domingo, 30 de noviembre de 2025

Kikagaku Moyo - Kikagaku Moyo (2013)

Este es otro elemento contemporáneo que supo beber de la fuente psicodélica de antaño para recrearla en estos últimos años, mientras el grupo permanecía en funcionamiento, tomando lo experimental y la acides de la psicodelia, lo místico de la música hindú, lo espacial del krautrock, las durezas del blues rock, las tonadas del folk, y demás elementos de la contracorriente del rock, entre vanguardias y experimentaciones varias.

Esta banda comenzó en las calles de Tokyo, hacia 2012, un grupo muy unido de cinco amigos, Go Kurosawa (batería, voz), Tomo Katsurada (guitarra, voz), Kotsuguy (bajo), Daoud Popal (guitarra), Ryu Kurosawa (sitar), en un ascenso progresivo que los llevaría a tocar en varios países y festivales del mundo.

El grupo es claro y no vacila en su estilo, ha tomado directamente de la fuente de la psicodelia y la han recreado al día de hoy con mucha exactitud, creando un estilo propio dentro del género, cosa que se ve reflejada en las primeras escuchas de su música, sus conciertos y ya desde su primer disco.

La presencia de un sitar en la formación y el don místico del grupo, dan cuenta de esa intención profunda que tienen acerca de la mirada espiritual volcada en la música, carácter que suele dotar a las producciones musicales de ese aire tan volátil. Esto se ve reforzado por la fascinación de la banda con la psicodelia, el rock ácido y el krautrock. Todo este encuentro de elementos no deja más que generar una música de rock puramente psicodelia.

Sus producciones musicales tienen buen gusto, son sofisticadas, nunca dejando la psicodelia de lado, pero utilizándola con mucho criterio, haciendo uso de las sesiones extensas con mucha ‘’prolijidad’’. Su esmerada producción volcada en la composición hace que muchas veces las composiciones se vuelvan complejas, con un aire progresivo aun dentro de lo psicodélico.

El disco ‘’Kikagaku Moyo’’ de 2013 es su primer lanzamiento, que ya anuncia desde sus primeros segundos la intención de todo lo que va a ocurrir, en un primer track con una introducción altamente psicodélica, con una guitarra acústica y ambientes de ensueño psicodélico que parecen salidos de grabaciones de más de cincuenta años atrás. 

El primer tema del álbum, “¿Can You Imagine Nothing?", fue escrito por la banda durante una noche, improvisando en un puente colgante en montañas remotas. A medida que la canción avanzaba, el puente comenzó a balancearse, haciendo que los miembros de la banda se sintieran, según cuenta en su sitio web, ''como si flotaran ingrávidos en el aire''.

Luego el disco permanece por la línea del rock con la banda completa, en composiciones ya de rock. La visión que maneja el grupo hace que la sofisticación, que muchas veces suelen manejar, se vuelva no solo hacia momentos complejos o cambios inesperados, sino que también hace de las texturas de cada parte un momento particular, pasando por partes espaciales tipo kosmic music, para entrar en otras donde se activan las distorsiones de la guitarra eléctrica, a otros momentos donde se vuelcan a la sesión, etc. Piezas como ‘’Tree Smoke’’ dan cuenta de ese estilo tan progresivo del grupo.

También hay piezas como ‘’Lady Stoned Monk’’ en las que directamente se vuelcan a momentos psicodélicos ambientales, ya sin rock sino volcados a la sesión psicodelia, en un lugar muy amplio con aire de ritual místico, entre las sutiles aplicaciones que cada músico vierte al momento.

El grupo fundó su propio sello, ‘’Guruguru Brain’’, para mostrar no solo su trabajo, sino también la escena musical, poco representada, del este asiático. Hasta la fecha, el sello ha publicado música de más de diez artistas diferentes junto con sus propios álbumes.

Su gusto por lo psicodélico se ve reflejado en toda su producción artística, desde su forma de vestir, hasta la portada de sus discos, la elección de los instrumentos, y por supuesto en su producción musical. Desde su sello discográfico también han impulsado la psicodelia, especialmente a proyectos provenientes del este asiáticos, apoyando a bandas de rock psicodélicas y otros emprendimientos experimentales.

En 2022 anunciaron su separación como banda, tras varios álbumes de estudio, sencillos y Ep, además de sus conciertos y presentaciones. Kikagaku Moyo, desde su comienzo, supo abrirse paso desde las calles de Tokyo hacia todo todo el mundo, llevando el sonido psicodélico a oídos de muchos, con un estilo que ha despertado la admiración y reconocimiento en muchas partes del mundo.

Cod: #1822

sábado, 29 de noviembre de 2025

The Crazy World Of Arthur Brown - Strangelands (1988)

The Crazy World of Arthur Brown fue un elemento más de la música psicodélica que convulsionó la escena con sus delirios y locuras. El nombre sirvió como concepto, una plataforma bajo la cual su creador, Arthur Brown, reinaba como el dios del fuego y proclamaba sus creaciones musicales como discos que marcaron al rock de la época.

El primer y homónimo álbum de la banda, ‘’The Crazy World Of Arthur Brown’’, apareció hacia 1968 y representó un hito del grupo y su creador, por su canción ‘’Fire’’ que fue un éxito comercial en muchas partes del mundo. Por otra parte, también el álbum representa uno de esos eslabones que parecieron hacia finales de los 60s, para impulsar la evolución de la música psicodélica hacia la música progresiva. Con este primer trabajo discográfico, la banda presentaba algunos cortes de canciones bien nutridas en la composición y muchos momentos memorables que ya anunciaban el potencial del artista y sus miras creativas.

Luego del éxito de su primer trabajo, Arthur Brown y la banda se encaminan hacia su siguiente lanzamiento, sostenidos por el espíritu de muchas bandas de rock de la época, que era el de evolucionar, experimentar y correr más allá los límites establecidos. El próximo emprendimiento discográfico del grupo sería el conocido como ‘’Strangelands’’, grabado alrededor de 1969 pero que no sería publicado recién hasta casi 20 años más tarde.

‘’Strangelands’’ representa un delirio de parangones mayores, un experimento en sí mismo ya que todo el disco se caracteriza por presentar una amplia gama de experimentaciones, siempre en terrenos del rock psicodélico y las vanguardias. Todo el trabajo es la puesta en marcha de una búsqueda sonora que avanzaba desde la canción para dirigirse hacia ese lugar tan común en la época, que era el de romper la canción, y explorar hacia el caos y la psicodelia.

Especial recomendación para los amantes de la experimentación de la época, ya que el disco expone muchos elementos comunes del momento. Todo el disco está interpretado por una banda que se niega a caer en ritmos cuadriculados, por lo tanto, toda la propuesta se expande, saliéndose de la canción predecible y virando hacia una libre ejecución de música rock, siendo todo el disco construido desde la sesión libre y sin estructuras.

En base a estos momentos de ‘’free rock’’ es donde todo brota, desde experimentaciones sonoras de estudio, delirios instrumentales de la banda, ambientes puramente psicodélicos, y otras experimentaciones como la de poner en reverso algunos instrumentos. Además de esto, aparece el mismísimo Arthur Brown cantando y muchas veces volando sus recitaciones metafísicas durante todo el disco, en proclama de caos y en cuestionamiento de muchas instituciones comunes, son palabras siempre muy cargadas de simbolismo, potenciándose con el caos instrumental de la música.

Es un reflejo típico de la época, pero no hay tantos elementos tan rupturistas como este experimento por aquellos años, simplemente ellos tomaron todo lo que habían vendido en su primer disco, y lo destruyeron, yendo hacia la experimentación sin medir las consecuencias. 

El resultado fue un álbum tan experimental, que la discográfica simplemente se negó a publicarlo por aquel año de 1969. El trabajo quedó guardado durante muchos años, evitado por la falta de visión artística de cualquier sello. Finalmente fue rescatado y publicado en 1988.

Este tipo de rock psicodélico tan experimental, con posterior correspondencia hacia lo proto progresivo, es la corriente del rock que ayudó a la formación de la música fusión que tuvo su origen desde finales de los años 60s. El origen del jazz fusión, y todo ese rollo de una música que cada vez se complejizaba más, tuvo su origen en la fusión del jazz con el rock de la época, y el rock que había en esa época era puramente psicodélico, proto progresivo, experimental, vanguardista, con predominancia de atascos y extensas improvisaciones. 

