente como siempre.
Y allí estaba el Azul inmenso, que bailaba al compás de mis pasos.
Y allí los olores, los colores, el atardecer...

Porque es que yo también nací en el Mediterráneo...


viernes, 17 de julio de 2009

De celebración

Pues sí. Hoy estoy de celebración.
Bueno, lo estoy yo y lo estáis todos vosotros que, por supuesto estáis invitados, si queréis, a acompañarme en este día. Aunque tenga que ser en la distancia y virtualmente. Digo yo que no importa, ¿no?

Es que, bueno, el 17 de julio siempre es el cumpleaños de este diablillo. Casualidades de la vida que siempre va y cae en el mismo día... Hay que ver...
Y va a ser que los años pasan, y que lo hacen incluso para los diablillos también. Tampoco podía ser de otra manera, claro...
Cosa que por otro lado pues es genial. Porque me mola a mí lo de cumplir años. Cada vez más, vaya. Sí, sí, a pesar de cosillas sin importancia, como las arrugas y las canas (que alguna hay ya)...
Pero es que, a pesar de todo eso, cuando me miro de frente en el espejo, me gusta lo que veo y me gusta en lo que me he convertido. Me gusta la gente que conozco y los amigos que tengo... Me gusta lo que hago, lo que digo... Lo que pienso, lo que siento...
Vamos, modestilla que es la Lou, está claro.

Pero es que, por ejemplo, a los 20 esto no me pasaba, así que ahora simplemente estoy disfrutando del momento.
Quizás es que ahora sí que soy yo, y antes sólo era una especie caricatura de mí misma o algo así, no sé.

Bueno, que ná, que voy sacando los panchitos, que igual venís con hambre. ¡La casa por la ventana, señores!
Por cierto, tarta también hay, ¿eh? Y sólo tiene una vela, que yo creo que con la edad que tengo ya, sería incapaz de apagar ninguna más... ;)
Eso sí, de fiesta celebrando el cumple, me puedo tirar un par de semanas o tres, que es lo que me suele pasar en los últimos años...



sábado, 13 de diciembre de 2008

Y la vida sigue...

No me apetece mucho escribir últimamente, la verdad. Es que no tengo ganas, vaya. Como si estuviera muy muy cansada...
Pero como la vida sigue y es cierto que no se para, ni por mí ni por nadie, pues hoy me he ido a comer con los amigos de una amiga. Sí, la típica comida navideña entre amigos.

Soy yo muy dada al famoso lema de "los amigos de mis amigos son mis amigos". Y más, si la gente con la que me encuentro es gente sana, sin complejos, y vale tanto la pena. Porque quizás yo no los conozca, pero enseguida entablo conversación. Claro que tb es cierto que no tengo ni pizca de vergüenza y no me cuesta ningún trabajo hablar con todo el mundo, así que supongo que es más fácil.

Sí es cierto que al principio me he tenido que mosquear, porque la que se supone que era mi amiga en cuestión (!) me ha tenido media hora esperando en La Caleta, con un frío del copón.
Que digo yo, que me podía haber avisado, y me hubiera ido a dar una vuelta por ahí para ver si así entraba en calor... Pero no. La "joía" estaba muy ocupada de tiendas...
Definitivamente, la última vez que quedo con ella, hombre ya, que ya está bien con la tontería... A partir de ahora quedaré sólo con sus amigos...

Bueno, pues hemos traspuesto al Zaidín (típico barrio granaíno), donde ya nos esperaban sus amigos. Por supuesto, es que hemos llegado tarde al italiano en el que íbamos a comer, claro, y ya estaban ellos allí.
He tardado como un rato en entrar en calor (angelica yo), y eso que en el local la calefacción amenazaba con derretir los azulejos de la pared. Pero es que hoy ha hecho mucho frío. Eso sí, al empezar a comer, se me ha quitado toda la pena. Sí, porque nos hemos puesto tibios a base de pizzas, lasañas y todo lo que se nos ha ido antojando.
Y allí hemos estado hasta las cinco de la tarde, sin dejar de reír. Eso que no falte, claro.
Tanto, que casi nos echan del restaurante... hoy tb.