Con el correr de los años, la música fusión fue volviéndose cada vez más sofisticada y virtuosa, pero no es de extrañar que los álbumes que dieron origen a este género fuesen tan vanguardistas y marcados por todos estos elementos. ‘’Emergency!’’ de 1969 por The Tony Williams Lifetime, o ‘’Bitches Brew’’ de 1970 por Miles Davis, son algunos de los ejemplos tempranos de esas fusiones elementales de donde se originó el jazz fusión, y son una señal de la influencia psicodélica que marcaba la música por esos años, en ámbitos de rock y jazz.

El legado de ‘’Strangelands’’ es ese reflejo, rechazado por algunos en años atrás, pero que logró sobrevivir como reflejo de una época marcada por una generación de músicos que, motivados por su espíritu inquieto, hicieron y deshicieron a su gusto y, sin saberlo, sentaron las bases para el florecimiento de las vanguardias en su encuentro con la ‘’música popular’’. 50 años después, luego de tanta música ocurrida en las escenas culturales, el mundo sigue no estando listo para este tipo de experimentaciones, pero el valor de esa época desafiante abrió caminos que muchos luego recorrerían.

Cod: #1821

domingo, 16 de noviembre de 2025

Badge Époque Ensemble - Badge Époque Ensemble (2019)

Esta es una entretenida experiencia musical creada en base a la influencia de muchos elementos, tal vez los más representativos de la época de finales de los 60s y principio de los 70s, como lo son el rock psicodélico, jazz fusión y prog rock. Hay aquí una búsqueda que cuenta con una dosis orgánica muy fuerte, es ese aire de sesión que tiene todo y que da la sensación que el grupo se maneja en la música rock improvisada, con especialización en la sesión instrumental.

Otro elemento que deja el disco, es esta forma muy acertada desde los ritmos contundentes y el groove pesado, sensación que se enaltece con los agregados de percusión tipo Santana, los riffs de heavy blues que aparecen, y ese aire soul en la concepción de todo. El funk es otro elemento que desde la percusión aporta un groove contundente y suma a esa sensación tan cool que se construye en la sesión instrumental. Todo parece suceder desde una preponderancia rítmica, horizonte donde ocurren todos los eventos creativos del grupo, tanto es así que la presencia de congas y percusiones de tipo latinas se hace lugar en la mayor parte del sonido del disco.

Mucho de lo que ocurre aquí es instrumental y orgánico, hay muchos momentos con ese estigma, lo que termina de eclosionar en la pieza ‘’Undressed in Solitude’’, un track de casi once minutos de duración, donde la banda explota su gusto por la sesión rockera y la explota en una zapada con mucho groove y soul.

Es un disco de rock, rock pesado, pero no duro, rock construido primordialmente desde la instrumentación y el desarrollo desenvuelto en ideas progresivas. Blues, soul, funk, rock latino, y música fusión, todo ello está de alguna manera siempre presente aquí, en mayor o menor medida, aportando al estilo enriquecido de la banda.

Y por suerte, también esta ese elemento psicodélico apareciendo muchas veces, en el clima denso de sesión que tiene el sonido, con los que muchas veces entras en pasajes pesados que recuerdan a la música proto progresiva y aun psicodelia de antaño. Los sonidos densos de las guitarras y órganos, y los ambientes de sesión tan densos en lo que entran, no hacen más que acrecentar esa sensación de que lo psicodélico está muy presente.

Badge Époque Ensemble es un proyecto musical canadiense liderado por Max Turnbull. Son conocidos en parte gracias a su primer lanzamiento discográfico, el homónimo ‘’Badge Époque Ensemble’’, un trabajo nominado a premios, y que ha llamado la atención desde su lanzamiento en 2019.

La banda participante del mismo es una muy extensa, participando Jay Anderson en batería y percusión, Chris Bezant en guitarra eléctrica, Alia O’Brien en flauta, Ed Squires en congas y percusión, Giosue Rosati en bajo, Maximillian 'Twig' Turnbull en órganos, además de invitados especiales como Evan Cartwright en batería para el tema ‘’Undressed In Solitude’’, y James Baley en voces para el mismo tema. 

El sonido del disco nunca decae de su groove, la propuesta es siempre enaltecida por el condimento continuo que le aporta la banda, ese sabor tan enriquecido que manejan y que se manifiesta continuamente. ‘’Badge Époque Ensemble’’ fue grabado en vivo en Palace Sound Toronto, los días 18 y 19 de diciembre de 2017, y 2 de octubre de 2018.

Esta no es una banda cualquiera, su estilo es llamativo a primera escucha, reflejando la cantidad de influencias que enriquecen la experiencia total del sonido que proponen. Es esa fusión lo que le da el condimento tan vital a todas sus propuestas y le dota de esa distinción tan particular.

Desde 2019 hasta el 2023, la banda ha publicado varios trabajos discográficos, los cuales denotan que el grupo desde su surgimiento hasta ahora se ha mantenido fiel a su estilo musical tan característico y propio.

El sonido del grupo parece salido de otra época, con un clima sonoro que se diferencia de cualquier otra producción, y crea reminiscencias de escenas de rock de décadas atrás. Los ritmos deliciosos y ese valor orgánico tan suelto de la banda, dejan como resultado una experiencia con mucho sabor y mucha diversión. 

Cod: #1820

viernes, 24 de octubre de 2025

Vasconcelos Sentimento - Furto (2021)

La música no es solo para los críticos o para quienes la estudian formalmente. La música no es solo para los artistas premiados internacionalmente, ni para los tradicionalistas que resguardan con recelo una tradición musical. Hay en la historia de la música, desde siempre, ejemplos de personajes que se abrieron paso en este arte de manera autodidacta, siguiendo sus propias inquietudes, y aprendiendo de acuerdo a sus propias motivaciones, lo que generalmente deja como resultado a personajes que llegan a desarrollar una cosmovisión muy propia, y por ende también el resultado musical de su propio desarrollo llega a ser muy suyo y de nadie más.

La instrucción formal musical es muy necesaria, pero a veces aparecen personajes sin estudios cuya energía creativa es tan fuerte que terminan imponiéndose por sobre la realidad, terminando finalmente de dominar la música, bajo sus reglas, pero dominándola al fin. Ante la mirada ajena que muchas veces recalca que no es posible hacer música sin un estudio académico, estos personajes autodidactas no pueden permitirse una realidad sin la creación y la composición. Impulsados por su creatividad y armados con una cosmovisión interna muy profunda, terminan plasmando sus ardientes visiones artística en creaciones discográficas, o en su defecto, en proyectos musicales de variada índole.

El caso de Vasconcelos Sentimento es llamativo en ese terreno y es un ejemplo más de un músico que con sus propias visiones termina de crear su propio estilo. Vasconcelos Sentimento es el nombre artístico de Guilherme Esteves, un compositor, productor y multiinstrumentista autodidacta, residente en Río de Janeiro. Este artista había creado ya su música de manera propia en su home estudio, experimentado con texturas, armonía, jazz, funk, música mayormente instrumental, entre sampleos, breaks lo fi, y otros condimentos de su experimentación.

Guilherme se considera a sí mismo como un "investigador sonoro eufórico amateur", carece de formación formal en teoría musical o producción, y fue simplemente guiado por su oído y su intuición para crear su propio trabajo musical. Guilherme logra entrar en contacto con el sello discográfico Far Out Recordings, quienes quedaron facinados por su producción sonora y no dudaron el publicar su trabajo en su catálogo discográfico. El disco ‘’Furto’’ se publicaría en vinilo, CD y formato digital el 30 de julio de 2021 a través de Far Out Recordings.

‘’Furto’’ es un disco que resalta por su peculiaridad, se trata de un trabajo de jazz pero que a la vez está elaborado de manera muy casera, de hecho, fue creado en un estudio casero, permitiéndose el autor en experimentar con el sampleo y las sonoridades como forma de expresar sus propias inquietudes. La concepción de un jazz bastante experimental es también una característica aquí, con ambientes, sonoridades y algo de electrónica ambiental que hacen de esta experiencia una exploración por una variante peculiar del jazz más moderno.

Otra característica de este trabajo es que todos sus tracks no superan por mucho los dos minutos de extensión, se trata en su mayoría de piezas cortas, pequeños experimentos, pequeñas experimentaciones, elementos siempre presentados en experiencias de corta duración que hace del disco hacia una dinámica de extraña manufactura, estableciendo así un trabajo fragmentado en veintidós tracks, donde una enorme cantidad de pequeñas cosas ocurren para así construir una totalidad.

Ante tanta presencia de tracks, el trabajo se vuelve hacia una dinámica rápida y de un avanzar ligero. Las ideas se desarrollan en pequeños espacios de tiempo, enorme cantidad de pistas que, por su cantidad y su calibre experimental, llegan a presentar una enorme cantidad de momentos de variada índole, por lo que en este disco hay muchísimo por escuchar. La cantidad de piezas también nos presenta el hecho de que tal vez no haya algo más destacado que lo otro, sino que hay veintidós piezas de índole similar, en la que la riqueza se desparrama.

El disco en su totalidad es un experimento y vale la pena recalar en cada uno de los momentos del mismo. El autor también resalta como un muy buen músico de jazz, que, aunque experimente bastante con lo sonoro y el sampleo, también se hace presente con sus aplicaciones en lo que parecieran ser vientos, teclas, cantos y tal vez percusiones. Algunas baterías parecen hacer sido grabada, según los créditos, por un tal João Vitor "Passarinho" Fontoura. Toda la imaginería instrumental pasó por la mente y finalmente por la interpretación del autor en sus propias concepciones creativas. Mucha de la sustancia sonora del trabajo se sustenta con estas creaciones instrumentales, terminándose de construirse mediante instrumentaciones, sampleos, y experimentaciones sonoras.

La palabra ‘’furto’’ significa ‘’robo’’ en portugués, esto se relaciona con el hecho de que el autor utilizó mucho sampleo de músicas de otros artistas para crear su disco, e incluso también el autor no tiene reparos en admitir que él mismo considera plagio a esta técnica de utilizar fragmentos de otras músicas para crear la suya. Esto de los sampleo es una característica presente en el álbum y que en varios pasajes del mismo se puede escuchar desde voces hasta melodías ajenas, que fueron ‘’tomadas prestadas’’ para enriquecer la experiencia de este trabajo que en su conjunto forma un experimento, y como todo experimento, siempre es más complejo de abordar que un trabajo más convencional.

Cod: #1819

lunes, 20 de octubre de 2025

Psicomagia - Psicomagia (2013)

Este disco parece salido de otra época, parece provenir del estilo fusión inglés de principio de los setentas, o tranquilamente también podría provenir del krautrock alemán también de los setentas, las reminiscencias y analogías son muchas en este sonido, sin duda han bebido de esa fuente inagotable que es la música rock de aquella época dorada y la han reinventado con las visiones y tecnologías de esta época.

La semejanza con el krautrock tiene lugar cuando se aprecia que Psicomagia presenta atascos semi compuestos y con mucha improvisación, a lo que se le suma la electrónica, el jazz y la libre ejecución en la improvisación, es ese estilo de amplitud en las sesiones, con las líneas de viento que recuerdan a Xhol Caravan, o las bases rápidas y electrificadas que recuerdan a Embryo.

Mucho se dice que este disco trata de música progresiva, eso es real hasta cierto punto, ya que este disco presenta una música fusión que se sale de los cánones convencionales y muestra estructuras amplias y robustas, pero no se podría decir que esto es progresivo en el sentido de la complejidad que se suele presentar en la música progresiva de composiciones sofisticadas, con muchas partes distintas y cambios de ritmo constantes, más bien el estilo progresivo de Psicomagia es uno que se erige en base a la improvisación rockera sobre bases improvisadas que corresponden más a atascos de entre los que brotan algunos pasajes, agregados cambios y ritmos que aplican en velocidad, claramente inspirados por Soft Machine.

Psicomagia avanza con poderío y vertiginosidad, y es en esa andanada donde se construyen las piezas como atascos repletos de agregados electrónicos repartidos en forma de rápidas improvisaciones, las líneas de viento también hacen lo suyo y dejan su sello característico en el sonido. Toda la conjunción de la banda funciona convergiendo en una actuación rápida, ágil, vertiginosa, con poderío, volcándose los cuatro músicos en atascos semi prefijado sobre los que aplican un sinfín de improvisaciones de un goce jazz-rock destacable.

Hay una dosis de demarcada psicodelia que surge en el espíritu sonoro del disco, con algunos momentos de auras y aplicaciones volátiles, como por ejemplo en el comienzo del disco, al principio del primer track, ‘’El Memorioso’’, con unas flautas delirantes y ambientes de ensueño, que luego termino volcándose en la formula básica aplicada por la banda en este disco, atascos jazz rock con agregados de viento. Esa sensación psicodelia también puede sentirse en pleno vuelo de la banda, cuando están sumergidos en atascos interminables, con algunos efectos de sonidos reverberantes y ambientes de delirio general.

Pareciera que ellos han tomado muchas referencias de la era psicodélica y especialmente de los sonidos fusión temprano, como ser Soft Machine u otras bandas de sonido Canterbury. Han bebido además de bandas progresivas como ELP. El resultante de estas visiones, sumadas a sus bastas experiencias el músicas rock alternativas contemporáneas, da como resultado un sonido que converge entre el ayer y el hoy, con fragmentos tomados directamente de otras épocas para traerlos al hoy y convertirlo en un estilo actual y totalmente único. Inicialmente, Psicomagia comenzó con solo Paul Marrone y Tyler Daughn tocando juntos. Ambos compartieron el amor por The Soft Machine, ELP y similares, y rápidamente se llevaron bien.

El multiinstrumentista Brian Ellis provenía de la banda Astra, el bajista Trevor Mast del grupo de psyck rock Joy, y el baterista Paul Marrone de Radio Moscú, así es como Psicomagia es un vergel de experiencias diversas que combinaron en tiempo y espacio y coagularon en una misma expresión, impulsados por los mismo ideales artísticos y creando con ellos su propio sonido. Sumarle a esto la participación poética de Bernardo Nunez quien aporta su voz desparramando por aquí y allá algunas palabras que enaltecen el aura mística del sonido.

La banda se forma en San Diego, California. Para esta presentación forma con Tyler Daughn en órgano y sintetizador, Brian Ellis saxo tenor, Paul Marrone en batería y Trevor Mast en bajo.  Lanzaron su debut auto-titulado en el sello El Paraiso en el otoño de 2013, masterizado por Dane y su colega conocedor de la psicodelia Jonas Munk de Causa Sui. El nombre de la banda en sí, PSICOMAGIA, proviene del director de culto chileno-francés Alejandro Jodorowsky, quien creó una psicoterapia totalmente sensible y con carga esotérica en torno a los sueños, el teatro, la poesía y el chamanismo.

Cod: #1818

domingo, 12 de octubre de 2025

Elephant9 - Walk The Nile (2010)

El fenómeno progresivo ha dejado una huella imborrable en el rock y sus distintas manifestaciones, y ya no solo quedan los sobrevivientes de las epopeyas progresivas de antaño, sino que siguen apareciendo elementos muy fructíferos dentro de esos canales de concepción de la música pesada, compleja y fusionada. Europa nunca dejará de ser un faro en cuanto a la generación de proyectos musicales de esta índole. Elephant9, proveniente de Noruega, es otro de estos tantos ejemplos contemporáneos europeos que vienen haciendo ruido hace años y han dejado en estas últimas décadas muchos lanzamientos muy interesantes.

Elephant9 es un trio poderoso, un power trio, pero con carácter progresivo, que se maneja en el espacio tanto como en la progresión, y goza de una rudeza fácilmente detectable. Todos sus emprendimientos discográficos, tanto como sus presentaciones, cuentan con esa cuota de música organiza, ejecutada desde la sesión rockera fusión, cual atasco, que se va desarrollando y desde el cual van surgiendo las distintas progresiones y partes.

Otro elemento común de la banda es el uso de climas, o momentos ambientales, momentos en los que bajan de ese poderío y se sumergen hacia espacios amplios que contrastan con la rudeza. Muchas veces estos ambientes son construidos de manera inmersiva y son utilizados como forma de introducción, intermedio, o cualquier otra sub-parte que pueda llegar a ser requerida en las composiciones.

El mérito de Elephant9 es doble en su lugar, primero logrando llamar la atención al crear un sonido que mantiene vivo el espíritu progresivo/fusión de hace cincuenta años atrás, pero a la vez han logrado crear con estos condimentos un sonido que no es una copia fiel de nada, siempre reorganizándose en experimentos de índole propia, música instrumental progresiva y experimental.