Lo cierto es que eso es algo habitual. Vamos "causando sensación" por todos los sitios por donde pasamos. No por nada, simplemente, porque no dejamos de armar escándalo. Un escándalo sano, es verdad, pero escándalo al fin y al cabo. Es que tenemos a todo el mundo pendiente de nuestras conversaciones, de nuestras historias...
Nuestras carcajadas se oyen en todo el salón, y a veces, es evidente la cara que suele poner el camarero de turno cuando nos mira. -"¿Qué pasa, tío? Que estamos muy agusto aquí, y por eso nos reímos..."-.

Nos hemos ido antes de los postres porque a una de las amigas de mi amiga se le ha ocurrido la genial idea de hacer una "chocolatada" esta tarde. Así que hemos ido al "Bar Fútbol", famoso en toda Granada por su chocolate, y por supuesto, por sus churros.

De hecho, al entrar, no he podido evitar recordar que en mi Cena Fin de Carrera de 2002, terminamos en este bar a las siete de la mañana. ¡Cachis en la mar, cómo pasa el tiempo!

Pues nada, que allí, tanto de lo mismo, con los "puntos" y las historias. Y sobretodo, sin dejar de reír. Y es que hay gente a la que le encanta mojar el churro en el chocolate de los demás. Y eso, cuando no eres invitado a hacerlo, puede ser una ofensa muy grave.
Sí, tb nos iban a echar de este local cuando a todos nos ha dado la paranoya.

Siempre he dicho que la risa es la mejor medicina y el sentido del humor el mejor traje que se puede vestir cuando salimos al mundo (menos cuando me hacen esperar media hora con la que estaba cayendo, porque entonces me paso el sentido del humor por el forro, claro).
De todas formas y a pesar de todo, hoy lo he vuelto a comprobar. Me encanta la gente así, sana y sin mayores complicaciones. Cariñosa, simpática y siempre de buen rollo.

Y teniendo en cuenta que todos eran abogados menos yo, que soy de ciencias, pues me hubiera podido plantear que igual no íbamos a conectar tan bien o que podríamos no tener nada de qué hablar... Pero, qué va...
Debe ser que la risa es un idioma universal, seas de letras o seas de ciencias, ¿no?
Es una terapia para el alma...
Es un contagio para el corazón...

Con dolor de barriga que he terminado yo. Y con eso lo digo todo...

Frasecilla célebre del día: "La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano" (Víctor Hugo).

jueves, 11 de septiembre de 2008

"Sueño de una noche de verano"

Pues la fecha de hoy me ha hecho pensar. Lo cierto es que siempre me pasa y hoy no iba a ser una excepción, claro.

Tiene que ocurrir algo realmente impactante para que nos demos cuenta de que no somos inmortales. Ya puede ser el 11-S, el 11-M, el 20-A... Da igual. La cuestión es que cuando algo así ocurre, nos "despierta" y nos lleva a la realidad. Y la realidad que se nos hace patente en ese momento es que no somos eternos, y entonces empezamos a ser conscientes de nuestra fugacidad (como las estrellas, pues igual).

La verdad es que nunca nos paramos a pensar que un minuto estamos aquí, y al siguiente puede ya no. Vivimos con la falsa creencia de que siempre habrá un mañana para hacer las cosas que no hemos podido hacer hoy; para ver a la gente que no hemos tenido tiempo de ver hoy; para decir las palabras que no nos hemos atrevido a decir hoy... Y evidentemente, perdemos las oportunidades que se nos presentan.

Porque vivimos pensando siempre en un mañana que puede que no lleguemos a ver, y no nos damos cuenta de que lo único que tenemos seguro es el hoy que estamos viviendo. Pero no lo aprovechamos. Nunca lo aprovechamos. Siempre nos encontramos haciendo planes para el futuro sin plantearnos que quizás no podamos cumplirlos. No somos capaces de vivir cada segundo de existencia como si fuese el último porque siempre nos puede la incertidumbre y el respeto que le tenemos a ese futuro, que aparentemente, se presenta ante nosotros.

Y es que supongo que toda la gente que estaba en las Torres o en el avión de Barajas tenía sus planes para el día siguiente, para el mes siguiente... Todos tenían historias y cosas que hacer... Y todo se truncó en aquel momento, sin remedio, como un fogonazo.
La cuestión es que no aprendemos. No vivimos al día y seguimos dejando las cosas para mañana. -"Bah, mañana será otro día"-...

Frasecilla célebre del día: "Carpe diem quam minimum credula postero" (H.)