Se trata de experimentos que evidentemente están influenciados por el estilo progresivo, y que además cuentan con un carácter de fusión marcado. También hay, en la sonoridad y los lugares por los que pasan, algunas visiones a construcciones de ambientes con acercamiento a lo psicodélico. Eso psicodélico de su sonido es una constante en su estilo, y es otro de los elementos que danzan en ese desfile de inventos que proponen en cada uno de sus discos.

‘’Walk The Nile’’ de 2010, es otro de sus varios lanzamientos, el segundo de su lista, otra publicación para seguir reafirmando sus visiones propias, siempre dentro de ese espectro de búsqueda musical que tienden a la evolución y al transcurrir por sucesos y diversos experimentos instrumentales.

La predominancia de teclas, en el sonido de esta banda, teje directas reminiscencias a sonidos plasmados en experiencias anteriores, especialmente a bandas progresivas de principio de la década de los 70s. La sonoridad del tecladista, en su uso con el órgano Hammond, es muy evocativa a epopeyas progresivas anteriores. Ejemplos sobran, algunos proyectos vanguardistas progresivos como los alemanes de Brainstorm, los suecos de Hansson & Karlsson, tal vez similitudes de The Tony Williams Lifetime, y a otros proyectos similares que rondaban entre el progresivo y fusión temprano, sin dejar de lado la oscuridad, experimentación y aun los resabios de la psicodelia.

También pareciera que Elepahnt9 perteneciera a la escuela de jazz vanguardista Noruega, sus contactos con esta se reflejaron en el último disco que la banda publicó, ‘’Catching Fire’’ de 2024, junto al guitarrista Noruego Terje Rypdal. Rypdal, junto a otros pioneros como Jan Garbarek o Jon Christensen, serian algunos de los primeros nombres que surgirían de la escena jazzera más vanguardista de Noruega, siempre con estilos oscuro, yendo hacia lo experimental y la vanguardia casi radicalizada. El encuentro entre Elephant9 y Terje Rypdal es un suceso notable. 

Por otra parte, Elepahnt9 no se reclama en el fusión de manera purista. Estos van más allá, sus propuestas combinan fusión, progresivo, y psicodelia, pero muy a la manera en que ellos se les ocurre, sin representar un género en particular predilección. Claramente entran en el mundo progresivo general, pero lo hacen creando sus propias leyes musicales y siempre fieles a su propio estilo, el mismo que vienen manteniendo desde su primer lanzamiento discográfico. He aquí el lugar difícil que puede significar el acercarse al público más convencional a este tipo de bandas ya sublimadas en estilos bastante oscuros, y que muchas veces no tienen una letra o melodía clara que ofrecer.

La discografía de Elephant9 está compuesta por varios discos, y cada uno de ellos es un reflejo de la búsqueda del grupo, siempre instrumental, experimental, cerca de lo psicodélico, jugando en preponderancia con los climas, progresiones, y con sus propias visiones y ritmos. Todo lo que proponen son experimentos, de alto goce progresivo para quienes amen este tipo de inventos. A veces como trio, a veces también asociados a algún guitarrista, pero siempre con un estilo propio, oscuro y psicodélico.

Cod: #1817

domingo, 20 de julio de 2025

Tefol: La férrea búsqueda de una musicalidad catártica, critica y espiritual

Créditos: @m.i.s.c.e.l.a.n.e.a

En la vida existen caminos que se enlazan de forma natural, donde determinadas circunstancias, externas o internas, derivan en la unión creativa de dos o más seres vivos con la única finalidad de emplear la música como un elemento en el cual redimirse y expresarse frente a un entorno agobiante, transmitiendo inquietudes terrenales o espirituales, manifiestas o imperceptibles.

Es así como surgió Tefol, una banda peruana de la ciudad del Cusco, conformada por dos hermanos: Sebastián y Juan Pablo Villafuerte Ochoa. La música siempre estuvo a su lado; desde pequeños, fueron cultivando un inquebrantable amor por sus respectivos instrumentos. Sebastián Villafuerte, hermano mayor de Juan Pablo, es un eximio guitarrista, quien siempre mantiene firme su convicción y pasión por el rock y el blues.
Y aunque Juan Pablo —actualmente un talentoso pianista— siempre quiso estudiar guitarra al igual que su hermano mayor, el piano se convirtió, con el paso del tiempo, en una auténtica herramienta entrañable y cósmica.
Acompañaron a la banda en las grabaciones de sus dos álbumes los músicos Jayro Antonio Zavala, en el bajo, y Kevin Orson Corazao, en la batería.

Dentro de la historia de Tefol debe mencionarse la influencia de una persona que ya no está entre nosotros: una especie de guía espiritual que acompaña a la banda desde alguna lejana dimensión celestial y psicodélica.
Un ser que vivió en primera persona la contracultura de la década de los 70 en los Estados Unidos, y quien tuvo la dicha de ver en vivo a muchas de las bandas más influyentes de aquel movimiento.
Esa persona, fanática de bandas como Grateful Dead, The Doors, Jimi Hendrix, Bob Dylan, entre otros, se llamó Juan Carlos Villafuerte, tío de Sebastián y Juan Pablo.
Sirva, pues, también este artículo como homenaje a este espíritu libre, quien, aun con todos los padecimientos que tuvo, supo sonreírle a los astros y viajar en una alfombra mágica sobre todos los escombros de una sociedad que, a día de hoy, sigue castigando lo diferente.


¿Qué significa Tefol?
En palabras de Sebastián, Tefol viene de Tefal, la marca de las cacerolas de su abuela. Y, dado el gusto de Sebas por bandas como Manal —cuyo nombre termina en L—, decidieron adoptar la palabra Tefal, pero cambiando la A por la O. Es así como quedó el nombre de Tefol.
A nivel de instrumentos, Sebastián es un guitarrista que se caracteriza más por trabajar un sonido distintivo que por la utilización de timbres: una Fender Stratocaster y un amplificador Princeton Reverb son suficientes para ejecutar con absoluta maestría cada una de sus canciones, con la única excepción de un fuzz tuneado por un fabricador artesanal que Sebas emplea en algunas secciones.
Por su parte, Juan Pablo no solo emplea el sonido del piano clásico, sino que también explora el del Clavinet y de órganos como el Hammond, Farfisa, Vox Continental, entre otros.

Un trabajo de cocción lenta, paciente, obstinada y con ingredientes de gran calidad: así se podría definir la gesta del primer álbum de Tefol, titulado de forma homónima.
Esta obra, publicada en 2024, es una inmersión absoluta en un mundo donde los relojes dejan de funcionar; una cabaña alejada de todas las pretensiones populares actuales, una pequeña y acogedora habitación de madera en algún lejano bosque.
Allí, dos hermanos —entre discos de vinilo de Buddy Guy, Hendrix, Dylan, Pappo, Lee Lewis, Allman Brothers, Yes, Who, Crimson, Spinetta, etc.— se juntan a crear, bajo el calor de una antigua estufa. Una guitarra y un piano van hilvanando futuras canciones con el corazón en la mano, los ojos en las constelaciones y los pies sobre la tierra.

El cráneo incluido dentro del arte de portada fue elaborado por Aarón Dueñas Chillitupa, mientras que el arte de portada como tal fue obra de Fernando Alejo Chávez, bajo la dirección de los hermanos Sebastián y Juan Pablo.
Asimismo, cada canción de este primer álbum cuenta una hermosa animación en video (visualizer) en el canal de YouTube de la banda.

Créditos: Fernando Alejo Chávez

Centrándonos en el arte de portada, se puede observar la presencia de un cráneo cubierto por una vegetación florida: un extraño lugar que sirve de refugio para ambos hermanos, quienes observan misteriosamente el exterior.
Alrededor yace el caos de un entorno descolorido y furibundo, pero se logra distinguir a dos personajes etéreos que parecen surcar la vorágine; cual maestros de otra dimensión, dejan semillas que seguirán floreciendo y revitalizando el cráneo central.
En un rincón, un perchero sostiene la ropa del personaje que recorrerá cada canción del álbum, un personaje que parece emerger de las tinieblas mentales, de un pasado tormentoso y autodestructivo. Y es que el cráneo es precisamente el rostro del personaje central del álbum: un ser que está decidido a redimir sus heridas, empleando su arma más valiosa: la música.
Porque el mejor antídoto, el más bello elixir, siempre será aquella canción que desenmaraña la mente y abre las puertas del alma.

El Tren, canción que abre el primer álbum de Tefol, es un poderoso blues rock con derivaciones psicodélicas. Guitarra y teclados se ensamblan con gran contundencia y feeling para acompañar una letra que habla, de forma metafórica, sobre las radicalizaciones políticas que inundan de odio a aquellas personas que deciden convertirse en paladines de la pseudo libertad.
Un tren que no va hacia ningún lugar, pero que, en su afán incendiario, siembra prisiones a su paso, condenándonos a la autocensura y la paranoia.
Rompamos entonces las cadenas impuestas y cantemos:

Fuego con miel
mezcla de mi alma
que abre las puertas del ser…

Le sigue Saber, una hermosa canción de folk rock con toques country. Fue compuesta por Juan Pablo cuando tenía catorce años. La letra denota el nacimiento de un espíritu contestatario y disconforme con su entorno:

Si supieran lo que es vivir
arrodillado para servir
entonces entenderían lo que no quiero ser…

Créditos: @m.i.s.c.e.l.a.n.e.a

El álbum continúa con Diciembre, un rock / blues rock hilvanado de forma brillante por los teclados y la guitarra, con una letra contundente que retrata perfectamente el agobio de las presiones que el contexto ejerce sobre uno: el dilema entre el camino que se quisiera elegir y la agenda que buscan imponerte, las exigencias constantes de un entorno que solo quiere algo de ti, sin importarles tu integridad ni tu salud física y mental:

Mirando y mirando
sin poderte ver
Los muchachos y el resto quiere más
mucho más de lo que puedo dar…

Le sucede la canción titulada Agujero Negro. Se trata de un magnífico country rock psicodélico cuya letra es una férrea crítica contra quienes siguen ciegamente a los nuevos mesías y outsiders que profesan pan, circo y vino. La mortal displicencia que hunde a la gente en el entretenimiento barato, una poderosa anestesia que inocula ingentes cantidades de cobardía y pereza, volviéndolos incapaces de distinguir a su verdugo, quien se vestirá de oveja para así embaucar fácilmente a su presa:

Siempre te atoraste pretendiendo ser un hombre libre
rezando a héroes falsos
criticando a los demás…

Prosigue El Brote, una de las canciones más espirituales del álbum. Se trata de un folk rock blusero, coloreado por hermosos teclados y órganos, así como por un solo de guitarra magistral y emotivo. La letra nos recuerda que el objetivo nunca será la búsqueda de aceptación a cualquier precio, pues la necesidad de reconocimiento no debe perseguirse traicionándote a ti mismo.
Planteémoslo de esta manera: una canción es como una solitaria pluma de ave surcando el viento; a veces, la pluma se cruza en tu camino y cae lentamente en la palma de tu mano. Es entonces cuando la música anida en un corazón que busca vitalidad en la simpleza de la vida, lejos de los reflectores de un gran sistema que solo siembra discordia y mezquindad entre la gente:

Cuando el rey cambie el orden
volver sea viento y monte
este juego es algo más que tan sólo alegrar
no se trata de lanzar tus penas sin andar…


Continúa la canción titulada Corona-Boogie, un huayno (género musical tradicional andino) fusionado con rock and roll y boogie: una mezcla extraña, cautivadora e interesante que rinde homenaje a la música tradicional que los hermanos Sebastián y Juan Pablo aprendieron en la escuela de música Qantu, lugar donde estudiaron sus respectivos instrumentos. La letra aborda el caos que tomó por asalto nuestra salud mental durante la pandemia del coronavirus, así como los conflictos y protestas que inundaron las primeras planas y los noticieros:

Y mientras nuestras cabezas marchitaban
tontos hablaron, tontos gritaron
quemando un mundo para un mejor futuro
fue la excusa que usaron
pacifistas metiendo ladrillazos
los hipócritas bailaron…

Le sigue la canción Lucecita, uno de los puntos más altos del álbum. Se trata de un hermoso rock funky que incluye un saxofón a cargo del músico invitado Manuel Callo Chávez. Los espléndidos teclados, ejecutados con mucho swing, encumbran la canción; asimismo, las intervenciones de la guitarra, con ese sonido entre blusero y funky, son sin lugar a dudas un deleite auditivo. La letra aborda ese sentimiento de empatía frente a un ser querido que está atravesando circunstancias difíciles, algo muy humano y simple:

¡Para! está sufriendo, ¿no ves?
la están ahogando
Escapa de allí
lleva tu mente lejos y nútrela con luz…

Cierra el primer álbum de Tefol la canción titulada Nebulosa Color Pastel, un tema de rock progresivo con tintes psicodélicos y de latin rock. Una vez más, la versatilidad, el sentimiento y la precisión de los teclados, así como los magníficos solos de guitarra con espíritu blues-rockero, otorgan a esta pieza un carácter dinámico y profundamente auténtico. Cada pasaje está interpretado con notable maestría, sintetizando de forma magistral la calidad compositiva de la banda. La letra aborda la inmersión del ser humano en las cumbres y abismos de su existencia, en los claroscuros vitales, esos viajes introspectivos que conducen por los parajes más oscuros y dolorosos del alma hasta arribar, finalmente, a un lugar prístino y liberador:

Para un poco y ven acá
donde nadie piensa en clavarte el puñal
si te siguen
no los dejes entrar...


Al final de esta travesía de ocho canciones, el personaje central del álbum logra liberarse de la máscara en forma de cráneo, pues ha llegado su siguiente batalla: una en la que deberá emplear su esencia como vela de una embarcación dispuesta a surcar los mares del tempo y la visceralidad. Es así como arribamos al segundo álbum de Tefol, publicado en 2025, una obra gestada bajo una férrea convicción por la musicalidad y un profundo amor por la energía y contundencia del rock.

El arte de portada, elaborado por @m.i.s.c.e.l.a.n.e.a bajo la dirección de Sebastián y Juan Pablo, parte del concepto de los sentimientos, emociones y estados mentales predominantes en las canciones del álbum, agrupados en cuatro colores: el color rojo representa la ira, presente en canciones como Heavy, Alemana y Chacarock; el color verde simboliza la melancolía y la nostalgia en temas como Claviman, Botellita De Uranio y Creativitis Autoinmune; el color azul encarna el espíritu reflexivo y la introspección en canciones como Soul Sebas, El Bosque y El Ave Y El Tonto Delirante; y, por último, el color blanco representa la conjunción y síntesis de todo lo anterior, cristalizado en la canción Las Rejas, que da cierre al álbum.

Esta gama cromática de colores, perfectamente representada en la portada, podría simbolizar el aura del alma. Y es que, ¿no somos acaso la suma de luces y sombras, de aciertos y desencantos, de encumbradas alegrías y profundos pesares? Todos estos matices que nos acompañan a lo largo de nuestras vidas deben ser recorridos, mas no evitados, porque el encanto de vivir reside precisamente en lo tangible y lo invisible de un camino vital que nunca será predecible ni lineal.

Créditos: @m.i.s.c.e.l.a.n.e.a

Abre el álbum el sensacional Soul Sebas, que, como su nombre lo indica, se trata de un soul acompañado con dosis de blues, psicodelia y rock progresivo. Musicalmente, esta canción presenta una guitarra magistralmente sensitiva, con una gran dinámica entre sutileza y fuerza. El teclado, por su parte, brinda un acompañamiento grandioso, marcando determinadas derivaciones psicodélicas y progresivas que le otorgan un encanto particular a la canción. La letra aborda los desencuentros internos que uno tiene consigo mismo, así como también los conflictos en las relaciones interpersonales:

Tu mente va
sin compasión a morder
estás quebrada y ya no sabes qué hacer
Alcanfor, los golpes sanan de pie
sin saber, la propiedad que posees…

Le sigue Claviman, en una transición casi cinematográfica muy bien lograda, con unos vientos modificados y/o distorsionados que dan paso a la aparición del glorioso Clavinet, ejecutado de forma enérgica y cadenciosa por Juan Pablo. La canción viene a ser una extraña pero efectiva mezcla de gypsy jazz, blues rock y pinceladas progresivas. La letra habla sobre un episodio nostálgico mientras se transitan aquellos lugares, materiales o inmateriales, que evocan recuerdos gratos y dolorosos:

Luna roja, ciudad muerta
me escondo en la terminal oxidada
un largo tramo por recorrer, esperando verla otra vez
tal vez mañana, el peso de mis hombros se caiga…

El álbum prosigue con El Bosque, una preciosa canción de folk rock cuya letra aborda, de forma metafórica, ese remanso espiritual donde encontramos paz, lejos de las represiones internas que nos encadenan al despiadado asfalto:

La verdad del bosque me sostiene sin dolor
al volver mis sueños están intactos
ya sin lesión…


Continúa la canción titulada Heavy, un enérgico blues rock psicodélico donde la banda saca a relucir su espíritu entrañablemente rockero. No te dan ni un solo segundo de respiro: la guitarra ocupa el ambiente con riffs cavernosos, mientras el sonido enrabietado de los teclados y los solos bluseros son sencillamente exquisitos. Sin lugar a dudas, el feeling y groove de esta canción la colocan como una de las mejores del álbum. La letra aborda de forma directa la ira, frustración y desencanto que un artista padece en una ciudad donde la mediocridad y el conformismo son constantemente ponderados y premiados:

Llega a la pradera, caminando
sin tardar, ponte el collar
que lo inefable está en un bend con tripa y alma
Alérgico, es el suelo de la calle
con aroma a petricor…

Prosigue la canción Botellita De Uranio, se trata de un bellísimo rock psicodélico, bastante melódico, con ciertos atisbos progresivos. La armonía del piano está inspirada en una zamba argentina y está magistralmente arropada por silbidos oníricos, poderosas guitarras bluseras y una letra muy emotiva que refleja aquellas noches solitarias de contemplación lunar, donde añoramos que nuestro ser encuentre alguna isla donde anidar, una isla donde podamos hallar el esquivo cofre de la vital simpleza:

Así que si alguien me encuentra
estaré flotando en el mar
como el humo que revoloteó
Con gracia y viveza antes de desaparecer
en un parpadeo me empecé a desvanecer…

Le sucede la canción titulada Alemana, se trata de un sensacional blues rock monolítico con arrebatos progresivos, donde Sebastián nos demuestra una vez más todo el poderío de su guitarra encendida en llamas. Y es que el fuego que emite al tocar es sencillamente alquimia musical. La deriva progresiva de la canción, donde instrumentos y voces crean un ambiente casi teatral, es un claro homenaje a Stravinski, Frank Zappa y Gentle Giant. La letra aborda los encasillamientos ideológicos que aprisionan a determinadas personas, quienes se sienten en la potestad de imponer sus ideas a los demás, siendo evidente su intolerancia ante perspectivas diferentes y la inevitable deriva en la violencia como medio para implantar lo que se cree verídico e incontestable:

Y me quieren matar en la charla del bar, siempre ensucian la vereda
la vereda que brilla sin ladrar
No falta mucho más, para que el mundo mortal
se arrepienta de toda su jaqueca
la jaqueca del hombre cerebral…


Le sigue la canción titulada El Ave Y El Tonto Delirante, se trata de un excepcional folk rock sutilmente psicodélico, una auténtica joya musical que es capaz de conmover los resquicios más profundos del alma. Y es que quienes hemos padecido inclementes tormentas en el pasado conocemos perfectamente esa sensación crepuscular que embarga el alma, una sensación que por momentos conmociona, pero que en esencia son solo, quizás, los colores que nuestro espíritu libera y que viajan por el viento hacia el corazón de la naturaleza:

Extraña, extravagante
tierna, brillante
ave no te dejes atar
pero no olvides esos escasos y buenos momentos que en el vacío flotarán
Porque aunque sea bueno avanzar
es bello de vez en cuando mirar atrás
por más que desprecies el ayer de tu vieja vida
toda completa es como vale en realidad
Y por más lejos que te vayas de este lugar
el viejo cerro y esos recuerdos te encontrarán…

Continúa la canción titulada Creativitis Autoinmune, se trata de un rock con pinceladas psicodélicas que presenta agradables y melódicos coros, así como arreglos en los teclados que crean un clima sutilmente etéreo. Las guitarras, por su parte, le añaden cuerpo y vehemencia al ambiente. Sin duda, una canción hermosa cuya letra aborda esa sensación momentánea de desolación y extravío frente a determinadas luchas internas que se vienen librando. Y es que la melancolía es un sentimiento que merece ser transitado, como si se tratase de beber una taza de café puro cuyo sabor nos resulta amargo, algo ácido o terroso. Como ya lo mencionamos anteriormente, no se trata de abusar de escapismos ni de forzar una engañosa felicidad, sino de, quizás, aprender a convivir con lo claro y lo oscuro de nuestro ser:

Yo recuerdo vivir y mirar
el cielo al caminar, maravillado y ponerme a nadar
entre las nubes y el violeta de cristal
Tú me viste hace tiempo y al pasar
mi vista se hunde en el suelo pedregoso a divagar…

Prosigue otro de los puntos altos del álbum, la canción titulada Chacarock. Se trata de un rock progresivo psicodélico, con guitarras y teclados formidables, un auténtico manjar para los amantes del prog. El título hace referencia a una chacarera, ya que el tema está compuesto sobre un riff de rock montado sobre un ritmo de chacarera. La letra es una tenaz crítica a aquellas instituciones y sectores que organizan y promueven eventos culturales en la ciudad del Cusco, Perú: servidores públicos que actúan guiados únicamente por sus intereses personales e ideológicos, relegando de esa forma a aquellos artistas que no sean cercanos al poder de turno. No obstante, hay quienes deciden traicionarse y entrar en esa dinámica de favores y corrupción, porque… “la vida es una sola”, ¿verdad?

Con la puerta abierta a un lugar donde el rehén lame sus cadenas
se frota en estiércol, se burla del demente
quiere ser gerente
la brecha no sólo es dinero, está en el corazón…


Le sucede la canción Septiembre, se trata de un blues lento con pinceladas estelares de guitarra que se entrelazan perfectamente con la emotividad de la letra, la cual relata una dolorosa ruptura amorosa. En síntesis, un tema honesto, sencillo, directo y sumamente catártico:

Cuesta tanto despertar, salir de la cama y avanzar
cuesta tanto poder dormir, cerrar los ojos y dejar de existir
Qué rápido tiraste tu botella cuando se te acabó la sed…

Cierra el álbum la canción titulada Las Rejas. Este tema es otro de los puntos altos del álbum, pues transita varios estadios donde la banda mezcla de forma magistral folk rock, música clásica, rock progresivo y blues rock. Y es que, desde la hermosa introducción con guitarra acústica, la canción se convierte en una auténtica inmersión en un misterioso bosque de neblina, una excursión musical que lentamente va redimiendo el alma herida. En la medida en que amanece, la niebla se va disipando, la visión va mejorando y los rayos del sol nos van abrazando con su tibieza.

Espiritualidad A veces es difícil retener un corazón alado bajo el manto gris de lo racional; por lo tanto, la creatividad sin concesiones será siempre el leitmotiv de los dementes y las ovejas negras.

Pensamiento crítico… ¿Por qué seguir siendo permisivos y conformistas en un contexto como el sudamericano, que está infestado de una masividad corrupta y cínica? El arte siempre servirá de reducto para aquellos que decidan manifestar, en absoluta libertad, desde sus inquietudes más esotéricas hasta sus preocupaciones más terrenales.

La música de Tefol es, por lo tanto, una poderosa y resplandeciente nave catártica, crítica y espiritual. Es el arte que surge de las entrañas y del corazón de dos hermanos que crean canciones con la única finalidad de mejorar, día a día, como seres humanos. Muy a pesar de los obstáculos y cicatrices —internas y externas—, Sebastián y Juan Pablo Villafuerte Ochoa, dos discretos guerreros que, en medio de un contexto como el de la ciudad del Cusco —despiadado, ruidoso, codicioso e indiferente—, deciden enfundar con valentía una guitarra y un piano para lanzar destellos de luz en medio de tantas tinieblas:

Las rejas al emerger te cuadriculan la visión
grietas de un talismán que no para de expresar su amor
tridimensionales tus respuestas que vienen y van sin limitación
Cuerdas de un mismo plan inhabilitan sin demoler
indispensables las respuestas que vienen y van
sin definición…


Mención especial merece Darwin Villafuerte, padre de Sebastián y Juan Pablo, histórico miembro del grupo folclórico Arco Iris del Cusco, cuya presencia y legado musical sin duda han sembrado una profunda sensibilidad artística en sus hijos. Asimismo, es justo reconocer el trabajo de Roy Loayza, cuya labor en la producción de ambos álbumes de Tefol ha sido no solo notable, sino fundamental para materializar y pulir el universo sonoro que la banda ha construido con tanta honestidad y pasión.

“¿Cuántas veces puede un hombre voltear la cabeza, fingiendo que simplemente no ve?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.”
— Bob Dylan, “Blowin' in the Wind”

Cod: #1816

domingo, 22 de junio de 2025

Reynols - Polos Mosco (1999)

 Reynols es la derivación de todas las cosas que ha dado la música, un ente de éter encarnado en el mundo, que se plasma en la materia y en el devenir humano a manera de don musical, por lo que sus intervenciones musicales y sus discos son dones otorgados al humano, capaces de generar su, en suerte, despertar. Reynols es una materia sonora indeterminada de calidades profundas, dones complejos de abordar por su honda simpleza y su humilde empatía por la creatividad en estado puro. Esta entidad no tiene principio ni fin, solo manifestaciones, elucubraciones fulgurantes que se plasman a lo largo de sus experiencias creativas de muy diversa índole en lo referido a la música hacia sus muchas direcciones, siempre en su estilo tan particular e indeterminado para mucho de lo que se conoce popularmente, aunque lo popular es bien conocido e de influencia para Reynols.

No hay explicaciones que alcancen para determinar qué es Reynols, o como ocurrió, o como se manifiesta, y tal vez esos misterios habría que dejarlos en su lugar, pero ocurre que sus manifestaciones artísticas resuenan en una serie de proyectos musicales altamente interesantes, los que se presentan y suministran mucha lumbre que cortar para quien guste de este tipo de expresiones.

La inventiva de este grupo de seres es muy particular, manejan una elocuencia creativa cuya frescura se ramifica en todo lo que hacen, pueda ser aquello comprendido o no, no importa. Pero lo que ellos manifiestan está en un lugar ulterior, tanto lo que dicen desde lo expresado verbalmente, como lo que manifiestan de forma instrumental. Todo su fluir artístico es una cosa indeterminada, un afortunado acto expresado por un azar cuyo origen pareciera ser alguna fuente pura de manifestación, es el reflejo de un estado incierto y complejo para el humano, y fluye hacia la materia sonora mediante el médium que es Reynols. Todo lo manifestado por el grupo cuenta con un sentido total y cada elemento de sí mismo responde a una misma cosa inexplicable e inentendible para la fortuna convencional, por lo que su idioma musical no es una cosa sencilla de abordar y mucho menos de interpretar a ciencia cierta. Toda esa cosa que se intenta interpretar acerca de Reynols y su música, es tan solo un lejano vislumbramiento que procede del sesgo propio del humano, haciendo la salvedad que el ver sin tapujos de por medio no es una cosa sencilla.

La esencia existencial de la manifestación Reynols ha generado interés y finalmente el aprecio de muchos artistas a lo largo del mundo, es que hay en todo ello, en todo eso expresado y en la historia de los sucesos pasados del grupo, un carácter de lo etérico y una sencillez que se ramifica volcándose desde un no lugar hacia ciertos sucesos artísticos, manifestados hasta alcanzar un sinfín de estados musicales. 

Hay en todos esos sucesos nombrados una cualidad de misteriosa simpleza, una alegría por la expresión, una fuente inagotable de ideas creativas que se suceden cual reflejo de algo inentendible que procede de algún lado y llega hasta nosotros utilizando a Reynols como medio de expresión y a la música como medio de manifestación.

Reynols tiene editados más de cien discos en todo el mundo, a través de sellos norteamericanos, ingleses, alemanes, franceses y japoneses. La discografía de Reynols es enorme, ampliamente variada y ha ayudado a esparcir una influencia que ha alcanzado ecos fenomenológicos a lo largo de todo el planeta, dicho esto no resulta extraño el concebir que el grupo se ha codeado con muchos personajes de la vanguardia del mundo, tocando en vivo en el Lincoln Center de Nueva York en abril de 2000, compartiendo conciertos en vivo junto a Sonic Youth, o grabando discos junto a elementos como The Nihilist Spasm Band, Acid Mothers Temple, Pauline Oliveros, entre otros.


‘’Polos Mosco’’ de 1999 es una de las primeras manifestaciones discográficas de Reynols, una experiencia no primaria, pero sí original desde lo discográfico. De todas formas, esto no fue un impedimento porque poco después del lanzamiento de este disco y del comienzo de su experiencia musical colectiva, Reynols estaría ya en contacto con artistas de renombre en el mundo, expresando que no hay un principio para su experiencia sino una azarosa continuación de un tramo que provino y continuó hasta cierto punto, pero que no concluyó, sino que se hizo carne como reflejo parcial de una cosa total. Todo esto refleja también que en las manifestaciones de Reynols hay una cosa llamativa, una inocencia creativa que hace que todo lo que expresen se convierta en un acto de felicidad, con esa ambivalencia lograda por ellos que va desde la simpleza creativa hasta el hermetismo más particular debido a lo poco recurrida que es la música fuera de su estado comercial para los públicos masivos.

No es facil acercarse a las expresiones musicales de Reynols, debido a ese carácter que en lo convencional pueda ser entendido como una suerte de vanguardismo, expresado entre creaciones indeterminadas que surgen desde la experiencia como banda, grupo, con baterías, distorsiones, acoples, cantos libres, ruido sin atadura, construcciones sonoras y arremetidas sin la determinación previa de un prejuicio artístico. No hay una formalidad creativa que restrinja la experiencia musical de Reynols, sino que todo lo ejecutado posee ese grado tan alto de libertad como para manifestarse en un campo de amplitud exacta. No hay caracteres que restrinjan su experiencia, solo un acto de expresión per se. 

Hay mucho qué explorar en este disco, así como hay mucho por explorar en toda la experiencia musical de Reynols, y tal vez su principal don sea aquel mismo don con el que cuenta el vanguardismo propiamente dicho, que es el de trascender las instituciones para volverse sus manifestaciones en nuevos valores creativos, esto en Reynols en una constante y todas sus creaciones son enseñanza pura, desafíos desde lo musical que surgen y están, con un don tan particular como excitante y misterioso, listos para ser planteados a la experiencia humana.

Cod: #1815

viernes, 20 de junio de 2025

Angus MacLise - The Invasion Of Thunderbolt Pagoda (1999)

La psicodelia fue, en su momento, una derivación de todos los vanguardismos ocurridos hasta allí durante el siglo XX, tomando elementos desde el surrealismo, el dadaísmo, luego la música concreta y la electrónica más intelectual, la música de vanguardia, el minimalismo, las orquestas experimentales, y la música experimental en general. Todo ello convergió en la psicodelia, terminando de convertirse esta en un compendio de elementos de vanguardia que no hicieron más que nutrirla, inspirara, darle sustancia para los experimentos que en ella tendrían lugar, para terminar incluso de convertirse la psicodelia misma en uno de los vanguardismos más importantes del siglo XX.

Esta importancia radica en el hecho de que la psicodelia sirvió como fenómeno que contribuyó decisivamente al trocar de la vanguardia desde un lugar exclusivo e intelectual, para pasar a ubicarse esta hacia terrenos de la música popular, de allí el nacimiento del rock psicodélico, con todas sus ramificaciones, inventos e innovaciones importantes traídas para la evolución del rock y la música popular desde allí en adelante. 

Pero el nacimiento de este rock psicodélico, que mucho tuvo de impacto en la música popular al romper muchas convenciones y traer la experimentación al campo de la música grabada, fue tan solo un aspecto derivado de la psicodelia y el ámbito del underground, que era donde se fermentaba todo ese real caldo de cultivo en el que las generaciones de jóvenes artistas plasmaban sus experimentos en muchas áreas del arte y así se retroalimentaba todo el entorno. Desde los lugares como la poesía de vanguardia o más bien la literatura en general, el cine, la pintura, escultura, teatro y ni hablar de la música, etc. Todo ello estaba allí y era parte del caldo de cultivo en el que jóvenes, artistas e intelectuales circulaban creativamente y se enriquecían del floreciente ambiente artístico que tuvo lugar ya desde primeros años de la década de los 60s en los Estados Unidos, e incluso posiblemente también desde algunos años antes.

Ese ambiente fue el lugar donde floreció el hipismo y de donde surgieron muchos referentes y/o bandas icónicas que aún se recuerdan hoy en día como precursoras. Desde Timothy Leary y su revolución ácida, hasta Grateful Dead y sus fiestas de ácido, artistas innovadores como Andy Warhol, o la misma Velvet Underground, etc. En ese ambiente se construyeron muchos referentes que son figuras hoy en día, pero también hubo personajes que se reusaron a la búsqueda de la popularidad y lo masivo, prefiriendo quedarse en la periferia para no relegar su arte a algo que encaje con el montón, y por ende emprender un viaje artístico lo más auténtico posible, toda una decisión filosófica de vida.

Quedan muchos rastros artísticos de esa vanguardia de la baja escena estadounidense, algunos referentes que generalmente también han sobrevivido al paso del tiempo, pero no con una fama masiva sino muchas veces como personajes de culto reconocidos solo por los allegados a esas artes más marginales frente a lo popular, desde novelas y poesía de escritores como los poetas de la generación beat y otros, cine alternativo experimental como las películas de Ira Cohen, entre otros cineastas, y en música también hay mucha tela que cortar. 

De esa época fue el origen de la música minimalista, vanguardia que estuvo allí en ese momento del underground cuando surgió la psicodelia, por lo que estos géneros llegaron a codearse gracias a los artistas que circulaban el ambiente y llegaron a realizar muchos experimentos de forma conjunta. La psicodelia originaria pareciera algo crudo, ya luego se vertió hacia la música popular y la generación del rock la tomó para la creación del rock psicodélico. Pero antes de esa generación, hacia los primeros años de la década de los 60s, pareciera que la psicodelia se encontraba en sus orígenes y, aun sin el encuentro con el rock, ya gozaba de un carácter muy profundo en cuanto a lo experimental, expresada muchas veces en forma de música drone, ejecutada en aquelarres experimentales, expresada en rituales por artistas con curiosidades místicas, lo dicho en su encuentro con el minimalismo, además de todo ese mundillo vanguardista que se nutrió de lo experimental.

Arte por Angus McLise

De los tantos personajes de ese underground psicodélico aparece un nombre que es el que Angus MacLise, un personaje que fue fiel reflejo del típico joven contracultura de la época, que se negó a llevar una vida formal y rechazó muchas convenciones. Tal fue el punto, tanto se negó a ser encasillado, que rechazó las formalidades en su producción artística, cosa que lo llevó a rechazar también la búsqueda de fama para reafirmar así su pertenecer a un lugar de oscuro under creativo. En parte este artista es conocido porque fue el primer baterista que tuvo la formación de la mítica Velvet Underground, banda que en algún punto comenzó a refinar sus producciones alternativas para darle forma de canción y así buscar más afinidad con lo popular. Angus MacLise se negó a esa propuesta y abandonó la banda de inmediato cuando esta decidió tomar ese camino. En su lugar, el artista prefirió seguir pululando por ese ambiente más bajo pero de mayor libertad, su obsesión fue la de la libertad sin concesiones, y en ese lugar llega el planteamiento que es el de hacer el arte por hacerlo, por convicción y pasión, y no por una búsqueda de fama o popularidad.

Angus MacLise nació en Bridgeport, Connecticut, el 4 de marzo de 1938, trabajó en multimedia y en el movimiento Fluxus, diseñó su propia caligrafía, fue poeta místico, actor, editor, librero y viajero por el mundo. También fue miembro fundador del Theatre of Eternal Music junto a La Monte Young, grupo participe de la creación de los primeros minimalismos, grupo por el que pasarían músicos como John Cale y Terry Riley, entre tantos otros. Como músico MacLise tomó clases de percusión latina, estudió técnica de jazz, música de danza medieval europea y percusión de forma libre.

La vida de Angus MacLise fue una de bohemia, dedicó gran parte de su existencia terrena a viajar por el mundo, a experimentar con su arte al cual nutria con experiencias con otros artistas, conociendo personas y aprendiendo de cada lugar. En sus propias palabras: ‘’Seguí un camino a través de la poesía, la caligrafía, la música y el viaje, vibrando con tantos seres como fuera posible’’. MacLise mantuvo una estrecha relación con la mayoría de las figuras creativas de su época, especialmente más con algunos, entre ellos el artista Ira Cohen, un poeta, cineasta, fotógrafo y artista visual que también viajó por el mundo. 


Ira Cohen fue además el creador de lo que él denominó como la ‘’Mylar Chamber’’, una sencilla sala de paneles con bisagras, cubiertos por películas reflectantes de Mylar. El espacio funcionó entre 1968 y 1971, en un loft de la calle Jefferson de Nueva York, donde el artista se dedicó a fotografiar a un sinfín de músicos y personalidades del momento, creando algunas de las imágenes más míticas de finales de los años sesenta. A través de contactos, Ira Cohen invitó a los visitantes a interpretar su propio yo en este pequeño teatro simbolico-lisergico, entre ellos Jimi Hendrix, William Burroughs, Vali Myers, Jack Smith, Alejandro Jodorowsky, Lionel Ziprin, Ching Ho Cheng, Petra Vogt, Charles Ludlam, John McLaughlin y el grupo de rock Spirit. Por supuesto, Angus MacLise también pasaría por esa cámara y sería fotografiado.

Las creaciones de Ira Cohen pasaron también por la realización de algunos films experimentales, dirigidos por él mismo, entre ellos ‘’Kings With Straw Mats’’ y ‘’Brain Damage’’. ‘’The Invasion of Thunderbolt Pagoda’’, de 1968, fue originalmente otra de sus películas, un mediometraje experimental dividido en tres partes: "The Opium Dream", "Shaman" y "Heavenly Blue Mylar Pavilions", que muestra el quehacer de unos personajes oscuros y sus andanzas entre opiáceos y rituales extraños. El film fue creado y dirigido por Ira Cohen, con participación de Angus MacLise como parte del reparto de actores, MacLise también se encargaría de componer la música que luego sería utilizada como banda de sonido de la película. 

El film pertenece al under psicodélico de la época y con el tiempo se ha convertido en un elemento de culto referente para el cine alternativo o experimental. En este film Cohen utiliza sus inventos con reflectantes de Mylar para capturar las escenas de muchos momentos aparecidos en la pelicula, mucha de la visual aparecida en la película transcurre por un lugar de alteración visual de estilo psicodélico.

Angus MacLise en el Mylar Chamber, foto por Ira Cohen

La música compuesta por Angus MacLise es tan incierta como el film mismo, por lo que resulta perfecta para musicalizar dicho delirio fílmico. Esta música también es un reflejo del arte de MacLise, algo amplio, indeterminado, totalmente experimental, lisérgico, casi como un fragmento de la psicodelia misma, una concepción musical en la que no hay comienzo ni final, solo una cosa sucediéndose cual ambiente psicodélico perdido en un ritual de oscuridades y misterios. La música de la película es una cosa que se sucede sin cortes, de principio a fin dentro de una ejecución muy extensa de casi media hora de duración. Estos sonidos son un reflejo de la inquietud del artista por nutrirse de muchos elementos, por lo que en esos ambientes indeterminados convergen percusiones de tipo hindú, con drones también salidos de tampuras hindúes, y otros agregados como voces, órganos, flautas y guitarras. Esta musica tiene un vinculo directo con el minimalismo, debido a que toda la producción sonora es una cosa indeterminada que fluye en una misma aura, casi como el minimalismo mismo, la influencia está a la vista, y es un reflejo del vinculo intimo que tuvieron la psicodelia con el minimalismo, compartiendo estrechos lazos con la espiritualidad de la India, cohabitando el mismo ambiente creativo y teniendo en común esa inquietud por experimentar y salirse de las convenciones.

Las grabaciones musicales de Angus MacLise quedaron archivadas en su época, pero con los años han comenzado a aparecer en la palestra pública gracias a algunas publicaciones independientes. Ya en 1988, Fierce Records lanzó un sencillo con algo de su música. Luego otros sellos han hecho su parte, apareciendo en 1999 el cd llamado ‘’The Invasion of Thunderbolt Pagoda’’, un lanzamiento que compila, entre otras cosas, la música creada por el artista para la película que lleva el mismo nombre, de ahí el título de dicho lanzamiento. A partir de ese lanzamiento de 1999, otras varias publicaciones de larga duración han sido liberadas a lo largo de las últimas décadas, y con ellas, algo del basto material musical dejado por Angus MacLise ha logrado salir a la luz y llegado a la superficie. Este prolífico artista siempre pertenecerá a un lugar del arte más ‘’marginal’’, por su condición tan experimental como creador, pero su legado es basto y vale la pena explorarlo, especialmente para amantes de la lisérgica y las artes alternativas.

Cod: #1814